La velocidad de procesamiento mental es una variable esencial en el análisis de la relación entre cognición y funcionalidad en la esquizofrenia. FUENTE: PSIQUIATRIA.COM 2009; 13(2) Peña J b, Bengoetxea Eb, Mateo E b, Sánchez Pa, Elizagárate Ea, Yoller ABa, Ojeda N b, c, Gutiérrez M c, d, Ezcurra J a. a Unidad de Psicosis Refractaria, Hospital Psiquiátrico de Alava. b Departmento de Psicología, Universidad de Deusto. c Ministerio Español de Sanidad, Instituto de Salud Carlos III, CIBERSAM. d Servicio de Psiquiatría, Hospital Santiago. Resumen Introducción: La Fluidez Verbal (FV) se relaciona con la capacidad funcional en la esquizofrenia. Sin embargo, la Velocidad de Procesamiento de la Información (VPI) podría mediar esta relación. Objetivos: Analizar si la influencia de la FV en la Capacidad Funcional está mediada por la VPI en pacientes crónicos con esquizofrenia. Métodos: Se evaluaron 94 pacientes hospitalizados diagnosticados de esquizofrenia en variables sociodemográficas, clínicas y neuropsicológicas. Resultados: La edad media fue de 37,02 +11,15 años, y el nivel educativo 9,48 +3,21. Los años de evolución de la enfermedad (X=15,29 +9,56) y la puntuación en la PANSS (PANSSTot X=48,94 +14,97 PANSSNeg X=27,81 +10,18, PANSSPost X=23,51+10,81) revela un perfil crónico de la muestra. La puntuación obtenida en el DASWHO (X=13,62+3,99) sugiere un deterioro funcional severo. Las tests Clave de Números y Stroop-C se utilizaron como VPI. La VPI estaba también relacionada con la Capacidad Funcional (r= -0.398, p<0.001). En el primer paso del análisis mediacional, la FV predijo significativamente la Capacidad Funcional (B=-0.210, p<0.01). En el segundo paso, se realizó una regresión lineal en la que la FV predecía la VPI (B= 0.093, p<0.001). Por último, se introdujeron simultáneamente la FV (B= -0.033, p=0.720) y la VPI (B= -1.689, p<0.005) como variables predictoras. Conclusiones: El Test de Sobel fue significativo para la VPI (z = -3.07, p < 0.005), lo que sugiere que la VPI media la relación entre la FV y la Capacidad Funcional en pacientes crónicos con esquizofrenia. 1. Introducción La presencia de déficits cognitivos en la esquizofrenia ha sido documentada como una de las características centrales de la enfermedad (Heinrich y Zajzanis, 1998; Wilk et al., 2005), y la media de discapacidad puede alcanzar dos desviaciones estándar por debajo del rendimiento normal (Bilder et al., 2000; Harvey y Keefe, 1997). La evidencia a favor de la cognición como el mejor predictor de la funcionalidad y discapacidad en esquizofrenia, incluyendo rendimiento laboral y autonomía en la vida. Esto proporciona evidencias mayores a favor de la necesidad de de estudiar estos déficits, especialmente tras la publicación de la débil relación de estos con los síntomas clínicos (Green, 1996). Green, a su vez, caracterizó la asociación entre los dominios neurocognitivos específicos y medidas de diferentes resultados: 1. memoria verbal (MV) asociada a cualquier tipo de funcionalidad, 2. alerta relacionada con la solución de problemas sociales y la adquisición de habilidades y 3. funciones ejecutivas con funcionamiento social. Bowie y Harvey (2005) encontraron también una relación positiva entre los dominios neurocognitivos y las habilidades sociales/adaptativas. Sugieren que los síntomas negativos y los dominios neurocognitivos son distintos y tienen diferentes caminos de cambio con el tratamiento. Desde las aportaciones de Green sobre la memoria verbal y su relación con la funcionalidad, el interés por analizarlo profundamente ha aumentado. Varios estudios han observado que tanto la memoria verbal (MV), como la fluidez verbal (VF); así como la velocidad de procesamiento (VP), están relacionados con distintas medidas de resultado. Bryson y Bell (2003) encontraron que la MV estaba relacionada con la mejora en el rendimiento laboral; mientras que no sucedía lo mismo con los síntomas negativos. Dikerson et al. (1999) observaron que la MV, FV y la ejecución en el trail making test predecían cambios en el funcionamiento social y comunitario. Gold et al. (2002) informo que la fluidez semántica, MV y algunas medidas de la velocidad de procesamiento (VP) (como TMT y Stroop) predecían la permanencia en el trabajo; pero no se presenciaba una buena velocidad motora (Purdue Pegboard.). Jaeger et al (2003) descubrieron que la FV, la atención y la MV eran predictores del rendimiento en el trabajo, la escuela y la autonomía en la vida; aun después de haber controlado los síntomas negativos. En un análisis más específico Velligan et al. (2000) replicaron los descubrimientos de Green acerca de la MV como predictor de todas las medidas del funcionamiento comunitario, alerta como predictor del funcionamiento social y las funciones ejecutivas como predictores de la ejecución laboral y las actividades de la vida diaria (AVD). Las habilidades para resolver los problemas cotidianos han mostrado ser dependientes de las habilidades de MV, FV y velocidad de procesamiento (VP); tanto en situaciones de estudio bajo control (Keefe et al., 2006; Revheim et al., 2006), como en contextos reales (Rempfer et al., 2003). En suma, algunos autores concluyen que la VP está fuertemente relacionada con la MV (Brébion et al.; 2006) y FV (Van Beilen et al.; 2006) en la esquizofrenia crónica. La fuerza del papel que la VP juega en relación con la FV y la MV ha sido documentada con anterioridad. De todos modos, ninguno de estos estudios ha analizado en profundidad la relación de estas variables con la funcionalidad en la esquizofrenia. Teniendo en cuenta la relevancia otorgada en la literatura a la VP, hipotetizamos que la VP es un mediador entre la memoria verbal (MV), fluidez verbal (FV) y la discapacidad funcional (DF) en la esquizofrenia crónica. Es decir, la asociación entre MV, FM y la funcionalidad (FO) podría estar (al menos en parte) influenciado por los efectos mediadores de VP. En suma, nuestro primer objetivo fue describir el papel que juegan MV y FV en la funcionalidad (FO) de los pacientes con esquizofrenia crónica. El segundo objeto fue analizar la posible interacción entre VP, MV y FV como predictores reales de FO. 2. Materiales y Métodos 2.1.PARTICIPANTES Reclutamos 90 pacientes psiquiátricos hospitalizados del Hospital Psiquiátrico de Álava. (76 hombres, 14 mujeres; años de escolarización 10.17+2.8), entre 18 y 65 años (edad =36.09 + 10.68). La media del tiempo de hospitalización de los pacientes fue muy variable en esta muestra (646.24+1648.72 días). Los sujetos cumplían los criterios para esquizofrenia establecidos en la cuarta edición del Manual Estadístico y Diagnóstico de las Enfermedades mentales (DSM-IV) de la Asociación de Psiquiatría Americana (APA, 1994). Se utilizó para ello la Entrevista Clínica Estructurada para el DSM-IV (SCID-I). En el reclutamiento todos los pacientes se encontraban bajo tratamiento antipsicótico. Los criterios de exclusión incluían historia de falta de conciencia (>1h), retraso mental, condiciones neurológicas relevantes incluyendo enfermedades cerebro vasculares, hipertensión y déficits sensoriales relevantes. Todos los participantes fueron sometidos a evaluaciones médicas generales y medidas cognitivas descritas posteriormente. Los pacientes, a su vez, fueron evaluados psiquiátricamente mediante entrevistas y evaluaciones que incluían La Escala de Síntomas Positivos y Negativos (PANSS), Escala de Evaluación Psiquiátrica Breve (BPRS), la Escala de Depresión de Calgary y la Escala de Manía de Young. 30 participantes sanos fueron reclutados y analizados para descartar historias de desordenes psiquiátricos actuales o pasados, condiciones médicas relacionadas con el sistema nervioso central y déficits sensoriales significativos. Los dos grupos no se diferenciaban significativamente en edad (t=-0.64, p=0.53), distribución de género (&#967;²=3.03, p=0.83). Todos los sujetos participaron voluntariamente y se les entregó un formulario de consentimiento informado aprobado por la junta institucional de revisión. 2.2. MEDIDAS 2.2.1. Test de Memoria Verbal Se utilizo la versión española de Memoria lógica I y II (WMS-III) (Wechsler, 1987). En esta prueba, el examinador lee dos historias, parando después de cada lectura para pedirle al sujeto un recuerdo inmediato de esta. Tras 20 minutos se le pide al sujeto volver a recordar ambas historias. Se obtienen dos medidas: Memoria Verbal Inmediata (MVI) y Memoria Verbal Demorada (MVD). 2.2.2. Pruebas de Fluidez Verbal Barcelona (Peña-Casanova, 1990); fiabilidad (validez concurrente con ADAS –Escala de Evaluación de Enfermedad de Alzheimer) r=0.87, r²00,76; la fiabilidad test-retest: r=0.92, inter-evaluador r=0.99) 2.2.2.1. Fluidez Fonológica (FF) En esta prueba se requiere que el sujeto diga tantas palabras que empiecen por P como sean posibles, en 3 minutos. Se excluyen nombres propios y palabras iguales con diferentes sufijos. El número total de palabras era utilizado como medida. 2.2.2.2. Fluidez Semántica (FS) En esta prueba se requiere que el sujeto diga tantos nombres de animales como le sean posibles durante 1 minuto de tiempo. Al igual que en la fluidez fonológica, el número total de palabras generadas se utiliza como medida. 2.2.3. TEST DE VELOCIDAD DE PROCESAMIENTO 2.2.3.1. Stroop, Test de Colores y Palabras (Golden, 1978) Solo se tuvo en cuenta la condición de denominación de colores. A los pacientes se les presento una lámina donde se exponían bloques de colores (rojo, verde, azul) y se les pedía nombrar el color de cada bloque, columna a columna, lo más rápidamente posible durante 45 segundos. Se anotaba el total de colores nombrados. 2.2.3.2. Test de Búsqueda de Símbolos del WAIS-R (Wechsler, 1981). Se les presentaba a los sujetos filas de cuadros vacíos etiquetados con un número en la parte superior. Se les pedía rellenar estos cuadros con el símbolo correspondiente a cada número; de uno en uno y a la mayor velocidad posible. La asignación se establecía a partir de un código símbolo-dígito que era expuesto permanentemente durante toda la tarea. El tiempo límite para realizar la tarea era de 120 segundos. El total de cuadrados cumplimentados adecuadamente se utilizaba como medida. 2.2.3.3. Trail Making Test-parte A (Reitan y Wolfson, 1985). Se presenta al paciente una lámina donde se exponen números del 1 al 25, ordenados aleatoriamente. La tarea consiste en trazar una línea que una los números ordenándolos en orden ascendente lo más rápido posible y sin levantar el bolígrafo del papel. El tiempo en segundos utilizado para hacer la tarea se utiliza como medida. Estas tres medidas de velocidad de procesamiento fueron convertidos a puntuaciones z, los signos del TMT-A fueron ajustados, por esto las puntuaciones más altas hacían referencia a una ejecución neurocognitiva mejor. Posteriormente, estas puntuaciones se utilizaron para conseguir el promedio de la velocidad de procesamiento (VP), tal y como sugirió Brébion et al. (2006). La consistencia interna de esta escala fue muy alta (Alfa de Cronbach = 0.95). 2.2.4. VELOCIDAD MOTORA 2.2.4.1. Grooved Pegboard Test (Mathews y Klove, 1964). Contiene 25 agujeros estriados y un juego de “clavos estriados”. Los agujeros se posicionan de forma aleatoria y los clavos deben de rotarse antes de que estos encajen con la forma del agujero y sean introducidos en los mismos. El tiempo en segundos requerido para ejecutar la tarea se utilizaba como medida. La discapacidad funcional se evaluaba a través Escala de Evaluación de Discapacidad (DAS-WHO; Who, 1988). El número total de hospitalizaciones desde el primer episodio psicótico se utilizaba como medida de funcionalidad (Fujii y Wylie, 2002). 2.3. ANALISIS DE DATOS Se analizó la distribución normal de los datos a partir del Test Kolmogorov-Smirnov y solo el TMT-A no cumplió criterios de normalidad. Fue normalizado mediante la transformación-log, reduciendo de este modo las influencias externas. X2 fue utilizado para analizar las diferencias de género entre grupos y el t-test para la edad y años de escolaridad. El análisis multivariado de la varianza (MANOVA) fue utilizado como el estadístico principal en el análisis de las diferencias entre los grupos. Considerando el grupo como factor inter-sujeto y las escalas neuropsicológicas como variables dependientes. Para probar la hipótesis de que la VP media en los efectos de las variables predictoras (FV y MV) en FO, seguimos los criterios recomendados y publicados hasta el momento (Baron y Kenny, 1986; Frazier et al., 2004). En principio, los predictores (FV y MV) debían estar asociados significativamente a FO. En un segundo paso, VM y FV deberían estar asociados significativamente con la variable potencialmente mediadora; en nuestro caso la VP. En tercer lugar, la variable mediadora (VP) debería estar relacionada con la variable resultante (FO). El último paso sería demostrar que la fuerza de la relación entre el predictor y el resultado se reduce significativamente cuando el mediador se une al modelo. Si se obtuviera una mediación perfecta, el efecto de MV y FV sería de cero; demostrando que la VP es un mediador con control absoluto. Por otro lado, en el caso de que la conexión entre los predictores (MV y FV) y la discapacidad funcional fuera significativa, se sugeriría que la VP es un mediador parcial. Se realizaron análisis separados de la fluidez semántica, fluidez fonológica, memoria verbal inmediata y memoria verbal demorada. El nivel de significación se estableció en 0.05. 3. Resultados 3.1. Diferencias entre el grupo control y los pacientes con esquizofrenia Las características demográficas y clínicas de la muestra se exponen en la tabla 1. Como se esperaba, se encontraron diferencias significativas entre los dos grupos en lo que a medidas cognitivas se refiere. Los pacientes mostraron una ejecución peor en comparación a los controles sanos. Siguiendo los criterios de Cohen (1988) los resultados mostraron efectos a largo plazo en todas las competencias cognitivas; tal como se indica en la tabla 2. Según los resultados obtenidos en el DAS-WHO, el nivel de discapacidad de nuestra muestra es severo. 3.2. Análisis de la mediación de la velocidad de procesamiento (VP) La mediación se analizó mediante el estudio separado de dos tipos de funcionalidad: el número de hospitalizaciones (NH) y la discapacidad funcional (DF). Tabla 1. Características sociodemográficas y clínicas (medias, desviaciones estándar; frecuencias) Tabla 2. Comparación de la neurocognición entre pacientes con esquizofrenia y grupo control Tabla 3. Análisis de regresión para analizar el efecto de mediación de VP en la FV relacionado con el DAS-WHO Tabla 4. Análisis de regresión para analizar el efecto de mediación de VP en la MV (inmediata y demorada) relacionado con el DAS-WHO 3.3. Análisis de la mediación de VP en fluidez verbal (fluidez semántica y fonológica) en el DAS-WHO. La tabla 3 muestra los resultados del análisis de la discapacidad funcional (DF). En un primer paso, la fluidez semántica (FS) predecía significativamente la DF. En un segundo paso, la variable FS fue analizada como posible predictor de VP, para estimar la conexión entre FS y VP. En tercer lugar, VP predecía DF. Finalmente, se introdujo la VP y FS simultáneamente en la ecuación como variables predictoras. En este punto, el coeficiente de regresión fue significativo; demostrando que la VP pudo actuar como mediador entre FS y DF. Se utilizo el Test de Soble para clarificar el grado de significación de los modos de mediación (Sobel, 1982). El resultado de esta medida fue significativa con p<0.001 (z=2.77). El no estandarizado coeficiente de regresión de FS y DAS-WHO decreció entre -0.27 y -0.10 en el tercer paso. Lo cual muestra que el 62.96% de la variabilidad en la relación entre FS y DASWHO se explica como una función de la VP. Se utilizó el mismo procedimiento para probar el modo en el que la VP era el responsable de las diferencias de la FF en relación con la DF. La tabla 3 muestra los resultados que conciernen a este análisis. El Test de Sobel fue significativa con una p<0.001 (z=3.31). La proporción del efecto mediador atribuible a la VP fue de 66.67%. 3.4. Análisis de la mediación de VP en memoria verbal (memoria inmediata y demorada) en el DAS-WHO. La tabla 4 muestra los resultados extraídos del análisis de la memoria verbal inmediata (MVI) y la memoria verbal demorada (MVD) en DF. El Test de Sobel para MVI fue significativa con un p<0.005 (z=2.64). La proporción del efecto mediador atribuible a VP fue del 56%. 3.5. Análisis de la mediación de VP en fluidez verbal (FS y FF) en el número de hospitalizaciones. La tabla 5 muestra los resultados del análisis de FS y FF en relación al número de hospitalizaciones. El Test de Sobel fue significativo con un p<0.05 (z= -2.23) en FS y la proporción del efecto mediador atribuible a VP fue de 88.93%. Los resultados del análisis de DF en relación con FF muestran que el Test de Sobel era significativo con un p<0.05 (z= -2.26). Tabla 5. Análisis de regresión para analizar el efecto de mediación de VP en la FV relacionado con el Número de Hospitalizaciones 3.6. Análisis de la mediación de VP en memoria verbal (memoria verbal inmediata y demorada), en relación a NH. Se utilizo el mismo procedimiento para analizar el modo en el que la VP era responsable de las diferencias MVI y MVD en relación con NH. En este particular análisis, la MVI no mostró tener una asociación significativa con la medida de NH (r= -0.08), lo cual impidió la realización de análisis más profundos. De la misma manera, MVD no mostró asociación significativa con las medidas de NH (r= -0.16). 3.7. Análisis de la mediación de la velocidad motora (VM) Como era de esperar, VM no correlacionó significativamente con las medidas de resultado (DAS-WHO y NH). Por ello, los análisis sobre mediación no fueron posibles. Solo el Grooved Pegboard Dominant Hand (GPD) correlacionó con NH (r=0.29)*. No obstante el Test de Sobel no fue significativo para la mediación de GPD. 4. Discusión En comparación con el grupo control, nuestros pacientes mostraban deficiencias en todas las medidas cognitivas, incluyendo FV, MV, VP y VM; y mayores efector a largo plazo (Cohen, 1988). La VP fue el dominio afectado de mayor severidad. Los resultados obtenidos en este estudio confirman la hipótesis inicial: La VP actúa como sendero mediante el cual VF y MV se asocian con FO (medido mediante el DAS-WHO o el número de hospitalizaciones). La proporción del efecto mediador atribuible a la VP se encuentra entre el 43.48 % y el 66.67% (para memoria verbal y fluidez verbal respectivamente). En lo que respecta a la memoria verbal, nuestros resultados son compatibles a los de Holthausen et al. (2003), quien postulo que tanto la velocidad de procesamiento, como la organización semántica se relacionaban con la eficacia de la memoria verbal en esquizofrenia. La contribución adicional que ofrece nuestro estudio era que el valor predictivo de la VP era bastante constante tanto en recuerdo inmediato, como en el demorado. Esto sugiere que la velocidad de procesamiento esta relacionada de un modo generalizado a la memoria, a lo largo del procesamiento temporal del recuerdo. Nuestros hallazgos son consistentes con los de McClure et al. (2007), Van Beilen et al. (2004) y Henry y Crawford (2005); quienes concluyeron que el decremento en la VP estaba relacionado con los déficits en la fluidez de los pacientes con esquizofrenia y no en grupos normales de comparación. En suma, una vez de haber considerado la importancia de la VP, la fluidez verbal no presento un papel significativo como predictor de la funcionalidad en esquizofrenia. Este descubrimiento expone la necesidad de revisar los estudios previos en los que se concluye que la FV tiene un valor predictivo en relación a la funcionalidad; pero en los cuales no se incluyo el análisis de la VP (Zanello et al., 2006; Laes y Sponheim, 2006). Al contrario que Bokat y Goldberg (2003), nuestros datos sugieren que ambos, fluidez semántica (FS) y fluidez fonológica (FF), muestran deficiencias en la esquizofrenia. Bokat y Goldberg (2003) encontraron un mayor déficit en FS que en FF en esquizofrenia. Lo cual sugería que, de forma específica, la integridad del módulo semántico se veía afectada. Esta conclusión fue replicada en un meta-análisis posterior, donde se incluían otros 84 estudios; utilizando la versión inglesa del FAS (Henry y Crawford, 2005). Parte de las disparidades pueden explicarse teniendo en cuenta las diferencias entre la versión inglesa del FAS (1 minuto) y la versión española; donde en el subtes de fluidez fonológica el paciente tiene un tiempo límite de 3 minutos. La mayor duración de la demanda cognitiva puede enfatizar el déficit de la fluidez verbal en esquizofrenia. Esta variación, a su vez, impide realizar una comparación entre las puntuaciones directas de ambas versiones. Aparte de este subtes particular, las medidas tomadas en este estudio para medir fluidez verbal, memoria verbal y velocidad de procesamiento; son medidas estándar utilizadas en este tipo de estudios. Algunos autores sugieren que determinados subtes incluidos en las medidas de VP, pueden jugar un papel específico en la consideración de la VP como predictor de las diferentes variables analizadas (Brébion et al., 2006). Aunque un subtes determinado pueda contribuir principalmente al valor predictivo en un estudio determinado, la relación entre VP y FO fue replicada con todas las medidas cognitivas estándar de VP (Bowie et al., in press; Gold et al 2002; McClure et al., 2007). Los resultados negativos o no significativos se asociaban al uso de subtes de velocidad motora (en vez de los test de velocidad no-motora) en la misma dirección que nuestros datos (Brébion et al., 2006) con pocas excepciones (como Van Beilen et al., 2004). Aunque Van Beilen et al. (2004) concluyeron que la velocidad motora predecía significativamente la FV en esquizofrenia, una revisión más profunda sobre las medidas de la VM muestra que las dos únicas medidas utilizadas (Stroop y TMT-A), se utilizan frecuentemente para medir VP. Consistentes a estudios anteriores (Gold et al., 2002, Revheim et al., 2006), nuestros datos confirmaron que no todos los tipos de velocidad contribuyen equitativamente. Es la VP, y no la VM (medida mediante el Grooved Pegboard) la que actúa como mediadora y predictora de FO. A pesar de la fuerte deficiencia observada en la velocidad motora de nuestra muestra de pacientes, la MV no media significativamente en la relación entre FV-MV y FO. Nuestra ventaja es que, en nuestro conocimiento, este es el primer estudio en el que se incluyen VM, VP, FO y medidas cognitivas adicionales para especificar el papel de cada una de estas variables en el modelo. Los estudios que emplean principalmente tareas de velocidad motora pueden, por consiguiente, desestimar el papel del enlentecimiento cognitivo en la esquizofrenia. Estos hallazgos enfatizan la relevancia de las medidas empleadas tanto en la valoración de la velocidad de procesamiento, como en las medidas de funcionalidad. Cuando el numero de hospitalizaciones se consideró como medida de la funcionalidad, nuestros resultados fueron consistentes con estudios anteriores (Fujii y Wylie, 2002), sosteniendo que la FS y FF, pero no la MV (MVI y MVD); predecían FO. Así como estudios anteriores encontraron que VM se relacionaba significativamente con medidas de funcionalidad distintas al DAS-WHO, los futuros estudios podrían revisar la utilidad del NH como única medida para FO. Debido a que nuestros datos se extrajeron de una muestra de pacientes con esquizofrenia crónica de larga hospitalización, se podría criticar que el efecto predictivo puede variar en función de la severidad de la enfermedad. De echo, McClure et al. (2007) y Gold et al. (2002) encontraron los mismos resultados en una muestra de pacientes ambulatorios (vs. hospitalizados) mayores con esquizofrenia crónica. Uno de los temas pendientes para futuros estudios podría ser el análisis de esta relación en muestras de pacientes con primer episodio psicótico (PEP). Keshavan et al. (2003) y Malla et al. (2002) encontraron una relación significativa entre la cognición (incluyendo FV) y FO en primeros episodios psicóticos. Sin embargo, no incluyeron medidas de VP. A pesar de hallazgos interesantes, existen algunas limitaciones en nuestro estudio. Primero, una limitación común en este tipo de estudios: las tareas utilizadas como medidas de velocidad de procesamiento son solo aproximaciones de funciones específicas, en lugar de medidas exactas. La segunda limitación, se debe a la naturaleza transversal del estudio, por lo que los hallazgos solo indican que las variables cognitivas y de resultado están estadísticamente asociadas. Se deberían obtener datos longitudinales de muestras de primeros episodios, con el objeto de demostrar que este papel predictivo esta presente a pesar de los cambios en el tiempo relacionados con déficits específicos en funcionalidad. Nuestros datos muestras que la velocidad de procesamiento, no la velocidad motora, es una fuerte predictora de la funcionalidad de los pacientes con esquizofrenia; independientemente de sus habilidades verbales (Green et al., 2002). Rememorando los datos y resultados de Green publicados en la literatura de principios del 2000, en los cuales enfatizaba el papel de la MV en la FO; nuestros resultados sugieren que la VP es la variable clave que media en esa relación. Así como se encuentran limitaciones provenientes del empleo de medidas determinadas, se deben realizar futuros estudios longitudinales para analizar si la VP es capaz de predecir, de la misma manera, medidas específicas de FO. Medidas tales como funcionamiento comunitario, autonomía en la vida, rendimiento laboral, resolución de problemas sociales o actividades de la vida diaria en la esquizofrenia crónica. Referencias American Psychiatric Association, 1994. Diagnostic and Statistical Manual of Mental Disorders, fourth ed. APA, Washington, DC. Baron, R.M., Kenny, D.A., 1986. The moderator–mediator variable distinction in social psychological research: conceptual, strategic, and statistical considerations. J. Pers. Soc. Psychol. 51, 1173–1182. Bilder, R.M., Goldman, R.S., Robinson, D., Reiter, G., Bell, L., Bates, J.A., Pappadopoulos, E.,Willson, D.F., Alvir, J.M.,Woerner, M.G., Geisler, S., Kane, J.M., Lieberman, J.A., 2000. Neuropsychology of first-episode schizophrenia: initial characterization and clinical correlates. Am. J. Psychiatry 157, 549–559. Bokat, C.E., Goldberg, T.E., 2003. Letter and category fluency in schizophrenic patients: a meta-analysis. Schizophr. Res. 64, 73–78. Bowie, C.R., Harvey, P.D., 2005. Cognition in schizophrenia: impairments, determinants, and functional importance. Psychiatr. Clin. North Am. 28, 613–633. Bowie, C.R., Leung, W.W., Reichenberg, A., McClure, M.M., Patterson, T.L., Heaton, R.K., Harvey, P.D., 2007. Predicting schizophrenia patients' real-world behavior with specific neuropsychological and functional capacity measures. Biol. Psychiatry 25. Brébion, G., David, A.S., Bressan, R.A., Pilowsky, L.S., 2006. Processing speed: a strong predictor of verbal memory performance in schizophrenia. J. Clin. Exp. Neuropsychol. 28, 370–382. Bryson, G., Bell, M.D., 2003. Initial and final symptompredictors. J. Nerv.Ment.Dis. 191, 87–92. work performance in schizophrenia: cognitive and Cohen, J., 1988. Statistical Power Analysis for the Behavioral Sciences, second ed. Erlbaum, Hillsdale, N. J. Dickerson, F., Boronow, J.J., Ringel, N., Parente, F., 1999. Social functioning and neurocognitive deficits in outpatients with schizophrenia: a 2-year follow-up. Schizophr. Res. 37 13–20. Frazier, P.A., Tix, A.P., Barron, K.E., 2004. Testing moderator and mediator effects in counseling psychology research. J. Couns. Psychol. 51, 115–134. Fujii, D.E., Wylie, A.M., 2002. Neurocognition and community outcome in schizophrenia: long-term predictive validity. Schizophr. Res. 59, 219–223. Gold, J.M., Goldberg, R.W., McNary, S.W., Dixon, L.B., Lehman, A.F., 2002. Cognitive correlates of job tenure among patients with severe mental illness. Am. J. Psychiatry 159, 1395–1402. Golden, C.J., 1978. Stroop color and word test: a manual for clinical and experimental uses. Stoelting Co, Chicago. Green, M.F., 1996. What are the functional consequences of neurocognitive deficits in schizophrenia? Am. J. Psychiatry 153, 321–330. Green, M.F., Kern, R.S., Braff, D.L., Mintz, J., 2000. Neurocognitive deficits and functional outcome in schizophrenia: are we measuring the “right stuff”? Schizophr. Bull. 26, 119–136. Harvey, P.D., Keefe, R.S.E., 1997. Cognitive impairment in schizophrenia and implications of atypical neuroleptic treatment. C.N.S. Spectr. 2, 1–11. Heinrichs, R.W., Zakzanis, K.K., 1998. Neurocognitive deficit in schizophrenia: a quantitative review of the evidence. Neuropsychology 12, 426–445. Henry, J.D., Crawford, J.R., 2005. A meta-analytic review of verbal fluency deficits in schizophrenia relative to other neurocognitive deficits. Cogn. Neuropsychiatry 10, 1–33. Hofer, A., Baumgartner, S., Bodner, T., Edlinger, M., Hummer, M., Kemmler, G., Rettenbacher, M.A., Fleischhacker, W.W., 2005.Patient outcomes in schizophrenia II: the impact of cognition. Eur. Psychiat. 20, 395– 402. Holthausen, E.A., Wiersma, D., Sitskoorn, M.M., Dingemans, P.M., Schene, A.H., Van den Bosch, R.J., 2003. Longterm memory deficits in schizophrenia: primary or secondary dysfunction? Neuropsychology 17, 539–547. Jaeger, J., Czobor, P., Berns, S.M., 2003. Basic neuropsychological dimensions in schizophrenia. Schizophr. Res. 65, 105–116. Keefe, R.S., Bilder, R.M., Harvey, P.D., Davis, S.M., Palmer, B.W., Gold, J.M., Meltzer, H.Y., Green,M.F., Miller del, D., Canive, J.M., Adler, L.W.,Manschreck, T.C., Swartz, M., Rosenheck, R., Perkins, D.O., Walker, T.M., Stroup, T.S., McEvoy, J.P., Lieberman, J.A., 2006. Baseline neurocognitive deficits in the CATIE schizophrenia trial. Neuropsychopharmacology 31, 2033–2046. Keshavan, M.S., Haas, G., Miewald, J., Montrose, D.M., Reddy, R., Schooler, N.R., Sweeney, J.A., 2003. Prolonged untreated illness duration from prodromal onset predicts outcome in first episode psychoses. Schizophr. Bull. 29, 757–769. Laes, J.R., Sponheim, R.S., 2006. Does cognition predict community function only in schizophrenia?: a study of schizophrenia patients, bipolar affective disorder patients, and community control subjects. Schizophr. Res. 84, 121–131. Malla, A.K., Norman, R.M.G., Manchanda, R., Towsend, L., 2002. Symptoms, cognition, treatment adherence and functional outcome in first-episode psychosis. Psychol. Med. 32, 1109–1119. Mathews, C.G., Klove, N., 1964. Instruction Manual for the Adult Neuropsychological Test Battery. University of Madison Medical School, Madison. McClure, M.M., Bowie, C.R., Patterson, T.L., Heaton, R.K., Weaver, C., Anderson, H., Harvey, P.D., 2007. Correlations of functional capacity and neuropsychological performance in older patients with schizophrenia: evidence for specificity of relationships? Schizophr. Res. 89, 330–338. Peña-Casanova, J., 1990. Programa integrado de exploración neuropsicológica. Manual, Barcelona, Masson. Reitan, R., Wolfson, D., 1985. The Haldstead–Reitan Neuropsychological Test Battery. Neuropsychology Press, Tucson. Rempfer, M.V., Hamera, E.K., Brown, C.E., Cromwell, R.L., 2003. The relations between cognition and the independent living skill of shopping in people with schizophrenia. Psychiatry Res. 117, 103–112. Revheim, N., Schechter, I., Kim, D., Silipo, G., Alligham, B., Butler, P., Javitt, D.C., 2006. Neurocognitive and symptom correlates of daily problem-solving skills in schizophrenia. Schizophr. Res. 83, 237–245. Sobel, M.E., 1982. Asymptotic confidence intervals for indirect effects in structural equation models. In: Leinhart, S. (Ed.), Sociological Methodology. Jossey-Bass, San Francisco, pp. 290–312. Van Beilen, M., Pijnenborg, M., Van Zomeren, E.H., Van den bosch, R.J., Withaar, F.K., Bruma, A., 2004. What is measured by verbal fluency tests in schizophrenia? Schizophr. Res. 69, 267–276. Velligan, D.I., Bow-Thomas, C.C., Mahurin, R.K., Miller, A.L., Halgunseth, L.C., 2000. Do specific neurocognitive deficits predict specific domains of community function in schizophrenia? J. Nerv. Ment. Dis. 188, 518–524. Wechsler, D., 1981. Wechsler Adult Intelligence Scale Revised. Psychological Corporation, San Antonio. Wechsler, D., 1987. WMS-R:Wechsler Memory Scale Revised. The Psychological Corporation, New York. Wilk,C.M.,Gold, J.M.,McMahon,R.P., Iannone,V.N., Buchanan,R.W., 2005. No, it is not possible to be schizophrenic yet neuropsychologically normal. Neuropsychology 19, 778–786. World Health Organization, 1988. Disability Assessment Schedule. WHO, Geneva. Zanello, A., Perrig, L., Huguelet, P., 2006. Cognitive functions related to interpersonal problem-solving skills in schizophrenic patients compared with healthy subjects. Psychiat. Res. 142, 67–78.