La fascinación por The Velvet Underground tiene que

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LATERCERA Sábado 12 de diciembre de 2015
Sociedad
Espectáculos
John Cale
Cantautor y ex The Velvet Underground:
“La fascinación por The Velvet Underground tiene
que ver con su actitud más que con la música”
R El reputado músico galés habla con La Tercera de su
debut de marzo en Chile, del legado de su banda
madre y de su aporte en la historia del rock.
R Además, se refiere a la muerte de su ex compañero,
Lou Reed: “Siempre fue una inquietud volver a tocar
juntos. Para mí es difícil hablar sobre ese tema”.
Claudio Vergara
A sus 73 años, y perpetuado como la
encarnación del músico de vanguardia que fabricó su prestigio en el rock
y el pop, John Cale aún se da tiempo
para lanzar un par de retos. “Cuando la gente me vea, va a tener que
pensar cuál es la canción que está sonando”, desafía en torno a su primera vez en Chile, el domingo 6 de marzo en el Teatro Nescafé de las Artes,
cuando despliegue un espectáculo
que cruza su abundante material en
solitario con las composiciones que
delinearon la leyenda de su banda
madre, The Velvet Underground.
Una suerte de alerta y provocación para la audiencia local, aunque
el cantautor nacido en Gales está
habituado a presentar guiones indescifrables: como la otra mitad
del grupo que fundó junto a Lou
Reed, Cale fue el responsable de
diseñar un sonido rupturista y sin
patrones previos, rebosante en distorsión, melodías repetitivas y acordes austeros. Ahí donde su camarada neoyorquino estableció su mirada aguda y nihilista, el europeo
introdujo encuadres que retrataban su formación como músico clásico. Una serie de quiebres que incluso mantiene hasta hoy, cuando
modifica a su antojo canciones de
los días más célebres del grupo.
“Aún me gusta la experimentación y me fascina ir cambiando las
cosas durante mis giras. Siempre
trato de hacer arreglos que le den
una mirada distinta a canciones ya
conocidas. Eso le da una tensión
mayor a los conciertos. Y creo que
hasta ahora funciona. Así también
será en Chile, donde estoy muy entusiasmado de tocar”, relata el violinista, quien en su presente carga
un deber no menor: tras las muertes de Reed y del guitarrista Sterling
Morrison, y el cuasi retiro de la baterista Maureen Tucker, el galés es
el único integrante de la era de oro
del conjunto -aquel 1967 del debut
The Velvet Underground & Nicoque se mantiene activo reviviendo
su repertorio.
¿Siente una responsabilidad en
torno a eso?
(Se ríe) Bueno, en rigor hay que tener cuidado con eso, aún hay otros
sobrevivientes del conjunto. Pero la
verdad no siento nada parecido a
una responsabilidad. Para mí es
más bien una suerte de desafío: ya
no estamos en los 60, por tanto
puedo interpretar esas canciones
con herramientas que en esa época no existían. Ahí sí que siento
una responsabilidad por levantar
RR El galés en una de sus últimas imágenes. FOTO: TRUCKO PRODUCCIONES-
algo que en apariencia parece viejo y cansado, casi como un fantasma, para darle un brillo muy interesante, que luzca casi como una
antigüedad.
Con el paso de los años, ¿siente
nostalgia al tocar estos temas?
No, es algo que simplemente necesita ser interpretado y necesita ser
mostrado para distintos públicos.
Por ejemplo, hace un tiempo estaba en el norte de Francia, toqué I’m
waiting for the man, pero estaba
totalmente fuera de tono, lo que
fue muy interesante.
¿Por qué Velvet Underground sigue generando tanto atractivo?
Más que por la música, eso tiene
que ver con la actitud. Son melodías
con personalidad, que representaban lo que nosotros pensábamos.
En esa época mucha gente estaba
haciendo cosas similares, como Bob
Dylan, pero la Velvet no sólo lo hacía a través de las letras, sino que
también en la música. Eso fue la diferencia, era un enfoque muy antagonista a la hora de componer.
¿Cree que la banda puede considerarse el germen del punk?
Bueno, es música que involucró de
todo. Yo la definiría como un proyecto de arte, porque había muchísimas ideas en torno a ella.
RR El grupo en 1967, en su era de mayor apogeo, con John Cale y
Lou Reed (primeros desde la der.). FOTO: PROMOCIONAL.
VELVET UNDERGROUND
“Claramente había un
sentimiento muy
antiamericano en nuestro
debut”.
SHOW EN CHILE
“Me gusta seguir
experimentando en los shows.
Estoy muy entusiasmado de
tocar en Chile”.
Cuando se mira los 60, el aporte de
usted junto a Reed queda relegado. ¿Lo ve injusto?
No, no. Tienes que pensar en algo:
¿por qué vendimos más álbumes en
Europa que en América? Porque
claramente había un sentimiento
muy antiamericano en nuestro debut, el álbum de la banana. La gente en EE.UU. nunca estuvo muy
convencida de nosotros. Ahora parecen estar más convencidos, pero
tampoco tanto, porque eran letras
realmente de protesta.
¿Fue difícil lidiar con el poco reconocimiento?
Tras el debut, empezamos a dar
muchos shows en EE.UU., en los
que cada uno creció de forma individual: yo iba y tocaba el órgano,
pero después llegaba Lou y comenzaba a tocar de forma separada, entonces el público pudo ver nuestra
desintegración en escena. Cada uno
estaba en lo suyo, por su cuenta.
Después de trabajar años juntos,
nos convertimos en una banda de
gira, y ese plus que teníamos a la
hora de estar juntos ya no existía.
¿Cómo le afectó la muerte de
Reed?
Quedé en estado de shock cuando supe. De vez en cuando lo extraño... uno nunca sabe. La última vez
que hablé con él fue a través de correos electrónicos.
¿Le habría gustado volver a tocar
juntos?
Esa siempre fue una inquietud.
Pero para mí es muy difícil hablar
sobre este tema.
A la hora de rememorar a su ex
compañero, el tono del instrumentista se vuelve apesadumbrado,
aunque volverá a mirar de frente el
mito de su ex conjunto: para festejar otro aniversario de The Velvet
Underground & Nico, Cale encabezará un evento en París en abril.
“Siempre me emocionan estos reconocimientos, aunque hace mucho deje de escuchar ese disco. Ya
lo escuché lo suficiente”.
En contraparte, a fines de los 60
inauguró un destino solista marcado por álbumes que iban del pop de
cámara a las texturas más ásperas
y por su labor como productor de
diamantes en bruto, poniendo su
firma en los despegues de The Stooges (la banda de Iggy Pop), Nico,
Patti Smith, The Modern Lovers y,
posteriormente, Happy Mondays.
Colaborar sólo con novatos, ¿era
una forma de seguir rompiendo
reglas?
Siempre va a ser más interesante.
Cuando descubres algo que nadie
más ve, te dan muchas más ganas
de trabajar, que fue lo que me pasó
con Iggy Pop o Patti: sabía que lo
que hiciera con ellos se mantendría
en el tiempo. Con los Stooges apenas tuvimos 10 días, pero lo unidos
que eran ellos logró que hiciéramos
ese disco casi sin esfuerzo.
Sus discos en solitario parecen
mucho más reposados.
Son espacios donde puedo seguir
experimentando con electrónica o
elementos de corte funky. Pero es
música mucho más simple, que es
como me gusta trabajar ahora.b
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