Nuevas tecnologías y la Juventud Ruth Noemí Núñez1 “…constatamos que la juventud, aun con expresiones ambivalentes y contradictorias, ofrece grandes posibilidades para la construcción de una sociedad más humana.” (PAC, 2011-2020) Introducción En los últimos diez años, el tema de la tecnología y su incidencia en la vida cotidiana ha sido un tema de mucha discusión y análisis. Si bien es cierto que los avances tecnológicos han traído muchos beneficios y han facilitado una fuerte cantidad de procesos, también constituyen una realidad los problemas que han surgido a partir de un uso poco reflexionado. No pocas noticias, a nivel local e internacional, han reportado extorsiones, secuestros y violencia contra adolescentes y jóvenes, quienes, a través del uso de redes sociales han caído en trampas muy bien planificadas por los victimarios. Lo común de estos casos es que los padres o familiares indican que las o los jóvenes víctimas pasaban mucho tiempo frente a la computadora y habían establecido relaciones virtuales con personas desconocidas. La pregunta podría ser ¿por qué los padres de familia no se dieron cuenta de la situación? ¿Qué acompañamiento recibieron estos jóvenes en casa e instituciones educativas y/o religiosas? Al parecer, la velocidad con la que avanza la tecnología no es alcanzada por la velocidad de respuesta en los adultos. Lejos de prevenir situaciones tan trágicas, como las descritas anteriormente, parece ser que los adultos están invirtiendo sus esfuerzos en resolver los problemas que van surgiendo en el camino, sobre los cuales no se había reflexionado antes ni se habían considerado en la formación de 1 Magister y Licenciada en Educación y Aprendizaje por la Universidad Rafael Landívar; Profesora especializada en niños con Problemas de Aprendizaje por la Universidad del Valle de Guatemala. Coordina el área académica de Tecnología en el Liceo Javier y es catedrática de la Facultad de Humanidades en la Universidad Rafael Landívar. [email protected] [email protected] niños, adolescentes y jóvenes. Hoy en día, profesores y padres de familia se quejan con frecuencia de: plagio intelectual, cyberbullyng, aparente agudización de los problemas de atención en el aula, falta de motivación y compromiso, entre otros. La tecnología es considerada una causa de todos los problemas mencionados, pero muy pocos se atreven a incursionar en ella para conocer sus beneficios y desventajas y poder orientar mejor a los jóvenes. Vale la pena, entonces, analizar esta brecha generacional que podría estar impidiendo el potenciar al ser humano de manera integral. Brecha generacional Es importante mencionar que la tecnología ha venido a provocar o acentuar brechas entre las diferentes sociedades (Cabero, 2004). Una de ellas es la brecha digital, la cual se refiere a las diferencias existentes en el acceso a equipos, infraestructura y redes; otra brecha es la llamada cognitiva, o distancia relacionada con el desarrollo de habilidades de pensamiento y construcción de conocimiento entre quienes tienen acceso a información y recursos a través de la web y aquellos que no. Finalmente, está la brecha generacional, que es el tema en el que se hará énfasis en este documento; esta brecha se refiere a las diferencias que se evidencian entre jóvenes y adultos (mayores a 35 años) en cuanto al uso de la tecnología. Actualmente, los niños, adolescentes y jóvenes son considerados expertos en el uso de la computadora, en la búsqueda en internet y en la participación en redes sociales; se ha llegado a escuchar entre las personas que, al parecer, los niños ya traen un chip incorporado porque no se necesita enseñarles a usar un teléfono celular, una computadora o una Tablet; en cuanto están en contacto con un dispositivo, el manejo de las funciones es inmediato. Marc Prensky, citado por García, Portillo, Romo y Benito (s.f.), fue quien impulsó el término nativos digitales, para referirse a la generación de personas que crecieron rodeados de la tecnología; asimismo, llamó inmigrantes digitales a aquellas personas que no crecieron con la tecnología y se han tenido que ir adaptando a los cambios y avances. De acuerdo a Bernete (en Juventud y Medios de Comunicación, 2010), para los jóvenes las Tecnologías de la Información y Comunicación (que desde ahora serán nombradas como TIC) son parte natural de su vida; sin embargo, los inmigrantes digitales tienen dificultad para aceptar esa situación, pues para ellos todo lo que tenga que ver con TIC y su uso, es considerado anormal, exagerado, fuera de lo común. El problema es que, tal y como refiere Bernete, la reserva que evidencian los inmigrantes digitales hacia los recursos tecnológicos les impide mediar y formar en el uso responsable de las mismas. Características de los jóvenes (nativos digitales) Las quejas frecuentas de padres, madres, profesores, orientadores y acompañantes no dejan de ser verdaderas a pesar de la brecha digital de la que se habló anteriormente. Es evidente que las nuevas generaciones se están caracterizando por (Bernete, 2010): Estudiar menos Dormir menos Hacer menos deporte Evitar las vistas familiares y preferir la comunicación con comunidades virtuales Además, a estas características se suman las que proponen García et al. (s.f.) cuando afirman que los nativos digitales son multitarea, pues son capaces de realizar varias actividades a la vez (escuchar música, navegar por internet, chatear, elaborar un trabajo del colegio o universidad, por ejemplo); esto repercute en la dificultad para concentrarse en un solo estímulo, por lo que la atención disminuye y afecta la efectividad de las tareas que realizan. La tecnofilia suele ser otra de las características, pues centran su vida en el uso de la tecnología (buscar información, comunicarse, entretenerse, divertirse). Esperan respuestas inmediatas, por lo que prestar atención durante largos lapsos de tiempo se convierte en una dificultad, especialmente si se trata de escuchar al profesor por más de media hora. Realizan procesos de manera superficial; debido a que reciben muchos estímulos e información, no llegan a realizar procesos de reflexión profunda y pasan de una actividad a otra sin encontrar la esencia en sus vivencias. Finalmente, se muestran preocupados por mantenerse conectados y comunicados, por lo que hacen uso de cualquier recurso que potencie su comunicación con los demás: teléfono móvil, chat, red social, etc. Ahora bien, pese a la conciencia que existe sobre las características anteriores, resulta curioso que un estudio realizado en Italia, reflejó que el 44.8% de jóvenes encuestados había recibido como regalo el teléfono móvil, y que casi el 25% de los jóvenes había recibido el teléfono móvil como regalo de sus padres, algún familiar o amigo. Además, el estudio evidenció que dos terceras partes de los jóvenes son beneficiados por sus padres, quienes pagan las cuentas por el servicio telefónico que reciben (Lorente). Es evidente que los padres proporcionan la tecnología a sus hijos porque, como propone Bernete (2010), saben la importancia que tienen las TIC en la vida cotidiana y profesional y no desean que éstos últimos se encuentren excluidos de esa realidad. El problema es que creen que al proveer de recursos tecnológicos, otras necesidades como afecto, comunicación y atención se ven cubiertas y no hace falta nada más. Bondades y desventajas de la tecnología Las TIC, pese a todos los argumentos en contra que pudiesen existir, poseen beneficios que deben ser potenciados para contribuir al desarrollo integral del ser humano. En principio, es importante considerar a las TIC como un medio o herramienta, y no como el fin último de un proceso de educación y desarrollo personal (Area, 2011). Si se tiene claridad en el perfil de ciudadano cristiano que se necesita para nuestra sociedad, cualquier herramienta puede ser utilizada en beneficio del alcance de dicho perfil. En principio, López (2013) afirma que internet es el entorno ideal para promover la ciudadanía digital, pues representa una plataforma en la que es posible el desarrollo y evaluación de actitudes que se desprenden de los valores universales. Por otro lado, considerando un contexto jesuítico e ignaciano, es la oportunidad de fortalecer los valores cristianos como: honestidad, libertad responsable, justicia, excelencia, discernimiento, entre otros. Desde el punto de vista meramente académico, las TIC son herramientas valiosas que permiten potenciar el desarrollo de competencias fundamentales para la vida y las habilidades de pensamiento como: análisis, síntesis, deducción, comparación, evaluación, etc. (Liceo Javier, 2011). El análisis se ve favorecido cuando se ofrecen criterios claros para seleccionar fuentes de información confiables en internet y, frente a un cúmulo de información, la habilidad de sintetizar se vuelve necesaria para poder identificar aquella información que resulta realmente relevante. Finalmente, la reflexión se vuelve necesaria cuando se reciben diferentes estímulos que pretenden llevar al ser humano a una cultura de consumismo y egoísmo. En definitiva, las TIC podrían potenciar aprendizajes significativos y funcionales al mismo tiempo que motivan al niño, adolescente y joven, quienes tienen como característica la apertura a todo lo que tenga que ver con tecnología y novedad. Pero es importante tener claro que si no se cuenta con una mediación pertinente, la tecnología puede provocar un ambiente propicio para desarrollar conductas agresivas, antisociales o desvinculadas con los valores universales. Internet favorece el anonimato, de tal manera que se hace posible la expresión, ocultando la identidad detrás de una máquina. Otra desventaja radica en la publicación de datos personales que son compartidos sin medir los riesgos que conlleva para la integridad física, psicológica y espiritual. El plagio y autoplagio (APA, 2010) resulta ser otro riesgo que puede llegar, incluso, a tener implicaciones legales para los responsables; cada vez más, adolescentes y jóvenes toman ideas de otros y las presentan como propias para cumplir con una tarea o demanda escolar. Si bien, el plagio puede ser intencionado y no intencionado, los jóvenes deben saber las implicaciones que tiene un acto como ese. A modo de conclusión para este subtema, es posible afirmar que las TIC pueden llegar a tener efectos positivos o negativos, de acuerdo al uso que se haga de ellas y en función del acompañamiento y mediación que reciba el niño, adolescente y joven respecto a su uso. La pregunta que podría plantearse todo educador (padre, madre, profesor, etc.) es: ¿Estamos preparados para afrontar los desafíos que ofrecen las TIC? El papel de la comunidad educativa en la formación respecto al uso de la tecnología La clave de una formación consciente y orientada al servicio radica en la mediación que realice la comunidad respecto al uso de los medios tecnológicos. Dicha mediación debe ir orientada a “la dignidad frente al atropello, la generosidad frente al lucro, la honestidad frente a la corrupción, la pro-actividad frente al conformismo, el consenso frente a la división, la responsabilidad frente a la impunidad, el respeto frente a la discriminación, la complementariedad de género frente al machismo… la racionalidad, el valor de la dignidad de la persona humana, el anhelo de libertad… aprecio de lo comunitario, de la identidad cultural, de la familia, la sensibilidad religiosa y la vinculación a la naturaleza.” (Provincia de Centroamérica, 2011). De acuerdo a Bernete (2010), las instituciones educativas y religiosas representan un papel mediador, ordenan la socialización y, por lo tanto, deben asumir la responsabilidad de apoyar a padres y madres de familia en la formación de los niños, adolescentes y jóvenes para un papel de ciudadanos que asuman derechos y responsabilidades. La comunidad educativa (que incluye padres, madres, profesores, sacerdotes, etc.) debe mediar la información que reciben los jóvenes, para que logren interpretarla y darle sentido desde un paradigma humanista y, deseablemente, cristiano, para que puedan discernir tanto cuanto potencie al ser humano y le permita servir mejor a los demás. En este proceso irá implícito un proceso de maduración para el joven, a través de límites claros establecidos por el adulto en relación a la forma de expresarse, donde pueda sentir libertad para escribir, pero considerando que padres, madres, profesores, hermanos, etc. también tendrán acceso a esa información; es decir, se propiciarán procesos de discernimiento. Los retos mencionados implican una formación integral y sistemática en la comunidad educativa, que pase por el conocimiento de etapas evolutivas, de los procesos mentales en el aprendizaje, del uso de herramientas tecnológicas y tengan como eje transversal el acompañamiento cercano al individuo. Debe existir un compromiso de parte de los adultos para: Usar las TIC Conocer lo que circula en las redes Tener claro el funcionamiento de los recursos tecnológicos y redes sociales Identificar usos deseables o indeseables Determinar riesgos y tomar medidas preventivas Adicional a esto, es necesario establecer límites de uso, promover reglas sobre la utilización de ciertas páginas web, el tiempo que se invierte en el uso de la tecnología y la evaluación de la información que se obtiene. La formación en la comunidad educativa, entonces, tendrá una fuerte repercusión en la formación de niños, adolescentes y jóvenes, bajo el compromiso de trabajar en el fortalecimiento de nuestras sociedades a través de una plataforma evangelizadora que lleve un mensaje esperanzador frente a los retos del mundo actual. Conclusiones Indiscutiblemente, la tecnología es parte de la vida diaria de niños, adolescentes y jóvenes, negarse a esa realidad sería darle la espalda a la oportunidad de crecer como personas para formar a ciudadanos responsables, comprometidos, cuyo accionar esté impregnado de sentido ético y cristiano. Las TIC representan un medio para potenciar al individuo, pero también pueden ser un medio idóneo para aislarlo y conducirlo a un mundo superficial, de consumismo, donde la sobriedad esté ausente. El papel de los educadores (padres, madres, profesores, sacerdotes, orientadores, etc.) es fundamental en el acompañamiento de un grupo de jóvenes deseosos de ser libres, de hacer cambios en la estructura social, pero necesitados de límites, de ser escuchados y tomados en cuenta. El compromiso es grande, por lo que es precisa una formación que vaya más allá de lo puramente académico; el reto es evangelizar, impregnando del carisma que identifica a las instituciones jesuitas para poder servir mejor al modo de Jesús. Reflexión personal a. Después de haber leído el documento, ¿qué sentimientos surgen en mí? b. ¿Cuál es mi postura frente a la tecnología, y de qué manera ésta ha incidido en mi acercamiento a los jóvenes? c. Desde mi rol de padre, madre, acompañante, orientador, etc., ¿me siento preparado para afrontar los retos que supone un mundo tecnologizado? ¿Qué necesito? Reflexión grupal a. Como comunidad educativa (padres, madres, acompañantes, orientadores, etc.), ¿qué líneas de acción deberíamos tomar para integrar las TIC como herramienta que potencia la formación de nuestros jóvenes? b. ¿Qué podríamos hacer para incidir en más padres y madres, profesores, orientadores, etc., que no cuentan con esta oportunidad de formación? c. Establezcan relaciones claras entre el tema de Tecnología y juventud con: - Carisma ignaciano - Liderazgo ignaciano - Fe y justicia - Reconciliación con uno mismo y con Dios (Congregación XXXV) Bibliografía APA, (2010). Manual de publicaciones de la American Psychological Association. México, D.F.: Editorial El Manual Moderno, S.A. de C.V. Area, M. (2011). Educar para la cultura líquida de la web 2.0: apuntes para un modelo de alfabetización digital. Recuperado de http://www.educacionmediatica.es/comunicaciones/Eje%204/Manuel%20Area%20 Moreira.pdf Bernete, F. (2010). Revista de estudios y juventud. No. 88. Uso de las TIC, relaciones sociales y cambios en la socialización de las y los jóvenes. Recuperado de http://www.gipuzkoagazteria.net/gestor/nodos/nodo_dok_din/184877.pdf#page=96 Cabero, J. (2004). Reflexiones sobre la brecha digital y la educación. Recuperado de http://tecnologiaedu.us.es/nweb/htm/pdf/brecha.pdf Conferencia de Provincias Jesuitas de América Latina (2011). Corresponsables en la misión. Proyecto Apostólico Común. Río de Janeiro, Brasil: autor. Garcia, F., Portillo, J., Romo, J., Benito, M. (s.f.). Nativos digitales y modelos de aprendizaje. Recuperado de http://intervencionelearning.files.wordpress.com/2010/08/garcia.pdf Liceo Javier (2010). Competencias Fundamentales para la vida. Propuesta para desarrollar competencias en el proyecto curricular de la educación formal en primaria y secundaria. Guatemala: autor. López, J. (2013). ¿Qué retos impone hoy el ciberespacio a la formación ciudadana? [En red]. Disponible en http://www.eduteka.org/ciberespaciociudadania.php Consultado el 2 de febrero de 2013. Provincia de Centroamérica (2011). Puestos en camino con el hijo. Proyecto de provincia 2011-2015. La Libertad, El Salvador: autor.