EL CONSEJO MEXICANO DE HOMBRES DE NEGOCIOS Organo

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EL CONSEJO MEXICANO DE HOMBRES DE NEGOCIOS
Organo de acción política de la élite empresarial
Mtra. Alicia Ortiz Rivera
Facultad de Ciencias Políticas y Sociales
UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE MÉXICO
Presentado en el XXII Congreso Internacional de la Asociación de Estudios
Latinoamericanos, Hyatt Regency Miami. Marzo 16-18, 2000.
LASA 2000
EL CONSEJO MEXICANO DE HOMBRES DE NEGOCIOS
Organo de acción política de la élite empresarial
Resumen
Por un largo tiempo, prácticamente desde la consolidación del régimen
político emanado de la Revolución de 1910, la élite empresarial
careció en México de una representación formal que gestionara sus
intereses ante las instancias del poder político. Las organizaciones
empresariales existentes, creadas al amparo del Estado como parte
de un proyecto de industrialización orientado por un modelo
corporatista1, entre las que destacan las Confederación Nacional de
Cámaras Industriales (Concamín), de Cámaras Nacionales de
Comercio (Concanaco) y la Cámara Nacional de la Industria de la
Transformación (Canacintra), operaron más bien como instancias
intermediadoras de los intereses de la naciente clase empresarial,
pero excluyeron la representación de la gran burguesía contra cuyos
intereses se gestó en buena medida el movimiento revolucionario.
Con estos antecedentes nació en 1962 el Consejo Mexicano de
Hombres de Negocios (CMHN) que con el tiempo pasó de ser una
organización informal de reacción y representación de la élite
empresarial, a ser un efectivo órgano de acción política del gran
capital, cuya actuación contribuyó a la consolidación y legitimación de
un sistema político presidencialista, antidemocrático, con extrema
centralización del poder.
En este documento se realiza una reconstrucción histórica de la acción
del CMHN desde su creación, y se hace una interpretación desde un
enfoque de la sociología política para concluir que el CMHN ha tenido
una importante capacidad de influencia en la determinación de
políticas públicas --cada vez más efectiva en la medida en que su
modelo de desarrollo económico ha coincidido con el de la tecnocracia
en el poder--, aunque en momentos limitada por las circunstancias
políticas y sociales, además de que ha sido un importante agente
1 El término de "corporatista" se asume en esta investigación según la propuesta teórica de Phillipe Schmitter
quien lo define “…como un sistema de representación de intereses en el cual las unidades constitutivas se
organizan en un limitado número de categorías singulares, compulsorias, no concurrentes, ordenadas
jerárquicamente y diferenciadas funcionalmente, reconocidas y autorizadas (si no es que creadas) por el
Estado, y a las que se les reconoce un monopolio explícito de la representación dentro de sus respectivas
categorías a cambio de observar ciertos controles en la selección de sus líderes y en la articulación de sus
demandas y apoyos” Schmitter P. “Continua el Siglo del Corporatismo”. En. Teoría del Neocorporatismo.
Universidad de Guadalajara. México, 1992. Pág. 46.
integrador del sector empresarial, impulsando la acción del mismo
como un actor político fundamental del México contemporáneo.
En la evolución que ha tenido en CMHN se identifican las siguientes
etapas :
n Una primera en que la élite económica asume la responsabilidad de
promover al exterior una imagen “positiva” de México en el exterior,
para eliminar la desconfianza que entre había entre inversionistas
nacionales e internacionales en relación a medidas que tomó la
administración del ex presidente Adolfo López Mateos que se
interpretaron como una clara tendencia a la adopción de un régimen
socialista, entre las que se cuentan la mexicanización de la industria
eléctrica y el apoyo del gobierno mexicano a la Revolución Cubana.
En esta etapa se crea el Consejo Mexicano de Relaciones Públicas
(de 1962 a 1971), que posteriormente se transformaría en Consejo
Mexicano de Hombres de Negocios (CMHN), y que desde sus
inicios actúa como una organización informal, de élite, que see
reúne exclusivamente con el Presidente de la República y
secretarios de Estado para exponer sus puntos de vista
principalmente en materia de proyección externa y contactos con los
agentes financieros internacionales con injerencia en México.
n La segunda en que se conforma como CMHN, integra un cuerpo de
estatutos que amplían el margen de acción del organismo para
atender más directamente asuntos de política interna,
fundamentalmente de política económica, buscando frenar las
tendencias de ampliación del sector paraestatal bajo la misma
estrategia de centrar su acción a nivel del Poder Ejecutivo y sus
órganos de gobierno. En esta etapa el CMHN se desempeña de
forma reactiva ante las políticas gubernamentales y en muy pocas
ocasiones presenta propuestas propias previas a la toma de
decisiones del Ejecutivo, aunque ante el Gobierno Federal se le
reconoce como un órgano privilegiado de consulta. Esta etapa se
extiende aproximadamente de 1971 a 1982, durante los gobiernos
de Luis Echeverría Alvarez (1970-1976) y José López Portillo (19761982), y en ella se registran momentos de gran tensión entre el
gobierno y la iniciativa privada por medidas consideradas como
populistas (expropiación de tierras en contra de agroindustriales del
noroeste y nacionalización de la banca, por mencionar las más
significativas). No obstante, nunca se llega a la ruptura de
relaciones. En esta etapa se crean a instancias del CMHN el
Consejo Coordinador Empresarial (CCE), que se propone articular la
acción del todo el conjunto de la iniciativa privada organizada,
integrando a organismos que operan bajo el esquema corporatista
como a Concamín y la Concanaco, pero desligándose de esta forma
de representación pues ambas, tanto el CMHN como CCE se
integran como asociaciones civiles no regidas por la Ley de
Cámaras de Comercio y de las Industrias. El CMHN mantiene su
característica fundamental de ser una organización de élite que
opera en forma separada del resto de los organismos
representativos del sector empresarial.
n Una tercera en que a raíz de la crisis económica que inició en la
década de los 80’s, el CMHN consolidó una importante capacidad
de presión, y pasó de ejercer estrategias reactivas, a desarrollar una
forma más proactiva de acción, buscando en forma permanente
incidir en la toma de decisiones del Poder Ejecutivo, de nuevo
fundamentalmente en materia económica, pero ampliando su campo
de acción a otras áreas y, de manera especial, interviniendo
directamente en la definición de la sucesión presidencial. Esta etapa
incluye los gobiernos de Miguel de la Madrid Hurtado (1982-1988) y
Carlos Salinas de Gortari (1988-1994), este último ya mostrando
una clara identificación entre el modelo económico propuesto por el
gobierno y el de la élite integrada en el CMHN.
n Desde su creación y hasta esta etapa, última considerada para los
fines de esta investigación, el CMHN desarrolló su acción
exclusivamente a nivel del Poder Ejecutivo. Nunca reconoció la
representación de otras instancias como el Poder Legislativo ni
muchos menos partidos u organizaciones políticas o sociales
independientes ; tampoco otros grupos de presión como el clero o
los intelectuales, por lo que se concluye, entre otras cosas, que el
CMHN ha sido un factor determinante en el predominio del sistema
presidencialista, cerrado y antidemocrático que ha dominado el
poder en México. Sin embargo, en los últimos años ha mostrado
fuertes tendencias al cambio hacia una mayor apertura política,
debido al avance de organizaciones opositoras y una mayor
participación de la sociedad civil. De manera general se percibe que
esto ha permeado las actividades del CMHN, pues más
recientemente (desde 1994 aproximadamente) ha desarrollado una
importante interacción con partidos políticos, el oficial y de
oposición, y con representantes de otros grupos de presión como el
clero, pero de nuevo retomando un tanto su forma reactiva de
actuar, es decir, presionado por las circunstancias políticas y
sociales, y no por un convencimiento propio de la conveniencia de
optar por un sistema democrático en México.
n Este último punto rebasa los alcances de esta investigación, y
aunque actualmente se trabaja en este período, por ahora para
concluir el análisis del periodo que va de 1962, año de creación del
CMHN y 1994, fin del sexenio salinista, se presentan las siguientes :
CONCLUSIONES :
1.- Sin actuar en detrimento de su condición de élite fundada en su
poder económico, el CMHN ha avanzado, conforme el paso del
tiempo, hacia una mayor institucionalización de su acción, orientándola
a fines cada vez más socialmente aceptables --en términos de
legitimidad política--, y consolidándose como un grupo de presión que,
a diferencia de otros, ha mantenido un acceso privilegiado a los
órganos de poder público.
2.- El CMHN se ha constituido en el órgano de acción política más
eficaz de la élite empresarial que se ha consolidado como una
instancia de poder que ha tenido una considerable injerencia en la
definición de políticas públicas, particularmente la económica, a través
de la cual se promovió un proceso de desarrollo del sector empresarial
primero bajo un esquema proteccionista y, después de la década de
los 80’s, promoviendo una considerable apertura económica que ha
privilegiado el desarrollo de los grandes capitales que representan.
3.- No obstante, su capacidad de influir llegó a ser limitada en
momentos en que las circunstancias económicas, políticas y sociales
impusieron en el discurso oficial un nuevo cuestionamiento a la
legitimidad de la acción de la élite empresarial, que se presentaba
como contraria a los postulados de las políticas populistas que
enarbolaron específicamente los ex presidentes Luis Echeverría y
José López Portillo.
4.- Posteriormente, la capacidad de influencia se vio plenamente
recuperada y fortalecida, con un cambio importante en el que los
integrantes del CMHN pasaron de ser los interlocutores del poder
polì tico y promotores de su imagen en el exterior --para estimular la
confianza de los agentes financieros internacionales--, a ser un grupo
de élite proactivo en la definición de la estrategia de desarrollo
económico del Poder Ejecutivo, lo que se logró con mayor eficacia en
la medida en que sus planteamientos han convergido con los de la
tecnocracia en el poder, como ha sucedido en los tres últimos
sexenios
5.- En ese sentido, es posible considerar que el CMHN sea “el poder
tras la silla presidencial”, pero cuyos alcances se vieron parcialmente
limitados especialmente en los gobiernos previos a Miguel de la
Madrid, por las razones antes expuestas. Además, no es posible
atribuirle en todo momento una capacidad orientadora y normativa de
las políticas públicas ya que su acción se caracterizó durante mucho
tiempo por ser más bien de tipo reactivo, ante medidas que atentaron
contra sus intereses de clase.
6.- A pesar de eso, es posible ver que el CMHN ha tenido una
influencia y poder importante, derivada de su posición privilegiada en
el ámbito económico, que le ha dado desde su creación la capacidad
de acceso directo al órgano máximo de decisión en el país: el Poder
Ejecutivo, con el que ha venido cultivando por décadas una relación
más bien basada en alianzas y acuerdos tácitos, que en principios
institucionales.
7.- Podría determinarse que el poder del CMHN deriva de su
destacada posición económica, como organización representativa de
la élite empresarial, y en su eficaz red de alianzas cuya acción se ha
desplegado exclusivamente en función del Poder Ejecutivo y sus
órganos de gobierno. Por lo mismo, dicha acción ha tenido sentido en
el contexto de un sistema político presidencialista, cerrado, con
extrema centralización del poder.
8.- En esto ha radicado su fuerza y también su debilidad, pues a la vez
que su posición le permite una interacción directa con el Primer
Mandatario y su gabinete, la estructura de alianzas políticas y pactos
tácitos de éste con otros sectores, soporte del sistema corporatista,
también impone límites a la acción de la élite empresarial, la cual
promovió y apoyó la creación del CCE como un canal alternativo para
desplegar dicha acción a partir de mediados de la década de los 70’s
9.- Finalmente es posible determinar que el fortalecimiento de la
capacidad de influencia e intervención del CMHN en la toma de
decisiones a nivel del Poder Ejecutivo se dio de forma más marcada a
partir de la administración de Miguel de la Madrid Hurtado, pero sobre
todo en el gobierno de Carlos Salinas de Gortari, cuando hubo una
clara identificación entre los modelos de desarrollo económico
impulsados por la élite empresarial y el nuevo equipo gobernante,
modelo neoliberal que promovió el repliegue casi total del Estado en la
actividad económica, y la creación de espacios más amplios de
participación al sector empresarial en general, y a la élite económica
en particular.
Summary
For a long time, practically since the consolidation of the political system that
emanated from the Revolution of 1910, Mexico’s business elite lacked a formal
means of representation that would care for its interests before the political
powerbrokers. There were several business organizations, created with state
approval as part of an industrialization project following a corporativist model, the
most important of these being the National Confederation of Industrial Chambers
(Concamin), the Confederation of National Chambers of Commerce (Concanaco)
and the National Chamber of the Manufacturing Industry (Canacintra). However
these operated more as intermediary agents dealing with the interests of a nascent
business class, but excluded representatives of the great bourgeoisie against
whose interests in great measure the revolutionary movement had acted.
It was with these antecedents that in 1962 the Mexican Council of Businessmen
(CMHN) came into being. In due time it went from being an informal organization
representing the business elite, to an effective instrument of political action for big
capital, whose actions contributed to the consolidation and legitimization of a
political system that was presidential, antidemocratic and with an extreme
centralization of power.
This paper presents a historical reconstruction of the CMHN’s actions since its
creation with an interpretation from a socio-political viewpoint that comes to the
conclusion that the CMHN has had an important role in influencing public policies.
This ability has been more effective to the degree in which its model of economic
development has matched that of the technocratic groups in power, although at
times it has been constrained by political and social circumstances. Furthermore it
has been an important unifying agent of the business sphere, the driving force that
has made it into a fundamental political actor in today’s Mexico.
The following stages can be identified within the CMHN’s evolution :
n In the first stage the economic elite assumed the responsibility of presenting a
“positive” image of Mexico abroad. This was to eliminate the mistrust amongst
local and foreign investors with regards to measures taken by the government of
former president Adolfo López Mateos that were interpreted as a clear tendency
towards the adoption of a socialist system. Some of these measures were the
nationalization of the electricity industry and the Mexican government’s support
of the Cuban Revolution. This stage saw the creation of the Mexican Council of
Public Relations (from 1962 to 1971) that later on would become the Mexican
Council of Businessmen (CMHN). From the beginning this organization behaved
like an informal elite group that met exclusively with the president of the country
and secretaries of State to present its points of view regarding issues such as
image and contacts with international financial agents with activities in Mexico.
n In the second stage, when it became the CMHN, it established a series of
statutes that broadened its field of action to deal more directly with internal
policy matters, fundamentally economic policy. The group sought to put a break
on the tendency to create state companies following a strategy of focusing its
actions at the level of the executive and government agencies. In this stage the
CMHN reacts to government policies and very rarely presents its own proposals
prior to the decisions made by the executive even though the federal
government recognizes it as privileged consultancy group. This phase lasts
approximately from 1971 to 1982 during the governments of Luis Echeverría
Alvarez (1970-1976) and José López Portillo (1976-1982). During this stage
there are moments of great tension between the government and the private
sector due to measures considered as populist (such as the expropriation of
lands from agroindustry businessmen in the northeast and the nationalization of
the banks, to mention the most important). Nonetheless relations are never
broken off. The Coordinating Business Council (CCE) is created during this
phase, with the aim of representing the actions of the organized private sector,
and including organizations that operate under a corporativist system such as
Concamin and Concanaco. However both the CMHN and the CCE are civil
associations that are not governed by the Law of Chambers of Commerce and
Industry. The CMHN keeps its fundamental characteristic of being an elite
organization that operates in a manner separate from that of the rest of the
bodies representing business.
n In the third stage, because of the economic crisis that began in the 1980s, the
CMHN developed a notable ability to pressure and it went from carrying out
reactive strategies to behave in a more proactive fashion, seeking to
permanently have a role in decision-making in the executive branch. Once again
the group sought to have a role in economic matters, but it also broadened its
field of action to other areas, and fundamentally sought to intervene directly in
the presidential succession. This phase includes the governments of Miguel de
la Madrid Hurtado (1982-1988) and Carlos Salinas de Gortari (1988-1994) with
the latter showing a clear identification between the economic model proposed
by the government and that of the elite within the CMHN.
n Since its creation and up to this stage, which is the last one taken into account in
this investigation, the CMHN carried out its activities exclusively at the level of
the executive. It never recognized the representativity of other groups such as
the Legislative Branch nor political parties nor organizations or independent
social groups. It did not recognize other pressure groups either such as the
church or intellectuals, this is why, the conclusion is reached that the CMHN has
been a determining factor in the predominance of the narrow and antidemocratic
presidential system that has dominated Mexico’s power structure.
Nonetheless, in recent years there have been strong trends towards a greater
political openeness in Mexico, due to the advances made by opposition groups and
greater participation on the part of civil society. In a general fashion this can be
seen to have permeated the activities of the CMHN, since more recently (starting
approximately in 1994) it has developed an important interaction with political
parties, the governing party and opposition parties, and with representatives of
other pressure groups such as the church. But it has once again taken up to a
certain degree its reactive form of action, that is to say, pressuring for political and
social circumstances and not because of its own belief that it would be convenient
for Mexico to opt for a democratic system.
n This last point is beyond the reaches of this investigation, and even though
currently this period is being studied, for the time being, to finalize the analysis
of the period going from 1962, year in which the CMHN was created, and up to
1994, end of the government of Carlos Salinas, the following conclusions are
presented:
CONCLUSIONS :
1.- Without going against its elite nature based on its economic power the CMHN
has evolved, with the passage of time, to become a more formal institution and
have a more formal way of acting, which has become more and more socially
acceptable in terms of political legitimacy. It has consolidated its position as a
pressure group that, unlike others, has maintained a privileged access to public
power.
2.- The CMHN has become the most efficient political action group for the business
elite that has developed into an instrument of power with a considerable role in the
definition of public policies, particularly economic policy. Through this means a
process of development of the business sector was promoted first under a
protectionist model and later on, in the 1980s, encouraging considerable economic
opening that has privileged the development of the powerful capitalists they
represent.
3.- Nonetheless, its ability to influence came to be constrained at times when
economic, political and social circumstances introduced in the official government
stance a new questioning of the actions of the business elite, which was contrary to
the postulates of the populist policies followed specifically by former presidents
Luis Echeverría and José López Portillo.
4.- Later on, it recovered fully and strengthened its ability to influence public policy,
when an important change took place in which the members of the CMHN went
from being the spokesmen of the politicial powerbrokers acting in public relations
abroad –to encourage the trust of international financial agents—to being an elite
proactive group in the execustive’s definition of the strategy of economic
development, something it achieved with greater efficiency to the degree in which
its proposals have matched those of the technocrats in power, as has happpened
in the last three administrations.
5.- In this sense, it is possible to consider that the CMHN is “the power behind the
presidential chair,” but its effects were reduced in part especially in the
governments prior to Miguel de la Madrid, for the reasons stated previously.
Furthermore, it is not possible to consider that it has had at all times an ability to
direct and establish public policies since its action for a long time was
characterized by being of a reactive kind, when measures were taken that went
against its class interests.
6.- Despite that, it is possible to see that the CMHN has had an important influence
and power, originating from its privileged position in the economic sphere, which
has given it since its creation, the capacity to have direct access to the counstry’s
top decision-making institution: the executive, with which it has cultivated for
decades a relation based on alliances and unspoken agreements, rather than on
institutional principles.
7.- It could be determined that the CMHN’s power comes from its privileged
economic position, as an organization that represents the business elite, and its
efficient network of alliances whose action has been carried out exclusively with
regards to the executive and its government agencies. Because of this, its actions
have made sense within the context of a presidentialist, closed political system,
with extreme centralization of power.
8.- This has been its strength and also its weakness, since even while allowing
direct contact with the President and his Cabinet, the structure of political alliances
and tacit agreements of the latter with other groups, which constitutes the basis of
the corporativist system, also places limits on the action of the business elite,
which in the 1970s promoted and supported the creation of the CCE as an
alternative channel to carry out such action.
9.- Finally, it is possible to determine that the CMHN’s strengthening of its capacity
to influence and intervene in decision making at the executive level took place
more clearly beginning with the administration of Miguel de la Madrid Hurtado, but
above all in the government of Carlos Salinas de Gortari, when there was a clear
identification between the economic models promoted by the business elite and the
new governing team. This neoliberal model proposed that the state back away
almost completely from economic activity, and created more freedom for the
participation of the business sector in general, and in particular the business elite.
2
Mtra. Alicia Ortiz Rivera1
FCPyS/UNAM
Resumen
Por un largo tiempo, prácticamente desde la consolidación del régimen político emanado de
la Revolución de 1910, la élite empresarial careció en México de una representación formal
que gestionara sus intereses ante las instancias del poder político. Las organizaciones
empresariales existentes, creadas al amparo del Estado como parte de un proyecto de
industrialización orientado por un modelo corporatista2, entre las que destacan las
Confederación Nacional de Cámaras Industriales (Concamín), de Cámaras Nacionales de
Comercio (Concanaco) y la Cámara Nacional de la Industria de la Transformación
(Canacintra), operaron más bien como instancias intermediadoras de los intereses de la
naciente clase empresarial, pero excluyeron la representación de la gran burguesía contra
cuyos intereses se gestó en buena medida el movimiento revolucionario. Con estos
antecedentes nació en 1962 el Consejo Mexicano de Hombres de Negocios (CMHN) que
con el tiempo pasó de ser una organización informal de reacción y representación de la élite
empresarial, a ser un efectivo órgano de acción política del gran capital, cuya actuación
contribuyó a la consolidación y legitimación de un sistema político presidencialista,
antidemocrático, con extrema centralización del poder. En este documento se realiza una
reconstrucción histórica de la acción del CMHN desde su creación, y se hace una
interpretación desde un enfoque de la sociología política para concluir que el CMHN ha
tenido una importante capacidad de influencia en la determinación de políticas públicas -cada vez más efectiva en la medida en que su modelo de desarrollo económico ha
coincidido con el de la tecnocracia en el poder--, aunque en momentos limitada por las
circunstancias políticas y sociales, además de que ha sido un importante agente integrador
del sector empresarial, impulsando la acción del mismo como un actor político fundamental
del México contemporáneo.
1 Egresada de la maestría en Sociología Política del Instituto de Investigaciones Sociales Dr. José María Luis
Mora, y actualmente estudiante del doctorado en Ciencias Políticas de la Facultad de Ciencias Políticas y
Sociales de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
2 El término de "corporatista" se asume en esta investigación según la propuesta teórica de Phillipe Schmitter
quien lo define “…como un sistema de representación de intereses en el cual las unidades constitutivas se
organizan en un limitado número de categorías singulares, compulsorias, no concurrentes, ordenadas
jerárquicamente y diferenciadas funcionalmente, reconocidas y autorizadas (si no es que creadas) por el
Estado, y a las que se les reconoce un monopolio explícito de la representación dentro de sus respectivas
categorías a cambio de observar ciertos controles en la selección de sus líderes y en la articulación de sus
demandas y apoyos” Schmitter P. “Continua el Siglo del Corporatismo”. En. Teoría del Neocorporatismo.
Universidad de Guadalajara. México, 1992. Pág. 46.
3
obre el Consejo Mexicano de Hombres de Negocios (CMHN), organización que
actualmente agrupa a los 363 empresarios económicamente más poderosos del
país, se ha llegado a considerar en estudios e investigaciones académicas
especializadas que "opera tras bambalinas"; que "tiene una influencia
considerable" (Ai Camp, 1990); que "subordina a los demás organismos de
representación empresarial" (Valdés, 1997), o que "es el ápice de una pirámide de
control sobre los empresarios mexicanos" (Basañez, 1985), mientras que a nivel
de los medios masivos de comunicación se le ha dado en llamar "la oligarquía", "grupo de
presión", "cúpula de cúpulas del sector empresarial", y otros adjetivos que han contribuido
en buena medida a alimentar el mito de esta organización, y a avalar la idea de que sus
integrantes son hombres de negocios con un poder inconmesurable.
El presente artículo4 pretende aportar información y desarrollar un análisis que
contribuya a pasar del mito a una conceptualización más objetiva de lo que ha sido esta
organización empresarial, y se basa en una visión retrospectiva de las circunstancias que
orientaron la acción de los empresarios organizados en el CMHN, en el período que va de
1962, año en que se creó la organización durante el gobierno de Adolfo López Mateos
(1958-1964) hasta 1994, fin del sexenio de Carlos Salinas de Gortari (1988-1994), tomando
como eje del análisis las actividades de ese consejo y sólo coyunturalmente las del Consejo
Coodinador Empresarial (CCE), por la estrecha relación y dependencia que hubo entre
ambas en el momento de la creación de esta última (1975), y por ostentar el reconocimiento
de autoridades gubernamentales y empresarios organizados de ser la máxima
representación formal e institucional que hay en México de la iniciativa privada.
S
Empresarios: Un nuevo actor político
La creación del CMHN y del CCE obedece a la necesidad de la élite privada de buscar
nuevas formas de acción y representación, que le garantizaran una mayor efectividad,
autonomía y legitimidad en relación a las alternativas que representaban las principales
organizaciones empresariales que fueron creadas en la etapa posrevolucionaria: la
Confederación de Cámaras Nacionales de Comercio (Concanaco), y la Confederación
Nacional de Cámaras Industriales (Concamín), las cuales son regidas hasta la fecha por la
Ley de Cámaras de Comercio e Industria, así como la Confederación Patronal de la
República Mexicana (Coparmex)5, autoidentificada como “sindicato patronal”.
3 La cifra de 40 corresponde a la última lista oficial de que se dispuso para esta investigación, fechada el 8 de
enero de 1997, presentada por el entonces coordinador Claudio X. González y enviada a los miembros del
CMHN vía fax, con papel membretado de la empresa Kimberly Clark, de la que X. González es accionista y
funcionario. De los 40, en esa fecha 7 eran “asociados honorarios” y los 33 restantes “asociados activos”.
Juan Sánchez Navarro y Peón (en adelante JSN). Archivo personal sin clasificar (en adelante s/c). Planta de la
Modelo. México D.F. (Ver Anexo)
4 Este artículo se basa en la tesis de maestría: Consejo Mexicano de Hombres de Negocios ¿Poder tras la silla
presidencial ?. Caracterización del CMHN como órgano de acción política de la élite empresarial, de la
misma autora.
5. A la Coparmex se le ha reconocido un mayor grado de autonomía respecto al aparato estatal, a pesar de que
desde su estructura jurídica como “sindicato patronal” pretendió emular las formas de acción del sector obrero
organizado en el esquema corporatista. Por lo mismo, su acción también parecía tener alcances más limitados
en el modelo de presidencialismo con alta concentración de poder que caracteriza al sistema político
mexicano.
4
Dichas organizaciones operan bajo el esquema corporatista6, lo que implica, según la
propuesta teórica de Phillipe Schmitter, que se trata de organizaciones considerablemente
subordinadas a la voluntad gubernamental, cuya operación está sujeta a una legislación que
tiene como objetivo específico regular las relaciones entre los intereses sectoriales del
empresariado y el Estado, de tal forma que las confederaciones y las cámaras sirvieran
como grupos asesores y legitimadores del gobierno, que actuaran con una autonomía
relativa7.
Según el testimonio de uno de los fundadores8, los alcances de esa actuación autónoma
o independiente eran muy limitados en esas organizaciones, pues de una manera
generalmente indirecta o subrepticia, los agentes del gobierno influían de una manera
considerable en la designación de sus dirigentes y, de esta forma, en el diseño de sus
estrategias de acción, lo que permitía crear las condiciones para que ejercieran el papel
político que les estaba designado a los empresarios así organizados en un esquema
corporatista: legitimar las acciones del gobierno, principalmente en materia de política
económica.
En el ámbito académico se ha identificado el surgimiento de los empresarios como
activos actores políticos a raíz de la politización de su acción, originada en el choque entre
dos visiones que pugnaban por distintos ordenes sociales: La de los gobiernos de Luis
Echeverría (1970-1976) y José López Portillo (1976-1982), que en determinados momentos
de su gestión realizaron un proceso de penetración ampliada de control estatal de diversas
áreas productivas de la economía nacional; y la de importantes líderes empresariales, que
empezaron a reclamar una participación directa, aunque discreta, en la conducción
económica del país, el repliegue del Estado en las áreas productivas en que intervenía a
través de diversas empresas, y un estatus de representatividad y legitimidad del que hasta
esos momentos habían carecido.
La falta de dicho estatus se explica, según palabras del ex presidente José López Portillo,
porque "...el Partido Revolucionario Institucional, acogía a campesinos, trabajadores,
clases medias, pero no acogía a empresarios burgueses, era imposible que asimilara a la
clase social contra la que se había dado en cierta forma la lucha de clases...en
consecuencia, para comunicarse con el gobierno decidieron organizarse como grupo, y a
través de él el gobierno recogía el punto de vista de los empresarios más exitosos...De esta
forma le correspondió al presidencialismo mexicano organizar todas las clases sociales,
intervenir en la lucha de clases y controlarlas".9
6 Schmitter P. Op. Cit.
7 De acuerdo con Nora Hamilton (1983), la legislación promovida por el gobierno del General Lázaro
Cárdenas en 1936, que estableció la obligatoriedad en la afiliación para lograr los fines antes expuestos,
afectó el modo de asociación de las empresas privadas, pero no su modo de operación económica, pues:“….en
contraste con los trabajadores, el poder de la clase dominante reside primordialmente en su control de los
medios de producción más que en su fuerza organizativa”, de tal suerte que los grupos privados “tenían sus
propios modos de asociación que quedaban fuera de la jurisdicción estatal”.
8 Juan Sánchez Navarro y Peón (1913), vicepresidente del Grupo Modelo, fundador y ex presidente de las
principales organizaciones empresariales: CMHN, CCE, Concamin, Concanaco, CNP (Consejo Nacional de
la Publicidad), principalmente.
9 Entrevista personal con el ex presidente José López Portillo, 12 de febrero de 1999. Cuajimalpa, México
D.F.
5
Creación del CMHN
El CMHN10 se fundó el 13 de septiembre de 1962, día en que nació como una
organización un tanto informal de un pequeño grupo de 12 empresarios, lidereado por
Bruno Pagliai, industrial de la rama siderúrgica, a quien se le reconocían estrechos nexos
con el ex presidente Miguel Alemán Valdés. Por este motivo se llegó a pensar que detrás de
la iniciativa de creación de este organismo se encontraba la influencia e intereses del ex
mandatario11.
Con su creación se pretendía establecer un canal directo de comunicación e influencia
con el Gobierno Federal, en momentos en que los hombres de negocios consideraban que
se estaban llevando a cabo políticas que contravenían los intereses del sector privado12,
pues tendían a promover una mayor participación del Estado en la economía nacional. A
esto se agregó el apoyo explícito que dio el gobierno de Adolfo López Mateos a la
Revolución Cubana que vivía entonces sus primeros años en el poder, y que hicieron creer
a la élite empresarial que el gobierno mexicano tendía a una acelerada “socialización”.
Desde su fundación, el CMHN se constituyó en una agrupación empresarial del más alto
nivel “que modificó virtualmente el orden de los actores en las cadenas de autoridadsubordinación en el sistema político” (Valdés, 1997). Por la forma en que se integró y lo
limitado de su membrecía adquirió las características de una élite muy cerrada, cuyos
miembros se autoperciben como esa selecta fracción de la sociedad que tiene cualidades
intrínsecas que la ubican en un nivel de superioridad y liderazgo, y cuya permanencia en un
lugar privilegiado es resultado de su capacidad de mantener su condición de clase dirigente,
que se integra y renueva constantemente con la incorporación de los individuos más aptos y
calificados de la sociedad13.
Con el paso del tiempo la estructura del CMHN se ha consolidado y formalizado, sin
embargo, la extrema discrecionalidad de su acción dificulta determinar el grado de
influencia que tiene sobre el gobierno, aunque hay evidencias de que es notable el impacto
10 Su primera denominación fue Consejo Mexicano de Relaciones Públicas, pero a partir de 1971 cambió su
nombre al de Consejo Mexicano de Hombres de Negocios..
11 Así se consigna según los testimonios de JSN y del ex presidente JLP, aunque no hay nada documentado al
respecto. No obstante, en el caso de que así fuera, esto no sería motivo para considerar a esta como otra
organización corporatista de manera formal, según la acepción aquí asumida, pues se integró como una
Asociación Civil y, por tanto, nunca se rigió por la Ley de Cámaras de Comercio y de las de Industria,
promulgada en 1941, la cual fue recientemente reformada (1996) para sustituir la obligatoriedad de la
afiliación a las cámaras por la creación del Sistema de Información Empresarial, controlado por las mismas, al
que es obligatorio registrarse. Sin embargo, en su actuación si mostró tintes de esta naturaleza Ver. González
Cruz Ricardo : “Iniciativa de Decreto que Reforma la Ley de Cámaras de Comercio y de las de Industria”.
Ficha técnica. Grupo Parlamentario de Acción Nacional en el Senado de la República., México 1996.
12 Estaban la nacionalización de la industria eléctrica, la mexicanización de la minería o las limitaciones
impuestas al capital extranjero, entre otras citadas por Ai Camp Roderic (1990) y por Martínez Nava (1984),
entre otros autores, y que llevaron a la definición de una postura del sector empresarial externada en el
desplegado titulado “¿ Por cuál camino, señor Presidente ?”, publicado en la prensa nacional el 24 de
noviembre de 1960, bajo la firma de la Concanaco, la Concamin y la Coparmex.
13 Las propuestas de Gaetano Mosca, Vilfredo Pareto y Robert Michels aportan las bases de esta
conceptualización, y se retoman aquí pues hay consideraciones altamente subjetivas para determinar si un
hombre de negocios determinado se acepta o no como parte de la organización, aún cuando cumpla con los
requisitos supuestamente establecidos para su integración al CMHN.
6
de la acción de sus integrantes sobre las políticas gubernamentales, sobre todo a partir del
sexenio de Miguel de la Madrid Hurtado (1982-1988) y con mayor fuerza en el de Carlos
Salinas de Gortari (1988-1994).
Según el ex presidente José López Portillo, quien protagonizó una relación con los
empresarios que pasó de la armónica colaboración al abierto enfrentamiento a raíz de la
decisión que tomó de nacionalizar la banca en 1982, la actuación discreta del CMHN
responde "a la calidad de la comunicación que requiere cuidar aspectos políticos
populares, porque si se transparentan demasiado la reuniones (con la élite empresarial), la
gran masa empieza a afirmar lo que es falso, lo que hubiera sido falso, que estaba
favoreciéndose a los ricos. Entonces le da cierta discreción para que la comunicación se
logre, el argumento (de los empresarios) se escuche y se tome la decisión equilibrada
correspondiente"14
Es posible ver, a través de documentos oficiales del CMHN15 que registran las
actividades grupales de sus integrantes, que su forma de operación se concibió desde sus
inicios como “informal”, pues se basa en las relaciones de cercanía que a sus miembros les
ha conferido la privilegiada posición económica, aunque se establecieron por estatutos
ciertos requisitos para formar parte de la organización16.
De acuerdo con esos estatutos, lo que determina la “prominencia” de dichos individuos
ha sido fundamentalmente su posición económica, sin embargo se perciben elementos
altamente subjetivos en los criterios para la selección de candidatos, acentuando su
condición de élite, misma que hacía que individuos que tuvieran una situación económica
relevante, no por ello garantizaran su ingreso al CMHN.17.
No obstante, es posible ver desde sus primeros años de existencia la intención de sus
miembros de formalizar su acción a través de la creación de un cuerpo estatutario y de
distintos comités dedicados a atender diversas esferas de interés propias de la actividad
empresarial, pero siempre bajo un esquema de institucionalización limitada y manteniendo
su carácter marcadamente discrecional18.
En los primeros años, la acción del CMHN se centró en la difusión de una imagen
positiva de México en el exterior, para atraer a los potenciales inversionistas extranjeros. La
idea con que se creó el CMHN fue la de integrar un grupo con capacidad de influencia
directa al más alto nivel del gobierno, al estilo de la Business International Rountable,
14 Entrevista personal con el ex presidente José López Portillo, 12 de febrero de 1999. Cuajimalpa, México
D.F.
15 Archivo de JSN en que se registran los distintos encuentros que regularmente tenían los miembros del
CMHN con miembros del Poder Ejecutivo, exclusivamente con el Presidente y con Secretarios de Estado.
Archivo de la Modelo. México D.F.
16 Ver anexo.
17 Juan Sánchez Navarro y Peón, uno de los fundadores del CMHN, explica que la propuesta de nuevos
candidatos la deben presentar por lo menos dos de los miembros en activo, y posteriormente se hace una
votación secreta de la que se requiere la aprobación unánime para proceder a la incorporación del candidato,
pero “si hay una bola negra --es decir un voto en contra--, el aspirante no entra”, sin que haya de por medio
ninguna investigación ni posibilidad de impugnación Entrevista personal. Febrero de 1997. Oficinas de La
Modelo. Polanco. México.
18 Primeros Estatutos del CMHN. Ver anexo.
7
organización formada en la década de los 50 en los Estados Unidos, y que hacia los inicios
de la década de los 60 se conformaba por los directivos de las 150 empresas internacionales
más importantes, que tenía como objetivo aumentar el intercambio comercial a nivel
mundial.
No existen registros de los primeros encuentros de los hombres de negocios, con el
Presidente en turno, Adolfo López Mateos, o funcionarios de gabinete, salvo los que
algunos de los participantes hayan tenido de carácter personal. Fue hasta noviembre de
1963 cuando se dio el primer encuentro del que se tiene registro19, en este caso con
Gustavo Díaz Ordaz en su calidad de candidato oficial a la Presidencia de la República,
iniciando así lo que llegó a ser una privilegiada tradición que han tenido los hombres de
negocios que forman esa organización: conocer directamente, de viva voz y primera mano,
los programas de los candidatos a la Presidencia y sus estrategias de gobierno una vez
instalados en el poder.
Los empresarios presentaban al CMHN ante el presidente como una organización cuya
finalidad era crear a través de la prensa internacional, particularmente de Estados Unidos,
“una imagen real de nuestro país”, que tenía en esos momentos “tan mala prensa”, situación
que empeoró más avanzado el sexenio, después de los movimientos estudiantiles de 1968; y
establecer relaciones públicas entre instituciones civiles, privadas y gubernamentales, sobre
todo en el ámbito financiero internacional, con el mismo propósito, para atraer a
potenciales inversionistas. A través de estos encuentros, que entre los “amigos” incluyeron
al mandatario en turno y sus secretarios de Estado, el CMHN fue ganando espacios ante el
Poder Ejecutivo20.
Era el final de la etapa del Desarrollo Estabilizador. En lo económico, las
administraciones de López Materos y Díaz Ordaz fueron la parte final de un período que se
prolongó por 40 años, a partir de 1930, en el que se inició el proceso de industrialización de
México por el cual su población agrícola pasó de ser el 70% a menos del 40% ; la tasa
promedio de crecimiento fue de 6% y se logró una importante expansión del sector
servicios, además de la propia industria bajo es esquema proteccionista que promovió la
creación de empresas mexicanas.
En lo político en esos años se elogiaba la “estabilidad política”, producto del dominio de
un partido21 que se había instalado desde 1929 en el poder, y se llegó a elogiar también la
capacidad de control y represión sobre distintos movimientos sociales que “enturbiaban”
dicha “estabilidad”. La élite empresarial nunca cuestionó la funcionalidad y efectividad del
sistema, por el contrario, vio como una necesidad el tener un régimen político fuerte, con el
poder centralmente controlado en la figura presidencial. De ahí que en el caso de Díaz
Ordaz, para la élite empresarial éste fuera un mandatario más promotor del desarrollo y la
estabilidad que de la represión y la antidemocracia.
19 JSN.Archivo personal.s/c Planta de la Modelo. México D.F.
20 JSN ibid.
21 Una de las características que subrayan el enorme poder de la figura presidencial en México, a las que se
refiere Jorge Carpizo en su trabajo (Carpizo 1978), son las “facultades metaconstitucionales del presidente”,
que se reflejan en una jefatura real del PRI y las capacidades de designar a su sucesor y a los gobernadores de
los estados, así como la remoción de los mismos, entre las más importantes y que, como se ha mencionado,
eran plenamente avaladas por el CMHN.
8
Echeverría y José López ¨Portillo: de la participación a la confrontación.
Al asumir el poder Luis Echeverría, en diciembre de 1970, a nivel del sector empresarial no
se objetó ni la designación del sucesor ni el método, pues entre los empresarios y sus
órganos representativos había una aceptación del dominio político del Partido
Revolucionario Institucional (PRI), al cual se le atribuía la estabilidad que el país había
vivido durante más de cinco décadas22, apenas –a ojos de este sector—enturbiada por los
sucesos de 1968, sobre los cuales no se le atribuyó responsabilidad al gobierno de Gustavo
Díaz Ordaz, sino que se consideró que las movilizaciones estudiantiles habían sido
producto de la penetración de influencias extranjeras y, más aún, se elogió la “mano dura”
del mandatario para controlar la situación, aun cuando fue a costa de la sangrienta
represión.
Hay evidencias de que 1973 fue un año de quiebre en el sentido hasta entonces bien
coordinado y consistente de las acciones que enmarcaban la relación gobierno-empresarios,
pues se empezó a notar abiertamente un clima de confrontación que ya había asomado
antes, que había sido señalado al presidente Echeverría por algún miembro del CMHN en
las reuniones privadas que venían realizando, y que provocó que apareciera un tanto
prematuramente una marcada preocupación por lo que algunos empresarios consideraron el
riesgo de una pérdida de control del “delicado mecanismo de sucesión presidencial”, y un
fuerte deterioro de la figura presidencial que implicaba un golpe importante a la figura de
máxima autoridad en el país, con los efectos nocivos que esto implicaba a la capacidad de
gobernar del mandatario en turno.
La segunda parte del gobierno de Echeverría se tornó, por situaciones como esta y otras
no menos relevantes como la expropiación de tierras de empresarios agrícolas en Sonora, el
apoyo que dio el gobierno mexicano al presidente Salvador Allende en Chile --derrocado
en el mismo mes de septiembre de 1973 en que sucedió el asesinato del industrial
regiomontano Eugenio Garza Sada--, en una sucesión de hechos que aceleraron el proceso
de politización y radicalización ideológica que permitieron las condiciones para que
posteriormente, con la iniciativa instrumental y liderazgo del CMHN, se creara el Consejo
Coordinador Empresarial (CCE), al que algunos autores han considerado como “…fruto de
una incipiente nueva voluntad política de la burguesía y de la confluencia y el acuerdo de
sus dos fracciones históricas más importantes, la norteña y la central…El acuerdo de las
dos fracciones, bajo la hegemonía de la fracción central (en donde se puede ubicar el
punto de dominio del CMHN), se dio en torno a un programa económico y político
neoliberal en el que se demanda la vigencia del sistema de libre empresa y la inhibición
del Estado en la economía. Este programa, junto con el CCE, se lanzó en el momento
22 En una carta publicada por Eustaquio Escandón, uno de los fundadores del CMHN, en el diario Excélsior
del 15 de junio de 1973, titulada “Escandón Impugna el Escarnio como Arma Política”, el empresario
escribió : “…la Nación entera debe tener conciencia de que la base primaria de la estabilidad política que
nuestro país ha venido gozando de tiempo atrás, sin la cual habría sido imposible todo progreso, que ha
permitido la transmisión pacífica del poder público de un presidente al sucesor nueve veces ¡nueve !,
habiendo todos ellos terminado su período constitucional, caso único e insólito en América Latina y en
muchos otros países del mundo libre, está fincada precisamente en la autoridad de la Presidencia de la
República. El debilitamiento de esa autoridad representaría un daño de alcances incalculables para el futuro
de nuestro país”. Subrayado para enfatizar los objetivos de este artículo.
9
oportuno para jugar un papel importante en la sucesión presidencial que se efectuaría en
septiembre de 1975”23.
Según el ex presidente López Portillo, tanto el CMHN como el CCE, son organizaciones
que "corresponden al mismo principio de llenar el vacío de la alta representación de una
clase social rica que no podía ser asimilada en la estructura del sistema político mexicano
por el pensamiento mismo del partido --PRI--, pero que tenía que hacerse oir para que se
tomaran las decisiones públicas. Era criticado incluso el hecho de que con frecuencia,
antes que al Congreso, se consultara a los hombres de negocios, y así se aprobaban las
iniciativas --de Ley-- Entonces --el CMHN-- tenía una representatividad política muy
significada”.24
El ambiente de tensiones que ya se sentía entre los empresarios organizados,
específicamente los integrantes del CMHN y el gobierno de Luis Echeverría, no fue motivo
lo suficientemente fuerte como para trastornar el esquema de funcionalidad de las
relaciones entre ambas instancias, y si bien se manifestaron en forma pública y privada
críticas de una parte a otra y viceversa, para el caso de las críticas de los empresarios hacia
el gobernante se refirieron a su estilo personal de gobernar25, pero nunca jamás se puso en
duda la utilidad y vigencia del sistema de control y centralización del poder en la figura
presidencial.
Por eso, de nueva cuenta, cuando llegó el tiempo de la sucesión presidencial, no se
manifestó ningún inconveniente en que una vez más se volviera al ya tradicional sistema de
dejar esa decisión fundamental en manos de un sólo individuo : el presidente en turno, si
bien ya, por el entorno de fuertes presiones sociales que se tuvieron en esos años, se intentó
dar algunos tintes de democracia al proceso del que finalmente resultó “electo” José López
Portillo, a la sazón secretario de Hacienda y Crédito Público.
23 Luna Matilde y RicardoTirado.”La Politización de los empresarios (1970-1982)”, en Labastida Julio.
Grupos Económicos y Organizaciones Empresariales en México, Alianza Editorial Mexicana-UNAM,
México 1986, P- p. 426-427, en el cual se incluyen otras investigaciones que documentan con detalle el
origen y evolución del conflicto gobierno-empresarios en este período y la forma en que se fueron
reacomodando las fuerzas específicamente al interior del sector empresarial, tales como “Los Grupos
Privados Nacionales y las Empresas Estatales en los Setenta (Notas para una caracterización), de los mismos
autores, o bien “Una aproximación al análisis de las relaciones entre Empresarios y Gobierno en México,
1970.1976”, de Francisco Valdés Ugalde, quien plantea que a pesar de las tensiones vividas en este período,
“no existían razones para pensar que en algún momento los grupos económicos nacionales y extranjeros
fueron afectados seriamente –ni se pretendió que lo fueran—en el plano de sus intereses económicos de corto
y de largo plazo. El enfrentamiento que se dio entre el gobierno y los grupos empresariales estuvo, más bien,
relacionado con el intento de Echeverría de diferenciar al Estado de los intereses de la clase dominante, y a
partir de ese enfrentamiento que fue delineando en la escena política la tensión entre el proyecto político de la
fracción de la burocracia, representada por el entonces presidente, y el proyecto empresarial de orientación del
desarrollo nacional (proyecto que tiene determinada presencia y vinculación con el aparato del Estado)”. P-p.
373-374.
24 José López Portillo. Entrevista citada.
25 Un caso particularmente claro en este aspecto fue el conflicto que tuvieron los integrantes del CCE y el
presidente Echeverría cuando los primeros, impulsados por el mandatario, realizaron un boicot contra el
periódico Excélsior, en ese entonces dirigido por Julio Scherer García, a quien acusaron de atacar a la
iniciativa privada y al “sistema de libertades” que esta supuestamente defiende. LEA apareció ante los
hombres de negocios como un tipo obscuro, contradictorio y ambiguo, en el mejor de los casos, pero nada de
esto pareció afectar el reconocimiento y la autoridad que como figura presidencial siempre mantuvo el
mandatario. (Ortiz, 1997)
10
El nombramiento del en esos momentos responsable de las finanzas públicas fue acogido
por la comunidad empresarial como un signo de “modernización” del quehacer político y
con ese convencimiento se lanzó todo el aparato y los recursos del CMHN a difundir la
imagen del seguro próximo mandatario, en el exterior, a donde se presentó como un
hombre que había sido “especialmente entrenado para ser presidente”.26
Este “amplio reconocimiento” que se le atribuyó a López Portillo en los círculos
financieros internacionales fue determinante para que México se mantuviera como uno de
los sujetos de crédito “favoritos” y “privilegiados” de instituciones como el Fondo
Monetario Internacional y el Banco Mundial. En estas condiciones y en pleno auge
petrolero el gobierno mexicano logró, siempre con el apoyo y abierta intermediación del
CMHN, consolidarse como un fuerte sujeto de crédito, lo que determinó en buena medida
que durante su administración el monto de la deuda externa alcanzara niveles sin
precedentes, a través de la contratación de créditos, muchos de ellos solicitados incluso
para hacer frente a la crisis posdevaluatoria, atribuida a la fuerte salida de capitales hacia el
final de su gestión, y al amparo del compromiso de mantener un esquema de desarrollo
basado en esa “economía mixta”, que en su latente ambigüedad, garantizaba el espacio de
participación de la iniciativa privada. Todo ello de la mano con la “estabilidad política”.
Fue a partir de la administración del presidente José López Portillo cuando se pretendió
formalizar ante el propio mandatario la intención del CMHN de atender también en forma
directa los asuntos de política interna, lo que dio lugar a una reforma en sus estatutos, en la
cual se replanteaban los objetivos de la asociación, para dar prioridad al análisis y
manifestación de opiniones y propuestas de solución de problemas nacionales, ante las más
altas autoridades del país27.
Con la anuencia del gobierno en turno, el CMHN continuó en la dinámica de constantes
reuniones, mientras que paralelamente el CCE se dio a la tarea de desarrollar públicamente
la campaña dirigida a ubicar y legitimar la acción de la iniciativa privada en el espacio
público, de tal suerte que los conflictos que continuaron y, más aun, se agravaron debido a
una serie de medidas gubernamentales que afectaron directamente los intereses de algunos
grupos empresariales, y que culminaron con la nacionalización de la banca en noviembre de
1982, fueron directamente enfrentados y debatidos por las organizaciones integrantes del
CCE.
Por su parte, el CMHN28 se mantuvo aparentemente al margen, a nivel de la opinión
pública, pero sin anular nunca la acción que como élite tenía el privilegio de desarrollar,
26 La agencia Edelman reportó al CMHN el gran despliegue publicitario que promovió, por patrocinio de esta
misma organización, en los medios más importantes de la Unión Americana, con lo que se cubrió
prácticamente todo su vasto territorio con información documental y gráfica sobre JLP, difundida por los
medios electrónicos e impresos que destacaron notas tales como : “JLP, un hombre entrenado para ser
presidente” ; “La estabilidad financiera ha quedado como pilar del crecimiento económico de México” ; “Los
líderes de EUA objetan con gusto acerca de López Portillo”, “El proceso de elección en México, El sistema
del Partido Político”, y diversas declaraciones hechas por el candidato oficial del PRI y de otros partidos de la
supuesta “oposición” de esos años. Cabe recordar que JLP prácticamente no tuvo competencia de otros
candidatos, pues la única oposición organizada en forma independiente, el PAN, no lanzó candidato para esas
elecciones. ”Reportes de Actividades para el CMHN” enviado por Richard K. Lorden al CMHN en
septiembre de 1975. JSN, Archivo personal, s/c. México D.F.
27 Ver anexo.
11
hasta que el grado de confrontación llegó a un nivel tal, a raíz de la cuestión bancaria, que
determinó una suerte de impasse en las actividades del CMHN como organización, a la vez
que activó las del CCE, sin que el grado de enfrentamiento afectara el tono de organización
corporatista con que ha actuado.
El punto de quiebre está en que al decretar la nacionalización de la banca, el gobierno de
López Portillo alteró totalmente la racionalidad y las reglas del juego con que se venía
operando, y sobre las cuales se habían logrado importantes acuerdos aún después de los
conflictos con Luis Echeverría Alvarez, de tal forma que, a juicio de los empresarios, se
perdió toda previsibilidad y posibilidad del cálculo necesario para la toma de decisiones, a
la vez que comprobaron que tenían en sus riquezas y capacidad de movilización de
capitales, un importante factor de presión política29.
De la Madrid : Bases para el entendimiento
Estas circunstancias representaron un factor fundamental en la consolidación del CMHN
como órgano de acción política de la élite empresarial, pues a partir de ellas se inició un
cambio de estrategias en sus formas de operación, que continuó en el sexenio de Miguel de
la Madrid. En primer término, los asuntos de política interna pasaron a consolidarse en un
lugar prioritario en relación a las actividades de promoción de la imagen de México en el
exterior, las cuales de hecho se suspendieron por un lapso aproximado de 3 a 4 años30. El
objetivo ahora era influir de manera más clara y directa en la conducción de las políticas
domésticas, manteniendo el eje de la política económica como principal espacio de la
acción de la élite empresarial, pero sin limitarse a él.
En general, es a partir de estos años que se registra un mayor activismo de la élite
empresarial y que se nota una forma más institucionalizada de ejercer su acción, lo que
28 Según el testimonio de Juan Sánchez Navarro, un grupo importante de integrantes del CMHN se reunió
con el presidente López Portillo dos días antes de la nacionalización de la banca, sin que ninguno de ellos
tuviera la más mínima sospecha de que el mandatario tomaría una decisión de esa naturaleza. Esas reuniones
de los hombres de negocios con el presidente habían continuado a pesar del ambiente de gran tensión que ya
se sentía entre gobierno y empresarios, ampliamente documentado en varios trabajos. Por su parte, el CCE,
presidido entonces por Manuel J. Clouthier, desplegaba una intensa actividad pública, muestra de ellos es el
desplegado que hizo público a través de la prensa el 3 de septiembre de 1982.
29 Al respecto Carlos Arriola afirma que los elementos constitutivos de la racionalidad, siguiendo el
planteamiento de Max Weber –quien confirma la necesidad de una administración racional tanto en el
capitalismo como en el socialismo--, es decir, la existencia de normas claras y precisas que configuren un
Estado de Derecho que establezca límites a la actuación del Estado, y un orden político que permita operar
mecanismos de equilibrio de poderes, fueron en este caso totalmente anulados, de tal manera que ante hechos
específicos como la expropiación de tierras en el noroeste del país, en perjuicio de algunos empresarios
agrícolas en la parte final del gobierno de Echeverría, y la nacionalización de la banca al final de la
administración lopezportillista, se dilapidó “un capital sumamente escaso, difícil de conseguir y sobre todo de
acumular : la confianza en la racionalidad del orden constitucional y la confianza en el funcionamiento del
sistema político, ambas indispensables para asegurar la legitimidad, que cualquier sistema social o político
exije para su correcto funcionamiento”. (Arriola 1988, 203).
30 Se puede apreciar que estas actividades se reanudaron a raíz de la crítica situación que vivió México por
los terremotos de 1985. Por lo que toca al interés del CMHN en los problemas internos en forma prioritaria,
esto se empezó a notar desde los años 70, durante el gobierno de Luis Echeverría, cuando esta organización
toma la forma que mantiene en la actualidad y se consolida, por tanto, como actor político, pero es en el
sexenio de De la Madrid cuando se avanza en la institucionalización del CMHN.
12
llevó a que en la siguiente administración el CMHN se ubicara en un lugar relevante en la
definición de las políticas públicas.
El momento del “destape” de la candidatura de Miguel de la Madrid como sucesor de
José López Portillo, a finales de 1981, coincide ya con el ambiente de fuerte tensión entre el
gobierno saliente y los empresarios organizados, sin embargo, el canal de comunicación
directa que ya había consolidado el CMHN siguió funcionando con un dinamismo
menguado pero, como posteriormente se vería, sin minar su efectividad.
La administración de De la Madrid inició con una serie de medidas que amenazaban con
mantener o profundizar las tensiones con los empresarios31, tales como la ratificación de la
expropiación de la banca, la elevación a rango constitucional de la Rectoría del Estado, la
planeación y el reconocimiento del “sector social de la economía” (Casar y Luna, 1988), las
cuales, a pesar de constituirse en un factor de enfrentamiento, acabaron creando las
condiciones para que meses después se retomaran y consolidaran los esquemas de
negociación sectorial que fueron un terreno propicio para que las organizaciones
empresariales fueran conquistando espacios en la arena política y en la opinión pública.
La comunión de principios que se logró más avanzado el sexenio entre la administración
pública y el CMHN, fundamentalmente a partir de la reorientación gubernamental de la
política económica para iniciar un proceso de repliegue de la participación estatal en la
economía32, y el apego a los lineamientos del FMI, producto de la negociación de la deuda
externa, operó otro cambio no menos importante en las estrategias de acción de los
hombres de negocios organizados y en la forma de acción de las instancias de gobierno
hacia ellos.
Por parte de las autoridades, se nota que las reuniones con el Presidente y sus secretarios
de Estado cambiaron sustancialmente, y en vez de ser encuentros en los que los hombres de
negocios les presentaban sus puntos de vista, ahora más bien los funcionarios presentaban
una especie de informes de los avances que se llevaban en las nuevas estrategias de política
económica y sus respectivas orientaciones. Todo indica que para legitimar y garantizar la
viabilidad de los cambios que se estaban operando, resultó fundamental el consenso de los
31 En la exposición de motivos de las reformas que el gobierno de De la Madrid realizó en diciembre de
1982, se establece que se trata de actualizar la ley máxima con el objeto de permitir “la convergencia de los
esfuerzos de los sectores de la economía mixta para afirmar la seguridad y la confianza en el desarrollo de la
Nación…(y de) ir dando cauce a una creciente organización y participación de la sociedad civil en todos los
procesos de la vida nacional, ya que los principios constitucionales de desarrollo económico nacional que esta
reforma propone, están referidos a la naturaleza y al funcionamiento de nuestro sistema político que establece
la Constitución”. Citado por Arriola Wong Carlos. Los Empresarios y el Estado 1970-1982. Miguel Angel
Porrúa. UNAM. México 1988. Pp.213-214.
32 Desde que el proceso de reprivatización de entidades paraestatales tomó dinamismo, el CMHN se
consolidó como una instancia prioritaria y privilegiada de captación de información sobre las empresas en
venta, situación de las mismas y condiciones de las operaciones, información que les fue sistemáticamente
proporcionada en forma directa por las autoridades financieras de la Secretaria de Hacienda, específicamente
por el titular Pedro Aspe. Un ejemplo de esto es el documento presentado por el entonces director de
investigaciones Económicas del Banco de México, Francisco Gil Díaz, al CMHN, durante la sesión que
tuvieron con el secretario de Programación, Pedro Aspe, el día 21 de septiembre de 1988, titulado “Concesión
de Carreteras de Cuota al Sector Privado”, en el cual se presentó un esquema de construcción y explotación de
carreteras de cuota mediante en régimen de concesión que constaba de seis secciones y tres anexos, en los que
se daba todo el detalle de este proceso a los hombres de negocios, antes de hacer pública la información
correspondiente.
13
hombres de negocios, y se tuvo, pues en buena medida se atendía en forma directa a sus
intereses.
Uno de los aspectos que se interpretó como una clara señal de la fuerza y coordinación
que se tenía ya en las relaciones del gobierno de De la Madrid con el CMHN fue la petición
que planteó en forma privada el mandatario para que los miembros de la organización
empresarial se reunieran con quienes, en un intento de dar tintes democratizadores al
proceso de sucesión presidencial, fueron designados como “distinguidos precandidatos
priistas”, para conocer su visión sobre los problemas del país y del entorno internacional y
sus principales propuestas de gobierno33.
Es posible determinar que hubo una influencia favorable de la opinión del CMHN en la
definición del sucesor de De la Madrid, sobre todo porque hacia el exterior, en un contexto
de aguda crisis económica, era fundamental enviar “mensajes” de continuidad y manejo
consistente de la política económica con el modelo de repliegue del Estado y amplia
participación de la iniciativa privada que ya se había esbozado, y sobre el que ya se tenían
importantes avances.
Carlos Salinas : consolidación de un proyecto neoliberal compartido
Ya desde su gestión como secretario de Programación y Presupuesto, Carlos Salinas de
Gortari inició una política de comunicación directa y constante con esta organización, a la
que puntualmente hacía llegar a través de su subsecretaria, a cargo de Pedro Aspe, posterior
secretario de Hacienda, informes sobre el manejo de las finanzas públicas, muchos más
detallados que los que se enviaban al Congreso o que trascendían a la opinión pública, en
especial en lo que a reprivatizaciones se refiere y manejo de los principales indicadores
macroeconómicos.
Ante el CMHN Salinas garantizaba, en virtud de su propia formación “tecnocrática” y
sus antecedentes en la administración pública, la realización de reformas que permitieran
mejores condiciones para el desempeño empresarial. Ahí pues se gestó todo un proceso de
cambios, que posteriormente llevaría a las reformas en materia de organizaciones
empresariales, entre muchas otras que realizó Salinas con el consenso del CMHN y que
tocaron puntos neurálgicos históricamente considerados por lo hombres de negocios como
el régimen de tenencia de la tierra en el campo, las relaciones Estado-Iglesia y el sistema
educativo, por mencionar sólo las más destacadas. (Concheiro, 1997)
Al igual que con gobiernos anteriores, el CMHN continuó con una agresiva estrategia de
difusión de la imagen del gobierno mexicano en el exterior, esta vez avalando a un
mandatario que veían como una promesa de recuperación y crecimiento económico. Dentro
de esta estrategia, un punto fundamental fueron las negociaciones para lograr la firma del
Tratado de Libre Comercio, en las cuales las organizaciones empresariales en general, y el
CMHN en particular, jugaron un papel muy activo, este último incluso con financiamiento
directo y permanente a las distintas actividades y gestiones que empresarios y funcionarios
33 Fue un proceso de auscultación que se dio en llamar “la pasarela”, y que públicamente trascendió como
realizado a petición de los empresarios, aunque hay testimonios de que fue el gobierno de De la Madrid el que
tomó la iniciativa de realizarla, a fin de devolver una confianza que aun no lograba recuperarse plenamente
entre la comunidad de los hombres de negocios. JSN, entrevista citada.
14
mexicanos realizaron con instancias similares de Estados Unidos y Canadá durante las
negociaciones.34
A pesar de las difíciles circunstancias que se presentaron en 1994, a raíz de hechos como
la aparición del EZLN en Chiapas y los asesinatos de Luis Donaldo Colosio y Francisco
Ruiz Massieu, la evaluación que el CMHN hizo de la gestión salinista fue altamente
favorable, pues consideraron que la estructura de la economía mexicana con que se contaba
en función de las reformas por él promovidas, era “mucho más sana”35. En el haber
político de Salinas se le atribuyó, además, la realización de una elecciones “limpias”, tema
que ya preocupaba a los empresarios.
Al final del gobierno salinista no se realizó la “auscultación” del CMHN a los posibles
sucesores por dos razones: El descontento que eso provocaba a nivel de la opinión pública
y porque la confianza de los empresarios en Salinas era tanta, que no hubo inconveniente en
que él designara a quien lo habría de suceder36.
34 Siendo presidente del CMHN Antonio del Valle, en abril de 1995, en asamblea de la organización se
determinó que cada miembro daría una aportación extraordinaria –en relación a la cuota anual--, de 10,000
dólares, destinados a financiar las actividades que la COECE realizaba en Washington D.C, y como esta en
los años previos se realizaron otras aportaciones. Carta que el Srio. del CMHN, Agustín Santamarina, dirigió
a todos los miembros del CMHN el 24 de abril de 1995, urgiéndoles el pago de dicha aportación. JSN,
archivo personal s/c. México.
35 Los cambios fundamentales que se ponderaron, y que fueron la base de la “Transformación económica
durante la administración del Presidente Carlos Salinas de Gortari fueron trece:
1.- Se ha abatido el impuesto más injusto y regresivo de todos, el que más castiga la economía de cada
familia : la inflación. 2.- La administración del Presidente Salinas ha logrado un saneamiento de fondo y
sostenible de las finanzas públicas.3.- El actual gobierno ha realizado la reforma fiscal más profunda desde la
posguerra, para promover la inversión y el ahorro.4.- En materia aduanera, se han mejorado los sistemas de
evaluación y control.5.- Se ha reducido drásticamente la deuda del gobierno.6.- Se ha realizado una reforma
presupuestal sin paralelo en nuestra historia, que ha permitido aumentar el gasto en las verdaderas
necesidades sociales, manteniendo el equilibrio de las finanzas públicas.7.- Se han fortalecido las finanzas
estatales y municipales en el marco del Pacto Federal.8.- El sector financiero se está modernizando
sustancialmente.9.- El gobierno ha desregulado numerosos sectores de la economía donde existían privilegios,
de grupos que impedían el libre acceso de productores y consumidores.10.- Se han abierto espacios para la
inversión productiva de los particulares.11.- La banca de desarrollo ha reorientado el destino de sus recursos
crediticios hacia proyectos de verdadero beneficio social.12.- El gobierno del Presidente Salinas ha
establecido medidas de fondo para promover la iniciativa económica y los derechos de propiedad de los
individuos y de los grupos sociales, especialmente en el campo y 13.- La economía mexicana y especialmente
nuestro comercio exterior, se han despetrolizado.JSN. “La economía de México después de las elecciones”,
discurso pronunciado el 30 de agosto de 1994.
36 JSN, entrevista personal. diciembre de 1997. Polanco, México. En algunos medios trascendió que
“Suspende la Elite Empresarial la Pasarela de los Presidenciables”. Ver. El Financiero. 29 de junio de 1993.
P.p.. Nota del periodista Ignacio Rodríquez Reyna, según la cual “Debido a que “la idea original ha entrado
en crisis” y que su realización ha causado molestia en ciertos círculos políticos”, el Consejo Mexicano de
Hombres de Negocios resolvió suspender la pasarela de los presidenciables priístas”. Citando fuentes
anónimas, el periodista consignó que “Mediante reuniones con secretarios de Estado ha logrado establecer (el
CMHN) que Luis Donaldo Colosio y Manuel Camacho son los aspirantes con mayores posibilidades de llegar
a la recta final por la postulación del tricolor. A pesar de los frecuentes elogios empresariales al secretario de
Hacienda, Pedro Aspe, ‘un hombre muy brillante pero no un político de oficio’, éste figura en un segundo
plano en la carrera presidencial, según una percepción general pero no unánime de los 38 prominentes
empresarios del CMHN”. Todo indica, al parecer, que la coyuntura política y social les hacía pensar que lo
que se necesitaba al frente del poder era un “político de oficio”, y no un financiero, y que esas mismas
circunstancias políticas y sociales impidieron que realizarán, de nueva cuenta, la famosa “pasarela”, indicando
15
Conclusiones :
Sin actuar en detrimento de su condición de élite fundada en su poder económico, el
CMHN ha avanzado, conforme el paso del tiempo, hacia una mayor institucionalización de
su acción, orientándola a fines cada vez más socialmente aceptables --en términos de
legitimidad política--, y consolidándose como un grupo de presión que, a diferencia de
otros, ha mantenido un acceso privilegiado a los órganos de poder público.
A partir de la investigación realizada, se presume que el CMHN se ha constituido en el
órgano de acción política más eficaz de la élite empresarial, y que se ha consolidado como
una instancia de poder que ha tenido una considerable injerencia en la definición de
políticas públicas, particularmente la económica, a través de la cual se promovió un proceso
de desarrollo del sector empresarial primero bajo un esquema proteccionista y, después de
la década de los 80’s, promoviendo una considerable apertura económica que ha
privilegiado el desarrollo de los grandes capitales que representan.
No obstante, su capacidad de influir llegó a ser limitada en momentos en que las
circunstancias económicas, políticas y sociales impusieron en el discurso oficial un nuevo
cuestionamiento a la legitimidad de la acción de la élite empresarial, que se presentaba
como contraria a los postulados de las políticas populistas que enarbolaron específicamente
los ex presidentes Luis Echeverría y José López Portillo.
Posteriormente, la capacidad de influencia se vio plenamente recuperada y fortalecida,
con un cambio importante en el que los integrantes del CMHN pasaron de ser los
interlocutores del poder polìtico y promotores de su imagen en el exterior --para estimular
la confianza de los agentes financieros internacionales--, a ser un grupo de élite proactivo
en la definición de la estrategia de desarrollo económico del Poder Ejecutivo, lo que se
logró con mayor eficacia en la medida en que sus planteamientos han convergido con los de
la tecnocracia en el poder, como ha sucedido en los tres últimos sexenios37.
En ese sentido, es posible considerar que el CMHN sea “el poder tras la silla
presidencial”, pero cuyos alcances se vieron parcialmente limitados especialmente en los
gobiernos previos a Miguel de la Madrid, por las razones antes expuestas. Además, no es
posible atribuirle en todo momento una capacidad orientadora y normativa de las políticas
públicas ya que su acción se caracterizó durante mucho tiempo por ser más bien de tipo
reactivo, ante medidas que atentaron contra sus intereses de clase.
A pesar de eso, es posible ver que el CMHN ha tenido una influencia y poder importante,
derivada de su posición privilegiada en el ámbito económico, que le ha dado desde su
creación la capacidad de acceso directo al órgano máximo de decisión en el país: el Poder
Ejecutivo, con el que ha venido cultivando por décadas una relación más bien basada en
alianzas y acuerdos tácitos, que en principios institucionales.
así que su poder y capacidad de influencia también tenían los límites que las condiciones prevalecientes
determinan y que, como había venido sucediendo históricamente, esta decisión fundamental la habría de
tomar el mandatario en turno, en este caso, Carlos Salinas de Gortari, con la diferencia esta vez muy
importante, de que contaba con todo el apoyo y reconocimiento de la élite empresarial.
37 Se plantea aquí en forma implícita la propuesta del Estado mexicano como un caso de “liderazgo
hegemónico, en el que “es la dirección ideológica de la sociedad, más que la dominación política o
económica, lo que puede ofrecer una mejor explicación del Estado y la política en México”. Basañez, Miguel,
1981.P-p. 11-12. Por lo que toca al concepto de poder, se le asume como sinónimo de influencia, entendidos
ambos como “la probabilidad que tienen las pretensiones del grupo de ser incorporadas al programa de
gobierno por los órganos decisorios”. Truman, 1960. Citado en el Diccionario de Ciencias Sociales. Instituto
de Estudios Políticos. Madrid, 1975. P-p. 10-11.
16
Podría determinarse que el poder del CMHN deriva de su destacada posición económica,
como organización representativa de la élite empresarial, y en su eficaz red de alianzas
cuya acción se ha desplegado exclusivamente en función del Poder Ejecutivo y sus órganos
de gobierno. Por lo mismo, dicha acción ha tenido sentido en el contexto de un sistema
político presidencialista, cerrado, con extrema centralización del poder.
En esto ha radicado su fuerza y también su debilidad, pues a la vez que su posición le
permite una interacción directa con el Primer Mandatario y su gabinete, la estructura de
alianzas políticas y pactos tácitos de éste con otros sectores, soporte del sistema
corporatista, también impone límites a la acción de la élite empresarial, la cual promovió y
apoyó la creación del CCE como un canal alternativo para desplegar dicha acción a partir
de mediados de la década de los 70’s38.
Finalmente es posible determinar que el fortalecimiento de la capacidad de influencia e
intervención del CMHN en la toma de decisiones a nivel del Poder Ejecutivo se dio de
forma más marcada a partir de la administración de Miguel de la Madrid Hurtado, pero
sobre todo en el gobierno de Carlos Salinas de Gortari, cuando hubo una clara
identificación entre los modelos de desarrollo económico impulsados por la élite
empresarial y el nuevo equipo gobernante, modelo neoliberal que promovió el repliegue
casi total del Estado en la actividad económica, y la creación de espacios más amplios de
participación al sector empresarial en general, y a la élite económica en particular.
38 En el sexenio de Ernesto Zedillo se ha notado una mayor apertura del CMHN, de tal manera que ya no
circunscribe su interacción con el Poder Ejecutivo y sus órganos de gobierno, sino que también ha tenido
encuentros constantes con otros actores como dirigentes de partidos políticos oficiales y de oposición y altos
representantes del clero, en lo que constituye un cambio de estrategia para adaptar su acción a la situación
cambiante del sistema político mexicano, al que se considera inmerso en un prolongado proceso de transición
a la democracia, tema que rebasa los alcances de la presente investigación, pero sobre el que se continua
trabajando.
17
Anexos
Fundadores del CMHN
Junto con Bruno Pagliai, los otros fundadores del CMHN fueron:
1.- Cesar Balsa, Presidente de la Cía. Operadora de Restaurantes y Cafeterías S.A.
2.- Aníbal de Iturbide, Consejero y Consultor del Banco Comercial Mexicano
3.- Jorge Larrea, presidente de Construcciones Jorge Larrea (que después sería el Grupo
Minera México)
4.- Agustín Legorreta, director del Banco Nacional de México
5.- Rómulo O’Farril, presidente del Consejo de Televisa
6.- Carlos Prieto, presidente de Fundidora Monterrey
7.- Bernardo Quintana, Presidente de Ingenieros Civiles Asociados (ICA)
8.- Antonio Ruiz Galindo Jr. Subdirector Ejecutivo de D.M. Nacional
9.- Camilo G. Sada, Presidente de Hojalata y Lámina
10.- Juan Sánchez Navarro, director de Cervecería Modelo
11.- Carlos Trouyet, empresario del sector financiero39.
Los hombres de negocios que se incorporaron posteriormente, en distintos momentos de
los primeros diez año de vida de la institución, cuya integración da cuenta del peso político
que paulatinamente fue ganando esta organización fueron:
1.- Jerónimo Arango Arias, presidente del Consejo de Administración Midco S.A. (lo que
después sería el grupo Cifra)
2.- Gastón Azcárraga Tamayo, Presidente del Consejo de Financiera Comercial S.A.
(después más ligado al sector hotelero)
3.- Crescencio Ballesteros, Presidente de Constructora Ballesteros
4.- Arq. Juan Cortina, Delegado de la Compañía de Fianzas S.A
5.- Eustaquio Escandón, Presidente de la Compañía Nacional de Drogas S.A
6.- Manuel Espinoza Yglesias, director general del Banco de Comercio S.A.
7.- Justo Fernández, Presidente de General Food de México S.A
8.- Eugenio Garza Laguera, director de Cervecería Cuauhtémoc
9.- Octaviano Longoria, presidente de Empresas Longoria
10.-Prudencio López, presidente de Gases Mexicanos
39 La relación entre miembros del sector financiero y del industrial es pequeña ; de 3 a 8, en esta primera
etapa, según se observa en esta lista. Posteriormente aumentó la presencia de banqueros, aunque sigue en
proporción menor a la de empresarios del sector servicios, y mucho menor aún que a la de industriales. Ben
Ross Schneider (Northwestern University), coautor de Business and the State in Developing Countries (1997),
ha observado que es en los años 70 cuando la reestructuración de la membrecía del CMHN dio lugar al
ingreso de empresarios más fuertes de la industria nacional, a la vez que salieron otros que tenían negocios
más ligados a la imagen en el extranjero, como turismo y hoteles, como sería el caso de Cesar Balsa, quien era
un inmigrante español, empresario del ramo hotelero y de restaurantes, lo que podría interpretarse como un
indicio del cambio que hubo en esos años en el sentido de la acción de este organismo, el cual reorientó su
atención hacia los asuntos de economía y política internos, dejando en segundo término el objetivo de
promocionar la imagen de México en el exterior, y adquiriendo, por lo mismo, más una identidad de actor
política que de agencia de relaciones públicas a alto nivel, que es como venía operando en los hechos.
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11.-José Represas, presidente de Nestlé
12.-Ernesto Robles León, vicepresidente de Bacardí y Compañía
13.-Enrique Rojas Guadarrama, director general de Transportación Marítima Mexicana
14.-Manuel Senderos, presidente de Desarrollo Económico
15.-Rolando Vega, director del Banco de Industria y Comercio.
Todos ellos activos hombres de negocios cuyas empresas en algunos casos, tuvieron en
esta etapa su principal crecimiento.
Integrantes del Consejo Mexicano de Hombres de Negocios en 1998
1.- Ing. Ignacio Aranguren Castiello
2.- Sr. Emilio Azcárraga Jean
3.- Lic. Alberto Bailleres g.
4.- Ing. Luis Berrondo Avalos.
5.- Lic. Eugenio Clariond Reyes Retana.
6.- Sr. Antonio del Valle Ruiz
7.- Lic. Valentín Diez Morodo.
8.- Lic. Pablo Escandón Cusi.
9.- Ing. Agustín Franco Macías.
10.- Lic. Juan Gallardo Thurlow.
11.- Lic. Eugenio Garza Herrera.
12.- Sr. Eugenio Garza Laguera.
13.- Ing. Dionisio Garza Medina.
14.- Ing. Claudio X. González.
15.- Ing. Tomas González Sada.
16.- Lic. Carlos González Zabalegui.
17.- Lic. Roberto Hernández Ramírez
18.- Sr. Enrique Hernández Pons.
19.- Lic. Germán Larrea M.V.
20.- Sr. Isidro López del Bosque.
21.- Ing. Antonio Madero Bracho.
22.- Lic. Ricardo Martín Bringas.
23.- Ing. José Mendoza Fernández
24.- Sr. Rómulo O’Farril Jr.
25.- Ing. Fernando Ponce G.
26.- Ing. Bernardo Quintana Isaac.
27.- Ing. Enrique Robinson Bours Almada.
28.- Ing. Alfonso Romo Garza.
29.- Lic. Adrián Sada González.
30.- Sr. Fernando Senderos Mestre.
31.- Ing. José Serrano Segovia.
32.- Sr. Roberto Servitje Sendra.
33.- Ing. Carlos Slim Helú.
34.- Sr. Federico Terrazas Torres.
35.- Ing. Lorenzo H. Zambrano Treviño.
36.- Lic. Agustín Santamarina V.
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