Geometría de cuasi-cristales en edificios islámicos medievales J. Rubén G. Cárdenas El conocimiento de las cualidades de los números y las figuras ayuda a entender los modos de influir de los seres celestiales y los sonidos musicales en las almas de los oyentes. Corán En los mosaicos que adornan las edificaciones medievales del mundo islámico, se han encontrado aplicaciones de geometría avanzada semejantes a la geometría encontrada por matemáticos y físicos en los cuasi-cristales decagonales, en las décadas de los setenta y ochenta del siglo XX en Occidente. Si esto es cierto, el conocimiento medieval de esta geometría sería anterior al de Occidente en más de 500 años.(1) Para la religión islámica, la geometrización de su arquitectura es la representación de un cosmos bien ordenado. Es justamente la apariencia cristalina de los mosaicos lo que da gracia y movimiento a la piedra. Sus formas geométricas evocan los copos de nieve, los diamantes, las olas del mar, el titilar de las estrellas y muchas imágenes más de la naturaleza. El orden natural y su perfección se vuelven sagrados en esta geometría islámica, son un escudo que protege del caos, del mal o Satanás. Si queremos entender la arquitectura islámica, conviene que repasemos sus ideas más importantes: El cosmos es una unidad de vida y articulada, ordenada según el número. El artesano debe imitar a la naturaleza, que siempre crea de acuerdo al número y a la medida. Debe trabajar según la divina proporción presente en todos los planos de la naturaleza. "Dios es el origen de todo, el uno es el principio de los números, la línea lo es de la geometría, el sol es centro y generador de la astronomía, la esencia lo es de la lógica y, en música, la base generatriz es el movimiento, y, a partir de él, se producen todas las demás relaciones y las melodías, que son infinitas según designio divino y diferentes en cada nación". (A) Según la religión islámica, el número es el origen de todos los seres. La llave que ordena el microcosmos y el macrocosmos, lo espiritual y lo material. Las características de cada número en sí mismo y en relación con los demás son el fundamento del orden perfecto e infinito que impregna todo el cosmos. Los entrelazados de los mosaicos islámicos parecen derivar de los mosaicos romanos. Sus figuras derivan de una o varias figuras regulares inscritas en un círculo, que se desarrollan según los principios del polígono estrellado. Los diseños de naturaleza análoga se penetran y entrelazan y forman una red continua de líneas que irradian de uno o varios centros. El entrelazado semeja el movimiento de una sola cinta en el que parecen irse trazando con la vista estas imágenes geométricas. En un contexto científico, podemos definir a un cristal como una porción homogénea de materia con una estructura atómica ordenada y definida, es decir, con forma externa limitada por superficies planas y uniformes simétricamente dispuestas. Cuando están bien formados suelen aparecer como entidades homogéneas de formas geométricas definidas. Sin embargo su morfología externa no es suficiente para definir un material como cristal. ¿Qué diferencia a los cristales de otros tipos de materiales? La estructura cristalina consiste en la agrupación de los iones, átomos o moléculas de acuerdo a un patrón que se repite periódicamente (2) como en una alfombra oriental o en los mosaicos, o que forma filas como en la figura 1. En esas series de agrupaciones siempre hay una parte que se repite. En los cristales, los átomos, los iones o las moléculas se empaquetan y dan lugar a motivos que se repiten desde cada 5 angstrom hasta centenas de angstroms (1 angstrom = 10-8 centímetros) en tres dimensiones para formar lo que se denomina red cristalina. El conjunto de elementos o elemento que se repite por traslación ordenada, genera toda la red (todo el cristal) y se le conoce como celda unidad. Figs. 1,2-Diferentes arreglos que pueden considerarse ?cristalinos? ya que la condición de periodicidad a partir de un punto de referencia se cumple. Imagen tomada de ?Una ojeada a la materia? de Guillermo Aguilar Sahagún et al Pero hay ocasiones en las que las repeticiones se rompen, no son exactas, y es lo que diferencia a los cristales de los vidrios o en general de los llamados materiales amorfos (desordenados o poco ordenados). En 1984 investigadores del National Bureau of Standards en los Estados Unidos descubrieron un nuevo tipo de material que parecía violar uno de los más sagrados principios de la cristalografía (la rama de la física que describe la estructura atómica de los materiales). El nuevo material parecía poseer el mismo tipo de orden de los cristales convencionales, pero contenía elementos de simetría considerados imposibles en un sólido macroscópico o cristal. Aunque su estructura en detalle y algunas de sus propiedades son aún sujeto de controversia, con el tiempo se hizo evidente que este nuevo estado estructural de la materia es de un orden intermedio entre el de los materiales con máximo nivel de orden, los cristales, y los amorfos. Como este tipo de orden intermedio resultó ser cuasiperiódico porque su estructura cristalina tiene una periodicidad irregular y no se puede construir mediante la repetición de una celda unidad, se les llamó cuasicristales o sólidos cuasiperiódicos (3). Otra característica es que exhiben simetrías icosaédricas o decagonales que no presentan los sólidos cristalinos; forman las estructuras bastante comunes de las aleaciones con metales como el cobalto, el hierro y el níquel. En la década de los 70, anterior al descubrimiento de los cuasicristales, el físico inglés Roger Penrose se interesó en resolver un problema matemático clásico: cómo cubrir totalmente un plano con figuras diferentes, sin que éstas se encimen y que embonen sin dejar huecos entre ellas, y donde además los patrones creados no se repitan. La solución que encontró Penrose era originalmente de seis figuras y más tarde la logró reducir a dos: la flecha y el papalote. Combinándolas se puede cubrir totalmente un plano con patrones irregulares de gran armonía. Así pues, a los patrones irregulares (cuasipatrones) de figuras poligonales que no se repiten ni se enciman y que embonan sin dejar huecos se les asocia un patrón de Penrose. La característica más importante del patrón de Penrose es que los resultados de experimentos de difracción óptica realizados con él, coinciden cualitativamente con los de microscopía electrónica hechos en cuasicristales reales, lo que demuestra que ambos poseen el mismo tipo de orden aunque difieran en detalle. El orden traslacional de largo alcance en un patrón de Penrose deriva de la existencia de un conjunto estricto de reglas que deben seguirse al añadir nuevas piezas (rombos) al patrón irregular y que obligan a que sigan un orden cuasiperiódico. Fig. 3-Mosaico de Penrose, museo de las ciencias Universum. Los mosaicos presentes en varias edificaciones islámicas, son dibujos o pinturas creados al introducir pequeñas piezas de vidrio, piedra o terracota en una base de cemento u otro material de fijación. En la imagen que se muestra a continuación hay una pequeña figura poligonal (derecha), que se repite a lo largo del mosaico en diferentes posiciones (izquierda. Fig. 4 Imagen tomada de ?Una ojeada a la materia? de Guillermo Aguilar Sahagún et al Para construir la pieza, se parte de un cuadrado y se obtiene otro polígono de igual área, mediante el recorte de una o varias regiones y su recolocación como lo muestra la figura anterior. Aunque no todos los mosaicos medievales islámicos se forman así, casi todos tienen un mismo denominador; se puede encontrar una pequeña región poligonal del mosaico mediante giros, traslaciones y simetrías que permiten reproducir todo el mosaico. En matemáticas este tipo de mosaico se conoce como periódico. Fig.5-Mosaico que muestra un patrón cuasi cristalino de Penrose. Santuario de Darb-i Imam. Isfahan, Iran. Imagen tomada de The New York Times. Hace dos años (2005), Peter J. Lu, un estudiante de doctorado en física en la Universidad de Harvard, se quedó impresionado por el patrón geométrico que observó en un muro en Uzbekistán. Le recordaba un diseño cuasi-cristalino; examinó entonces las fotografías de otros mosaicos de Afganistán, Irán, Irak y Turquía al tiempo que le pedía apoyo a Paul J. Steinhardt, un cosmólogo de Princenton que es una autoridad en cuasi-cristales. En su trabajo final, Lu y Steinhardt concluyeron que en el siglo XV, los diseñadores y artesanos islámicos habían desarrollado técnicas para construir casi perfectamente la geometría de un cuasi-cristal con patrón de Penrose, cinco siglos antes de su descubrimiento en el Occidente. Fig. 6-Reconstrucción del patrón del Santuario Darb-i Imam. Imagen tomada de The New York Times. Algunos de los patrones más complejos, llamados girih en persa, que consisten en conjuntos de cinco polígonos ordenados, cada cual con una línea decorativa única en el patrón; con una muy pequeña distorsión visual y sin huecos. Si la vista se mueve a través de cada polígono (decágono, pentágono hexágono, rombo y un moño) esto se ve como una línea decorativa. Lu descubrió que los azulejos que se entrelazaban fueron ordenados de manera que crearan patrones que nunca se repiten; esto es, cuasi-cristales. Fig.7-El pentágono, rombo, hexágono, el ?moño? y el decágono son las formas básicas usadas para la ceración de un mosaico. Imagen tomada de The New York Times. Lu y Steinhardt reconocieron que los artesanos del siglo XIII habían comenzado a crear patrones del mosaico de esta manera. Los girihs geométricos de la estrella y del polígono, como los de los cuasi-cristales, pueden ser rotados libremente algunos grados, digamos 36o; de tal manera que siempre otros azulejos continuarían encajando en el patrón. Esto hace posible un patrón infinitamente grande que no se repite. Fig. 8-Torre de la tumba de Gunbad-i Kabud en Maragha, Irán. Foto tomada cerca de los 1870s, por A. Sevruguin. (Imagen tomada de tomada de: Harvard College Library) Esos mosaicos hermosos y elaborados son distintivos de la arquitectura islámica medieval alrededor de Asia Central y en el Medio Este. Historiadores de arte han supuesto por mucho tiempo que los elementos simples de los patrones fueron creados con herramientas elementales, como reglas o compases. Pero no ha habido explicación de cómo los artistas y arquitectos pudieron haber creado la inexplicable complejidad de los patrones en los azulejos que adornan los edificios medievales. Las reglas y los compases funcionan bien para las simetrías de los patrones más ?simples? pero probablemente se requirieron herramientas más poderosas para realizar una simetría decagonal. Además, si bien es posible crear patrones individuales con herramientas básicas, es increíblemente difícil replicarlos a gran escala sin que se den grandes distorsiones geométricas. La colocación y el bosquejo individual de decágonos con una regla hubiera sido excesivamente difícil, es mucho más probable que los artesanos utilizaran los azulejos particulares que Lu encontró descomponiendo las ilustraciones. Para los artesanos islámicos medievales, estos azulejos podrían haber sido una especie de herramienta para generar enormes patrones, sin tener que optar por el proceso más largo, detallado y a menudo sujeto a error de crear cada línea de segmento individualmente. Los resultados encontrados por Peter J. Lu de la Universidad de Harvard y Paul J. Steinhardt de la Universidad de Princeton, están publicados en la revista Science del mes de marzo del 2007. (1) En Occidente se creía que en los cristales podían darse solamente ciertas simetrías ?permitidas?, pero en los 80?s se descubrió que había materiales que poseían simetrías ?prohibidas? cosa que no se conocía. Resultaba ser que el nuevo material parecía poseer el mismo tipo de orden que se encuentra en los cristales convencionales pero contenía elementos de simetría considerados imposibles en un sólido macroscópico. El patrón de Penrose, justamente en la década de los 70?s resolvió un ?acertijo matemático? de índole topológico en términos de teselaciones (párrafo 7) mas no encontró que eso se diera en la naturaleza. Ni lo ligó con los cuasicristales (que aun no se conocían). Mas bien a los cuasicristales se les asocia con el patrón de Penrose. Pero la geometría de Penrose y de los cuasicristales, no se conoció hasta el siglo XX...en Occidente. (2)En los cristales periódicos, si tomas un elemento de ellos y lo rotas, giras, traslapas, solo al elemento que escogiste, puedes generar a todo el cristal., si en el cristal periódico se halla por ejemplo, un rombo, puedes generar a todo el arreglo ?jugando? con el rombo (3) Cuasipatrones, patrones irregulares, porque se encuentran entre las estructuras con máximo nivel de orden en la naturaleza, los cristales y los amorfos. Y enfatizo que aunque se repita, esto no consituye un patrón regular. REFERENCIAS ?Decagonal and Quasi-crystalline Tilings in Medieval Islamic Architecture,? Peter J. Lu and Paul J. Steinhardt Science 315, 1106 (2007). ?Extraordinary nonperiodic tiling that enriches the theory of tiles?. Martin Gardner, Mathematical Games, Scientific American, January, 1977, p. 110-121. ?Tilings and Patterns? Grunbaum, B and Shephard, G. C. Freeman, 1987. ?Medieval Islamic architecture presages 20th century mathematics? David Baron.Harvard University Gazette. Febrero 22. 2007. ?La física de los cuasicristales?. David Romeu Casajuana. Instituto de Física. ?Temas útiles?. Sociedad Mexicana de Crsitalografía. 2005. ?The Physics of quasicrystals?. P.J.Steinhardt.S.Ostlund. World Scientific ?Una ojeada a la materia?. Guillermo Aguilar Sahún,Salvador Cruz Jiménez, Jorge Flores Valdéz. FCE. México.1987. La Arquitectura como expresión religiosa: La mezquita Rosario Ros Larena .ISBN-84-9714-060-5 ?Liceus?: el portal de las Humanidades en su pagina de Internet. (A)?Elementos de arquitectura islámica?. José Carlos Fernández. Web Islam.