La Propiedad en Derecho Civil

La Propiedad en Derecho Civil
LA PROPIEDAD EN DERECHO CIVIL
Sesión No. 1
Nombre: Las personas jurídicas y sus atribuciones
Contextualización
Desde que surge el Estado, las personas que se encuentran en él
automáticamente quedan bajo éste como sujetos con derechos y obligaciones;
todos sus actos jurídicos se encuentran contenidos en la primera esfera jurídica
del ser humano: la persona jurídica, que es la base de cualquier organización
actual en tanto sujeto de derecho subjetivo y objetivo.
Resulta imprescindible que los estudiantes del derecho cuenten con una
formación clara respecto a la persona para entender todas las especialidades del
derecho.
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LA PROPIEDAD EN DERECHO CIVIL
Introducción al Tema
¿Qué es una persona jurídica?
http://www.youtube.com/watch?v=6nsHSPy6V_E
Las personas jurídicas son asociaciones o patrimonios a los que el derecho
reconoce o atribuye personalidad propia, distinta de las personas que las
componen o administran. Se caracterizan por ser ellas mismas personas, esto
es, sujetos de derechos porque pueden ser titulares de derechos y deberes, y
actuar en el tráfico jurídico por medio de sus órganos y representantes.
A lo largo de esta sesión podrás analizar lo que es una persona jurídica, así
como sus atributos y atribuciones, nombre, domicilio, estado civil, político y
patrimonio.
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Explicación
Persona jurídica, individual y colectiva
¿Cuáles son los beneficios del concepto persona a nivel jurídico?
La persona jurídica tiene atribuciones irremediablemente adheridas al derecho;
el nombre, la dirección y el estado civil son atribuciones jurídicas. Entender al ser
humano como persona (siempre en el entendido del universo jurídico) es
indispensable para cualquier estudiante del derecho. Es a partir de la concepción
de persona que los seres humanos se convierten en sujetos de derecho, incluso
desde la concepción y que sólo es extinguida con la muerte.
El derecho civil mexicano abarca la realidad social de las personas que se
encuentran bajo su jurisdicción, otorgando a éstos derechos objetivos
(obligaciones) y derechos subjetivos (derechos); los cuales, para ser ejercidos,
necesitan de la existencia de un titular, quienes en su esfera jurídica son
receptores de dichas obligaciones.
Según Kelsen H. (1986), son personas los centros de imputación de derechos y
obligaciones. El término viene del latín, cuyo significado más aproximado es
máscara; es interesante saber, tomando en cuenta el origen de la palabra, que
su concepción siempre ha sido de naturaleza artificial. Es decir nos encontramos
en la primerísima ficción jurídica, pues como decía Leibniz, el jurista debe tomar
la razón escrita por encima de la natural, es decir, el jurista elige la plena
realidad de los elementos de ley.
Para los juristas, la figura que realmente importa es la persona y deja a un lado
el concepto de “ser humano”, al menos al principio, puesto que la persona es el
centro de imputaciones de cualquier acto o hecho jurídico. Sin bien es cierto que
no se puede desligar el término “ser humano” a “persona” (ya que la última
depende de la existencia de la primera) también es cierto que se requiere un
término jurídico que da origen a otra figura jurídica “ficticia”: la persona moral.
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Debemos tener cuidado en la terminología, “persona jurídica”, debido a que el
término opuesto “persona física” también está regulada por el derecho; por este
motivo utilizaremos la palabra “persona” como elemento central de imputación
de derechos y deberes.
El derecho mexicano sitúa a la persona física a la par de la persona humana,
puesto que no reconoce la existencia de una persona jurídica sin la persona
humana.
Nuestro derecho reconoce en todas las personas su capacidad de goce y de
ejercicio, es decir, puede ser centro de imputación de derechos y obligaciones,
incluso el Código Civil para el Distrito Federal reconoce la existencia de la
persona “desde el momento de la concepción” es decir, el concebido es sujeto
de derecho (puede, por ejemplo ser heredero) y aunque no tiene capacidad de
ejercicio (tal como los menores o las personas en estado de interdicción) no
afecta su personalidad jurídica.
En cambio, la personalidad jurídica de una persona viene con la concepción y
termina con la muerte; sin embargo, para entender su origen, primero veamos su
significado: entendemos como personalidad jurídica a la atribución directa a una
persona en el ámbito del derecho que es sujeto de derechos y obligaciones.
Siendo así, conozcamos el origen de la personalidad jurídica civil. El derecho
clásico nos presenta la regla de nasciturus pro iam nato habetur, (artículo 22 del
Código Civil) es decir habrá sujeto de derecho siempre que exista la persona
que haya nacida viva y viable.
El ejemplo clásico del origen de la personalidad es el siguiente: en la apertura de
un testamento el heredero es el hijo de “María”, pero ella no tiene hijos nacidos,
sino que se encuentra embarazada, siendo así, en caso de que no se reconozca
la personalidad jurídica del concebido, el de cuius no tendría herederos
designados, por lo que la herencia sería para sus parientes más próximos. Sin
embargo, como la personalidad jurídica de una persona inicia al momento de la
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concepción, se considerará al concebido como sujeto de derecho hasta que
nazca vivo y viable.
No se malentienda como que la personalidad jurídica se obtendrá a razón de
una condición resolutoria, sino todo lo contrario, la personalidad se encuentra
con la condición suspensiva de que efectivamente nazca vivo y viable.
Por definición hemos visto de manera llana que la personalidad jurídica se
adquiere con el nacimiento y se pierde con la muerte; el ejemplo anterior nos
hace notar que no es necesariamente tan cuadrado, incluso después de la
muerte, la persona sigue teniendo (a manera de ficción) personalidad jurídica, el
testamento es el ejemplo claro.
Extinción de la personalidad jurídica
En el tema de la extinción de la personalidad jurídica encontramos la muerte y la
presunción de muerte, de aquí se deduce que la personalidad no se renuncia ni
se enajena, ni estando en prisión, es renunciable; una persona mientras viva
cuenta con personalidad jurídica, incluso los menores y los interdictos que tienen
capacidad de goce, pero no de ejercicio, esa última capacidad la ejercen a
través de los padres o tutores; sin embargo, con la muerte sí se extingue la
personalidad jurídica, aunque por ficción siga teniendo el emisor de un
testamento.
Existe otra forma de perder la personalidad: la presunción de muerte o la
persona desaparecida, la llamada muerte civil; está contemplada en el artículo
106 del Código Civil para el Distrito Federal, una persona que tenga 6 años de
desaparecido se le otorga la calidad de “muerte civil”.
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Conclusión
Como hemos visto, la persona como ente del derecho privado es fundamental,
pues es el sujeto de derechos y obligaciones.
Sin la existencia de la persona como ente jurídico material sería imposible la
creación de personas morales, colectivas. La persona es la esencia del derecho
civil y desde luego de la propiedad, gracias a la persona es que podemos
entender al derecho civil, ya que es la materia en la cual se pueden crear
obligaciones y es, alrededor de ésta la que tiene derechos materiales.
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Para aprender más
Personas colectivas
Esta figura surge en el derecho romano, para dar personalidad jurídica a un
grupo de personas con un objetivo en común que se organizan para realizar
actos jurídicos válidos, pero que no se harán a su propio nombre sino en
representación pueden tener diferentes fines, por eso empecemos por distinguir
los tipos de personas colectivas.
1. La fundación: persona colectiva cuya finalidad es la afectación de
patrimonios a un fin determinado (entendamos afectación como la figura
jurídica en la que se incrementa o se reduce un patrimonio, no como un
sinónimo de reducción únicamente).
2. La corporación: personas colectivas compuestas de miembros que han
sido asociados de forma voluntaria o por fuerza del estado.
3. Públicas: el Estado y diversos entes de la administración pública, en el
caso mexicano, serán: la federación, los estados libres y soberanos, el
Distrito Federal, el Congreso de la Unión, la Suprema Corte de Justicia de
la Nación, los congresos estatales, la Asamblea Legislativa del Distrito
Federal, los tribunales superiores de justicia de las 32 entidades
federativas, los municipios y los órganos desconcentrados de la
administración pública.
Éstos se originan porque los bienes que tienen no pueden ser propiedad de un
sujeto, sino de todos los ciudadanos.
4. Semipúblicos: entendidos los que son autorizados por el Estado, formados
como una analogía del mismo, tales como sindicatos, cuerpos de bomberos,
asociaciones religiosas, el Instituto Federal Electoral (IFE).
5. Privados: personas dedicadas a la actividad civil (asociaciones civiles y
sociedades
civiles)
las
escuelas
por
ejemplo,
las
organizaciones
no
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gubernamentales, y las mercantiles que tienen como actividad la especulación
comercial. Estas personas colectivas no tienen efectos sobre terceros que no
contraten con ellos, esas sociedades no forman parte de un nuevo centro de
imputaciones de derechos y deberes distinto a los miembros componentes.
Las personas colectivas tienen como resultado distinto a las físicas que la
capacidad de goce es prácticamente ilimitada (las extranjeras no pueden realizar
compraventa dentro de los 100 kilómetros en las fronteras y 50 kilómetros en
litoral), pero la capacidad de ejercicio queda estrictamente limitado a su objeto
social; es decir, la persona colectiva no puede hacer actos jurídicos distintos a su
objeto social, una sociedad civil no puede ejercer el comercio y una sociedad
anónima no puede celebrar actos estrictamente civiles sin que medie la relación
mercantil.
Las personas morales surgen por la necesidad de realizar actos jurídicos que no
pueden hacer las personas físicas en cuestión de patrimonio, objeto o razón
social; sin embargo, tienen elementos semejantes: todos ellos nacidos de la
ficción jurídica, el acta de nacimiento de una persona moral es el acta
constitutiva y la muerte es la disolución de la sociedad.
Evidentemente la “vida” de una asociación civil puede ser mucho más duradera
que el de una persona física, tomemos por ejemplo dos personas morales que
datan de la época virreinal, el Nacional Monte de Piedad y el ilustre y nacional
Colegio de Abogados de México, que tienen más de 200 años de existencia,
vigente y válida y que sigue en nuestros días, resulta obvio saber, que ninguna
de las personas físicas que fundaron dichas personas morales existe hoy en día.
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Actividad de Aprendizaje
Instrucciones:
Con la finalidad de reforzar los conocimientos adquiridos a lo largo de esta
sesión, ahora tendrás que realizar una actividad en la cual a través de un cuadro
comparativo expliques a las personas jurídicas, personas físicas y personas
colectivas.
Puedes realizarlo en cualquier programa, al final tendrás que guardarlo como
PDF para subirlo a la plataforma de la asignatura.
Recuerda que esta actividad te ayudará a entender y apropiarte de los
conocimientos sobre el tema.
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Referencias
Bibliográficas

Justiniano, O. (1960). Instituciones de Justiniano. Buenos Aires:

Kelsen, H. (1986). Teoría pura del derecho. México: UNAM.
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