Conciencia e Intencionalidad humana

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Conciencia e Intencionalidad humana el
enfoque de Douglass C. North
Por: Juan Manuel López Rivera
Universidad Autónoma Metropolitana
[email protected]
Primer Seminario Nacional de Economía Institucional
Fronteras del Análisis Económico de las Instituciones
17 y 18 de Noviembre de 2008
Introducción
El retorno de las instituciones es relevante para el desarrollo del análisis económico
contemporáneo, en relación con ello, la definición básica de las instituciones adquiere
un carácter preciso y riguroso conforme a los planteamientos de North. Las instituciones
son las reglas de juego que rigen el comportamiento de los sujetos, a los que
proporcionan la estructura de incentivos para incidir sobre los costos de transacción.
Tales reglas pueden ser de carácter formal (constituciones, leyes, normas) o informal
(costumbres, normas de conducta socialmente aceptadas).
North en su obra Instituciones, cambio institucional y desempeño económico, modifica
los supuestos neoclásicos sobre la conducta de los individuos, El análisis entre la
interacción entre precios relativos, cambio técnico e instituciones constituye una gran
aportación más la idea de la dependencia de la trayectoria (path dependance) donde
subraya lo fundamental de las condiciones institucionales iniciales y con esto problemas
de inversiones irreversibles, efectos de aprendizaje o expectativas adaptativas y explica
como los procesos acumulativos en el tiempo producen por si mismos resultados
económicos. La dependencia de la trayectoria explicaría por qué un estado social
ineficiente puede permanecer por tiempo indefinido, aun siendo plenamente conscientes
de esa ineficiencia los sujetos que lo padecen; la historia y el paso del tiempo importan,
sin embargo, en 1994 en el discurso que dio al recibir el premio Nóbel, trasladó el eje de
su investigación de los aspectos políticos a los factores mentales y cognitivos, y al
proceso de aprendizaje, fundamentales para comprender el desarrollo económico.
Ahora en el inicio de un nuevo siglo Douglas North sorprende rompiendo las
fronteras tradicionales de la ciencia económica con su obra La comprensión del proceso
del cambio económico. Estudiar este cambio es esencial para entender las claves del
éxito y del fracaso económico, del desarrollo y el atraso de las naciones, la obra es una
extensión de la nueva economía institucional que intenta comprender el proceso de
cambio económico, insertando las creencias, el aprendizaje, la política y la historia
como fundamentales para el desarrollo.
I.
Tipos de Instituciones
Las instituciones sirven para generar ambientes de coordinación y cooperación, pero
también pueden generar conflictos en las sociedades cuando los agentes negocian en el
intercambio o toman elecciones individuales o colectivas. North hace énfasis en que “la
función principal de las instituciones en la sociedad es reducir la incertidumbre
estableciendo una estructura estable pero no necesariamente eficiente, de la interacción
humana. Pero la estabilidad de las instituciones de ningún modo contradice el hecho de
que estén en cambio permanente.” (North, 1993: 16). A pesar de que no existe una
definición única sobre lo que son las instituciones, la definición de North es una de las
más ricas y complejas. “Las reglas del juego en una sociedad más formalmente son las
limitaciones ideadas por el hombre que dan forma a la interacción humana. Por
consiguiente, estructuran incentivos en el intercambio humano, sea político, social o
económico.” (North, 1993: 13)
Mantzavinos, North y Shariq (2001) nos ofrecen dos puntos de vistas de las
instituciones, uno es externo, él cual manifiesta que las instituciones están compartiendo
las regularidades del carácter o comparten las rutinas con la población. El punto de vista
interno nos dice que en las instituciones no hay nada más que compartir los esquemas
mentales o compartir las soluciones a los problemas sociales recurrentes. Estas
instituciones tiene diversos efectos, uno es la provisión de incentivos para crear
organizaciones. Las instituciones son las reglas del juego, las organizaciones son los
jugadores. Las organizaciones están compuestas por grupos de individuos que persiguen
un objetivo común. Por lo tanto la interacción entre instituciones y organizaciones es la
clave de un sistema político. (Mantazavinos et al, 2004)
Las instituciones se pueden distinguir en dos clases, las formales e informales.
La emergencia de las instituciones formales e informales es conducida por diversos
mecanismos. Las instituciones informales en una sociedad emergen y cambia en un
proceso espontáneo de interacción inducido por los resultados de acciones humanas.
Por ejemplo, los Estados surgen porque ellos proveen a los individuos de soluciones
para sus problemas de confianza y protección contra las agresiones de otras sociedades.
Las instituciones informales son producidas internamente, es decir, son endógenas a la
comunidad. Por comparación, las instituciones formales son impuestas externamente a
la comunidad como un producto exógeno de la evolución de las reglas de las relaciones
entre los individuos.
Las relaciones entre instituciones formales e informales son
importantes por razones políticas.
Las instituciones por su origen también pueden considerarse como sociales o
estatales. Las sociales pueden ser las convenciones y de creación espontánea. Las
estatales, tienen su origen en la iniciativa de un tercer partido, es decir, son impuestas a
los individuos su cumplimiento es forzado por el Estado. El cambio institucional es un
proceso complejo porque los cambios habidos al margen pueden ser consecuencia de los
cambios en cuanto a normas, limitaciones informales y diversas clases de efectividad y
observancia coercitiva. (North, 1993: 17) Por ellos las instituciones pueden cambiar de
un modo incremental. El proceso de un cambio social institucional puede ser
representado por la siguiente formula: Realidad = Creencias = Instituciones = Políticas
especificas = Resultados = Realidad. Esta formula muestra los mecanismos para llegar a
una realidad a través de la mente humana y porque la mente interpreta realidades, crea
conocimiento de su entorno y lo interpreta. Este es el mecanismo por el cual se puede
determinar un modelo socioeconómico que se encuentra en evolución. (Mantzavinos et
al, 2004)
II.
La Racionalidad limitada
La teoría neoclásica ha caracterizado al homo-economicus de tres características: la
racionalidad perfecta, la conducta maximizadora y el carácter egoísta. Así que esto nos
lleva a pensar que en una sociedad así, solo los agentes económicos que actúen según la
elección racional sobrevivirán (North, 1990a). Este tipo de elección implica que los
agentes poseen una racionalidad instrumental que les permite corregir sus modelos para
interpretar el mundo que los rodea (North, 1990b). En este escenario, como lo menciona
Simon (1986). No es necesario distinguir entre el mundo real y la percepción, y es
posible predecir sin error las decisiones del agente racional.
Por el contrario la nueva economía institucional niega los supuestos anteriores y
defiende un análisis más complejo situado en la motivación de los actores, como lo
manifiesta North (1990a) cuando afirma que el enfoque racional es deficiente por dos
motivos: 1) La motivación del individuo no sólo ni siempre es maximizar la riqueza: el
altruismo y las limitaciones autoimpuestas pueden motivar la conducta de los
individuos. 2) Los individuos procesan de forma subjetiva a partir de información
incompleta su entorno social, por lo que es necesario distinguir entre realidad y
percepción en los procesos de decisión.
De esta manera la nueva economía institucional hace más flexibles los supuestos
de maximización y egoísmo introduciendo la racionalidad limitada, conforme a la tesis
de Simon (1955). Desde esta perspectiva, se puede decir que el agente económico no
tiene información completa; y aunque la tuviese su limitada capacidad cognitiva le
impediría asimilar toda la información; y aunque fuera capaz de asimilarla toda, sus
procesos mentales computacionales quedarían desbordados y en el remoto caso de no
quedar desbordados, esos procesos surgen del modelo mental subjetivo inherente al
individuo. A través de este modelo mental subjetivo, el individuo se comporta con una
estrategia que busca su satisfacción personal, estrategia que no es posible justificar a
través del modelo de elección racional. En este sentido es preciso distinguir entre la
racionalidad sustantiva, que representa optimización objetiva, y una “racionalidad
procedimental”
que incorpora los limites cognitivos incluidos en el criterio de
satisfacción.
La noción de racionalidad limitada asume que los “individuos” no maximizan
porque están cognitivamente limitados y porque actúan en un mundo complejo no
ergodico. Debe de señalarse que la racionalidad limitada no es irracionalidad, y asume
que los agentes adoptan un comportamiento con la intención de conseguir determinados
objetivos. Esta intención es compatible con la constatación de que los individuos en
ocasiones toman decisiones que suponen un curso de acción equivocado para conseguir
los objetivos que se proponen. Si se adoptase la posición de racionalidad sustantiva, las
elecciones equivocadas que toman los individuos deberían ser clasificadas como
irracionales, pero de acuerdo a los planteamientos de Simon (1985) pueden ser
analizadas como formas de racionalidad limitadas.
La propuesta de racionalidad limitada complica el estudio de las decisiones
individuales y permite adentrarse en métodos de comportamiento y experimentales de la
psicología y la ciencia cognitiva que permite tomar en cuenta el conocimiento
especifico del contexto que tienen los individuos, su información y sus interacciones
(Goodin. 1999).
III.
Primera aproximación a la noción de mente
La mente, no es una substancia, no es un “ente” individual, sino múltiples y variados
tipos de procesos, de tal manera que, inicialmente podemos definir la mente como los
procesos mentales, entre los procesos mentales se encuentran las sensaciones
cinestésicas (las relativas a nuestro propio cuerpo), las sensaciones acerca del mundo
externo, las percepciones, los recuerdos, las imágenes mentales, los sentimientos, los
deseos, las creencias, etc.
Otra forma de acercarnos al fenómeno de la mente es “Utilizando conceptos
tomados del punto de vista de la teoría de la información, podemos distinguir cuatro
grupos principales de procesos mentales: 1) percepciones, esto es, recepción de la
información, 2) recuerdos o almacenamiento de información, 3) creencias, es decir,
disposición y ordenación de la información, y 4) voliciones o disposición de la
información con vistas a la ejecución de una acción” (Martínez-Freire 1995, 17)
IV.
Conciencia e intencionalidad la propuesta emergente
Jhon Searle enmarca a la conciencia como un fenómeno biológico producido a partir
de la ontología propia y la organización estructural-sistémica de los seres vivos. Esto no
significa que todos los seres vivos tienen conciencia; pera ésta aparece como una
propiedad causada fundamentalmente por ese modo de realidad que llamamos vida, por
lo biológico. La conciencia es así una “propiedad emergente” de la organización
biológica, con otras palabras podemos decir, “el cerebro es un órgano como cualquier
otro; es una máquina orgánica. La conciencia está causada por procesos neuronales de
bajo nivel en el cerebro, y es ella misma un rasgo del cerebro. Puesto que es un rasgo
que surge, emergente, a partir de ciertas actividades neuronales, podemos concebirla
como una “propiedad emergente” del cerebro. Una propiedad emergente de un sistema
es una propiedad que se puede explicar causalmente por la conducta de los elementos
del sistema; pero no es una propiedad de ninguno de los elementos individuales, y no se
puede explicar simplemente como un agregado de las propiedades de esos elementos.
Searle en su libro Minds, Brain and Science (1984), defiende la postura de que
cuerpo y mente interactúan puesto que los fenómenos mentales son rasgos del cerebro
diciendo que las propiedades mentales son propiedades emergentes de los sistemas
neurofisiológicos “…señala en hay cuatro rasgos de los fenómenos mentales (tomados
globalmente) difíciles de encajar en la concepción del mundo como compuesto de cosas
materiales. El mas importante de tales rasgos es la conciencia (aunque no todos los
procesos mentales sean conscientes), en el sentido, podemos añadir, de darnos cuenta de
lo que hacemos. Para Searle la conciencia es el hecho central de la existencia
específicamente humana y sin embargo, es difícil ver cómo sistemas meramente físicos
pueden tener conciencia. El segundo rasgo de la mente difícil de encajar en una
concepción materialista del mundo es la intencionalidad (aunque tampoco todos los
procesos mentales son intencionales), es decir, el rasgo mediante el cual nuestros
estados mentales se dirigen o refieren a objetos o estados de cosas del mundo distintos
de los propios estados mentales. Nuestros deseos, esperanzas, temores, creencias o
intenciones (entendidas estas como propósitos) tienen intencionalidad en cuanto se
refieren al mundo distinto de la mente y, sin embargo, es difícil concebir que una
realidad meramente material pueda representar algo. “(Martínez-Freire 1995, 128-129),
El tercer rasgo que menciona Searle es la subjetividad y el cuarto la causación mental.
V.
La interpretación de North
Para North la hipótesis de racionalidad no es útil para entender el abanico de
elecciones claves para el cambio económico en un mundo no ergodico. Los modelos
mentales que intentan interpretar y explicar el entorno, las creencias y las percepciones
de los individuos se interrelacionan con el contexto sociocultural y afectan las
elecciones. Entonces North se adentra en el estudio de la arquitectura genética de la
mente (en una perspectiva que va más allá de la concepción restrictiva de la psicología
evolutiva) y de las características del proceso cognitivo (más próximo a un modelo de
sistemas neuronales y estrategias no simbólicas que a uno de inteligencia artificial) Las
creencias y la cultura son claves para reducir la incertidumbre en la toma de decisiones
y para la supervivencia de la sociedad.
North destaca dos rasgos característicos de la acción humana: la capacidad de
ser concientes y la intencionalidad mostrando que debido a estos rasgos, el ser humano
busca crear instituciones que den cierto orden. Pero en la transición de un sistema de
creencias construido para ordenar el entorno físico a uno capaz de ordenar el entorno
humano no hay garantías de éxito y tampoco de cambio institucional. Esta es una de las
grandes dificultades para establecer una senda de desarrollo económico. La búsqueda
del orden puede llegar a producir una conformidad con las instituciones que elimina la
diversidad y reduce las posibilidades de adaptación.
Para North y Denzau las redes de compromiso cívico son espacios de acumulación de
experiencias y saberes colectivos que ofrecen información para futuras colaboraciones y
van modelando la cultura social. Además estas redes de compromiso cívico, permiten
disminuir la incertidumbre y proveer de información para formar marcos interpretativos
de los ambientes y prescribir modelos de comportamiento que ayudan a constituir y
reforzar la reciprocidad entre individuos, esta cultura social (North & Denzau, 1993)
son modelos mentales entendidos como las representaciones internas que crean los
sistemas cognitivos para interpretar el ambiente. Bajo condiciones de ambigüedad e
incertidumbre a nivel individual el problema de tomar decisiones, la historia cultural
común y las experiencias de los modelos mentales, ideologías e instituciones ayudan a
interpretar sus ambientes; estos sirven para darle sentido del mundo que les rodea,
permiten lazos de confianza dentro de determinados espacios.
VI.
Los modelos mentales
El análisis de distintas experiencias históricas y contemporáneas muestra que la
elección racional no ha existido; los mitos, las ideologías, los dogmas y las ideas en
general importan (North 1990a, 1994). En este sentido, el estudio de la evolución de las
instituciones y los procesos de aprendizaje y competencia es fundamental.
Un punto de partida básico es que la toma de decisiones de los individuos se hace en
un ambiente de gran incertidumbre. De aquí se justifica la relevancia de la
interpretación del mundo que hacen los individuos, a partir de sus procesos de
aprendizaje.
Los individuos desarrollan una estructura mental con las que interpretan las señales
recibidas a través de los sentidos. Esta estructura tiene una base genética pero incorpora
también un material que proviene de las experiencias de los individuos, tanto de
aquellas ocasionadas por su entorno físico como de aquellas otras derivadas del medio
sociocultural y lingüístico. Los individuos forman modelos mentales que le sirven para
explicarse e interpretar el ambiente y que están compuestos por unas clasificaciones que
ordenan las percepciones, y a las que denominamos categorías. A través de sus
experiencias diarias, los individuos se retroalimentan de tal forma que pueden modificar
sus modelos mentales y sus categorías, generándose un proceso de aprendizaje. En estos
procesos es relevante la capacidad humana de pasar de lo particular a lo general que es
fuente del pensamiento creativo, de las ideologías y de los sistemas de creencias en que
se basa la elección humana (North, 1994).
En otras palabras, en la configuración de los modelos mentales existe una basé
genética, pero gran parte de los mismos se desarrolla como resultado de las experiencias
vividas por el individuo en un mundo con instituciones a través de un proceso de
aprendizaje que relaciona a las generaciones actuales con las pasadas. De este modo, los
modelos mentales subjetivos son individuales y por tanto diferentes en cada individuo.
Son los modelos mentales los que permiten al individuo tomar decisiones ante
situaciones complejas con alta incertidumbre, gracias a que aprende inductivamente de
experiencias anteriores a través de algún tipo de modelo mental.
Asimismo, la interpretación que los individuos realizan de su entorno va a depender
de ese aprendizaje (Denzau y North, 1994). La experiencia acumulativa de generaciones
pasadas se incorpora a través de la cultura, existiendo un proceso de transmisión del
conocimiento acumulado a lo largo de tiempo. La herencia cultural común reduce la
divergencia entre los modelos mentales que la gente tiene en una sociedad (North,
1994), aunque la información que reciben los individuos es en muchos casos tan
incompleta que esos modelos no tienden a converger (North, 1990a). En estos casos se
produce una situación posible de equilibrios múltiples (Denzau y North, 1994). De este
modo el individuo no es un ser pasivo cuya conducta sea determinada por las
instituciones, sino que en el modelo subjetivo de decisión va a residir parte del carácter
activo y libre de los individuos.
North (1994) destaca que “la historia demuestra que las ideas, las ideologías, los
mitos, los dogmas y los prejuicios importan”, y es necesario comprender como
evolucionan. Desde esta óptica las ideologías son marcos compartidos de modelos
mentales que incluyen tanto una interpretación del entorno como una prescripción sobre
como este debería ser estructurado.
Los modelos mentales están estrechamente vinculados con las instituciones. “Las
estructuras de creencias son transformadas en estructuras sociales y económicas por las
instituciones, las cuales incluyen tanto reglas formales como normas de conducta
informales, existe una relación cercana entre los modelos mentales y las instituciones,
Los primeros son las representaciones internas que los sistemas cognitivos individuales
crean para interpretar el ambiente; las segundas son los mecanismos externos a la mente
que los individuos crean para estructurar y ordenar el ambiente” (North, 1994; Denzau y
North, 1994). Los modelos mentales son hasta cierto punto únicos a cada individuo,
mientras las ideologías y las instituciones responden a percepciones más generales que
ordenan el entorno.
Mantzavinos, North y Sharif (2001) señalan que “desde el punto de vista del
observador
científico,
las
instituciones
son
regularidades
compartidas
de
comportamiento o rutinas de una población; desde un punto de vista interno, las
instituciones no son más que los modelos mentales o soluciones compartidas a
problemas recurrentes de interacción social situadas en la mente de la gente”.
Las instituciones y las creencias establecen además los impulsos a la acumulación
de conocimiento científico y de capital humano en una sociedad, elementos clave para
el desarrollo económico, y vinculados a los procesos de aprendizaje. En este sentido,
North (2005) sostiene que las creencias son el elemento clave para comprender los
procesos de cambio económico.
VII.
Conciencia e intencionalidad en North
La naturaleza de la conciencia ha ocupado el pensamiento de algunas de las mentes
más brillantes en filosofía, ciencias cognitivas, y psicología; y a pesar de eso, aun se
esta muy lejos de explicarse, el punto de vista de John Searle se enmarca en una
perspectiva biologista: la conciencia es un fenómeno biológico producido a partir de la
ontología propia y la organización estructural-sistémica de los seres humanos. La
conciencia es así una propiedad “emergente” de la organización biológica. Resumiendo
el cerebro es un órgano como cualquier otro; es una maquina orgánica. La conciencia
está causada por procesos neuronales de bajo nivel en el cerebro, y es ella misma un
rasgo del cerebro. Puesto que es un rasgo que surge, emergente, a partir de ciertas
actividades neuronales, podemos concebirla como una “propiedad emergente” del
cerebro. Una propiedad emergente de un sistema es una propiedad que se puede explicar
causalmente por la conducta de los elementos del sistema; pero no es una propiedad de
ninguno de los elementos individuales, y no se puede explicar como un agregado de las
propiedades de esos elementos.
La conciencia desde este enfoque es causada por las redes neuronales; más
exactamente por los procesos neurales de bajo nivel, por la ontología más profunda de
su estructura físico-neural. Pero lo que las redes neurales producen son los qualia. El
cerebro manipula activaciones neurales que permiten evocar por ejemplo la palabra
“arbol”, pronunciarla emitiendo ciertos fonemas, saber por su contenido semántico qué
significa en el mundo real, e incluso evocar la imagen interna que corresponde a la
realidad árbol presente en el mundo real. Por ello el cerebro es mucho más que un
ordenador.
North no intenta dar una explicación profunda o amplia de estos temas, pero si,
construir a partir de lo que se conoce de la conciencia, una base que proporcione los
fundamentos para comprender el proceso del cambio económico. Específicamente
explicar la variedad extraordinaria de las acciones humanas, la creatividad de Mozart o
la maldad de Hitler,
la intolerancia y desacuerdo entre católicos, protestantes y
musulmanes o la solidaridad surgida de eventos como el temblor ocurrido en México en
1985, sistemas de creencias que producen individuos y sociedades con características
específicas que guían y protagonizan un amplio patrón del comportamiento social el
cual esta correlacionado de forma positiva con el cambio económico.
VIII.
Conciencia primaria y conciencia de orden superior
La conciencia es frecuentemente dividida en dos niveles, conciencia primaria o
nuclear y conciencia de orden superior o extendida. La primera es el estado mental
conciente de las cosas en el mundo – la capacidad de generar imágenes mentales en el
presente. Esta característica es no lingüística ni semántica-.
“La conciencia primaria (figura 1) surge como resultado de las interacciones
reentrantes entre las áreas del cerebro que median en la memoria valor-categoría y
aquellas que median en la categorización perceptiva. Una consecuencia de tales
iteracciones es la construcción de una escena. El origen principal de estas transacciones
es el núcleo dinámico, cuya base hay que situarla en el sistema tálamo cortical. La
complejidad de este núcleo es enorme, pero, como resultado de la reentrada dinámica,
ciertos estados degenerados pueden producir resultados coherentes y la habilidad para
distinguir diversas combinaciones modales en un espacio multi dimensional de qualia.
Esta capacidad de discriminación dentro de una escena unitaria es exactamente lo que
defino como conciencia primaria. Las propiedades de la conciencia, individuales,
subjetivas y privilegiadas, emergen en parte debido a sistemas corporales que no son
sólo las fuentes más tempranas sino las predominantes continuamente en la
categorización perceptiva.” (Edelman 2004)
Figura 1: Camino de reentradas que conduce a la conciencia primaria
“La conciencia de orden superior o conciencia extendida (figura 2) involucra la
capacidad del individuo de reconocerse así mismo en sus acciones y sus afectos. Esto
personifica el modelo de persona en el pasado y en el futuro tan bien como en el
presente; La conciencia de orden superior, permite a su poseedor ser consciente de ser
consciente, tener un yo nombrable definido socialmente, y tener un concepto del pasado
y del futuro, surge por la evolución de capacidades de reentradas adicionales. Esto
ocurre cuando las áreas de formación de conceptos involucradas en la conciencia
primaria se encadenan por circuitos reentrantes a las áreas responsables de la capacidad
semántica. Presente en primates superiores, alcanza su máxima expresión en los seres
humanos, que poseen una verdadera capacidad lingüística. La habilidad de encadenar
los elementos de un léxico por medios sintácticos aumenta el rango de expresión
reentrante”. (Edelman, 2004)
Figura 2: Evolución de la conciencia de orden superior
IX.
Circuitos neurales, imágenes y aprendizaje
La investigación de Damasio se centro en la neurología de la mente: las redes,
sistemas, subsistemas neurales en interrelación que soportan el funcionamiento de la
memoria, del lenguaje, de la toma de decisiones, pero, sobre todo, del conocimiento y
de las emociones. La emoción, en efecto, y su relación radical con el conocimiento y la
constitución del yo, son probablemente los temas centrales en la investigación de
Damasio.
La mente humana comienza a construirse para Damasio desde el momento que un
sujeto psíquico formado evolutivamente siente ciertos sistemas de imágenes, producidos
por ciertos sistemas de redes neuronales en su sistema nervioso, y actúa sobre ellas
manipulándolas en procesos de cognición pensamiento orientados a la supervivencia
óptima en el medio. Su teoría de la mente, en consecuencia, estará así constituida por
aquel conjunto de evidencias empíricas y
teóricas que permiten explicar
científicamente que una mente así entendida existe y es real.
Para Damasio poseer una mente significa que un organismo forma representaciones
neurales que pueden convertirse en imágenes, ser manipuladas en un proceso
denominado pensamiento, y eventualmente influir en el comportamiento al ayudar a
predecir el futuro, planificar en consecuencia y elegir la siguiente acción. En esto reside
la base de la neurobiología: el proceso mediante el cual las representaciones neurales.
Que consisten en modificaciones biológicas creadas mediante el aprendizaje en un
circuito neural, se convierten en imágenes en la mente. En este análisis están
involucrados cuatro factores: a) las imágenes son producidas por circuitos neurales; b)
las imágenes son sentidas, producen sensación o son sensación; c) estas sensaciones son
sentidas por un sujeto que “siente que le pertenecen”; d) son manipuladas en un proceso
-al parecer controlado por ese sujeto- que llamamos pensamiento en orden a la
planificación de una acción de supervivencia en el medio.
Las imágenes son esenciales para que haya una mente, las imágenes son producidas
por ciertos circuitos neurales que se forman y se transforman en función del
aprendizaje; esto es, en dependencia de las relaciones del organismo con el medio
interno y externo (modelos mentales e instituciones, según North).
A la hora de estudiar como la mente afronta los problemas de complejidad, resulta
pues necesario explorar cómo se producen los procesos de aprendizaje, de entrada
podemos distinguir dos niveles en estos procesos de aprendizaje: 1) el aprendizaje que
desarrolla una estructura que da sentido a las señales recibidas por los sentidos, con
influencias tanto del entorno físico como del entorno lingüístico y sociocultural. En él,
las categorías y los modelos mentales evolucionaran en función de las experiencias
repetitivas y de nuevas experiencias; 2) El aprendizaje que no afecta a las categorías ni
conceptos pero que afecta las ideas y a la aplicabilidad del conocimiento existente.
Ambos procesos explican la dinámica del aprendizaje (Denzau y North, 1994).
Al destacar la importancia de los procesos de aprendizaje, North (1994, 2005)
recoge la noción de aprendizaje colectivo de Hayek (1952, 1960), señalando que las
experiencias del pasado están incorporadas a la selección de las instituciones, la
tecnología, el lenguaje y la forma de hacer las cosas. El aprendizaje aparece como un
proceso acumulativo filtrado por la cultura de una sociedad, aunque no hay garantía de
que exista un proceso de ajuste que garantice que la experiencia acumulada permita
resolver los problemas de la misma forma en una sociedad o en otra.
El proceso de aprendizaje está afectado por la forma en que cada sistema de
creencias filtra la información de las experiencias y por las experiencias que se viven en
cada lugar y momento histórico
Edelman admite la existencia fenomenológica de la conciencia, de los qualia, y su
función causal en la conducta (en humanos pero también en animales) la memoria es la
condición que hace posible la eficacia adaptativa del organismo. En realidad depende de
la categorización perceptual previa; se “registra” en efecto, aquello que previamente ha
sido sentido o percibido y la memoria produce aprendizaje. La categorización significa
que el sistema perceptivo permite ver el mundo especificado en categorías
Edelman dice que la conciencia es algo que “emerge” en la evolución, antes no
había conciencia solo sistemas de categorización perceptual, memoria y aprendizaje, la
conciencia es personal, intencional y volitiva.
La historia no es una simple crónica, sino una interpretación rodeada de conjeturas
de causas y valores. La ciencia ha surgido dentro de la historia, como un intento de
describir con considerable certeza, los limites del mundo (Edelman 1992, 162). Tal vez
nunca se pueda desenredar la compleja interconexión entre la genética y los atributos
culturales, pero la combinación de ambas permiten darle sentido a la condición humana
por encima del tiempo, incluso si algunas de las combinaciones son afirmaciones
arbitrarias en este punto.
Nuestra historia es la de la expansión de la conciencia esencial; hay dos
características clave en esta expansión. La primera es el desarrollo del amplio horizonte
de la conciencia imaginativa, encarnada en supersticiones, mitos, y dogmas religiosos;
La segunda es el desarrollo incremental de las instituciones cada vez más complejas y
de la estructura artefactual que refleja la intencionalidad de la conciencia (Edelman
1992, 112) y reglamenta esta compleja estructura de forma continúa.
La conciencia extendida obliga a los seres humanos a confrontar y desarrollar
explicaciones de características observables en el medio ambiente, no susceptibles de
explicarse directamente, estos rasgos evolucionan a través del aprendizaje sobre el
entorno físico inmediato. “La conciencia de orden superior conduce a la riqueza, lo
cognitivo, lo afectivo, los sentimientos (qualia), los pensamientos, las emociones, la
autoconciencia, la voluntad y la imaginación. Lo que permite construir objetos mentales
artificiales como las fantasías” (ibid., 198). La conciencia subyace en creencias
supernaturales no racionales, las cuales son atributos universales de todas las sociedades
humanas y por lo tanto parecen reflejar cualidades innatas de la mente.
Incrementar la autoconciencia siempre ha guiado al ser humano a realizar mayores
esfuerzos para estructurar su ámbito, a medida que el lenguaje se desarrolla y luego el
sistema de almacenamiento simbólico hace posible avanzar hacia formas más complejas
de la organización humana. Edelman resume este asunto como sigue:
El significado toma forma en términos de conceptos que dependen de categorizaciones basadas
en valores. Esto madura a través de la historia a partir de las sensaciones recordadas y las
imágenes mentales. La mezcla de eventos es individual y, en gran medida, impredecible. Cuando
en la sociedad, las capacidades lingüísticas y semánticas surgen y las oraciones implican
metáforas que están ligadas o vinculadas al pensamiento, la capacidad de crear nuevos modelos
del mundo crece a una tasa exponencial. Pero uno debe recordar eso, porque como esta
vinculado con el valor y el concepto en si mismo, este sistema de significado casi nunca esta
libre de ser afectado; de las emociones de la persona en particular. (1992, 170)
La extensa variedad de experiencias en diferentes escenarios ha producido una
inmensidad de culturas, con diferentes creencias emanadas de mitos e instituciones; el
punto importante a destacar es la compleja interacción entre las predisposiciones
genéticas
y la variedad de experiencias que puede dar
punto de partida para
comprender el proceso de cambio social y económico. Las normas informales
desarrollan la combinación de inferencias morales de origen genético vinculadas a los
objetivos propios de la intencionalidad humana que proveen el eje de lo que debemos
entender por cultura. La influencia poderosa de los mitos, supersticiones y dogmas
religiosos determinan y conforman el rol y el orden establecido en las sociedades en sus
etapas tempranas. La conformación de la ideología actualmente es la mayor fuerza en
la reducción de costos para mantener el orden, pero tiene un problema, impide el
cambio institucional, ya que aparta de las normas y sirve de fuente de innumerables
conflictos humanos, como el choque religioso; de esta manera, la expansión de la
conciencia no es fuente solo de bondades como la creatividad y la posibilidad de
riqueza de las civilizaciones, sino antagónicamente también es fuente de aspectos
negativos como intolerancia, prejuicio y conflicto. Esto nos demuestra la importancia
central de la intencionalidad en el rol de las sociedades.
La conformidad puede ser costosa en un mundo con incertidumbre, ya que en el
largo plazo produce estancamiento y decadencia confrontando los nuevos retos en un
mundo no ergodico que requiere de la creación de instituciones innovadoras porque
nadie puede conocer a priori la senda correcta de supervivencia. Por consiguiente, la
diversidad institucional permite tener un mayor rango de opciones que aumenten las
posibilidades. La fuente fundamental de la creatividad ha sido la evolución de la
diversidad de instituciones en general.
El desarrollo de las instituciones ha dado como resultado estructuras cada vez
más complejas, que tienen como objetivo resolver de manera novedosa problemas de la
sociedad. Las instituciones son estructuras que alientan a las sociedades a producir,
invertir, expandir, y aplicar el conocimiento para resolver los problemas de escasez
humana.
La importancia que la conciencia ha tenido para incentivar la expansión del
potencial de la creatividad humana en combinación con diversa culturas ha producido
una amplia gama de soluciones a los nuevos problemas que los seres humanos han
confrontado como resultado de estos cambios. Pero estas respuestas no siempre han sido
creativas o productivas, algunas veces la forma como la experiencia ha interactuado con
la conciencia ha tenido como resultado el estancamiento y la decadencia dando como
resultado un retroceso y la pérdida de oportunidades para algunas sociedades en un
contexto cada vez más dinámico. Los problemas que surgen en la transición de un
sistema de creencias construido para ordenar el entorno físico a uno capaz de ordenar el
entorno humano es el núcleo de los problemas del desarrollo económico.
Una combinación de “estados mentales” caracteriza la conciencia humana
individual y la evolución del marco institucional como fuente de desarrollo económico.
La diversidad que se observa en esta condición humana permite la existencia de la
creatividad y del desarrollo imaginativo. Podemos hacer progresos
revisando la
evidencia empírica en la naturaleza del aprendizaje y la interacción humana en la
absorción de ese aprendizaje en diferentes escenarios sociales.
X.
Conclusiones
El enfoque de North parte de varias premisas: el ámbito humano es un escenario
dinámico y no ergódico (no lineal) en continuo cambio y con altos niveles de
incertidumbre; los seres humanos intentan estructurar ese entorno y disminuir la
incertidumbre; las decisiones de los individuos son frutos de sus intenciones, pero éstas
no se convierten directamente en los resultados deseados; los modelos mentales
subjetivos, las creencias, las percepciones y la cultura influyen en el cambio económico;
las creencias de la sociedad terminan determinado la estructura de las instituciones y la
capacidad adaptativa de las sociedades en un mundo no ergódico, es fundamental para
el desempeño económico en el largo plazo.
Como consecuencia se puede decir que: el desarrollo económico no está
garantizado para todas las naciones esto es debido a que el sistema de creencias y las
instituciones determinan la posibilidad de desarrollo; cuando se realicen estrategias de
desarrollo debe de tomarse en cuenta la complejidad e interdependencia de la matriz
institucional; las instituciones formales deben ser coherentes con las informales y con
los mecanismos de supervisión y coerción, ya que el simple cambio de las reglas
formales no garantiza el éxito de los efectos que se buscan; el marco institucional debe
garantizar un escenario de orden en el que el Estado se comprometa creíblemente a
respetar los derechos políticos y económicos; las instituciones surgidas en los países
desarrollados no deben de trasladarse indiscriminadamente a países emergentes como
México ya que la sociedad y su sistema de creencias cuentan tanto en el desarrollo
como en la dependencia de la trayectoria; la estructura de incentivos que establece la
sociedad es esencial para el desarrollo; las instituciones que favorecen el desarrollo son
aquellas que se pueden adaptar a las contingencias, que permiten los procesos de prueba
y error, y tienen capacidad para eliminar las soluciones no eficaces.
Douglass North en su libro La comprensión del cambio económico logra
transmitir el cambio económico desde el punto de vista de un historiador, que conoce
bien los avances de la teoría económica abordando temas con rigor y realismo desde un
enfoque multidisciplinario que trata de integrar los factores políticos culturales, sociales,
cognitivos e históricos “construyendo un puente” entre la ciencia económica y la ciencia
cognitiva como una propuesta novedosa para entender el cambio económico.
Las críticas a la racionalidad tradicional deben llevar a teorías alternativas y los
aportes de otros campos científicos son indispensables para superar las dificultades que
hoy enfrentan los economistas conductistas.
Las conclusiones son consistentes con la idea expresada anteriormente de que el
comportamiento racional no sirve en un mundo no lineal para entender las elecciones de
los agentes económicos por si solas, las creencias y las percepciones de los individuos
se interconectan con su contexto sociocultural y esto afecta sus elecciones. Por lo que
los sistemas de creencias son el fundamento de la sociedad y de las instituciones, y el
aprendizaje y los conocimientos determinan el límite del bienestar humano a través de
la estructura mental y cultural, estos deben de facilitar la adaptación a nuevas
experiencias. La conjugación de la demografía, el stock de conocimiento y la estructura
institucional da forma al proceso del cambio económico.
El escenario social propuesto por los antropólogos en sus investigaciones
empíricas se da en un mundo con incertidumbre orientado al entorno físico. Por lo tanto
si nosotros explicamos la amplia distancia entre naciones ricas y pobres debemos
explorar las diferentes experiencias de las sociedades a través del tiempo y las
implicaciones de estas experiencias surgidas de diferentes sistemas de creencias
producidos ampliamente por múltiples habilidades y capacidades heterogéneas con el
fin de confrontar y resolver los problemas surgidos en el ámbito humano. La conciencia
humana y su consecuente intencionalidad nos enseña en el contexto evolutivo un énfasis
hacia lo mas complejo, culturas interdependientes han producido diversas estructuras
institucionales que han dado explicación a variadas características del desempeño de las
sociedades, e incrementa el entendimiento del proceso del cambio el cual debe ser más
integrado.
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