consultas Juana Martínez Ondoño Secretaria de Organización FRE CCOO VOTO EN LOS ORGANOS COLEGIADOS: Claustros, Consejos escolares, Departamentos, Tribunales de oposición, etc. Se nos plantean con cierta frecuencia diversas dudas sobre que se puede y que no se puede hacer a la hora de votar en las reuniones de órganos colegiados. Se nos pregunta, normalmente después de haberlo hecho, si se puede votar en blanco, o abstenerse de participar en la votación. ESTA ES una cuestión que esta resulta, desde el punto de vista jurídico, desde hace ya dos décadas. Así la Ley 30/1992, de 26 de noviembre de Régimen Jurídico de las Administraciones Públicas y del Procedimiento Administrativo Común en el Capítulo II, sobre órganos colegiados (como es el Claustro de profesores) en su artículo 24.1.c. especifica la obligación de votar de los funcionarios, autoridades (ahora todos los docentes lo somos) o empleados que forman parte como tales de un órgano colegiado de la Administracion Pública. Su redacción es muy clara: “C).Ejercer su derecho al voto y formular su voto particular, así como expresar el sentido de su voto y los motivos que lo justifican. No podrán abstenerse en las votaciones quienes por su cualidad de autoridades o personal al servicio de las Administraciones Públicas, tengan la condición de miembros de órganos colegiados”. A pesar de lo anterior podríamos considerar que en las votaciones secretas sí se mantiene la posibilidad de votar en blanco, por vacío legal o imposibilidad de control, aunque entendemos que el espíritu de la ley sugiere que las votaciones tienen que ser no inhibitorias, es decir, afirmativas o negativas. Y desde luego no se puede votar en blanco a mano alzada: la mesa debe contabilizar los votos a favor, y los votos en contra. Quienes se abstengan deben justificarlo –si es que se desea actuar ateniéndose a la legalidaden base a alguna de las razones expresadas, en la propia Ley 30/92, art. 28. 2.: “a) Tener interés personal en el asunto de que se trate o en otro en cuya resolución pudiera influir la de aquél; ser administra- dor de sociedad o entidad interesada, o tener cuestión litigiosa pendiente con algún interesado. b) Tener parentesco de consanguinidad dentro del cuarto grado o de afinidad dentro del segundo, con cualquiera de los interesados, con los administradores de entidades o sociedades interesadas y también con los asesores, representantes legales o mandatarios que intervengan en el procedimiento, así como compartir despacho profesional o estar asociado con éstos para el asesoramiento, la representación o el mandato. c) Tener amistad íntima o enemistad manifiesta con alguna de las personas mencionadas en el apartado anterior. d) Haber tenido intervención como perito o como testigo en el procedimiento de que se trate. e) Tener relación de servicio con persona natural o jurídica interesada directamente en el asunto, o haberle prestado en los dos últimos años servicios profesionales de cualquier tipo y en cualquier circunstancia o lugar.” Para que en un órgano colegiado se pase de una votación a mano alzada a hacerse secreta, lo deben manifestar la mayoría relativa o absoluta de sus miembros; el que sea necesaria una u otra dependerá de la existencia de un reglamento que así lo establezca (en el caso de los centros educativos el Reglamento de Régimen Interno), si no existe reglamento habrá que estar a lo que se decida en el propio órgano, pero la decisión nunca puede estar supeditada a que se adopte por unanimidad, ya que ninguna norma así lo establece y hay que aplicar el principio democrático de mayoría en la toma de decisiones de los órganos colegiados. En caso de no estar de acuerdo con una decisión adoptada en un órgano colegiado del que se forme parte se puede actuar conforme a lo que establece el artículo 27. 3. de la mencionada LRJPAC: “3. Los miembros que discrepen del acuerdo mayoritario podrán formular voto particular por escrito en el plazo de cuarenta y ocho horas, que se incorporará al texto aprobado.”. Votar en contra o abstenerse (por alguna de las causas arriba indicadas) no solo no puede comportar consecuencias negativas sino que según el punto 4 del artículo 27 puede suponer una garantía para quienes adoptan esta posición: “4. Cuando los miembros del órgano voten en contra o se abstengan, quedarán exentos de la responsabilidad que, en su caso, pueda derivarse de los acuerdos.” Finalmente hay que recordar que los docentes tenemos la obligación de asistir (salvo la existencia de causa justificada) a las reuniones del Claustro y a cuantas reuniones de órganos colegiados seamos convocados, siempre que seamos miembros de los mismos, caso de Departamentos, Ciclos, Comisiones de coordinación pedagógica, Consejos escolares, etc. Recordar que los docentes tenemos la obligación de asistir a las reuniones del Claustro y a cuantas reuniones de órganos colegiados seamos convocados, siempre que seamos miembros de los mismos 23