La vida de los antiguos habitantes de Teopanzolco

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La vida de los antiguos habitantes de
Teopanzolco
Arqlga. Barbara Konieczna Z.
C
uando visitamos zonas arqueológicas, tenemos a la vista los restos de todo
tipo de construcciones, desnudas en su mayoría de la esplendorosa
decoración que los cubría y que se conservaron hasta nuestros días como
testigos de una presencia humana que en algún momento histórico los convertía en
bulliciosas ciudades o aldeas. Nos preguntamos entonces ¿como vivía esta gente
en aquella época? Muchos se acuerdan de la controvertida película Apocalypto,
en la cual el director de la cinta trato ambientar la vida de un grupo aldeano de la
cultura maya peninsular, en caso concreto, narrar una guerra florida. La presentación
bastante fiel de aquella época fue basada en la investigación de la documentación
iconográfica que aportan los códices, pintura mural, cerámica, entre otros.
En caso de la zona arqueológica de Teopanzolco la interpretación de la vida
cotidiana de este lugar se puede basar en los hallazgos arqueológicos. Para esta área
no tenemos fuentes escritas directas, y solo se puede inferir más información a
través de la interpretación de la iconografía mexica de altiplano central y sobre todo,
de las descripciones que hicieron los cronistas de siglo XVI sobre el recinto sagrado
de Tenochtitlan. La presencia mexica en Teopanzolco está bien confirmada, así
que estas analogías se puede considerar válidas.
En actualidad, del antiguo asentamiento de Teopanzolco solo quedan edificios del
área central de culto religioso y algunos vestigios de tipo palaciego y casas habitación.
El resto de la antigua ciudad quedó destruida y sepultada bajo las construcciones
modernas de Cuernavaca. En la plaza rodeada por las construcciones rituales, los
antiguos habitantes de Teopanzolco realizaban ceremonias para venerar sus dioses.
El gran basamento, cubierto de estuco y pintado en brillantes colores sostenía en
la parte superior dos templos, uno dedicado a Huitzilopochtli y el otro a Tláloc.
La descripción de estos templos en Tenochtitlan, encontramos en los escritos del
cronista Fray Bernardino de Sahagun. Este fraile de siglo XVI describe todo el
recinto ceremonial de Tenochtitlan como un espacio cerrado, muy amplio, lleno
de templos, cada uno dedicado a diferente deidad. La altura de los templos variaba,
pero el más alto era el que era en medio de todos, dedicado a Huitzilopochtli
(templo principal) y a Tláloc. Los templos eran cubiertos por un capitel sobre el
cual estaban puestas las insignias de cada una de estas deidades. Al interior de cada
uno, había estatuas que representaban a Tláloc y Huitzilopochtli, respectivamente.
Delante de cada uno de los templos había una piedra redonda, llamada techcatl, un
poco puntiaguda, sobre la cual se hacían sacrificios. Desde la piedra hacia abajo
estaba regada mucha sangre que corría por las escaleras.
Otro cronista, Fray Diego Duran amplia la información sobre los templos. Narra que
el ídolo de Huitzilopochtli siempre estaba puesto en un altar alto y estaba adornado
con mantas, joyas, plumas, adornos de oro, rodelas de plumas y todo de valor que se
podía tener. Estaba tapado con una cortina para que se le guardara más reverencia.
Junto a este templo había el de Tláloc, menos adornado que el anterior, también
con una figura de esta deidad adentro. Fuera de estos dos ídolos principales, había
otros, bien tallados y colocados por todos lados, en las esquinas, al interior y a la
entrada. Algunos servían como antorchas que alumbraban el lugar.
La plaza principal a la que bajaban las escaleras de los templos descritos, estaba
con piso estucado, blanco. Alrededor había pequeños basamentos y plataformas,
con los templos arriba. Todo estaba cubierto con aplanados y pintado. Uno de los
templos llamaba atención. Era colocado sobre un basamento circular y el templo
tenía un techo cónico alto, de zacate. Era el templo de Ehecatl, deidad de viento.
Adentro de este templo, al igual como en otros, se encontraba la estatua de este
ídolo, representada por un hombre con mascara bucal en forma de pico de pájaro.
En la plaza se realizaban las ceremonias, de acuerdo con el calendario ritual. Los
sacrificios dedicados a los dioses eran frecuentes. Restos de los sacrificados eran
Cimientos de una casa habitación en Teopanzolco
Entierro infantil dentro de una olla
ofrendados en espacios especiales, como lo es una de las pequeñas plataformas
en la esquina suroeste de la plaza. Allí se depositaron los restos de 92 sacrificados,
hombres, mujeres y niños, acompañados de objetos de ofrenda.
La gente común vivía en casas que se extendían hacia el sur, rumbo a Amatlan.
Actualmente, de estas casas solo se conservan los cimientos de piedra. Las paredes
debían ser de material perecedero, posiblemente bajareque. Eran casas chicas, de
dos-tres piezas. La actividad de cocinar o artesanal, se realizaba fuera de la casa.
Una de estas casas se encontró en la parte sur de la zona arqueológica. Los muertos
se colocaban abajo del piso de las casas, acompañados con ofrendas de ollas y
cajetes. Había también otro tipo de entierro, como el que se encontró en la esquina
de la mencionada casa. Eran restos de un infante que se cremó y luego se depositó
sus cenizas dentro de una olla, tapada con un cajete. A este entierro le acompañaron
restos de un perro, rito descrito por muchos cronistas. Se creía que el perro ayudaba
en la travesía al más allá.
La gente vestía ropas de ixtle y solo los de más alta sociedad, usaban ropa de algodón.
En Teopanzolco se tejía mucho algodón. Esta tarea básicamente correspondía a las
mujeres, pero también los hombres podían realizarla. La población del antiguo
territorio de Morelos era una de las principales proveedoras de algodón a los
mercados de imperio mexica. La carga tributaria implantada por los mexicas sobre
esta tierra, era en gran medida destinada a la entrega de todo tipo de mantas de
algodón. Se tejían grandes cantidades de mantas simples pero también decoradas y
bordadas. Numerosos malacates (peso para huso de hilar) se encontraron en todo el
área excavada de Teopanzolco.
Los habitantes de este asentamiento, se abastecían de agua de un apantle muy cercano
que corría desde las montañas del Ajusco hacia el sur, lo que es actualmente avenida
Teopanzolco. Los ojos de agua de Gualupita y de Pilcaya eran más distantes, aunque
hacia aquel rumbo bajaban amplias terrazas que daban un aspecto de majestuosidad
al recinto ceremonial. Las tierras de cultivo debían estar rumbo a Amatlan, donde
abundaba agua y buena tierra. De allí se debía proveer de los cultivos de maíz, frijol,
calabaza, chile y otros cultivos menores. No se puede afirmar si en estas también se
cultivaba algodón, tan solicitado por los mexicas.
Como sabemos, en época prehispánica no se usaban utensilios de metal. En
Teopanzolco sus habitantes tenían grandes talleres de producción de herramientas
de obsidiana. Este material no era local y tenía que ser producto del comercio con
otros lugares, como lo pudo ser Sierra de Navajas de Hidalgo, Otumba de Edo. De
México u otros sitios. Los talleres se encontraban rumbo al suroeste del recinto
ceremonial, lo que hoy es la calle Popocatépetl. La piedra para la construcción,
estaba a la mano. Se localizaron afloramientos superficiales de grandes bancos de
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basaltos, con huellas de que estaban explotados por los habitantes prehispánicos de
Teopanzolco. Estos bancos se ubican en lo que actualmente es el estacionamiento
de Sport City y el área del gimnasio. Para extraer este tipo de piedra se necesitaban
herramientas hechas de sílex, cuya resistencia es mayor que de obsidiana. El material
para elaborar estos instrumentos tan valiosos pudo provenir de los yacimientos
calcáreos que se ubican rumbo a Xochitepec, Jiutepec y Temixco.
La vida cotidiana era llena de ocupaciones. El cultivo de los alimentos básicos, la
cosecha, el cultivo de algodón y su transformación en hilo y tejido de mantas; la
construcción y mantenimiento de los templos, el comercio y las idas a los tianguis,
hacían pasar rápido los días. También había obligaciones hacia los señores de
Exploración prehispánica de piedra para las construcciones de Teopanzolco
Imagen tentativa del Templo Mayor de Tenochtitlán con el Gran Basamento de Teopanzolco
Tenochtitlan, conquistadores de estas tierras. Los hombres tenían obligación de
acudir a ayudar en las grandes obras constructivas que se hacían en Tenochtitlan, así
como participar en las guerras que los tlatoani mexicas emprendían con frecuencia
para mantener dominio sobre otros territorios. El descanso y desahogo llegaba con
las fiestas, que se celebraban con frecuencia del calendario ritual mexica. Entonces
había música, bailes y los ritos proscritos para la veneración de cada deidad. Una de
las flautas hechas de barro se encontró en el entierro colectivo colocado dentro del
foso de la plataforma suroeste de la plaza principal. No pudo faltar también, el juego
de pelota, juego en el que se hacían grandes apuestas y a veces sacrificios.
Teopanzolco mantiene todavía muchos secretos sobre la vida de sus habitantes,
pero poco a poco el trabajo de los arqueólogos permite revelar estas incógnitas para
saber más sobre nuestros antepasados que vivían allí.
Historias de Morelos, Tierra,
gente, tiempos del Sur
L. Miguel Morayta M.
H
ace unas semanas se presentó la serie de nueve volúmenes que conforman
la obra monumental, HISTORIA DE MORELOS, Tierra, gente, tiempos del
Sur, Coordinada por el Dr. Horacio Crespodela UAEM. Esta obra recorre
desde los inicios de las sociedades originarias, hasta los procesos históricos
contemporáneos de esta entidad. En cada volumen un coordinador específico
enlaza las aportaciones de los autores que brindaron los textos que cubren
las particularidades de cada época. Hay una participación de distintos técnico e
investigadores de nuestro Centro INAH Morelos, en varios de estos volúmenes.
Mostramos el índice del volumen IX, que es un de los que tuvo una importante
participación de estos investigadores y técnicos.
Dentro del índice
2 Los monumentos históricos inmuebles en Morelos
Juan Antonio Siller Camacho
71
3 Panorama de la pintura y escultura colonial de Morelos
Teresita Loera Cabeza de Vaca
151
II
Dinámicas socioculturales en torno a la identidad y la memoria
11 Patrimonio cultural intangible de Morelos
Lourdes Arizpe, Luis Miguel Morayta Mendoza y Edith Pérez
373
12 La tradición cultural nahua en Morelos
Luis Miguel morayta Mendoza
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17 El patrimonio arqueológico de Morelos
Giselle Canto Aguilar
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Leopoldo Batres: siete meses de trabajo intenso en Xochicalco
Elvira Pruneda
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Intercambio reciente de culturas en
Xochicalco
e acuerdo a las investigaciones realizadas en Xochicalco, se tiene
la teoría de que hace aproximadamente 1300 años se reunieron en
este lugar pobladores de diferentes regiones de México para realizar
un ajuste calendárico y tener la cuenta del tiempo homogeneizada. La teoría
afirma que habitantes de las regiones de la Costa del Golfo de México, Área
Maya, y del Área de Oaxaca se congregaron en Xochicalco y producto de dicha
reunión se mandó edificar el hermoso Templo de las Serpientes Emplumadas.
Tanto los preparativos para la reunión, como el momento mismo en que se
debió llevar a cabo la mencionada actividad, necesariamente conllevaron una
serie de intercambios entre diferentes culturas y los habitantes, constructores y
gobernantes de Xochicalco. Desde el complejo intercambio del lenguaje hasta
las más sencillas costumbres alimenticias particulares que debieron adaptar al
intercambio que se llevó a cabo.
Actualmente una forma similar de intercambio, aunque con diferente objetivo se
ha dado en dos ocasiones en la Zona Arqueológica de Xochicalco. La primera
ocasión, a finales de 2011 un grupo de voluntarios de diferentes partes del
mundo bajo la responsabilidad del Ing. Nicolás Aguilar, realizó una estancia de
15 días colaborando en las actividades de la Zona Arqueológica y el Museo de
Sitio de Xochicalco. Durante aquella ocasión, los voluntarios internacionales
además coincidieron con la tercera fase del Programa de Empleo Temporal en la
Arqlgo. José Cuauhtli A. Medina Romero
Voluntarios Internacionales durante la preparación de los Talleres de Verano 2012
Voluntarios Internacionales colaborando en la conservación del Templo de las
Serpientes Emplumadas
Zona Arqueológica por lo que entre otras actividades apoyaron en la limpieza y
conservación de la misma. Así mismo en coordinación con el Departamento de
Servicios Educativos del Museo de Sitio de Xochicalco, los voluntarios apoyaron
en diversas actividades que se enfocan directamente con las comunidades
aledañas a la Zona Arqueológica como son Tetlama y Cuentepec en el municipio
de Temixco y Xochicalco y El Rodeo en el municipio de Miacatlán.
Gracias al resultado obtenido al término de la primera experiencia de voluntariado
internacional en tan importante Sitio Patrimonio Mundial ubicado en el estado
de Morelos, se planificaron, atinadamente, por la Asociación Civil Voluntarios
Internacionales de México para el 2012, dos campamentos más con el objetivo
de trabajar en la Zona Arqueológica de Xochicalco. La asociación mencionada
pertenece a la plataforma de Voluntariado CCIVS cuyas siglas traducidas
al español significan Comité Coordinador para el Servicio del Voluntariado
Internacional de la UNESCO. La planificación de los campamentos implica la
coordinación estrecha entre asociaciones como VIMEX A. C. y el INAH a través
de sus respectivas delegaciones regionales para lograr objetivos conjuntos que se
reflejan en experiencias productivas y positivas sugeridas por la UNESCO en los
diferentes sitios Patrimonio Cultural de la Humanidad.
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Restauración y Museografía del INBA, en la fachada norte del Templo de las
Serpientes Emplumadas. Durante sus actividades los voluntarios conocieron
materias primas, procesos de elaboración de morteros y procesos de aplicación
de los mismos en resanes y faltantes de los relieves de la estructura mencionada,
colaborando así de manera directa con la conservación del sitio. En un segundo
momento, se unieron a las actividades programadas por el Departamento de
Servicios Educativos, colaborando directamente en la preparación y ejecución
de los Talleres de Verano 2012 impartidos en el Museo de Sitio de Xochicalco.
Dichos talleres son enfocados totalmente a los escolares de las comunidades
aledañas a Xochicalco como una actividad encaminada a formar identidad y
favorecer la protección de Xochicalco en los que ahora representan el futuro.
Se tiene programado el segundo campamento durante la segunda parte del mes
de octubre de este año. A manera de conclusión, se pueden discernir logros para
todos los actores participantes de este tipo de intercambios culturales. Empezando
por la inigualable experiencia que resulta para los voluntarios la estancia en
Xochicalco, después si entendemos que la intención de organizaciones como
VIMEX A. C. es fomentar la protección de los sitios mediante la experiencia
que viven los voluntarios directamente en ellos, y finalmente si recordamos
los objetivos generales del INAH como son la Protección, Conservación,
Investigación y Difusión del Patrimonio Cultural, con este tipo de actividades
se alcanzan tres de ellos, sin omitir la enorme responsabilidad que implica la
conservación y difusión que adquiere un Sitio como Xochicalco al ser inscrito en
la lista del Patrimonio Mundial.
Voluntarios Internacionales durante la impartición de los Talleres de Verano 2012
Durante la segunda parte del mes de julio del presente, se llevó a cabo el
primero de estos dos campamentos de voluntarios antes mencionados, teniendo
la participación de jóvenes voluntarios de Holanda, España, Japón, Canadá y
México. Jóvenes con distintos perfiles y grados de estudios pero con un objetivo
común, prestar sus servicios como voluntarios para favorecer la conservación,
protección y difusión de uno de los sitios Patrimonio Cultural de la Humanidad,
la Zona de Monumentos Arqueológicos de Xochicalco.
El primer punto de intercambio cultural de estas actividades es el lenguaje pues
no todos los voluntarios dominan el español y de hecho la mayoría domina más
bien el inglés a parte de su lengua natal. Al llegar al campamento de Xochicalco,
que en esta ocasión se ubicó en la comunidad de Tetlama, los voluntarios en
coordinación con sus líderes mexicanos de campamento requieren dominar lo
básico de la comunicación para desarrollar sus actividades con mayor facilidad.
Dentro del campamento sobra comentar lo enriquecedor que el simple y
cotidiano hecho de la comida, desayuno y cena resultan al conformarse de
formas de cocinar y platillos de diferentes partes del mundo. Adicionalmente las
actividades en las comunidades aledañas a Xochicalco implican muchas veces la
degustación gastronómica de platillos locales, tal fue el caso del mole verde con
flor de calabaza que los voluntarios disfrutaron en la comunidad de Cuentepec
gracias a la coordinación del Departamento de Servicios Educativos del Museo
de Sitio de Xochicalco.
Durante este primer campamento, las actividades que los voluntarios pudieron
desarrollar en la Zona Arqueológica estuvieron enfocadas a la asistencia dentro de
los trabajos desarrollados por alumnos de la Escuela Nacional de Conservación
Voluntarios Internacionales y Deprtamento de Servicios Educativos durante la clausura
de los Talleres de Verano 2012
Recuerdo y homenaje a Norberto González
En esta emotiva carta dirigida a la Arqlga. Silvia Garza T., se destacan las extrordinarias aportaciones
de su esposo Norberto González C. a la arqueología mexicana y en espacial a la de la Península de
Yucatán. Vaya la publicación de esta carta a manera de un más que merecido reconocimiento de
estas y otras valiosas aportaciones. Aún quedan muchas cartas que habran de escribirse en este
sentido, tal vez así se borren las injustas denostaciones que se hicieron en su contra en años recientes.
Luis Miguel Morayta Mendoza
Agradezco al ex director del Middle American Research Institute (MARI) de la Universidad de
Tulane, New Orleans, el afecto y estima que tenía a Norberto al escribir las siguientes palabras...
Silvia Garza T.
“Me es muy difícil creer que Norberto ya no está a tu lado. Pensamos frecuentemente en ti conforme pasan los días.
Muy pocos arqueólogos de la generación de Norberto han tenido tan fuerte impacto en la arqueología Mesoamericana como lo tuvo él. Su
influencia provino de la investigación arqueológica que el mismo llevó a cabo, principalmente en Xochicalco, pero también a través de los
importantes puestos administrativos que tuvo por muchos años en el sureste mexicano, Morelos y dentro del Consejo [Nacional de Arqueología].
Posiblemente la arqueología Maya actual en Yucatán, Campeche y Quintana Roo, sea en gran parte el resultado del esfuerzo y apoyo dado por
Norberto. Muchos de mis estudiantes me piden que no deje de decirte que ellos piensan que la arqueología Maya en México de hoy día es lo
que es, en gran medida, por Norberto González.
Para mí, sin embargo, fue ante todo un amigo. Estaré siempre agradecido por su apoyo, afecto y compañía...
Will”
Órgano de difusión de la comunidad de la Delegación INAH Morelos
Consejo Editorial
Eduardo Corona Martínez Israel Lazcarro Salgado
Luis Miguel Morayta Mendoza
Raúl Francisco González Quezada
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Coordinación editorial de este número: Luis Miguel Morayta Mendoza
Diseño y formación: Joanna Morayta Konieczna
El contenido de los artículos es responsabilidad exclusiva de sus autores
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