LOS RIOS Y LAS AGUAS CONTINENTALES EN ESPAÑA

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LOS RIOS Y LAS AGUAS
CONTINENTALES EN ESPAÑA
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TEMA: LOS RIOS, LOS LAGOS Y LAS AGUAS CONTINENTALES
El agua es un elemento fundamental para la vida. Aproximadamente el 3% del agua del
planeta es dulce y el resto es agua salada. En el agua hay elementos disueltos como son
carbonatos, sulfatos, cloruros, magnesio, sodio, potasio, calcio..... Las aguas
denominadas blandas son aquellas pobres en calcio, mientras que se consideran aguas
duras aquellas que son ricas en este elemento.
El agua es un recurso natural y escaso, indispensable para la vida y para las
actividades económicas, no es renovable por la voluntad humana y es irregular en
su forma de presentarse en el tiempo y en el espacio.
La Hidrología estudia las aguas marinas y continentales y es una parte de la Geografía
Física.
No puede haber vida sin agua. El origen del agua continental, subterránea y superficial
(escorrentía) hay que buscarlo en las precipitaciones y en el ciclo hidrológico.
Escorrentía es el agua que corre por la superficie da la tierra, como resultado de un
exceso o saturación de la misma en el suelo, debido a la lluvia, nieve o granizo. Este
agua termina en los sectores más deprimidos del territorio que atraviesa, dando lugar
a ríos, torrentes, arroyos, etc. El relieve y el clima condicionan la escorrentía
El ciclo hidrológico es un proceso dinámico que describe el continuo recorrido del
agua desde la atmósfera hasta la superficie terrestre y de vuelta de nuevo a la
atmósfera. El agua sigue varias etapas: evaporación, transpiración, condensación,
precipitación, escorrentía, infiltración, acumulación y circulación. En ellas interviene
la fuerza de la gravedad y la energía procedente del sol. En el ciclo hidrológico el
agua sufre constantes transformaciones que le hacen pasar del estado líquido al
sólido y al gaseoso
LAS CUENCAS FLUVIALES
La delimitación de las cuencas fluviales en España se debe al relieve que marca la
divisoria de aguas. En los ríos españoles podemos destacar las siguientes
características:
• Disimetría de las vertientes, debido a la disposición de la Meseta Central y a
su inclinación.
• Escasa importancia del endorreísmo y los lagos.
• Irregularidad en las aportaciones de agua por lluvias y nieve.
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FACTORES QUE INFLUYEN EN EL RÉGIMEN FLUVIAL.
El régimen de alimentación de un río explica las variaciones de caudal a lo largo del
año. Dependiendo de factores físicos como el relieve, el clima, la vegetación y la
litología, así como de factores humanos como la construcción de presas o canales.
Los regímenes fluviales principalmente son dos:
El régimen nival si la alimentación del río depende del deshielo de la nieve en
primavera. Es característico de los arroyos y ríos montañosos.
El régimen pluvial depende de las lluvias en las zonas por las que pasa el río.
La mayoría de los ríos tienen regímenes mixtos (pluvio-nival, nivo- pluvial)
Los factores que inciden en el régimen de los ríos son los siguientes:
* El clima que condiciona por la cantidad, distribución y cantidad de precipitación así
como por la aridez y la evaporación de las aguas.
* El relieve y la topografía. La proximidad o lejanía de las montañas al mar puede
determinar el caudal y curso de los ríos y condicionar su aprovechamiento. El relieve
influye en la longitud de los ríos, en la extensión de su cuenca hidrográfica y en la
vertiente en la que va a desembocar el río. La pendiente y la erosión de los ríos es
mayor cuanto mayor sea la inclinación del terreno.
Las obras hidráulicas se ven favorecidas por la topografía abrupta (el ejemplo más claro
lo tenemos en los numerosos embalse y centrales eléctricas en los Arribes del Duero).
Las llanuras de inundación de un río serían las riberas o vegas. La sucesión de
llanuras de inundación en el tiempo constituye las terrazas.
Si el río se encaja en la topografía, favorecido por la litología, puede dar lugar a
gargantas, cañones, hoces....
La litología. Es importante el tipo de roca sobre la que discurre el río y el grado de
permeabilidad de la misma. Es importante para establecer las diferencias en la densidad
del drenaje sobre tierras arcillosas, impermeables, o sobre tierras calizas, permeables,
que pueden ocasionar la desaparición del drenaje o circulación superficial del río al
filtrarse el agua por la roca y circular por el subsuelo (Ojos del Guadiana).
La vegetación. La vegetación, según sea su densidad, puede retener más o menos agua
procedente de las precipitaciones. Cuando la vegetación es poco densa, el agua de lluvia
golpea directamente el suelo y lo erosiona más, empobreciéndolo. Esto es más frecuente
en la zona mediterránea donde las lluvias son más irregulares y torrenciales.
La acción humana. Es otro factor importante pues las políticas hidráulicas pueden
modificar el cauce de los ríos, realizando embalses e infraestructuras para planes de
regadíos o incluso realizando trasvases de una cuenca a otra (trasvase Tajo-Segura por
ejemplo).
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ELEMENTOS DE LA RED HIDROGRÁFICA.
1- La caudalosidad. Es el volumen de agua que lleva un río, medida en las estaciones
de aforo. Se mide en metros cúbicos por segundo y varía a lo largo del recorrido de los
ríos. La caudalosidad es mayor en la desembocadura que en el curso alto, siempre que
no haya infiltraciones o la evaporación lo impida. Depende de muchos elementos como
el volumen de las precipitaciones, la extensión de la cuenca fluvial y de la importanciqa
de los afluentes
El caudal varía también según la estación del año, mínima en los periodos de sequía
estival y máxima en las épocas de deshielo o de máximas precipitaciones. El caudal de
un río puede ser:
•
Caudal absoluto: sería la cantidad de agua en metros cúbicos por segundo
que un río evacua a lo largo del año. El caudal es proporcional a las
precipitaciones que recibe en su cuenca y señala la cantidad de agua de un
río en un punto determinado. Aunque la caudalosidad de los ríos españoles
es mayor en la desembocadura, desciende mucho hacia el interior. La
excepción se produce en los ríos del norte, por la abundancia de
precipitaciones, y en los mediterráneos debido a la utilización humana para
el regadío.
•
Caudal relativo: sería la relación entre el caudal medio anual y los
kilómetros cuadrados de cuenca. Se mide en litros por segundo y por
kilómetro cuadrado de cuenca. Así por ejemplo los ríos cortos de la vertiente
cantábrica dan valores más altos, dado que el tamaño de su cuenca es menor
(el Nalón tiene un caudal relativo de 27,5 litros/segundo/kilómetro cuadrado,
mientras que el Ebro presenta 7,3. litros/segundo/kilómetro cuadrado).
Las variaciones estacionales de caudal se observa a través de una curva de coeficientes
de caudal. En la curva aparecen en el eje de ordenadas el caudal mensual y en el eje de
abcisas aparecen los meses del año. En los ríos peninsulares se observa una etapa de
menor caudal que coincide con los meses estivales, si bien la existencia de presas
permite regular el caudal durante todo el año.
En los ríos pequeños el caudal depende de las precipitaciones, mientras que en las
grandes cuencas entran en juego distintos factores (deshielo, procedencia de las distintas
cabeceras, etc.).
2- La irregularidad. Crecidas y estiajes
El agua que contiene un río está relacionada con la irregularidad de las precipitaciones.
La irregularidad de un río se obtiene dividiendo su caudal medio anual más
elevado por el más bajo. Un río regular daría un cociente en torno a 3. En España los
ríos menos irregulares son los de la vertiente cantábrica y los gallegos (el Miño en
Orense tiene un cociente de 3,29). En el extremo opuesto se encuentran los ríos de la
vertiente mediterránea (por ejemplo el Júcar tiene un cociente de 8,26).
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Las crecidas son un aumento anormal del caudal de un río, mientras que un estiaje es
una reducción del agua que transporta dicho río.
Los ríos levantinos son los más conocidos por sus crecidas (Turía, Júcar, Segura..)
cuando tienen lugar fenómenos de gota fría. Los desbordamientos y los efectos
catastróficos de las crecidas además están favorecidos por la ausencia de vegetación.
También se pueden producir crecidas en los ríos meseteños aunque estas son casi
siempre en invierno.
En cuanto a los estiajes son acusados en toda la península pero especialmente en la
mitad meridional. Los pequeños cursos de agua pueden quedarse totalmente secos.
3- Los materiales de transporte. Los aluviones.
Los ríos normalmente tienen mayor fuerza erosiva en su cabecera porque salvan
mayores desniveles. En este tramo, en el curso alto, disgregan y arrastran una gran
cantidad de materiales que erosionan a su paso.
En el curso medio, los ríos transportan los materiales erosionados y en el curso bajo
del río, en la desembocadura, el río va perdiendo fuerza y capacidad de transporte,
depositando los aluviones y formando deltas o estuarios.
LOS REGÍMENES FLUVIALES.
La alimentación de agua de un río depende en gran parte de las características de las
precipitaciones y del ritmo estacional con el que se distribuyen. El mosaico climático
peninsular permite decir que en España existen representaciones de todos los regímenes
fluviales. De la combinación de elementos (caudalosidad, irregularidad, estiajes,
crecidas...) se deduce el régimen de los ríos peninsulares.
Los regímenes fluviales pueden ser simples o complejos. Se dice que un río tiene un
régimen simple cuando las características climáticas de su cabecera o de su curso alto
determinan un mismo tipo de régimen fluvial a lo largo de toda su trayectoria.
Los regímenes complejos es el de los ríos que por la amplitud de su cuenca se ven
sometidos a características climáticas distintas en los diversos tramos de su recorrido,
debido en gran parte a la distinta procedencia de sus afluentes.
Siguiendo la terminología de Masachs Alavedra en 1948 podemos distinguir varios
tipos de regímenes fluviales:
•
Régimen Nival. Es el régimen que tienen los ríos que nacen en cordilleras
por encima de los 2000 / 2500 m. Son ríos de fuertes pendientes y curso
rápido y tumultuoso. La época de mayor caudal coincide con el deshielo de
las nieves, de mayo a julio, y el estiaje con el periodo invernal que coincide
con el máximo de nieve acumulada.. Experimenta una evaporación escasa
porque a esas alturas las temperaturas no son muy altas. Son los ríos del
Pirineo central en sus cabeceras: Gállego, Cinca y Segre así como algunos de
Sierra Nevada.
•
En los valles pirenaicos situados a menor altitud se da un régimen nival de
transición o nivopluvial que afecta a todos aquellos ríos que reciben
precipitaciones tanto de nieve como de agua. Son muy parecidos a los
anteriores pero las precipitaciones acuosas introducen una variante que se
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traduce en un máximo secundario en otoño, producido por las lluvias
equinocciales. Son ríos de caudal abundante y escasa irregularidad.
•
Régimen Pluvial. Es el régimen que predomina en los ríos que nacen por
debajo de los 1000 m. Su caudal está en relación directa con las
precipitaciones que reciben y por lo tanto aumenta con las lluvias de otoño y
primavera. Dentro de este régimen hay dos variedades:.
o el pluvial mediterráneo con un estiaje muy acusado en el verano .
Son ríos muy irregulares. Presentan tres máximos: uno en febrero y
marzo, otro a finales de primavera y el tercero que es el mayor en
otoño. Las crecidas repentinas y los desbordamientos son frecuentes.
Muy típicas del Mediterráneo son las ramblas o rieres . Las ramblas
son cursos intermitentes, cuyos cauces arenosos y secos la mayor
parte del año, sólo llevan agua algunas horas tras una crecida debida
a lluvias torrenciales.
o El pluvial subtropical
es una agudización
del régimen
mediterráneo. Registran dos máximos: uno en primavera y otro en
otoño separados por largos y profundos estiajes. Son muy irregulares.
o El pluvial atlántico presenta unas características completamente
distintas. La abundancia de precipitaciones de sus cuencas los
convierte en ríos caudalosos y de escasa irregularidad. Estos serían
los ríos de la España húmeda del norte y del noroeste.
•
Régimen mixto: cuando un río circula por zonas de condiciones climáticas
heterogéneas su caudal tiene un régimen mixto. Dentro de este tipo se puede
distinguir:
1º) un régimen nivo-pluvial que es el de los ríos que se sitúan en los
2000 m. y en los que influyen las aguas del deshielo y en segundo lugar
las de las precipitaciones. El máximo de caudal se alcanza al final de la
primavera. A estos ríos pertenecen los pirenaicos como el Segre, el
Gállego y el Ter o algunos ríos cantábricos como el Sella y el Nalón.
2º) Régimen pluvio-nival es el que poseen los ríos que provienen de
vertientes situadas entre 1600 y 1800 m. Alimentan su caudal
mayoritariamente con las precipitaciones y en menor medida con el
deshielo de primavera. El máximo caudal se registra en abril y en menor
medida en otoño, mientras que se aprecia el estiaje en los meses de
verano. A este grupo pertenecen ríos que nacen en la Cordillera
Cantábrica como el Pisuerga, el Esla, el Cea, o del Sistema Central como
el Henares, el Jarama, el Tiétar, el Adaja y el Eresma.
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LAS PARTES DE UN RÍO
La cuenca hidrográfica es el territorio que drena un río y sus afluentes, es decir la
región de la que proceden las aguas de un río. Cada cuenca está separada de otras por
una divisoria de aguas que coincide con la línea de cumbres de los sistemas
montañosos en los que nacen los ríos. Una vertiente es la región cuyas aguas vierten a
un mismo mar y está formada por varias cuencas hidrográficas
Dentro de un río se distinguen varias partes:
El lecho es el fondo o superficie sobre la fluye una corriente de agua.
El cauce es el espacio delimitado por el máximo nivel del agua. El río casi nunca ocupa
su cauce pero puede hacerlo en momentos de máximas crecidas.
El nacimiento de un río puede ser de dos tipos: superficial, cuando la escorrentía de las
precipitaciones o del deshielo se unen y forman un curso superficial; o por resurgencia
cuando el agua infiltrada mana a modo de fuente.
El curso de un río se divide en tres partes:
• 1º) el curso alto o cabecera en la zona de la cabecera, es la región donde
nace el río, dónde la corriente salva un mayor desnivel, el río tiene más
velocidad y más fuerza erosiva. Puede dar lugar a cascadas y pozas entre las
rocas.
•
2ª) el curso medio en el que el río arrastra los materiales arrancados a su
paso y desgajados de las rocas que encuentra a su paso. La velocidad del río
va descendiendo y al perder fuerza comienza a cumular sedimentos en los
lechos de inundación o vegas que son zonas muy fértiles para la agricultura.
En el curso medio, el agua comienza a serpentear formando los
característicos meandros. El río va recibiendo afluentes por sus dos
vertientes. Con el tiempo un río excava en sus depósitos de arenas y limos
dando lugar a las llamadas terrazas fluviales.
•
3º) el curso bajo es la parte final del río, dónde el caudal suele ser mayor y la
corriente más lenta. Se depositan los limos más finos y otros aluviones hasta
su desembocadura. En terrenos abiertos, cuando el mar impide la
acumulación de arenas y limos se forman los estuarios, si por el contrario los
sedimentos se acumulan en grandes espesores, el río se abre en numerosos
brazos, formando deltas. Cuando el valle bajo de un río es invadido por el
mar se forman las rías (Galicia)
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LAS VERTIENTES HIDROGRÁFICAS.
•
Ríos de la vertiente cantábrica. Los ríos son cortos y de cuencas muy
reducidas puesto que nacen en la Cordillera Cantábrica, muy cercana a la
costa (aproximadamente 50 km.) En pocos kilómetros deben salvar un gran
desnivel lo que les confiere una gran capacidad erosiva que da lugar a la
formación de hoces o gargantas en los materiales calizos que atraviesan ríos
como el Cares, el Deva, el Sella y el Besaya.
Esta vertiente recibe abundantes precipitaciones casi de un modo uniforme a
lo largo del año, por lo que el caudal de estos ríos es constante. Su
irregularidad por lo tanto es pequeña y en ellos predomina el régimen
pluvial.
Los principales ríos cantábricos son: Bidasoa, Nervión, Deva, Pas, Besaya,
Nansa, Sella, Nalón, Navia, Narcea y Eo.
•
Ríos de la vertiente mediterránea. Incluimos en este apartado todos los ríos
que desembocan en este mar con excepción del Ebro. Por afectar a una zona
con pocas precipitaciones y un fuerte periodo de aridez, son ríos muy
irregulares.
Su caudal es reducido y llegan a su desembocadura casi secos porque sus
aguas han sido aprovechadas para regadíos. Presentan grandes oscilaciones
en su caudal. En verano, la prolongada sequía y la aridez provoca que la
mayoría de los ríos mediterráneos pierdan su caudal superficial, quedando
su cauce seco. Estos ríos de cauce seco reciben el nombre de ramblas o
rieras. Por el contrario las fuertes crecidas tienen lugar tras fuertes
precipitaciones como consecuencia de la gota fría o de las lluvias
torrenciales, es entonces cuando los ríos mediterráneos se desbordan y
anegan poblaciones y campos de cultivo. Este problema de crecidas es aún
más acusado por la deforestación de la zona.
Entre los ríos de la vertiente mediterránea destacamos los siguientes: Ter,
Fluviá, Llobregat, Besós, Mijares, Turia, Júcar, Segura, Almanzora,
Guadiaro, Guadalhorce, Guadalmedina y Guadalfeo.
•
Ríos de la vertiente atlántica. Tienen cuencas y caudal mayores que los
mediterráneos. Son largos al nacer en el Sistema Ibérico y desembocar en el
Atlántico. Discurren por llanuras y su régimen es irregular. Presentan estiajes
en verano, mayor cuanto más al sur y un 2º mínimo de caudal en invierno
debido a la situación climática anticiclónica de la Meseta durante el invierno.
En otoño y primavera experimentan crecidas. Se incluyen todos los ríos de la
Meseta, de la Depresión del Guadalquivir y los ríos gallegos.
•
En las islas Baleares y en las Canarias no hay ríos propiamente dichos.
Poseen arroyos o corrientes de agua de escaso caudal.
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MAPAS DE CUENCAS HIDROGRÁFICAS
MAPA DE RÍOS
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LAGOS , HUMEDALES, ZONAS ARREICAS Y PALUSTRES.
Las aguas de escorrentía tienden todas ellas a alcanzar el mar siguiendo la pendiente.
Sin embargo no toda el agua alcanza el mar. Gran parte se queda a medio camino ya sea
por evaporación, por filtración o acumulación en el fondo de alguna depresión o cuenca
cerrada. Cuando las aguas divagan o se evaporan sin que se conozca su fin se habla de
arreismo, mientras que cuando se acumulan en el fondo de una cuenca se habla de
endorreísmo.
El endorreísmo es frecuente en las regiones áridas y las aguas acumuladas en los
fondos llanos de las depresiones dan lugar a lagos o a sábanas de agua de escasa
profundidad, que durante la estación seca desaparecen dejando como huella una costra
salina. En España estos lugares reciben distintos nombres como lagunas, charcas,
balsas o salinas.
Dos causas determinan el endorreísmo: el relieve y el clima. Las precipitaciones escasas
y las elevadas temperaturas determinan un grado de aridez que contribuye al
endorreísmo que en la España seca ocupa una gran extensión. Sus principales enclaves
se localizan en la Meseta meridional, especialmente en la Mancha, en la cuenca alta del
Guadiana, en la Depresión del Guadalquivir y en la vertiente S.E. del Sistema Ibérico. A
estos cabe añadir otros centros de endorreísmo de menos importancia como son el
leonés (entre los valles del Orbigo y el Cea), el palentino con la cuenca de La Nava, el
zamorano (entre el Esla y el Valderaduey), el vallisoletano (desde Medina de Rioseco
hasta Medina del Campo), el endorreísmo navarro (en la confluencia del río Cidacos
con el Aragón) y el endorreísmo levantino (Murcia y Alicante).
De entre las numerosas charcas y lagunas de las regiones endorreicas españolas
sobresalen:
•
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La laguna de la Janda (Cádiz) se encuentra en una hondonada de origen
tectónico en la margen izquierda del río Barbate.. Actualmente está desecada
para el aprovechamiento agrícola.
La laguna de Fuentilleja en la región volcánica de Campo de calatrava está
localizada sobre el cráter de un volcán extinguido.
El lago de Sanabria que es de origen glaciar, en un valle en artesa y con una
profundidad de 50 metros. Sus aguas son puras y transparentes aunque la
explotación turística y el aprovechamiento hidroeléctrico han provocado una
degradación. El entorno de Sanabria fue declarado Parque Natural.
La laguna Negra se encuentra en el Sistema Ibérico, a 1800 m. de altura, en
la provincia de Soria
La laguna de Fuente de Piedra en Málaga.
La de Gallocanta en Aragón, enclavada a casi 1000 metros de altura en el
Sistema Ibérico, en el extremo sur de la provincia de Zaragoza .Está
prácticamente desecada.
El lago de Bañolas (Gerona) que tiene un carácter mixto pues se ubica en
una depresión formada por una gran falla y está alimentado por aguas
subterráneas de origen cárstico
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En España hay 2474 lagos lo que no implica una gran riqueza lacustre puesto que
muchos de ellos tienen pequeñas dimensiones y carácter estacional.
Los lagos y formaciones lacustres son masas de agua estables que alcanzan cierta
profundidad. Se puede definir el lago como una masa de agua dulce o salada, acumulada
en los sectores más deprimidos de la corteza terrestre, con comunicación al mar o sin
ella por lo que son áreas endorreicas. Pueden ser utilizados por el hombre para diversos
fines (turísticos, deportivos, regadío, obtención de energía...)
Existe un grupo de lagos que aunque tienen poca importancia por sus dimensiones si la
tienen por su belleza paisajística. Se trata de los lagos de origen glaciar que abundan
en los Pirineos la mayoría de ellos ocupan pequeñas hondonadas formadas por antiguos
circos glaciares rodeados de altas cumbres. El 90% de los lagos pirenaicos son de
origen glaciar y alimentan los ríos de montaña. Reciben el nombre de ibones en Aragón
o estanys en Cataluña. Son de escasa dimensiones superficiales pero alcanzan mucha
profundidad. Raramente aparecen aislados y suelen formar parte de extensas zonas
lacustres. También de origen glaciar son algunos lagos que aparecen en el Sistema
Central ( Peñalara, Laguna Grande) o en la Cordillera Cantábrica, en el alto valle de
Covadonga (Enol y La Ercina).
Los lagos glaciares se forman a partir de la excavación de cubetas por el hielo en el
circo del glaciar (lagos de circo) o en el valle (lagos de valle), o bien por las
obstrucciones causadas por las morrenas en el valle glaciar.
Los lagos kársticos tienen su origen en las cubetas creadas por la disolución de calizas
o yesos . El mejor ejemplo de este tipo de lagunas son las lagunas de Ruidera, en La
Mancha, 15 lagunas se disponen a lo largo de 27 km. de valle, salvando desniveles
mediante cascadas. La degradación medioambiental en los últimos años ha provocado el
descenso del nivel de las aguas y la degradación de la vegetación natural de la zona
(encinares, choperas y carrizales).
Los lagos eólicos han sido excavados por la acción del viento sobre materiales blandos
(closes del Ampurdán.)
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Los humedales y zonas arreicas
En la Mancha existe un sistema de humedales formado por formaciones lacustres,
palustres y encharcamientos estacionales. Entre ellos destaca el Parque Nacional de las
Tablas de Daimiel (C.Real)
El Parque Nacional de la Tablas de Daimiel surge como consecuencia del exceso de
agua y saturación del suelo en la confluencia de los ríos Guadiana y Cigüela, lo que
permite que se forme una cubierta vegetal de plantas lacustres que atraen a la fauna,
fundamentalmente aves acuáticas, que se alimenta de ellas. La existencia de una fauna
acuática es la razón principal para la protección del espacio de las Tablas. La presión
agrícola, especialmente la de la agricultura de regadío, ha provocado un proceso de
desecación que hace peligrar la vida del Parque Nacional de las Tablas de Daimiel.
Los lagos arreicos son lagos característicos de las regiones áridas o semiáridas llanas
(cuencas sedimentarias interiores y depresiones exteriores a la Meseta.). Las escasas
aguas no tienen fuerza para llegar al mar y se acumulan en las zonas llanas hasta que
se evaporan.
En la provincia de Toledo existen lagunas de pequeñas dimensiones que ocupan
depresiones poco profundas cuyo volumen de agua registra fuertes variaciones anuales.
Durante el verano aparecen secas debido a la fuerte sequía dejando costras salinas
debido a la fuerte evaporación.
En la provincia de Ciudad Real se desarrolla un conjunto de formaciones palustres en
trono a la localidad de Alcazar de San Juan.
En la provincia de Albacete también existen numerosas lagunas arrecias.
Igualmente se dan estas formaciones en la Depresión del Ebro.
Formaciones Palustres.
Creadas por la acción combinada del mar y de la sedimentación fluvial se componen de
lagunas litorales, marismas, albuferas, estuarios y deltas.
El delta del Ebro no es una formación lacustre pero sí una zona húmeda de gran interés
ecológico. Las lagunas existentes en el delta del Ebro son pequeñas depresiones,
algunas ya se han colmatado con sedimentos y se han convertido en turberas (suelo
encharcado con material vegetal en descomposición).
En el litoral mediterráneo son frecuentes las albuferas pues la disponibilidad de arenas
facilita la formación de barreras arenosas o restingas que cierran la depresión. Algunas
veces las albuferas comunican con el mar por medio de una bocana. La más importante
es la de Valencia y la del mar Menor, explotadas para la agricultura (arroz) y para las
salinas (Santa Pola y Torrevieja) de donde se obtiene grandes cantidades de sal
facilitada por la salinidad elevada de las aguas unida a la gran evaporación que existe en
esta zona.
En el golfo de Cádiz se suceden marismas asociadas a la desembocadura del río
Guadiana, Tinto-Odiel, Guadalete y Guadalquivir. Las zonas más deprimidas se
convierten en esteros (terreno anegado que se inunda con la subida de la marea).
En las marismas del Guadalquivir se encuentra el Parque Nacional de Doñana , zona
de gran interés ecológico.
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Las aguas subterráneas
El agua de las precipitaciones y del deshielo no siempre constituye escorrentía
superficial sino que, a menudo, si los terrenos son permeables, se infiltra en el interior
de la tierra y discurre subterráneamente con un caudal mas o menos importante. Las
aguas subterráneas por lo tanto discurren por el subsuelo, moviéndose los cauces de los
ríos, lagunas y humedales.
Los acuíferos son embolsamientos de agua subterránea que se forman cuando las aguas
de precipitación se infiltran, encuentran un estrato impermeable y se acumulan sobre él.
En la península existen más de 400 que se encuentran principalmente en las
depresiones terciarias (Duero, Tajo, Guadiana), en las proximidades de los ríos (terrazas
fluviales y riberas), en las cabeceras montañosas húmedas de los principales ríos, y en
Baleares y en Canarias.
En España se calcula que los acuíferos subterráneos contienen 20.000 Hm cúbicos de
agua al año de los que se explotan cerca de un 30% para usos agrarios o para demandas
urbanas, turísticas e industriales.
El tipo de suelo influye en la dinámica del acuífero así en las áreas silíceas tenemos
captaciones de escasa profundidad, por el carácter poco permeable de éstos suelos; en
cambio en las zonas calizas los acuíferos son muy abundantes y llevan un gran caudal.
La actividad humana ha alterado este régimen por la extracción de las aguas
subterráneas mediante pozos. Hasta 1985 las aguas subterráneas eran un bien privado.
Se calcula que hay 150.000 pozos para la explotación de las aguas subterráneas aunque
es posible que haya muchos más que no estén legalizados.
En épocas de sequía las aguas subterráneas son de gran necesidad para el
abastecimiento.
Según el Ministerio de Fomento y de medio Ambiente, de los 442 acuíferos que hay en
España, 51 están explotados en exceso, 39 salinizados y la contaminación afecta al 28%.
La contaminación se debe al uso de plaguicidas, fertilizantes, vertidos urbanos e
industriales.
Además de las aguas subterráneas también existen aguas fósiles que se acumularon en
épocas geológicas pasadas cuando los climas eran más lluviosos. Esta agua fósiles se
pueden agotar como cualquier otro recurso no renovable.
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El aprovechamiento de los recursos hídricos.
Existen claras desigualdades respecto a las disponibilidades y demandas de agua entre
las distintas Comunidades Autónomas en España, por lo que es necesario establecer una
adecuada política hidráulica vinculada a la ordenación territorial y a una apropiada
gestión ambiental. El incremento de la demanda de agua en España ha llevado a la
realización de infraestructuras encaminadas a:
•
•
regular los recursos mediante obras hidráulicas (presas, trasvases etc.) que
permitan desviar canalizaciones y regular el caudal de los ríos
Mejorar la calidad de las aguas mediante depuradoras y potabilizadoras.
El Plan Hidrológico Nacional contiene las bases de la política hidráulica que
resumiendo serían las siguientes:
•
•
•
•
•
•
Aumento de los recursos disponibles mediante la ejecución de
infraestructuras de regulación (embalses), incremento de las extracciones de
los acuíferos, uso conjunto de las aguas subterráneas y superficiales,
desalación, reutilización de aguas residuales depuradas y conexiones entre
las cuencas fluviales.
Disminución de la demanda como resultado de medidas de ahorro, limitación
de los regadíos, etc.
Prevención de inundaciones mediante encauzamientos, medidas urbanísticas
y protección civil.
Protección del medio ambiente hídrico.
Depuración de las aguas residuales urbanas e industriales.
Investigación y Desarrollo.
Además del Plan Hidrológico Nacional existen planes hidrológicos de cuenca en los que
se determinan las obras necesarias en cada una de las cuencas hidrográficas. Estos
planes los elaboran las Confederaciones hidrográficas o los gobiernos de las
Comunidades Autónomas y se remiten al Ministerio de medio Ambiente.
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Principales tipos de obras hidráulicas.
Los embalses: son agua almacenada artificialmente mediante la construcción de presas.
Suelen aprovechar la topografía abrupta del terreno (gargantas, cañones, valles
montaña, Arribes...) y su finalidad es doble: abastecimiento de agua y producción de
energía hidroeléctrica.
Los embalses públicos constituyen el 56% de los existentes. Los embalses privados
están orientados básicamente a la producción de energía hidroeléctrica.
Presas y embalses
La construcción de un pantano supone beneficios indudables. Asegura el suministro de agua
durante todo el año en las zonas con lluvias o deshielos estacionales; regulan el flujo del agua
impidiendo inundaciones y muchos se aprovechan para generar energía hidroeléctrica.
Además se pueden usar para actividades recreativas como nadar, pescar o navegar. Desde el
punto de vista ecológico se forman ecosistemas nuevos que pueden ser muy apropiados para
la vida de aves acuáticas o peces u otros organismos que necesitan de aguas remansadas
para vivir. Así, por ejemplo, la distribución de muchas aves acuáticas ha cambiado en la
península ibérica, pues mientras han disminuido los humedales costeros, en los que antes
vivían o se detenían en sus migraciones, han aumentado los embalses interiores, y hacia ellos
se han desplazado en los últimos decenios.
Junto a estas ventajas hay varios inconvenientes que es importante tener en cuenta antes de
decidir si una determinada presa se debe construir o no. Hacer la presa es caro. La inundación
de grandes áreas obliga a desplazar de sitio pueblos enteros y desaparecen ricas tierras
agrícolas y otros ecosistemas valiosos.
Desde un punto de vista ecológico, las grandes presas alteran de forma muy importante el río.
Las características del agua embalsada son muy distintas de las que corresponderían a las del
curso fluvial. Su temperatura, gases disueltos, partículas en suspensión, estratificación, y otros
parámetros cambian drásticamente. Además las presas son obstáculos, a veces insalvables,
para salmones, truchas y otros seres vivos que deben moverse arriba y abajo del río para
completar sus ciclos de vida.
También hay que considerar que los embalses tienen un tiempo de utilidad relativamente corto.
Se van llenando con los sedimentos que arrastra el río y se calcula que su vida puede estar
entre unos 50 a 200 años, antes de que la cuenca se colmate y pierda su capacidad de
almacenar agua. Además la presa retiene los sedimentos que en condiciones normales el río
arrastraría y las tierras situadas mas abajo de la presa pierden el aporte de nutrientes que esos
sedimentos llevaban y se empobrecen. En las zonas cálidas se evapora tanta cantidad de agua
que la que queda embalsada se enriquece en sales con lo que baja su utilidad para el riego.
Los Trasvases. Transferencia entre cuencas hidrológicas
En la actualidad muchos Planes Hidrológicos de todo el mundo se basan en la
construcción de grandes presas y embalses en zonas que tienen agua abundante para
hacer su transvase, a través de canales, túneles y grandes tuberías, a zonas secas. Estos
planes incluyen descomunales obras de ingeniería y la modificación de muchos
kilómetros cuadrados de territorio. En España son muy conocidos los trasvases de agua
entre la cuenca del Tajo y la del Segura, cuya agricultura depende, en gran medida, de
este agua transportada. El Plan Hidrológico Nacional prevé el aumento de este tipo de
trasvases
El incremento de la demanda de agua y la irregular distribución de la misma hacen
necesaria una conexión hidráulica entre espacios de diferentes cuencas mediante la
construcción de trasvases. Los trasvases transfieren agua de las cuencas excedentarias
15
(Norte, Duero, Tajo y Ebro) a las deficitarias (Mediterráneas). Entre los trasvases el más
importante es el del Tajo-Segura.
Depuradoras y potabilizadoras
La mejora de la calidad de las aguas se hace mediante depuradoras y potabilizadoras.
Las primeras sirven para tratar las aguas residuales con el fin de que no contaminen. Las
potabilizadoras son plantas para tratar el agua que se va a beber. La Unión Europea
obliga a tener sistemas de depuradoras de aguas residuales en todos los núcleos de
población mayores de 2000 habitantes de forma que sean tratadas todas las aguas
residuales generadas en dicho núcleo. Esto supone una gran inversión que deben pagar
las Comunidades Autónomas y los Ayuntamientos.
Según el uso que se vaya a dar a las aguas depuradas estas tendrán que estar sometidas a
un proceso u otro. No es lo mismo el tratamiento de aguas residuales si estas se van a
dedicar al riego de jardines o campos de golf que si se dedican a la agricultura o al
consumo humano.
Los usos del agua.
En los últimos años ha habido en España un gran incremento en el consumo de agua
que es paralelo al desarrollo socioeconómico del país, al crecimiento de las ciudades, al
incremento de las zonas turísticas, a la expansión de segundas residencias, al consumo
de agua en parque y jardines y al importante crecimiento del consumo doméstico
A estos usos habría que añadir otros como la refrigeración de centrales térmicas, la
disolución de vertidos, la acuicultura, etc..
Los principales usos del agua son:
•
•
•
•
el regadío agrario, cada vez de mayor extensión y orientado a una agricultura
de gran rentabilidad y destinada a la exportación fundamentalmente de
productos hortofrutícolas.
La actividad industrial demanda mucha energía eléctrica. España posee uno
de los mayores parques hidroeléctricos del Mundo.
Las ciudades demandan aproximadamente el 14% del agua consumida en
España. Se trata de un consumo doméstico pero también para el riego de
jardines, campos deportivos....
Uso ambiental y recreativo. Los lagos lagunas y embalses constituyen un
recurso paisajístico y turístico pero de ser explotados de forma abusiva y
desordenada puede tener consecuencias muy perjudiciales
Como consecuencia del escaso caudal de los ríos y de los vertidos con reducida
depuración la calidad de nuestros cursos fluviales es preocupante. Algunos ríos han
dejado de ser un cauce natural para convertirse en cloacas a cielo abierto.
Los ecosistemas ligados al medio hídrico están sufriendo alteraciones importantes con
una degradación general del medio ambiente
16
Reducción del gasto innecesario
Se estima que del 50% al 70% del agua que se extrae se desperdicia, por evaporación, fugas
y otros motivos. Según algunos expertos se podría reducir estas pérdidas hasta cifras de
alrededor del 15%.
Uno de los motivos por los que se desperdicia tanta agua es porque su precio se mantiene
artificialmente bajo. Cuando la consumimos pagamos sólo una parte, a veces muy pequeña, de
lo que cuesta su extracción y preparación para el consumo. De esta forma no se estimula el
ahorro y el uso restringido. El agua se considera un bien público, con un gran componente
político, y los gastos que ocasiona se cargan a la masa global de impuestos pagados entre
todos los ciudadanos.
El sistema de riego que se use tiene especial influencia en el ahorro de agua, ya que casi el
80% de la consumida se emplea para riego. Sistemas muy usados como el transporte del agua
por gravedad a través de surcos hechos en la tierra para dejar que encharque los campos, son
especialmente derrochadores de agua. El riego por aspersión o el recubrir los canales de
transporte del agua con cemento o plástico, o el nivelar bien los campos para que se
encharquen homogéneamente, etc., ahorran agua en proporción apreciable. Las más
modernas tecnologías de riego gota a gota que, en algunas ocasiones, están incluso
controladas por ordenador para mantener el adecuado nivel de humedad, reducen el
desperdicio de agua hasta los límites de alrededor del 15% que hemos comentado como
óptimos.
En algunas zonas se utiliza el agua residual urbana, después de tratada, para riego. Tiene la
ventaja de que además de ahorrar consumo, devuelve nutrientes orgánicos que abonan los
campos cultivados.
17
Ciclo del agua
El agua permanece en constante movimiento. El vapor de agua de la atmósfera se condensa
y cae sobre continentes y océanos en forma de lluvia o nieve. El agua que cae en los
continent es va descendiendo de las montañas en ríos, o se infiltra en el terreno acumulándose
en forma de aguas subterráneas. Gran parte de las aguas continent ales acaban en los
océanos, o son evaporadas o transpiradas por las plantas volviendo de nuevo de nuevo a la
atmósfera. También de los mares y océanos está evaporándose agua constantemente. La
energía del sol mantiene este ciclo en funcionamiento continuo.
Los ríos nacen en manantiales en los que surgen a la superficie aguas subterráneas o en
lugares en los que se funden los glaciares. A partir de su nacimiento siguen la pendient e del
terreno hasta llegar al mar.
Un río con sus afluentes drena una zona que se conoce como cuenca hidrográfica. La
separación entre cuencas es la divi soria de aguas.
Desde su nacimient o en una zona montañosa y alta hasta su desembocadura en el mar el río
suele ir disminuyendo su pendiente. El perfil longitudinal muestra muy bien el transcurrir del
río hasta que llega al mar. Normalmente la pendiente es fuerte en el primer tramo del río,
cuando viaja por las montañas (tramo alto), y se hace muy pequeña, casi horizontal, cuando
se acerca a la desembocadura (tramo bajo). La desembocadura marca el nivel de base del
río.
18
LOS ACUÍFEROS
Los acuíferos o capas freáticas son los
estratos de terrenos porosos que se
encuentran llenos de agua, de tal forma
que permiten extraer cantidades grandes
de agua, de una forma que es rentable
económicamente.
Normalmente
los
acuíferos se van recargando de forma
natural con la precipitación que se infiltra
en el suelo y en las rocas. En el ciclo
geológico normal el agua suele entrar al
acuífero en las llamadas zonas de
recarga, atraviesa muy lentamente el
manto freático y acaba saliendo por las
zonas de descarga, formando manantiales
y fuentes que devuelven el agua a la
superficie.
El ritmo de renovación del agua
subterránea es muy lento. Puede fluir, por
ejemplo, entre 1 y 100 m al año. Por esto,
al extraer el agua subterránea en pozos se origina una zona sin agua, en forma de cono,
alrededor del punto de extracción. Cualquier contaminante que se descargue por encima de
este lugar es llevado por el cono directamente a la zona del pozo y puede afectar de forma muy
importante a la calidad del agua extraída. Por otra parte cuando a un acuífero le quitamos, en
un período largo de tiempo, más agua que la que se recarga, va disminuyendo el nivel freático
y estamos haciendo un uso no sostenible de este recurso. Con el paso del tiempo el acuífero
se irá vaciando, provocando diversos problemas.
Salinización de acuíferos por sobreexplotación
MATERIALES DE APOYO
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Plan Hidrológico Nacional
EL Plan Hidrológico Nacional fue aprobado por el Parlamento en 2005, modificando el Plan
del 2001, y sustituyendo el trasvase del Ebro por el proyecto AGUA. El principal proyecto del
Plan del 2001 era el trasvase del Ebro, un proyecto para transferir agua desde la cuenca del
Ebro a Castellón, Valencia, Alicante, Murcia, Almería y Barcelona.
EL PROYECTO AGUA del Plan actual prevé suministrar 600 hm3, de los que 300 hm3 se
destinan a regadío. Pero para que los agricultores compren agua desalada es necesario un
control estricto de los acuíferos por las autoridades de cuenca, de forma que se elimine la
sobreexplotación de acuíferos. Sin embargo, la alternativa de la administración es
subvencionar el precio del agua desalada hasta el nivel del coste de bombeo, ya que el control
de la sobreexplotación de acuíferos es un desafío que supera ampliamente la capacidad de las
autoridades de cuenca.
Polémica
El PHN de 2001, como el de 1993, fue muy polémico en España. Sus detractores afirmaban
que las alternativas de gestión de demanda podrían ser más baratas que el trasvase. Los
defensores del trasvase del Ebro acusaron de insolidarios a los que se oponían al trasvase del
Ebro, puesto que la alternativa basada sólo en desalación podía no ser viable desde el punto
de vista económico. Tambíen eran elevados los costes energéticos y las emisiones de CO2 de
la alternativa de desaladoras, aunque éstas estaban contempladas de todas maneras en el
antiguo PHN, pero sólo de forma complementaria al trasvase.
Las medidas de gestión de demanda en el regadío, como mercados de agua, subir los precios
del agua, o prohibir la sobreexplotación de acuíferos son muy difíciles de implementar desde el
punto de vista técnico, político e institucional. El requisito indispensable de cualquier solución
de oferta (desalación o trasvase) o de demanda (limitar extracciones, subir precios, mercados)
es resolver previamente el desgobierno de los recursos subterráneos en el levante y sureste
peninsular, lo que supone un gran desafío para la administración hidraúlica como muestra el
caso de las Tablas de Daimiel. Los esfuerzos de los anteriores presidente y comisario de aguas
del Guadiana para cerrar pozos ilegales fueron desautorizados, lo que supone mandar una
señal equivocada a los cientos de miles de responsables de perforaciones ilegales. El Plan
Especial del Alto Guadiana en elaboración prevee unas inversiones de 5.500 millones de euros
para solucionar la sobreexplotación de 220 hm3, lo que no parece muy razonable. Si el Plan se
amplia a los 500 hm3 de sobreexplotación en el Júcar, Segura y Sur, quizá sería necesario
invertir otros 12.000 millones de euros adicionales.
Además, la presión urbanística está contribuyendo a la degradación de los recursos hídricos y
los ecosistemas acuáticos. El objetivo de protección de los recursos hídricos y los ecosistemas
es clave, dada la importancia de las actividades turísticas actuales y potenciales en el sureste
peninsular.
Las medidas a tomar deben examinarse con cuidada para no perjudicar a la agricultura del
sureste, que es la más dinámica del país, y evitar su destrucción y abandono. Hay un problema
de disponibilidad de mano de obra, que se palía con mano de obra inmigrante. El abandono de
tierras favorece la desertización de la zona, y también hay que tener en cuenta la enorme
presión y especulación urbanística.
La solución del problema de escasez y degradación de los recursos hídricos en el
sureste, requiere la cooperación de los agricultores para conseguir la acción colectiva en
20
la protección de los recursos hídricos. Una carga excesiva sobre los agricultores
supondrá el fracaso de cualquier medida.
OBJETIVOS DEL PLAN HIDROLÓGICO NACIONAL (PHN).
En los artículos 38.1, de la Ley de Aguas, y 70, del R.D. 927/1.988, se fijan los objetivos
generales de la Planificación Hidrológica en "conseguir la mejor satisfacción de las
demandas de agua y equilibrar y armonizar el desarrollo regional y sectorial,
incrementando las disponibilidades del recurso, protegiendo su calidad, economizando
su empleo y racionalizando sus usos en armonía con el medio ambiente y los demás
recursos naturales". De acuerdo con esto, los principales objetivos que se han marcado
para el Plan Hidrológico Nacional son:
•
•
•
•
•
•
•
•
•
•
•
Conseguir la mejor satisfacción de las demandas de agua en cantidad, calidad y
garantía de suministro con el menor coste posible.
Equilibrar y armonizar el desarrollo regional y sectorial mediante la mejor
distribución posible de todos los recursos hídricos disponibles, evitando
estrangulamientos en el desarrollo de cualquier actividad, actual o futura, por
limitaciones derivadas de la insuficiencia del recurso en cantidad o calidad.
Racionalizar el uso actual o futuro, teniendo en cuenta que los excedentes que
existan o que puedan conseguirse no tienen que emplearse necesariamente en
la misma zona donde se originen, como se deduce de la condición de recurso
natural básico del agua, del dominio público estatal sobre las aguas
continentales renovables y de los objetivos generales de su planificación.
Racionalizar la explotación y gestión de los sistemas hidráulicos.
Promover el ahorro de agua mediante mejoras en las infraestructuras existentes,
en la gestión del recurso y mediante una política que incentive el ahorro y
penalice el despilfarro.
Incrementar los recursos disponibles mediante nuevas obras de regulación,
nuevas captaciones de aguas subterráneas, plantas de recarga artificial de
acuíferos, reutilización de aguas residuales depuradas y mediante esquemas de
uso conjunto de aguas superficiales y subterráneas y, en su caso, la desalación
para demandas de alta calidad. Todo ello realizado de forma que quede
plenamente garantizada la viabilidad técnica, económica, social y
medioambiental de las actuaciones.
Establecer los métodos y líneas de actuación precisos para proteger y recuperar
la calidad de las aguas en ríos, lagunas, embalses y acuíferos, así como la
protección contra su contaminación.
Establecer criterios para la realización de estudios y la determinación de
actuaciones y obras para prevenir daños causados por situaciones hidrológicas
existentes.
Proteger y ordenar el Dominio Público Hidráulico en sus aspectos relacionados
con sequías, erosión y desertificación, fijación de caudales mínimos y protección
y recuperación de cauces, riberas, márgenes y zonas húmedas. En una
adecuada ordenación, son perfectamente compatibles con el mantenimiento de
su funcionalidad y valor ambiental.
Rentabilizar las inversiones ya realizadas o que se realicen en el futuro del
Dominio Público Hidráulico. Es decir, tratar a las inversiones públicas en
proyectos hidráulicos -si se exceptúan las requeridas para abastecimiento
urbano- con igual criterio que cualquier otra inversión productiva, teniendo en
cuenta la escasez del recurso y la necesidad del estudio de alternativas para
seleccionar inversiones y jerarquizar actuaciones.
Progresar hacia la autosuficiencia financiera en la gestión hidráulica,
favoreciendo una mayor participación y control de la gestión y mejorando la
coordinación administrativa entre los diferentes organismos con competencia
sobre el agua y la gestión.
21
•
Ajustar la política hidráulica a los objetivos de desarrollo socioeconómico y a los
planteamientos de la ordenación territorial.
ACTUACIONES DEL PLAN HIDROLÓGICO NACIONAL.
•
•
•
•
•
•
Para llevar a cabo los objetivos planteados anteriormente el PHN 2000/08
contempla unas inversiones globales públicas y privadas de 3,020 billones de
pesetas. De esta cifra la mayor partida se destinarán a financiar las inversiones
en mejora y modernización de regadíos, para una mejor gestión y ahorro de los
recursos hídricos y para renovar parte de las infraestructuras de riego. Así las
actuaciones más importantes que contempla en PHN 2000/08 son: Regulación
de cuencas fluviales. Representa la segunda partida más importante del PHN,
con un 16,61% del total y una inversión de 501.718 millones de pesetas. Con
ello se pretende desarrollar un conjunto de obras hidráulicas dirigidas en su
mayor parte a adaptar el recurso hídrico a las necesidades de sus distintos usos,
intentando solucionar situaciones de carencia, tanto en cuencas excedentarias
como en deficitarias. Estas actuaciones también pretenden contribuir a que se
eviten los efectos adversos de las avenidas de ríos y cauces; a producir
energías renovables, aprovechando dicha regulación, así como a aportar
espacios de interés social.
Modernización de regadíos. Supone la partida más importante con 958.594
millones de pesetas. Su objetivo principal es financiar las inversiones en mejora
y modernización de regadíos, para una mejor gestión y ahorro de los recursos
hídricos y para renovar parte de las envejecidas infraestructuras de riego. Para
ello se ha elaborado el Plan Nacional de Regadíos (2000/08) que se detalla más
adelante.
Abastecimientos urbanos. Con esta actuación se pretende paliar problemas
como la carencia puntual de oferta de agua en algunas ciudades costeras, que
cuentan con una alta demanda de consumo durante la temporada turística. Para
ello se realizará una inversión total de 408.645 millones de pesetas (13,53% del
global).
Saneamiento y depuración de aguas residuales. Representa el 14,74% del
global de la inversión con 427.996 millones de pesetas. Se pretende incrementar
los proyectos ya existentes para el saneamiento y depuración de núcleos
urbanos y potenciar la reutilización de las aguas para el riego.
Acondicionamiento de cauces y prevención de avenidas. Con una inversión
de 227.559 millones de pesetas (7,54% del global), se pretende reducir los
impactos derivados de una falta de prevención, ante los fenómenos naturales
más adversos, y la mejora de los cauces, especialmente en las zonas urbanas.
Programa de control y mejora de la calidad de las aguas superficiales y
subterráneas. Para ello se destinarán 208.497 millones de pesetas (6,9% del
presupuesto global).
22
Modelado fluvial
Los ríos se caracterizan por poseer un cauce más o menos fijo y un caudal
permanente. Esto último es posible gracias a la aportación procedente de
aguas subterráneas. Sin embargo, algunos ríos proceden de la fusión de
masas de hielo estables, como es el caso de la fotografía, en que el río
Cinca recibe el agua del deshielo del glaciar de Monte Perdido, situado
sobre el valle de Pineta (Huesca). El relieve del fondo es el Cilindro de
Marboré.
En el tramo alto del curso fluvial predomina la erosión sobre otras acciones
como consecuencia de la elevada pendiente, gracias a la cual el río posee
una gran energía y, en consecuencia, capacidad erosiva. Son frecuentes las
formaciones como cascadas y rápidos (cascadas del Cinca, Huesca).
La presencia de saltos de agua es un carácter común tanto en el tramo de
cabecera como en los arroyos de montaña, donde el relieve sea escarpado,
como el caso del arroyo del Aguilón, un afluente del río Lozoya en el valle
del Paular (Madrid).
Esta cascada la forma el río Borosa, un afluente del Guadalquivir en su
tramo superior, dentro de la sierra de Cazorla (Jaén), otro relieve abrupto.
La presencia de rocas resistentes estratificadas y su disposición pueden
formar una sucesión de saltos y cascadas como graderíos o escalones
(gradas de Soaso en el valle de Ordesa, Huesca).
Donde la capacidad erosiva del río es elevada, éste se encaja en su cauce
(erosión lineal) profundizándolo y tallando gargantas y desfiladeros a través
de las masas rocosas (río Pitarque cerca de Montoro, Teruel).
La elevación tectónica del territorio o el descenso en el nivel de base fluvial
son los factores que pueden rejuvenecer el río y dotarle de mayor
capacidad erosiva haciendo que se encaje profundamente si encuentra
rocas resistentes. Así, el río Guadalevín traza el profundo Tajo de Ronda
(Málaga) a través de conglomerados torrenciales de edad miocena.
23
En relieves jóvenes, abruptos, y donde la litología es apropiada pueden
aparecer profundos cañones, como el de Gistaín, en el pirineo oscense,
excavado en calizas.
Aunque el río es poco aparente, el desfiladero de Los Gaitanes en la
serranía de Málaga, cortado en bancos de calizas verticales, supera los 100
metros de profundidad.
Durante el estiaje, el lecho rocoso en el tramo alto revela las huellas de la
erosión que producen los acarreos del río en forma de profundos surcos y
canales (gubiazos en el lecho rocoso del río Pitarque, Teruel).
Aunque una de las formaciones más características son los pilancones o
marmitas de gigante, que no hay que confundir con los pilones o gnammas
que la alteración química produce lejos de los cauces fluviales. Aquí se han
desarrollado sobre granito en el arroyo Torcón (Toledo).
Cuando quedan en seco se pueden ver en el fondo de los
pilancones las masas de clastos que, con su continuo girar
bajo un remolino [ → ver esquema], horadan el lecho fluvial.
El pequeño círculo negro entre ambos pilancones es una tapa
de objetivo fotográfico que mide 62 mm de diámetro
(nacimiento del río Pitarque, Teruel).
Aún los arroyos de apariencia poco espectacular son capaces de excavar
pilancones de gran tamaño, como este del arroyo del Aguilón en el valle del
Paular (Madrid).
En el curso medio el río pierde pendiente y capacidad abandonando parte
de su carga más gruesa y formando una llanura aluvial o de inundación. En
la primera parte de este tramo abundan las gravas muy gruesas que el río
sólo es capaz de remover en las grandes crecidas por lo que se acumulan
formando barras entre las que corre el agua, a veces formando varios
canales activos en forma de canales trenzados o de canales anastomosados
(río Ara en Huesca).
En otra zona del mismo río Ara se aprecia el tamaño de los aluviones entre
los que discurre el río.
24
Este aluvión muy grueso ocupa el valle del río Jarama tras su unión con el
Lozoya, cerca de la localidad de Patones de Abajo (Madrid). Se pueden
apreciar, en diferentes planos, los diversos canales activos del río.
El río abandona sus acarreos (aluviones) si carece de la energía necesaria
para su transporte, bien al decrecer la pendiente o subir el nivel de base,
entre otras causas. Pero igualmente puede ocurrir lo contrario: ganar
capacidad erosiva y encajarse en la llanura aluvial, labrando un nuevo valle
que, a su vez, será de nuevo relleno y quizá también erosionado. De esta
manera, los restos de materiales que formaban llanuras aluviales anteriores
van quedando dispuestos en forma escalonada en las márgenes del valle
actual, son las llamadas terrazas aluviales.
¿Cómo
se
forman
las
terrazas?
En la foto superior de la izquierda se ven terrazas del río Jarama
poco antes de recibir las aguas del Lozoya en el norte de la
Comunidad de Madrid (el relieve más elevado no es una terraza).
La foto inferior de la izquierda muestra los restos de un nivel de
terraza desaparecida, también del Jarama, a la altura de Velilla de
San Antonio. Obsérvese su situación topográficamente por encima
del nivel actual del canal activo, visible detrás y señalado por la
presencia del bosque de ribera. Más allá se ve la superficie roturada de la
actual llanura de inundación.
La otra forma característica de los canales fluviales son las sinuosidades
llamadas meandros. Aparecen en la segunda mitad del tramo medio y en
el tramo bajo del río, siendo muy variable su forma y desarrollo. Este lo
traza el río Manzanares frente a Rivas-Vaciamadrid, poco antes de su unión
con el Jarama. El agua corre de derecha a izquierda de la foto. En la curva
del meandro el agua tiende a desplazarse hacia el exterior del mismo,
donde será mayor su efecto erosivo y la orilla aparece escarpada (zona
oscura del fondo a la derecha), mientras que en la orilla interna del
meandro el agua pierde velocidad y el río deposita una barra semilunar o
point bar. Ese efecto erosivo en el exterior de la curva ha obligado a
realizar la protección de la misma mediante depósitos de bloques que el río
no puede remover (en primer término).
Este esquema representa lo indicado arriba acerca de la acción del agua en
el meandro. En él, el perfil del canal es asimétrico, más profundo en la orilla
cóncava exterior, donde el agua erosiona. La superficie del agua se inclina
levemente como consecuencia del desplazamiento de la misma hacia el
exterior
del
meandro.
Como consecuencia de las acciones descritas, el meandro tiende a
ampliarse, a hacerse más ancho, y a desplazarse aguas abajo del valle.
Además de desviarse hacia afuera del meandro, el agua describe un
torbellino helicoidal que incrementa su acción erosiva sobre esa orilla.
25
Los meandros descritos anteriormente pueden desplazarse por la llanura de
inundación del río, pero en otras ocasiones la erosión ha sobreimpuesto su
trazado sobre rocas duras en las que se ha encajado el río formando los
meandros encajados (embalse de Burgomillodo ocupando el valle del río
Duratón, Segovia).
El mismo caso muestra el encajamiento del río Malvellido, en las Hurdes
(Cáceres), que describe meandros encajados en esquistos y pizarras.
La concentración de la acción erosiva en determinados puntos a
lo largo del meandro puede conducir al estrangulamiento [ → ver
esquema] del mismo, como ocurrirá en un futuro en este
meandro del río Alagón, cerca de Riomalo de Abajo (Cáceres).
Cuando un meandro de estrangula, el agua toma el camino más corto
abandonando el antiguo curso a lo largo de la curva que quedará como un
meandro abandonado. Si éste permanece conteniendo agua formará un
lago en herradura. En la foto campos de labor ocupan un meandro
abandonado en torno a la localidad de La Cabrera (Guadalajara). El río
discurre al fondo, transversalmente al plano de la foto.
Entre el embalse de El Atazar y el Pontón de la Oliva, el río Lozoya traza
estos meandros encajados. En primer término vemos un meandro activo y,
en segundo plano, un meandro abandonado ocupando la mitad izquierda de
la foto.
El puente romano de Talamanca del Jarama ha quedado en seco al
desplazarse el canal activo del río en su llanura de inundación,
aunque el puente ha resistido el paso de siglos y crecidas.
La variación en la situación de los canales fluviales activos o el depósito de
una avenida, entre otras causas, pueden fosilizar un canal dejando una
estructura reconocible en la serie sedimentaria como un paleocauce o
paleocanal. Esta foto muestra un paleocauce torrencial en el seno del
abanico aluvial de Cobatillas (Teruel).
La dinámica fluvial normal también puede ser causa de riesgos para bienes
y personas. Se dice que todo río, tarde o temprano, ocupará su llanura de
inundación. Las avenidas de mayor magnitud son menos frecuentes, pero
no por ello deja de existir la posibilidad de que se produzca. La riada del río
Jarama de 1947 provocó la caída de uno de los pilares del puente de San
Martín de la Vega. Hoy el río pasa más allá de este puente, pues su canal es
divagante en la llanura de inundación.
A pocos cientos de metros del puente anterior se encuentra el actual, muy
transitado, que muestra otro aspecto de la dinámica del río Jarama. Éste se
ha encajado en su llanura de inundación más de metro y medio, poniendo
al descubierto parte de la cimentación de los pilares que sustentan el
puente.
26
Formación de terrazas aluviales
Después de un prolongado período de evolución, el río primero ha
labrado su cauce sobre la roca de sustrato y luego ha rellenado el
valle formando la llanura aluvial. En una fase temprana habría
dominado la erosión vertical y encajamiento del canal, para luego ir
ganando importancia la erosión areolar en los interfluvios que habrá
rebajado el relieve hasta formar el amplio valle en artesa.
El río puede ganar capacidad erosiva y encajarse en su propia llanura
aluvial como consecuencia de variaciones en el nivel de base o en el
clima. Al hacerlo, puede llegar o no a atravesar todo el espesor de los
depósitos aluviales.
De nuevo el río pasa por las mismas fases en su evolución y amplía el
valle al ganar importancia la erosión en sus márgenes. La superficie
de la anterior llanura aluvial queda adosada a las márgenes del valle
en forma de escalón o resalte topográfico que constituye la
denominada terraza aluvial.
De nuevo pasa por otra etapa de colmatación o relleno del valle
formando una nueva llanura aluvial que, si se repite el ciclo y el río se
encaja, dará origen a otro nivel de terrazas más moderno. Obsérvese
que esta nueva llanura aluvial (y por tanto las terrazas que pueda
formar) se encuentran a un nivel topográficamente inferior respecto a
las
terrazas
más
antiguas.
Las terrazas dibujadas aquí, donde el río no ha eliminado por
completo el depósito aluvial anterior, se llaman encajadas. Sin
embargo, puede ocurrir que el río atraviese totalmente el aluvión
llegando a encajarse en el sustrato rocoso, formando las terrazas
escalonadas y solapadas.
27
Usos del agua
•CONSUMO
DOMÉSTICO. Comprende el consumo de agua en nuestra
alimentación, en la limpieza de nuestras viviendas, en el lavado de
ropa, la higiene y el aseo personal...
•CONSUMO
PÚBLICO. En la limpieza de las calles de ciudades y pueblos,
en las fuentes públicas, ornamentación, riego de parques y jardines,
otros usos de interés comunitario, etc..
•USO
EN AGRICULTURA Y GANADERÍA. En agricultura, para el riego
de los campos. En ganadería, como parte de la alimentación de los
animales y en la limpieza de los establos y otras instalaciones
dedicadas a la cría de ganado.
•EL
AGUA EN LA INDUSTRIA. En las fábricas, en el proceso de
fabricación de productos, en los talleres, en la construcción…
•EL
AGUA, FUENTE DE ENERGÍA. Aprovechamos el agua para producir
energía eléctrica (en centrales hidroeléctricas situadas en los
embalses de agua).
En algunos lugares se aprovecha la fuerza de la corriente de agua de
los ríos para mover máquinas (molinos de agua, aserraderos…)
•EL
AGUA, VÍA DE COMUNICACIÓN. Desde muy antiguo, el hombre
aprendió a construir embarcaciones que le permitieron navegar por
las aguas de mares, ríos y lagos. En nuestro tiempo, utilizamos
enormes barcos para transportar las cargas más pesadas que no
pueden ser transportadas por otros medios.
•DEPORTE,
OCIO Y AGUA. En los ríos, en el mar, en las piscinas y lagos,
en la montaña… practicamos un gran número de deportes: vela,
submarinismo, winsurf, natación, esquí acuático, waterpolo,
piragüismo, ráfting, esquí, patinaje sobre hielo, jockey…
Además pasamos parte de nuestro tiempo libre disfrutando del agua
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en las piscinas, en la playa, en los parques acuáticos … o, simplemente,
contemplando y sintiendo la belleza del agua en los ríos, las cascadas,
los arroyos, las olas del mar, las montañas nevadas…
¿Dónde hay agua?
Las aguas son una parte muy importante del paisaje. Hay agua en las
nubes. Hay agua, en forma de nieve o de hielo, en las cumbres de las
montañas. Hay agua en el mar, en los lagos, en los ríos y arroyos. Hay aguas
subterráneas. También el agua forma parte de todos los seres vivos.
Hay agua salada y agua dulce (sin sales disueltas). Son aguas saladas las
aguas marinas y las de algunos grandísimos lagos del planeta. El resto del
agua que está en los ríos, lagos, embalses, en forma de nieve... son aguas
dulces, sin sales disueltas.
Hay agua en....
LOS MARES
Los mares y océanos están formados por la gran masa de agua que cubre la
superficie
de
la
Tierra
situada
entre
los
continentes.
Los mares son las zonas más próximas a la tierra firme; el resto de la
superficie terrestre cubierta por las aguas forma los océanos.
Mares y océanos cubren aproximadamente las tres cuartas partes de la
superficie de la Tierra.
LOS RÍOS
Los ríos son corrientes continuas de agua dulce. Surgen de las zonas
elevadas (montañas), lagos, manantiales .... Tras recorrer valles y llanuras y
pasar junto a pueblos o ciudades, entregan sus aguas a otro río o al mar.
Los ríos que desembocan en el mar se llaman ríos principales y aquellos que
desembocan en otro río se llaman afluentes.
Llamamos curso de un río al recorrido o trayectoria que sigue desde su
nacimiento hasta su desembocadura
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El curso de un río presenta tres zonas bien diferenciadas:
Curso alto
Es la parte del curso más próxima al lugar de nacimiento o
formación del río. Suele ser un terreno montañoso con
pendientes muy pronunciadas. En esta zona suelen existir
cascadas y cataratas. La velocidad del agua es elevada y
produce una gran acción de destrucción (erosión) del terreno.
Curso medio
Cuando el río desciende de las zonas elevadas comienza el llamado
curso medio. La pendiente del terreno disminuye; el río ve aumentado
su caudal al recibir los primeros afluentes y el agua disminuye su
velocidad.
En esta zona las aguas del río transportan gran parte de los
materiales arrancados a la montaña en el curso alto (acción de
transporte).
Cuando la pendiente disminuye, el río se ve obligado a describir
sinuosos recorridos para poder avanzar: son los meandros.
Curso bajo
Es la última parte del curso del río. Comprende la parte mas próxima
a la desembocadura. La velocidad de las aguas es muy lenta. El cauce
(parte del terreno ocupado por las aguas del río) se ensancha y el
caudal es máximo. El descenso de velocidad hace que los materiales
que las aguas transportan se acumulen (acción de sedimentación) en la
desembocadura, llegando a crear grandes extensiones de tierra firme
(deltas).
LAGOS Y LAGUNAS
Los lagos son grandes acumulaciones de agua en zonas deprimidas del
terreno.
En las zonas hundidas del terreno, se acumulan las aguas procedentes del
entorno, incluso de ríos que desembocan en estas zonas. Hay lagos tan
extensos que llegan a tener varias ciudades diferentes en sus orillas.
Las lagunas son lagos de pequeña extensión.
AGUAS SUBTERRÁNEAS
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Parte del agua procedente de las lluvias se filtra en el terreno formando
grandes depósitos. Parte de esta agua discurre bajo tierra formando
auténticos
ríos
subterráneos.
Estas aguas subterráneas pueden volver a salir a la superficie de modo
natural a través de fuentes y manantiales. Otras veces los hombres excavan
pozos o realizan perforaciones para extraer el agua almacenada en las
profundidades de la tierra (acuíferos).
EMBALSES
Los embalses son retenciones artificiales de los cursos naturales de los ríos
que se logran mediante la construcción de un gran muro o presa. De esta
forma conseguimos almacenar gran cantidad de agua que después será
utilizada para diversos fines: abastecimiento de pueblos y ciudades,
producción de energía eléctrica, riego de cultivos...
Además, los embalses, llamados a veces pantanos, ayudan a regular el caudal
de los ríos, disminuyendo el riesgo de inundaciones cuando se producen
lluvias abundantes.
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PODEMOS
ENCONTRAR
EL MAR
Tres cuartas partes de la
superficie de la Tierra están
ocupadas por el agua
AGUA
EN....
LAS NUBES
El agua de los
mares, ríos, lagos....
se evapora y forma
las nubes.
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HIELOS Y NIEVE
En los polos de nuestro planeta y
en las montañas más altas,
encontramos agua en forma de
nieve o hielo.
LOS
RÍOS
Los ríos, en su curso alto, hacen una continua
labor de destrucción (erosión) de la superficie
terrestre
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En el curso medio, los ríos ven
aumentado su caudal y la
velocidad de la corriente
disminuye al recorrer zonas
de llanura.
Desembocadura de un río en el mar
En ocasiones los
ríos trazan amplias
curvas llamadas
meandros.
Desembocadura del río Ebro.
Podemos apreciar el amplio delta
que forma.
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LAGOS Y
LAGUNAS
En las zonas hundidas se forman
lagos y lagunas que acumulan
agua procedente de arroyos y
manantiales
MANANTIALES, FUENTES Y AGUAS
SUBTERRÁNEAS
Las aguas subterráneas afloran en algunos lugares como manantiales.
En algunos de ellos construimos fuentes.
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EMBALSES
Mediante la construcción de presas retenemos el
agua de los ríos para su uso posterior.
ALGUNAS PREGUNTAS SOBRE EL AGUA
¿Cuánta agua potable hay en la Tierra?
Se calcula que en la Tierra hay unos 1.400 millones de km.
cúbicos de agua.
Solamente el 3% de ese agua es agua dulce, es decir 42
millones de Km. cúbicos.
De todo el agua dulce, el 80% está formando los polos y zonas
heladas de la Tierra; el 19% es agua subterránea y el 0,7%
está formando parte de la atmósfera.
El agua dulce disponible en ríos y lagos es el 0,3% del total. Es
una cantidad escasa para toda la humanidad, por lo que es
necesario conservarla y evitar su contaminación, si queremos
que la vida continúe sobre este maravilloso planeta.
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¿Qué tratamientos recibe el agua en la planta
potabilizadora?
Para que el agua que captamos en embalses, pozos, lagos, etc. sea
adecuada para el consumo humano, es necesario tratarla convenientemente
para hacerla potable. Este proceso se denomina potabilización y se realiza
en las plantas potabilizadoras. Existen diferentes métodos y tecnologías de
potabilización, aunque todos ellos constan, mas o menos, de las siguientes
etapas:
1.PRECLORACIÓN Y FLOCULACIÓN. Después de un
filtrado inicial para retirar los fragmentos sólidos de
gran tamaño, se añade cloro (para eliminar los
microorganismos del agua) y otros productos químicos
para favorecer que las partículas sólidas precipiten
formando copos (flóculos).
2.DECANTACIÓN. En esta fase se eliminan los flóculos y
otras partículas presentes en el agua.
3.FILTRACIÓN. Se hace pasar el agua por sucesivos filtros
para eliminar la arena y otras partículas que aún
pudieran quedar, eliminando a la vez la turbidez del agua.
4.CLORACIÓN Y ENVÍO A LA RED. Para eliminar los
microorganismos más resistentes y para la desinfección
de las tuberías de la red de distribución.
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Las aguas residuales
Llamamos aguas residuales a las aguas que resultan después de haber sido
utilizadas en nuestros domicilios, en las fábricas, en actividades ganaderas,
etc.
Las aguas residuales aparecen sucias y contaminadas: llevan grasas,
detergentes, materia orgánica, residuos de la industria y de los ganados,
herbicidas y plaguicidas… y en ocasiones algunas sustancias muy tóxicas.
Estas aguas residuales, antes de volver a la naturaleza, deben ser
depuradas. Para ello se conducen a las plantas o estaciones depuradoras,
donde se realiza el tratamiento mas adecuado para devolver el agua a la
naturaleza en las mejores condiciones posibles.
Todavía existen muchos pueblos y ciudades de nuestro país que vierten sus
aguas residuales directamente a los ríos, sin depurarlas. Esta conducta ha
provocado que la mayoría de los seres vivos que vivían en esos ríos hayan
desaparecido.
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El agua en nuestro
país es un bien
escaso y estamos
obligados a
utilizarla
racionalmente. La
mayor parte del
agua consumida se
dedica a la
agricultura,
79,5%, para regar
unas 3.500.000
Ha. El resto, un
20%, lo usamos en
nuestras industrias
y en nuestros
hogares.
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