hace que la mayoria de los poetas se evidencien como seres

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RESENAS
hace que la mayoria de los poetas se evidencien como seres ag6nicos, entre un pasado
convertido ya en mito por el discurso del inmigrante cubano y un presente que no le pertenece.
De ese pasado nos recuerda el conocido novelista Reinaldo Arenas en uno de sus poemas
aquf recogidos:
precola para la cola que nos da derecho a seguir en la / cola>>. En total,
lo que presentan estos poetas es la conciencia de ser otro, de no pertenecer, como terrorificamente lo expresa Isabel Rivero en su poema,
excluidos se muerden las unias>>, o
tambien Jorge Valls, quien como prisionero de conciencia ata su experiencia a la de los
desaparecidos cuando habla de ese obsesivo tema de la identidad que surge en la literatura
del torturado:
rostro es un hueco / y no puedo quitarmelo>>.
Sin embargo, si nos preguntamos cual es la metifora significativa del exilio, creo que
ahora que tenemos poetas cubanos en Nueva York, la respuesta tendria que ser la soledad.
La ciudad de Nueva York impone esta sensaci6n aun cuando no se es exiliado, pues es la
ciudad que, a manera de islotes, representa las culturas de los expatriados. Nuestros poetas
Ilevan la soledad hacia un piano metafisico, y en este sentido esta poesia -hasta cierto punto
separatista tambien- conecta con las teclas de la poesia contemporinea. Lo que vocifera la
mayoria de los j6venes poetas de esta antologia es la diferencia de ser. Algo sorprende el
hecho de que aunque poesia del exilio cubano, incluy6ndose a recien Ilegados a traves de
Mariel, a ex-prisioneros politicos como Valls y Arenas, esta poesia explora mis el acto y la
angustia de ser exiliado que la afioranza de lo dejado. El recuerdo y la nostalgia de la Isla,
aunque patentes, no alcanza un nivel temitico; mas importante en este sentido es el ensimismamiento. Es posible que esto est6 ligado precisamente al hecho de que los poetas residen
en Nueva York.
Todo lo dicho anteriormente rinde total validez a la colecci6n que el senior Felipe Lazaro
nos presenta. Aunque existe la posibilidad de que se hayan quedado descarriados algunos
poetas callejeros, la presente antologia ejemplifica una realidad de nuestras letras, la existencia
de una poesia cubana de y en Nueva York.
<<La
<<Los
<<Mi
LIBRADA HERNANDEZ
Furman University
MAGALI ALABAU, Hermana. Madrid: Editorial Betania, 1989.
Este libro de poemas esta dividido en varias secciones, que enfocan sobre una experiencia
vivida, pero todo el texto fluye como un poema del recuerdo en el que el discurso poetico
remite a la literatura de viaje en el tiempo. En este viaje la autora hace un tributo a su
hermana, quien se encuentra encerrada/enterrada en el manicomio de Mazorra en la Isla de
Cuba. En el poemario converge el recuerdo de la hermana con la experiencia de la poeta
exiliada en Nueva York, encerrada/enterrada tambien en la isla de Manhattan. La poesia sera
el medio por el cual Alabau explore los viajes del pasado, el de su exilio y el que hacia cada
domingo al sanatorio. Ambos viajes son impuestos; el dominical, como tarea de hermana:
mandaron aqui, no hubiera venido / me mandaron a cumplir con la obligaci6n, / porque
eres mi hermana, porque eres yo de ti y ti de yo>>, y el viaje al exilio, que resulta en un
sentido de culpabilidad al abandonar a la hermana: <Y, sin embargo, yo era la nica que
entendia / y ese entendimiento el dnico que te liberaba / y escape con dl>>.
A travds de la escritura, la autora se libera del sentido de culpabilidad y a la vez elimina
la enfermedad de la hermana. Este viaje coincide con el regreso odisiaco y esti impulsado
por un deseo inusitado de retornar a un pasado perdido en el recuerdo:
<<Me
RESENAS
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Cuba es un badi amarrado
Ileno de prohibiciones,
una caja que no abro
porque salen todas, una a una
maldiciones.
Una vez abierto el badl y el pasado hecho posible, la muerte se hace evidente tanto en
la vida de la hermana en Cuba como en la de la ambulante del subway neoyorquino. Estos
viajes convergentes y entretejidos en el discurso po6tico cobran asi un sentido elegiaco que
nos recuerda las coplas de Manrique. Sin embargo, en estos poemas se vuelve la vista atrds
para revivir un tiempo pasado que no fue mejor; se trata de un tiempo pasado en que el
mundo ca6tico de la hermana se enreda y coincide con el mundo tumultuoso, confuso y
discordante de la poeta. Por otra parte, el viaje nos remite al mito de Orfeo y Euridice en
una nueva mitologia en que se recupera la infancia perdida en la poesia mrnisma.
Puesto que el poemario estd estructurado en forma de viaje, las varias secciones en que
se divide forman como escalas a travis de las cuales la persona poetica busca las raices de
la identidad para completar su personalidad. En estas escalas Magali Alabau anima todo el
pasado, desde los juegos de la ninez con su hermana, sus visitas al manicomio, la compleja
relaci6n con los padres, sus viajes neoyorquinos, hasta la angustia existencial del exilio y el
vacio de la vida diaria en la gran ciudad. La autora, mostrando el efecto de la separaci6n de
las hermanas, hace un esfuerzo por completar ese viaje poetico con la recuperaci6n imaginaria
de la hermana. Esta resucita en el poema y entra en el mundo de la poeta:
soga de mi
cama / te servird de escalera. / Sonrie, hermana mia. / Estds en Nueva York>. Al final se
comenta precisamente que la superaci6n del abandono, el escape y la culpabilidad se leva
a cabo dentro del texto po6tico. Es en este texto poetico donde las dos hermanas vuelven a
darse las manos en una despedida que se torna en un reencuentro:
manos darnos en
esta despedida, /4solos dedos reconocen nuestra uni6n>>.
En total, el libro encompasa dos vidas aisladas tanto en el tiempo como en el espacio: la
hermana, aislada en el pasado en la Cuba del recuerdo, casi mitica y mitificada en el poemario
y aislada tambien en la soledad y abandono del sanatorio; la poeta, abandonada en el presente
entre la multitud, <<las hordas>>, en la soledad de Nueva York.
En el discurso po6tico se hace eco tambi6n la agonia de vivir en la gran ciudad de Nueva
York. En cierto modo, la aglomeraci6n metropolitana sin sentido que enajena al ser humano
de sus raices es tambi6n el acicate que mueve a la autora y la hace reafirmarse a la vida:
<<Mientras huelo las hordas, / mas inmune / este anhelo>>. La ciudad misma despierta el ansia
de bdsqueda y en su absurda realidad metdlica de trenes y borrachos de sueno da lugar al
encuentro con el pasado. El mundo poetico del texto contradice todo encuentro en un tiempo
lineal y, por lo mismo, el tiempo se torna en un tiempo fuera del tiempo, un presente y un
pasado fuera del presente y del pasado; nada indica que un grupo ha de encontrarse:
<<La
<<S6lo
He registrado la ciudad.
Todos en su sitio, sin moverse.
La noche escupe miedo y todos oyen.
No hay quien pueda callarnos. Cada planta arrancada
es el otro. Cada ultraje repercute en esta cama
donde un hombre y una mujer comieron.
Los arboles de aquel campo en que nos dejaron
repiten en mi cuarto: memoria viva.
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RESErAS
En tanto que el poemario es una resucitaci6n de lo que ha sido enterrado en la memoria,
el cuadro reproducido en la portada y que aparece, literalmente, detras del texto poetico,
ilumina el sentido del viaje y funciona como metifora del texto poetico; en la pintura de
encontramos la figura de la hermana resucitada en la memoria
Sylvia Balde6n,
y el historial de su enfermedad recreado en la escritura.
En cuanto al lenguaje, en este poemario se destaca una complicidad entre la palabra
po'tica y la desintegraci6n de un mundo ordenado. Aunque el poemario apunta hacia la
conjugaci6n de un pasado y un presente, el mundo en que 6ste se da es un espacio ca6tico
en que la lucha por el orden se torna absurda, puesto que el orden no es parte del universo
palpable, sino del discurso po6tico. S610o en la transgresi6n de lo real puede traspasarse el
caos. El lenguaje desgaja el tiempo, la memoria y derrumba la pared entre ese universo
palpable neoyorquino y el mistico universo textual en que se juntan las hermanas. De ahi
que en la palabra escrita el pasado cobre sentido en el presente. La palabra aquf hace resonar
lo inefable y descascara el dolor oprimido. El lenguaje es el medio para desenmascarar los
recuerdos y el sentido de ese universo enterrado. El poemario esta cargado de imagenes que
presentan el abandono, la soledad y la agonia existencial de una manera desgarradora. A la
misma vez, la metifora de aislamiento que es central al texto pasa de la palabra escrita a la
imagen visual recreada en el cuadro de Balde6n.
<<Anamnesis>>,
INLIBRADA
HERNANDEZ
Furman University
PERLA ROZENCVAIG, Reinaldo Arenas: Narrativade transgresion. Oaxaca: Editorial Oasis, 1986.
Este primer libro de Perla Rozencvaig, original en concepto y en metodologia, viene a
Ilenar un vacio en la nueva critica hispanoamericana: la obra de Reinaldo Arenas, rica en
problemas de intertextualidad, compleja en su estructura y densa en sus niveles de significado,
no habia recibido, hasta ahora, un enfoque critico tan completo y detallado. Dividido en seis
capitulos, el libro dedica los dos primeros a El mundo alucinante (1969), y los otros cuatro
a las tres otras novelas del escritor (parte de su anunciada pentagoniasobre aspectos politicos
y sociales en Cuba a partir de los afios cincuenta); una bibliografia complementa el volumen.
La <Nota preliminar>> declara el objetivo principal del libro: <<demostrar que las novelas
de Arenas... constituyen un cuerpo orginico por el que se filtra una visi6n de mundo en
correspondencia con una ideologia fija: la constante bisqueda de un espacio liberador, sede
de incesantes transgresiones>> . Tal concepto «<organico le permite a la autora concentrarse
en cada novela independientemente, pero sin perder de vista su prop6sito, establecer la validez
de una <<narrativa de transgresi6n . El primer capitulo demuestra c6mo la intertextualidad
de fragmentaci6n, confusi6n,
ideol6gica en El mundo..., conseguida a trav6s de
desorden y multiplicidad>>, establece conexiones directas entre la controvertida y revolucionaria figura hist6rica y literaria de fray Servando Teresa de Mier y el escritor Reinaldo Arenas,
<<testigo participante de la nueva realidad cubana>>. El segundo analiza la intertextualidad
par6dica a trav6s de la transmutaci6n del andr6gino personaje de Virginia Woolf, Orlando
(en su novela del mismo nombre), y sus funciones en el texto de Arenas.
En los capitulos III y IV se discuten dos aspectos fundamentales de Celestino antes del
alba (1967); el tercero ofrece un detallado anflisis del personaje infantil como narrador y
protagonista, y el cuarto estudia la funci6n del doble (Celestino), creaci6n del narrador/protagonista. Rozencvaig sugiere que a traves de esta «transgresi6n de la realidad empirica>>, el
escritor propone un modelo de la escritura como subversi6n, y prosigue a desarrollar esta
<<mecanismos
idea en el capitulo V, dedicado a El palacio de las blanquisimas mofetas (1980). Como el
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