PONTIFICIA UNIVERSIDAD JAVERIANA FACULTAD DE COMUNICACIÓN Y LENGUAJE MAESTRIA EN COMUNICACIÓN Seminario-taller: Metodología cuantitativa y cualitativa para la investigación Docente: Alfonso Sánchez Pilonieta TEORIA DE LA OBSERVACIÓN Por: Carlos Arturo Monje La observación constituye una de las principales herramientas metodológicas para la recolección de datos, especialmente en el marco de los métodos y técnicas cualitativas de investigación social. Su utilización plantea la relación observador-actor, la cual adquiere características diferenciables. En algunos casos prima la posición del observador quien actúa sobre el otro – sujeto observado o actor – mientras en otras circunstancias se realiza en la doble dimensión de observador y actor, con una mayor orientación hacia este segundo elemento de la relación. En el primer caso tendríamos la denominada observación participante que es más una modalidad de observación exógena, mientras en el otro polo aparece la autoobservación, de naturaleza endógena. Estas son dos de las más importantes técnicas de la observación cualitativa en investigación social. El objetivo de la observación en la perspectiva cualitativa es comprender el comportamiento y las experiencias de las personas como ocurren en su medio natural. Por lo tanto, se intenta observar y registrar información de las personas en sus medios con un mínimo de estructuras y sin interferencia del investigador. La investigación social se ha nutrido en los últimos tiempos del aporte de los métodos cualitativos, entre los cuales figura el método etnográfico, surgido desde el ámbito del trabajo antropológico. La investigación etnográfica se caracteriza por el privilegio que otorga a las metodologías de orden cualitativo. Su propósito es obtener la comprensión práctica de los objetos de estudio propios de las ciencias sociales, permitiéndole flexibilidad al investigador para explorar y descubrir, enfatizando la descripción y la inducción en el análisis de los datos. Las categorías de datos que se construyen surgen del proceso de observación y aprendizaje y no de ideas preconcebidas. Este acercamiento reduce al mínimo la manipulación del ambiente por parte del investigador, dado que no traza por anticipado ningún límite a los resultados que pueden ser generados por la investigación. La investigación etnográfica es también una forma de investigación naturalista que utiliza el sistema inductivo, esto es, estudia casos específicos con el fin de desarrollar teoría general. El objetivo de este tipo de investigación es descubrir y generar la teoría; no es probar ninguna teoría determinada. Se intenta comprender una comunidad y su contexto cultural sin partir de presuposiciones o expectativas. Pero esto no significa que la labor del investigador sea de carácter empírico, espontaneista y carente de sustento teórico; representa mas bien de una postura frente a la realidad investigada. Esta concepción está estrechamente ligada al trabajo de campo a partir del cual se establece contacto directo con los sujetos y la realidad estudiada. El investigador se desplaza hacia los sitios de estudio para la indagación y registro de los fenómenos sociales y culturales de su interés mediante la observación y participación directa en la vida social del lugar. El etnógrafo recoge sistemáticamente descripciones detalladas de situaciones, eventos, personas, interacciones y comportamientos observados; citas directas de la gente sobre sus experiencias; actitudes, creencias y pensamientos; de la misma forma obtiene extractos o pasajes enteros de documentos, cartas, registros e historias de caso. La activa intervención del observador en la vida del grupo, de la comunidad o de la institución que investiga, supone abrir las puertas de las fuentes de la información de primera mano que se propone obtener. En su intento de entrar a un grupo o institución, la aproximación a las personas claves es decisiva para el éxito de la investigación. Es necesario que el investigador se prepare cuidadosamente, tanto a sí mismo como al medio donde va a operar. La participación activa como observador dentro de la comunidad implica que el investigador procure una participación que no cree resistencias dentro de los miembros o introduzca distorsiones en su propio trabajo. El investigador debe negociar un grado de participación adecuado para obtener la información pertinente para sus propósitos investigativos. La observación participante Se considera como una técnica que permite el registro de las acciones perceptibles en el contexto natural y la descripción de una cultura desde el punto de vista de sus participantes. Comprende dos tipos de aproximación complementarios: la descripción de los componentes de la situación analizada, es decir, lugares, autores, comportamientos, etc., con el fin de elaborar tipologías. La otra aproximación que es propiamente la observación participante, conlleva a descubrir el sentido, la dinámica y los procesos de los actos y de los acontecimientos. Para tal fin el investigador se integra en la vida de los individuos afectados por el estudio. La observación participante toma en consideración los significados que los sujetos implicados atribuyen a sus actos, en tal sentido favorece la intersubjetividad. Es posible distinguir dos modalidades de observación. La observación simple, no regulada o no controlada donde sólo se tienen unos lineamientos generales para la observación sobre aspectos del fenómeno que el investigador tiene interés en conocer. Y la observación participante propiamente dicha donde el investigador o el responsable de recolectar los datos se involucra directamente con la actividad objeto de la observación, lo que puede variar desde una integración total al grupo o ser parte de este durante un período. Esta técnica exige periodos de observación considerablemente prolongados y personal y analistas relativamente competentes. Los investigadores en la observación participativa llevan una libreta o diario de campo en el cual anotan el desarrollo cotidiano de la investigación, sus percepciones, sentimientos, expectativas, etc. – es decir, sus impresiones subjetivas – referentes a los acontecimientos que viven en el transcurso de la investigación. El investigador describe los elementos concretos de la situación y refiere textualmente las afirmaciones de los sujetos observados. La información recogida debe permitir al investigador describir relaciones, buscar constantes y estructuras esenciales de los fenómenos mediante una teorización. Debe intentar obtener una comprensión crítica de la realidad por medio de un trabajo de conceptualización y de análisis. 2 A pesar de sus fortalezas, la observación participante es un método que también presenta debilidades. Entre estas últimas se señala la subjetividad del investigador, como factor que puede sesgar los análisis. Pero su principal ventaja consiste en que proporciona un conocimiento profundo de la situación en la que se desarrolla el estudio. Además es susceptible de garantizar una buena credibilidad gracias a la proximidad de las fuentes, a la obtención de información de primera mano. Gracias a la intersubjetividad, es decir, cuando varias personas describen de forma semejante una misma situación, se aumentan las probabilidades de validez de los resultados. La cientificidad del método se logra mediante: la transparencia del investigador, es decir, llevando sistemáticamente y de la manera más completa e imparcial sus notas de campo. Mediante la triangulación teórica, o sea, usando modelos teóricos múltiples. La triangulación de las fuentes implica comprobar la concordancia de los datos recogidos de cada una de ellas. También a través de la reproducción independiente que consiste en que un investigador que no ha ido al campo de investigación analiza e interpreta los datos independientemente del investigador principal. Así mismo la devolución de los datos a los sujetos implicados permite su corroboración. El hecho de llevar a cabo suficiente trabajo de campo y recoger datos en cantidad suficiente permite elaborar interpretaciones válidas y asegura la transferibilidad. La validez de las investigaciones realizadas mediante la observación participante está ligada al debate Emic/Etic. Lo emic hace referencia al punto de vista interno, la significatividad y el sentido para el actor, mientras tanto lo etic prioriza lo externo, es decir, la significatividad y el sentido para el observador. En principio las observaciones interiores y exteriores deben combinarse. Para comprender la cultura por ejemplo de un grupo nativo es necesario adentrarse en él y situarse desde su perspectiva; pero no basta con ello por que el nativo no es suficientemente capaz de autodescribirse, se necesita la mirada externa del observador, que devela estructuras subyacentes que no es posible dilucidad desde la sola mirada interna. La autoobservación Conduce a la comprensión del sentido de las acciones de los sujetos, como un modo de observación endógeno. Se trata de una modalidad de observación en que el observador está orientado hacia el otro – el actor – en una actitud natural. El actor-observador se desenvuelve en una actitud natural apuntando hacia la superación de la actitud intencional que es la característica más notable de la observación externa. La autoobservación se considera un procedimiento de aprendizaje/conocimiento inverso del realizado en la observación participante: en lugar de aprender a ser un nativo de una cultura extraña, el nativo aprende a ser un observador de su propia cultura. El observador se considera como una especie de “nativo próximo” a su sistema de referencia que genera participación a través de la observación endógena. LECTURA: Gutiérrez, Juan y Delgado, Juan Manuel. “Teoría de la observación”. En: Métodos y técnicas cualitativas de investigación en ciencias sociales. Ed. Síntesis S.A., Madrid, 1995 Santafé de Bogotá, 11 de abril de 2000 3