Asesor Fiscal del Consejo General de Procuradores A unque con anterioridad, en otros artículos de esta revista, hemos tratado sobre los rendimientos irregulares, conviene recordar su significado antes de exponer la sentencia que traemos a colación. Irregulares son los ingresos que se generan en un periodo superior a dos años y sobre los cuales la norma prevé que se aplique una reducción del 40%. La razón de esta medida es corregir la progresividad del impuesto. Dicho de otra forma, se trata de corregir la siguiente situación: en el IRPF, cuantos más ingresos se obtienen más elevado es el tipo impositivo que se aplica, por lo que si un ingreso generado a lo largo de varios años se declara en el ejercicio en que se obtiene, se paga un impuesto más elevado que el que se pagaría si ese mismo ingreso se hubiese declarado fraccionadamente en cada uno de los años en que se generó. E N todas las normas reguladoras del IRPF, desde la Ley de 1978 hasta la actual del 2006, se ha contemplado esta figura más o menos con la misma redacción, aunque la Administración Tributaria siempre ha sido muy reacia a la hora de aplicarla. En el caso concreto de los procuradores que alegaban que percibían ingresos generados en varios años por los pleitos encomendados, la Administración les contestaba que en realidad sus derechos no se generaban a lo largo de los años de duración del pleito, sino que correspondían a actuaciones concretas e individualizadas, y que aunque se cobrasen al final del procedimiento, su devengo estaba perfectamente establecido en el tiempo. Asimismo, para la Administración la actividad del procurador siempre presentaba una regularidad en la liquidación de los derechos aunque éstos correspondiesen a encargos que se desarrollaban a lo largo de varios años. A nuestro juicio, y a juicio de innumerables ciudadanos, a tenor de la cantidad de litigios que ha generado esta figura desde 1978, la postura de la Administración era muy débil, muy difícil de sustentar con la parca y concisa redacción de la norma. Por eso, seguramente, en la actual Ley del IRPF, la 35/2006, se recoge en un párrafo una descripción genérica del supuesto que se quiere excluir de la aplicación de la reducción por rendimiento irregular. Literalmente el art. 32.1 reza lo siguiente: “No resultará de aplicación esta reducción a aquellos rendimientos que, aun cuando indivi­ dualmente pudieran derivar de actuaciones desarrolladas a lo largo de un periodo que cumpliera los requisitos an­ teriormente indicados, procedan del ejercicio de una acti­ vidad económica que de forma regular o habitual obtenga este tipo de rendimientos”. Al incluir este párrafo, el legislador no ha hecho sino adaptar la Ley a su criterio, aunque lo prudente es que hubiese modificado con anterioridad el texto legal. En cualquier caso, nos causa cierta perplejidad la postura que a partir de ahora frente a procuradores y abogados va a adoptar la Administración, pues será opuesta a la adoptada hasta la fecha pero para llegar a la misma conclusión: no permitir aplicar la reducción del 40%. Hasta el año 2006, la Administración argumentaba que no eran rendimientos irregulares los derechos de un procurador o los honorarios de un abogado por un pleito que se desarrollaba a lo largo de varios años, negando la mayor, es decir, negando que se generasen los derechos en más de dos años. Postura difícil de aceptar y de entender, pero así era. Ahora, con el nuevo texto legal, vaticinamos sin riesgo a equivocarnos que la Administración tampoco va a admitir Nº 75/Agosto 2008 Doctrina del TS sobre los rendimientos irregulares Consultorio fiscal GONZALO DE LUIS OTERO Procuradores 45 Consultorio fiscal Nº 75/Agosto 2008 46 que un procurador aplique la reducción del 40% sobre los derechos, porque, tal como hemos indicado, la Ley establece que aunque los rendimientos se generen en más de un año, no se aplica la reducción si en la actividad en cuestión son habituales este tipo de ingresos, circunstancia que se da a la perfección en la actividad de procurador, por la que de forma regular y habitual se obtienen ingresos generados a lo largo de más de dos años. Es decir, la Administración va a aceptar lo que hasta ahora no aceptaba, que un procurador genera ingresos a lo largo de más de dos años, y lo va a aceptar porque la Ley, en los casos en que sean habituales estos ingresos, no permite la aplicación de la reducción del 40%. El criterio de la Dirección General de Tributos sobre el caso concreto de procuradores y abogados, mantenido por los tribunales económico-administrativos y otras instancias judiciales, ha quedado desvirtuado con una reciente resolución del Tribunal Supremo. Se trata de la sentencia de uno de febrero de 2008 sobre un recurso de casación para la unificación de doctrina relativo a un supuesto al que era de aplicación la norma del año 78. El Tribunal estima el criterio contrario al de la Administración y al de múltiples resoluciones judiciales, pero en la propia sentencia se recalca que la nueva Ley 35/2006 no mantiene la misma postura que la Sala, conforme el texto legal que antes hemos reproducido. En definitiva, es una sentencia bienvenida y ­deseada, pero de poca utilidad para confrontarla con el criterio que adoptará la Administración y que se desprende del nuevo texto legal. Actualmente, y a pesar de la sentencia, defender la aplicación de la reducción del 40% por rendimientos irregulares con la Ley del 2006 supone demostrar que los ingresos en cuestión sobre los que se aplica se han generado en más de dos años, lo que puede ser sencillo, y que en la actividad de la Procura no se generan habitualmente ingresos irregulares, premisa que re­ sulta más difícil de demostrar y que no será admitida por nuestra querida y rigurosa Agencia Tributaria. q Procuradores Éstos son los argumentos del Supremo Sentencia de 1 de febrero de 2008 de la Sala Tercera del Tribunal Supremo FUNDAMENTOS DE DERECHO PRIMERO– El recurrente, que ejerce la profesión de abogado, presentó declaración liquidación por el Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas, ejercicio de 1986, en la que reseñó unos rendimientos regulares derivados de su actividad profesional de 6.387.593 ptas., así como unos rendimientos irregulares, por importe de 15.083.629 ptas., correspondientes a minutas por procedimientos con duración entre 2 y 9 años. La Inspección, sin discutir que el sujeto pasivo se ocupa fundamentalmente de expedientes de suspensiones de pagos y quiebras, que los trabajos necesarios para la resolución de estos procedimientos se extienden durante varios años, y que los ingresos de carácter irregular son los cobros correspondientes a expedientes cuya resolución ha durado dos o más ejercicios, cuestionó que estos honorarios pudieran calificarse como rendimientos irregulares, porque en la práctica dichos trabajos se individualizan en actuaciones concretas cuyo devengo en el tiempo es perfectamente conocido, como se deducía de las normas orientadoras de honorarios profesionales, al especificar la nº 59, relativa a Quita o espera y suspensiones de pagos, que “en estos procedimientos se devengan un 50% de los honorarios al iniciarse y el 50% restante se distribuirá entre las demás actuaciones”. Según la Inspección, relacionada esta norma con el art. 109.2 del Reglamento del Impuesto que establecía que “se entenderá que se han devengado los ingresos en el momento en que son exigibles para el acreedor”, era claro que por cada actuación se produce la exigibilidad de unos honorarios y, por lo tanto, el devengo del impuesto, sin que el hecho de que el contribuyente optara por declarar sus ingresos en el momento del cobro significase que fuera ese el periodo de generación de los rendimientos. Frente al criterio de la Inspección, se alzó el recurrente, viendo desestimada su pretensión, en cuanto a este ejercicio, tanto en la vía económico-administrativo como en la judicial. SEGUNDO.–La sentencia de instancia rechaza la tesis del recurrente, consistente en que parte de los rendimientos profesionales percibidos constituye una renta irregular, por haber sido generados en un ciclo superior a un año, como establecía el art. 27 de la Ley 44/1978. Con cita de lo declarado por el TEAC, entre otras resoluciones, en las de 10 de noviembre de 1993 y 23 de octubre de 1996, entendió la Sala que la naturaleza irregular de los rendimientos de actividades empresariales o profesionales por el supuesto legal de que el ciclo de producción sea superior al año sólo será predicable de la Ley, por haberse generado en plazo superior a un año, y por no poder dividirse las actuaciones profesionales, salvo en caso de pacto expreso, a los efectos de percibir por separado su importe, antes de la terminación del pleito. TERCERO.–Se alegan como sentencias de contraste las dictadas por los Tribunales Superiores de Justicia de Navarra, (en 30 de septiembre de 1992), País Vasco (5 de mayo de 1995) y La Rioja (3 de junio de 1997), considerándose infringido el art. 27 de la Ley 44/78, ya que los ingresos declarados como irregulares han sido generados en periodo superior al año. La sentencia de Navarra consideró renta irregular los honorarios profesionales de un arquitecto por la dirección de una obra, que se certificó en tres anualidades, a cuenta de la liquidación final, a la vista de lo que disponían los arts. 97 y 98 del Reglamento del Impuesto, aprobado por acuerdo de la Diputación de 27 de diciembre de 1979. La sentencia del País Vasco se refiere a rentas obtenidas por un arquitecto por la redacción de un proyecto que se finaliza en un plazo superior a un año y por la dirección de una obra que se prolonga también durante más de un año, no existiendo más que un cobro único por cada encargo, que se reputa como irregular, ante lo que establecía el art. 23 de la Norma Foral 8/84 del Territorio Foral de Vizcaya, coincidente con el 27 de la Ley estatal. En cambio, la sentencia de La Rioja desestima el recurso interpuesto por un arquitecto, que asimismo pretende la aplicación del régimen de renta irregular a sus honorarios por dirección de obras que duraban más de un año, por no haberse detallado en su declaración autoliquidación las direcciones de obra a que correspondían los ingresos, ni haberse tampoco justificado su duración. Procuradores Consultorio fiscal la naturaleza irregular de los rendimientos no puede predicarse de los obtenidos en una o varias operaciones concretas sino de los derivados del ejercicio de una actividad globalmente considerada, y otra de la propia Sala y sección de 27 de mayo de 1997, la Audiencia Nacional concluye de la siguiente forma: “Que en el caso de profesionales liberales es difícil concebir que exista tal irregularidad en la generación de la renta, por cuanto que las actividades profesionales normal y ordinariamente generan un flujo continuo de ingresos, con independencia de que los cometidos o encargos que generen los mismos tengan una duración superior al año. De esta forma, no puede atenderse a un análisis aislado de la percepción de unos determinados honorarios, sino al conjunto de todos ellos, y en tal conjunto los mismos normalmente tendrán un carácter de regularidad. Entenderlo de otra forma, supondría una enorme complejidad en el ámbito de la gestión tributaria, y sería contrario al carácter subjetivo, sintético y de conjunto que ha de tener el tratamiento de la renta de cada uno de los sujetos pasivos. La regularidad o irregularidad de la renta no puede considerarse por lo tanto de una forma aislada, ‘sino en la globalidad de la misma’. Por ello se comprueba que no concurre la irregularidad temporal relevante sino un devengo progresivo de rendimientos parciales atinentes a un encargo profesional de conjunto, que dan lugar a la percepción en cada ejercicio de una parte o fracción en esa continuidad o regularidad de los rendimientos”. En contra, sostiene el recurrente que las minutas profesionales de los letrados, en los procesos civiles ante la Jurisdicción Civil, siempre que duren más de un año, tienen típicamente el carácter de ingresos regulados en el art. 27.1 Nº 75/Agosto 2008 de aquellos casos concretos en que existan dentro de la actividad ejercida, globalmente considerada, ciclos bien definidos de aplicaciones y obtenciones de fondos que permitan concluir que los rendimientos obtenidos por el sujeto pasivo en un momento determinado se hayan generado a lo largo de varios años y que su tributación, sin mengua de la progresividad en el ejercicio en que se obtienen, supone un trato desfavorable respecto a otros sujetos pasivos que, teniendo igual capacidad económica, obtienen la renta en varios ejercicios. Agrega la Sala que lo que la Ley pretende es situar dentro de la categoría de irregulares a las rentas que se generen con regularidad, pero sólo en unos años y no en otros; sin embargo, no es aplicable para aquellos supuestos en los que pese a generarse las rentas a lo largo de varios años, el contribuyente las obtiene de manera regular, ejercicio tras ejercicio. Por otro lado, considera que en el caso contemplado no concurren las circunstancias expuestas del apartado b) del art. 27 de la Ley 44/1978, porque las actuaciones son sucesivas en el tiempo y revisten cada una de ellas autonomía propia, lo cual determina que, a efectos de la exigibilidad del Impuesto, se entiendan devengadas independientemente, es decir, actuación por actuación. Finalmente, después de citar las sentencias del Tribunal Superior de Justicia de Madrid de 20 de noviembre de 1997 y 18 de junio de 1998 que consideran, atendiendo a la definición de rentas irregulares del art. 27 de la Ley 44/1978, reproducida en el art. 117.1 del Reglamento del Impuesto aprobado por el Real Decreto 2384/1981, de 3 de agosto, y a la circunstancia de que los rendimientos controvertidos no venían contemplados en la relación contenida en el art. 118, aunque fuese enunciativa, que 47 Consultorio fiscal Nº 75/Agosto 2008 CUARTO.–El abogado del Estado (…) en cuanto al fondo, niega que la inspección en el caso controvertido reconociera que el periodo de generación de los ingresos de autos había sido de varios ejercicios, considerando, además, que era el recurrente quien tenía la carga de probar que, efectivamente, el devengo de todos los honorarios de autos, y no sólo su cobro, sólo se producía al finalizar, por medio de resolución firme, el correspondiente proceso, y que, habiendo actuado en dicho proceso durante varios años, el periodo de generación de los honorarios era efectiva y realmente superior a un ejercicio. SEXTO.–Entrando en el fondo, ha de partirse de la existencia de identidad sustancial entre los supuestos a que se refieren los Tribunales Superiores de Justicia de Navarra y del País Vasco y el caso que contempla la sentencia recurrida, ya que no existen diferencias apreciables entre los honorarios de arquitectos, como consecuencia de direcciones de otras realizadas durante varios años que se perciben en un pago único a su finalización, y los honorarios devengados por un abogado por la realización de diversas actuaciones en procedimientos concursales, que se cobran también a la terminación de los mismos, que es el supuesto fáctico del que parte la Inspección, al no cuestionar que los servicios prestados eran en expedientes de esta clase, en tramitación, durante varios años, con cobro único al final, aunque discrepó por considerar que la irregularidad ha de ponerse en relación con la actividad que se ejerce y no sobre cada rendimiento en particular que se obtiene. También hay que reconocer la existencia de contradicción entre la tesis sostenida por las sentencias de contraste y la que mantiene la sentencia recurrida, no obstante la coincidencia 48 Procuradores absoluta de los textos legales aplicados. En esta situación, procede estimar el recurso de casación para unificación de doctrina, ante la doctrina sentada por la Sala en la sentencia de 15 de julio de 2004, que considera correcta la tesis de la sentencia del País Vasco que ahora también se invoca en este recurso, sin que exista razón alguna para su rectificación. En dicha sentencia, la Sala, discrepando del criterio sentado por el Tribunal Superior de Justicia de Asturias, que rechazó la pretensión del recurrente de que parte de los rendimientos profesionales percibidos constituían una renta irregular (ex art. 59.1 b) de la Ley 48/1991 del IRPF; coincidente con el anterior art. 27.1.b de la Ley de 1978) por haber sido generados en un ciclo superior a un año, al mediar un lapsus de tiempo de varios ejercicios entre la hoja de encargo y la percepción conjunta de los honorarios profesiones en el año 1992 por la dirección de un obra de edificación, dice textualmente “teniendo en cuenta los elementos de hecho obrantes en el expediente y en los autos jurisdiccionales de instancia (en especial, la certificación del Colegio Oficial de Arquitectos Técnicos del Principado de Asturias de 13 de febrero de 1995), debe llegarse a la conclusión, de acuerdo con la sentencia (también contrapuesta a la dictada en el presente caso por el Tribunal a quo) de 5 de mayo de 1995 del TSJ del País Vasco, de que los honorarios percibidos, de una vez, en el año 1992, por el ahora recurrente, con motivo de la dirección de obra que, en el ejercicio de su profesión, ha venido prestando a COMANSA entre los años 1989 y 1992, reúnen las características de una renta irregular, prevista en el art. 59.1.b), en relación con 64, 65 y 67, de la Ley 18/1991, y que, por tanto, es correcta la autoliquidación, en este punto, por él efectuada (pues, partiendo de los preceptos acabados de citar, si el esfuerzo para generar la renta se prolonga, como en este caso ha acontecido, durante un periodo superior al ejercicio fiscal, y el resultado en renta se ingresa en un solo ejercicio, lo lógico es que se apliquen tipos medios y se corrija el exceso de progresividad –sin que sea de aplicación lo establecido en el art. 56 uno y dos de la citada Ley 18/1991, ni los argumentos vertidos en la sentencia de instancia–)”. Esta doctrina desvirtúa el criterio de la Administración, confirmado por la sentencia recurrida, y procede mantenerla en relación con el ejercicio inspeccionado, aunque debe recordarse que la nueva Ley 35/2006, de 28 de noviembre, del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas, parece obviar la aplicación del criterio sentado por esta Sala al establecer en el último inciso del art. 32.1 que “no resultará de aplicación la reducción (del 40 por 100) a aquellos rendimientos que aún cuando individualmente pudieran derivar de actuaciones desarrolladas a lo largo de un periodo que cumpliera los requisitos anteriormente indicados, procedan de una actividad económica que de forma regular o habitual obtenga este tipo de rendimientos”. SÉPTIMO.–Estimado el recurso, procede revocar la sentencia recurrida y resolver el debate planteado en la demanda, por las razones expuestas, en el sentido de estimar el recurso contencioso-administrativo interpuesto, sin que proceda hacer pronunciamiento expreso sobre las costas causadas en la instancia y en este recurso. Por lo expuesto, en nombre de su Majestad el Rey y en el ejercicio de la potestad de juzgar que, emanada del pueblo español, nos confiere la Constitución, fallamos estimar el recurso de casación para la unificación de doctrina. q ENVÍE SUS CONSULTAS Esta sección relativa a temas fis­cales está abierta a las preguntas de nuestros lectores. Si lo desean, pueden hacer llegar sus consultas a la dirección de correo ­electrónico [email protected] En sucesivos números de la revista iremos publicando todas aquellas respuestas que sean de interés general. Muchas gracias por su colaboración. Descuento de la provisión de fondos Consulta de una procuradora de Cádiz Respuesta La base de la solicitud de una provisión de fondos es que, conforme a la LEC, el procurador tiene obligación de pagar los gastos de un pleito Me indican algunas para cuya gestión tiene el derecho a pedir fondos al cliente. Estos fondos empresas, cada día son más, se solicitan sin conocer previamente el montante de los gastos, pues se que cuando emita una minuta definirán y cuantificarán conforme se desarrolle el procedimiento. Una no descuente la provisión vez termina éste, el procurador liquida económicamente el asunto mide fondos y se la devuelva nutando sus derechos, cuantificando y justificando los suplidos efectivaíntegramente. ¿Qué se puede mente pagados, y descontando de la suma total lo recibido como provisión. Si, hacer al respecto? Es sabido como dices, una empresa pretende que se le devuelva íntegramente la provisión que la provisión de fondos tiene entregada para luego pagar la cuenta de derechos y suplidos, no entendemos como fundamento cubrir los por qué pagó la provisión, no tiene sentido alguno, resulta inexplicable. Algunos gastos y suplidos que genere el clientes solicitan que la provisión de fondos se facture con IVA e IRPF, es decir, pleito, se paga la tasa judicial, como si se tratase de derechos. No estamos de acuerdo, pero como el cliente embargos, etc. tiene la razón, se le factura como desea y, al terminar el asunto, se vuelve a facturar todo, descontando lo facturado al recibir la provisión de fondos. Si la factura final es negativa, es decir, si se ha cobrado de más, se denomina factura de abono o factura negativa, que es un gasto para el procurador y un ingreso para el cliente. Si la factura final es superior a la primera factura, se liquida el IVA y retención de lo facturado de menos en primer lugar. Sin embargo, lo que le piden determinadas empresas conforme dice en su consulta, reitero, no tiene sentido alguno. q Alta simultánea en la Mutualidad y en el RETA En los casos en que el procurador esté de alta simultáneamente en el RETA y en la Mutualidad, las cuotas del RETA serán gasto de la actividad y se contabilizarán en el libro de gasto, siendo deducible de los ingresos, y las cuotas de la Mutualidad se aplicarán a la reducción de la base en la declaración anual del IRPF, es decir, durante el año no se contabilizan como gasto. El efecto final viene a ser el mismo. q Nº 75/Agosto 2008 Respuesta Consulta de un procurador de Oviedo Estoy dado de alta conjuntamente en la Mutualidad de Procuradores y en el RETA. Considerando que lo aportado a la Mutualidad lo aplico como una reducción de la base imponible en el impuesto de la declaración y no como gasto de actividad, mi pregunta es: ¿el importe de la Mutualidad no debe figurar como gasto en mi libro de contabilidad? Consultorio fiscal El asesor fiscal del Consejo General responde a las preguntas de los procuradores Procuradores 49