Unión Europea Política regional y cohesión Ficha de información 04.02.99 ES i n f oregio Sexto Informe Periódico sobre las regiones: resumen de las principales conclusiones El 3 de febrero de 1999, la Comisión Europea adoptó el Sexto Informe Periódico sobre la situación y la evolución socioeconómica de las regiones de la Unión Europea ("Sexto Informe Periódico"). Se trata del último informe de los que ha venido publicando la Comisión cada tres años con objeto de ofrecer una visión general del proceso de cohesión, de la política regional y de los retos a los que se enfrentan las regiones. A partir de ahora, cumpliendo con lo dispuesto en el Artículo 130 B del Tratado de Maastricht, la Comisión publicará otros informes trienales sobre la cohesión económica y social, que contendrán el mismo tipo de análisis que los informes periódicos. El primer "Informe sobre la cohesión" se adoptó en 1996. El Sexto Informe Periódico actualiza buena parte de la información contenida en los informes anteriores y en el citado primer Informe sobre la cohesión, pero también contiene numerosos capítulos que aportan nuevos datos y análisis sobre las implicaciones que tienen para las economías y los mercados de trabajo regionales algunas cuestiones como la creciente globalización, la evolución de la sociedad de la información, la transición al euro o la ampliación de la Unión Europea (UE) al este. Este documento resume el informe, que está dividido en cuatro apartados: • Principales tendencias de la economía, el mercado de trabajo y la demografía de las regiones en los últimos diez años • Análisis de la competitividad de las regiones y de los principales factores que la determinan • Cambios ocurridos en las regiones beneficiarias de los Fondos Estructurales de la UE • Evolución de los diez países candidatos de Europa central y oriental y de Chipre. Resumen El Sexto informe periódico sobre la situación y la evolución socioeconómica de las regiones de la Unión Europea llega en un importante momento tanto para la Unión Europea en su conjunto como para la política de la cohesión en particular. La transición al euro ya ha comenzado y existen perspectivas de que la Unión se amplíe para integrar a los países de Europa central y oriental. Todo ello se produce, además, en una situación de creciente globalización y de una “segunda revoluciópn industrial” basada en la tecnología de la información. Todos estos cambios tienen importantes implicaciones para las economías y los mercados de trabajo regionales y este informe contiene información sobre las tendencias sociales y económicas de las regiones. 1. La situación de las regiones En los informes periódicos anteriores y en el primer Informe sobre la cohesión se detectaron los primeros indicios de convergencia real de las regiones atrasadas, pero las conclusiones que podían extraerse de ellos eran ambiguas: algunos indicadores mostraban una convergencia, pero otros no eran claros al respecto. Ahora los datos son inequívocos: el PIB, o sea, la producción, per cápita de las regiones más pobres está acercándose a la media de la Unión Europea. En los 10 años comprendidos entre 1986 y 1996, son evidentes los cambios siguientes: PIB per cápita por regiones(UPA), 1996 Índice EUR15 = 100 Desviación típica = 26.9 F (DU): 1994 Fuente: Eurostat 2 Resumen de las principales conclusiones • el PIB per cápita de las 10 regiones en las que éste era más bajo ha aumentado, pasando de un 41% de la media de la Unión Europea a un 50%; en las 25 regiones más pobres, ha pasado del 52% al 59%. • el PIB per cápita de los cuatro países de la cohesión ha aumentado, pasando de un 65% de la media de la Unión Europea a un 76,5%, y se prevé que llegará a un 78% en 1999. Este ritmo de convergencia es excepcionalmente rápido tanto desde el punto de vista histórico como desde el punto de vista internacional. Se ha debido en gran medida al aumento de la integración económica europea, pero los Fondos Estructurales también han desempeñado un papel importante. Por ejemplo, las exportaciones y las importaciones entre los cuatro países de la cohesión y otros Estados miembros de la Unión Europea se han duplicado en términos reales en los últimos diez años y actualmente ascienden ambas a unos 120.000 millones de ecus. Sin embargo, las cifras anteriores también muestran que siguen existiendo considerables disparidades; incluso en los casos en los que la distancia entre las regiones atrasadas y el resto de la Unión está reduciéndose relativamente deprisa, todo el proceso puede tardar en concluir una generación o más. Por otra parte, aunque la mayoría de las regiones están experimentando al menos una cierta convergencia, sus resultados son muy diversos. Las regiones atrasadas más favorecidas, especialmente algunas capitales como Dublín o Lisboa, están progresando con mucha más rapidez que las regiones rurales interiores. Este hecho demuestra que es importante revisar periódicamente la distribución de la ayuda para garantizar que los limitados recursos se concentren en las regiones que más los necesiten. Tasa de paro por regiones, 1997 % de la población activa EUR15 = 10.7 Desviación típica = 6.02 F (DU): 1996 Fuente: Eurostat datos no disponibles 3 Resumen de las principales conclusiones girando en torno a un 4%. En cambio, las tasas de las regiones más afectadas han pasado del 20% a casi el 24%. Aunque la producción regional está convergiendo, la situación es menos satisfactoria en lo que se refiere al desempleo. A pesar de la recuperación cíclica que viene registrándose desde 1994, a finales de 1998 el paro seguía siendo en la Unión Europea algo inferior a un 10%, lo cual significa que había 16,5 millones de parados que estaban buscando trabajo. El aumento que ha experimentado el paro en los últimos 25 años aproximadamente ha afectado a unas regiones mucho más que a otras y apenas se ha notado en algunas. Las 25 regiones que tienen las tasas más bajas de paro siguen siendo más o menos las mismas que hace 10 años y sus tasas han continuado Un motivo de especial preocupación es la magnitud del paro de larga duración; el 49% de los parados lleva un año o más en paro y el 30%, al menos, dos. Un problema estrechamente relacionado con éste es la exclusión del mercado de trabajo de algunas personas y grupos sociales, como muchas mujeres y jóvenes. Estos tipos de paro son especialmente preocupantes, ya que parecen muy resistentes a las mejoras generales de la economía. Estos problemas afectan especialmente a las 25 regiones que tienen las El empleo por sectores (1997) Agricultura Industria % de empleo total % de empleo total EUR15 = 5.0 Desviación típica = 5.5 Fuente: Eurostat datos no disponibles 4 Resumen de las principales conclusiones datos no disponibles tasas más altas de paro. En estas regiones, los parados de larga duración representan el 60% del paro total (mientras que en las 25 regiones que tienen las tasas más bajas de paro representan el 30%). Por otra parte, sólo el 30% de las mujeres en edad activa tiene empleo y las tasas de paro juvenil son, en promedio, del 47%. La reanudación del crecimiento no resolverá por sí sola esos problemas. Lo que se necesita es un enfoque integrado que combine el fortalecimiento de la base económica con medidas de formación destinadas a mejorar las cualificaciones de las personas desfavorecidas en el mercado de trabajo y a permitirles encontrar trabajo. Por otra parte, allí donde muchas mujeres y jóvenes no pueden realizar una carrera profesional y contribuir a la generación de riqueza económica, la adopción de medidas destinadas a estos grupos no es una opción sino una necesidad. Las regiones de la Unión Europea pueden dividirse aproximadamente en tres tipos (si bien algunas no encajan perfectamente en una única categoría): • Grandes centros urbanos de servicios. Estas regiones normalmente obtienen buenos resultados tanto en lo que se refiere al PIB como al empleo. Las 25 regiones en las que Servicios % de empleo total EUR15 = 5.0 Desviación típica = 5.5 EUR15 = 65.3 Desviación típica = 8.2 Fuente: Eurostat Fuente: Eurostat datos no disponibles 5 Resumen de las principales conclusiones Demografía y población activa Por lo que se refiere a las tendencias demográficas, destacan tres factores de especial importancia: la fecundidad, la mortalidad y la migración. Dado que las bajas tasas de natalidad y el aumento de la esperanza de vida provocan el envejecimiento de la población y la consiguiente disminución del número de jóvenes que se incorporan al mercado de trabajo, cada vez cobran más importancia algunas cuestiones como la capacidad de la mano de obra para adaptarse a los cambios tecnológicos. La Unión ha tratado de solucionar este problema fomentando algunas iniciativas como el aprendizaje permanente, lanzada por primera vez en el Libro Blanco de la Comisión Europea sobre el crecimiento, la competitividad y el empleo y seguida de la designación de 1996 como Año Europeo de la educación y la formación permanente. el empleo está más concentrado en los servicios tienen un nivel de producción per cápita un 27% superior a la media de la Unión Europea. Siendo el sector de los servicios la principal fuente de empleo en la Unión Europea -los puestos de trabajo en el sector de los servicios de venta, han aumentado en 12 millones en los últimos diez años- los centros de servicios generan considerables oportunidades de empleo que a menudo van mucho más allá de la propia región. No obstante, dentro de las propias ciudades puede haber grandes bolsas de paro. • Regiones industriales, cuya economía tiende a estar concentrada en las ciudades de tamaño medio, las cuales suelen formar parte de una red. La suerte de estas regiones depende estrechamente de la salud de las industrias que se encuentren en ellas. Dado que gran parte del sector está obteniendo buenos resultados, las regiones industriales suelen evolucionar favorablemente; las 25 regiones en las que el empleo se concentra mayoritariamente en la industria manufacturera tienen un nivel de producción per cápita un 8% superior a la media de la Unión Europea y un nivel de paro más de 1,5 puntos porcentuales inferior a la media. Sin embargo, un pequeño grupo de regiones industriales especialmente afectadas por la reestructuración tiene elevadas tasas de paro, combinadas a veces (pero no siempre) con un PIB per cápita moderadamente bajo. • Regiones rurales, que tienen un nivel de empleo agrícola relativamente alto. Estas regiones generalmente obtienen unos resultados bastante buenos en lo que se refiere al paro, si bien pueden existir otros problemas, por ejemplo, una elevada emigración. Sin embargo, algunos subsectores agrícolas tienen un bajo valor añadido y están sometidos a considerables presiones para reestructurarse. Las 25 regiones que más dependen de la agricultura (situación que puede llegar a ser extrema, como en el caso de aquéllas en las que los trabajadores agrícolas representan hasta un 40% de la población activa) resultan especialmente afectadas y tienen una tasa media de paro del 14,7%. Esto subraya la importancia de fomentar la diversificación. 6 Resumen de las principales conclusiones Las medidas que se adopten debe adaptarse, pues, a los diferentes tipos de necesidades de las distintas regiones. En las regiones que se encuentran en proceso de reestructuración, el principal problema es el paro y no tanto el bajo nivel de producción y el subdesarrollo. A menudo se encuentran grandes bolsas de paro en regiones, por lo demás, prósperas, a pesar de las oportunidades que las rodean. En estas regiones, es necesario, pues, un enfoque integrado, no sólo para aumentar la actividad económica local, por ejemplo, sino también para dotar a las personas que viven en ellas, especialmente a las desfavorecidas, de lo necesario para participar plenamente en la economía. Es probable que las tendencias demográficas afecten considerablemente al mercado de trabajo de la Unión Europea a largo plazo; el presente informe examina las proyecciones realizadas hasta el año 2025. Destacan tres factores, en particular: • Como consecuencia de las bajas tasas de natalidad, la población envejecerá, lo que tendrá consecuencias para las pensiones, así como para la asistencia sanitaria. En los 5-10 próximos años, este envejecimiento será especialmente significativo en las regiones del norte de Italia, sur y este de Alemania, sur de Francia y Grecia continental. Hacia el año 2025, los efectos se dejarán sentir sobre todo en el norte de Italia y en el centro de Francia, donde el número de personas de más de 65 años por cada 100 personas en edad activa casi se habrá duplicado, aumentando a 40 o más. El número de personas de más de 80 años, factor crucial para determinar la necesidad de servicios de asistencia prolongada y la demanda de servicios sanitarios, aumentará en todos los países, pero sobre todo en Grecia, España e Italia, lo que presionará sobre los presupuestos públicos. • Asimismo, la población activa continuará envejeciendo, lo que plantea dudas sobre su futura capacidad para adaptarse al cambio tecnológico. Es probable, pues, que en el futuro sea más acuciante la necesidad de un aprendizaje durante toda la vida. • Se prevé que la oferta de trabajo aumente hasta el año 2005, debido principalmente al aumento de las tasas de actividad femeninas y, en menor medida, a la continua inmigración. A partir de ese año, la disminución de la población en edad activa debería comenzar a surtir efecto y se prevé que la población activa disminuya a partir de 2010 aproximadamente. Sin embargo, dado que esta disminución concernerá todas las regiones, no se puede esperar que la misma resuelva las disparidades regionales existentes en el mercado de trabajo. En algunas regiones que tienen un nivel de paro relativamente bajo, sobre todo en el norte de Italia, la oferta de trabajo podría incluso comenzar a disminuir en los próximos años y provocar una escasez de mano de obra, si bien también es posible que el crecimiento de la demanda de trabajo eleve la tasa de actividad. En algunas regiones que tienen un elevado nivel de paro, sobre todo en las regiones meridionales de España y Francia, se espera que la oferta de trabajo continúe aumentando durante un tiempo y es improbable que contribuya a reducir el paro a medio plazo. Crecimiento de la población activa por regiones (2000-2005) Variación porcentual anual media (escenario de referencia) EUR15 = 0.54 Fuente: Eurostat datos no disponibles 7 Resumen de las principales conclusiones Principales indicadores regionales Eur 15 EUR 12 BELGIQUE-BELGIE Reg. Bruxelles-Cap. / Brussels Hfdst. Gew. Antwerpen Limburg (B) Oost-Vlaanderen Vlaams Brabant West-Vlaanderen Brabant Wallon Hainaut Liège Luxembourg (B) Namur DANMARK DEUTSCHLAND Stuttgart Karlsruhe Freiburg Tübingen Oberbayern Niederbayern Oberpfalz Oberfranken Mittelfranken Unterfranken Schwaben Berlin Brandenburg Bremen Hamburg Darmstadt Gießen Kassel Mecklenburg-Vorpommern Braunschweig Hannover Lüneburg Weser-Ems Düsseldorf Köln Münster Detmold Arnsberg Koblenz Trier Rheinhessen-Pfalz Saarland Sachsen Dessau Halle Magdeburg Schleswig-Holstein Thüringen ELLADA Anatoliki Makedonia, Thraki Kentriki Makedonia 8 Resumen de las principales conclusiones 100,0 99,9 112,1 10,7 10,8 8,9 49,0 50,1 60,8 173,1 137,3 109,5 104,4 96,5 117,3 89,1 80,7 99,0 96,4 86,4 119,3 108,3 135,2 125,7 109,1 114,4 156,5 96,8 99,6 107,3 123,2 104,3 110,4 102,2 66,7 149,0 192,5 171,3 105,1 115,6 61,2 106,8 117,0 83,3 98,6 119,4 113,4 94,8 105,3 104,5 88,8 84,8 100,6 105,0 64,0 55,1 68,4 57,8 102,5 61,2 67,5 61,1 67,4 13,5 7,2 8,3 6,5 4,5 5,1 7,9 15,4 12,2 6,8 11,4 5,7 9,8 6,1 6,6 6,2 5,7 4,8 5,5 6,5 7,4 7,1 6,4 5,8 13,4 17,2 12,3 8,8 6,7 7,8 9,0 18,8 11,4 9,1 8,0 9,2 9,6 8,3 8,6 8,3 9,7 6,8 6,3 7,7 10,1 17,2 21,5 19,9 20,7 7,6 17,6 9,6 8,3 9,2 61,9 59,4 60,3 58,5 50,1 52,6 51,4 67,2 63,7 50,9 62,8 25,2 49,3 48,4 45,5 44,6 41,5 37,6 29,1 41,3 40,2 43,0 42,5 39,1 45,8 54,5 57,2 49,0 47,0 43,1 49,3 47,8 64,2 48,8 46,3 49,3 58,5 54,3 51,8 46,3 57,4 38,9 40,6 51,1 57,6 50,8 51,4 50,0 52,2 42,1 45,8 55,4 46,7 48,8 Dytiki Makedonia Thessalia Ipeiros Ionia Nisia Dytiki Ellada Sterea Ellada Peloponnisos Attiki Voreio Aigaio Notio Aigaio Kriti ESPAÑA Galicia Principado de Asturias Cantabria País Vasco Comunidad Foral de Navarra La Rioja Aragón Comunidad de Madrid Castilla y León Castilla-La Mancha Extremadura Cataluña Comunidad Valenciana Islas Baleares Andalucía Región de Murcia Ceuta y Melilla Canarias FRANCE Ile de France Bassin Parisien Champagne-Ardenne Picardie Haute-Normandie Centre Basse-Normandie Bourgogne Nord - Pas-de-Calais Lorraine Alsace Franche-Comté Pays de la Loire Bretagne Poitou-Charentes Aquitaine Midi-Pyrénées Limousin Rhône-Alpes Auvergne Languedoc-Roussillon Provence-Alpes-Côte d'Azur Corse Guadeloupe Martinique Guyane Réunion 61,8 62,7 43,8 61,9 57,7 65,5 58,3 76,8 51,7 75,3 72,5 78,7 63,0 73,6 76,9 92,3 98,1 89,0 88,9 100,6 75,9 65,9 54,6 99,1 73,8 97,0 57,2 67,2 72,3 74,3 103,9 159,9 92,7 94,1 84,7 105,9 91,9 88,9 90,4 85,4 88,7 105,1 92,7 91,0 86,4 83,3 92,1 87,2 81,3 100,4 83,7 78,3 92,0 82,0 40,1 54,0 48,0 45,7 13,8 7,5 10,5 6,2 7,9 12,0 7,5 11,6 7,1 4,3 4,3 21,1 19,2 21,2 21,1 18,8 10,0 11,8 14,4 18,4 19,9 19,1 29,5 17,4 21,4 12,2 32,0 18,3 26,4 20,9 12,0 10,7 12,6 13,3 14,2 13,6 10,9 13,2 11,0 16,6 11,3 7,8 9,1 11,0 9,9 11,4 11,9 11,2 9,2 10,5 11,0 17,8 16,5 15,2 : : : : Parados de larga duración, 1997 (% del paro total) Región Mercado de trabajo Tasa de paro (%) Total 1997 Economía PIB per cápita (UPA) EUR15=100 1996 Parados de larga duración, 1997 (% del paro total) Mercado de trabajo Tasa de paro (%) Total 1997 Región PIB per cápita (UPA) EUR15=100 1996 Economía 61,9 63,8 67,0 46,5 65,6 60,7 58,5 55,6 54,4 43,0 48,8 51,5 58,7 65,6 64,3 61,2 42,0 52,0 44,5 57,5 52,5 40,9 41,9 57,7 44,1 39,4 47,3 46,2 71,6 48,9 41,5 41,2 42,6 41,8 40,5 47,7 42,3 41,4 40,7 44,6 39,8 29,3 37,4 42,9 39,5 42,9 43,1 41,4 36,7 39,5 42,6 44,5 41,2 34,2 : : : : IRELAND 96,5 10,1 56,0 ITALIA 102,7 12,3 66,2 Piemonte 117,5 8,7 61,6 Valle d'Aosta 131,1 4,1 37,0 Liguria 119,1 10,2 64,5 Lombardia 132,5 6,2 56,2 Trentino-Alto Adige 127,9 3,8 30,0 Veneto 124,4 4,8 37,7 Friuli-Venezia Giulia 125,8 6,4 47,9 Emilia-Romagna 132,7 6,7 33,9 Toscana 110,7 8,5 57,9 Umbria 97,9 8,2 63,0 Marche 106,4 7,1 53,4 Lazio 113,8 13,3 72,3 Abruzzo 89,6 8,8 62,7 Molise 78,6 17,2 65,0 Campania 65,9 26,1 79,3 Puglia 71,1 18,3 70,0 Basilicata 69,5 20,6 62,5 Calabria 59,2 24,9 67,6 Sicilia 65,7 24,0 73,7 Sardegna 72,5 20,5 68,4 LUXEMBOURG (GRAND-DUCHÉ) 168,5 2,5 34,6 NEDERLAND 106,8 5,2 48,2 Groningen 134,0 8,3 53,6 Friesland 87,3 6,4 61,8 Drenthe 87,4 5,6 63,3 Overijssel 93,6 5,1 48,3 Gelderland 95,1 4,6 44,1 Flevoland 74,9 5,1 68,8 Utrecht 120,0 4,1 29,2 Noord-Holland 120,6 5,3 45,4 Zuid-Holland 110,6 5,3 47,2 Zeeland 102,4 4,6 53,0 Noord-Brabant 107,1 4,6 49,7 Limburg (NL) 97,8 5,4 50,6 ÖSTERREICH 112,3 4,4 33,0 71,5 3,8 26,9 Burgenland Niederösterreich 96,4 3,4 36,0 166,6 5,9 53,9 Kärnten 89,8 5,8 21,7 Steiermark 90,4 4,8 39,6 Oberösterreich 102,2 3,0 24,9 Salzburg 121,3 3,9 4,3 Tirol 107,8 5,4 4,4 Vorarlberg 112,5 4,1 16,6 PORTUGAL 70,5 6,7 52,5 Norte 62,4 6,9 54,9 Centro (P) 60,9 3,4 46,6 Lisboa e Vale do Tejo 88,5 7,9 53,7 Alentejo 59,7 10,4 38,6 Algarve 70,8 8,2 53,5 Açores 50,0 5,4 61,4 Madeira 54,5 5,4 54,3 Wien SUOMI/FINLAND Uusimaa Etelä-Suomi Itä-Suomi Väli-Suomi Pohjois-Suomi Ahvenanmaa/Åland SVERIGE Stockholm Östra Mellansverige Småland med Öarna Sydsverige Västsverige Norra Mellansverige Mellersta Norrland Övre Norrland UNITED KINGDOM Cleveland, Durham Cumbria Northumberland, Tyne and Wear Humberside North Yorkshire South Yorkshire West Yorkshire Derbyshire, Nottinghamshire Leicestershire, Northamptonshire Lincolnshire East Anglia Bedfordshire, Hertfordshire Berkshire, Buckinghamshire, Oxfordshire Surrey, East-West Sussex Essex Greater London Hampshire, Isle of Wight Kent Avon, Gloucestershire, Wiltshire Cornwall, Devon Dorset, Somerset Hereford & Worcester, Warwickshire Shropshire, Staffordshire West Midlands (County) Cheshire Greater Manchester Lancashire Merseyside Clwyd, Dyfed, Gwynedd, Powys Gwent, Mid-South-West Glamorgan Borders-Central-Fife-LothianTayside Dumfries and Galloway, Strathclyde Highlands, Islands Grampian Northern Ireland Total 1997 Región Parados de larga duración, 1997 (% del paro total) Mercado de trabajo Tasa de paro (%) Economía PIB per cápita (UPA) EUR15=100 1996 Parados de larga duración, 1997 (% del paro total) Mercado de trabajo Tasa de paro (%) Total 1997 Región PIB per cápita (UPA) EUR15=100 1996 Economía 96,9 128,9 91,7 74,1 83,1 82,7 118,6 101,2 123,1 92,4 98,8 92,9 97,6 97,0 99,3 96,9 99,8 82,7 101,3 86,1 94,8 100,5 74,4 92,5 89,7 101,7 89,6 99,5 102,2 14,8 11,4 15,1 18,7 14,9 18,6 4,6 10,4 7,9 10,2 8,6 11,9 10,4 12,3 13,0 13,3 7,1 9,6 6,9 9,9 8,7 4,8 10,0 7,4 7,1 4,8 5,7 5,5 4,1 27,5 31,7 28,7 24,5 25,5 23,5 9,7 33,2 31,8 30,8 33,6 38,2 35,1 27,7 32,2 34,3 38,2 39,7 35,4 42,3 32,0 30,5 38,8 36,1 38,5 33,5 30,2 32,5 35,1 123,7 104,5 87,2 140,4 103,5 91,8 108,8 80,1 87,8 3,2 4,1 5,7 9,7 4,7 6,3 5,0 7,3 5,1 31,8 38,4 37,8 44,5 36,4 35,4 34,7 34,1 34,6 100,0 88,1 93,4 113,3 91,3 87,8 73,1 80,7 4,6 4,9 9,4 5,4 7,4 5,7 12,1 7,2 31,0 29,1 44,2 29,2 33,8 26,0 44,9 36,3 84,4 7,8 34,9 103,7 7,3 31,4 90,2 80,1 126,0 81,1 9,3 8,4 4,8 10,3 34,5 31,2 24,5 58,7 Fuente: Eurostat (REGIO) + cálculos de la DGXVI F (DOM) : PIB : cifras de 1994 9 Resumen de las principales conclusiones ¿Qué es la competitividad? 2. La competitividad En el debate económico actual, suele considerarse que la competitividad es uno de los indicadores clave del éxito o del fracaso de una política. Sin embargo, este concepto, aunque está relativamente claro cuando se aplica a las empresas, resulta menos evidente cuando se aplica a las regiones. Además, el término "competitividad" puede hacer pensar en situaciones en las que se gana o se pierde, es decir, en las que una región se beneficia a costa de otra o conserva su competitividad reduciendo enormemente los salarios o el empleo. La competitividad tiene dos grandes dimensiones: la productividad y el empleo. La Unión Europea está obteniendo unos resultados razonablemente buenos en lo que se refiere a la primera y malos en lo que se refiere a la segunda; el crecimiento de la renta y de la producción de algo más del 2% registrado en los últimos diez años se ha debido principalmente al incremento de la productividad, que ha crecido casi un 2% al año, mientras que el empleo ha aumentado menos de 0,5% al año. Eso indica que el mercado de trabajo en general, y la necesidad de aumentar el crecimiento intensivo en empleo, en particular, son importantes retos para la competitividad de la Unión Europea. El reto es , pues, acuñar un concepto de competitividad que evite esos problemas y que recoja, sin embargo, la idea de que aunque la mayoría de las regiones tienen simultáneamente empresas muy competitivas y empresas poco competitivas, siempre hay en cada región una serie de elementos comunes, como la infraestructura, el capital humano y las instituciones públicas, cuya calidad afecta a todas las empresas. En este contexto, la competitividad puede definirse, pues, como "la capacidad de una región, cuando está expuesta a la competencia externa, de generar unos niveles de renta y de empleo relativamente altos". En otras palabras, para que una región sea competitiva, es importante garantizar tanto la cantidad de empleo como su calidad. Las regiones atrasadas se enfrentan al doble reto de acercarse al presente y de adaptarse al futuro. En algunas regiones, sobre todo en Irlanda, España y en el sur de Italia, la productividad es cercana (o en el caso de Irlanda, superior) a la media de la Unión Europea y el reto principal es la generación de empleo. En cambio, Portugal y los nuevos Länder de Alemania Oriental tienen una tasas de ocupación relativamente altas, pero en ambos casos la productividad tendría que aumentar un 50% para acercarse a la media de la Unión Europea. En Grecia, sería necesario que aumentara significativamente tanto la productividad (un 40%) como el empleo (un 20%). La desfavorable estructura sectorial, junto con la falta de capacidad innovadora, parece que son los factores más importantes que subyacen a la diferencia de competitividad, lo que induce a pensar que el reto clave para el desarrollo de las regiones afectadas es mejorar la base productiva y su potencial de crecimiento. La escasa facilidad de acceso y los bajos niveles de estudios de la mano de obra suelen contribuir a la baja competitividad pero, en la mayoría de los casos, las disparidades regionales en estos aspectos son menos importantes que antes. Sin embargo, también se reconoce la importancia fundamental de algunos factores menos tangibles que no pueden cuantificarse fácilmente, como la eficiencia -o ineficienciade la administración pública, la dimensión y la 10 Resumen de las principales conclusiones eficacia de los servicios de ayuda a las empresas, la existencia de servicios sociales y de una cultura empresarial, y algunos otros aspectos de la estructura institucional, que crean un entorno favorable para la evolución de los factores más tangibles. Por ejemplo, el éxito del norte de Italia o el retraso en el desarrollo de muchas regiones del sur no pueden atribuirse simplemente a la estructura de la actividad económica, a las facilidades de acceso o a los niveles de estudios. Estos factores apuntan claramente a la necesidad de adoptar un enfoque integrado del desarrollo regional que reconozca explícitamente la complejidad del proceso y que tenga debidamente en cuenta la interacción de los factores intangibles y tangibles. Se necesita, en suma, adoptar una estrategia a largo plazo que aborde simultáneamente los numerosos aspectos del problema de la falta de competitividad e intente construir el capital social de una región -su cultura empresarial, su estructura administrativa, sus relaciones institucionales, etc.- simultáneamente con su infraestructura física, las cualificaciones de su mano de obra y su base productiva. Factores que subyacen a la competitividad Aunque el desnivel tecnológico (medido por medio de indicadores como el número de patentes solicitadas y el gasto en investigación) entre los países de la cohesión y los demás Estados miembros se ha reducido algo en los últimos años, es sin embargo muy superior a la diferencia entre sus PIB per cápita (salvo en el caso de Irlanda, que ha eliminado más o menos su distancia en ambos aspectos). Las disparidades son más significativas si se tienen en cuenta los indicadores de producción (es decir, las innovaciones logradas gracias a la investigación y el desarrollo), lo que subraya la necesidad de mejorar la eficiencia del proceso a través del cual, en las regiones atrasadas, la investigación se traduce en nuevos productos o en métodos de producción más eficientes. En este sentido, es importante tener presente que las empresas pueden innovar y ser más competitivas mediante la transferencia de tecnología, tal vez por medio de la inversión directa, sin tener que realizar necesariamente su propia IDT y solicitar patentes. Las PYME desempeñan un importante papel en la creación de empleo y en el desarrollo de las regiones atrasadas. El número de PYME es mayor en los Estados miembros del sur, aunque eso se debe en parte a que su pauta de especialización sectorial es distinta. Por otro lado, las PYME tienden a estar concentradas en las regiones más favorecidas de estos países, especialmente en las ciudades, mientras que en las regiones más pobres hay relativamente pocas. Resolver esos desequilibrios debe formar parte de un enfoque integrado del desarrollo regional que también tenga en cuenta la distribución sectorial de las PYME y su grado de presencia en los sectores más dinámicos. Las recientes investigaciones inducen a pensar que la contribución potencial de las PYME al desarrollo depende de otras condiciones, como la existencia de servicios de apoyo, y de sus relaciones con grandes empresas y/o las redes entre ellas. La inversión directa extranjera (IDE) contribuye al desarrollo regional, no sólo aumentando el stock de capital sino también Solicitudes europeas de patentes (media de 1994-95-96) Número por cada millón de habitantes EUR15 = 91 Desviación típica = 85 EL, P, UK: nivel nacional FIN: 1995 Fuente: Eurostat datos no disponibles 11 Resumen de las principales conclusiones introduciendo nuevos productos y técnicas. Sin embargo, para que las regiones atrasadas aprovechen todos los beneficios de la IDE, es importante que las empresas que realizan la inversión se integren en la economía local. En los últimos 10 años, la Unión Europea ha sido el mayor inversor del mundo en el extranjero, pero también ha recibido grandes entradas de IDE. En relación con el PIB, Irlanda, sobre todo, pero también Portugal y España, se han beneficiado de unas inversiones superiores a la media procedentes de países ajenos a la Unión Europea, así como de otros Estados miembros. A pesar de los progresos realizados en los últimos años, sigue habiendo grandes disparidades regionales en lo que se refiere a la infraestructura de transporte; los cuatro países de la cohesión van retrasados con respecto a otras regiones de la Unión, sobre todo en lo referente a la calidad del servicio. Donde se han realizado mayores progresos es en la reducción de las disparidades en materia de infraestructura de telecomunicaciones. Los países de la cohesión siguen teniendo redes algo menos extensas, medidas según el número de líneas telefónicas por cada 100 habitantes. Sin embargo, con la notable Densidad de las pequeñas y medianas unidades locales (1994) Número por cada 1.000 habitantes de 15-64 años excl. unidades sin asalariados DK, P: empresas E, P: 1993 I, A: 1991 datos no disponibles 12 Resumen de las principales conclusiones Fuente: Eurostat dos tercios en España sólo poseen estudios básicos. Sin embargo, estas cifras son considerablemente más bajas en el caso del grupo de edad 25-34 años, lo que indica los progresos que están realizándose para elevar los niveles. excepción de Grecia, la diferencia de calidad de las redes, medida por el grado de digitalización, ha sido eliminada en gran medida. La existencia de fuentes fiables de energía con un coste razonable está estrechamente relacionada con el crecimiento económico y el desarrollo. La inversión en infraestructura de energía es necesaria para eliminar las diferencias que quedan entre las regiones en lo que se refiere al suministro de energía. En particular, el mercado de gas natural sigue estando muy segmentado y algunas regiones continúan encontrándose en desventaja tanto en lo que se refiere a la estructura del mercado como en lo que se refiere a la infraestructura. Los factores institucionales son considerados cada vez más como elementos claves de la competitividad. Entre esos factores se encuentran la dotación de capital social, en forma de cultura empresarial y normas sociales de conducta compartidas, que faciliten la cooperación y la iniciativa empresarial, que es de especial importancia para el desarrollo regional. Las redes de empresas son tanto un producto del capital social como un elemento del mismo. Combinan las economías de escala, de las que sólo pueden aprovecharse normalmente las grandes empresas, con el dinamismo y la flexibilidad de las pequeñas unidades y, como tales, son especialmente importantes para la innovación. Las disparidades en lo que respecta al capital humano, es decir, los niveles de estudios de la población activa, también están tendiendo a disminuir, si bien sigue habiendo considerables diferencias en el número relativo de jóvenes que siguen estudiando y adquiriendo formación profesional inicial una vez terminados los estudios obligatorios. El peso del pasado se refleja en la elevada proporción de personas en edad activa que sólo tienen un nivel de estudios básicos. Tres cuartas partes de las personas de 25-59 años en Portugal y En realidad, el capital social (o la falta de él) es un factor clave dentro de la amplia variedad de elementos que contribuyen a la competitividad regional y es citado como un elemento importante en el que subyacen aspectos tan Nivel de estudios de las personas de 25-34 años (1996) 100% 90% 80% 70% 60% 50% 40% 30% 20% 10% 0% ca ica ia an ar lg Bé D in am A lem ia nc a Fr lia bu em x Lu ■ jos o rg Ita Estudios primarios a sB ise Pa ■ dia a tri s Au an inl F Estudios secundarios ia ido ec Su ino Re ■ Un añ p Es l a a ia ec Gr ga nd Irla P tu or R EU 4 R 15 EU Estudios universitarios 13 Resumen de las principales conclusiones diversos como la innovación y los problemas sociales de las grandes ciudades. La existencia de un nivel relativamente bajo de capital social en muchas regiones atrasadas de la Unión limita considerablemente su competividad. La eficiencia de la administración pública es otro importante factor institucional. En los últimos años, han cambiado significativamente los principios por los que se rige la gestión del sector público; un aspecto significativo es el énfasis puesto en la evaluación de los resultados, de tal manera que las lecciones del pasado puedan tenerse en cuenta sistemáticamente en la toma de decisiones a fin de mejorar la política en el futuro (de crear una "organización en continuo aprendizaje"). Otra característica es la tendencia a la descentralización y a la colaboración, permitiendo que diferentes instancias de la administración, así como el sector privado, participen en el proceso de toma de decisiones y aporten sus diferentes conocimientos y experiencias. Según los estudios, el sistema de gestión de los Fondos Estructurales ha hecho dos grandes contribuciones a la dotación institucional de las regiones atrasadas, mediante: 14 Resumen de las principales conclusiones • la programación y la evaluación, que han creado conjuntamente un proceso de toma de decisiones el cual genera una mejora continua de las medidas aplicadas (de nuevo, la "organización en continuo aprendizaje") y que suelen ser consideradas como la principal innovación derivada de los Fondos. Ese proceso requiere una acumulación de conocimientos y experiencia por parte de las autoridades y, en la mayoría de los Estados miembros, el impulso necesario para adquirirla provino de los Fondos Estructurales. Además, la Comisión está desarrollando y difundiendo técnicas ejemplares de evaluación; • la movilización de los agentes del sector privado y del sector público a escala local, cuya ventaja no sólo reside en aumentar la eficacia de los Fondos sino que también está comenzando a contribuir a la acumulación de capital social y a la creación de redes en las regiones atrasadas. Los Fondos Estructurales incitan y facilitan el contacto entre agentes de muy diversas áreas de la comunidad local, los que, de otra manera, no trabajarían juntos y, por lo tanto, pueden ayudar a superar los obstáculos que impiden una relación más estrecha. Este contacto puede generar beneficios en una amplia variedad de instituciones económicas en la región. 3. El papel de las medidas estructurales de la Unión Europea A pesar de los notables progresos realizados en los últimos años, el problema de la cohesión regional sigue siendo considerable en la Unión Europea. El 25% de la población de la Unión que vive en regiones del Objetivo n° 1 tiene un PIB per cápita medio de algo más de dos tercios de la media de la Unión. Sin embargo, el PIB per cápita de estas regiones está acercándose gradualmente al del resto de la Unión. Entre 1989 y 1996, las regiones incluidas en el Objetivo n° 1 durante todo el período pasaron de un 63,5% de la media de la Unión a un 69%. La diferencia sólo aumentó en 4 regiones. Esta diferencia se debe a que la productividad y las tasas de ocupación son más bajas que en otras regiones de la Unión. La reducción de la diferencia que se ha registrado desde 1989 se debe predominantemente a que la productividad ha crecido más en las regiones del Objetivo n° 1 que en otras y no a que haya aumentado más el empleo. Por lo tanto, las regiones del Objetivo n° 1 están volviéndose más competitivas, pero, salvo en unos cuantos casos, eso no se ha traducido en la creación de empleo. De hecho, el paro es un importante problema en muchas de esas regiones, así como en las del Objetivo n° 6. Algo más de uno de cada seis activos de las regiones del Objetivo n° 1 está en paro, mientras que la relación es de 1 a 10 en la Unión Europea en su conjunto. Por lo que se refiere a las regiones del Objetivo n° 2, la diferencia con el resto de la Unión Europea en lo que se refiere al paro, que es el principal problema que aborda la política, ha disminuido, en promedio, desde 1989. Sin embargo, la experiencia varía de unos Estados miembros a otros. En las regiones alemanas, francesas e italianas del Objetivo n° 2, el nivel de paro era más alto en 1997 que en 1989, mientras que en Dinamarca, los Países Bajos y el Reino Unido, era considerablemente menor. Las regiones del Objetivo n° 2 dependen estrechamente de un número muy reducido de sectores manufactureros en los que se ha registrado la mayor parte de las pérdidas de empleo. No obstante, existen indicios de que las pequeñas empresas están cobrando importancia y de que están aumentando el número de empleados, lo que contrarresta en alguna medida los puestos de trabajo que se pierden en las grandes empresas. En las regiones del Objetivo n° 5b, salvo en las de los Países Bajos y el Reino Unido, el paro ha aumentado ininterrumpidamente desde 1989, incluso durante la recuperación Indicadores económicos de las regiones asistidas, 1988-1997 Grupo regional Variación del empleo Tasa de paro (%) (1) PIB per cápita (UPA), EUR15=100 (% anual) 88-93 93-97 1988 (2) 1993 1997 1988 1993 1994 1995 1996 Media 1994-96 Objetivo n° 1 (89-99) 0,1 0,4 15,6 16,3 Objetivo n° 2 (94-99) 0,1 14,9 16,2 0,4 12,5 12,4 Objetivo n° 5b (94-99) 0,5 -0,2 7,3 – 0,7 – Otros (94-99) 0,1 0,1 8,5 EUR15 excl. nuevos Länder 0,1 0,2 9 – 0,2 – Objetivo n° 1 (94-99) Objetivo n° 6 (95-99) EUR15 0,3 17,2 63 68 69 69 69 69 66 68 68 68 68 11,9 94 96 96 97 96 97 7 7,8 82 85 86 86 85 85 19,9 18,4 87 77 77 81 77 78 8,2 8,1 114 116 116 116 116 116 10,7 10,7 100 100 100 100 100 100 – (1) EUR 15 : Cifras de paro armonizadas de Eurostat (2) Las cifras por objetivos se refieren a EUR 12 Fuente: : Eurostat - estimaciones de la DGXVI 15 Resumen de las principales conclusiones Influencia de los Fondos Estructurales en la cohesión Existen dos formas de medir la contribución de los Fondos Estructurales a la mejora de la cohesión de la UE. La primera consiste en analizar los distintos indicadores socioeconómicos de las regiones beneficiarias. Estas han experimentado un ritmo de convergencia excepcionalmente rápido tanto desde el punto de vista histórico como desde el punto de vista internacional: desde 1989, el PIB per cápita medio de las regiones acogidas al Objetivo n° 1 durante estos años ha pasado del 63,5 al 69% de la media de la Unión Europea y las tendencias de los cuatro países de la cohesión son aún más alentadoras; el informe muestra que su PIB per cápita, que representaba el 65% de la media de la Unión, ya ha rebasado el umbral del 75% y se calcula que en 1999 alcanzará el 77%. Además, los Fondos Estructurales han contribuido de forma innegable a reducir las diferencias entre las tasas de paro de las zonas del Objetivo n° 2 y las del resto de la Unión, especialmente en Dinamarca, los Países Bajos y el Reino Unido. La segunda forma de medir la contribución de los Fondos Estructurales consiste en utilizar modelos macroeconómicos. Estos indican que, entre 1989 y 1999, los Fondos aumentaron el crecimiento de las regiones del Objetivo n° 1 alrededor de 0,5 puntos porcentuales al año. El efecto acumulado de los Fondos ha permitido que el PIB aumentara casi un 10% en Grecia, Irlanda y Portugal y más de un 4% en España (buena parte de la cual no está cubierta por el Objetivo n° 1). económica actual, lo que induce a pensar que el elemento estructural puede estar comenzando a cobrar importancia. Por otra parte, el empleo ha aumentado más que en otras regiones de la Unión, lo que sugiere que la población activa ha aumentado más que en otros lugares. También parece indicar que la actividad económica está diversificándose considerablemente y alejándose de la agricultura, lo que constituye el principal objetivo de la política aplicada en estas zonas. Además hay signos evidentes de creación neta de empleo en las industrias manufactureras en las cuales predominan las PYME, sobre todo las conectadas con la economía rural, aunque también las de otras áreas. En concreto, según una estimación basada en los cuatro principales modelos macroeconómicos utilizados para estimar el efecto de los Fondos, éstos han elevado en 0,5 puntos porcentuales o más el crecimiento de las regiones del Objetivo n° 1. Se estima que en 1999 el efecto acumulado de los Fondos habrá elevado el PIB de Grecia, Irlanda y Portugal casi un 10% en cada caso y el de España (una gran parte de la cual no está cubierta por el Objetivo n° 1) más del 4%. Estas cifras sugieren que una parte significativa de la reducción que ha experimentado en el período 1989-99 la distancia que separa a estos países del resto de la Unión no se habría producido en ausencia de los Fondos. Diversos estudios realizados para evaluar la influencia de los Fondos Estructurales en las regiones asistidas indican que éstos han contribuido significativamente a reducir las disparidades regionales en la Unión. Sin embargo, los modelos muestran también en qué grado la eficacia de los Fondos Estructurales depende de otros factores, tales como la adopción de una sólida política macroeconómica, y de otro tipo a escala nacional, o la estructura de la actividad económica de cada región. Influencia de los Fondos Estructurales Comparación de los resultados de las simulaciones realizadas con los modelos macroeconómicos (aumento del crecimiento, en puntos porcentuales, con respecto al escenario de referencia) PEREIRA PAÍS BEUTEL HERMIN4 QUEST II Media Media Media Efectos totales Efectos totales Efectos totales Media anual anual anual 1994 1999 2020 anual anual 1994-99 1989-93 1994-99 (de los cuales, (de los cuales, (de los cuales, 1989-93 1994-99 (%) (%) (%) en la demanda) en la demanda) en la demanda) (%) (%) GRECIA de 0,4 à 0,6 0,8 1,0 1,2 (1,1) 9,4 (4,8) 9,5* (1,5) 0,3 0,1 IRLANDA de 0,4 à 0,6 0,9 0,6 6,2 (6,2) 9,3 (5,9) 12,4 (4,0) 0,3 0,3 PORTUGAL de 0,6 à 0,9 0,9 1,1 7,0 (7,0) 9,2 (8,1) 8,9 (7,6) 0,3 0,2 – 0,3 0,5 1,9 (1,9) 4,3 (2,9) 8,7 (1,9) 0,1 0,1 0,5 0,7 ESPAÑA MEDIA EUR 4 Fuente: Pereira (1994), Beutel (1996) Bradley et al. (1995), Christodoulakis y Kalvitys(1995), Cordero (1996), Roeger (1996) * 2010 16 Resumen de las principales conclusiones Media Ampliación 4. La ampliación La situación de los países de Europa central y oriental ha evolucionado rápidamente desde la caída del antiguo régimen a comienzos de esta década. Tras una brusca disminución inicial de la renta y de la producción, la mayoría de estos países ha crecido desde 1993 ó 1994. La recuperación ha sido, en general, más notable en los países que más han avanzado hacia una economía de mercado, lo que pone de relieve los beneficios que pueden obtenerse con la reforma. Gracias a la recuperación y al aumento de la integración económica con la Unión Europea, muchos de estos países han hecho grandes avances en los preparativos para entrar en la Unión. Sin embargo, aún queda mucho por hacer para aumentar la producción, reducir el paro y las disparidades regionales y mejorar la calidad de la infraestructura, y los Fondos Estructurales tendrán aquí un importante papel a desempeñar. Por otra parte, antes de que los países de Europa central y oriental estén listos para participar en la política estructural Muchos de los países de Europa central y oriental han realizado grandes progresos en la preparación de su ingreso en la Unión. Desde 1993, el rápido crecimiento registrado en varios países ha elevado el PIB per cápita conjunto de todos ellos a una cifra próxima al 40% de la media de la Unión Europea, no obstante aún existen grandes diferencias: mientras que el PIB per cápita de Letonia sólo representa un 27% de la media de la Unión, el de Eslovenia y la República Checa representa alrededor del 68 y del 63%, respectivamente. Sin embargo, queda mucho por hacer desde el punto de vista del aumento de la producción, la reducción del paro y de las disparidades regionales y la mejora de la calidad de la infraestructura. En este contexto, desempeñarán un papel esencial el Instrumento Estructural de la preadhesión y los Fondos Estructurales y de Cohesión de la UE. PIB per cápita por regiones (UPA) de Europa central y oriental (1996) Índice EUR15 = 100 BG, CZ, RO: 1995 Las cifras regionales son aproximativas y provisionales datos no disponibles Fuente: Eurostat 17 Resumen de las principales conclusiones Desequilibrios regionales de los países de Europa central y oriental Existe una clara pauta en los desequilibrios regionales que caracterizan a los países de Europa central y oriental. Las capitales, los grandes centros urbanos y muchas de las regiones que tienen frontera con Europa occidental generalmente gozan de una situación económica mejor y han tenido más éxito a la hora de atraer inversión directa extranjera (IDE), reducir el paro e impulsar la actividad económica que las regiones más orientales y las que se encuentran en países que han tardado más en aplicar los programas de reforma. de la Unión Europea, será preciso realizar grandes esfuerzos para crear las estructuras necesarias para la administración de los Fondos. Aunque la producción disminuyó significativamente en los primeros años de la transición, la recuperación económica registrada desde 1993 ha permitido que algunos países de Europa central y oriental redujeran la distancia que los separaba de la Unión en lo que se refiere a la producción per cápita. En 1997, el PIB per cápita de los países considerados conjuntamente representaba alrededor de un 40% de la media de la Unión. Esta cifra oculta, sin embargo, la existencia de considerables desequilibrios, como Letonia, cuyo PIB per cápita sólo representa un 27% de la media de la Unión, y Eslovenia, donde esta cifra se acerca más al 68%. Sólo dos regiones, Praga y Bratislava, tienen un PIB per cápita superior a un 75% de la media de la Unión. Los desequilibrios regionales existentes en los países de Europa central y oriental se caracterizan por la relativa prosperidad de los centros urbanos y ciertas regiones occidentales situadas en la frontera con la Unión Europea, que se han beneficiado de la En Hungría, por ejemplo, una gran parte de la actividad económica está concentrada en las regiones occidentales y en Budapest, mientras que las zonas orientales se han visto especialmente afectadas por el declive de la producción industrial y agrícola. A ello ha venido a sumarse el hecho de que la IDE en Budapest y en las regiones occidentales representa, según las estimaciones, entre el 80 y el 90% de la IDE total. La disparidad de fuerzas entre las economías regionales del país se refleja en el hecho de que las tasas de paro van desde el 7% en Budapest y el centro de Hungría hasta alrededor del 19% en el norte. En Polonia, aunque los desequilibrios regionales son algo menores, también son significativos entre las regiones vecinas. Varsovia, los grandes centros urbanos y algunas regiones del centro y del oeste cuentan , por lo general, con un sector terciario en rápida expansión, así como con un mayor volumen de IDE y de comercio exterior. En cambio, otras regiones (situadas, principal pero no exclusivamente, en el norte) se han visto afectadas por el declive de la producción agrícola y el hundimiento de la industria. Eso explica las diferencias regionales entre las tasas de paro de Polonia. En general, los grandes centros urbanos como Varsovia tienen las cifras más bajas de paro (5%). Tasa de paro de Europa central y oriental (1995) % de la población activa BG: nivel nacional HU, PL, RO, SK: paro registrado Otros: datos de EFT Las cifras regionales son aproximadas 18 Resumen de las principales conclusiones expansión del sector de los servicios. En cambio, el empleo ha caído en otras regiones debido a las grandes pérdidas de puestos de trabajo en industrias tradicionales y a las reducciones del empleo agrícola. No obstante, el empleo agrícola e industrial sigue siendo alto en algunas regiones, debido a que se ha retrasado la reestructuración. El paro ha aumentado significativamente en la mayoría de los países, pero existen considerables diferencias entre las tasas: éstas van desde el 5% en la República Checa hasta el 14% en Bulgaria, Letonia y Lituania. También existen notables disparidades regionales: una vez más, los grandes centros urbanos y la mayoría de las regiones occidentales tienen un nivel más bajo de paro. La población activa ha disminuido al reducirse el número de puestos de trabajo y abandonar algunas personas la población activa; en muchos países de Europa central y oriental las tasas de actividad son hoy cercanas a la media de la Unión Europea. Existen diferencias entre las tasas regionales de actividad: éstas suelen ser altas en las regiones en las que la reestructuración aún no ha terminado. La integración económica europea se refleja en los crecientes flujos comerciales. En 1995, la Unión Europea fue el principal socio comercial de todos los países de Europa central y oriental y el peso de estos últimos en el comercio total de la Unión es hoy superior al Instituciones de la política regional en los países de Europa central y oriental de Japón. La consecuencia de estas tendencias ha sido la existencia de un considerable superávit en los intercambios comerciales de la Unión con estos países, al tiempo que el comercio intrasectorial se ha vuelto cada vez más predominante en esos intercambios. Los países de Europa central y oriental en su conjunto también están recibiendo un volumen significativo de inversión directa extranjera, si bien los flujos están concentrándose en unos cuantos países cuyos programas de reforma están muy avanzados. Los Estados miembros de la Unión son, de lejos, la principal fuente de inversión, lo que confirma aún más el grado creciente de integración económica. En la mayoría de los países de Europa central y oriental, los ministerios responsables del desarrollo regional se ocupan de la elaboración de las políticas y, en algunos casos, de su coordinación más que de su ejecución efectiva. Elaboran proyectos de normas y reformas de la política regional y, en algunos casos, preparan iniciativas de desarrollo regional. Sin embargo, la aplicación de esas iniciativas corresponde, por lo general, al ministerio competente en el sector de que se trate o a las administraciones regionales. Además de los retos económicos antes esbozados, los países de Europa central y oriental aún necesitan realizar grandes inversiones en infraestructura de transporte y en protección del medio ambiente. Aunque el nivel de infraestructura de muchas regiones es similar al de la Unión Europea, la calidad es, en general, significativamente inferior. Para coordinar estas medidas sectoriales, la mayoría de los países de Europa central y oriental han creado unos consejos interministeriales, formados normalmente por representantes de los ministerios de los sectores interesados. En algunos países, también desempeñan un activo papel presentando propuestas de programas de ayuda regional. Sin embargo, las políticas sectoriales están poco coordinadas y las medidas de desarrollo regional carecen en general de objetivos comunes. A pesar de los grandes problemas estructurales, la mayoría de los países de Europa central y oriental aún no han desarrollado una política regional. Con la transición, los gobiernos de estos países desmantelaron a distinto ritmo la maquinaria de intervención estatal en la economía y concedieron prioridad a la estabilización Comercio de los países de Europa central y oriental con la UE, 1994 y 1997 Exportaciones a la UE en % del total, Exports to the EU as % of total, by country por países Importaciones procedentes de la UE en % del total, porImports paísesfrom the EU as % of total, by country Bulgaria Bulgaria Rep. Checa Czech Rep Estonia Estonia Hungría Hungary Latvia Letonia Lithuania Lituania 1997 Poland Polonia 1994 Romania Rumanía Slovak Rep Eslovaquia * Slovenia Eslovenia -80 -60 -40 -20 0 0 20 40 60 80 available * *nonot disponible 19 Resumen de las principales conclusiones macroeconómica. Sin embargo, al estabilizarse las economías, la mayoría de los gobiernos comenzaron a introducir una política de desarrollo reconociendo la necesidad de resolver las disparidades regionales. Esta tarea ha sido facilitada por la descentralización administrativa y fomentada por la perspectiva de entrar en la Unión Europea. Así pues, en la mayoría de los países se ha comenzado a establecer la estructura legal, institucional y presupuestaria de la política regional necesaria para participar en la política estructural de la Unión Europea. En algunos países de Europa central y oriental (Hungría, Letonia y Rumanía), existe actualmente una base legal específica para la política regional. A escala nacional, se ha mejorado la estructura ministerial responsable de la política regional y están adoptándose los procedimientos administrativos oportunos. A escala regional, la administración ha sido reforzada gracias a la descentralización. Sin embargo, es probable que el pleno establecimiento de estas estructuras y procedimientos requiera un largo proceso. La política regional de los países de Europa central y oriental aún es débil y carece de una estrategia global y de un enfoque de programación. Las medidas tienden a adoptar la forma de reducidos proyectos, llevados a cabo por medio de una política sectorial que está poco coordinada. Sigue siendo necesario reforzar los ministerios responsables de la política regional y desarrollar su capacidad operativa, así como formular estrategias nacionales para la política regional con las que pueda coordinarse la política sectorial. También es necesario mejorar los procedimientos financieros para encauzar eficientemente la ayuda de los Fondos Estructurales de la Unión Europea. Así pues, aún queda mucho por hacer antes de que los países de Europa central y oriental estén preparados para participar en la política estructural de la Unión Europea. La economía de Chipre está perfectamente preparada en muchos aspectos para entrar en la Unión Europea. Aunque aún no existen cifras armonizadas en UPA, el PIB per cápita de Chipre en estos términos puede ser cercano o incluso superior a un 75% de la media de la Unión Europea, lo que puede tener implicaciones para que reciba el estatus de región del Objetivo n° 1 cuando se adhiera. El nivel de paro es bajo y el de empleo alto, si bien la productividad también es baja. El informe El texto completo del Sexto Informe Periódico puede consultarse en la página Inforegio: <http://inforegio.cec.eu.int/6rp>. El informe también puede adquirirse en los puntos de venta de la Oficina de Publicaciones Oficiales de las Comunidades Europeas. Comisión Europea Dirección General de Política Regional y Cohesión 20 Resumen de las principales conclusiones Editor responsable: J.-P. Berg, CE DG XVI/F.2. Los textos de la presente publicación no comprometen a la Comisión. Para toda información complementaria, póngase en contacto con L. Nigri. Fax: +32 2 296 60 03. Dirección electrónica de la DG XVI en Internet: <http://inforegio.cec.eu.int> Esta nota informativa se publica en las once lenguas oficiales de la Unión Europea. Impreso en papel reciclado. CX-20-99-688-ES-C