Sexto informe periódico sobre la situación y evolución

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Unión Europea
Política regional
y cohesión
Ficha de información
04.02.99 ES
i n f oregio
Sexto Informe Periódico sobre
las regiones: resumen de las
principales conclusiones
El 3 de febrero de 1999, la Comisión Europea adoptó el Sexto Informe
Periódico sobre la situación y la evolución socioeconómica de las regiones
de la Unión Europea ("Sexto Informe Periódico"). Se trata del último
informe de los que ha venido publicando la Comisión cada tres años con
objeto de ofrecer una visión general del proceso de cohesión, de la
política regional y de los retos a los que se enfrentan las regiones. A partir
de ahora, cumpliendo con lo dispuesto en el Artículo 130 B del Tratado de
Maastricht, la Comisión publicará otros informes trienales sobre la
cohesión económica y social, que contendrán el mismo tipo de análisis
que los informes periódicos. El primer "Informe sobre la cohesión" se
adoptó en 1996.
El Sexto Informe Periódico actualiza buena parte de la información
contenida en los informes anteriores y en el citado primer Informe sobre la
cohesión, pero también contiene numerosos capítulos que aportan
nuevos datos y análisis sobre las implicaciones que tienen para las
economías y los mercados de trabajo regionales algunas cuestiones
como la creciente globalización, la evolución de la sociedad de la
información, la transición al euro o la ampliación de la Unión Europea (UE)
al este.
Este documento resume el informe, que está dividido en cuatro
apartados:
• Principales tendencias de la economía, el mercado de trabajo y la
demografía de las regiones en los últimos diez años
• Análisis de la competitividad de las regiones y de los principales factores
que la determinan
• Cambios ocurridos en las regiones beneficiarias de los Fondos
Estructurales de la UE
• Evolución de los diez países candidatos de Europa central y oriental y
de Chipre.
Resumen
El Sexto informe periódico sobre la
situación y la evolución
socioeconómica de las regiones de
la Unión Europea llega en un
importante momento tanto para la
Unión Europea en su conjunto como
para la política de la cohesión en
particular. La transición al euro ya ha
comenzado y existen perspectivas
de que la Unión se amplíe para
integrar a los países de Europa
central y oriental. Todo ello se
produce, además, en una situación
de creciente globalización y de una
“segunda revoluciópn industrial”
basada en la tecnología de la
información.
Todos estos cambios tienen
importantes implicaciones para las
economías y los mercados de
trabajo regionales y este informe
contiene información sobre las
tendencias sociales y económicas
de las regiones.
1. La situación de las regiones
En los informes periódicos anteriores y en el
primer Informe sobre la cohesión se
detectaron los primeros indicios de
convergencia real de las regiones atrasadas,
pero las conclusiones que podían extraerse de
ellos eran ambiguas: algunos indicadores
mostraban una convergencia,
pero otros no eran claros al respecto. Ahora
los datos son inequívocos: el PIB, o sea, la
producción, per cápita de las regiones más
pobres está acercándose a la media de la
Unión Europea. En los 10 años comprendidos
entre 1986 y 1996, son evidentes los cambios
siguientes:
PIB per cápita por regiones(UPA), 1996
Índice
EUR15 = 100
Desviación típica = 26.9
F (DU): 1994
Fuente: Eurostat
2
Resumen de las principales
conclusiones
• el PIB per cápita de las 10 regiones en las
que éste era más bajo ha aumentado,
pasando de un 41% de la media de la Unión
Europea a un 50%; en las 25 regiones más
pobres, ha pasado del 52% al 59%.
• el PIB per cápita de los cuatro países de la
cohesión ha aumentado, pasando de un
65% de la media de la Unión Europea a un
76,5%, y se prevé que llegará a un 78% en
1999.
Este ritmo de convergencia es excepcionalmente rápido tanto desde el punto de vista
histórico como desde el punto de vista
internacional. Se ha debido en gran medida al
aumento de la integración económica europea,
pero los Fondos Estructurales también han
desempeñado un papel importante. Por
ejemplo, las exportaciones y las importaciones
entre los cuatro países de la cohesión y otros
Estados miembros de la Unión Europea se han
duplicado en términos reales en los últimos
diez años y actualmente ascienden ambas a
unos 120.000 millones de ecus.
Sin embargo, las cifras anteriores también
muestran que siguen existiendo considerables
disparidades; incluso en los casos en los que
la distancia entre las regiones atrasadas y el
resto de la Unión está reduciéndose
relativamente deprisa, todo el proceso puede
tardar en concluir una generación o más. Por
otra parte, aunque la mayoría de las regiones
están experimentando al menos una cierta
convergencia, sus resultados son muy
diversos. Las regiones atrasadas más
favorecidas, especialmente algunas capitales
como Dublín o Lisboa, están progresando con
mucha más rapidez que las regiones rurales
interiores. Este hecho demuestra que es
importante revisar periódicamente la
distribución de la ayuda para garantizar que los
limitados recursos se concentren en las
regiones que más los necesiten.
Tasa de paro por regiones, 1997
% de la población activa
EUR15 = 10.7
Desviación típica = 6.02
F (DU): 1996
Fuente: Eurostat
datos no disponibles
3
Resumen de las principales
conclusiones
girando en torno a un 4%. En cambio, las
tasas de las regiones más afectadas han
pasado del 20% a casi el 24%.
Aunque la producción regional está convergiendo, la situación es menos satisfactoria en
lo que se refiere al desempleo. A pesar de la
recuperación cíclica que viene registrándose
desde 1994, a finales de 1998 el paro seguía
siendo en la Unión Europea algo inferior a un
10%, lo cual significa que había 16,5 millones
de parados que estaban buscando trabajo.
El aumento que ha experimentado el paro en
los últimos 25 años aproximadamente ha
afectado a unas regiones mucho más que a
otras y apenas se ha notado en algunas. Las
25 regiones que tienen las tasas más bajas de
paro siguen siendo más o menos las mismas
que hace 10 años y sus tasas han continuado
Un motivo de especial preocupación es la
magnitud del paro de larga duración; el 49%
de los parados lleva un año o más en paro y el
30%, al menos, dos. Un problema
estrechamente relacionado con éste es la
exclusión del mercado de trabajo de algunas
personas y grupos sociales, como muchas
mujeres y jóvenes. Estos tipos de paro son
especialmente preocupantes, ya que parecen
muy resistentes a las mejoras generales de la
economía. Estos problemas afectan
especialmente a las 25 regiones que tienen las
El empleo por sectores (1997)
Agricultura
Industria
% de empleo total
% de empleo total
EUR15 = 5.0
Desviación típica = 5.5
Fuente: Eurostat
datos no disponibles
4
Resumen de las principales
conclusiones
datos no disponibles
tasas más altas de paro. En estas regiones, los
parados de larga duración representan el 60%
del paro total (mientras que en las 25 regiones
que tienen las tasas más bajas de paro
representan el 30%). Por otra parte, sólo el
30% de las mujeres en edad activa tiene
empleo y las tasas de paro juvenil son, en
promedio, del 47%.
La reanudación del crecimiento no resolverá
por sí sola esos problemas. Lo que se necesita
es un enfoque integrado que combine el
fortalecimiento de la base económica con
medidas de formación destinadas a mejorar
las cualificaciones de las personas
desfavorecidas en el mercado de trabajo y a
permitirles encontrar trabajo. Por otra parte, allí
donde muchas mujeres y jóvenes no pueden
realizar una carrera profesional y contribuir a la
generación de riqueza económica, la adopción
de medidas destinadas a estos grupos no es
una opción sino una necesidad.
Las regiones de la Unión Europea pueden
dividirse aproximadamente en tres tipos (si
bien algunas no encajan perfectamente en una
única categoría):
• Grandes centros urbanos de servicios. Estas
regiones normalmente obtienen buenos
resultados tanto en lo que se refiere al PIB
como al empleo. Las 25 regiones en las que
Servicios
% de empleo total
EUR15 = 5.0
Desviación típica = 5.5
EUR15 = 65.3
Desviación típica = 8.2
Fuente: Eurostat
Fuente: Eurostat
datos no disponibles
5
Resumen de las principales
conclusiones
Demografía y
población activa
Por lo que se refiere a las tendencias
demográficas, destacan tres
factores de especial importancia: la
fecundidad, la mortalidad y la
migración. Dado que las bajas tasas
de natalidad y el aumento de la
esperanza de vida provocan el
envejecimiento de la población y la
consiguiente disminución del
número de jóvenes que se
incorporan al mercado de trabajo,
cada vez cobran más importancia
algunas cuestiones como la
capacidad de la mano de obra para
adaptarse a los cambios
tecnológicos. La Unión ha tratado de
solucionar este problema
fomentando algunas iniciativas
como el aprendizaje permanente,
lanzada por primera vez en el Libro
Blanco de la Comisión Europea
sobre el crecimiento, la
competitividad y el empleo y seguida
de la designación de 1996 como Año
Europeo de la educación y la
formación permanente.
el empleo está más concentrado en los servicios tienen un nivel de producción per cápita
un 27% superior a la media de la Unión
Europea. Siendo el sector de los servicios la
principal fuente de empleo en la Unión
Europea -los puestos de trabajo en el sector
de los servicios de venta, han aumentado en
12 millones en los últimos diez años- los
centros de servicios generan considerables
oportunidades de empleo que a menudo van
mucho más allá de la propia región. No
obstante, dentro de las propias ciudades
puede haber grandes bolsas de paro.
• Regiones industriales, cuya economía tiende
a estar concentrada en las ciudades de
tamaño medio, las cuales suelen formar
parte de una red. La suerte de estas
regiones depende estrechamente de la
salud de las industrias que se encuentren en
ellas. Dado que gran parte del sector está
obteniendo buenos resultados, las regiones
industriales suelen evolucionar
favorablemente; las 25 regiones en las que
el empleo se concentra mayoritariamente en
la industria manufacturera tienen un nivel de
producción per cápita un 8% superior a la
media de la Unión Europea y un nivel de
paro más de 1,5 puntos porcentuales
inferior a la media. Sin embargo, un
pequeño grupo de regiones industriales
especialmente afectadas por la
reestructuración tiene elevadas tasas de
paro, combinadas a veces (pero no siempre)
con un PIB per cápita moderadamente bajo.
• Regiones rurales, que tienen un nivel de
empleo agrícola relativamente alto. Estas
regiones generalmente obtienen unos
resultados bastante buenos en lo que se
refiere al paro, si bien pueden existir otros
problemas, por ejemplo, una elevada
emigración. Sin embargo, algunos
subsectores agrícolas tienen un bajo valor
añadido y están sometidos a considerables
presiones para reestructurarse. Las 25
regiones que más dependen de la
agricultura (situación que puede llegar a ser
extrema, como en el caso de aquéllas en las
que los trabajadores agrícolas representan
hasta un 40% de la población activa)
resultan especialmente afectadas y tienen
una tasa media de paro del 14,7%. Esto
subraya la importancia de fomentar la
diversificación.
6
Resumen de las principales
conclusiones
Las medidas que se adopten debe adaptarse,
pues, a los diferentes tipos de necesidades de
las distintas regiones. En las regiones que se
encuentran en proceso de reestructuración, el
principal problema es el paro y no tanto el bajo
nivel de producción y el subdesarrollo.
A menudo se encuentran grandes bolsas de
paro en regiones, por lo demás, prósperas, a
pesar de las oportunidades que las rodean.
En estas regiones, es necesario, pues, un
enfoque integrado, no sólo para aumentar la
actividad económica local, por ejemplo, sino
también para dotar a las personas que viven
en ellas, especialmente a las desfavorecidas,
de lo necesario para participar plenamente en
la economía.
Es probable que las tendencias
demográficas afecten considerablemente al
mercado de trabajo de la Unión Europea a
largo plazo; el presente informe examina las
proyecciones realizadas hasta el año 2025.
Destacan tres factores, en particular:
• Como consecuencia de las bajas tasas de
natalidad, la población envejecerá, lo que
tendrá consecuencias para las pensiones,
así como para la asistencia sanitaria. En los
5-10 próximos años, este envejecimiento
será especialmente significativo en las
regiones del norte de Italia, sur y este de
Alemania, sur de Francia y Grecia
continental. Hacia el año 2025, los efectos
se dejarán sentir sobre todo en el norte de
Italia y en el centro de Francia, donde el
número de personas de más de 65 años por
cada 100 personas en edad activa casi se
habrá duplicado, aumentando a 40 o más.
El número de personas de más de 80 años,
factor crucial para determinar la necesidad
de servicios de asistencia prolongada y la
demanda de servicios sanitarios, aumentará
en todos los países, pero sobre todo en
Grecia, España e Italia, lo que presionará
sobre los presupuestos públicos.
• Asimismo, la población activa continuará
envejeciendo, lo que plantea dudas sobre su
futura capacidad para adaptarse al cambio
tecnológico. Es probable, pues, que en el
futuro sea más acuciante la necesidad de un
aprendizaje durante toda la vida.
• Se prevé que la oferta de trabajo aumente
hasta el año 2005, debido principalmente al
aumento de las tasas de actividad
femeninas y, en menor medida, a la continua
inmigración. A partir de ese año, la
disminución de la población en edad activa
debería comenzar a surtir efecto y se prevé
que la población activa disminuya a partir de
2010 aproximadamente. Sin embargo, dado
que esta disminución concernerá todas las
regiones, no se puede esperar que la misma
resuelva las disparidades regionales
existentes en el mercado de trabajo. En
algunas regiones que tienen un nivel de paro
relativamente bajo, sobre todo en el norte de
Italia, la oferta de trabajo podría incluso
comenzar a disminuir en los próximos años
y provocar una escasez de mano de obra, si
bien también es posible que el crecimiento
de la demanda de trabajo eleve la tasa de
actividad. En algunas regiones que tienen un
elevado nivel de paro, sobre todo en las
regiones meridionales de España y Francia,
se espera que la oferta de trabajo continúe
aumentando durante un tiempo y es
improbable que contribuya a reducir el paro
a medio plazo.
Crecimiento de la población activa por regiones (2000-2005)
Variación porcentual anual media (escenario de referencia)
EUR15 = 0.54
Fuente: Eurostat
datos no disponibles
7
Resumen de las principales
conclusiones
Principales indicadores regionales
Eur 15
EUR 12
BELGIQUE-BELGIE
Reg. Bruxelles-Cap. /
Brussels Hfdst. Gew.
Antwerpen
Limburg (B)
Oost-Vlaanderen
Vlaams Brabant
West-Vlaanderen
Brabant Wallon
Hainaut
Liège
Luxembourg (B)
Namur
DANMARK
DEUTSCHLAND
Stuttgart
Karlsruhe
Freiburg
Tübingen
Oberbayern
Niederbayern
Oberpfalz
Oberfranken
Mittelfranken
Unterfranken
Schwaben
Berlin
Brandenburg
Bremen
Hamburg
Darmstadt
Gießen
Kassel
Mecklenburg-Vorpommern
Braunschweig
Hannover
Lüneburg
Weser-Ems
Düsseldorf
Köln
Münster
Detmold
Arnsberg
Koblenz
Trier
Rheinhessen-Pfalz
Saarland
Sachsen
Dessau
Halle
Magdeburg
Schleswig-Holstein
Thüringen
ELLADA
Anatoliki Makedonia, Thraki
Kentriki Makedonia
8
Resumen de las principales
conclusiones
100,0
99,9
112,1
10,7
10,8
8,9
49,0
50,1
60,8
173,1
137,3
109,5
104,4
96,5
117,3
89,1
80,7
99,0
96,4
86,4
119,3
108,3
135,2
125,7
109,1
114,4
156,5
96,8
99,6
107,3
123,2
104,3
110,4
102,2
66,7
149,0
192,5
171,3
105,1
115,6
61,2
106,8
117,0
83,3
98,6
119,4
113,4
94,8
105,3
104,5
88,8
84,8
100,6
105,0
64,0
55,1
68,4
57,8
102,5
61,2
67,5
61,1
67,4
13,5
7,2
8,3
6,5
4,5
5,1
7,9
15,4
12,2
6,8
11,4
5,7
9,8
6,1
6,6
6,2
5,7
4,8
5,5
6,5
7,4
7,1
6,4
5,8
13,4
17,2
12,3
8,8
6,7
7,8
9,0
18,8
11,4
9,1
8,0
9,2
9,6
8,3
8,6
8,3
9,7
6,8
6,3
7,7
10,1
17,2
21,5
19,9
20,7
7,6
17,6
9,6
8,3
9,2
61,9
59,4
60,3
58,5
50,1
52,6
51,4
67,2
63,7
50,9
62,8
25,2
49,3
48,4
45,5
44,6
41,5
37,6
29,1
41,3
40,2
43,0
42,5
39,1
45,8
54,5
57,2
49,0
47,0
43,1
49,3
47,8
64,2
48,8
46,3
49,3
58,5
54,3
51,8
46,3
57,4
38,9
40,6
51,1
57,6
50,8
51,4
50,0
52,2
42,1
45,8
55,4
46,7
48,8
Dytiki Makedonia
Thessalia
Ipeiros
Ionia Nisia
Dytiki Ellada
Sterea Ellada
Peloponnisos
Attiki
Voreio Aigaio
Notio Aigaio
Kriti
ESPAÑA
Galicia
Principado de Asturias
Cantabria
País Vasco
Comunidad Foral de Navarra
La Rioja
Aragón
Comunidad de Madrid
Castilla y León
Castilla-La Mancha
Extremadura
Cataluña
Comunidad Valenciana
Islas Baleares
Andalucía
Región de Murcia
Ceuta y Melilla
Canarias
FRANCE
Ile de France
Bassin Parisien
Champagne-Ardenne
Picardie
Haute-Normandie
Centre
Basse-Normandie
Bourgogne
Nord - Pas-de-Calais
Lorraine
Alsace
Franche-Comté
Pays de la Loire
Bretagne
Poitou-Charentes
Aquitaine
Midi-Pyrénées
Limousin
Rhône-Alpes
Auvergne
Languedoc-Roussillon
Provence-Alpes-Côte d'Azur
Corse
Guadeloupe
Martinique
Guyane
Réunion
61,8
62,7
43,8
61,9
57,7
65,5
58,3
76,8
51,7
75,3
72,5
78,7
63,0
73,6
76,9
92,3
98,1
89,0
88,9
100,6
75,9
65,9
54,6
99,1
73,8
97,0
57,2
67,2
72,3
74,3
103,9
159,9
92,7
94,1
84,7
105,9
91,9
88,9
90,4
85,4
88,7
105,1
92,7
91,0
86,4
83,3
92,1
87,2
81,3
100,4
83,7
78,3
92,0
82,0
40,1
54,0
48,0
45,7
13,8
7,5
10,5
6,2
7,9
12,0
7,5
11,6
7,1
4,3
4,3
21,1
19,2
21,2
21,1
18,8
10,0
11,8
14,4
18,4
19,9
19,1
29,5
17,4
21,4
12,2
32,0
18,3
26,4
20,9
12,0
10,7
12,6
13,3
14,2
13,6
10,9
13,2
11,0
16,6
11,3
7,8
9,1
11,0
9,9
11,4
11,9
11,2
9,2
10,5
11,0
17,8
16,5
15,2
:
:
:
:
Parados de
larga duración,
1997
(% del paro total)
Región
Mercado de trabajo
Tasa de paro (%)
Total 1997
Economía
PIB per cápita
(UPA)
EUR15=100
1996
Parados de
larga duración,
1997
(% del paro total)
Mercado de trabajo
Tasa de paro (%)
Total 1997
Región
PIB per cápita
(UPA)
EUR15=100
1996
Economía
61,9
63,8
67,0
46,5
65,6
60,7
58,5
55,6
54,4
43,0
48,8
51,5
58,7
65,6
64,3
61,2
42,0
52,0
44,5
57,5
52,5
40,9
41,9
57,7
44,1
39,4
47,3
46,2
71,6
48,9
41,5
41,2
42,6
41,8
40,5
47,7
42,3
41,4
40,7
44,6
39,8
29,3
37,4
42,9
39,5
42,9
43,1
41,4
36,7
39,5
42,6
44,5
41,2
34,2
:
:
:
:
IRELAND
96,5
10,1
56,0
ITALIA
102,7
12,3
66,2
Piemonte
117,5
8,7
61,6
Valle d'Aosta
131,1
4,1
37,0
Liguria
119,1
10,2
64,5
Lombardia
132,5
6,2
56,2
Trentino-Alto Adige
127,9
3,8
30,0
Veneto
124,4
4,8
37,7
Friuli-Venezia Giulia
125,8
6,4
47,9
Emilia-Romagna
132,7
6,7
33,9
Toscana
110,7
8,5
57,9
Umbria
97,9
8,2
63,0
Marche
106,4
7,1
53,4
Lazio
113,8
13,3
72,3
Abruzzo
89,6
8,8
62,7
Molise
78,6
17,2
65,0
Campania
65,9
26,1
79,3
Puglia
71,1
18,3
70,0
Basilicata
69,5
20,6
62,5
Calabria
59,2
24,9
67,6
Sicilia
65,7
24,0
73,7
Sardegna
72,5
20,5
68,4
LUXEMBOURG (GRAND-DUCHÉ)
168,5
2,5
34,6
NEDERLAND
106,8
5,2
48,2
Groningen
134,0
8,3
53,6
Friesland
87,3
6,4
61,8
Drenthe
87,4
5,6
63,3
Overijssel
93,6
5,1
48,3
Gelderland
95,1
4,6
44,1
Flevoland
74,9
5,1
68,8
Utrecht
120,0
4,1
29,2
Noord-Holland
120,6
5,3
45,4
Zuid-Holland
110,6
5,3
47,2
Zeeland
102,4
4,6
53,0
Noord-Brabant
107,1
4,6
49,7
Limburg (NL)
97,8
5,4
50,6
ÖSTERREICH
112,3
4,4
33,0
71,5
3,8
26,9
Burgenland
Niederösterreich
96,4
3,4
36,0
166,6
5,9
53,9
Kärnten
89,8
5,8
21,7
Steiermark
90,4
4,8
39,6
Oberösterreich
102,2
3,0
24,9
Salzburg
121,3
3,9
4,3
Tirol
107,8
5,4
4,4
Vorarlberg
112,5
4,1
16,6
PORTUGAL
70,5
6,7
52,5
Norte
62,4
6,9
54,9
Centro (P)
60,9
3,4
46,6
Lisboa e Vale do Tejo
88,5
7,9
53,7
Alentejo
59,7
10,4
38,6
Algarve
70,8
8,2
53,5
Açores
50,0
5,4
61,4
Madeira
54,5
5,4
54,3
Wien
SUOMI/FINLAND
Uusimaa
Etelä-Suomi
Itä-Suomi
Väli-Suomi
Pohjois-Suomi
Ahvenanmaa/Åland
SVERIGE
Stockholm
Östra Mellansverige
Småland med Öarna
Sydsverige
Västsverige
Norra Mellansverige
Mellersta Norrland
Övre Norrland
UNITED KINGDOM
Cleveland, Durham
Cumbria
Northumberland, Tyne and Wear
Humberside
North Yorkshire
South Yorkshire
West Yorkshire
Derbyshire, Nottinghamshire
Leicestershire, Northamptonshire
Lincolnshire
East Anglia
Bedfordshire, Hertfordshire
Berkshire, Buckinghamshire,
Oxfordshire
Surrey, East-West Sussex
Essex
Greater London
Hampshire, Isle of Wight
Kent
Avon, Gloucestershire, Wiltshire
Cornwall, Devon
Dorset, Somerset
Hereford & Worcester,
Warwickshire
Shropshire, Staffordshire
West Midlands (County)
Cheshire
Greater Manchester
Lancashire
Merseyside
Clwyd, Dyfed, Gwynedd, Powys
Gwent,
Mid-South-West Glamorgan
Borders-Central-Fife-LothianTayside
Dumfries and Galloway,
Strathclyde
Highlands, Islands
Grampian
Northern Ireland
Total 1997
Región
Parados de
larga duración,
1997
(% del paro total)
Mercado de trabajo
Tasa de paro (%)
Economía
PIB per cápita
(UPA)
EUR15=100
1996
Parados de
larga duración,
1997
(% del paro total)
Mercado de trabajo
Tasa de paro (%)
Total 1997
Región
PIB per cápita
(UPA)
EUR15=100
1996
Economía
96,9
128,9
91,7
74,1
83,1
82,7
118,6
101,2
123,1
92,4
98,8
92,9
97,6
97,0
99,3
96,9
99,8
82,7
101,3
86,1
94,8
100,5
74,4
92,5
89,7
101,7
89,6
99,5
102,2
14,8
11,4
15,1
18,7
14,9
18,6
4,6
10,4
7,9
10,2
8,6
11,9
10,4
12,3
13,0
13,3
7,1
9,6
6,9
9,9
8,7
4,8
10,0
7,4
7,1
4,8
5,7
5,5
4,1
27,5
31,7
28,7
24,5
25,5
23,5
9,7
33,2
31,8
30,8
33,6
38,2
35,1
27,7
32,2
34,3
38,2
39,7
35,4
42,3
32,0
30,5
38,8
36,1
38,5
33,5
30,2
32,5
35,1
123,7
104,5
87,2
140,4
103,5
91,8
108,8
80,1
87,8
3,2
4,1
5,7
9,7
4,7
6,3
5,0
7,3
5,1
31,8
38,4
37,8
44,5
36,4
35,4
34,7
34,1
34,6
100,0
88,1
93,4
113,3
91,3
87,8
73,1
80,7
4,6
4,9
9,4
5,4
7,4
5,7
12,1
7,2
31,0
29,1
44,2
29,2
33,8
26,0
44,9
36,3
84,4
7,8
34,9
103,7
7,3
31,4
90,2
80,1
126,0
81,1
9,3
8,4
4,8
10,3
34,5
31,2
24,5
58,7
Fuente: Eurostat (REGIO) + cálculos de la DGXVI
F (DOM) : PIB : cifras de 1994
9
Resumen de las principales
conclusiones
¿Qué es la
competitividad?
2. La competitividad
En el debate económico actual,
suele considerarse que la
competitividad es uno de los
indicadores clave del éxito o del
fracaso de una política. Sin
embargo, este concepto, aunque
está relativamente claro cuando se
aplica a las empresas, resulta menos
evidente cuando se aplica a las
regiones. Además, el término
"competitividad" puede hacer
pensar en situaciones en las que se
gana o se pierde, es decir, en las que
una región se beneficia a costa de
otra o conserva su competitividad
reduciendo enormemente los
salarios o el empleo.
La competitividad tiene dos grandes
dimensiones: la productividad y el empleo. La
Unión Europea está obteniendo unos
resultados razonablemente buenos en lo que
se refiere a la primera y malos en lo que se
refiere a la segunda; el crecimiento de la renta
y de la producción de algo más del 2%
registrado en los últimos diez años se ha
debido principalmente al incremento de la
productividad, que ha crecido casi un 2% al
año, mientras que el empleo ha aumentado
menos de 0,5% al año. Eso indica que el
mercado de trabajo en general, y la necesidad
de aumentar el crecimiento intensivo en
empleo, en particular, son importantes retos
para la competitividad de la Unión Europea.
El reto es , pues, acuñar un
concepto de competitividad que
evite esos problemas y que recoja,
sin embargo, la idea de que aunque
la mayoría de las regiones tienen
simultáneamente empresas muy
competitivas y empresas poco
competitivas, siempre hay en cada
región una serie de elementos
comunes, como la infraestructura, el
capital humano y las instituciones
públicas, cuya calidad afecta a todas
las empresas.
En este contexto, la competitividad
puede definirse, pues, como "la
capacidad de una región, cuando
está expuesta a la competencia
externa, de generar unos niveles de
renta y de empleo relativamente
altos". En otras palabras, para que
una región sea competitiva, es
importante garantizar tanto la
cantidad de empleo como su
calidad.
Las regiones atrasadas se enfrentan al doble
reto de acercarse al presente y de adaptarse al
futuro. En algunas regiones, sobre todo en
Irlanda, España y en el sur de Italia, la
productividad es cercana (o en el caso de
Irlanda, superior) a la media de la Unión
Europea y el reto principal es la generación de
empleo. En cambio, Portugal y los nuevos
Länder de Alemania Oriental tienen una tasas
de ocupación relativamente altas, pero en
ambos casos la productividad tendría que
aumentar un 50% para acercarse a la media
de la Unión Europea. En Grecia, sería
necesario que aumentara significativamente
tanto la productividad (un 40%) como el
empleo (un 20%).
La desfavorable estructura sectorial, junto con
la falta de capacidad innovadora, parece que
son los factores más importantes que
subyacen a la diferencia de competitividad, lo
que induce a pensar que el reto clave para el
desarrollo de las regiones afectadas es mejorar
la base productiva y su potencial de
crecimiento. La escasa facilidad de acceso y
los bajos niveles de estudios de la mano de
obra suelen contribuir a la baja competitividad
pero, en la mayoría de los casos, las
disparidades regionales en estos aspectos son
menos importantes que antes.
Sin embargo, también se reconoce la
importancia fundamental de algunos factores
menos tangibles que no pueden cuantificarse
fácilmente, como la eficiencia -o ineficienciade la administración pública, la dimensión y la
10 Resumen de las principales
conclusiones
eficacia de los servicios de ayuda a las
empresas, la existencia de servicios sociales y
de una cultura empresarial, y algunos otros
aspectos de la estructura institucional, que
crean un entorno favorable para la evolución
de los factores más tangibles. Por ejemplo, el
éxito del norte de Italia o el retraso en el
desarrollo de muchas regiones del sur no
pueden atribuirse simplemente a la estructura
de la actividad económica, a las facilidades de
acceso o a los niveles de estudios.
Estos factores apuntan claramente a la
necesidad de adoptar un enfoque integrado
del desarrollo regional que reconozca
explícitamente la complejidad del proceso y
que tenga debidamente en cuenta la
interacción de los factores intangibles y
tangibles. Se necesita, en suma, adoptar una
estrategia a largo plazo que aborde
simultáneamente los numerosos aspectos del
problema de la falta de competitividad e
intente construir el capital social de una región
-su cultura empresarial, su estructura
administrativa, sus relaciones institucionales,
etc.- simultáneamente con su infraestructura
física, las cualificaciones de su mano de obra y
su base productiva.
Factores que subyacen a la
competitividad
Aunque el desnivel tecnológico (medido por
medio de indicadores como el número de
patentes solicitadas y el gasto en
investigación) entre los países de la cohesión y
los demás Estados miembros se ha reducido
algo en los últimos años, es sin embargo muy
superior a la diferencia entre sus PIB per cápita
(salvo en el caso de Irlanda, que ha eliminado
más o menos su distancia en ambos
aspectos). Las disparidades son más
significativas si se tienen en cuenta los
indicadores de producción (es decir, las
innovaciones logradas gracias a la
investigación y el desarrollo), lo que subraya la
necesidad de mejorar la eficiencia del proceso
a través del cual, en las regiones atrasadas, la
investigación se traduce en nuevos productos
o en métodos de producción más eficientes.
En este sentido, es importante tener presente
que las empresas pueden innovar y ser más
competitivas mediante la transferencia de
tecnología, tal vez por medio de la inversión
directa, sin tener que realizar necesariamente
su propia IDT y solicitar patentes.
Las PYME desempeñan un importante papel
en la creación de empleo y en el desarrollo de
las regiones atrasadas. El número de PYME es
mayor en los Estados miembros del sur,
aunque eso se debe en parte a que su pauta
de especialización sectorial es distinta. Por
otro lado, las PYME tienden a estar
concentradas en las regiones más favorecidas
de estos países, especialmente en las
ciudades, mientras que en las regiones más
pobres hay relativamente pocas.
Resolver esos desequilibrios debe formar parte
de un enfoque integrado del desarrollo regional
que también tenga en cuenta la distribución
sectorial de las PYME y su grado de presencia
en los sectores más dinámicos. Las recientes
investigaciones inducen a pensar que la
contribución potencial de las PYME al
desarrollo depende de otras condiciones,
como la existencia de servicios de apoyo, y de
sus relaciones con grandes empresas y/o las
redes entre ellas.
La inversión directa extranjera (IDE)
contribuye al desarrollo regional, no sólo
aumentando el stock de capital sino también
Solicitudes europeas de patentes (media de 1994-95-96)
Número por cada millón de habitantes
EUR15 = 91
Desviación típica = 85
EL, P, UK: nivel nacional
FIN: 1995
Fuente: Eurostat
datos no disponibles
11 Resumen de las principales
conclusiones
introduciendo nuevos productos y técnicas.
Sin embargo, para que las regiones atrasadas
aprovechen todos los beneficios de la IDE, es
importante que las empresas que realizan la
inversión se integren en la economía local. En
los últimos 10 años, la Unión Europea ha sido
el mayor inversor del mundo en el extranjero,
pero también ha recibido grandes entradas de
IDE. En relación con el PIB, Irlanda, sobre
todo, pero también Portugal y España, se han
beneficiado de unas inversiones superiores a la
media procedentes de países ajenos a la
Unión Europea, así como de otros Estados
miembros.
A pesar de los progresos realizados en los
últimos años, sigue habiendo grandes
disparidades regionales en lo que se refiere a
la infraestructura de transporte; los cuatro
países de la cohesión van retrasados con
respecto a otras regiones de la Unión, sobre
todo en lo referente a la calidad del servicio.
Donde se han realizado mayores progresos es
en la reducción de las disparidades en materia
de infraestructura de telecomunicaciones. Los
países de la cohesión siguen teniendo redes
algo menos extensas, medidas según el
número de líneas telefónicas por cada 100
habitantes. Sin embargo, con la notable
Densidad de las pequeñas y medianas unidades locales (1994)
Número por cada 1.000 habitantes de 15-64 años
excl. unidades sin asalariados
DK, P: empresas
E, P: 1993
I, A: 1991
datos no disponibles
12 Resumen de las principales
conclusiones
Fuente: Eurostat
dos tercios en España sólo poseen estudios
básicos. Sin embargo, estas cifras son
considerablemente más bajas en el caso del
grupo de edad 25-34 años, lo que indica los
progresos que están realizándose para elevar
los niveles.
excepción de Grecia, la diferencia de calidad
de las redes, medida por el grado de
digitalización, ha sido eliminada en gran
medida.
La existencia de fuentes fiables de energía
con un coste razonable está estrechamente
relacionada con el crecimiento económico y el
desarrollo. La inversión en infraestructura de
energía es necesaria para eliminar las
diferencias que quedan entre las regiones en lo
que se refiere al suministro de energía. En
particular, el mercado de gas natural sigue
estando muy segmentado y algunas regiones
continúan encontrándose en desventaja tanto
en lo que se refiere a la estructura del mercado
como en lo que se refiere a la infraestructura.
Los factores institucionales son
considerados cada vez más como elementos
claves de la competitividad. Entre esos
factores se encuentran la dotación de capital
social, en forma de cultura empresarial y
normas sociales de conducta compartidas,
que faciliten la cooperación y la iniciativa
empresarial, que es de especial importancia
para el desarrollo regional. Las redes de
empresas son tanto un producto del capital
social como un elemento del mismo.
Combinan las economías de escala, de las que
sólo pueden aprovecharse normalmente las
grandes empresas, con el dinamismo y la
flexibilidad de las pequeñas unidades y, como
tales, son especialmente importantes para la
innovación.
Las disparidades en lo que respecta al capital
humano, es decir, los niveles de estudios de la
población activa, también están tendiendo a
disminuir, si bien sigue habiendo considerables
diferencias en el número relativo de jóvenes
que siguen estudiando y adquiriendo
formación profesional inicial una vez
terminados los estudios obligatorios. El peso
del pasado se refleja en la elevada proporción
de personas en edad activa que sólo tienen un
nivel de estudios básicos. Tres cuartas partes
de las personas de 25-59 años en Portugal y
En realidad, el capital social (o la falta de él) es
un factor clave dentro de la amplia variedad de
elementos que contribuyen a la competitividad
regional y es citado como un elemento
importante en el que subyacen aspectos tan
Nivel de estudios de las personas de 25-34 años (1996)
100%
90%
80%
70%
60%
50%
40%
30%
20%
10%
0%
ca
ica
ia
an
ar
lg
Bé
D
in
am
A
lem
ia
nc
a
Fr
lia
bu
em
x
Lu
■
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rg
Ita
Estudios primarios
a
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Pa
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F
Estudios secundarios
ia
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Un
añ
p
Es
l
a
a
ia
ec
Gr
ga
nd
Irla
P
tu
or
R
EU
4
R
15
EU
Estudios universitarios
13 Resumen de las principales
conclusiones
diversos como la innovación y los problemas
sociales de las grandes ciudades. La
existencia de un nivel relativamente bajo de
capital social en muchas regiones atrasadas
de la Unión limita considerablemente su
competividad.
La eficiencia de la administración pública es
otro importante factor institucional. En los
últimos años, han cambiado significativamente
los principios por los que se rige la gestión del
sector público; un aspecto significativo es el
énfasis puesto en la evaluación de los
resultados, de tal manera que las lecciones del
pasado puedan tenerse en cuenta
sistemáticamente en la toma de decisiones a
fin de mejorar la política en el futuro (de crear
una "organización en continuo aprendizaje").
Otra característica es la tendencia a la
descentralización y a la colaboración,
permitiendo que diferentes instancias de la
administración, así como el sector privado,
participen en el proceso de toma de
decisiones y aporten sus diferentes
conocimientos y experiencias.
Según los estudios, el sistema de gestión de
los Fondos Estructurales ha hecho dos
grandes contribuciones a la dotación
institucional de las regiones atrasadas,
mediante:
14 Resumen de las principales
conclusiones
• la programación y la evaluación, que han
creado conjuntamente un proceso de toma
de decisiones el cual genera una mejora
continua de las medidas aplicadas (de
nuevo, la "organización en continuo
aprendizaje") y que suelen ser consideradas
como la principal innovación derivada de los
Fondos. Ese proceso requiere una
acumulación de conocimientos y experiencia
por parte de las autoridades y, en la mayoría
de los Estados miembros, el impulso
necesario para adquirirla provino de los
Fondos Estructurales. Además, la Comisión
está desarrollando y difundiendo técnicas
ejemplares de evaluación;
• la movilización de los agentes del sector
privado y del sector público a escala local,
cuya ventaja no sólo reside en aumentar la
eficacia de los Fondos sino que también
está comenzando a contribuir a la
acumulación de capital social y a la creación
de redes en las regiones atrasadas. Los
Fondos Estructurales incitan y facilitan el
contacto entre agentes de muy diversas
áreas de la comunidad local, los que, de
otra manera, no trabajarían juntos y, por lo
tanto, pueden ayudar a superar los
obstáculos que impiden una relación más
estrecha. Este contacto puede generar
beneficios en una amplia variedad de
instituciones económicas en la región.
3. El papel de las medidas estructurales de la Unión Europea
A pesar de los notables progresos realizados
en los últimos años, el problema de la
cohesión regional sigue siendo considerable
en la Unión Europea. El 25% de la población
de la Unión que vive en regiones del Objetivo
n° 1 tiene un PIB per cápita medio de algo
más de dos tercios de la media de la Unión.
Sin embargo, el PIB per cápita de estas
regiones está acercándose gradualmente al
del resto de la Unión. Entre 1989 y 1996, las
regiones incluidas en el Objetivo n° 1 durante
todo el período pasaron de un 63,5% de la
media de la Unión a un 69%. La diferencia sólo
aumentó en 4 regiones.
Esta diferencia se debe a que la productividad
y las tasas de ocupación son más bajas que
en otras regiones de la Unión. La reducción de
la diferencia que se ha registrado desde 1989
se debe predominantemente a que la
productividad ha crecido más en las regiones
del Objetivo n° 1 que en otras y no a que haya
aumentado más el empleo. Por lo tanto, las
regiones del Objetivo n° 1 están volviéndose
más competitivas, pero, salvo en unos cuantos
casos, eso no se ha traducido en la creación
de empleo. De hecho, el paro es un importante
problema en muchas de esas regiones, así
como en las del Objetivo n° 6. Algo más de
uno de cada seis activos de las regiones del
Objetivo n° 1 está en paro, mientras que la
relación es de 1 a 10 en la Unión Europea en
su conjunto.
Por lo que se refiere a las regiones del Objetivo
n° 2, la diferencia con el resto de la Unión
Europea en lo que se refiere al paro, que es el
principal problema que aborda la política, ha
disminuido, en promedio, desde 1989. Sin
embargo, la experiencia varía de unos Estados
miembros a otros. En las regiones alemanas,
francesas e italianas del Objetivo n° 2, el nivel
de paro era más alto en 1997 que en 1989,
mientras que en Dinamarca, los Países Bajos y
el Reino Unido, era considerablemente menor.
Las regiones del Objetivo n° 2 dependen
estrechamente de un número muy reducido de
sectores manufactureros en los que se ha
registrado la mayor parte de las pérdidas de
empleo. No obstante, existen indicios de que
las pequeñas empresas están cobrando
importancia y de que están aumentando el
número de empleados, lo que contrarresta en
alguna medida los puestos de trabajo que se
pierden en las grandes empresas.
En las regiones del Objetivo n° 5b, salvo en las
de los Países Bajos y el Reino Unido, el paro
ha aumentado ininterrumpidamente desde
1989, incluso durante la recuperación
Indicadores económicos de las regiones asistidas, 1988-1997
Grupo regional
Variación del empleo
Tasa de paro (%) (1)
PIB per cápita (UPA), EUR15=100
(% anual)
88-93
93-97
1988 (2)
1993
1997
1988
1993
1994
1995
1996
Media
1994-96
Objetivo n° 1 (89-99)
0,1
0,4
15,6
16,3
Objetivo n° 2 (94-99)
0,1
14,9
16,2
0,4
12,5
12,4
Objetivo n° 5b (94-99)
0,5
-0,2
7,3
–
0,7
–
Otros (94-99)
0,1
0,1
8,5
EUR15 excl.
nuevos Länder
0,1
0,2
9
–
0,2
–
Objetivo n° 1 (94-99)
Objetivo n° 6 (95-99)
EUR15
0,3
17,2
63
68
69
69
69
69
66
68
68
68
68
11,9
94
96
96
97
96
97
7
7,8
82
85
86
86
85
85
19,9
18,4
87
77
77
81
77
78
8,2
8,1
114
116
116
116
116
116
10,7
10,7
100
100
100
100
100
100
–
(1) EUR 15 : Cifras de paro armonizadas de Eurostat
(2) Las cifras por objetivos se refieren a EUR 12
Fuente: : Eurostat - estimaciones de la DGXVI
15 Resumen de las principales
conclusiones
Influencia de los
Fondos Estructurales
en la cohesión
Existen dos formas de medir la
contribución de los Fondos
Estructurales a la mejora de la
cohesión de la UE. La primera
consiste en analizar los distintos
indicadores socioeconómicos de las
regiones beneficiarias. Estas han
experimentado un ritmo de
convergencia excepcionalmente
rápido tanto desde el punto de vista
histórico como desde el punto de
vista internacional: desde 1989, el
PIB per cápita medio de las regiones
acogidas al Objetivo n° 1 durante
estos años ha pasado del 63,5 al
69% de la media de la Unión
Europea y las tendencias de los
cuatro países de la cohesión son aún
más alentadoras; el informe muestra
que su PIB per cápita, que
representaba el 65% de la media de
la Unión, ya ha rebasado el umbral
del 75% y se calcula que en 1999
alcanzará el 77%. Además, los
Fondos Estructurales han
contribuido de forma innegable a
reducir las diferencias entre las
tasas de paro de las zonas del
Objetivo n° 2 y las del resto de la
Unión, especialmente en Dinamarca,
los Países Bajos y el Reino Unido.
La segunda forma de medir la
contribución de los Fondos
Estructurales consiste en utilizar
modelos macroeconómicos. Estos
indican que, entre 1989 y 1999, los
Fondos aumentaron el crecimiento
de las regiones del Objetivo n° 1
alrededor de 0,5 puntos
porcentuales al año. El efecto
acumulado de los Fondos ha
permitido que el PIB aumentara casi
un 10% en Grecia, Irlanda y Portugal
y más de un 4% en España (buena
parte de la cual no está cubierta por
el Objetivo n° 1).
económica actual, lo que induce a pensar que
el elemento estructural puede estar
comenzando a cobrar importancia. Por otra
parte, el empleo ha aumentado más que en
otras regiones de la Unión, lo que sugiere que
la población activa ha aumentado más que en
otros lugares. También parece indicar que la
actividad económica está diversificándose
considerablemente y alejándose de la
agricultura, lo que constituye el principal
objetivo de la política aplicada en estas zonas.
Además hay signos evidentes de creación neta
de empleo en las industrias manufactureras en
las cuales predominan las PYME, sobre todo
las conectadas con la economía rural, aunque
también las de otras áreas.
En concreto, según una estimación basada en
los cuatro principales modelos
macroeconómicos utilizados para estimar el
efecto de los Fondos, éstos han elevado en
0,5 puntos porcentuales o más el crecimiento
de las regiones del Objetivo n° 1. Se estima
que en 1999 el efecto acumulado de los
Fondos habrá elevado el PIB de Grecia, Irlanda
y Portugal casi un 10% en cada caso y el de
España (una gran parte de la cual no está
cubierta por el Objetivo n° 1) más del 4%.
Estas cifras sugieren que una parte significativa
de la reducción que ha experimentado en el
período 1989-99 la distancia que separa a
estos países del resto de la Unión no se habría
producido en ausencia de los Fondos.
Diversos estudios realizados para evaluar la
influencia de los Fondos Estructurales en las
regiones asistidas indican que éstos han
contribuido significativamente a reducir las
disparidades regionales en la Unión.
Sin embargo, los modelos muestran también
en qué grado la eficacia de los Fondos
Estructurales depende de otros factores, tales
como la adopción de una sólida política
macroeconómica, y de otro tipo a escala
nacional, o la estructura de la actividad
económica de cada región.
Influencia de los Fondos Estructurales
Comparación de los resultados de las simulaciones realizadas con los modelos macroeconómicos (aumento del crecimiento, en puntos porcentuales, con respecto al escenario
de referencia)
PEREIRA
PAÍS
BEUTEL
HERMIN4
QUEST II
Media
Media
Media
Efectos totales
Efectos totales
Efectos totales
Media
anual
anual
anual
1994
1999
2020
anual
anual
1994-99
1989-93
1994-99
(de los cuales,
(de los cuales,
(de los cuales,
1989-93
1994-99
(%)
(%)
(%)
en la demanda)
en la demanda)
en la demanda)
(%)
(%)
GRECIA
de 0,4 à 0,6
0,8
1,0
1,2
(1,1)
9,4
(4,8)
9,5*
(1,5)
0,3
0,1
IRLANDA
de 0,4 à 0,6
0,9
0,6
6,2
(6,2)
9,3
(5,9)
12,4
(4,0)
0,3
0,3
PORTUGAL
de 0,6 à 0,9
0,9
1,1
7,0
(7,0)
9,2
(8,1)
8,9
(7,6)
0,3
0,2
–
0,3
0,5
1,9
(1,9)
4,3
(2,9)
8,7
(1,9)
0,1
0,1
0,5
0,7
ESPAÑA
MEDIA EUR 4
Fuente: Pereira (1994), Beutel (1996) Bradley et al. (1995), Christodoulakis y Kalvitys(1995), Cordero (1996), Roeger (1996)
* 2010
16 Resumen de las principales
conclusiones
Media
Ampliación
4. La ampliación
La situación de los países de Europa central y
oriental ha evolucionado rápidamente desde la
caída del antiguo régimen a comienzos de esta
década. Tras una brusca disminución inicial de
la renta y de la producción, la mayoría de
estos países ha crecido desde 1993 ó 1994.
La recuperación ha sido, en general, más
notable en los países que más han avanzado
hacia una economía de mercado, lo que pone
de relieve los beneficios que pueden obtenerse
con la reforma. Gracias a la recuperación y al
aumento de la integración económica con la
Unión Europea, muchos de estos países han
hecho grandes avances en los preparativos
para entrar en la Unión.
Sin embargo, aún queda mucho por hacer
para aumentar la producción, reducir el paro y
las disparidades regionales y mejorar la calidad
de la infraestructura, y los Fondos
Estructurales tendrán aquí un importante papel
a desempeñar. Por otra parte, antes de que
los países de Europa central y oriental estén
listos para participar en la política estructural
Muchos de los países de Europa
central y oriental han realizado
grandes progresos en la preparación
de su ingreso en la Unión. Desde
1993, el rápido crecimiento
registrado en varios países ha
elevado el PIB per cápita conjunto
de todos ellos a una cifra próxima al
40% de la media de la Unión
Europea, no obstante aún existen
grandes diferencias: mientras que el
PIB per cápita de Letonia sólo
representa un 27% de la media de la
Unión, el de Eslovenia y la República
Checa representa alrededor del 68 y
del 63%, respectivamente. Sin
embargo, queda mucho por hacer
desde el punto de vista del aumento
de la producción, la reducción del
paro y de las disparidades
regionales y la mejora de la calidad
de la infraestructura. En este
contexto, desempeñarán un papel
esencial el Instrumento Estructural
de la preadhesión y los Fondos
Estructurales y de Cohesión de
la UE.
PIB per cápita por regiones (UPA) de Europa central y oriental (1996)
Índice EUR15 = 100
BG, CZ, RO: 1995
Las cifras regionales son aproximativas
y provisionales
datos no disponibles
Fuente: Eurostat
17 Resumen de las principales
conclusiones
Desequilibrios
regionales de los
países de Europa
central y oriental
Existe una clara pauta en los
desequilibrios regionales que
caracterizan a los países de Europa
central y oriental. Las capitales, los
grandes centros urbanos y muchas
de las regiones que tienen frontera
con Europa occidental generalmente
gozan de una situación económica
mejor y han tenido más éxito a la
hora de atraer inversión directa
extranjera (IDE), reducir el paro e
impulsar la actividad económica que
las regiones más orientales y las que
se encuentran en países que han
tardado más en aplicar los
programas de reforma.
de la Unión Europea, será preciso realizar
grandes esfuerzos para crear las estructuras
necesarias para la administración de los
Fondos.
Aunque la producción disminuyó
significativamente en los primeros años de la
transición, la recuperación económica
registrada desde 1993 ha permitido que
algunos países de Europa central y oriental
redujeran la distancia que los separaba de la
Unión en lo que se refiere a la producción per
cápita. En 1997, el PIB per cápita de los
países considerados conjuntamente
representaba alrededor de un 40% de la media
de la Unión. Esta cifra oculta, sin embargo, la
existencia de considerables desequilibrios,
como Letonia, cuyo PIB per cápita sólo
representa un 27% de la media de la Unión, y
Eslovenia, donde esta cifra se acerca más al
68%. Sólo dos regiones, Praga y Bratislava,
tienen un PIB per cápita superior a un 75% de
la media de la Unión.
Los desequilibrios regionales existentes en los
países de Europa central y oriental se
caracterizan por la relativa prosperidad de los
centros urbanos y ciertas regiones
occidentales situadas en la frontera con la
Unión Europea, que se han beneficiado de la
En Hungría, por ejemplo, una gran
parte de la actividad económica está
concentrada en las regiones
occidentales y en Budapest,
mientras que las zonas orientales se
han visto especialmente afectadas
por el declive de la producción
industrial y agrícola. A ello ha venido
a sumarse el hecho de que la IDE en
Budapest y en las regiones
occidentales representa, según las
estimaciones, entre el 80 y el 90% de
la IDE total. La disparidad de fuerzas
entre las economías regionales del
país se refleja en el hecho de que las
tasas de paro van desde el 7% en
Budapest y el centro de Hungría
hasta alrededor del 19% en el norte.
En Polonia, aunque los
desequilibrios regionales son algo
menores, también son significativos
entre las regiones vecinas. Varsovia,
los grandes centros urbanos y
algunas regiones del centro y del
oeste cuentan , por lo general, con
un sector terciario en rápida
expansión, así como con un mayor
volumen de IDE y de comercio
exterior. En cambio, otras regiones
(situadas, principal pero no
exclusivamente, en el norte) se han
visto afectadas por el declive de la
producción agrícola y el hundimiento
de la industria. Eso explica las
diferencias regionales entre las
tasas de paro de Polonia. En
general, los grandes centros
urbanos como Varsovia tienen las
cifras más bajas de paro (5%).
Tasa de paro de Europa central y oriental (1995)
% de la población activa
BG: nivel nacional
HU, PL, RO, SK:
paro registrado
Otros: datos de EFT
Las cifras regionales son aproximadas
18 Resumen de las principales
conclusiones
expansión del sector de los servicios. En
cambio, el empleo ha caído en otras regiones
debido a las grandes pérdidas de puestos de
trabajo en industrias tradicionales y a las
reducciones del empleo agrícola. No obstante,
el empleo agrícola e industrial sigue siendo alto
en algunas regiones, debido a que se ha
retrasado la reestructuración.
El paro ha aumentado significativamente en la
mayoría de los países, pero existen
considerables diferencias entre las tasas: éstas
van desde el 5% en la República Checa hasta
el 14% en Bulgaria, Letonia y Lituania.
También existen notables disparidades
regionales: una vez más, los grandes centros
urbanos y la mayoría de las regiones
occidentales tienen un nivel más bajo de paro.
La población activa ha disminuido al reducirse
el número de puestos de trabajo y abandonar
algunas personas la población activa; en
muchos países de Europa central y oriental las
tasas de actividad son hoy cercanas a la
media de la Unión Europea. Existen diferencias
entre las tasas regionales de actividad: éstas
suelen ser altas en las regiones en las que la
reestructuración aún no ha terminado.
La integración económica europea se refleja en
los crecientes flujos comerciales. En 1995, la
Unión Europea fue el principal socio comercial
de todos los países de Europa central y
oriental y el peso de estos últimos en el
comercio total de la Unión es hoy superior al
Instituciones de la
política regional en
los países de
Europa central y
oriental
de Japón. La consecuencia de estas
tendencias ha sido la existencia de un
considerable superávit en los intercambios
comerciales de la Unión con estos países, al
tiempo que el comercio intrasectorial se ha
vuelto cada vez más predominante en esos
intercambios. Los países de Europa central y
oriental en su conjunto también están
recibiendo un volumen significativo de
inversión directa extranjera, si bien los flujos
están concentrándose en unos cuantos países
cuyos programas de reforma están muy
avanzados. Los Estados miembros de la Unión
son, de lejos, la principal fuente de inversión, lo
que confirma aún más el grado creciente de
integración económica.
En la mayoría de los países de
Europa central y oriental, los
ministerios responsables del
desarrollo regional se ocupan de la
elaboración de las políticas y, en
algunos casos, de su coordinación
más que de su ejecución efectiva.
Elaboran proyectos de normas y
reformas de la política regional y, en
algunos casos, preparan iniciativas
de desarrollo regional. Sin embargo,
la aplicación de esas iniciativas
corresponde, por lo general, al
ministerio competente en el sector
de que se trate o a las
administraciones regionales.
Además de los retos económicos antes
esbozados, los países de Europa central y
oriental aún necesitan realizar grandes
inversiones en infraestructura de transporte y
en protección del medio ambiente. Aunque el
nivel de infraestructura de muchas regiones es
similar al de la Unión Europea, la calidad es, en
general, significativamente inferior.
Para coordinar estas medidas
sectoriales, la mayoría de los países
de Europa central y oriental han
creado unos consejos
interministeriales, formados
normalmente por representantes de
los ministerios de los sectores
interesados. En algunos países,
también desempeñan un activo
papel presentando propuestas de
programas de ayuda regional. Sin
embargo, las políticas sectoriales
están poco coordinadas y las
medidas de desarrollo regional
carecen en general de objetivos
comunes.
A pesar de los grandes problemas
estructurales, la mayoría de los países de
Europa central y oriental aún no han
desarrollado una política regional. Con la
transición, los gobiernos de estos países
desmantelaron a distinto ritmo la maquinaria
de intervención estatal en la economía y
concedieron prioridad a la estabilización
Comercio de los países de Europa central y oriental con la UE, 1994 y 1997
Exportaciones a la UE en % del total,
Exports to the EU as % of total,
by country
por países
Importaciones procedentes de la UE en % del total,
porImports
paísesfrom the EU as % of total, by country
Bulgaria
Bulgaria
Rep. Checa
Czech
Rep
Estonia
Estonia
Hungría
Hungary
Latvia
Letonia
Lithuania
Lituania
1997
Poland
Polonia
1994
Romania
Rumanía
Slovak
Rep
Eslovaquia
*
Slovenia
Eslovenia
-80
-60
-40
-20
0
0
20
40
60
80
available
* *nonot
disponible
19 Resumen de las principales
conclusiones
macroeconómica. Sin embargo, al estabilizarse
las economías, la mayoría de los gobiernos
comenzaron a introducir una política de
desarrollo reconociendo la necesidad de
resolver las disparidades regionales. Esta tarea
ha sido facilitada por la descentralización
administrativa y fomentada por la perspectiva
de entrar en la Unión Europea.
Así pues, en la mayoría de los países se ha
comenzado a establecer la estructura legal,
institucional y presupuestaria de la política
regional necesaria para participar en la política
estructural de la Unión Europea. En algunos
países de Europa central y oriental (Hungría,
Letonia y Rumanía), existe actualmente una
base legal específica para la política regional.
A escala nacional, se ha mejorado la estructura
ministerial responsable de la política regional y
están adoptándose los procedimientos
administrativos oportunos. A escala regional, la
administración ha sido reforzada gracias a la
descentralización.
Sin embargo, es probable que el pleno
establecimiento de estas estructuras y
procedimientos requiera un largo proceso. La
política regional de los países de Europa
central y oriental aún es débil y carece de una
estrategia global y de un enfoque de
programación. Las medidas tienden a adoptar
la forma de reducidos proyectos, llevados a
cabo por medio de una política sectorial que
está poco coordinada. Sigue siendo necesario
reforzar los ministerios responsables de la
política regional y desarrollar su capacidad
operativa, así como formular estrategias
nacionales para la política regional con las que
pueda coordinarse la política sectorial.
También es necesario mejorar los
procedimientos financieros para encauzar
eficientemente la ayuda de los Fondos
Estructurales de la Unión Europea. Así pues,
aún queda mucho por hacer antes de que los
países de Europa central y oriental estén
preparados para participar en la política
estructural de la Unión Europea.
La economía de Chipre está perfectamente
preparada en muchos aspectos para entrar en
la Unión Europea. Aunque aún no existen
cifras armonizadas en UPA, el PIB per cápita
de Chipre en estos términos puede ser
cercano o incluso superior a un 75% de la
media de la Unión Europea, lo que puede tener
implicaciones para que reciba el estatus de
región del Objetivo n° 1 cuando se adhiera.
El nivel de paro es bajo y el de empleo alto, si
bien la productividad también es baja.
El informe
El texto completo del Sexto Informe Periódico puede consultarse en la página Inforegio:
<http://inforegio.cec.eu.int/6rp>.
El informe también puede adquirirse en los puntos de venta de la Oficina de Publicaciones
Oficiales de las Comunidades Europeas.
Comisión Europea
Dirección General de Política Regional y Cohesión
20 Resumen de las principales
conclusiones
Editor responsable: J.-P. Berg, CE DG XVI/F.2. Los textos de la presente publicación no comprometen a la Comisión.
Para toda información complementaria, póngase en contacto con L. Nigri. Fax: +32 2 296 60 03.
Dirección electrónica de la DG XVI en Internet: <http://inforegio.cec.eu.int>
Esta nota informativa se publica en las once lenguas oficiales de la Unión Europea. Impreso en papel reciclado.
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