Sentència del Tribunal Superior de Justícia de Catalunya que

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Sentència del Tribunal Superior de Justícia de Catalunya que desestima la
demanda de conflicte col·lectiu, plantejada pel SMC-CESM contra Sanitat, en què
s’exigeix l'aplicació, en l’àmbit de l'Atenció Primària reformada, de la Directiva
europea 93/104 que regula la jornada laboral.
TRIBUNAL SUPERIOR DE JUSTÍCIA DE CATALUNYA
SALA SOCIAL
ILMO. SR. JOSÉ QUINTANA PELLICER
ILMO. SR. D. SEBASTIÁN MORALO GALLEGO
ILMA. SRA. Dª. Mª LOURDRES ARASTEY SAHUN
En Barcelona, a 25 de junio de 2001.
La Sala de lo Social del Tribunal superior de Justicia de Catalunya, compuesta por los
Ilmos. Sres. Citados al margen,
EN NOMBRE DEL REY
Ha dictado la siguiente
SENTENCIA Nº 13/2001
En los autos nº9/2001, iniciados en virtud de demanda de Conflicto colectivo, a
instancia de Sindicat de Metges de Catalunya, ha actuado como Ponente el/la Ilmo. Sr.
D. José De Quintana Pellicer.
ANTECEDENTES DE HECHO
PRIMERO.- Con fecha 28-03-01 tuvo entrada en la Secretaría de esta Sala, demanda
de Conflicto colectivo en la que interviene como parte demandante Sindicat de Metges
de Catalunya, y como parte demandada Conselleria de Sanitat i Seguretat Social,
Servei Català de la Salut e Institut Català de la Salut, en la que se solicite se dicte
sentencia conforme a derecho. Admitida la demanda formulada, se ha celebrado el
correspondiente acto de la vista el pasado día 29-05-01, en el que tras ratificarse la
parte actora en sus peticiones, se opuso la demanda, practicándose las pruebas
admitidas, según consta en el acta que se extendió al efecto. Y terminado el acto
elevando a definitivas las partes sus conclusiones.
HECHOS PROBADOS
PRIMERO.- El presente Conflicto Colectivo afecta a todos los médicos que prestan
servicios en los Centros de Atención Primaria gestionados por el ICS y que realicen
atención continuada de presencia física.
SEGUNDO.- La Directiva 93-104 de la CE de 23 de noviembre de 1993 establece un
conjunto de normas relativas a la duración máxima del tiempo de trabajo semanal,
períodos mínimos de descanso diario, semanal y anual, duración y condiciones del
trabajo nocturno y del trabajo por turnos. La propia Directiva establece excepciones a
esta normativa en determinadas actividades entre las que se cuenta la asistencia
médica prestada en hospitales y centros similares.
TERCERO.- La Directiva 93-104 de la CE no ha sido trasladada ni adaptada al
derecho interno español, ni ha sido desarrollada por la Generalitat de Catalunya.
A los facultativos afectados por el Conflicto Colectivo le es de aplicación el Estatuto de
Personal Médico de la Seguridad Social Decreto 3160/66 de 23 de diciembre.
CUARTO.- La parte demandante pretende que respecto a todos los médicos que
presten servicios en los centros de atención primaria gestionados por el ICS que
realicen atención continuada de presencia física se realicen los siguientes
pronunciamientos.
a) Que se les reconozca el derecho a que la duración media de su trabajo no exceda
de
36
horas
por
cada
7
días
en
cómputo
de
4
meses.
b) Que se les garantice el derecho individual a prestar su consentimiento para efectuar
una jornada superior a 36 horas en los términos que señala el art. 18 de la Directiva.
c) Que se les garantice el derecho a disfrutar de cada período de 7 días de un
descanso mínimo ininterrumpido de 24 horas a las que se añadirán las 11 horas de
descanso diario en un período de referencia que no exceda de 14 días.
FUNDAMENTOS DE DERECHO
PRIMERO.- Frente a las pretensiones de la demanda los demandados opone la
excepción de inadecuación de procedimiento y la Generalitat de Catalunya y el Servei
Català
de
la
Salut
de
la
de
falta
de
legitimación
pasiva.
La Jurisprudencia del Tribunal Supremo viene señalando que "la referencia a los
intereses generales de un grupo genérico o indiferenciado de trabajadores en materia
de aplicación o interpretación de una norma estatal, convenio colectivo o decisión o
práctica de empresa es lo que delimita y compone el proceso colectivo. No se trata,
como en el conflicto individual o plural, de reconocer o definir derechos individuales de
determinados trabajadores, sino que, con independencia del efecto reflejo que el
conflicto colectivo tenga sobre los trabajadores incluidos en el ámbito del mismo, lo
que en él se ventila y decida es la controversia sobre un interés indivisible o
indiferenciado de grupo. El conflicto plural, constituido por una verdadera acumulación
de acciones en régimen de litis consorcio activo voluntario, carece del requisito
esencial que determina la existencia del conflicto colectivo, que presupone un interés
atribuido a un grupo o colectividad laboral, con abstracción de los intereses concretos
de sus componentes; no como una suma de los intereses de éstos, sino como un
interés propio de la colectividad" (sentencia de 10 de julio de 1992). Precisa la Sala,
como señala la sentencia de 25 de junio de 1992, que "hay dos elementos cuya
presencia define el conflicto colectivo en cuanto conflicto colectivo actual de carácter
jurídico: 1º el elemento subjetivo, integrado por la referencia a la afectación de un
grupo genérico de trabajadores "entendiendo por tal no la mera pluralidad, suma o
agregado de trabajadores singularmente considerados, sino un conjunto estructurado
a partir de un elemento de homogeneidad"; y 2º el elemento objetivo consiste en la
presencia de un interés general que es el que se actúa a través del conflicto y que se
define como "un interés indivisible correspondiente al grupo en su conjunto y, por tanto,
no susceptible de fraccionamiento entre sus miembros", o como un interés que aunque
pueda ser divisible, lo es de manera refleja en sus consecuencias, que han de ser
objeto de la oportuna individualización pero no en su propia configuración general"
(sentencias de 22 de marzo y 10 de abril de 1995 y 12 de junio de 1996). En síntesis,
ese doble condicionamiento en la delimitación del conflicto colectivo se manifiesta en
su aspecto objetivo en la existencia de un interés colectivo, general e indivisible, y en
el aspecto subjetivo en la de un grupo genérico de trabajadores de forma indefinida.
En este caso no puede decirse que estemos en presencia de un conflicto plural en el
que deba examinarse la situación concreta de cada uno de los facultativos afectados.
La pretensión planteada por la parte actora se limita a una serie de declaraciones que
apoya en la Directiva Comunitaria 93/104 y que afectan de modo general a todos los
médicos que prestan servicio de centro de atención primaria gestionado por el ICS
aunque tengan según el centro en que prestan servicios un horario diferenciado. Para
examinar la cuestión planteada no es necesario descender a examinar la concreta
situación de cada uno de ellos con lo que nos encontramos ante un grupo genérico e
indiferenciado de trabajadores con un interés colectivo que no es la suma de intereses
individuales y por lo tanto el procedimiento ha de ser considerado adecuado. En
cuanto a la falta de legitimación pasiva, la Generalitat de Catalunya y el Servei de
Català de la Salut la oponen porque niegan el carácter de empleadores del colectivo al
que afecta al conflicto. Sin perjuicio de que así planteada no puede considerarse que
sea una excepción procesal sino que atañe al fondo del asunto ha de señalarse
también que el problema que aquí se suscita va más allá que la de simple gestión de
los servicios toda vez que nos hallamos ante un supuesto en el que se pretende la
aplicación directa de la normativa comunitaria lo que podría llevar a examinar las
competencias de la Generalitat de Catalunya y del Servei Català de la Salut cada uno
en su ámbito de actuación para desarrollarla y aplicarla. Es por ello que procede
desestimar la aludida excepción y entrar en el estudio del fondo de la cuestión
planteada.
TERCERO.- Pretende la parte actora la aplicación directa a los trabajadores afectados
por el conflicto colectivo de las previsiones contenidas en los art. 3, 4, 5, 6, 8 y 16 de la
Directiva 93-104 CE de 23 de noviembre de 1993. La parte demandada no negó que
esta pueda ser de aplicación directa pero sostuvo que en todo caso ésta deberá
hacerse en los términos de la misma que precisamente excepcionan supuestos como
el presente en su art. 17.
La Directiva en cuestión regula con carácter general los diversos aspectos de
ordenación del tiempo de trabajo, jornada máxima, períodos de descanso, trabajo
nocturno, trabajo a turnos, etc., aspectos todos ellos básicos del régimen jurídico del
personal facultativo al que afecta el Conflicto. En el art. 17-2 de la referida Directiva se
establecen diversas excepciones a la misma en materias como las de descanso diario,
pausas diarias, descanso semanal, duración del trabajo nocturno, y períodos de
referencia. Concretamente se alude a la posibilidad de establecer excepciones por los
Estados miembros mediante procedimientos legales reglamentarios o administrativos
o mediante convenios colectivos o acuerdos celebrados mediante interlocutores
sociales entre otras para los servicios relativos a la recepción, tratamiento y asistencia
médica prestados por hospitales o centros similares que es precisamente el supuesto
que aquí se contempla. Es cierto que el Estado no ha realizado hasta este momento
una transmisión al derecho interno de la Directiva y por lo tanto no ha desarrollado
esta posibilidad que ofrece de excepcionar aplicaciones concretas de la misma.
Tampoco existe disposición de la Generalitat de Catalunya sobre esta cuestión, pero
este litigio afecta al sector sanitario público que para garantizar el derecho
constitucionalmente reconocido a recibir asistencia sanitaria las 24 horas del día, todos
los días del año requiere una regulación especial. De aceptarse las pretensiones de la
parte actora del modo en que vienen formuladas, reconocimiento de un derecho a que
la duración media del trabajo no exceda de 36 horas cada 7 días en cómputo de 4
meses, que se garantice el derecho individual a prestar consentimiento para una
jornada superior a 36 horas o que se garantice el derecho a disfrutar de por cada
período de 7 días de un descanso mínimo ininterrumpido de 24 horas a las que se
añadirán 11 horas de descanso diario, se estaría efectuando una interpretación
limitadora de las facultades normativas de las Administraciones y se privaría a las
partes de la posibilidad de desarrollar e interpretar la Directiva, en este particular y
concreto ámbito profesional de servicio a la Administración Sanitaria, a través de la
negociación colectiva a la que de manera expresa se refiere el art. 17-2 de aquella.
Vistos los preceptos legales citados, sus concordantes y demás disposiciones de
general y pertinente aplicación.
FALLAMOS
Que debemos desestimar y desestimamos la demanda de conflicto colectivo planteada
por el Sindicat de Metges de Catalunya contra la Conselleria de Sanitat i Seguretat
Social de la Generalitat de Catalunya, Institut Català de la Salut i Servei Català de la
Salut y en consecuencia absolvemos a los demandados de las pretensiones de la
demanda.
Contra esta Sentencia cabe Recurso de Casación ante la sala Cuarta del Tribunal
Supremo, el cual deberá prepararse en el plazo de los diez días siguientes a la
notificación de la presente sentencia y en la forma prevista en la vigente Ley Procesal
Laboral.
Notifíquese esta resolución a las partes y expídase testimonio que quedará unido a las
actuaciones de su razón, incorporándose el original al correspondiente libro de
sentencias.
Así por nuestra sentencia, lo pronunciamos, mandamos y firmamos.
Publicación.- La anterior sentencia ha sido leída y publicada en el día de su fecha por
el Ilmo. Sr. Magistrado Ponente, de lo que doy fe.
Autos núm. 9/2001
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