Un estudio del establecimiento de relaciones íntimas mediadas por

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Un estudio del establecimiento de relaciones íntimas
mediadas por computador. El caso de IRC en Internet
Por: Gladys Roco
Para citar este artículo: Roco, Gladys, 2001, Un estudio del establecimiento de relaciones íntimas mediadas
por computador. El caso de IRC en Internet, Revista TEXTOS de la CiberSociedad, 1. Temática Variada.
Disponible en http://www.cibersociedad.net
INTRODUCCIÓN
/
RESUMEN
La presente investigación se inscribe dentro del área del Interaccionismo Simbólico, la Sociología
de la vida cotidiana (Berger y Luckmann, 1973; Schütz, 1979), e intenta aproximarse a conocer
un fenómeno emergente, el de las relaciones íntimas que se forman y establecen en los chats de
conversación en Internet. Se busca conocer el proceso mediante el cual dichas relaciones se
constituyen, para lo cual se ha configurado un cuerpo teórico, donde se distinguen cuatro
elementos fundamentales que permiten la formación y establecimiento de relaciones íntimas,
estos son la formación de impresiones, semejanza, reciprocidad e intimidad en sí misma (Baron y
Byrne,
1998;
Fernández-Dols,
1999).
La metodología utilizada combina técnicas cualitativas y cuantitativas para el análisis de los datos.
La muestra se compone de 22 sujetos que participan activamente del chat en Internet.
Los resultados alcanzados describen el proceso de formación y establecimiento de las relaciones
íntimas en la comunicación mediada por computadoras, distinguiendo las particularidades que las
separan de las relaciones "cara a cara". Esto constituye un aporte a las ciencias sociales, el que
sienta las bases para continuar la investigación en el área. Siendo éste un fenómeno emergente,
las ciencias sociales y la Sociología en particular tienen mucho que decir.
El factor clave de la modernización está marcado por la Sociedad de la Información, la que se
presenta heterogénea, diversa y muchas veces contradictoria.
En este ámbito Internet está jugando un papel importante al ser la herramienta más recurrida y
con mayores potencialidades para el acceso, difusión y generación de información.
En Internet confluyen una serie de elementos que ningún otro medio de comunicación había
logrado en períodos precedentes, pues es Radio, Tv., Prensa, Cine, Libro, Teléfono, Correo, Lugar
de encuentro –entre otros- donde sujetos interactúan a escala planetaria (1); de clic en clic se
puede pasar de la prensa local a la biblioteca de alguna universidad europea, conocer personas,
intercambiar datos, charlar, comprar y vender en cosa de minutos, en tiempo real, donde la
información está en continua producción y actualización, presente las 24 horas del día, en una
cotidianeidad con un sentido distinto, donde los sujetos podrán establecer redes de apoyo y
cooperación a escala global.
Si bien los énfasis están puestos en Internet como herramienta de desarrollo y crecimiento de los
países, hay un aspecto no menos importante en la red que hoy por hoy se constituye como uno de
los mayores atractivos para las personas al momento de ingresar a Internet. Esta es la posibilidad
de interacción y comunicación con personas de todo el mundo en tiempo real, donde las instancias
más recurridas para estos intercambios son el e-mail, los newsgroup, las listas de distribución, los
foros de debate y los chats de conversación, haciendo de la co-presencialidad tan solo otro dato
en la realidad, donde la interacción “cara a cara” ya no es limitante para que los sujetos formen y
establezcan relaciones interpersonales (2).
De forma que estamos en presencia de un cambio cualitativo en torno a las formas de interacción
y comunicación entre los sujetos, dado que tradicionalmente las relaciones sociales se articulaban
en función de la distinción básica entre presencia/ausencia (3), es decir, para que los sujetos
interactuaran, se hacía necesario la presencia de un “otro”, haciéndose de esta manera efectiva la
interacción.
Hoy mediante los avances tecnológicos de comunicación vemos como la interacción está dada
sobre la base de la ausencia, es decir, aquella otra cara de la moneda que antes había sido
excluida de los procesos de interacción y comunicación, donde la presencia de un “otro” (en el
sentido físico principalmente) no es limitante, para la interacción y la comunicación. Puesto que la
información a la que se accede en Internet, y junto con ello los espacios que se presentan para el
intercambio de experiencias, son lugares donde, en primera instancia los sitios Web, no necesitan
de un “otro presencial” para transmitir información, es decir, hacerla comunicable, y en segundo
término, las instancias de interacción sincrónica que ofrece Internet no aseguran que el “otro” con
quien se interactúa sea realmente quien se presenta, dado el anonimato que existe en este medio.
De manera que se han trastocado las formas tradicionales de relacionarse entre los sujetos, y uno
de los elementos más sobresalientes dentro de las posibilidades que ofrece Internet son los chats
de conversación, a través de los cuales es posible la formación de relaciones interpersonales.
La literatura en torno al tema de Internet como fenómeno social es escasa y no se han registrado
hasta el momento investigaciones que nos orienten a conocer y comprender los procesos y sus
implicaciones en las relaciones sociales, tanto en la red, como en la cotidianeidad de la vida de los
sujetos.
Es así como la investigación realizada, pretende conocer una de las aristas del fenómeno Internet,
como fenómeno social, esto es las relaciones íntimas que se establecen en los chats, su proceso
de formación y establecimiento, a fin de describir y conocer el fenómeno, y distinguir las
características que presenta la intimidad en el chat.
En primer término, es necesario destacar que dado el poco tratamiento científico que ha tenido
Internet en cuanto fenómeno social, es que la investigación realizada ha tomado como base
teórica los conocimientos con que hoy se cuenta para comprender y explicar las relaciones
interpersonales “cara a cara” como punto de partida para el acercamiento al fenómeno de los
chats.
Así podemos reconocer dos elementos fundamentales que hacen posible la interacción entre los
seres humanos, estos son, el lenguaje, el que nos permite dar a conocer y comprender nuestro
entorno y sus implicaciones, tanto objetivas como subjetivas, permitiendo a su vez la producción y
reproducción de los sistemas sociales; el otro elemento constituyente de la interacción social está
dado por el intercambio que se establece mediante impostaciones de voz, gestos, signos y
símbolos dotados de significado y sentido, que permiten el reconocimiento, por ejemplo de ciertos
estados de ánimo, emociones, actitudes hacia los otros, además de otras características que
estarán determinadas por las circunstancias y contextos específicos de nuestro desarrollo como
seres eminentemente sociales. Las conductas no verbales constituyen un lenguaje silencioso pero
elocuente. La información transmitida por estas conductas y nuestros intentos por interpretar
estos inputs gravitan entre los sujetos portando elementos de comunicación (4).
Por consiguiente las acciones sociales suponen comunicación, y toda comunicación se basa
necesariamente en actos ejecutivos para comunicarse con otros sujetos (5), esto implica que los
individuos deben llevar a cabo actos manifiestos en la vida social que se suponen interpretados
por los otros como signos de lo que se quiere transmitir.
Así la comunicación, es decir, el proceso a través del cual los sujetos transmiten información a los
otros, posibilita y potencia la interacción social, puesto que habiéndose establecido códigos
comunes, que dan un cierto significado a los objetos materiales e inmateriales de la vida, los
sujetos pueden establecer un ordenamiento de la vida social de forma tal que ésta adquiera un
sentido y una orientación.
Las relaciones formadas en la interacción generada por los sujetos, dentro de las cuales podemos
distinguir relaciones de tipo amistoso, amoroso y filiales, para conformarse y llegar a un
establecimiento más permanente en el tiempo requieren de un proceso que medie entre el
contacto inicial, el reconocimiento de un otro como yo (6) y el asentamiento estable de una
relación donde se encuentren presentes elementos como la compañía, confidencia y ayuda,
situándonos en lo que se vendría a configurar como una relación íntima (7).
Este proceso de formación y establecimiento de una relación interpersonal, donde su desarrollo
llegue a conformar una relación íntima, está determinado por cuatro elementos fundamentales al
momento de establecerse como tal, estos elementos son: la formación de impresiones, la
semejanza, reciprocidad e intimidad en sí misma, cada uno de los cuales permite y tributa al
asentamiento de una relación con características de intimidad.
La formación de impresiones es la antesala de cualquier relación interpersonal, es uno de los
primeros elementos que se presenta en la interacción entre los sujetos, donde los individuos
forman una imagen coherente respecto del otro a partir de la multiplicidad de información que
reciben y, su procesualización, la que siendo positiva tenderá a provocar en el sujeto un interés
por iniciar la interacción, para lo cual se procederá a un acercamiento hacia el otro, lo que estará
motivado y definido por las semejanzas, que se logren establecer con el interlocutor, sean estas
de tipo ideológico, culturales o simplemente de intereses comunes, lo que nos sitúa en el plano de
la reciprocidad, donde los interactuantes, en torno al reconocimiento que haya por parte de cada
uno respecto del otro, comienzan a hacer evaluaciones positivas mutuas, estableciéndose lazos de
complementariedad, congraciamiento y concordancia entre los individuos (8), estos lazos –su
formación y reconocimiento- permiten, facilitan y contribuyen a que los individuos establezcan una
relación, ya que habiendo llegado a este punto en la interacción, se les hace probable y más fácil
el proceso de continuación y profundización en la relación interpersonal, dando paso finalmente a
una relación íntima, instancia en la cual se comienza a manifestar preocupación por el bienestar
del otro y se caracteriza por presentar manifestaciones de compañía, confidencia y ayuda entre
los sujetos (9).
Las relaciones íntimas se irán manifestando como un espiral ascendente de compañía, confidencia
y ayuda entre los involucrados en la relación, donde aquellos elementos constituyentes de la
intimidad se asienten y evolucionen en la relación interpersonal.
Basados en estas premisas teóricas, y habiendo definido los elementos principales que se
distinguen cuando se establece una relación interpersonal íntima, es que la investigación realizada
ha intentado reconocer si los elementos antes mencionados se presentan en la formación y
establecimiento de las relaciones mediatizadas por computadoras en el medio específico del chat,
y como éstas son evidenciadas por los sujetos.
Para dar respuesta a esta problemática es que se planteó una metodología que combina técnicas
cualitativas y cuantitativas. Utilizando como instrumento un cuestionario, constituido por dos
secciones, por una parte preguntas estructuradas de respuestas abiertas y por otra parte un
diferencial semántico.
Los criterios para la selección de la muestra están dados por la definición de un sujeto tipo cuyas
características son: sujetos de diferente ocupación, sexo, procedencia y edad, esta última fue
establecida en un rango de entre 18 y 28 años; se estableció este margen de edad puesto que los
sujetos se encuentran en una misma etapa de desarrollo y está establecida la personalidad del
sujeto.
Se controló además, que los sujetos tuviesen una permanencia en el chat de a lo menos 6 meses,
con una frecuencia promedio de 3 veces por semana y a lo menos 2 horas por sesión; este control
nos aseguró que fuesen personas que tenían más probabilidades que otras de establecer
relaciones íntimas en el chat.
La muestra quedó constituida por 22 sujetos, donde el criterio de selección fue no probabilístico.
Se contactaron sujetos a través de personas con las cuales se tenía un conocimiento previo;
donde finalmente participaron aquellos que obedecían a nuestro sujeto tipo y que tuvieron la
disponibilidad e interés en participar de forma seria y responsable en la investigación.
La recolección de los datos se hizo mediante un cuestionario de 16 preguntas abiertas (10), el que
fue elaborado sobre la base de las variables formación de impresiones, semejanza, reciprocidad e
intimidad, cada una de las cuales contenía un set de preguntas. Respondieron además el
diferencial semántico, constituido por 29 dimensiones adjetivas, de antonimia absoluta, cuya
escala de puntuación va de 1 a 7, donde se consideró de mayor adherencia, esto es descriptivo del
interlocutor, aquellos adjetivos que se ubicaron en las dimensiones con una media igual o superior
a 5; no aplicable cuando se situaron en el 4 y de baja adherencia cuando la media fue igual o
inferior a 3.
Las dimensiones adjetivas estaban distribuidas en 3 escalas; evaluación, actividad y potencia,
donde las escalas de evaluación y actividad contenían 10 pares de adjetivos y la escala de
potencia, 9 pares de adjetivos (11).
En relación con el diferencial semántico, los sujetos respondieron dos diferenciales semánticos, los
cuales contenían las mismas escalas y dimensiones adjetivas. El primer diferencial semántico
estaba orientado a conocer con que individuos se sentían motivados a intimar y el segundo
diferencial semántico orientado a ver con quien no se sentían motivados a intimar. El instrumento,
-preguntas abiertas y diferenciales semánticos-, fueron auto-administrados, los que se hicieron
llegar a través de correo electrónico.
Una vez recogida la información, el procesamiento de los datos se llevó a cabo a través de una
matriz analítica elaborada para las preguntas abiertas del cuestionario (12), la que nos permitió
hacer análisis de contenido de tipo semántico estructural y a través de estadística descriptiva para
el análisis del diferencial semántico.
De los 22 sujetos considerados en la muestra, 10 son hombres, y 12 mujeres.
Los datos recogidos a través del instrumento que se aplicó a los individuos, nos muestran como
los sujetos que participan activamente de un chat de conversación reconocen ciertas claves que
les permiten discriminar entre quienes les motivan y quienes no les motivan a iniciar una
conversación, cuestión que sienta las bases para el desarrollo de una relación interpersonal.
Encontramos que dichas relaciones están caracterizadas en el chat por ciertos elementos que, si
bien se corresponden con los que se han reconocido tradicionalmente en la relación “cara a cara”,
estos pasan a generar claves de reconocimiento distintas a las que usamos cotidianamente dada la
especificidad del medio. Es así como por ejemplo la formación de impresiones en el chat está dada
en primera instancia por lo que el nickname (apodo o alias) represente o evoque en alguno de los
usuarios, con esta información se potencia la iniciación de una conversación que estará además
influida por como el interlocutor responda a las primeras frases de interacción, cuestiones estas
que le permitirán formar una imagen coherente, la que siendo positiva, tiende en el sujeto a
provocar interés por acercarse al otro.
Este acercamiento entre los sujetos definido conceptualmente por las semejanzas que se logren
establecer entre los involucrados en la comunicación, se mostró un tanto dispar entre los datos
recogidos, no obstante hubo un número importante de sujetos que verificaron lo esperado e
indicaron preferir mantener una relación con personas que tuviesen gustos, pensamientos,
intereses y vivencias similares a las de ellos. Y los sujetos que indicaron no importarle las
semejanzas y que muchas veces preferían conocer gente distinta, sí tenían algo en común con la
otra persona, la cual radica en que todos hacen uso del medio para interactuar y comunicarse con
otros. Si bien este puede no ser el dato más fuerte que nos lleve a establecer la semejanza entre
los sujetos no se ha de dejar fuera puesto que de una u otra manera manejan los mismos códigos,
más allá de orientarse por intereses diferentes en cuanto a las características particulares del otro
con quien intercambian sus apreciaciones, percepciones, opiniones, etc.
En relación con la reciprocidad encontramos que los sujetos son capaces de reconocer, compartir y
reforzar al otro a través del texto plano, ayudado por los emoticonos (13) que pasan a constituir
una parte importante de la transmisión de emociones y/o acciones, que les permite a los sujetos
la generación de vínculos y lazos afectivos entre ellos. Donde se evalúan positivamente y los
motiva a mantener un contacto permanente.
De igual manera se evidenció a través de los datos, como los sujetos gustan de la compañía del
otro, a quienes consideran sus amigos y esperan encontrarlos en el chat para compartir con ellos.
En este punto de la interacción es cuando aparecen los elementos de confidencia y ayuda, los que
quedan explícitamente manifiestos en los temas que tratan con las personas con las cuales
chatean habitualmente; los datos muestran que la información que se maneja entre ellos es de
carácter personal, acerca de problemas, sentimientos, experiencias de vida, etc. Los sujetos se
muestran dispuestos a proporcionar ayuda, así como también esperan ser escuchados y obtener
opiniones que les ayuden a ellos mismos, teniendo como fin el bienestar del otro y la ayuda que
puedan proporcionarse mutuamente.
Con relación al bienestar del otro, casi la totalidad de los sujetos indicó que les preocupa lo que les
suceda a las personas con las que habitualmente conversan en el chat, puesto que los consideran
sus amigos y por los cuales sienten afecto y confianza.
La Tabla Nº1 presenta las dimensiones con los resultados más significativos que hemos podido
extraer de los datos recogidos a través del diferencial semántico, para la apreciación de los sujetos
que motivan a establecer relaciones interpersonales íntimas.
Dentro de las dimensiones evaluadas, como puede apreciarse, para los sujetos resulta más
importante que sus interlocutores sean simpáticos, agradables, profundos, confortables,
divertidos, seguros, preocupados, alegres y tranquilizadores.
Los resultados en términos de las características atribuidas a los sujetos con los cuales no se
quiere mantener relaciones interpersonales íntimas, (Tabla Nº2), verifican las mismas
dimensiones:
Esto es, los sujetos no se sienten motivados a intimar con aquellos interlocutores percibidos como
desagradables, antipáticos, aburridos, amenazadores, incómodos, pesados, inseguros,
superficiales y despreocupados.
De los datos analizados, se desprende que los sujetos establecerán, con mayores probabilidades,
relaciones íntimas con una persona simpática, agradable, profunda y divertida, que se manifieste
preocupado por la relación que se establece, es decir, por lo que le pase al otro, que sea una
persona alegre y confortable, de igual forma que se muestre seguro de sí mismo. Y finalmente que
sea una persona profunda y tranquilizadora, esto se traduce en que se pueda establecer un
diálogo coherente y sincero y que a su vez el interlocutor no represente una amenaza para el
sujeto con el que está en relación.
Los sujetos no intimarán con alguien que les resulte incómodo y pesado, cuestiones estas que
dicen relación con que los sujetos, a través de las interacciones del texto, perciban confortabilidad.
Así mismo, si el interlocutor se les presenta y lo perciben como inseguro será una limitante para
intimar con él, de igual manera, si lo perciben como amenazador, el sujeto no estará motivado a
continuar la relación en el chat.
Vemos como en uno y otro caso, es decir, sujetos con los cuales se sienten motivados a intimar y
sujetos con los cuales no se sienten motivados a intimar, se reiteran las características atribuidas
al interlocutor representadas por las dimensiones adjetivas constituyentes de ambos diferenciales
semánticos, con la sola excepción de la dimensión alegre-triste, que se presenta con mayor fuerza
y adherencia en el diferencial semántico en el cual los sujetos calificaron a un interlocutor con el
cual se sienten motivados a intimar.
En el caso contrario, es decir, el diferencial semántico en el cual los sujetos calificaron a un
interlocutor con el cual no se sienten motivados a intimar, la excepción la constituyó la dimensión
ligero-pesado, ya que en este diferencial aparece como significativa.
En relación con las escalas contenidas en los diferenciales semánticos –evaluación, potencia y
actividad-, la Tabla Nº3, que presentamos a continuación nos muestra las puntuaciones medias
para cada una de las escalas en ambas condiciones de los diferenciales semánticos:
Como puede apreciarse la escala de evaluación es la que asume mayor peso frente a las
calificaciones que los sujetos hicieron de sus interlocutores, esto nos indica que, la mayor
adherencia a evaluaciones positivas, entendida como la reacción afectiva de los sujetos hacia los
otros, constituye un determinante valioso a la hora de establecer una relación íntima en el chat.
La dimensión de potencia refleja que las percepciones de los sujetos en términos de poder y
control, también revisten importancia al momento de establecer una relación íntima en el chat.
Por último la escala de actividad, no mostró fuerza alguna en los datos recogidos, ya que ninguna
de las dimensiones consideradas para esta escala tuvo representatividad en ambas condiciones del
diferencial semántico aplicado a los sujetos, esto es, sujetos con los que se sentían motivados a
intimar y sujetos con los que no se sentían motivados a intimar. Cuestión que nos hace inferir que
la activación asociada al interlocutor no es determinante al momento de establecer una relación
con características de intimidad.
Los datos obtenidos a través de los diferenciales semánticos, confirman que los sujetos
involucrados en las interacciones en un chat, distinguen a través de claves en el lenguaje ciertas
características y cualidades respecto de sus interlocutores, lo que motivará o no la formación y
establecimiento de una relación íntima a través de este medio específico.
En suma, los análisis de los datos, tanto cualitativa como cuantitativamente, permiten constatar
que los sujetos involucrados en la interacción mediada por computadoras, establecen relaciones
íntimas, las que se estructuran de manera similar a lo que conocemos tradicionalmente en las
relaciones “cara a cara”. Donde existe la formación de impresiones, dada fundamentalmente por
los nicknames (apodos o alias), a lo que le sigue en algunos casos el intercambio de fotografías, lo
que sin embargo, no determina, limita o potencia la relación en el chat, puesto que aquella es
considerada como una instancia más dentro de las posibilidades que ofrece Internet.
E igualmente como indica la literatura de la interacción “cara a cara”, los sujetos que participan
activamente del chat sienten preferencia por aquellos que se les aparezcan como similares, con los
cuales poder compartir vivencias, y a los que demuestran su agrado mediante la comunicación
constante, ya sea en el chat o bien mediante un medio inscrito dentro de Internet, como lo es el
correo electrónico, esto les permite estar en contacto en circunstancias en las que no puedan
interactuar de manera sincrónica. Existiendo así un compromiso entre los involucrados en la
interacción.
Si bien, las relaciones mediatizadas, adquieren características particulares, en cuanto a los códigos
de reconocimiento por parte de los sujetos, estas son adecuaciones o adaptaciones a las
necesidades del medio, y a través de las cuales logran establecer comunicación e intimidad entre
ellos.
Entonces estas relaciones estarán determinadas por factores o elementos que les permitan
reconocer a través del texto que se les presenta, elementos que sean acordes a los requerimientos
personales de los individuos, donde características como la simpatía, agradabilidad, preocupación,
confortabilidad, seguridad, aparecen como potenciadoras de una relación íntima, reconocidas en
las expresiones lingüísticas que sus interlocutores emitan, ayudados por los emoticons y según las
cuales habrá mayores o menores probabilidades de establecer una relación interpersonal que
conlleve intimidad. Todas estas claves van generando un conocimiento del otro, que
eventualmente implicará la existencia de intimidad en el medio específico del chat.
Las relaciones que se presentan en el chat, en su mayoría giran en torno a la amistad y las
relaciones de pareja, las que tienen una clara correspondencia con las relaciones interpersonales
tradicionales –“cara a cara”-, aquellas asumen, para los sujetos involucrados en dichas
relaciones, importancia y validez dentro de la cotidianeidad de los individuos.
Si bien en los chats de conversación se carece de información respecto del contexto social que
rodea a los individuos, el que en cierta medida lleva a reconocer algunas características entre las
personas y a establecer la posibilidad de un acercamiento más allá de la primera impresión, estos
en el chat se han adaptado a las características del medio. Así, los sujetos, reconocen las
relaciones que han establecido en el chat, con la misma importancia y características que hemos
reconocido tradicionalmente en el “cara a cara”, atribuyéndoles igual alcance en cuanto a lo que
implica para ellos, como también lo que esté pasando con el otro.
Hemos visto entonces, que siendo el chat, un medio distinto de lo conocido tradicionalmente como
espacios sociales de interacción, en este se han introducido las relaciones sociales interpersonales
de manera directa y bajo cánones similares a los conocidos en las relaciones tradicionales de la
cotidianeidad.
Aún cuando Internet y los chats de conversación en particular, son de reciente data en nuestra
sociedad, estamos en presencia de un fenómeno social emergente, el que se presenta como una
instancia concreta y válida para la generación, formación y establecimiento de relaciones sociales,
donde los sujetos que hacen uso de este medio, reproducen los procesos de interacción social.
Finalmente cabe hacer notar, que la investigación realizada, si bien de carácter exploratorio, se
presenta como una de las pioneras en la materia y más allá de ser este un fenómeno de reciente
data, la revisión bibliográfica realizada para los fines de esta investigación, demuestra un vacío
respecto del fenómeno en cuestión, por lo que esta investigación puede sentar las bases para
nuevas investigaciones en torno al tema y alcanzar una mayor y más profunda comprensión de los
impactos sociales que pueda llegar a tener en nuestra sociedad la incorporación de las tecnologías
de información y comunicación.
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS:
Baron R. y Byrne D.: "Psicología Social", Ed. Prentice Hall, Madrid,1998.
Berger P. y Luckmann T.: "La Construcción Social De La Realidad", Ed. Amorrortu, Buenos Aires,
1979.
Botto
Cayo,
José:
"Dialogando
en
el
Ciberespacio",
documento
http://www.elcomercioperu.com/cyberculturas/chats/histch.htm, 1999.
recuperado
de
Fernández-Dols, J.: "El Amor". Apuntes no publicados. Madrid: Universidad Autónoma de Madrid,
1999.
Figueredo, Emilio: "Internet: ¿Nuevo medio o manera de comunicar?, documento recuperado de
http://www.analitica.com/constituyente/
Luhmann, Niklas: "Teoría de la Sociedad", Cáp. II Los Medios de Comunicación, 1992.
Roco, Gladys: "Internet y Sociedad: un fenómeno emergente", ponencia presentada en el
Congreso Internacional de Políticas Sociales: "Políticas Sociales Para Un Nuevo Siglo", Concepción,
Noviembre de 2000.
Schütz, Alfred: "El problema de la realidad social", Ed. Amorrortu, Buenos Aires, 1979.
ANEXO 1
Estamos realizando una investigación sobre las relaciones interpersonales en el chat, para lo que
te solicitamos respondas cada una de las preguntas que ha continuación te presentamos, es
importante que no omitas ninguna. Gracias
Edad:
Sexo:
Procedencia:
Ocupación:
Desde cuando y con que frecuencia chateas:
Qué tipo de relaciones has establecido en el chat?
Conversas habitualmente sólo con las mismas personas o permanentemente estas
conociendo gente a través del chat?
Qué cosas te motivan a iniciar una conversación con alguien por primera vez?
Hay personas que te caen bien y otras que te caen mal. Cómo reconoces esto en el chat?
Te formas alguna idea acerca del físico y/o personalidad de la persona con la conversas?
En qué te basas para esto?
Intercambias fotografías con las personas con las que chateas? Por qué?
Prefieres chatear con personas de tu mismo sexo, del sexo opuesto, qué tengan
actividades y edad similares a la tuya o esto te es indiferente? Por qué?
Cuando chateas buscas que las personas con las que te contactas tengan gustos e
intereses similares a los tuyos? Por qué?
Qué cosas te atraen e interesan de las personas con las que chateas?
De qué forma demuestras que las personas con las que chateas te agradan? Cómo
percibes que tu le agradas a esas personas?
Consideras que tú y las personas con las que chateas se complementan? Por qué?
Qué buscas en el chat y en las personas con las que te comunicas?
Qué haces cuando en el chat no esta(n) la(s) persona(s) con la(s) que conversas
habitualmente?
Acerca de que cosas o temas conversas con las personas en el chat?
Tus sentimientos, problemas, inquietudes, etc. Las conversas con las personas con las
que te contactas en el chat? Por qué?
Dirías que te preocupa lo que les sucede a las personas con las que chateas? Por qué?
ANEXO 2
ANEXO 3
NOTAS
[1]
[2]
Figueredo,
Roco,
Emilio
Gladys:
:
“Internet
[3]
[4]
“Internet:
y
¿Nuevo
medio
Sociedad:
Ver
Baron
R.
y
Byrne
o
manera
un
fenómeno
de
comunicar?,
emergente”,
Niklas
D.:
“Psicología
Social”,
Ed.
1999.
2000.
Luhmann.
Prentice
Hall,
Madrid,
1998.
[5] Schütz, Alfred: “ El problema de la realidad social”, Ed. Amorrortu, Buenos Aires, 1979.
[6]
Berger
P.
y
Luckmann
T:
“La
construcción
social
de
la
realidad”,
1979.
[7] Fernández-Dols, J.: “El Amor”. Apuntes no publicados. Madrid, Universidad Autónoma de
Madrid,
1999.
[8]
Baron
R.
y
Byrne
D.:
“Psicología
Social”,
Ed.
Prentice
Hall,
Madrid,
1998.
[9] Fernández-Dols, J.: “El Amor”. Apuntes no publicados. Madrid, Universidad Autónoma de
Madrid,
1999.
[10]
Ver
Anexo
1
[11]
Ver
Anexo
2
[12]
Ver
Anexo
3
[13] Unión de caracteres que representan una expresión, ya sea facial y/o acción física, que
involucra la exteriorización de emociones o actitudes.
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