1.4. Negocio de fijación. - Asociación de Escribanos del Uruguay

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Negocio de fijación I Roque
Molla.
1.4.
-
Rev.
AEU., vol 82,
Negocio
por el Esc.
ESCRIBANO HÉCTOR MEDERO PIN
TO.- Continuando
con
el Ciclo de Conferencias
organiza la Asociación de Escribanos del
Uruguay a través del Instituto de Investigación
y Técnica Notarial, en la noche de hoy vamos a
tratar el tema "Negocio de Fijación". Esta
que
disertación estará
Derecho
Civil,
a
cargo de la Comisión de
especial, de su Coordinador,
quien evidentemente
en
el Escribano Roque Molla,
no
necesita
presentación.
de
n°
1-12,
p. 49
-
60 (ene./dic. 1996)
fijación.
Roque Molla
recepción, por ejemplo, en nuestro Código, no
podemos hablar de una categoría ontológica,
con una existencia legislada, como es el caso del
contrato.
Bien; decimos que negocio jurídico es, por un
lado, de acuerdo con la teoría subjetiva, esa
manifestación de voluntad dirigida a un fin
práctico tutelado por el ordenamiento jurídico.
Allí ubicamos, básicamente, a Cariota Ferrara.
A su vez, según la posición objetiva
que es la
es un precepto de la auto
que más nos seduce
nomía privada por el cual los particulares autorregulan sus intereses, pero no con carácter
de disposición jurídica, sino de creación, de
fuente de relaciones jurídicas, cuyas conse
cuencias pertenecen al ordenamiento. Entonces,
es la razón de esta connotación, esta calificación
de objetiva para esta posición de este gran ju
—
Con
ustedes,
el Escribano
Roque
Molla.
—
ESCRIBANO ROQUE MOLLA.- El Nego
cio de
Fijación es uno de esos temas
hacen que
dad a tratar de
lado,
se
venga
con
que, por
cierta
un
tranquili
aportar algunas ideas y, por
otro, generan la preocupación de que el fruto
del estudio y, en definitiva, del trabajo inte
lectual, tenga alguna razón de ser. Lo primero
es así porque se trata de un tipo de negocio
jurídico adelantando ya lo que consideramos
es la categorización que corresponde a esta
figura que, hoy por hoy, todavía sigue siendo
—
—
uno
de
esos
orgánica,
son
su
muy
temas que
como se
dice
numerosas
naturaleza,
no
están
en
características y
sus
situación
doctrina, por cuanto
las posiciones en cuanto a
en
sus conse
pretensión es ubi
género "negocio jurídico",
corresponde someramente referir el concepto
Lógicamente,
se
si nuestra
tenemos, más allá de las definiciones
han dado. Como
negocio jurídico,
también
—
teorías
voluntad
jurídico
puede
interesar al ordenamiento
para otro
tipo de situaciones
que de
ben deslindarse del concepto de negocio jurídico.
Es así que tenemos actos
hay
carlo dentro del
que
Básicamente, entonces, en las dos situa
apreciamos algo que se llama manifes
tación de voluntad, dirigida a un fin. Porque la
ciones
actividad humana
justamente, porque
—
para los cuales el De
recho prescinde, no toma en cuenta la voluntad,
cuencias.
que de él
rista italiano Emilio Betti.
en
saben,
situación aún
subjetiva
en
básicamente
y
objetiva
no
materia de
se
enfrentan
definida- las
de esta
categoría,
a
pesar de
manos.
actos
ser
—
actos de personas, de
seres
hu
Por ello lo de actividad humana. Son
en
los que hay una situación que trae
consecuencias jurídicas; es el caso
aparejadas
concreto de la construcción. Sabemos que la
un bien en un terreno provoca
construcción de
una
situación jurídica que se llama la accesión.
situación, el ordenamiento no tiene
Para esta
cuenta la
como en el
que no tiene en muchos sistemas
nuestro
una recepción legal; por eso su discu
en
sión con respecto a su validez como tal. Pero, sin
duda, en función de lo que ha sido el trabajo,
jurídico
sobre todo de la doctrina italiana de este siglo y
de la alemana del anterior, se trata de una ca
tegoría lógica indiscutible, en virtud de la gene
Pero hay otro tipo de actos
y aquí está un
poco el linde con el concepto de negocio jurídi
co, que está vinculado con el tema que trata
ralización del concepto, que permite la in
ferencia de una cantidad de conclusiones con
Y decimos
respecto a situaciones concretas.
evidentemente, al no tener una
remos
—
—
lógica porque,
es
voluntad; lo
la actividad. Por
eso
lato sensu,
único que le interesa
esta calificación de acto
o en
sentido
amplio.
—
de exponer
o
que, al menos,
pretende
presentar, porque evidentemente amerita
más de una exposición
en los cuales
hay ac
tividad, como en el caso anterior, pero en los
mos
—
50
REVISTA DE LA A.E.U.- T. 82 (1-12), 1996
que el Derecho toma en cuenta la voluntad,
pues le interesa. Me refiero a la situación que
la ocupación, no en el sentido,
quiere, ciudadano, de ocupar una finca,
sino entendido como modo de adquirir el domi
nio. Lo propio en situación
ya más dentro de
conocemos como
si
se
—
lo que es nuestra actividad común o diaria
de
posesión. La posesión es un acto jurídico en el
—
cual tiene
un
rol
importante
—
porque el
or
denamiento así lo establece
la voluntad. Por
ello, lo calificamos como un acto jurídico síricfo
—
sensu.
En lo que hace a la situación del negocio de
fijación, quiero destacar que es un término que
no ha sido
depurado todavía por la ciencia civilística y, consecuentemente con ello, hay dos
caminos que se pueden tomar. Uno de ellos es
desde ya prescindir de varias situaciones o de
las
figuras
diario
—
muchas de las cuales tratamos
a
hace
importante y autorizada
doctrina, ubicarlas dentro de este género de ne
gocio de fijación. El otro camino, quizás más
riguroso en cuanto a afiliarse a una concepción
de este tipo, más estricto, entiende que estas
figuras de las que vamos a hacer un pequeño
—
y,
como
—
Como
podrán apreciar,
todavía
no
estamos
hablando de este término aparentemente impor
tado
—
evidentemente lo
es
—
,
que
corresponde
manejar
categoría, repito, por lo menos
lógica, en el sentido de elemento utilizable por
la ciencia jurídica: la manifestación de la volun
tad dirigida a un fin, tutelada por el ordena
miento. Porque existen actos
en los que
también tenemos, en la vida de relación jurídica,
bastante trato
que suponen justamente una
actividad, pero no una situación negocial. Es el
caso, por ejemplo, de una intimación, o de la
muestreo
—
no
pertenecen a esta clasificación o
subespecie negocio jurídico, que es el negocio de
fijación.
como
—
—
confesión.
El negocio de fijación es lo que se llama un
negocio de segundo grado, porque supone tie
la existencia de una rela
ne un presupuesto
ción jurídica previa. De allí lo de segundo grado,
—
—
sabemos que no ocurre con muchos ne
gocios que son los que el operadorjurídico trata
como
en su vida
de
profesional, en cuanto son situaciones
primer grado,
porque directamente
son
los
determinada situación jurídica.
que
Más llanamente, digamos, sabemos que el con
crean una
Observen que ahora estoy tratando de acer
un poco a lo que nos ha convocado,
carme
porque la confesión evidentemente
es
una
trato
cia
a
es
la fuente de
obligaciones por excelen
contractual, y
nivel del Derecho llamado
porque para nosotros las rela
ciones de fuente cuasicontractual y legal tam
digo "llamado"
la que se aprecia una
manifestación de voluntad. Lógicamente, dirán
bién deben
que estamos dentro de la
bre todo en cuanto a responsabilidad de Derecho
situación
jurídica
en
posibilidad de cali
ficarlo como un negocio jurídico; vamos a tratar
de dejar este punto de lado por un momento en
nuestra exposición, por cuanto es uno de los
más controvertidos
en
doctrina
—
sobre todo
en
Comparado en lo que respecta a si el
negocio de fijación tiene como especie la llama
da confesión extrajudicial.
Derecho
—
seguir las pautas de regulación, so
Contractual.
Como dije, se trata de un negocio de segundo
grado porque hay una relación jurídica preexis
tente que necesariamente, además, requiere
una actividad de quienes
participaron en ella,
vinculada a despejar una incertidumbre. Este
concepto de incertidumbre hace verdadera
Podrán apreciar que esa posibilidad, induda
blemente, traería aparejada gran relevancia a
este
tipo
de
negocio
por
cuanto, sin duda, la
circunstancia de contar con un medio de prueba
como sería la confesión
de esta naturaleza
sin más está dando la pauta de
extrajudicial
—
—
,
la
importancia
del
problema.
mente honor a
terminología, a su etimología,
es
exacta para ubicar o no distintas situaciones en
esta
categoría de negocio de fijación. Porque de
se puede hablar en sentido sub
jetivo y objetivo; es una incertidumbre para un
incertidumbre
acreedor que
Por supuesto que ni medianamente vamos a
entrar en lo que es típico campo de Derecho
Procesal, sobre el que no tenemos un conoci
su
aquí donde convergen las distintas
posiciones que pretenden arrogarse la noción
porque
su
deudor le vaya
En la situación de
a
concordato,
pagar.
por
ejemplo,
evidentemente hay una incertidumbre,
una
si
de que podamos dar algrnia opinión tangencial,
tuación que pudiere pretender ubicarse en la
noción que hemos dado de
negocio de fijación,
en cuanto actividad
que pretender eUminar la
si
incertidumbre. Si fuera así la
expresión,
miento profundo
respecto a este tipo
se
quiere.
para tomar posición con
de situaciones, sin perjuicio
como
hay vm
51
DOCTRINA
cumplimiento de los presupuestos para ubicar
este tipo de situaciones dentro del llamado ne
gocio de fijación.
Sabemos que la transacción es categorizada
Código Civil como un contrato. En esto,
por el
sin
perjuicio de
como
que,
sabemos,
el nombre
no hace a
la cosa, hay que respetar esa ubicación
del codificador porque, además, responde a la
explicación dogmática de la figura y, consecuen
temente, hay
ubicación
Código y la verdadera califica
tipo de negocio jurídico. Lógica
conocemos
en
error
que incurre
en
Narvaja, inducido por toda la civilística francesa
del siglo pasado y también por la de este siglo,
en
cuanto
a
que
trata de
se
un
seduce la
cuando
refiere,
si el contrato de
del
expresión
art.
en su
transacción,
Código
2160,
Civil
que por la
a
transacciónno se trasmiten, sino que se declaran
o reconocen los derechos que hacen el objeto de
las diferencias sobre el que ella recae, parecería
y fue Carnelutti quien inauguró el camino
—
—
que recta vía, no hay dificultades para ubicar a
este tipo de contrato, llamado transacción, den
tro de
concepto de negocio de fijación.
ese
entre la
el
en
ción de este
mente,
correspondencia
una
Lógicamente,
como
contrato que,
aparentemente, no tiene la característica típica
Carnelutti, gran procesalista y civilista, ubi
la transacción como negocio de fijación,
porque considera que es el símil extrajudicial
de la sentencia. Y el propio Código Civil parece
darle la razón, por cuanto el artículo siguiente,
ca a
el 2161, establece que la transacción, en cuanto
extingue los derechos y obligaciones que las
de los contratos del Derecho Positivo urugua
son fuentes de obligaciones.
partes hubiesen renunciado, tiene respecto de
yo, que solamente
ellas toda la autoridad de la
No tenemos, como sí lo tienen otros regímenes,
desde el punto de vista terminológico, contra
esto
extintivos, más allá de existir situaciones en
el propio ordenamiento, que permiten por acuer
do de voluntades
y esa es la esencia dogmáti
tos
—
ca
de
des
un
—
,
contrato;
es un
acuerdo de volunta
provocar una situación, no de nacimiento
obligaciones. Allí ubicamos
sino de extinción de
cosa juzgada. En
también, más allá de que sea o no reconoci
da la posibilidad de los negocios procesales
punto que, reitero, no es de nuestra modesta
no hay duda de la naturaleza
incumbencia
—
—
,
de la sentencia
en
cuanto situación
—
para
no
posición alguna que fij a defi
nitivamente el estado, de acuerdo con el desa
rrollo del procedimiento.
embarcarnos
en
—
al mutuo disenso.
Entonces, Carnelutti
En definitiva,
a
nivel terminológico legal,
no
podemos hablar de la existencia del contrato
como posibilidad de extinguir, pero sí ubicando
el término contrato en la concepción que dog
máticamente corresponde, podemos hablar de
contrato extintivo. Hacemos esta salvedad
un
expresa que simple
correspondencia entre
dos ámbitos y, por lo tanto, no hay duda alguna
en ubicar a la transacción dentro de los negocios
de fijación o, si quieren, como un estadio an
terior, dentro de los negocios declarativos y,
dentro de éstos, como negocio de fijación.
mente
se
trata de
una
porque, lógicamente, hay que respetar la termi
Cómo
nología legal.
Sin
embargo,
en
la transacción
se
da
una
situación que parece sí contradictoria
dogmáti
camente, y no susceptible de ser relevada, como
la que acabo de exponer. En la medida de tra
tarse de un negocio declarativo, la expresión
contrato declarativo
ser una
cuestión
—
más allá de que
terminológica
—
necesariamente la situación de
anterior,
por cuanto
está
pueda
debe definir
una
no
situación de incertidumbre;
que
va a
esa es
cumplir este negocio:
certidumbre.
lógico,
fue la
enorme
autoridad de
1942 rectifica la expresión del anterior y, defini
tivamente, le da la razón ala doctrina dominan
te
—
a que la transacción es un contrato
esto estamos de acuerdo, inclusive, hasta
cuanto
en
en
terminológicamente
con
el
Código
—
,
pero
no
tiene efecto declarativo.
referencia
negocio declarativo
constituir, no modificar,
ese
pretendiendo
extinguir, sino declarar una situación. Esto
está vinculado a nuestra figura de hoy, es decir,
al negocio de fij ación, en tanto está pretendiendo
declarar que en algo que preexiste medra una
no
es
Carnelutti la que abrió paso a esta posición du
rante mucho tiempo. El Código Civil italiano de
la función
eliminar
esa
in
Y
podrán decir y bien que estamos
República Oriental del Uruguay, con un
Código Civil uruguayo, que será del siglo pasado,
pero que sigue vigente; consecuentemente, lo
en
me
—
—
la
otro
Sin
comentario anecdótico y nada más.
embargo, la referencia viene porque de la
es un
propia disposición del Código Civil, de su elenco
de artículos surge sin duda una contradicción;
no
digamos ya una definición en cuanto a negar
52
REVISTA DE LA A.E.U.- T. 82
la naturaleza declarativa de la transacción pero,
por lo menos, surge
una
contradicción.
también los negocios constitutivos y los abdica
tivos. Y quedan en el otro segmento de esta lla
ve
primer lugar, es común entender que si
un negocio no es traslativo
y digo negocio
traslativo en forma abreviada, porque sabemos
que en nuestro Derecho, para que sea posible la
traslación dominial, es necesaria la yuxtapo
sición de dos negocios: uno causal y otro
dispositivo que, en función de actividad o de
mere
trasmisión derivada, es la trasmisión
ce, justamente, un antecedente, que es el con
(1-12), 1996
negocios declarativos.
de clasificación los
En
—
—
que contrato más tradición cons
tituyen lo que, a mi juicio, se denomina fenóme
trato. O
sea
no, pues
es
la
yuxtaposición
de dos
categorías.
Esto provoca un resultado que se llama tras
misión de derecho o, si se quiere, trasmisión del
Como podrán apreciar, entonces, parece que
la transacción se va desprendiendo del extremo
inferior de la llave y, en definitiva, por lo menos,
se acerca
función de la combinación de dos negocios;
pero "traslativo" no se opone necesaria o única
mente a "declarativo". Hay otras situaciones
que
se
oponen
a
"declarativo" y que
no son
en
función
propia reglamentación que del instituto
hace el Código Civil en el art. 2159, inciso 2°.
Allí establece que la renuncia general de dere
chos
no se
relación
se
de
extiende
con
el
a
objeto
otros que a los que tiene
los objetos sobre los que
o
transige. Como observarán, está hablando
renuncia, de disposición, que no tiene nada
que
la traslación.
ver con
Entiendo que hablar de renuncia traslativa
antinomia. Es imposible pensar en una
derecho de propiedad. Es un fenómeno traslati
vo en
mucho al extremo superior,
de la
es una
renuncia traslativa; la renuncia tiene esa conno
tación esencial de
ser un
negocio abdicativo.
tras
propio art. 2166 refiere a cuando una de
partes ha renunciado el derecho que le
corresponde por un título; nuevamente aparece
la expresión "renuncia". Desde el punto de vista
de la capacidad que se requiere para este tipo
de actividad, el art. 2148 exige una capacidad
máxima: la de disponer.
El
lativas.
las
Aquí es menester manejar con prudencia la
propia sistematización que realiza el Código
Civil de la transacción porque, justamente, hay
lugar para ubicar otro tipo de negocio, que no es
traslativo
reitero, con la licencia que me to
—
ni de
mé para exponer más abreviadamente
clarativo y, sin embargo, se ubica en la misma
—
el
categoría superior del traslativo, que
gocio abdicativo; me refiero a la renuncia. Los
dos, es decir, el traslativo y el abdicativo o
renuncia, junto con los negocios constitutivos,
se ubican dentro de los llamados negocios dispo
es
ne
sitivos. Es bien conocida la famosa clasificación
Por lo
tanto, sin pretender
ción
no
tiene naturaleza
ha sido prudente
lación abre la
en
posibilidad de las
tidumbre objetiva, sino que
situación
la de precaver un
ningún contrato tiene la aptitud de provocar un
desplazamiento; no tiene eficacia real, como se
dice, sino que prepara para ese efecto, con la
ayuda de otro negocio jurídico, que es la
entendido
tradición. A la vez, dentro de esa posibilidad o
categoría mayor de negocios dispositivos,
tipo ya vinculado a lo que venía
exponiendo, es decir, a la producción de un
tenemos otro
mos
desplazamientopatrimonial de una trasmisión.
ello, dada la pobreza del lenguaje, se habla
de negocio dispositivo en el sentido amplio para
el contrato, y de negocio dispositivo en sentido
estricto para este tipo de negocios, como por
ejemplo, la tradición, en cuanto determinan
Por
esta situación de derecho real. Allí
se
ubican
que la transac
dos
opciones-
ubicar esto, lo que sí corresponde establecer es
que en una situación de riguroso tratamiento,
pero no a los contratos en
general, por ejemplo, de otros regímenes, como
el italiano
porque en nuestro ordenamiento,
—
más allá de ha
declarativa, Gamarra
la transacción no sería
—
a
señalar que la propia legis
de Cariota Ferrara que ubica los negocios dis
positivos en sentido amplio; allí tenemos a
nuestro contrato
—
ber tomado posición en cuanto
que
no
cumple
con
el
negocio de fijación, por
requisito de la incer
se
trata de
ima
litigio o la de ter
de incertidumbre subjetiva, en el
de que aun aquél que tenga la con
—
minarlo
—
vicción absoluta de que va a tener un desarrollo
feliz en el proceso que está en curso y celebra
este
tipo de contrato, va a llenar el presupues
transacción, que enerva la posibilidad
to de la
de actuación cuando el mismo
no se
da. Este
punto también ha provocado grandes discu
siones en doctrina en cuanto a que sucede si,
bajo el rótulo de una transacción, con una even
tual situación de litigio o por la precaución o
prevención
de
un
evento
judicial,
se
realizan
las llamadas recíprocas concesiones y, luego,
descubre que
realidad
se
existía tal presu
había eventualidad de litigio ni liti
puesto, no
gio pendiente.
en
El
no
ejemplo más claro que
se
cita
53
DOCTRINA
si es posible este funcionamiento del instituto
es
situación de sentencia pasada en autoridad
de cosa juzgada en la que, evidentemente, el
en
litigio
terminó
con un
fallo
inapelable.
Por allí transitan las teorías que entienden
en virtud de la situación de incertidumbre
que,
subjetiva, sería posible lo digo con reservas
negocio transacción. Pero observen
que lo que puede venir en ayuda
y entonces
así hacemos el puente ala figura de la fij ación
—
—
ubicar al
—
—
en
se
merecer
atención en otra esfera, que no es la del
sino la del legislador.
intérprete,
situaciones
cumple
con
como esta, en que claramente no
el presupuesto de la transacción,
situaciones
o en
tencia de
un
en
que
se
ha simulado la exis
litigio o de una diferencia que po
im litigio
que, reitero, es un
dría provocar
—
presupuesto para el funcionamiento de la tran
es lo siguiente. Determinada la
sacción
—
,
inexistencia del presupuesto y con un trata
miento riguroso, o sea, tomando una posición
distinta
la que venía
manejando con respecto
decir, manejando estric
juzgada
tamente los requisitos que exige el orde
namiento para que pueda actuar la transac
a quien corresponde la
ción
el intérprete
tarea
podría pretender calificar ese negocio,
no como una transacción, sino como un negocio
de fijación.
a
palabras de Cariota Ferrara, porque tienen
plena vigencia en lo que es nuestro ordena
miento jurídico. Es, en definitiva, lo que co
rresponde tener presente en situación de inter
pretación; el intérprete tiene que tomar al
Derecho como una ciencia empírica; debe tomar
el dato que le da el legislador. Las soluciones
que no están establecidas o que no surjan del
trabajo de interpretación, solamente pueden
la
a
cosa
—
es
—
—
,
—
Es difícil, inclusive para quien está tra
bajando prácticamente a diario con esta figura,
mantener incólume esa ubicación de la partición
como negocio declarativo. Todos los argumentos
que se dan para rebatirla, sobre todo por auto
rizadas doctrinas, son en principio, por lo menos,
efectistas. Se dice que, en realidad, de lo que se
trata es de un negocio traslativo que simple
mente tiene
merece una
explicación
con
figura que manejamos corrientemente,
que es la partición. La partición es un negocio
declarativo; esto parecía algo absolutamente
definido, consagrado, esclerosado, si se quiere,
en cuanto a que ese es el lugar que correspon
de a este especial negocio jurídico llamado
partición. Lógicamente, digo esto porque sin
otra
más, últimamente hemos visto en distintas
sentencias, y en trabajos de doctrina, la puesta
a prueba de la naturaleza declarativa de la
partición y de su principal efecto, que como
sabemos, es el retroactivo. Todo esto está
vinculado, como también hemos visto, al pro
blema del embargo trabado a alguno de los
copartientes con anterioridad a la partición, en
función de la
pretensión
básicamente de ino-
ponibilidad de esa medida judicial que
bargo, con respecto a lo que ha sido
resultado de la
es
el em
luego
el
favor el funcionamiento de
ficción
llamado
tamente, por
una
situación de condominio
virtud de haber mediado
de
Esto también
a su
legal por la cual se borra ese estado
provisorio que medió antes de la parti
ción, es decir, el estado de indivisión, ya sea
ésta de fuente hereditaria, poscomunitaria por
disolución de la sociedad conyugal o, direc
una
una
en
relación anterior
adquisición de determinado bien por dos o
es decir, un condominio de origen
más personas,
contractual. Todas ellas terminan
—
en
la
adjudicarse el o los bienes que inte
graban la indivisión a alguno de los copartien
en un negocio que, a nuestro juicio, so
tes
lamente puede calificarse como partición.
medida de
—
Queremos hacer la salvedad de que esta no es
opinión del Profesor Arezo Píriz; lo hemos
discutido reiteradas veces, inclusive aquí, en
esta sala, y en distintas consultas. El opina que
la
puede perfectamente
tratarse la situación de
indivisión entre los coindivisarios por medio de
otros negocios, como la compraventa, la per
muta, etcétera. En nuestro concepto, todos
deben
recalificados
negocios u opera
explica
do
fundamentalmente porque están en jue
go el derecho de propiedad y el orden público;
consecuentemente, hay una indisponibilidad
ser
ciones de
partición
—
como
esto lo hemos
—
,
de la utilización de las demás categorías para
en esa situación. Pa
partición.
los que están involucrados
Con relación
a
la
pretensión
de ubicar
a
la
negocio declarativo, a nivel
distintas posiciones;
sostuvieron
se
dogmático
básicamente, la de que se trata de un negocio en
partición
como
reahdad constitutivo, la de que se trata de un
de que se trata de un ne
negocio traslativo y la
tomo las
gocio declarativo. En esto siempre
ra
o
nosotros, esto
es
refrendado por la situación
el carácter de irrenunciable de la acción de
rescisión por lesión.
La
partición,
para la
posición
que
pretende
dar al negocio de fijación la posibilidad de apre
hender, de atrapar figuras particulares en las
REVISTA DE LA A.E.U.- T. 82
54
que hay incertidumbre a
tan rigurosos en exigir
dumbre
secas
que
—
esto es, sin ser
sea una
incerti
objetiva—, tipifica también a la parti
ción dentro de la
fijación.
posibilidad de
Es lo que
hace,
un
negocio de
ejemplo, Messineo
cierto, y sim
plemente como ejercicio dialéctico, retomando
aquel ejemplo de una incluso llamada parti
ción transaccional
que es un negocio, para
algunos, híbrido, mientras que para nosotros
por
Italia. Si tomamos esto
en
como
—
debe
la
calificado
ser
figura
como
transacción;
transacción absorbe
ción y, entre otras cosas,
lesión
—
,
detectada
no es
una
la
a
o sea
que
figura parti
rescindible por
porque, justamente, faltó el presupuesto pa
el camino
que funcionara la transacción
,
—
puede
existe
ser
ir
a
la calificación del
negocio
que sí
y no quiero decir "disimulado", porque
tratarse de otro tipo de situaciones
,
—
puede
que subyace; entonces, la calificación podría
ser cambiarlo y, de una pretendida situación de
nulidad, recalificarlo no digo convertirlo, que
es otra situación; no encuentro otro instituto
que sea de recibo en nuestro Derecho, aunque
—
—
el Profesor Arezo Píriz entiende que sí lo es la
conversión del negocio jurídico nulo, tal como lo
ha desarrollado
con su
trabajo publicado
un
claridad y brillantez en
la Revista
en la me
en
—
,
dida de existir los elementos que me permiten
ubicar un tipo de negocio partición. Esa debe
ser
la conclusión.
algo insalvable: no solamente poder calificarlo
como negocio de partición, sino también como
de
negocio no típicamente de partición, pero sí
fijación, por el cual las partes entendieron
terminar
con esa
sino
y Mabel Rasines— ,
para Arezo
Píriz,
tal solamente
que
puede
también
entiende que la soulte to
aceptarse en situación de
inevitabihdad de lotes. Entonces, ambos coin
cidimos en que es viable esta situación de par
tición con soulte total. Sin embargo, en el ejemplo
que estábamos
manejando,
no
toma
se
ese
camino sino otro, uno discutido, sobre todo por
el Doctor Arezo Píriz. Me refiero al camino de
constituir un derecho real menor; concretamen
empleo la expresión "dar"
"adjudicar" a uno de los cónyuges la nu
da propiedad y, al otro, el usufructo.
te,
y
se
trata de dar
no
—
—
Se preguntarán si es o no posible. En nuestro
concepto, sí lo es; en cambio, para el Doctor Are
aforra a la exigencia
requiere tradición o
testamento. Nosotros ubicamos a la tradición,
justamente, en cuanto a un negocio que despla
za o constituye, pero no vinculado necesa
riamente a alguno de los negocios que sabemos
están prohibidos entre cón3aiges, como es el
caso de la compraventa, la donación, la permu
ta. Aquí estamos, precisamente, en el final del
camino; estamos terminando algo y no comen
zándolo, como hace la compraventa del Código.
zo
Píriz
del
incertidumbre.
no
lo
es
Código: el
porque
se
usufructo
Sabemos bien que la compraventa pura, la del
Código Civil
vengo predicando sosteni
—
damente la conveniencia de volver
usarla
Debe tenerse cuidado, porque puede suceder
un
Crottogini
situación anormal
—
ra
(1-12), 1996
como
tal,
es
decir,
como
a
ella para
fuente de obli
gaciones, porque es el contrato más antiguo y
no es posible entre cónyuges
mejor tratado
porque hay una falta de poder normativo para
llegar a ese negocio. En este caso, la situación es
diferente: aquí están terminando una relación,
y ese negocio sí es posible, como lo sostuvimos
en alguna consulta, criterio
que fue comparti
—
,
do por el Doctor Arezo Píriz.
advertencia, señalo
A modo de
que
puede
tratarse de un negocio de
liquidación, que no es
partición, que pone fin a la indivisión, pero que
no tiene naturaleza declarativa. Aquí nos es
taríamos yendo de la figura o, por lo menos, del
cumplimiento de los requisitos que exigíamos
para ubicar la situación como negocio de fijación.
Nos estamos yendo del aspecto o del carácter
declarativo. Sería, por ejemplo, una situación
en
la que los dos cónyuges,
en
virtud de
una
conyugal, tienen un úni
co bien, y resuelven no hacer una partición con
soulte total. Esto es viable, sin duda alguna, no
disolución de sociedad
solamente para mí, que admito la soulte en
haya la cantidad de bienes que
todos los casos,
haya
—
siguiendo
adelante,
en
a
en
toda la
este siglo,
a
esto, desde Pothier para
exégesis
Vaz Ferreira,
del siglo pasado y,
Miranda, Curbelo,
Por supuesto, la posición última
que es
muy bien elaborada y tiene un argumento sóli
do para tratar de vulnerar el rubicón que había
—
puesto Arezo Píriz
es la de las Profesoras Ma
bel Rasines y Dora Bagdassarian, quienes en
tienden que además de poderse en la medida de
—
nuestro
pretendido primer paso, es partición y
yo lo llamé, negocio de liquidación.
¿Dónde ubican ese requisito de la tradición?
Cuando ingresó el bien a la sociedad
conyugal;
no,
como
ya sea que hayan adquirido los dos
te uno, el bien ingresa por el título
o
solamen
compraven
ta —por ejemplo— y por el modo tradición. Allí
está la tradición que reclama el Doctor Arezo
Píriz.
Al
final, simplemente
se
trata de hacer
DOCTRINA
funcionar la
55
partición
como
tal. Borra la indi
visión y aparece o, mejor dicho, queda
porque
nunca se fue
el antecedente, el justificativo
—
—
del derecho, que es el título causal. Sobre esas
bases, también podría ubicarse a la partición
como un negocio de fijación.
cuanto
—
se da en los Derechos modernos
la transacción
—
,
hecha, por supuesto, en escritura pú
puede
blica pero, también, en acta judicial o en docu
mento privado. Y digo que esto es una licencia
porque, evidentemente, la razón fue la urgencia
que a veces suponen los litigios y, entre los dos
valores
posibilidad de terminar y solemnidad
en escritura pública
Narvaja optó por el pri
mero. A nuestro juicio, se equivocó; con todo
respeto lo decimos. A la vez, eso puede provocar
una situación no subsanable, porque si hacemos
esa recalificación de que hablábamos, nos
topamos con algo que sí es absolutamente impo
ser
—
—
,
sible de penetrar, que es la forma solemne en
escritura pública para todo tipo de partición ex
trajudicial.
Entonces,
este
esfuerzo,
situación
supuesto,
forma escritura
pública, naufraga.
Bien; decíamos
que
se
pretendido ubicar
ha
distintas situaciones de nuestra vida práctica,
de nuestra vida de relación; es por eso que he
a
manejar el
punto de vista teórico,
tratado de
tema
es
—
duro
que, desde el
a través de
—
situaciones concretas, para tratar de perfilarlo
en definitiva, para intentar algo que creo
y,
que,
una
en
la
actualidad, es lo que debe merecer
investigación, una utilidad. En
la ubicación exacta de la
es
en
la que
esto
en
por
porque estos personajes
través de sus obras
que,
se
—
mantienen vivos
situación de
hay ausencia de causa;
el negocio simulado.
es en
Ferrara dice
a
—
en
simulación, se trata de esa famosa
máscara que todos conocemos, pero que hay
además un negocio de fijación. El negocio de
fijación es, ni más ni menos, que la contra
declaración, lo que los franceses llaman las con
traletras, los contradocumentos. Dice Ferrara
que lo que hacen las
partes
a
través de
manifestación de voluntad
esa
negocial que, por
negocio verdadero, porque el
acuerdo simulatorio es un negocio verdadero
es fijar la verdadera relación. La crítica que le
a
hace, sobre todo Furno un autor italiano
Ferrara, es que en realidad aquí no se trata de
fijar, porque si de fijación hablamos, como
negocio de segundo grado para despej ar una in
certidumbre, no se está despejando ninguna;
simplemente se está estableciendo cuál es la
verdadera situación, en función de que hay una
apariencia que no es la real.
otra
parte,
—
es un
—
—
—
,
En otro esfuerzo por ubicar también al
la medida de
en
tratarse de un negocio que no había revestido la
cuál
el consentimiento y, por ejemplo, Betti la ubica
en la causa. Para este último autor es una
El tema de la
transacción, en cuanto a esa
recalificación que hicimos, puede naufragar
por otro motivo: puede naufragar porque, como
saben, en lo que catalogué como una verdadera
es una situación que no
licencia de Narvaja
a
situación de simulación. Ferrara la ubicaba
ne
gocio de fijación, se ha pretendido por la doctri
na mercantilista, sobre todo, entender que la
letra de cambio o el vale, el título valor llama
do abstracto, y no causado, es un negocio de
fijación porque está estableciendo o fijando la
obligación sin referencia a su relación base, a
los efectos de permitir, justamente, el funcio
namiento de la actividad circulatoria; inclusi
ve, en situación de controversia o de litigio, se
trata de permitir el funcionamiento de la llama
da acción cambiarla.
actitud de
definitiva, se trata de resolver si este llamado
negocio de fijación presta o no utilidad.
posición también ha merecido críticas
negocio de fijación
el negocio causal es, por ejemplo, una com
praventa, si se quiere, con un saldo de precio,
es el vale, la
que se instrumenta en un vale
pregunta es: ¿dónde se ubica exactamente esa
figura, porque el vale es también es contro
vertida su naturaleza jurídica
sin duda, un
documento literal autónomo e independiente
para la posición mayoritaria, manejando la
teoría de la incorporación
que tiene incorpo
rado en el documento su propio valor. De mane
ra que, ¿dónde se ubica el negocio de
fijación?
En definitiva, es un juego de palabras: se con
funde con el propio vale; no se aprecia dónde
Esta
porque observen que si el
—
Se habla también de
expresión
tiene
una
fijación
ambigüedad
—
ven, la
producto de
como
las vacilaciones doctrinarias, de las elaboracio
nes que han venido surgiendo a lo largo, funda
mentalmente, de este siglo en situación de si
—
mulación. Francisco Ferrara
es
el autor de La
simulación de los negociosjurídicos, que es una
de esas obras que denomino "pie de elefante",
absolutamente in
porque ha puesto una traza
deleble y, sobre todo, prácticamente ha impedi
do una reelaboración, dado el agotamiento del
tema, más allá de que hay reformulaciones
en
—
—
—
,
—
—
,
REVISTA DE LA A.E.U.- T. 82 (1-12), 1996
56
está esa posibilidad de ubicación de esta especial
figura.
Hablamos de la naturaleza declarativa para
el
que tiene el pre
de eliminar la incertidumbre. Sí es
negocio de fijación. Dijimos
supuesto
posible esto; es posible que determinadas situa
ciones, relaciones jurídicas, una vez conveni
de determinada situación. Esta situación no
era la querida
pero, por mérito de ese negocio
de fijación, pasa a ser la querida; ahora sí se
eliminó
ción y, advertidos de
ello, pretenden "asertar"
origen es el Derecho
Tributario- de este famoso negocio accertamento de que hablan los italianos; quieren
"asertar", quieren fijar, quieren eliminar la in
Y tomo la
palabra
—
cuyo
certidumbre.
tan correctos
en
cuanto
a
verdadera
su
ca
lificación porque, reitero, aquí se vuelve a la
discusión de la incertidumbre objetiva o sub
jetiva. Puede tratarse, sí,
concretas
^las hemos visto
de situaciones muy
en que la volimtad
—
—
trasladar el dominio de
es
una
unidad deter
ejemplo, de propiedad horizon
produce un error; más allá de que
materialmente lo cometa el profesional ac
tuante, jurídicamente lo cometen las partes.
Hay un error en la declaración, una divergen
minada
tal
—
cia
,
—
pero
con
por
se
respecto
a
la voluntad. Hubo
una
tras
misión del bien que efectivamente se quiere
trasmitir pero, reitero, hay una discordancia,
sometida
otro
negocio que no va a pro
ducir una transferencia, sino que va a declarar
que la verdadera situación es la que las partes
quisieron y que, por error, establecieron en
forma distinta a la querida. Allí se ubica, para
autorizada doctrina también, una posibilidad
para el negocio de fijación. Y es negocio de
fijación; es un negocio declarativo, porque tiene
una referencia a una relación jurídica anterior,
que
es
a
que fue la que creó y,
después,
cumplimiento, provocó la
nial. Sin duda que
es
en
situación de
trasmisión
patrimo
así, pero el Derecho tiene
que manejarse globalmente. Aquí es donde co
mienza esta pretensión de dar gran relevancia
la tiene
que
negocio naturalmente,
merece un enfoque, no solamente desde el pun
a
este
—
—
,
donde
partes
funciona en forma total el efecto declarativo, no
to de vista de la relación inter
traslativo;
allá que se
está fijando
es
que ahora se
que tiene que
Por lo tanto, sin perjuicio de esta llamada si
declaratividad, y sin arriar banderas
a dicho carácter, es menester, sin
duda, respetar el efecto que produjo la aparien
cia y, por ello, es necesario tener en cuenta la
infección que pueda tener el derecho que ahora
tuación de
en
cuanto
se ha
produjo
—
,
—
la situación
sino también
en
lo
los terceros, que tienen a
la vista lo único que pueden tener: la apariencia
ver con
pretendido volver a su situación verdadera.
podrán apreciar, es negocio declarativo,
Como
no es una
y
pero
Los ejemplos que se dan como de negocio de
fijación sí eliminan una incertidumbre; no lucen
situación de incertidumbre y se
en directa corres
pondencia con la situación querida. Pero está
jugando, está privando, el principio de autorresponsabilidad de las partes.
das, no establezcan el fiel reflej o de la voluntad,
esto es, que haya una divergencia o una dis
cordancia entre la voluntad y la declaración.
Las partes quisieron algo, declararon otra situa
esa
llevó la situación declarada
—
contradicción
—
no
tiene lo
que posee el adalid del negocio declarativo que
manejamos, que es la partición: no tiene el efec
to retroactivo
el verdadero sentido; no tiene
que es la que nos interesa,
en
retroactividad
real,
la que provoca
caída, el cese, la
—
como
si
nunca
Ferreira,
eficacia
Allí
se
dice el art. 1151
de la
—
la
indivisión,
hubiera existido. Como dice Vaz
efecto que borra la indivisión,
a todos, inscrita o no.
es ese
con
como
desaparición
real, frente
las vacilaciones
producen
jurispruden
ciales. En la reunión del sábado 12 de agosto, a
la que fueron convocados Magistrados y Actua
rios, con todo respeto expresamos que no se tra
ta de un problema de pretender manej ar la ver
dad; es la regulación que da el ordenamiento al
instituto. Le da
tricta, inscrita
norma
—
como
una
o
retroactividad real irres
no, porque
sucede
en
aquí no tenemos
regímenes—
otros
que realice alguna diferenciación en cuanto a
particiones; sin renegar de su efecto retroacti
vo, las han postergado con respecto a los de
rechos de terceros, en función de la inscripción
o no dentro de determinado
tiempo, y de la
existencia o no, antes de la inscripción, de otro
tipo de derechos que estaban privando sobre los
efectos de fondo
o
sustanciales. En nuestro
Derecho,
esta situación
mentado
en
no
existe. Se ha argu
base al art.
12; lo explicó muy bien
el Profesor Arezo Píriz: es cierto que hay que
inscribir, pero no toda inscripción tiene el ca
mino
mos
o
el efecto de la
en
situación de
inscripción
negocios
que
maneja
que provocan
trasmisión de propiedad. Se inscribe porque
es
lo decía Polacco
necesaria, sobre todo en
—
—
los
pretenden llegar al folio real, la
países
configuración del estado civil del inmueble. De
aUí, ese tipo de publicidad, que se llama "noticia",
que no provoca ningún cambio en la situación
sustancial, como sucede, por ejemplo, con las
que
DOCTRINA
57
declaraciones de monumento histórico, las
tencias declarativas de
sen
y la
prescripción
parti
embargo, no ocurre lo mismo con este
negocio de fijación. ¿Por qué? Porque no tenemos
norma que lo diga.
ción. Sin
En materia de propiedad horizontal, también
se
utiliza la
básicamente,
de
expresión "negocio
fijación",
por quienes participamos de lo
que consideramos la verdadera teoría que ins
pira la propiedad horizontal, más allá de las
expresiones de nuestra ley madre, la N° 10.751,
y de las que le sucedieron
en
el
tiempo;
me
refiero a la propiedad colectiva y no a la posición
exista el fenómeno y de que perdure en el
tiempo; pero siempre tiene ese estigma, que es
la posibilidad de retornar a su estado natural.
Y el retorno al estado natural
es
el funciona
miento de este efecto retroactivo de la partición.
propiedad horizontal se da
por eso algunos
autores hablan de copropiedad forzosa
que sí
hay algo de forzoso: es impartible. Eso es lo
forzoso; no funciona la partición en la propiedad
horizontal, lo que no quiere decir que los bienes
que se posean en régimen de propiedad hori
En
cambio,
cambio
un
en
en
la
el sentido de
—
—■
zontal por varias personas en situación de con
dominio ordinario no puedan ser objeto de
que entiende que hay copropiedad en
los bienes comunes, y propiedad solitaria en los
partición. Supongamos
llamados bienes individuales En la tesis brillan
con
temente sostenida por Miranda y Curbelo de la
propiedad colectiva, receptando lo que había
dad horizontal; por supuesto que puedo partir
porque estoy saliendo de una situación de con
dominio ordinario, o sea, de la propiedad común
dualista,
.
explicado, también con lucidez, Pothier en Bél
la que lo que se comparten son los poderes.
Estos son exclusivos, y se ubican en la posibili
Código Civil. Lo que sucede es que el objeto
que estamos partiendo está regido por un
sistema que es el de la propiedad horizontal. Yo
dad de disponer de los llamados bienes
estoy hablando déla propiedad horizontal como
gica,
se
trata de
que soy titular, junto
otra persona, de dos unidades de propie
un
único
bien,
una
propiedad
en
en
forma
solitaria,
o son
comunes
compartidos.
Allí
ubica la situación de los llamados bienes
munes.
Esta distribuciones de
poderes
se
co
rige un inmueble sometido a ese
especial régimen; esa propiedad es impartible.
situación que
deter
mina que estamos en presencia de una forma
distinta de propiedad, que no es la propiedad
solitaria nuestra del Derecho común, con una
fenoménica
que es la copropie
posibilidad
del
—
Entonces, ¿qué sucede? Por
parte, ha
manejamos en
materia de transacción, hay argumentos para
ciendo el
paralelismo
los dos lados
a
con
otra
lo que
nivel de texto. Claramente
se ve
fatal, que es la vuel
ta a la propiedad solitaria. Y digo vuelta a la
propiedad solitaria fatal haya o no partición,
porque es cierto que por siglos pueden perdu
rar los condominios, pero siempre hay una
posibilidad -en virtud del carácter irrenunciable
de la acción de partición- de volver ala propiedad
la actuación de la teoría monista
solitaria. Y esto también
los materiales. En funcionamiento normal
dad
—
,
pero
puesto,
en
con un
destino
la medida de
es
posible,
enajenarse
por su
por todos
los integrantes del condominio el bien
a un
due
siempre existe la virtualidad
del derecho de propiedad; la teoría de la pro
piedad del Derecho uruguayo es de la propiedad
solitaria. No existe la categoría copropiedad. Al
no existir esta categoría
que es la pretensión
de quienes participan de la teoría o de la natura
no se puede
leza traslativa de la partición
ño. Es decir que
—
—
,
entender el instituto. Y ahí está el
expliqué
error
que
el sábado anterior.
El error está en no conocer cuál es la teoría
de la propiedad del Derecho uruguayo; es abso
lutamente indiscutible que es de la propiedad
solitaria. Aclaro que estoy hablando del Código
horizontal. Reitero
Civil, y no de la propiedad
más allá de que
es de la propiedad solitaria,
que
en
situación
de vetustez, de reedificación o de reconstruc
se produce una caída de esos poderes soli
ción;
tarios y, simplemente, se da el funcionamiento
de los poderes colectivos por medio de las
mayorías
que
pueden
mente
requieren
se
reconstrucción
o
suceder
para optar por una
por la demolición y venta de
—
y lo
vemos
bastante común
modificaciones de las
unidades; por
amplía una unidad, en detrimento
de un bien común. Allí es necesario, por su
puesto, un plano y modificar, en su caso, el
reglamento de copropiedad, en el que debe lucir
un especial negocio que, para los que parti
cipamos de la posición de la propiedad colecti
va o la teoría monista de la propiedad horizon
tal, no es traslativo, sino un negocio llamado de
fijación o, más propiamente, de radicación. ¿Por
qué? Porque los poderes que teníamos com
partidos en ese bien que ahora se integró a una
unidad
o bien
por así llamarla
propio, ahora
no son más compartidos, sino exclusivos del
titular de esa unidad. ¿Y cuál es su título? Su
título es por el que ingresó a esa copropiedad;
—
ejemplo,
se
—
no
tiene otro título;
—
es
el mismo título. De ahí la
58
REVISTA DE LA A.E.U.- T. 82
expresión
de
sérvese que
"fijación"
falta
nos
o
"radicación". Pero ob
algo;
nos
falta
una
dis
como lo hace
posición legal que establezca
este llamado efecto retro
para la partición
activo real, porque el personal es muy fácil:
perfectamente podemos convenir un contrato y
decir que regirá desde el siglo pasado, pre
tendiendo una vida longeva. Es una llamada
retroactividad obligatoria, que no luce ni agre
de absolutamente ningún principio de orden
público; por lo tanto, es perfectamente posible.
En cambio, la retroactividad real es para noso
tros la verdadera, la que tenemos que manejar,
porque ella sí está posiblemente lesionando
—
—
otros valores. Por ello
ponde aplicarla
es
que solamente
con norma
nosotros
mente
Esto lo
vimos
haber que
va a
manejamos
en su
momento
en
con
respetarlas.
la discusión que tu
los Profesores Cau-
mont y Gnazzo acerca del famoso problema del
poder verbal. Se dan situaciones en que, por
más que la teoría construya en forma perfecta
de acuerdo con los datos que le brinda el ordena
miento, debe respetar también la situación que
trasluce
en
a
nivel de
definitiva,
a
reflejo del negocio
que
sale,
la vida jurídica.
participa de esta naturale
negocio de fijación. No ubica
a la división, por ejemplo, dentro de este tipo de
negocio. Lógicamente que adhiere, por imperio
aunque no dogmática
legal, como él dice
a la teoría de negocio declarativo y
mente
Cariota Ferrara
situación, entonces, también pode
un negocio de fijación, pero no
si ubicamos,
con la particularidad que tiene
como Messineo, a la partición como negocio de
fijación nuestra partición, que pone fin a la
hablar de
—
—
propiedad
verdadera,
corres
expresa.
En esta
indivisión de la
dispositivo; pero en
la medida de darse hechos que agreden a la
situación que está apareciendo como aparente
za
mos
declarativo y no
es
(1-12), 1996
declarativa del
—
—
,
con
efecto retroactivo.
común.
negocio de fijación como una
de las posibilidades del negocio jurídico, con
una característica de negocio jurídico decla
rativo. El compañero común del declarativo, es
el efecto retroactivo, para la teoría tradicional,
con carácter de esencial, o sea, imposible de
disociar uno de otro. El negocio declarativo
necesariamente va con el efecto retroactivo, co
mo sostiene, por ejemplo, la doctrina francesa
del siglo pasado y de éste. La doctrina italiana,
en cambio, disoció los dos conceptos. Es posible
un negocio declarativo que no tenga efecto
retroactivo. Allí, por supuesto, encontraron
Rescatamos al
La referencia a la confesión extrajudicial es
importante tenerla en cuenta, porque en doc
trina procesalista y civilista es muy discutida
esta posibilidad de obtener extrajudicialmente algo que es la panacea para cualquier actor
en un juicio: no hay mejor prueba que la
confesión. Es la prueba por excelencia, y ni qué
hablar de la confesión extrajudicial. Aquí, sim
plemente menciono porque no es ni media
namente mi especialidad
que es muy contro
vertida la posibilidad de la existencia del con
trato de prueba, porque se considera que la
prueba es indisponible. No es posible imponer
le al Juez una prueba cuando, justamente, debe
—
—
el
campo fértil los sostenedores de la ausencia de
ser
efecto retroactivo para la partición, preten
diendo ubicarla como un negocio declarativo,
ámbito del contencioso.
pero sin este efecto retroactivo. Reitero que en
nuestro Derecho, este problema no se plantea.
que sí, que es perfectamente posible un negocio
no lo tipifican
de este tipo, pero
obsérvese
establecida
el contrario
—
formas, si este negocio es decla
rativo porque no está constituyendo, sino de
lo está acertando; no está intro
clarando algo
en función
duciendo ningún elemento nuevo
del respeto al principio de apariencia y a la
situación de la responsabilidad que compete a
las partes por esa actividad primera que provo
es decir, la
có la posibilidad del negocio
—
—
,
—
incertidumbre
romance
,
se
tiene que arriar
en
buen
el resultado o con las consecuen
derivan de haber brindado, de haber
—
con
cias que
hecho salir
que
—
—
no era
a
la
luz
una
querida.
determinada situación
Por esto, entonces, para
desarrollada solamente
Hay opiniones
procesalistas de nota
—
—
,
en
que, por
entienden
—
de fij ación. Lo ubican en una cate
negocio
goría inferior, porque el negocio de fijación es,
como tal, una manifestación de voluntad que
tiene una causa, que no es, por supuesto, una de
como
De todas
o
las que conocemos; no es la causa onerosa, ni la
gratuita. Tiene una causa, y hay que ubicarla
para pretender mantenerlo en la categoría. Yla
lo dice magistralmente Cariota Ferra
causa
—
eliminar la incertidumbre. Esa es la
del negocio de fijación: eliminar la incerti
dumbre. Por ello es de segundo grado, porque
tiene que estar vinculado a otro, en el que sí hay
que ubicar la causa onerosa o
o si se
ra
—
es
causa
gratuita,
quiere
—si
se
trata,
por
ejemplo,
de
una
DOCTRINA
partición
que,
59
—
,
la
la ley. No olvidemos
concepto, la partición tiene
causa en
nuestro
en
siguiendo a Messineo, y tal como también lo
expresa el Profesor Arezo Píriz en su trabajouna causa que es neutra. No es ni onerosa ni
eliminó la
de
incertidumbre,
palabras.
sin
ser
esto
un
juego
—
gratuita. Este es un argumento a mi juicio in
discutible, incontestable, para entender que la
acción pauliana no puede en modo alguno pre
tender ir contra un negocio de este tipo, porque
le falta la posibilidad de ubicarse dentro de los
negocios gratuitos o en los onerosos.
Como habrán apreciado, este es un tema que
simplemente planteo con carácter de apertura
a la discusión y al diálogo. Muy lejos está
y
creo que es una manifestación que puedo hacer
con bastante seguridad
este negocio de llegar
—
—
situación
a una
orgánica,
o
sea,
a una
situación
consolidada, indiscutible. Todavía continúan
las teorías pretendiendo llevarse la verdad sobre
el tema.
De
que si el
negocio de fijación tiene
como causa la eliminación de la
incertidumbre,
manera
haber una necesidad: inexorablemente de
be ir a vincularse con un negocio de primer gra
va a
do que, por supuesto, como sucede en el Derecho
continental enormemente mayoritario
con la
—
excepción de Alemania
—
,
no
será
abstracto,
materialmente hablando.
Rescato la utilidad para entender y explicar
concretamente estas situaciones que manejé
materia de
propiedad horizontal, que son
como una especie de
doble discurso
se maneja la teoría dualista,
pero se aplica en general por los operadores
que somos nosotros
quizás inconsciente
en
muy útiles por cuanto
—
—
—
—
,
mente, la teoría monista. Cuando
La doctrina comercialista entiende que el
vale es un negocio abstracto, o sea que no tiene
causa. En mi concepto
y esto lo he dicho
nes
varias veces
del
—
—
,
esto entra dentro de lo que
es un
principio de coherencia. Y un
para mí, implica la existencia de cau
sa. La abstracción la entiendo, pero no desde el
punto de vista material o sustancial, sino circu
latorio y procesal.
sistema,
sistema,
como
situaciones de cambios
—
to de
prueba, con todas las reservas que he
hecho
sin embargo no lo ubican como negocio
de fijación. ¿Por qué? Porque no tiene esa ca
racterística que posee el negocio de fijación: es
un negocio que termina, que elimina, que declara
que no hay más incertidumbre. Esa confesión
extrajudicial va a tener necesariamente que ir
a algún lado. ¿A dónde? A un procedimiento, y
ahí va a poder de alguna forma ser rebatida; en
definitiva, no tiene esta característica del
negocio de fij ación que, ala vez permite también
—
,
,
eliminar las teorías que lo toman
como un ne
gocio constitutivo. Porque un negocio consti
tutivo supone fuente de algo, de una obligación.
Para los que adhieren a la teoría del negocio
constitutivo, se dice que en el negocio de fij ación
hay una obligación: la de respetar que se eliminó
la incertidumbre cuando, en realidad, la si
tuación es la contraria. La situación es que la
función que cumplió la causa, como dice Cario
ta, es realmente la eliminación de la incerti
dumbre, y no la obligación de entender que se
se
dan estas
las áreas de los bie
que integran la copropiedad, generalmen
te culminan en algo que se llama "modificación
reglamento
de
copropiedad"
Adviértase
que allí, en general, no se aprecia lo que pare
cería debería exigirse si se mantuviera acérri
mamente la
misión de
De
Decía que, en cuanto a la confesión extrajudicial, los que entienden que es posible este
tipo de negocio o de contrato llamado contra
en
posición dualista, que es una tras
patrimonio a otro.
un
manera
que ahí ubico
—
y
creo
que
no es
utilidad para el negocio, con
poca
aplicación práctica; por supuesto, esto vale para
todas las situaciones en las que se detecta una
cosa
—
una
discordancia entre la voluntad y la declaración.
No
se
que
trata de
hay
que
"revender", por
fijar el negocio.
así
decirlo, sino
Algunas aplicaciones, que no son típicamen
negocio de fijación, se ven también
sobre todo, esto funciona en forma hermé
tica
cuando se está fijando un negocio que, a
la vez, es declarativo; hablando claro, me refie
ro a cuando se está
fijando una partición an
terior. En muchas particiones hay situaciones
mal manejadas desde el punto de vista técnico;
inclusive, perfectamente puede tratarse de si
tuaciones en las que haya mediado un tipo de
vicio que impida la llegada al tipo partición.
te del
—
—
Puede darse
una
situación de conflicto entre
padres e hijos, partiendo uno en contra del otro,
por ejemplo; todo esto, a la vez, con una situación
de partición clara de ese mismo padre con los
otros hijos mayores. No es típicamente un
negocio de fijación, pero hace las veces o, de al
guna forma, permite —a través de un tratamien-
60
to de la situación
REVISTA DE LA A.E.U.- T. 82
en una
declaración ulterior-
rescatar algunos elementos de
negocio para
culminar en otro negocio complementario, que
va a permitir el efecto querido. Se le llama en
general ratificación; más que ratificación, mu
chas veces sucede que es la verdadera partición,
porque si aquello no pudo llegar a la categoría,
en el mejor de los
y simplemente quedó como
es
el
de
casos,
decir,
aquel que actuó por sí
una propuesta que no pudo ser aceptada por la
otra voluntad en virtud de la colisión, se puede
pretender que hay inexistencia como consen
timiento, pero que hay existencia como elemento
del consentimiento, como propuesta. Luego, a
través de este negocio, que se llama "ratifica
ción", sobreviene la aceptación. En la medida
de participar todos los integrantes de aquel
pretendido negocio, no hay duda de que no hay
retiro de la oferta que, como sabemos, de
ese
—
—
(1-12), 1996
principio es revocable. Y como se trata de "fi
jar"
porque, reitero, no es técnicamente un
negocio de fijación un negocio que era decla
rativo, aquí sí, sin duda, no hay ningún tipo de
injerencia o de aplicación del principio de autorresponsabilidad de que hablaba, que impide el
—
—
efecto retroactivo. En este caso, por la naturale
del negocio, es una partición; funciona de
corrido la naturaleza declarativa y el efecto
retroactivo.
za
Creo que de esta forma, por lo menos, queda
Esta es una de esas charlas
planteado el tema.
en
las que
no me
animo
a
preguntar si
se
tiene
alguna duda todos deben tener un centenar,
como quien habla
porque no me parece que
contestar.
pueda
—
—
,
Muchas
gracias.
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