Régimen de transmisión de cuotas mortis causa (con especial

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Régimen de transmisión de cuotas mortis causa (con especial referencia
a la opción de adquisición de cuotas en favor de los socios supérstites) [ED, (21/10/2008, nro 12.115)]
Por Garat, Matías E.
I
Introducción
Una de las principales reformas introducidas por la ley 22.903 al régimen de
las SRL consiste en la libre transmisibilidad de las cuotas sociales. Sin
embargo, en materia de transferencia de cuotas mortis causa, el texto de la ley
es deficiente y genera muchas confusiones, las que se intentarán abordar y
aclarar en este trabajo.
En los contratos constitutivos de sociedades de responsabilidad limitada es
habitual encontrar las más variadas estipulaciones referentes a los efectos de
la muerte de uno o más socios en relación con las cuotas. Entre las más
comunes, se advierten aquellas que conceden a los socios sobrevivientes la
opción de incorporar a los herederos, resolver parcialmente el contrato o bien
adquirir la participación correspondiente al socio fallecido, con el pago del
precio a sus herederos. Es allí donde el ejercicio de la autonomía de la
voluntad aparece como un límite a la regla de la automaticidad sucesoria
prevista en el art. 3410(1) del cód. civil.
Sin embargo, la aplicación de este tipo de cláusulas no siempre resulta del
todo pacífica, pues muchos son los intereses en juego y en la práctica surgen
algunas dificultades. Entre ellas, cabe señalar (i) la determinación de los
supuestos en que se produce la incorporación de los herederos a la sociedad;
(ii) la validez de las cláusulas que delegan la decisión de dicha incorporación
en los socios sobrevivientes; (iii) los conflictos que se presentan alrededor del
cálculo del precio de las cuotas, que no siempre se ajusta a la realidad; (iv) la
determinación de la naturaleza de la obligación de los socios sobrevivientes en
relación con los herederos del socio fallecido; (v) la posibilidad de que exista un
enriquecimiento sin causa de los supérstites en perjuicio de los herederos; (vi)
el estatus de los herederos y los derechos que éstos pueden ejercer hasta
tanto los supérstites decidan su incorporación o no como socios, etcétera.
En este breve estudio se intentarán analizar algunos de los aspectos antes
señalados sin agotar todos ellos, pues dicho trabajo excede los límites del
presente.
II
Régimen de transmisión de cuotas mortis causa
Tal como fuera expresado por los autores de la reforma de la ley 22.903, el
sistema de transferencia de cuotas que se encontraba vigente por aquel
entonces desalentaba la difusión del tipo SRL frente a la agilidad de las
acciones(2).
Por ello, una de las innovaciones más importantes al régimen de las SRL
consiste en la libre transmisión de las cuotas, establecida a partir de las
disposiciones del art. 152(3) de la Ley de Sociedades (en adelante "LS"). A
partir de allí, la cesión de las cuotas puede ser limitada, pero nunca prohibida
por decisión de los socios.
A fin de adentrarnos en el análisis de la temática planteada, resulta
conveniente comenzar por distinguir dos situaciones que, principalmente,
pueden presentarse en una SRL: A) silencio del contrato respecto de la
transmisión mortis causa; B) cláusula de incorporación de los herederos.
A continuación se analizarán los dos supuestos antes indicados:
A) Silencio del contrato social
Es aquí donde se presentan las mayores discrepancias doctrinarias, debido al
confuso texto de la norma. Y se dice que es confuso pues comienza con una
referencia a la posibilidad de pactar la incorporación, lo que por interpretación a
contrario sensu y en forma apresurada, permitiría sostener que, en ausencia de
tal pacto, no se produciría tal incorporación. Evidentemente, ello complica la
inteligencia de la norma.
A partir de una interpretación literal de la norma, existe una parte de la
doctrina que defiende la tesis de que, en ausencia de disposición contractual
sobre el particular, rige el principio general de que la muerte del socio resuelve
parcialmente el contrato, con derecho de los herederos al cobro del valor de la
participación perteneciente al causante(4).
Como fundamento de esta doctrina, Filippi sostiene que la propia LS "...es
terminante en la redacción del art. 155 en cuestión; la norma establece: ’’Si el
contrato previera...’’, y según ello podemos interpretar que ’’Si y sólo si lo
previera’’, los herederos deberán incorporarse a la sociedad, siendo esta
incorporación obligatoria para los mismos herederos, para los socios y además
para la sociedad. Caso contrario no existe obligación legal que así lo indique
siempre que la normativa especial societaria modifica el sistema general
sucesorio"(5).
Sin embargo, parecería que ello no es así, ya que podría afirmarse que, aun
en ausencia de previsión contractual, la incorporación de los herederos
igualmente se producirá. No debe olvidarse que el legislador ha mantenido
inalterado el texto del art. 90(6) de la LS, en el que se advierte que la SRL no
se encuentra incluida entre el grupo de sociedades en las que la muerte de un
socio produce la resolución parcial del contrato.
Por ello, a partir de una interpretación armónica e integradora de los arts.
89(7) y 90 de la LS, es dable sostener que en aquellas sociedades que no sean
colectivas, en comandita simple, de capital e industria o en participación, la
muerte del socio sólo sería considerada como causal de resolución parcial o
disolución de la sociedad si ello estuviera expresamente previsto en el contrato
constitutivo(8).
Por otra parte, también debe considerarse que, luego de la reforma de la ley
22.903, el régimen de transmisibilidad de las cuotas se ha asimilado al de las
acciones de una sociedad anónima, de manera que se da por supuesto que
ellas son libremente transmisibles por causa de muerte(9). Tal es así que se
elimina la remisión al art. 152, y el art. 155(10), LS, queda como régimen
regulatorio de una supuesta transmisión forzada por pacto expreso(11).
Asimismo, a partir del nuevo régimen de transmisión de las cuotas, los socios
supérstites no podrían oponerse ni ejercer ningún derecho de preferencia;
obviamente, salvo pacto en contrario. En ausencia de previsiones
contractuales, lo único que establece el art. 152 de la LS es la posibilidad de
excluir al heredero que se incorpora como socio, siempre que mediare justa
causa.
En este orden de ideas, resulta interesante lo dicho por Fortín en su
comentario al fallo "Zoilo"(12), en cuanto sostiene que "la sentencia en
comentario resuelve una cuestión suscitada en el marco de una sociedad de
responsabilidad limitada. En este tipo social y conforme el régimen legal
vigente, la muerte del socio deriva en la sustitución del mismo por la persona
de sus herederos. Ésta es la solución que impone el texto del art. 90, ley
19.550 y que no debe verse desvirtuada por la contradicción que aparenta
presentar el art. 155 de dicha ley al expresar ’’si el contrato previera la
incorporación...’’, pues es claro que ello debió ser modificado por la ley 22.903
para observar coherencia con el nuevo régimen que, manteniendo el principio
de incorporación de herederos, suprimió la exigencia del texto anterior en el
sentido de condicionar la sustitución al acuerdo de una voluntad mayoritaria o
unánime según el subtipo de que se tratare (sociedad de más de 5 socios o de
5 o menos socios)"(13).
Otros autores postulan una tesis que podría considerarse intermedia, pues
entienden que ante el silencio del contrato sobre la muerte de alguno de los
socios habría que distinguir dos situaciones, a saber: (i) si el contrato
estableciera cláusulas limitativas a la transferencia de las cuotas; y (ii) si la
transmisión de las cuotas fuera libre, sin que se hubiera previsto ningún tipo de
limitación. En el primer supuesto, la muerte del socio produciría la resolución
parcial del contrato, mientras que en el otro, los herederos se incorporarían
como socios, ya que regirían los principios de las sociedades de capital(14).
B) Cláusula de incorporación de los herederos
Luego de la reforma de la ley 22.903, se agregó la obligatoriedad de la
incorporación de los herederos si ello se hubiese previsto expresamente en el
contrato. Este sistema ha quedado flexibilizado por el régimen de la
inoponibilidad de las cláusulas limitativas a la transferencia por el plazo de tres
meses. Es así que el heredero incorporado como socio tendría mayor facilidad
para disponer de su participación social.
Como expresa Zunino, el texto actual del art. 155 de la LS introduce una nota
discordante en el contexto de la reforma, debido a que el legislador parece
olvidar que, exista o no pacto de incorporación de los herederos, el heredero
está obligado a ingresar -si acepta la herencia- y los socios supérstites no
pueden impedirlo(15). Ello así, dejando a salvo la acción de exclusión que,
eventualmente, podrían ejercer los restantes socios.
Dicho pacto de incorporación forzosa estaba justificado en el régimen anterior
a la reforma, ya que, en ausencia de pacto expreso, los socios sobrevivientes
no estaban obligados a aceptar el ingreso como socios de los herederos. Sin
embargo, luego de la reforma, al introducirse el principio de la libre
transmisibilidad de las cuotas por causa de muerte, los socios supérstites están
obligados a aceptar a los herederos, salvo pacto en contrario en el contrato
social.
El paso siguiente será determinar los alcances de lo dispuesto en el segundo
párrafo del art. 155 de la LS. Partiendo de una interpretación literal de la norma,
se advierte que la inoponibilidad de las cláusulas limitativas a la transferencia
solo sería de aplicación en aquellos supuestos en los cuales se hubiese
previsto la incorporación de los herederos en forma expresa. Esto daría lugar al
resultado paradójico de no aplicar esta inoponibilidad a los casos en que dicha
incorporación obligatoria se produce en virtud del silencio del contrato. En
efecto, el art. 155 de la LS, al establecer el régimen de inoponibilidad de las
cláusulas limitativas a la transferencia de las cuotas respecto de los herederos,
señala su aplicación a "estos casos", lo que permite interpretar su aplicación
exclusiva a los supuestos de existencia de pacto de incorporación(16).
Evidentemente, tal interpretación no tiene demasiada lógica y, por lo tanto, no
podría ser aceptada.
Siguiendo con esta línea de pensamiento, se podría sostener entonces que en
todos los casos de incorporación forzosa de los herederos, sea por pacto
expreso en tal sentido o por silencio del contrato, resultaría de aplicación el
segundo párrafo del art. 155 de la LS. La misma conclusión sería aplicable a la
opción de compra prevista en dicha norma, a favor de la sociedad o de los
socios.
Por lo expuesto, parece razonable la tesis de Zunino, en cuanto sostiene que
la redacción del art. 155 de la LS es un error de la reforma, y que lo más
conveniente hubiese sido que la norma hiciera una referencia a la libre
transmisibilidad de las cuotas por causa de muerte, salvo pacto en
contrario(17).
III
Cláusula de opción de incorporación en favor
de los socios supérstites. Debate sobre su validez
No se observa ningún obstáculo legal para que los socios de una SRL pacten
en el contrato social que, ante la muerte de cualquiera de ellos, los
sobrevivientes tengan la opción de incorporar a los herederos, resolver
parcialmente el contrato, o bien adquirir la participación correspondiente al
socio fallecido.
En tal sentido, debe tenerse presente que, en definitiva, el fin pretendido por
el legislador al establecer la incorporación de los herederos, es la conservación
de la empresa, evitando de esta forma la resolución parcial del contrato y sus
consecuencias disvaliosas. Por ello, no habría ningún impedimento en que
sean los mismos socios los que puedan optar entre la incorporación de los
herederos o la resolución parcial del contrato, según las necesidades de la
empresa al momento de producirse el fallecimiento del socio.
Rige aquí la regla del art. 1197(18) del cód. civil (en adelante "CC") que
establece que las convenciones hechas en los contratos forman para las partes
una regla a la cual deben someterse como a la ley misma. Este principio es
aplicable a los contratos plurilaterales de organización, siempre que se adapte
a la estructura de los tipos sociales previstos en la LS.
Cabe recordar aquí que el art. 89 de la LS prevé la facultad de los socios de
establecer causales de disolución y resolución parcial no establecidas
específicamente en la Ley de Sociedades. Si los socios se encuentran
facultados para establecer la muerte del socio como causal de resolución
parcial del contrato, no habría motivos para excluir la posibilidad de incorporar
en el contrato un pacto de preferencia de compra a favor de los sobrevivientes.
Recientemente, la sala B de la Cámara Comercial, en los autos "Faille de
Gómez Acuña, Elena c. Kucza, María"(19), se pronunció a favor de la validez
de una cláusula que establecía que, ante el fallecimiento de uno de los socios,
los supérstites tenían la opción de: i) continuar en sociedad con sus herederos
o, ii) adquirir su participación por el valor determinado mediante un balance
especial realizado al efecto.
El Tribunal sostuvo que nada se opone a que el contrato social faculte la
adquisición de las cuotas por los socios sobrevivientes por el precio que en él
se fije o cuyas normas de determinación detalle. Ejercida la opción, los
herederos son acreedores de los socios adquirentes por el precio fijado.
IV
Autonomía de la voluntad vs. automaticidad
sucesoria
En este título se analizarán algunos interrogantes que se suscitan en relación
con el régimen de adquisición previsto en materia sucesoria y las limitaciones
al mismo que son impuestas contractualmente, en ejercicio de la autonomía de
la voluntad.
El art. 3410 del CC establece que, cuando la sucesión tiene lugar entre
ascendientes, descendientes y cónyuge, el heredero entra en posesión de la
herencia desde el mismo momento de la muerte, y sin necesidad de
cumplimentar ningún requisito.
Sin dudas, la norma citada establece una regla que admite excepciones, pues
su texto debe interpretarse en forma armónica con el resto del plexo normativo.
Tal es así que el art. 1195(20) del CC dispone que los efectos de los contratos
se extienden activa y pasivamente a los herederos y sucesores universales,
salvo que resultare lo contrario de una disposición del contrato. Por lo tanto,
encontramos en la autonomía de la voluntad una excepción al principio de la
posesión automática prevista en el art. 3410 del CC.
Sobre este tema, resulta esclarecedor lo resuelto en autos "El Chañar
S.A."(21) en el que la sala B de la Cámara Comercial admitió la aplicación del
art. 214(22) de la LS a la transmisibilidad de las acciones nominativas en caso
de muerte de los socios y, en consecuencia, legitimó la inserción de cláusulas
estatutarias que otorguen a los socios supérstites o a la propia sociedad, el
derecho de preferencia u opción para la adquisición de las acciones de las que
era titular el accionista fallecido. En este caso se trataba de una sociedad
anónima, aunque nada obsta a que pueda arribarse a idéntica conclusión en
relación con una sociedad de responsabilidad limitada.
Respecto del antecedente antes indicado, cabe destacar que, en un primer
momento, la Inspección General de Justicia había rechazado la validez del
pacto de preferencia ante la muerte del socio, por considerar que atentaba
contra las disposiciones del derecho sucesorio, pues llevaba a prescindir de él
al establecer que los accionistas supérstites podrían adquirir las acciones de
que era titular el socio fallecido, mientras que sólo cabe reconocer como nuevo
tenedor a los herederos declarados judicialmente. Contrariamente a ello, en el
dictamen del fiscal Calle Guevara(23), luego compartido por la Cámara, se
defendió la validez de la cláusula a partir de una interpretación armónica de los
arts. 3417(24) y 1195 del CC y el art. 214 de la LS. Sostuvo que, si bien el art.
3417 del CC establece que los sucesores universales se encuentran, en
principio, en la misma situación que las partes a las cuales suceden, ello no es
principio absoluto, pues dicha norma excluye los derechos que no son
transmisibles por sucesión, entre los cuales están previstos "los derechos
intransmisibles en virtud de una cláusula contractual" (art. 1195). Por otra parte,
el citado fiscal agregó como reflexión que el art. 214 de la LS se refiere a la
transmisibilidad de las acciones, sin especificación alguna, lo que permite
considerar comprendidas ambas forma o modos de transmisión.
Por lo tanto, se puede afirmar que la regla del art. 3410 del CC no puede
trasladarse en forma automática al caso de muerte de un socio en una SRL, ya
que existen disposiciones del ordenamiento comercial que regulan este
supuesto en forma diferente y que, por su carácter especial, deben prevalecer
sobre el régimen sucesorio común(25).
Sobre este punto, resulta convincente lo señalado por Nissen, quien expresa
que si se parte de la idea de que la sucesión es la transmisión de todos los
derechos activos y pasivos del causante, y que el heredero continúa la persona
del difunto y es propietario de todo lo que el difunto era propietario, no puede
entenderse cómo la ley 19.550 prevé, para otros tipos societarios, que la
muerte de un socio resuelve parcialmente el contrato de sociedad (art. 90,
LS)(26). A partir de allí, queda descartado el argumento utilizado por la
Inspección General de Justicia para invocar la invalidez de la cláusula del
estatuto de El Chañar S.A.
Por lo dicho hasta aquí, parece acertado lo resuelto por la Sala I de la Cámara
Civil de Bahía Blanca en el caso "Zoilo", en cuanto ha dicho que "la situación
provocada por la muerte de un socio en orden a las cuotas o partes societarias
de las que era titular, no puede resolverse por remisión directa a la regla
genérica de la continuidad sucesoria de los herederos respecto de la persona
del causante (art. 3410), desde que dicha previsión debe ajustarse a las
particularidades del tipo societario, y a las variantes que, en punto a la
autonomía de la voluntad, acuerda la propia LS"(27).
En síntesis, podría afirmarse que esta regla de la automaticidad sucesoria
cede en todos aquellos casos en los que la ley otorga espacio a la autonomía
de la voluntad(28). Sin embargo, más allá de admitirse la validez de este tipo
de cláusulas como supuestos de excepción a la regla de la automaticidad
sucesoria, deberá analizarse que, del ejercicio de dicha cláusula, no resulte
una violación al régimen del derecho sucesorio. Tal sería el caso, por ejemplo,
de una cláusula que prevea una opción de compra de participación en favor de
los supérstites a un precio vil o irrisorio, alejado completamente de su valor
real. Evidentemente, ello configuraría una clara afectación de los derechos
hereditarios, y el ejercicio de la autonomía de la voluntad habría excedido sus
límites.
Como ha sido resuelto por la sala B en el fallo "Faille de Gómez Acuña", no
hay violación del orden público sucesorio, en la medida en que se garantice a
los herederos el valor real de las acciones a la muerte del causante, evitando
con ello que los herederos sufran las vicisitudes del giro empresario con
posterioridad a la muerte del accionista fallecido. Ello deriva explícitamente del
principio general previsto por el art. 13, inc. 5º(29) de la ley 19.550(30).
V
Opción de adquisición de participación a favor
de los supérstites. Determinación del precio
Como fuera dicho, es habitual que en este tipo de contratos se prevea una
opción de adquisición de participación en favor de los socios sobrevivientes. El
problema mayor consiste en la forma de determinación del precio, en ausencia
de una previsión expresa en tal sentido.
Con anterioridad a la reforma de la ley 22.903, el texto del art. 155 de la LS
remitía al art. 154 de la LS para determinar el valor de la cuota social en caso
de que los socios o la sociedad ejercieran el derecho de preferencia para
adquirir las cuotas del socio fallecido. Por lo tanto, la valuación debía realizarse
de acuerdo con las normas que, asegurando un precio justo, se fijaban en el
contrato constitutivo o, en su defecto, por pericia judicial.
En la actualidad, la liquidación de la cuota social del socio fallecido es un tema
no regulado expresamente en la ley 19.550. Al respecto habrá que distinguir
cada caso, según se haya pactado o no en el contrato un procedimiento de
cálculo del valor de las cuotas de titularidad del socio fallecido.
A) Falta de previsión de procedimiento de cálculo
del valor de las cuotas
En caso que los socios no hubieran previsto un mecanismo de cálculo, deberá
recurrirse a otras normas del ordenamiento societario que garanticen a los
herederos un "justo precio". En tal sentido, parece razonable la tesis de Vítolo,
quien afirma que, a falta de previsión expresa, la norma más compatible por
analogía con el retiro de los herederos o su no incorporación es la del art. 154
de la LS(31). En tal sentido, sería conveniente que los herederos estimen el
valor que consideren ajustado a la realidad y sometan el mismo a
consideración de los restantes socios o de la sociedad. Si mediare
impugnación, el precio debería ser determinado mediante pericia judicial, a
cuyos fines los socios o la sociedad, previamente, deberían expresar el que
consideren adecuado. Los impugnantes no estarán obligados a pagar un precio
mayor que el indicado por los herederos, ni los herederos a cobrar uno menor
que el ofrecido por los socios o la sociedad, siendo las costas del
procedimiento a cargo de la parte que pretendió el precio más distante del
fijado por la tasación judicial.
Otros autores, al momento de utilizar la analogía, se inclinan por las
disposiciones de la misma ley referidas a la exclusión de socios, ya que en
ambos casos se trata de "salida" del socio(32).
Cualquiera sea la posición que se adopte al respecto, no debe perderse de
vista que el art. 13, inc. 5º de la LS fulmina de nulidad a toda estipulación que
permita la determinación de un precio para la adquisición de la parte de un
socio que se aparte notablemente de su valor real. Esta es una norma que se
encuentra ubicada en el capítulo primero de la LS, correspondiente a
disposiciones de tipo general y que, como tal, se proyecta sobre toda la
normativa societaria.
B) Cláusula expresa de determinación del precio
Por otra parte, también habría que analizar aquellos supuestos en los que el
contrato previera expresamente un mecanismo de cálculo del valor de la
participación que debería abonarse a los herederos, en caso que fuera ejercida
la opción de compra por los socios sobrevivientes.
Al respecto, si bien rige la regla de la autonomía de la voluntad, ésta tiene la
limitación de que, independientemente de la forma de cálculo que se adoptare,
no podría conducir a un notorio apartamiento del valor real de la participación.
Si ello no fuera así, derivaría en un perjuicio para los herederos, y podría
decretarse su nulidad.
Por lo tanto, el precio de adquisición de la participación deberá calcularse
teniendo en consideración el "valor real" o "justo precio". Por ello, debería
confeccionarse un balance especial a tales fines, ya que el balance de
ejercicio, normalmente, no reflejará aquel valor.
El desfasaje entre el valor contable y el valor real puede producirse en torno a
los siguientes rubros, entre otros: (i) bienes inmateriales no considerados en
balance (v.gr. valor llave, clientela, etc.); (ii) bienes de uso amortizados; (iii)
subvaluación de bienes inmateriales (v.gr. marcas, patentes, etc.)(33).
Se observa en la práctica que, en muchos casos, los socios establecen un
precio de adquisición de la participación o un mecanismo de cálculo del mismo
que no se ajusta al real valor de las cuotas. Es allí donde comienza el debate
sobre la validez del precio pactado contractualmente en ejercicio de la
autonomía de la voluntad.
En este sentido, resulta muy ilustrativo citar un fallo dictado hace más de
cuarenta y cinco años por el juez Horacio Duncan Parodi, en autos "Enriquez
de Vázquez, Josefina c. Talleres Industriales Vázquez e hijo SRL"(34), en el
que se decretó la nulidad de una cláusula contractual que excluía el valor llave
del balance a practicarse para determinar el valor de la parte del socio fallecido.
En síntesis, el caso se trataba de una sociedad en cuyo contrato se había
incorporado una cláusula en virtud de la cual, en caso de muerte de uno de los
socios, los herederos se incorporarían siempre que la simple mayoría de votos
así lo resolviera. Si no se aceptare la incorporación de los herederos, la parte
de capital y utilidades correspondientes al fallecido debía ser adquirida por los
supérstites. Hasta aquí, dicha cláusula no presentaba mayores inconvenientes.
Sin embargo, al momento de establecer la forma de determinación del valor,
excluía expresamente cualquier suma por llave, clientela, marcas de comercio
o cualquier otro bien inmaterial.
Obviamente, al apartar tales conceptos de la determinación del precio, su
importe resultaba muy inferior al real de mercado, e implicaba el
enriquecimiento de los socios sobrevivientes en perjuicio de los herederos. Por
ese motivo, esta cláusula fue cuestionada por los herederos del socio fallecido,
y el citado magistrado, en un iluminado fallo, les otorgó la razón.
Lo interesante de esta sentencia es que se fundó en normas del Código Civil
que nos permiten alcanzar un resultado similar al que resulta de la aplicación
del actual art. 13, inc. 5º de la LS. El citado magistrado fundó su resolución en
lo dispuesto en el art. 1790(35) del CC, que establece la nulidad de la promesa
de bienes condicionada a producir efecto luego del fallecimiento.
Tal como señala el juez Parodi en el fallo mencionado, el art. 1715(36) del CC
también se encuentra en juego, pues prohíbe que la herencia futura sea objeto
de un contrato, aun en el caso que se celebre con el consentimiento de la
persona de cuya sucesión se trate. Esta disposición amplía la prohibición a los
derechos hereditarios sobre objetos particulares.
Cabe aclarar aquí, a fin de evitar cualquier confusión, que en este caso
particular no se discutió la validez de la cláusula que permite a los socios
supérstites optar por la incorporación de los herederos o adquirir la
participación del socio fallecido. Lo único que se cuestionó es la forma de
cálculo del precio de dicha participación, que excluía los bienes inmateriales,
afectando seriamente los derechos de los herederos.
Sobre la base de los argumentos antes expuestos, el magistrado resolvió
decretar la nulidad de la cláusula que excluía el valor llave y ordenó que el
balance a practicar contenga dicha estimación en el activo.
El fallo de Primera Instancia fue recurrido por la demandada y, luego,
confirmado por la sala C de la Cámara Nacional de Apelaciones en lo
Comercial, con el voto de Susini (con adhesión de Rossi). La sentencia del
Tribunal de Alzada también se fundó en el art. 1790 del CC(37).
Como fuera dicho anteriormente, es posible arribar a la misma conclusión por
aplicación de las normas de la Ley de Sociedades. En efecto, el art. 13, inc. 5º
de la LS dispone la sanción de nulidad de la cláusula contractual que permita la
determinación de un precio para la adquisición de la parte de un socio que se
aparte notoriamente de su valor real al tiempo de hacerla efectiva. Obviamente,
si dicha estipulación excluyera del cálculo del valor de la participación a
determinados bienes del activo de la sociedad -como es el caso antes
analizado-, la misma sería nula por considerarse una cláusula "leonina".
Por otra parte, también sería de aplicación lo dispuesto en el inc. 4º(38) del
art. 13, que veda lo que se conoce como "tontinas"; esto es, que la totalidad de
las ganancias y aun de las prestaciones a la sociedad pertenezcan al socio o
socios sobrevivientes.
Lo que hoy es nulo en virtud del art. 13, inc. 4º de la LS, con anterioridad a la
reforma del cód. civil (ley 17.711) se encontraba expresamente previsto como
"válido" y con un texto idéntico, en el art. 1654, inc. 3º(39), de este último
cuerpo normativo. La nueva redacción del inc. 3º del art. 1654(40) del CC
permite estipular, para el caso de fallecimiento de cualquiera de los socios: a)
que los herederos del socio fallecido sólo tengan derecho a percibir, como
única cuota de las ganancias correspondientes a éste, una cantidad
determinada, o b) que el socio o socios sobrevivientes puedan quedarse con
todo el activo social, pagándoles una cantidad determinada. Y la reforma
agregó: a) que la aplicación de esta estipulación no podrá afectar la legítima de
los herederos forzosos, y b) que, en cualquier caso, se podrá invocar el
derecho que acuerda el art. 1198 del CC respecto de las circunstancias
extraordinarias e imprevistas.
Evidentemente, si bien el artículo referido permite establecer un precio
determinado de la participación, lo allí normado obliga a que dicho precio se
ajuste a valores reales, ya que de lo contrario, se podría afectar la legítima de
los herederos forzosos y acarrear la nulidad del pacto.
Cabe destacar que la norma del art. 1654 del CC no fue invocada por el juez
Parodi en el fallo "Enriquez de Vázquez", en razón de que el mismo fue dictado
con anterioridad a la reforma de la ley 17.711. La norma del art. 1654 del CC se
aplica a la sociedad civil, pero es congruente con la disposición del art. 13 de la
LS.
Se podría alcanzar la misma solución por aplicación de la teoría del
enriquecimiento sin causa. Al excluir determinados activos del cálculo del
precio de la participación, los socios sobrevivientes estarán abonando un precio
inferior al real de mercado, enriqueciéndose a costa de los herederos del socio
fallecido.
También se puede citar otro antecedente jurisprudencial en el que se debatió
la inclusión del valor llave en la determinación del precio de las cuotas del socio
premuerto(41). En el caso, se había establecido en el contrato social que, ante
la muerte de un socio, sus herederos debían vender las cuotas al resto de los
socios y éstos adquirirlas, a un valor que sería determinado de común acuerdo
entre los socios en forma anual, en oportunidad de aprobar el balance de la
sociedad. La cláusula no hacía ninguna referencia al denominado valor llave.
La sala E de la Cámara Comercial, con el voto de Arecha, al que adhirieron los
restantes miembros del tribunal, resolvió la inclusión del valor llave por
aplicación de lo dispuesto en el art. 13, inc. 5º de la LS y el art. 1788 bis(42) del
CC. En tal sentido, el juez citado ha dicho que "...de no admitirse su
incorporación al efecto del cálculo, los socios sobrevivientes en virtud de esa
cláusula -que reitero no expresó que debía excluirse ese valor- resultarían
beneficiados a costa de los herederos del socio fallecido, lo cual no parece
admisible".
El art. 1788 bis del CC fue introducido por la reforma de la ley 17.711 y
establece que en la liquidación parcial de la sociedad por fallecimiento, la parte
del socio fallecido se determinará, salvo estipulación en contrario en el contrato
social, computando los valores reales del activo y el valor llave, si existiese.
Una de las dudas que despierta esta norma es la referencia a "salvo pacto en
contrario en el contrato social", lo que permite suponer que se podría convenir
contractualmente la exclusión del valor llave. No obstante, por aplicación de lo
dispuesto en el art. 13, inc. 5º de la LS, el valor de la participación no podría
apartarse notoriamente del valor real debido a que, de lo contrario, dicha
cláusula sería nula.
VI
Efectos del ejercicio de la opción de adquirir
la participación del causante
Si el contrato social establece que, ante la muerte de uno de los socios, los
sobrevivientes podrán optar por la incorporación de los herederos o la
adquisición de las cuotas del socio fallecido, parece razonable sostener que,
ocurrida la muerte, nace en cabeza de los supérstites una obligación de
naturaleza alternativa.
De acuerdo a lo dispuesto en el art. 635 del CC: "Obligación alternativa es la
que tiene por objeto una entre muchas prestaciones independientes y distintas
las unas de las otras en el título, de modo que la elección que deba hacerse
entre ellas, quede desde el principio indeterminada".
Una vez ejercida la opción por los socios, se produce la transformación de la
obligación alternativa en una de dar cosa cierta, operando la concentración del
objeto de la obligación en la prestación elegida, con efecto retroactivo al
momento de haber sido contraída la obligación(43).
La sala B de la Cámara Comercial, en el caso "Faille de Gómez Acuña", al
analizar la validez de una cláusula que establecía una opción como la indicada
anteriormente(44), entendió que se trataba de una obligación alternativa en la
que, una vez realizada la elección, se produce la concentración de la deuda en
la prestación elegida que funciona retroactivamente, con abstracción de las
prestaciones descartadas(45).
En este tipo de obligaciones, existe un solo vínculo entre las partes referido a
varias prestaciones, pero sujetas a la condición resolutoria de que sea elegida
alguna de las otras. Una vez ejercida la opción, aquellas prestaciones que no
hayan sido seleccionadas desaparecen con efecto retroactivo al tiempo de
haberse contraído la obligación, como si nunca hubiesen sido debidas.
VII
Situación de los herederos con anterioridad
al ejercicio de la opción. Medidas cautelares
Ante la presencia de una cláusula como la analizada en el apartado VI del
presente, producida la muerte del socio, son los sobrevivientes los que tienen
que decidir sobre la incorporación de los herederos o la adquisición de las
cuotas correspondientes al socio fallecido. En este período previo al ejercicio
de la opción, si no hubiere un plazo pactado en el contrato social, los herederos
sólo podrían intimar la toma de la decisión por parte de los socios. Lo mismo
ocurriría si el plazo pactado se encontrare vencido.
A falta de plazo pactado para el ejercicio de la opción, parecería que la norma
que por analogía se asimila más a este supuesto es la del art. 153(46) de la
LS, que establece un plazo de 30 días para ejercer los derechos de
conformidad. En definitiva, en ambos casos se trata de supuestos de limitación
a la libre transmisibilidad de las cuotas sociales.
Es claro que el tiempo que transcurra desde la muerte del socio hasta el
ejercicio de la opción no puede obrar en perjuicio de los herederos. Por ello,
existe la posibilidad de que los herederos soliciten medidas cautelares, siempre
que las circunstancias del caso así lo justifiquen.
La ley 19.550 legisla la medida cautelar de intervención judicial en protección
de los socios o de la sociedad, para los supuestos en los cuales los actos de la
gerencia pongan en peligro sus derechos. Sin embargo, los supuestos
previstos en el citado cuerpo normativo, no agotan su procedencia, ya que,
asimismo, puede ser decretada a pedido del acreedor para que un funcionario
designado dé noticia acerca del estado de los bienes objeto del juicio u
operaciones o actividades efectuadas. El art. 224(47) del cód. procesal
contempla expresamente la figura del interventor informante.
Por otra parte, debe tenerse en consideración que el art. 690(48) del mismo
código prevé la facultad del juez de disponer las medidas que considere
convenientes para la seguridad de los bienes y documentación del causante,
entre las cuales podría decretarse la del interventor informante antes
mencionada.
En este orden de ideas, cabe citar el fallo "Calabi" de fecha 15-5-85, en el que
la sala C de la Cámara Nacional de Apelaciones en lo Civil ha dicho que "las
medidas previstas por el art. 690 del cód. procesal tienden a individualizar el
haber sucesorio y a conservarlo. De ahí que, cuando entre los bienes
denunciados figura una importante participación del causante en el aporte del
capital social, que asciende a un tercio del mismo y otro tercio del mismo ha
sido aportado por un hermano de aquél, cabe considerar incluida la
intervención entre las medidas genéricas contempladas en el párrafo tercero,
siempre que esté dirigida a determinar el haber sucesorio y a conservarlo"(49).
VIII
A modo de conclusión
A partir del análisis efectuado, resulta a todas luces que la técnica legislativa
empleada en materia de transmisión de cuotas por causa de muerte es
deficiente y, por lo tanto, sería conveniente que el texto del art. 155 de la LS
fuera reformado a fin de clarificar el régimen aplicable, estableciendo que la
muerte del socio producirá la incorporación de sus herederos a la sociedad,
salvo pacto en contrario.
Siguiendo el desarrollo de este breve estudio, se pueden obtener las
siguientes conclusiones:
1. Luego de la reforma de la ley 22.903, rige en materia de SRL el principio de
la libre transmisión de cuotas por acto entre vivos o por causa de muerte;
2. Producida la muerte del socio, los herederos se incorporan a la sociedad,
salvo que lo contrario estuviere estipulado en el contrato social. Ello obedece a
que la SRL se encuentra excluida de la nómina de sociedades respecto de las
cuales el art. 90, LS, establece que la muerte del socio produce la resolución
parcial del contrato;
3. La ausencia de cláusula contractual de incorporación de los herederos no
obsta a que dicha incorporación igualmente se produzca, siempre que no se
haya convenido lo contrario en forma expresa;
4. La muerte del socio sólo será considerada como causal de resolución
parcial o disolución de una SRL si ello estuviera expresamente previsto en el
contrato constitutivo;
5. El régimen de inoponibilidad de las cláusulas limitativas a la transmisibilidad
del art. 155 de la LS rige en todos los casos de incorporación forzosa de
herederos, sea que la misma se haya producido a raíz de un pacto expreso o
por silencio del contrato;
6. No existe ningún obstáculo para que en el contrato social se estipule que
los sobrevivientes, luego de la muerte de un socio, puedan optar por incorporar
o no a sus herederos, resolver parcialmente el contrato o bien adquirir la
participación del causante;
7. La regla de la automaticidad sucesoria no es absoluta y encuentra sus
límites en la autonomía de la voluntad, a partir de lo dispuesto en el art. 1195
del CC, que establece que los efectos de los contratos se extienden a los
herederos, salvo estipulación en contrario;
8. La cláusula que establece una opción a favor de los sobrevivientes de
incorporar a los herederos o adquirir las cuotas del causante, constituye una
obligación de naturaleza alternativa en los términos del art. 635 del CC;
9. En caso que no se haya estipulado en el contrato social la forma de
determinación del precio de las cuotas, el procedimiento que por analogía, se
asimila más a este supuesto es el previsto en el art. 154 de la LS;
10. Si los socios optaren por negar la incorporación de los herederos y
adquirir las cuotas correspondientes al socio fallecido, deberá abonarse un
"justo precio" que no se aparte notoriamente de su valor real;
11. La cláusula que estableciere un procedimiento de cálculo del valor de la
participación que se aparte notoriamente de su valor real será considerada nula
en los términos del art. 13, inc. 5º de la LS.
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1999.
voces: sociedad de responsabilidad limitada - sociedad - sucesión
1Art. 3410, cód. civil: "Cuando la sucesión tiene lugar entre
ascendientes, descendiente y cónyuge, el heredero entra en posesión de
la herencia desde el día de la muerte del autor de la sucesión, sin ninguna
formalidad o intervención de los jueces, aunque ignorase la apertura de la
sucesión y su llamamiento a la herencia".
2Se fundamentó la reforma expresando que "la complejidad en
la transmisión de las cuotas parece haber sido uno de los factores que ha
desalentado la difusión del tipo frente a la agilidad que ofrecen las
acciones. Por ende constituye pieza fundamental de la reforma, la
modificación propiciada en los textos de los arts. 152, 153, 154 y 155, a
partir de la regla de la libre transmisibilidad que reconoce su fuente en las
legislaciones alemana e italiana, morigerada con un amplio margen para
su limitación por obra de cláusulas contractuales, y con la posibilidad de
oposición mediando justa causa" (Exposición de Motivos, ley 22.903).
3Art. 152, ley 19.550: "[Cesión de cuotas]. Las cuotas son
libremente transmisibles, salvo disposición contraria del contrato. La
transmisión de la cuota tiene efecto frente a la sociedad desde que el
cedente o el adquirente entreguen a la gerencia un ejemplar o copia del
título de la cesión o transferencia, con autentificación de las firmas si
obra en instrumento privado. La sociedad o el socio sólo podrán excluir
por justa causa al socio así incorporado, procediendo con arreglo a lo
dispuesto por el artículo 91, sin que en este caso sea de aplicación la
salvedad que establece su párrafo segundo. La transmisión de las cuotas
es oponible a los terceros desde su inscripción en el Registro Público de
Comercio, la que puede ser requerida por la sociedad; también podrán
peticionarla el cedente o el adquirente exhibiendo el título de la
transferencia y constancia fehaciente de su comunicación a la gerencia".
4Entre otros, Nissen, Ricardo A., Ley de Sociedades
Comerciales, comentada, anotada y concordada, Buenos Aires, Ábaco,
1998, t. 3, pág. 54; Castro Sammartino, Mario y Garrone, José A., Ley de
Sociedades Comerciales, Lexis nº 1605/001656; Filippi, Laura L., El
fallecimiento del socio en las Sociedades de Responsabilidad Limitada,
Lexis nº 0003/007669, JA, 2000-II-989.
5-
Filippi, Laura L., ídem.
6Art. 90, ley 19.550: "[Muerte de un socio] En las sociedades
colectivas, en comandita simple, de capital e industria y en participación,
la muerte de un socio resuelve parcialmente el contrato. En las
sociedades colectivas y en comandita simple, es lícito pactar que la
sociedad continúe con sus herederos. Dicho pacto obliga a éstos sin
necesidad de un nuevo contrato, pero pueden ellos condicionar su
incorporación a la transformación de su parte en comanditaria".
7Art. 89, ley 19.550: "[Causales contractuales] Los socios
pueden prever en el contrato constitutivo causales de resolución parcial y
de disolución no previstas en esta ley".
8Conf. Vítolo, Daniel R., La situación de los herederos en las
sociedades de responsabilidad limitada, en Las sociedades comerciales y
la transmisión hereditaria, Buenos Aires, Ad-Hoc, 1993, pág. 145 y sigs.
9En la Exposición de Motivos de la ley 22.903, se ha dicho
expresamente que "En este caso -establece la reforma- cobra plenitud el
principio de la libre transmisión de cuotas, sin que en el término de tres
meses desde la incorporación de los herederos puedan invocarse las
limitaciones de la transmisibilidad; la opción de compra, en este
supuesto, no admite cuestionamiento de precio. Esta facilidad que ahora
se otorga para el egreso del heredero, vinculado por la cláusula de un
contrato en el que no fue parte, es la contrapartida razonable a la posición
de socio que se le impone".
10 Art. 155, ley 19.550: "[Incorporación de los herederos] Si el
contrato previera la incorporación de los herederos del socio, el pacto
será obligatorio para éstos y para los socios. Su incorporación se hará
efectiva cuando acrediten su calidad; en el ínterin actuará en su
representación el administrador de la sucesión. Las limitaciones a la
transmisibilidad de las cuotas serán, en estos casos inoponibles a las
cesiones que los herederos realicen dentro de los tres (3) meses de su
incorporación. Pero la sociedad o los socios podrán ejercer opción de
compra por el mismo precio, dentro de los quince (15) días de haberse
comunicado a la gerencia el propósito de ceder la que deberá ponerla en
conocimiento de los socios en forma inmediata y por medio fehaciente".
11 Conf. Zunino, Jorge O., Sociedades comerciales. Disolución y
liquidación, Buenos Aires, Astrea, 1984, t. 1, pág. 450.
12 C. Civ. y Com. Bahía Blanca, sala I, autos "Zoilo, Osvaldo P. y
otra c. Zoilo Hnos. S.R.L. y otros", 24-11-92, Lexis nº 941104, JA, 1994-I350.
13 Fortín, Pablo J., Un caso de derecho de opción por los
herederos del socio fallecido, Lexis nº 941104, JA, 1994-I-350.
14 Conf. Acquarone, María, Pactos de incorporación y exclusión
de herederos, en Las sociedades comerciales y la transmisión hereditaria,
Buenos Aires, Ad-Hoc, 1993, pág. 129.
15 457.
Conf. Zunino, Jorge O., Sociedades comerciales..., cit., pág.
16 pág. 152.
Conf. Vítolo, Daniel R., La situación de los herederos..., cit.,
17 457.
Conf. Zunino, Jorge O., Sociedades comerciales..., cit., pág.
18 Art. 197, cód. civil: Las convenciones hechas en los contratos
forman para las partes una regla a la cual deben someterse como a la ley
misma.
19 CNCom., sala B, autos "Faille de Gómez Acuña, Elena E. y
otros c. Kucza, María Isabel y otros s/sumario" (causa 5687/00), 22-4-05
(del voto de la Dra. Piaggi), elDial.com AA298D.
20 Art. 1195, cód. civil: "Los efectos de los contratos se
extienden activa y pasivamente a los herederos y sucesores universales,
a no ser que las obligaciones que nacieren de ellos fuesen inherentes a la
persona o que resultase lo contrario de una disposición expresa de la ley,
de una cláusula del contrato, o de su naturaleza misma. Los contratos no
pueden perjudicar a terceros".
21 CNCom., sala B, autos "El Chañar S.A. ante la Inspección
General de Justicia, trámite de precalificación", 27-10-93.
22 Art. 214, ley 19.550: "[Transmisibilidad] La transmisión de las
acciones es libre. El estatuto puede limitar la transmisibilidad de las
acciones nominativas o escriturales, sin que pueda importar la
prohibición de su transferencia. La limitación deberá constar en el título o
en las inscripciones en cuenta, sus comprobantes y estados respectivos".
23 CNCom., sala B, autos "El Chañar S.A....", cit. (Del dictamen
del Fiscal de Cámara, Raúl A. Calle Guevara, de fecha 6-10-93).
24 Art. 3417, cód. civil: "El heredero que ha entrado en la
posesión de la herencia, o que ha sido puesto en ella por juez
competente, continúa la persona del difunto, y es propietario, acreedor o
deudor de todo lo que el difunto era propietario, acreedor o deudor, con
excepción de aquellos derechos que no son transmisibles por sucesión.
Los frutos y productos de la herencia le corresponden. Se transmiten
también al heredero los derechos eventuales que puedan corresponder al
difunto".
25 -
Conf. Fortín, Pablo J., Un caso de derecho..., cit.
26 Conf. Nissen, Ricardo A., Panorama actual de derecho
societario, Buenos Aires, Ad-Hoc, 2000, pág. 140.
27 P....", cit.
C.Civ. y Com. Bahía Blanca, sala I, autos "Zoilo, Osvaldo
28 -
Conf. Nissen, Ricardo A., Panorama actual..., cit., pág. 141.
29 Art. 13, inc. 5º, ley 19.550: "[Estipulaciones nulas] Son nulas
las estipulaciones siguientes: (...) 5) Que permitan la determinación de un
precio para la adquisición de la parte de un socio por otro, que se aparte
notablemente de su valor real al tiempo de hacerla efectiva".
30 Conf. CNCom., sala B, autos "Faille de Gómez Acuña, Elena
E. y otros...", cit.
31 pág. 163.
Conf. Vítolo, Daniel R., La situación de los herederos..., cit.,
32 Conf. Favier Dubois (p), Eduardo M., Valuación y pago de la
parte del socio fallecido, en Las sociedades comerciales y la transmisión
hereditaria, Buenos Aires, Ad-Hoc, 1993, pág. 171.
33 -
Ídem, pág. 173 y sigs.
34 -
18-4-61, ED, 3-793 y sigs.
35 Art. 1790, cód. civil: "Si alguno prometiese bienes
gratuitamente, con la condición de no producir efecto la promesa sino
después de su fallecimiento, tal declaración de voluntad será nula como
contrato, y valdrá sólo como testamento, si está hecha con las
formalidades de estos actos jurídicos".
36 Art. 1715, cód. civil: "Sólo serán deudas contraídas por la
sociedad aquellas que sus administradores contrajeren como tales,
indicando de cualquier modo esa calidad, u obligándose por cuenta de la
sociedad, o por la sociedad".
37 CNCom., sala C, autos "Enriquez de Vázquez, Josefina c.
Talleres Industriales A. Vázquez e hijo S.R.L.", 15-5-62, ED, 3-796.
38 Art. 13, inc. 4º, ley 19.550: "[Estipulaciones nulas] Son nulas
las estipulaciones siguientes: (...) 4) Que la totalidad de las ganancias y
aun de las prestaciones a la sociedad, pertenezcan al socio o socios
sobrevivientes...".
39 Art. 1654, inc. 3º, cód. civil (anterior a la reforma de la ley
17.711): "Son válidas las estipulaciones siguientes: (...) 3. Que la totalidad
de las ganancias, y aun de las prestaciones de la sociedad, pertenezca al
socio o socios sobrevivientes...".
40 Art. 1654, inc. 3º, cód. civil (texto reformado por la ley 17.711):
"Son válidas las estipulaciones siguientes: (...) 3. Que por fallecimiento de
cualquiera de los socios, sus herederos sólo tengan derecho a percibir
como cuota de sus ganancias una cantidad determinada, o que el socio o
socios sobrevivientes puedan quedar con todo el activo social, pagándole
una cantidad determinada. Empero la aplicación de esta estipulación, no
podrá afectar la legítima de los herederos forzosos. Además será
invocable en cualquier caso el derecho que acuerda el art. 1198 respecto
de las circunstancias imprevistas sobrevinientes...".
41 CNCom., sala E, autos "Freire, Anselmo M. y otro c. Rafrefe
S.R.L. s/sumario", 20-4-05, Errepar DSE nº 216, noviembre 2005, t. XVII,
pág. 1431.
42 Art. 1788 bis, cód. civil: "En la liquidación parcial de la
sociedad por fallecimiento o retiro de algún socio, la parte del socio
fallecido o saliente se determinará, salvo estipulación en contrario del
contrato social, computando los valores reales del activo y el valor llave,
si existiese".
43 Conf. Alterini, Atilio A.; Ameal, Oscar J. y López Cabana,
Roberto M., Derecho de obligaciones, civiles y comerciales, Buenos Aires,
Abeledo-Perrot,1993, pág. 490.
44 La cláusula 10 del contrato social de "Enta Comercial &
Industrial S.R.L." establecía que ante el fallecimiento de uno de los
socios, los supérstites tenían la opción de: (i) continuar en sociedad con
sus herederos o, (ii) adquirir su participación por el valor determinado
mediante un balance especial realizado al efecto.
45 Conf. CNCom., sala B, autos "Faille de Gómez Acuña, Elena
E. y otros...", cit.
46 Art. 153, ley 19.550: "[Limitaciones a la transmisibilidad de las
cuotas]. El contrato de sociedad puede limitar la transmisibilidad de las
cuotas, pero no prohibirla. Son lícitas las cláusulas que requieran la
conformidad mayoritaria o unánime de los socios o que confieran un
derecho de preferencia a los socios o a la sociedad si ésta adquiere las
cuotas con utilidades o reservas disponibles o reduce su capital. Para la
validez de estas cláusulas el contrato debe establecer los procedimientos
a que se sujetará el otorgamiento de la conformidad o el ejercicio de la
opción de compra, pero el plazo para notificar la decisión al socio que se
propone ceder no podrá exceder de treinta (30) días desde que éste
comunicó a gerencia el nombre del interesado y el precio. A su
vencimiento se tendrá por acordada la conformidad y por no ejercitada la
preferencia. [Ejecución forzada]. En la ejecución forzada de cuotas
limitadas en su transmisibilidad, la resolución que disponga la subasta
será notificada a la sociedad con no menos de quince (15) días de
anticipación a la fecha del remate. Si en dicho lapso el acreedor, el deudor
y la sociedad no llegan a un acuerdo sobre la venta de la cuota, se
realizará su subasta. Pero el juez no la adjudicará si dentro de los diez
(10) días la sociedad presenta un adquirente o ella o los socios ejercitan
la opción de compra por el mismo precio, depositando su importe".
47 Art. 224, cód. procesal civil y comercial de la Nación:
"[Interventor informante]. De oficio o a petición de parte, el juez podrá
designar un interventor informante para que dé noticia acerca del estado
de los bienes objeto del juicio o de las operaciones o actividades, con la
periodicidad que se establezca en la providencia que lo designe".
48 Art. 690, código procesal civil y comercial de la Nación:
"[Medidas preliminares y de seguridad]. El juez hará lugar o denegará la
apertura del proceso, previo examen de su competencia y recepción de la
prueba que resultare necesaria. Dentro del tercero día de iniciado el
procedimiento, el presentante deberá comunicarlo al Registro de Juicios
Universales, en la forma y con los recaudos que establece la
reglamentación respectiva. A petición de parte interesada, o de oficio, en
su caso, el juez dispondrá las medidas que considere convenientes para
la seguridad de los bienes y documentación del causante. El dinero, los
títulos, acciones y alhajas se depositarán en el banco de depósitos
judiciales. Respecto de las alhajas se adoptará la misma medida, salvo
que los herederos decidieren que quedaren bajo su custodia".
49 90.
CNCiv., sala C, autos "Calabi, Mario C.", 15-5-85, LL, 1985-D-
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