Cristianismo Verdadero: “La verdadera Gracia”

Anuncio
Cristianismo Verdadero: “La Verdadera Gracia”
CRISTIANISMO VERDADERO
LA VERDADERA GRACIA
1Pe 5:12 Por conducto de Silvano, a quien tengo por hermano fiel, os he escrito brevemente,
amonestándoos, y testificando que ésta es la verdadera gracia de Dios, en la cual estáis.
“Os he escrito brevemente, amonestándoos, y testificando que ésta es la verdadera gracia de Dios, en la cual estáis”.
Pedro hace hincapié en la verdadera gracia de Dios, porque aún en sus días, se predicaba un falso tema de la
gracia.
Así, Judas advirtió contra “hombres impíos que habiéndose infiltrado dentro de la iglesia, estaban
convirtiendo en libertinaje la gracia de nuestro Dios” (Jud. 1:4). La verdadera gracia nos enseña a decir “NO” a la
impiedad y a los deseos mundanos (Tit. 2:11-12).
¡La gracia verdadera no es tolerancia! No es una excusa para pecar, ni justifica el pecado. La gracia verdadera no
sugiere que Dios voltea la cabeza fingiendo no ver nuestro pecado, o por conocer nuestra debilidad disculpa la
desobediencia.
La gracia no quita nunca la responsabilidad que tenemos de guardar los mandamientos de Dios, mas nos capacita
para obedecerlos. La iglesia debe darse cuenta de que Dios no pasa por alto nuestros pecados. Por el contrario, Él
ofrece este bien divino llamado gracia, para que quedemos libres de la garra del pecado y podamos hacer la
voluntad de Dios.
“Donde abunda el pecado, sobreabunda la gracia (Ro. 5:20b).
La gracia tiene dos significados específicos:
1. Gracia es un favor no merecido.
Es la soberana generosidad y benignidad de Dios para con nosotros.
2. Gracia es la divina capacitación y fuerza.
Es un poder transformador que nos faculta y vigoriza.
¡LA GRACIA ES PODER!
Poder para cambiarnos, guardarnos y usarnos
La gracia de Dios nos capacita (1 Co. 15:10). Es un bien que Dios deposita en nosotros cuando estamos
necesitados (Heb. 4:16). La gracia es lo único que transforma nuestras vidas. (1Ti 1:13-14).
Si Dios no nos da soberanamente de su gracia, no se opera ningún cambio. Podemos mantener nuestros
corazones libres de amargura solo cuando se nos concede la gracia (Heb. 12:15). La gracia es básica
para controlar nuestras emociones. “Porque buena cosa es afirmar el corazón con la gracia” (Heb. 13:9).
La gracia nos proporciona el poder necesario para obedecer lo que Dios nos pide (Rom. 1:5).
La gracia es tan poderosa que la manifestación de ella salta a la vista. (Hechos 11:23).
“Nos estamos bajo la ley, sino bajo la gracia” significa que Dios espera mas de nosotros (Rom. 6:14-15).
Antes de que la gracia llegara por medio de Cristo, el pueblo de Dios tenía la ley, pero su poder para
obedecerla era escaso. Ahora, habiendo llegado la gracia, el poder para guardar sus justos
requerimientos está disponible. “La justicia de la ley” debe cumplirse en nosotros (Rom. 8:4).
Iglesia Cristiana “Luz de Cristo”
1
Cristianismo Verdadero: “La Verdadera Gracia”
Solamente la gracia nos cambia (1Co. 15:9-10).
Pablo, en otro tiempo perseguidor de la iglesia de Dios (Gal. 1:13), dijo: “Por la gracia de Dios soy lo que
soy” La gracia transformó la vida de Pablo. Él la recibió en abundancia (1Ti. 1:13-14).
La gracia es concedida en tiempos de necesidad (Heb. 4:16).
Existe la exhortación a “acercarnos confiadamente al trono de la gracia, para alcanzar misericordia y
hallar gracia para el oportuno socorro”. Si lo invocamos y mantenemos la actitud correcta, Dios derrama
fielmente en nuestras vidas la gracia sustentadora cuando nos encontramos bajo presión.
La gracia se concede solamente a los humildes (Stgo. 4:6, 1P. 5:5-6, Pr. 3:34).
Siempre hay una razón para que unos reciban gracia y otros no. Noé halló gracia a los ojos de Jehova y
fue protegido en medio del juicio, pero otros no lo fueron. Nuestra actitud determina si recibiremos la
gracia o no.
Cuando la gente endurece su corazón, se resiste a Dios y corta el flujo de la gracia.
La abundancia de gracia nos permite reinar en vida (Rom. 5:17).
“Reinaran en vida… los que reciben la abundancia de la gracia”. Si solo recibimos una pequeña porción de
gracia, no podemos reinar. La medida de gracia que recibimos depende tanto de nosotros como de Dios.
El espíritu de gracia puede ser ofendido (Heb. 10:29). Cada vez que somos agraviados, la gracia está
disponible de inmediato, pero el no apropiarnos de ella resulta en amargura. (Heb. 12:15).
De acuerdo con Pablo, no tenemos excusa para amargarnos, pues Dios no nos somete a una prueba
mayor de la que podemos soportar (1Co. 10:13). Así, al amargarnos nos estamos resistiendo a la gracia
disponible, hemos endurecido el corazón y no hemos querido soltar la ofensa.
La perfección exige más gracia (Heb. 6:1-3)
Pablo exhortó a los hebreos a ir más allá de los primeros rudimentos de la doctrina, diciendo: “Vamos
adelante a la perfección”. Pero luego añade: “Esto haremos, si Dios en verdad lo permite”. En otras
palabras, Si Dios da más gracia.
¿CUANTA GRACIA RECIBIREMOS?
Repetidas veces en las Escrituras, Dios compara a los hombres con vasijas. Fuimos creados con un
vacio, y por eso tenemos una capacidad innata de contener algo. Lo que permitamos que se vierta en
nuestras vidas, determinará si seremos vasijas buenas o malas (Rom. 9:22-23-, 2Ti. 2:20-22).
Cualquier cosa que se vierta en nosotros, saturará todo nuestro ser. Observemos la cantidad de veces
que encontramos las palabras “lleno” o “llenado” en la palabra de Dios.
En el libro de los Hechos es interesante notar que cuando el Señor se movía en un avivamiento, los
habitantes de cada ciudad se llenaban de algo. Unos se llenaban del Espíritu Santo, más otros se
llenaban de envidia. Unos se llenaban de fe y poder, más otros de indignación. Unos se llenaban de
frutos de justicia, pero otros eran llenos de frutos del enemigo. Todo dependía de la fuente que les daba
de beber: Si el rio de Dios o el rio de este mundo. (Hechos 13:9-10).
Iglesia Cristiana “Luz de Cristo”
2
Cristianismo Verdadero: “La Verdadera Gracia”
RESUMEN
Por consiguiente, ya que somos vasijas y podemos contener algo, Dios quiere llenarnos de su gracia y de
todos los frutos que la acompañan. Cada vez que le permitimos a Dios depositar en nuestras vidas este
bien espiritual llamado gracia, somos diferentes y cambiamos. La gracia no es algo etéreo. Es un bien y
se recibe en nuestra vasija.
Por ser la gracia lo único que nos transforma, y por ser solo los humildes lo que la reciben, la manera
exclusiva de avanzar en nuestro andar cristiano es humillándonos. Para poder recibir en nuestras vidas
gracia nueva, esa gracia que conduce a un nuevo crecimiento, debemos arrodillarnos al pie de la cruz.
Por esta razón vale la pena tener una dificultad irremediable. Cuando la solución de un problema esta
mas allá de nuestros límites, tenemos que humillarnos y buscar ayuda en los demás, lo cual abre la
puerta a gracia nueva. (Stg. 4:10).
Al hombre se le concede gracia en tiempos de necesidad. Por lo tanto, quienes han pasado por más
dificultades y han acudido a Dios en ellas, poseen una mayor gracia en sus vidas. Una dolorosa situación
es una oportunidad para que se vierta en nuestra vasija esa gracia que cambia vidas. A las personas que
enfrentan una gran necesidad, se les imparte una abundante gracia. Sin embargo, aquí entra en juego
otro factor: “la actitud”.
La forma en que respondemos a una situación difícil es lo que hace la diferencia. Muchas veces el
hombre enfrenta a la adversidad, pero por su mala actitud, no recibe la gracia. La reacción que tengamos
puede convertir una circunstancia penosa en una horrenda tribulación o en una oportunidad para recibir
nueva gracia. Tenemos la alternativa de abrir o cerrar nuestra vasija a la gracia.
Recibir o rechazar la gracia esta en nuestra potestad. Cuando nos hieren, de inmediato tenemos una
alternativa, Podemos endurecer nuestro corazón rechazando la gracia, podemos clamar a Dios por su
gracia, la cual nos sostiene en momentos de tribulación. Su gracia basta (2Co. 12:9), pero si
endurecemos el corazón, detenemos el flujo de ella y la amargura toma posesión (Heb. 12:15). Por eso,
en todo tiempo la vasija debe permanecer abierta a las maravillosas riquezas de la gracia de Dios. El
único momento en que debemos cerrarla es cuando haya plaga o muerte en el aire (chismes, doctrinas
falsas). Ver Números 19:14-19.
Pablo mantenía su vasija abierta para Dios, y llego a acumular una enorme cantidad de gracia con el
paso de los años (1Ti 1:13-14). Cuando la gracia es vertida sin cesar en nuestras vidas, día a día,
acumulamos lo que Pablo describió como “la abundancia de la gracia” (Rom. 5:17). La abundancia de la
gracia se requiere para reinar en esta vida y en la venidera.
Las Escrituras mencionan tres niveles de gracia: La gracia que basta (la que es suficiente para sacarnos
adelante) 2Cor. 12:9; La abundancia de la gracia (para reinar en vida) Rom. 5:17,
y la gracia que sobreabunda (para transformarnos completamente, haciéndonos más que vencedores).
1Ti 1:13-14.
“Noé hallo gracia ante los ojos de Jehova” Gn. 6:8, ¡Pero otros no! Sin embargo, Dios no tiene favoritos.
¿Por qué reciben gracia unas personas y otras no? Depende de le actitud. Dios da gracia a los humildes
mas resiste a los soberbios. Por eso, nuestra actitud determina cuanta gracia recibiremos (Is. 57:15).
Iglesia Cristiana “Luz de Cristo”
3
Cristianismo Verdadero: “La Verdadera Gracia”
Este es el clima en que se concede la gracia:
En las dificultades, en las tentaciones, estando bajo presión (Heb. 4:16, 2Co. 12:7-9)
Esta es la actitud para recibir la gracia:
La humildad. Se concede la gracia a los humildes (Stg. 4:6,1P5:5-6, Pr. 3:34, Ef. 6:24)
Pablo amonesta: “Esfuérzate en la gracia que es en Cristo Jesus” (2Ti. 2:1). Jesus vino a la tierra como
un hombre corriente. Durante sus múltiples pruebas y tentaciones, Él obtuvo gracia (capacitación divina)
de su Padre celestial, hasta estar “lleno de gracia y verdad” en cada aspecto de su vida (Jn. 1:14). Cristo
comprende plenamente cada fase de tentación humana (Heb. 2:16-18). Hoy somos llamados al trono de
la gracia para hallar socorro en nuestra necesidad, porque esta gracia se encuentra en Cristo, quien está
sentado a la diestra de Dios.
DEFINICION DE LA GRACIA
La gracia es mucho más que un favor inmerecido. En la palabra de Dios, muchas veces “gracia”
significa capacitación divina o poder. A continuación damos una lista de ejemplos del poder
capacitador y transformador de la gracia mencionada en la Biblia:
LA GRACIA ES PODER PARA LLEVAR UNA PESADA CARGA.
“Antes he trabajado más que todos ellos; pero no yo, sino la gracia de Dios conmigo.” (1Corintios 15:10)
LA GRACIA ES PODER PARA UN MINISTERIO PODEROSO
“Pues el que actuó (el Espíritu) en Pedro para el apostolado de la circuncisión, actuó también en mí para con los gentiles), y
reconociendo la gracia que me había sido dada, Jacobo, Cefas y Juan, que eran considerados como columnas, nos dieron a
mí y a Bernabé la diestra en señal de compañerismo, para que nosotros fuésemos a los gentiles, y ellos a la circuncisión.
(Gálatas 2:8-9).
LA GRACIA ES PODER PARA HACER LA VOLUNTAD DE DIOS
“Y por quien recibimos la gracia y el apostolado, para la obediencia a la fe en todas las naciones por amor de su nombre;”
(Ro. 1:5)
LA GRACIA ES PODER PARA TRANSFORMARNOS
“Habiendo yo sido antes blasfemo, perseguidor e injuriador… pero la gracia de nuestro Señor fue más abundante” (1Tim 1:1314)
LA GRACIA ES PODER PARA VENCER EL PECADO.
“Más cuando el pecado abundó, sobreabundó la gracia”. (Romanos 5:20)
LA GRACIA ES PODER PARA REINAR EN VIDA
Pues si por la transgresión de uno solo reinó la muerte, mucho más reinarán en vida por uno solo, Jesucristo, los que reciben
la abundancia de la gracia y del don de la justicia. (Romanos 5:17).
LA GRACIA ES PODER PARA ENTENDER LA VERDAD Y DECLARARLA.
Del cual yo fui hecho ministro por el don de la gracia de Dios que me ha sido dado según la operación de su poder.
A mí, que soy menos que el más pequeño de todos los santos, me fue dada esta gracia de anunciar entre los gentiles el
evangelio de las inescrutables riquezas de Cristo, y de aclarar a todos cuál sea la dispensación del misterio escondido desde
los siglos en Dios, que creó todas las cosas; (Efesios 3:7-9).
Iglesia Cristiana “Luz de Cristo”
4
Cristianismo Verdadero: “La Verdadera Gracia”
LA GRACIA ES PODER PARA DESEMPEÑARNOS SABIAMENTE EN CARGOS DE
AUTORIDAD.
“ Digo, pues, por la gracia que me es dada, a cada cual que está entre vosotros, que no tenga más alto concepto de sí que el
que debe tener, sino que piense de sí con cordura, conforme a la medida de fe que Dios repartió a cada uno”. (Romanos 12:3.)
LA GRACIA ES PODER PARA MINISTRAR LOS DONES DEL ESPIRITU.
“De manera que, teniendo diferentes dones, según la gracia que nos es dada, si el de profecía, úsese conforme a la medida de
la fe”; (Romanos 12:6).
LA GRACIA ES PODER PARA MANTENER NUESTROS CORAZONES LIBRES DE
AMARGURA.
“Mirad bien, no sea que alguno deje de alcanzar la gracia de Dios; que brotando alguna raíz de amargura, os estorbe.
(Hebreos 12:15).
LA GRACIA ES PODER PARA AFIRMAR NUESTROS CORAZONES Y EMOCIONES.
“No os dejéis llevar de doctrinas diversas y extrañas; porque buena cosa es afirmar el corazón con la gracia, no con viandas,
que nunca aprovecharon a los que se han ocupado de ellas”. (Hebreos 139).
Iglesia Cristiana “Luz de Cristo”
5
Descargar