Las expropiaciones en el nuevo PGC

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Las expropiaciones en el nuevo PGC
Prada Larrea, José Luis / 14-10-2009 / CONTABILIDAD
El ICAC plantea en consulta la perfecta traslación al PGC 2007 los
criterios sobre reconocimiento de beneficios en aquellos supuestos
en los que el justiprecio final se fija a resultas de resolución judicial
firme, criterio contable que es coincidente con el fiscal, como refleja
en contestación a consulta la Dirección General de Tributos.
Uno de los temas que el Instituto de Contabilidad y Auditoría de Cuentas,
en diferentes consultas, se ha venido planteando hasta la fecha con una
cierta frecuencia, ha sido el de las expropiaciones forzosas, reguladas en
nuestro ordenamiento jurídico administrativo en la Ley de Expropiación
forzosa, de 16 de diciembre de 1954.
Lo cierto es que en esta materia son de especial relieve los criterios
civilistas, siendo la teoría del título y el modo, consagrada en el artículo
609 del vigente Código Civil, un elemento esencial de interpretación que
debe en todo caso ser considerado a este respecto.
Pues bien, en reciente contestación a consulta evacuada por el ICAC
(boletín numero 78, consulta 3) se pregunta acerca del tratamiento
contable de un proceso de expropiación para el supuesto de que se
recurriese, en la jurisdicción ordinaria, el importe de justiprecio
inicialmente fijado, y con independencia de que se proceda, por la
Administración expropiante de que se trate, a la ocupación del bien.
Este asunto, el tratamiento contable de un proceso de expropiación forzosa,
cobro del depósito previo a cuenta del justiprecio y de la indemnización por
rápida ocupación -ésta es la traditio o el modo- , cobro del justiprecio y, en
su caso, importe final recibido una vez agotada la vía de recursos que
corresponda, fue ya objeto de análisis por el Instituto en la contestación a
consulta numero 4 de su Boletín número 68, naturalmente en referencia al
Plan Contable entonces vigente, esto es, al de 1990.
La respuesta del instituto giraba en torno a la idea de que el precio
establecido en el acta de consignación de precio y ocupación, generaba un
resultado contable al tiempo de su devengo, entendiéndose como tal el
momento en el que el ente expropiante acordaba o liquidaba tal importe.
Añadía el ICAC que, en lo que concierne a la diferencia entre el
justiprecio finalmente fijado a resultas de los recursos jurisdiccionales
planteados, una vez recaída sentencia firme al respecto, y el importe
determinado en el momento inicial -siendo aquel, el final, de cuantía
superior a la inicial- debe entenderse la existencia de un beneficio
coincidente con el reconocimiento de un derecho de créditoque se
activará con ocasión de la resolución judicial firme, momento desde el
cual, en su caso, y producida una demora en el pago, se generarán y
registrarán los correspondientes intereses de demora.
Carta Tributaria
19/10/2009
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Sin más problema, el ICAC, ante la consulta planteada, viene a concluir que
las apreciaciones y valoraciones realizadas respecto del Plan Contable del
90 son perfectamente trasladables al Plan General de Contabilidad
vigente aprobado por Real Decreto 1514/2007. Por lo tanto, entiende
el órgano consultivo que, una vez analizada la definición de activo y los
criterios de registro o reconocimiento de los mismos que se contienen en el
Marco Conceptual de la contabilidad, no hay razón para entender que la
vigente regulación contable de las expropiaciones, particularmente en lo
que se refiere al efecto final derivado de una sentencia judicial firme en la
cual se establezca un justiprecio superior al inicialmente fijado, sea distinta
de la regulación anterior.
Así pues, a resultas de la sentencia de carácter firme, se fijará un precio
final que, con independencia de su posterior pago efectivo, al momento de
alcanzarse tal firmeza se entenderá que genera un beneficio para la
compañía, beneficio que deberá añadirse a aquél que ya fue inicialmente
registrado con ocasión del devengo del precio inicial.
Llamamos la atención sobre el hecho de que este criterio contable se
compadece perfectamente con el criterio sostenido al efecto, en
materia fiscal, por la Dirección General de Tributos, en contestación a
consulta vinculante nº 0588-08, en la que se puede leer lo siguiente:
El reconocimiento contable y fiscal del derecho de cobro del justiprecio e
intereses en un procedimiento de expropiación forzosa se produce con
arreglo al principio del devengo, de forma que si la determinación del
justiprecio, como parece ser el caso objeto de la presente consulta, deriva
de un procedimiento judicial, de acuerdo con lo establecido por el Instituto
de Contabilidad y Auditoría de Cuentas en informe de 24 de marzo de 2008,
para considerar que existe un beneficio procedente del bien expropiado es
necesario que estemos ante importes acordados o liquidados, es decir, de
valores consolidados que generen beneficios o rendimientos económicos en
la empresa, circunstancia que con carácter general se alcanzará en el caso
de un derecho de crédito por fijación del precio cuando este quede otorgado
por sentencia que haya adquirido firmeza. A partir del reconocimiento del
crédito y hasta su cobro, en la medida en que existiera derecho a percibir
intereses de demora en el cobro del precio, se debería proceder a estimar
su importe y reflejarlo contablemente en cada ejercicio de acuerdo con un
criterio financiero.
En consecuencia, la diferencia entre el justiprecio finalmente fijado y
el precio inicialmente establecido en el acto de consignación del
precio, se imputará como renta a efectos contables y fiscales en el
ejercicio en que el justiprecio quede definitivamente establecido por
sentencia firme, de forma que si existiera derecho a percibir intereses de
demora en el cobro del precio, desde el reconocimiento del crédito hasta su
cobro, deberán reconocerse los correspondientes intereses en cada ejercicio
de acuerdo con un criterio financiero.
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19/10/2009
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