bargo, no han podido llegar á una conclusión perfectamente

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DE
HISTORIA.
NATURAL.
bargo, no han podido llegar á una conclusión perfectamente
•establecida y segura. Un solo punto parecia hasta entonces
dilucidado sólidamente: el de que todas las islas del hemis­
ferio N. del Atlántico, eran de naturaleza volcánica, como lo
habían probado varios geólogos tratándose de las principales
y Darwin (1) de las menores no coralianas.
Pero suscitábase la duda de si los materiales constitutivos
de dichas islas y archipiélag-os eran exclusivamente volcáni­
cos, y en tanto terciarios ó más modernos, ó si habia de unos
y otros en cada isla ó en islas diferentes, cuestión que con los
medios de investigación que entonces se poseían no podía r e ­
solverse con certeza y á la que ha venido recientemente á dar
luces el estudio micrográfico de las rocas, cuyos resultados
posteriores á mi última indicación sobre el particular resu­
miré brevemente.
En una comunicación que dirigí á la Sociedad geológica de
Londres, leida en Junio de 1879 (2), notaba que las rocas de
las islas Canarias se podian reducir á dos grandes tipos: el
uno más antig-uo, caracterizado por el predominio de la hornblenda y el otro más reciente por el del piroxeno augita. Des­
conocía yo á la sazón que el profesor Cohén (3), examinando
algunas de las llamadas hiperstenitas de La Palma, que están
en ella cubiertas ó atravesadas por erupciones más recientes,
llegaba á la conclusión de que eran ante-terciarias y perte­
necientes á las diabasas, á las diabasas peridóticas, á las dioritas, á las sienitas, etc.; pero no en realidad á ningún mate­
rial hipersténico. Por aquel tiempo me ocupaba además en
redactar mi resumen sobre la litología de Tenerife y Gran Ca­
naria que vio la luz. pública bastante después en estos Ana­
les (4), y así falto todavía del valioso apoyo prestado por el
inteligente profesor de Estrasburgo al esclarecimiento de la
cuestión, la planteaba tímidamente con el solo auxilio de mis
propias investigaciones, diciendo que si bien insistía en que
muchas de las llamadas diabasas pizarrosas y pizarras m e t a mórficas por los observadores anteriores á los progresos de la
(1) Geological observations on volcanic Islands, 1814.
(2) Quart. Joum. of the Geol. Soc. t. xxxv, 1879.
(3) Ueber die sogenannte Hyperstenite von Palma.—Neues Jahrb., 176, p. 743.
(4) Nuevas observaciones sobre la litologia de Tenerife y Gran Canaria, ANAL, DE LA.
Soc.
E S P . DE H I S T . N A T . , t. ix,
1880.
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