Guerra en el ciberespacio

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GUERRA EN EL CIBERESPACIO
Nelson Manrique
Para navegar a través de la Triple Web es necesario contar con
programas de cómputo especializados conocidos como
browsers (buscadores o navegadores). Dos son los que mayor
difusión han alcanzado: el Navigator de Netscape y el
Explorer de Microsoft System. Netscape tiene el control de
más del 80% del mercado de navegadores y Microsoft, que a
pesar de ser la compañía productora de software más
importante del mundo no llega siquiera a arañar el 10%, trata
de ganarle este mercado. Microsoft tiene a su favor que la
mayoría de las computadoras PC corren usando sus programas
operativos: el DOS y el Windows, actualmente utilizado en
más de 150 millones de computadoras en el mundo, y hay unas
5 millones de personas desarrollando software para Windows.
Esto lo convierte sin discusión en el sistema operativo dominante para el futuro previsible.
Bill Gates, el propietario de Microsoft System, intenta aprovechar esta ventaja prometiendo
la máxima compatibilidad entre las aplicaciones futuras a desarrollarse en la última versión
de su programa, el Windows 95, y -una oferta nada despreciable- ofreciendo todas las
versiones del Explorer, incluida la última, la 3.0, gratuitamente: cualquiera que lo desee
puede «bajarlo» libremente desde diversas librerías de software a través de Internet y las
empresas que ofrecen el acceso a Internet pueden usarlo libremente, cargando Microsoft
con los costos.
Pero Netscape tiene a su favor, en primer lugar, que su Navigator es, según la casi unánime
opinión de los especialistas independientes, superior al Explorer en prestaciones, y, en
segundo lugar, que ha logrado posicionarse en el mercado mundial como el navegador más
usado. Esta última ventaja es muy importante, porque además de las prestaciones que
actualmente pueden proporcionar ambos programas -que son permanentemente mejoradas
de una versión a otra- interesa considerar qué posibilidad existe de que los programadores
que trabajan haciendo utilidades utilicen uno u otro navegador para construir sus
aplicaciones. Para los usuarios la apuesta por la compatibilidad entre sus navegadores y las
futuras aplicaciones es clave, lo cual favorece al que tiene ya ganada la mayor parte del
mercado actual.
Pero la guerra entre Microsoft y Netscape tiene implicaciones que rebasan el terreno del
mercado de los navegadores Web, abarcando la disputa por la primacía en el mercado
global del software. En un reciente artículo Bill Gates evalúa la estrategia desarrollada por
Netscape y sus implicaciones para Microsoft y la industria informática:
«La estrategia de Netscape -afirma Gates- es hacer que Windows y el sistema operativo de
Apple Macintosh sean innecesarios. A tal fin, están desarrollando un programa que incluirá
al explorador en un sistema operativo completo que permite examinar información. En
versiones futuras Netscape agregará administración de memoria, sistemas de archivos,
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seguridad, programación de horarios, gráficos y demás prestaciones incluidas en Windows
y que son necesarias para ejecutar las aplicaciones.
»La empresa tiene la esperanza de que su explorador se convierta en la plataforma líder
para desarrollo de software y de que acabe reemplazando a Windows como el estándar
aceptado para software. Según el plan de Netscape, la gente descartará sus aplicaciones
para PC y Mac a cambio de software nuevo basado en el explorador de Netscape» (El
énfasis es mío).
En ocasiones anteriores Microsoft System ha afrontado desafíos de empresas gigantes que
pretendieron disputarle su hegemonía. Llama, por eso, la atención la importancia que Gates
concede al desafío de Netscape: «Bajo circunstancias normales -dice-, no sería una buena
idea construir un sistema operativo incompatible sobre otro sistema operativo existente. Sin
embargo, como la muy difundida adopción de Internet es un mar de cambios, la estrategia
de Netscape tendría posibilidades si no fuese por las rápidas innovaciones en Microsoft
Windows». Estas afirmaciones son el reconocimiento del líder de la industria de los
programas de cómputo (lo cual, por otra parte, ya ha hecho explícitamente en numerosas
oportunidades anteriores) de que el futuro del sector depende de qué pasará en Internet.
La respuesta de Microsoft a Netscape es una estrategia cuyo eje consiste en volcar todo el
desarrollo futuro de Windows hacia las aplicaciones orientadas a Internet: «Nuestro
objetivo es combinar lo mejor de su PC con lo mejor en Web, para crear así un único
entorno altamente prometedor». La oferta de Gates, además de comprometerse a que todas
las versiones futuras del Explorer seguirán siendo gratuitas, es asegurar la total
compatibilidad de las aplicaciones de Windows 95 con la red de Webs:
«Windows 95 ya permite que una carpeta contenga vínculos a archivos y otras carpetas.
Estos vínculos se denominan "acceso directo". En un producto complementario que
saldrá a la venta este año, actualizaremos Windows para que toda carpeta pueda ser
una página Web, con texto descriptivo y gráficos, así como también vínculos a archivos y
carpetas.
(...)
»Una carpeta puede aparecer en pantalla de manera convencional, como una lista de
nombres de archivos o una lista de iconos. Uno puede acceder a cualquiera de estos
elementos haciendo doble clic en un nombre o icono. Pero al pasar al modo de ver Web, los
archivos estarían representados como vínculos en una página Web normal, con gráficos y
descripciones que indican el contenido de cada uno, y por lo tanto es posible acceder a ellos
con un solo clic.
»Microsoft cree que todo tipo de datos debe ser tratado de manera consecuente,
independientemente de si son remotos o locales. Esperamos que el concepto de "explorar" o
examinar sea una de las características principales en el uso de PCs».
Esta perspectiva es simplemente revolucionaria: supone simple y llanamente que todo
usuario conectado a Internet podría colocar sus trabajos, ya fuera que estuvieran
desarrollados en un procesador de textos, una base de datos, una hoja de cálculo, un entorno
gráfico o en una combinación de todas estas aplicaciones, inmediatamente en la red de
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redes como una página Web. La interactividad que permitiría esta posibilidad deja muy
atrás hasta a las más optimistas perspectivas.
Gates invita a plegarse a un proyecto «que preserva las grandes inversiones realizadas por
empresas e individuos en hardware, software y capacitación». Un argumento que sin duda
debe pesar para quienes tienen una gran capacidad informática instalada, como sucede con
las grandes corporaciones, más aún cuando es expresada por el rey Midas en la industria
informática, que habiendo comenzado sin mayor capital cuando estudiante ha levantado un
imperio que en 1995 hizo utilidades por 8 mil millones de dólares y es el segundo hombre
más rico del mundo, si es que a estas alturas ya no ha superado al primero. Su última oferta
para colocar el Explorer se inscribe dentro de un estándar que identifica la pauta del
desarrollo del sector en el próximo futuro:
«El seudónimo que le hemos dado a nuestra tecnología para plataformas múltiples es
ActiveX (TM) nombre que refleja nuestra convicción de que los días de las páginas Web
estáticas y sin vida están contados. Es decir, esperamos ver páginas Web populares
mejoradas con el uso de vídeo, audio y programación. En breve, esperamos que las páginas
cobren vida».
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