La Convención sobre el Empleo y Destrucción de Armas Químicas.

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LA CONVENCION SOBRE EL EMPLEO Y DESTRUCCION
DE ARMAS QUIMICAS
Juan Pattillo Barrientos *
Introducción.
El 3 de septiembre de 1992 la Conferencia de Desarme en Ginebra
aprobó el
texto de la Convención sobre la Prohibición del
Desarrollo, la Producción, el Almacenamiento y el Empleo de Armas
Químicas y sobre su Destrucción (CAQ) tras un decenio de intensas
negociaciones.
La Convención quedó abierta a la firma el 13 de
enero de 1993 y a la fecha la han suscrito 160 países. Esta
Convención es el primer acuerdo sobre desarme negociado en un
marco multilateral que establece la eliminación de toda una
categoría de armas de destrucción
masiva en virtud de un control
internacional de aplicación universal.
La CAQ consta del Preámbulo, 24 artículos y 3 anexos que
forman parte integrante de la Convención. Esta tiene
una duración
ilimitada y entrará en vigor 180 días después de la fecha del
depósito del sexagésimo quinto instrumento de ratificación, pero,
en ningún caso, antes de trascurridos dos años del momento en que
quedó abierta a la firma.
El Secretario General de las Naciones
Unidas es el depositario de la Convención, cuya aplicación estará
a cargo de la Organización para la Prohibición de las Armas
Químicas (OPAQ), ubicada en La Haya.
Chile firmó como país signatario el 14 de enero de 1993 y
ratificó la convención ante la ONU como Estado miembro, el 12 de
julio de 1996,
para luego pasar a formar parte ella
una vez ésta
entre en vigencia. De esta manera, el país asumió el compromiso de
aplicar y dar cumplimiento integral a dicho Acuerdo Internacional.
El 31 de octubre de 1996, ratificó la convención Hungría,
país
con el que se enteró el quórum necesario de 65 estados
requerido para iniciar la activación de la convención, comenzando
la cuenta regresiva de 180 días considerados para que este Acuerdo
Multilateral entre en vigencia. Ello se producirá el 29 de abril
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de 1997, para todos los países que la hayan ratificado 30 días
antes de esa fecha.
Breve historia.
En 1874 se tomaron
recurriera a
las primeras medidas para evitar que se
cualquier método para eliminar al enemigo, se
realizaron durante las conversaciones en la Conferencia de
Bruselas1 En 1899 se reforzaron estas medidas al aprobar 27
naciones en La Haya la prohibición de uso de gases asfixiantes.
Estados Unidos no suscribió esta limitación.
A pesar de los esfuerzos internacionales los gases
asfixiantes fueron ampliamente usados durante la I Guerra Mundial,
al término de ella se estimó en 100.000 los soldados muertos y
1.300.000 los que quedaron con secuelas por efecto de las armas
químicas.
El uso de armas químicas demostró la crueldad de ellas y
reforzó la petición unánime de prohibir su uso.
tiempo demostraba la efectividad
enemigos
Pero al mismo
militar de su uso en contra de
no protegidos.
La guerra química y biológica fue tratada en varias
conferencias de desarme durante el período entre las guerras
mundiales de 1917 a 1939.
En la Conferencia Naval de Washington
de 1922, se firmó un tratado en el cual se declaró que la
prohibición del uso en la guerra de gases asfixiantes, venenosos y
todos los líquidos análogos eran parte de la legislación
internacional.
Este tratado nunca entró en vigencia.2
En 1925, por iniciativa de la liga de las Naciones, fue
citada una conferencia internacional para tratar el control del
comercio de armamentos. En esta conferencia se adoptó el Protocolo
de Ginebra de 1925.3 Hasta la Convención de las Armas Químicas,
este protocolo constituyó el más importante instrumento legal, en
el campo de las armas químicas, a pesar de no prohibir el
desarrollo, producción, almacenamiento y transferencia de dichos
medios.
3
La prohibición del uso de armas biológicas fue incluida en el
Protocolo de Ginebra y desde entonces, durante más de medio siglo,
las armas químicas y biológicas se han considerado juntas,
para
los esfuerzos que se han realizado en el desarme internacional.
La terminología que se empleó en el Protocolo se prestó a
diferentes interpretaciones que permitieron que los gases fueran
empleados en distintos conflictos posteriores a la II Guerra
Mundial.
La Conferencia de Desarme, que se llevó a efecto en Ginebra
en 1932-1933, se trató de extender las prohibiciones contempladas
en el protocolo, entre otras, la total interdicción de las armas
químicas, lo que no fue aprobado.
La primera violación clara al Protocolo de Ginebra de 1925,
ocurrió cuando se emplearon armas químicas contra Etiopía en 19351936.
Anteriormente, en 1930, se habían empleado contra China.
Durante la II Guerra Mundial ninguna arma química fue empleada, al
menos en forma masiva.
Entre los años 1940 y 1950 se produjo un
rápido desarrollo de los gases nerviosos, los que eran varias
veces más letales que las antiguas armas químicas.
Una resolución del Consejo de Seguridad de las Naciones
Unidas en 1948, definiendo las "Armas de destrucción Masiva",
incluye entre éstas, a las armas químicas y biológicas.
Hacia
fines de 1950 todos los programas para el desarme general que
fueron discutidos incluían la abolición de las armas químicas y
biológicas, pero fue considerado secundario ante la vigencia del
problema que representaban las armas nucleares.
Hacia fines de la década de los 60 revivió el interés por las
armas químicas y biológicas, principalmente a causa de la guerra
de Vietnam. En las Naciones Unidas, después de arduos debates se
acordó incluir en el preámbulo de la Convención de Armas Químicas,
un párrafo en el cual los Estados Parte reconocían la prohibición
del uso de herbicidas como un medio de la guerra.4
En 1968, se propuso tratar el tema de las armas biológicas y
químicas en forma separada en los esfuerzos del desarme. De esta
4
manera dieron forma, tres años más tarde, en el seno del Comité de
Desarme, al anteproyecto de la "Convención para la Prohibición del
Desarrollo, Producción y Almacenamiento de Armas Bacteriológicas y
Toxínicas y su destrucción". En 1971 la Asamblea General de las
Naciones Unidas recomendó la firma y ratificación del anteproyecto
de la Convención. Esta entró en vigencia en 1975 y actualmente
tiene cerca de 115 miembros. Chile la firmó el 10 de abril y la
ratificó el 22 de abril de 1980. Son sus depositarios Estados
Unidos, el Reino Unido y Rusia.
En 1970,
el problema de las armas químicas pasó a ser un
tema aparte en los trabajos de desarme en Ginebra, pero recién en
1984 se le dio un mandato formal de negociación al grupo Ad-Hoc
establecido en la conferencia de Ginebra de 1980, pero no le fue
reconocido para el anteproyecto de la convención recién a
principios de 1990.
Después de 1980 los negociadores trabajaron en un texto
provisional que fue
incluido en el informe anual del comité Ad-
Hoc para las Armas Químicas de la Conferencia de Desarme.
En
1989 se llevan a cabo dos Conferencias Internacionales fuera de la
conferencia para desarme, las que contribuyeron a buscar más
intensamente una prohibición total de las armas químicas, una en
París y al otra en Canberra.
El 19 de agosto de 1992, luego de varios años de intensas y
arduas negociaciones, el Presidente de la Convención presentó la
versión fina de la "Convención
sobre la Prohibición del
Desarrollo, la Producción, el Almacenamiento y el Empleo de Armas
Químicas y sobre su Destrucción".
Es evidente que una Convención de Armas Químicas, con
adhesión universal fortalecerá la seguridad de todos los estados.
Países que reconocen poseer armas químicas.
- Estados Unidos de Norteamérica - Rusia - Irak.
Países que, según se denuncia, ocultan su capacidad para producir
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armas químicas.5
- Libia - Israel - Birmania - Egipto- Mozambique - Corea del Norte
- Angola - Siria - Corea del Sur - Sudáfrica - Irán.
La Convención.
- Preámbulo.
Establece la determinación de los Estados Parte de prohibir y
eliminar todos los tipos de armas de destrucción en masa. Recuerda
el Protocolo de Ginebra de 1925 (prohíbe el empleo de las armas
químicas y biológicas en la guerra), y la Convención sobre las
Armas Biológicas de 1972 (proscribe la utilización de las armas
biológicas y toxínicas y exige su destrucción), ambos
instrumentos multilaterales relacionados con la Convención.
El
Preámbulo reconoce también la prohibición, incluida en los
acuerdos y en los principios pertinentes del derecho
internacional, del empleo de herbicidas como método de guerra y
expresa el deseo de los Estados Parte de acrecentar su desarrollo
económico y tecnológico.
El Artículo I. (Obligaciones Generales).
Prohíbe el desarrollo, la producción, la adquisición, la
retención, el almacenamiento, la transferencia y el empleo de
armas químicas.
El artículo requiere que cada Estado Parte
destruya las armas químicas y las instalaciones de producción de
armas químicas que estén bajo su jurisdicción y control, así como
cualquier arma química que éste pudiera haber abandonado en el
territorio de otro Estado Parte.
Los Estados Parte jamás
iniciarán preparativos militares para el empleo de armas químicas;
ni ayudarán o alentarán a otros que realicen cualquiera de las
actividades prohibidas; y no emplearán agentes de represión de
disturbios como método de guerra.
El Artículo II. (Definiciones y Criterios).
Define como "armas químicas" todas las sustancias químicas
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tóxicas y sus precursores cuando se destinen a fines diferentes a
los no prohibidos por la Convención, por ejemplo: los fines
pacíficos, la protección frente a las sustancias químicas tóxicas,
los fines militares en los que no se empleen sustancias químicas
tóxicas como método de guerra, y el mantenimiento del orden.
La
definición de "armas químicas" abarca también las municiones y los
dispositivos destinados de modo expreso a liberar sustancias
químicas tóxicas, y cualquier "equipo destinado de modo expreso" a
estos fines.
El Artículo III. (Declaraciones).
Establece que cada Estado Parte presentará a la OPAQ, a más
tardar 30 días después de la entrada en vigor para él de la
Convención, declaraciones detalladas con respecto a las armas
químicas y a las instalaciones de producción de armas químicas,
especificando su ubicación y sus cantidades exactas, y facilitando
un plan general para su destrucción.
Se requiere que los Estados
Parte también declaren las sustancias químicas que posean para
fines de represión de disturbios.
El Artículo IV. (Armas químicas) y el Artículo V. (Instalaciones
de producción de armas químicas).
Contienen disposiciones detalladas con respecto al proceso de
destrucción de las armas químicas y de las instalaciones de
producción de armas químicas, en particular la verificación de
dicho proceso de destrucción.
La destrucción de las armas
químicas y de las instalaciones de producción de armas químicas
deberá completarse en un plazo de diez años.
En casos
excepcionales, el plazo de destrucción de las armas químicas podrá
prolongarse hasta cinco años más y las instalaciones de producción
de sus armas químicas podrán ser convertidas para fines pacíficos,
de tal manera que se garantice que éstas no sean reconvertidas
para fines prohibidos.
Además, cada Estado Parte sufragará los
costos de la verificación internacional de la destrucción de sus
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armas químicas y de sus instalaciones de producción de armas
químicas, a menos que el Consejo Ejecutivo, que será el órgano
ejecutivo de la OPAQ, decida otra cosa.
complementan con
Estas disposiciones se
Anexo sobre la aplicación y la verificación.
El Artículo VI. (Actividades no prohibidas por la Convención).
Detalla un régimen general para que la OPAQ mantenga un
seguimiento de control sobre la industria química mediante
declaraciones e inspecciones "in situ" de rutina.
Se requieren
declaraciones respecto de las sustancias químicas enunciadas en
las tres "listas", y de las instalaciones que realicen actividades
relacionadas con estas sustancias químicas o con otras sustancias
químicas orgánicas definidas no enunciadas en las listas que se
señalan en la Convención.
Se prevé realizar diversas formas de
inspecciones con respecto a las tres listas de sustancias
químicas, dependiendo del riesgo que éstas planteen para el objeto
y propósito de la Convención. La verificación de otras
instalaciones que produzcan sustancias químicas orgánicas
definidas no enunciadas en las listas se iniciará durante el
cuarto año, luego de la entrada en vigor de la Convención, a menos
que la Conferencia de los Estados Parte decida otra cosa en su
tercer período ordinario de sesiones.
Los procedimientos de
declaración e inspección son aplicables a las instalaciones de la
industria química siempre que las cantidades de las sustancias
químicas que dichas instalaciones manipulen superen los umbrales
respectivos que se especifican en la Convención. Este artículo se
complementa con Anexo sobre la aplicación y la verificación.
El Artículo VII. (Medidas Nacionales de Aplicación).
Trata sobre las medidas que los Estados Parte tendrán que
tomar y la legislación que tendrán que promulgar para garantizar
la aplicación
nacional de la Convención y el establecimiento o la
designación de Autoridades Nacionales que sirvan como punto de
enlace con la OPAQ.
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El Artículo VIII. (La Organización).
Establece la OPAQ con su sede en La Haya.
La Conferencia de
los Estados Parte será el órgano supremo de toma de decisiones que
celebrará sesiones anuales y sesiones extraordinarias cuando sea
necesario.
El Consejo Ejecutivo, integrado por 41 Estados Parte
en representación de los cinco grupos regionales siguiendo el
principio de rotación, supervisará las actividades de la OPAQ
y
dará cuenta de su actividad ante la Conferencia de los Estados
Parte.
La Secretaría Técnica, encabezada por su Director General,
dirigirá la actividad práctica de la Organización. El componente
principal de la Secretaría Técnica estará integrado por su Cuerpo
de inspectores, quienes desarrollarán las actividades de
verificación de conformidad con la Convención.
El Artículo IX. (Consultas, cooperación y determinación de los
hechos).
Prevé las inspecciones por denuncia que la OPAQ efectuará con
breve plazo de preaviso en cualquier instalación o emplazamiento
ubicado en el territorio, o en cualquier otro lugar bajo la
jurisdicción o el control de cualquier Estado Parte, para aclarar
y resolver cualquier cuestión en torno a la posible falta de
cumplimiento. El Estado Parte inspeccionado puede utilizar
técnicas "de acceso controlado" para proteger
las instalaciones y
la información sensitivas no relacionadas con la Convención.
Este
Artículo también contiene disposiciones referentes a consultas y
aclaraciones.
El Artículo X. (Asistencia y protección contra las armas
químicas).
Establece que los Estados Parte que sean objeto de amenazas o
ataques con armas químicas pueden recibir asistencia, incluso
equipo de defensa, como ser: sensores, vestimenta de protección,
equipo de descontaminación y antídotos, así como asesoramiento
sobre medidas de defensa química. Los Estados Parte están en la
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obligación de prestar asistencia optando por una o más de las
medidas siguientes: contribución al fondo voluntario que ha de
establecer la Conferencia de los Estados Parte; concertación de
acuerdos con la OPAQ para la prestación de asistencia, y
declaración del tipo de asistencia que se prestará en casos de
emergencia.
El Artículo XI. (Desarrollo Económico y Tecnológico).
Tiene como objetivo facilitar el intercambio más amplio
posible de sustancias químicas, equipo e información científica y
técnica en relación con el desarrollo y la aplicación de la
química para fines no prohibidos por la Convención entre Estados
Parte, que se comprometen, además, a examinar sus normas
nacionales en la esfera del comercio de sustancias químicas para
adecuarlas al objeto y propósito de la Convención.
El Artículo XII. (Medidas para remediar una situación y asegurar
el cumplimiento, incluidas las sanciones).
Establece un conjunto de penalidades, incluidas sanciones,
dirigidas al Estado Parte que no adopte las medidas correctivas
relacionadas con el cumplimiento de la Convención.
Los casos de
particular gravedad podrían ser remitidos al Consejo de Seguridad
para su adopción de cualquier otra medida adicional, posiblemente
de obligado cumplimiento, de conformidad con la Carta de las
Naciones Unidas.
Los 12 Artículos restantes.
Tratan sobre: su relación con otros acuerdos internacionales,
la solución de controversias, las enmiendas, la duración y la
retirada, la condición jurídica de los anexos, la entrada en
vigor, las reservas, el depositario y los textos auténticos.
artículos de la Convención no están sujetos a reservas.
El Anexo sobre Sustancias Químicas.
Los
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Incluye tres listas de sustancias químicas que están sujetas
de niveles de actividad de verificación diferentes, así como las
directrices para dichas listas de sustancias.
El Anexo sobre la Aplicación y la Verificación.
Contiene once partes relacionadas con los procedimientos
específicos de verificación y con otros procedimientos previstos
para la destrucción de armas químicas y de las instalaciones de
producción de armas químicas, las inspecciones de rutina en la
industria, las inspecciones por denuncia y las medidas específicas
para investigar casos de presunta utilización de armas químicas.
Además, dicho anexo expone las disposiciones específicas que rigen
el comercio de sustancias químicas enunciadas en las listas con
los Estados no partes de la Convención.
El Anexo Sobre la Protección de la Información Confidencial.
Estipula los principios generales para la manipulación de la
información confidencial, el empleo y la conducta del personal de
la Secretaría Técnica de la OPAQ, las medidas para garantizar la
confidencialidad de la información sensitiva y de las
instalaciones durante las inspecciones, así como los
procedimientos aplicables en casos de infracciones de la
confidencialidad.
Relación de países que han firmado y ratificado "la Convención
sobre la Prohibición del Desarrollo, la Producción, el
Almacenamiento y el Empleo de Armas Químicas y Sobre su
Destrucción".
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BIBLIOGRAFIA
- "Convención sobre la Prohibición del Desarrollo, la Producción,
el
Almacenamiento y el Empleo de Armas Quimicas y sobre su
Destrucción".
- Diario "La Nación", Buenos Aires, 7 de mayo de 1996.
- Secretaría Técnica Provisional de la Comisión Preparatoria para
la
Organización de Armas Químicas, comunicado de prensa, La
Haya, 1 de
*
noviembre de 1996.
Capitán de Navío.
NOTAS
1.
El art. 13 de las conclusiones vetaba el empleo de venenos o
armas envenenadas.
2.
Protocolo para la prohibición del uso en la guerra de gases
asfixiantes, venenosos y otros gases y los métodos
bacteriológicos de combate.
3.
La Nación, Buenos Aires, 7 de mayo de 1996, pag. 7.
4.
En el art. 1 de la Convención, cada estado parte se
comprometía a
método en los
5.
no usar agentes de control antidisturbios como
conflictos bélicos.
La Nación, Buenos Aires, 7 de mayo de 1996, página 7.
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