Actualidad ABBY JOHNSON AUTORA DEL LIBRO «SIN PLANIFICAR» «Nunca pensé que un feto sentía dolor durante un aborto» Esta mujer pasó de dirigir una clínica abortista en Estados Unidos a formar parte del movimiento provida tras ver el sufrimiento de un feto de 13 semanas durante la interrupción de un embarazo POR CARLOTA FOMINAYA «L a paciente estaba sedada, todavía consciente pero adormilada. El doctor colocaba un foco de luz sobre la chica. La mujer estaba lista, los instrumentos preparados en el carrito junto a la camilla, y el aparato de ultrasonidos, junto a la mesa de operaciones». «Al principio, el bebé no pareció sentir la cánula. Esta tocó suavemente un costado del bebé, y por un segundo me sentí aliviada. Por supuesto. El bebé no siente dolor. Esto es lo que yo les había asegurado a miles de mujeres tal y como me habían enseñado en Planned Parenthood. El feto no siente nada mientras le sacan». «El siguiente movimiento fue una sacudida rápida de un pie diminuto, como si estuviese dando patadas, como intentando alejarse del intruso. Mientras la cánula presionaba, el bebé empezó a revolverse. Parecía claro que el feto podía sentir la cánula y que no le gustaba lo que sentía (...)». «El doctor le estaba pidiendo a la enfermera que activase la succión (durante un aborto la succión no se activa hasta que el doctor no siente que la cánula está en el sitio adecuado (...)». «Él ya estaba girando la cánula, y ahora yo podía ver el pequeño cuerpecito retorciéndose cuando le tocaba. Durante un segundo pude ver cómo el bebé era estrujado como un trapo de cocina. Y entonces, delante de mis ojos, el pequeño cuerpecito empezó a desaparecer por el interior de la cánula. Lo último que ví fue la pequeña columna, perfectamente formada mientras era aspirada por el tubo. En ese momento todo había acabado, y el útero estaba limpio. Perfectamente limpio (...)». El libro de Abby Johnson no es nada agradable de leer. Cuenta la histora de una mujer que, de directora de una de las mayores clínicas abortistas de Estados Unidos, Planned Parenthood, pasó a formar parte del movimiento provida tras ser testigo de un aborto a un feto de 13 semanas. —Sobre el papel, ¿cuál es la misión de Planned Parenthood, la clínica que usted dirigía? —El objetivo de Planned Parenthood, sobre el papel, es ofrecer cuidados de salud a las mujeres y proteger a sus derechos. En la realidad, es aumentar el número de Abby Johnson trabaja en multitud de iniciativas legales abortos y, por tanto, mejorar sus beneficios como empresa. Este tipo de clínicas debería dejar de existir. —¿Se paraba usted a pensar en algún momento en las consecuencias que tenía su trabajo? —Bueno, nunca pensé en los bebés para nada. Sólo estaba preocupada por las madres. Y sin embargo ahora sé que un aborto tiene el efecto contrario al que yo pensaba, ya que mucho más a menudo de lo que se piensa, deja a una mujer emocionalmente devastada, y con un sentimiento terrible de culpa que, en muchas ocasiones, dura toda la vida. Además no sólo afecta a la mujer, sino a toda la familia, porque tiene un efecto dominó para todos aquellos que √ «UN ABORTO DEJA A UNA MUJER EMOCIONALMENTE DEVASTADA, Y CON UN SENTIMIENTO TERRIBLE DE CULPA» de alguna forma están relacionados con la mujer por la pérdida de un niño. —Usted escribe en su libro que nunca pensó que el feto sentía nada durante las operaciones. —Para nada, nunca lo pensé. En la clínica siempre nos decían que «los fetos no desarrollan su sistema nervioso hasta la semana 28». Creí que nos estaban diciendo la verdad, así que nunca pensé que un feto sentía dolor durante un aborto. —¿Cuándo y por qué se obró el cambio en usted? —Una vez ayudé durante un aborto a una embarazada de 13 semanas. No tuve más remedio que mirar a la pantalla del ecógrafo, y vi cómo un feto diminuto se retorcía y luchaba por su vida. Sólo entonces me di cuenta de que me habían mentido y, lo peor, que yo misma a su vez había mentido a miles de mujeres. —¿Cree usted que estas mujeres que están decididas a abortar cambiarían si tuvieran más información de la que les facilitan en la actualidad? —Sí, muchas lo harían. —¿Qué cree que necesita la sociedad para que el número de abortos se reduzca? —Creo que necesitamos ser más activos en el movimiento provida. No debería darnos vergüenza hablar de nuestras propias convicciones al respecto. Con amor, tenemos que educar a las mujeres en la verdad del aborto. —Usted señala las ecografías como herramientas disuasorias a la hora de realizar una interrupción del embarazo. —Quiero pensar que ese sería un comienzo. Así lo hacen ahora en Texas, por ejemplo. Tenemos que dar pasos en esa dirección. Si me baso en mi experiencia y en las cuestiones que las mujeres preguntan cuando acuden a una sesión para saber cuál es el procedimiento a seguir, pienso que los sentimientos que experimenta una mujer cuando ve una ecografía antes de realizar el aborto puede hacer cambiar la idea de la madre. Planned Parenhood no comparte o no enseña los ultrasonidos porque sabe que, de esta forma, las mujeres se darían cuenta de la verdad. —¿En qué consiste su particular lucha contra el aborto, a día de hoy ? —Trabajo en iniciativas legales, y acaba- EL DURO TESTIMONIO DE ABBY EL LIBRO RECOGE LA CONMOVEDORA HISTORIA DE LA EX DIRECTORA DE UNA CLÍNICA ABORTISTA EN SU VIAJE HACIA LA VIDA ED: PALABRA, 2011 mos de empezar a trabajar con un grupo que llega hasta los empleados de las clínicas proabortistas. Nuestro propósito es la conversión de los mismos. —¿Qué tipo de obstáculos se encuentra usted en su camino? —Creo que el mayor obstáculo con el que se encuentra el movimiento provida son nuestras propias limitaciones. A veces parece que el movimiento provida no tiene claras sus prioridades... Todo el mundo piensa que ellos tienen la respuesta. Muchos grupos no quieren trabajar en conjunto. —En el primer capítulo hay una frase que dice: «hay bien y mal en los dos lados de la verja». ¿Qué quiere decir usted con esto? —Que tanto el movimiento provida como el movimiento de derecho a decidir hacen cosas buenas y cosas malas. —Es como cuando apunta que «tenemos más en común con "el otro lado" de lo que nosotros imaginamos». ¿Qué es lo que tienen en común dos movimientos tan contradictorios? —La gente en el movimiento derecho a decidir quiere ayudar a las mujeres... lo mismo que desde el lado de provida. Ellos creen que están haciendo las cosas bien, y también nosotros. Los trabajadores de las clínicas abortistas no son mala gente, sólo están equivocados. —¿Qué efecto quiere usted que tenga el libro en sus lectores? —Espero que este libro abra los ojos a la gente que está a favor del aborto. También quiero que se sepa que no podemos ser indiferentes hacia el mismo. Desafortunadamente, es algo que nos afecta a todos. Una de cada tres mujeres aborta, es decir, que supone un virus que se ha esparcido por la sociedad. Depende de nosotros encontrar una cura. Por eso, espero que la gente que está «en ese lado de la valla» Abby Johnson asegura que siempre ha sentido la determinación de ayudar a las mujeres. Y que eso fue lo que la llevó primero a hacer una carrera en la clínica de planificación familiar Planned Parenthood, y más tarde a convertirse en defensora y altavoz del movimiento provida. Durante sus ocho años como profesional en aquella empresa, Abby ascendió rápidamente hasta llegar a ser la directora. Todo cambió un 26 de septiembre de 2009, cuando ayudó y asistió a la realización de un aborto. Aquel día vio con horror cómo un bebé de 13 semanas luchaba por su vida. Pero en aquel momento tuvo lugar también su dramática transformación. Desperada y confusa, pidió ayuda a un grupo provida, y juró que a partir de entonces lucharía por la vida y se dedicaría a exponer a la sociedad la realidad del aborto. A día de hoy Johnson continúa luchando por los derechos de los no nacidos y ayuda a los ex trabajadores de clínicas como la suya a escapar de la industria del aborto. Además se dedica a viajar por todo el mundo contando su historia, y a luchar por la defensa de la vida. después de leer este libro dé un paso adelante por estas mujeres y estos niños. Rezo para que estén listos para defenderles. Habrá quien lea este libro sólo para criticar, y aquellos que sigan en la industria del aborto o que la apoyen sin más. Rezo para que este libro también caiga en sus manos. Y espero que cuando lo lean, encuentren poco que criticar. Espero que las palabras de este libro les hagan reflexionar y realizar un examen de conciencia y los motivos por los que apoyan esta industria. Quiero hacerles saber que existe un proyecto mejor para sus vidas. Que pueden experimentar una paz como nunca imaginaron. Para aquellos que llevan años en el movimiento provida, espero que después de leer este libro vean a los trabajadores de este tipo de clínicas de otra manera. —¿Cuál ha sido la reacción a su libro que más le ha llamado la atención? —La más llamativa ha sido la reacción de algunos trabajadores de este tipo de clínicas, que han abandonado su trabajo. Otros que nunca se habían planteado nada han escuchado mi experiencia y han entendido mejor en qué consiste este negocio, han comenzado a apreciar mejor la vida. —Por último, si tuviera la oportunidad de hablar cinco minutos cara a cara con una chica que estuviera a punto de entrar en una clínica abortista, ¿qué le diría? —Le diría que está a punto de tomar una decisión de la que no se puede dar marcha atrás. Intentaría compartir mi historia con ella y contarle que muchos de nosotros sabemos del dolor que produce el aborto. Creo que nadie crece queriendo abortar en un futuro. Ni tampoco creo que nadie crezca pensando que su ideal es trabajar en una clínica abortista. Nunca nos arrepentimos de tener hijos, pero sí que nos arrepentimos de haber abortado en el pasado. Gallardón pone coto al aborto al reformar la ley Médicos y provida, satisfechos ante la modificación de una norma siempre polémica General del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba, que ha advertido que esto supondrá «volver» a la norma aprobada en 1985 y un «retroceso inaceptable para las mujeres», o la del presidente de la Asociación de Clínicas Acreditadas para la Interrupción del Embarazo (Acai), Santiago Baranbio, para quien el anuncio de Gallardón ha resultado ser una «pésima noticia». ABC La reforma de la Ley del Aborto anunciada este pasado miércoles por el ministro de Justicia, Alberto Ruiz-Gallardón, según la cual será necesario el consentimiento paterno en menores ante una Interrupción Voluntaria de Embarazo (IVE), supone la primera modificación de una ley vigente desde julio de 2010, siempre polémica, que está pendiente de dos recursos ante el Tribunal Constitucional, uno del PP y otro del Gobierno de Navarra. Las reacciones de unos y otros no se han hecho esperar. Por un lado, las distintas asociaciones de familia y provida han manifestado su «satisfacción» ante la modificación anunciada, aunque estos últimos han recordado que su objetivo es la derogación de la misma. También la Organización Médica Colegial (OMC) ha celebrado la exigencia del consentimiento paterno para abortar, pero ha recordado que no está resuelto el tema de la «píldora del día después». Por otro lado están opiniones como la del candidato a la Secretaría Los datos La realidad es que el número de abortos, a día día de hoy, no para de crecer. En 2010 se practicaron en España, según el último informe publicado por el Ministerio de Sanidad, un 1,3% más de IVEs que en el año anterior. En números absolutos, aumentaron en 1.550. El dato contrasta con la disminución en 2009 (111.482 IVEs) con respecto a 2008, cuando se contabilizaron 115.812 intervenciones. El informe muestra además un crecimiento de esta práctica entre las mujeres españolas —responsables del 60,46% de todos los IVEs— y mayores de 25 años, segmento de edad donde más ha aumentado la tasa de incidencia. Las IVEs, por comunidades Tasas por 1.000 mujeres de entre 15 y 44 años Cataluña 15,20 Madrid 14,77 Murcia 14,72 Baleares 13,82 Andalucía 11,73 Aragón 10,74 Canarias 10,46 Asturias 10,42 C. Valenciana 10,07 Castilla-La Mancha 9,18 Cantabria 9,12 País Vasco 8,26 La Rioja 7,95 Navarra 6,92 Castilla y León 6,62 Extremadura 6,47 Galicia 6,46 Ceuta y Melilla TOTAL: 113.031 4,31 ABC Fuente: Ministerio de Sanidad Por grupo de edad Mayor de 44 494 40-44 6.060 Menor de 15 años 426 15-19 años 13.696 20-24 25.596 35-39 16.204 30-34 23.766 25-29 26.789