Cómo ambientalizar los estudios superiores Educación ambiental / Educación para la sostenibilidad / Sostenibilidad / Anna Maria Geli El gran reto para el siglo XXI es integrar la educación para la sostenibilidad en las competencias de todas las titulaciones universitarias. Más allá de diseñar disciplinas específicas, CAMPILL O se trata de impregnar los ALBERT currículos de una dimensión ambiental basada en los principios de equidad social y equilibrio ecológico. “Existen grandes contradicciones entre los problemas complejos, globales, interdependientes y planetarios y, por otra parte, el modo en que se trabaja y adquiere el conocimiento, de forma fragmentada, parcial y compartimentalizada. Y éste es el gran desafío lanzado internacionalmente, al inicio de este siglo, al conocimiento y a quienes son actores principales de su creación, ordenamiento y divulgación, y también es un desafío sin precedentes a una reforma del pensamiento”. López Ospina (2000) E l proceso de convergencia europea de los títulos universitarios ha abierto el debate sobre la formación de los graduados y las competencias que deben adquirir en su currículo universitario. En el momento actual, la universidad busca nuevos modelos docentes que incorporen a la formación de su alumnado las aportaciones de los nuevos paradigmas sociales y contemplen la formación universitaria desde una perspectiva integradora. En este contexto, el concepto de sostenibilidad se consolida como elemento de interés común que afecta a todos los ámbitos sociales y profesionales. La formación ambiental de los graduados universitarios tiene un papel clave en la evolución de la sociedad hacia la sostenibilidad. El concepto de sostenibilidad implica una nueva manera de pensar el mundo que integra las dimensiones ecológica, social y económica en un gran abanico de conocimientos, saberes y habilidades para la acción que sobrepasan la parcelación del saber. La sostenibilidad contempla la elaboración colectiva de códigos de interpretación y de comportamiento sobre la base no sólo de una “nueva tecnología”, más respetuosa con el medio, sino sobre todo con el desarrollo de una “nueva ética” que oriente la capacidad humana de actuar y promueva el compromiso con la defensa del presente y futuro de nuestro planeta. La ambientalización curricular de los estudios superiores, entendida como la orientación hacia la sostenibilidad de estos estudios, es considerada, en muchas universidades, como un importante elemento indicador del grado de compromiso de la universidad para proporcionar a sus titulados una formación avanzada y actualizada. Las universidades han seguido, con el máximo interés, las numerosas conferencias y reuniones internacionales que han analizado la importancia de una formación ANNA MARIA GELI Directora del Grup de Recerca en Educació Científica i Ambiental (GRECA) de la Universitat de Girona. Correo-e: [email protected] - http://www.udg.edu/greca 34 CUADERNOS DE PEDAGOGÍA. Nº392 MONOGRÁFICO } Nº IDENTIFICADOR: 392.006 003_006.indd 34 19/06/2009 14:04:36 monográfico para la sostenibilidad en todos los ámbitos educativos y especialmente en el universitario. La Unesco puso en marcha, en 1994, un proyecto internacional transdisciplinario, dirigido a provocar cambios radicales en la forma de crear el conocimiento, ordenarlo y vehicularlo hasta llegar a las aulas u otros espacios educativos. Ahora bien, cabe reconocer que si bien en distintos sectores educativos son numerosas las propuestas y las investigaciones que se vienen desarrollando desde los años setenta, la educación para la sostenibilidad en el ámbito universitario es un tema que se ha iniciado principalmente en la década de los noventa. Dos declaraciones y dos organizaciones internacionales pueden considerarse los exponentes iniciales de la coordinación internacional de las universidades en el ámbito de la ambientalización curricular. La Declaración de Talloires (1991), a partir de la cual se creó la University Leaders for a Sustainable Future (ULSF), y la Declaración de Universidades para un Desarrollo Sostenible (1993), en el marco de la Conferencia de Rectores de Europa, y que dio lugar a la Copernicus-Campus, University Network for Sustainability. Estas dos organizaciones, unidas a la International Association of Universities (IAU) y a la Unesco, han constituido, en la conferencia Copernicus celebrada en la Universidad de Lüneburg (2001), la Global Higher Education Partnership for Sustainability (GHEPS), conferencias internacionales de un gran impacto como el International Meeting of Experts in Environmental Education: New Proposals for Action, convocado por la Unesco en Santiago de Compostela en noviembre de 2000, y redes de trabajo como Unesco Network for Reorienting Teacher Education towards Sustainability, que inició su trabajo en Toronto en octubre de 2000 con la participación de 32 universidades de todo el mundo con el propósito de contribuir a definir las bases para la declaración de la Unesco de la Década de la Educación para el Desarrollo Sostenible 2005-2014. O también la red ACES de Ambientalización Curricular de los Estudios Superiores, formada por once universidades europeas y latinoamericanas en el marco de un programa ALFA de la Comisión Europea (200104). Este proyecto europeo diseñó un modelo de currículo para la sostenibilidad en las universidades. Sus resultados contribuyeron a definir las bases del documento “Directrices para la sostenibilización curri- cular” (CRUE, 2005), elaborado por el Grupo de Trabajo sobre Calidad Ambiental, Desarrollo Sostenible y Prevención de Riesgos de la Conferencia de Rectores de las Universidades Españolas. También hay que destacar la Organización Internacional de Universidades por el Desarrollo Sostenible y el Medio Ambiente (OIUDSMA), creada en 1996 por universidades iberoamericanas. La mayoría de universidades han iniciado procesos de ambientalización, y algunas de ellas han creado estudios específicos y programas de dimensión ambiental. Pero no hay duda que el gran reto del siglo XXI para las instituciones de estudios superiores es integrar la educación para la sostenibilidad en el conjunto de las competencias profesionales de todos los titulados. Características de un currículo ambientalizado Las características que definen un estudio ambientalizado van más allá de los contenidos disciplinares que conforman los planes de estudios de la universidad, e impregnan las materias y las titulaciones de manera transversal, produciendo unas competencias profesionales específicas que podemos identificar en las distintas propuestas que desarrollan las universidades. Como referencia citaremos el modelo ACES (Ambientalización Curricular de los Estudios Superiores), que concreta diez características para un currículo ambientalizado: - Compromiso para transformar las relaciones sociedad-naturaleza: debe favorecer el compromiso para el cambio hacia la sostenibilidad, es decir, hacia una equidad social, un desarrollo económico y un equilibrio ecológico. - Complejidad: debe integrar la complejidad como paradigma interpretativo de la realidad y del pensamiento. - Orden disciplinar, flexibilidad y permeabilidad: debe permitir una apertura a nuevas disciplinas, así como una flexibilidad y permeabilidad disciplinar a distintas escalas (transdisciplinar, interdisciplinar y pluridisciplinar). - Contextualización: debe estar contextualizado en el espacio (local y global) y en el tiempo (históricamente, en el presente y con visión de futuro). - Importancia del sujeto en la construcción del conocimiento: debe considerar la per- sona (individuo o colectivo) como agente activo en la construcción del conocimiento. - Consideración de los aspectos cognitivos y afectivos de las personas: debe favorecer un desarrollo integral, y tener en cuenta los aspectos cognitivos, afectivos y de acción de la persona (individuo y colectivo). - Coherencia y reconstrucción entre teoría y práctica: debe ser coherente y favorecer la relación entre el discurso y la acción, entre teoría y práctica (en distintos ámbitos: institucional, docente y de investigación). - Orientación prospectiva de escenarios alternativos: debe favorecer el pensamiento crítico y la toma responsable de decisiones pensando en los posibles escenarios futuros. - Adecuación metodológica: debe adecuar la metodología propia de la disciplina a la que propone la educación para la sostenibilidad. - Espacios de reflexión y participación democrática: debe ofrecer espacios de reflexión y participación democrática que conduzcan a la acción para el cambio hacia la sostenibilidad (institucionalmente y en el aula), implicando a todos los colectivos de la comunidad universitaria. Estas características se integran en el currículo de manera simultánea e impregnan toda la planificación de la actividad curricular. para saber más X Arbat, Eva; Geli, Anna Maria (eds.) (2002): Aspectos ambientales de las universidades. Girona: UdG - Red ACES. X Geli, Anna Maria (2001): “Desarrollo sostenible, educación ambiental y aprendizaje de valores”, en New Proposals for Action. International Meeting of Experts in Environmental Education, pp. 759-776. Santiago de Compostela: Unesco - Xunta de Galicia. X Geli, Anna Maria (2005): L’ambientalització curricular en els estudis universitaris: per una formació cap a la sostenibilitat. Barcelona: Departament de Medi Ambient i Habitatge. X Junyent, Mercè; Geli, Anna Maria; Arbat, Eva (eds) (2003): Proceso de caracterización de la ambientalización curricular de los estudios universitarios. Girona: UdG - Red ACES. { Nº392 CUADERNOS DE PEDAGOGÍA. 003_006.indd 35 35 19/06/2009 14:04:39