Política Exterior Latinoamericana entre China y Estados Unidos: Los

Anuncio
Política Exterior Latinoamericana entre China y
Estados Unidos:
Los casos de Brasil y Chile
Ralf J. Leiteritz & Catalina López Luna
Universidad del Rosario
Centro de Estudios Políticos e Internacionales
Bogotá, Colombia
Email: [email protected] & [email protected]
Ponencia presentada en el FLACSO-ISA Joint International Conference: Global and
Regional Powers in a Changing World
Panel: China ante el Orden Internacional: Perspectivas Teóricas y Práctica hacia el ABC
(Argentina, Brasil y Chile)
Universidad de Buenos Aires, Facultad de Ciencias Económicas
Buenos Aires, Argentina
23 al 25 de Julio de 2014
Resumen
El propósito de esta ponencia es presentar los resultados de la investigación sobre las dinámicas
políticas que se han presentado durante el acercamiento económico de China con América
Latina durante la última década. Se pretendió indagar en los cambios en la formulación de la
política exterior de los países latinoamericanos tomando como referentes Brasil y Chile para
poder evidenciar si dado el intercambio comercial con China se ha presentado un cambio de
discurso y de posición en dos temas esenciales de gobernanza global: Cambio climático y
proliferación nuclear. Se detectó que las relaciones políticas y económicas de China con Brasil y
Chile van por líneas separadas, así implicando que un acercamiento económico no repercuta en
un acercamiento político automático.
2
1. Introducción
El rápido ascenso económico de China y su presencia en diversas regiones del mundo
en especial en América Latina se ha convertido en un asunto de análisis por excelencia en los
últimos años. El ascenso económico chino de los últimos treinta años ha hecho pensar que el
mundo se encuentra en una transición de un momento ―unipolar‖ a un sistema caracterizado por
múltiples centros de poder (Strüver, 2014). Resulta interesante estudiar el ―milagro económico‖
chino en el mundo desarrollado en general y en America Latina en particular. No sólo por las
implicaciones económicas que ha tenido este suceso sino por las repercusiones políticas que
puede conllevar.
De acuerdo con Joseph Nye, el soft power es el poder de la atracción. Con el cual un
país puede ser capaz de obtener lo que desee en los asuntos internacionales convirtiendose en el
ejemplo a seguir y haciendo que otros quiean hacer lo mismo (Nye, 2004). Al parecer el
gobierno chino ha impulsado a países ha seguir su modelo bajo este supuesto del soft power.
Haciendo que sus logros económicos de creciemiento y reducción de la pobreza sean seguidos
por otros países bajo este mismo enfoque. Al punto en el cual han ofrecido públicamente
asistencia para guiar a países a implementar el modelo económico de ellos (Kurlantzick, 2007).
Debido a lo anterior, el objetivo central de este trabajo es señalar si las dinámicas
económicas presentes entre China y América Latina durante la última década, se han replicado
en las políticas exteriores de los países latinoamericanos durante la última década. Se pretendió
indagar en los cambios en la formulación de la política exterior de los países latinoamericanos
tomando como referentes Brasil y Chile. Para poder evidenciar si debido el intercambio
comercial con China se ha presentado un cambio de discurso y de posición en dos temas
esenciales de gobernanza global: Cambio climático y Proliferación nuclear. Paralelamente, se
busca indagar sobre las tendencias que determinan la posición política de los países
latinoamericanos frente a los temas de gobernanza global y regional, demostrando o falseando
el supuesto que entre un país comercie más con China, es más propenso a converger con ésta en
asuntos de política exterior. (Flores-Macías & Kreps, 2013)
Esta investigación encuentra su justificación en la necesidad de generar un aporte al
vacío analítico existente sobre las implicaciones de un mayor acercamiento sinolatinoamericano en el direccionamiento de las políticas exteriores de la región. Tanto en lo
concerniente al nivel económico como sobre la estructuración de posiciones que integren a toda
Latinoamérica. Pues a diferencia del ámbito económico, el impacto político de la presencia de
3
China en América Latina durante la última década ha sido evaluado únicamente como efecto
colateral y derivado de sus intereses económicos; dejando muchos espacios grises donde no hay
certeza de la relevancia de la presencia del gigante asiático en los países de América Latina
(Strüver, 2012: 18).
De igual manera, este panorama se ha limitado a la observación de los beneficios
económicos y comerciales –inmediatos o latentes– derivados de las nuevas interacciones entre
China y los diferentes países latinoamericanos y ha generado a su vez un estudio sobre las
implicaciones resultantes para la presencia hegemónica de Estados Unidos en la región
(Domínguez et al, 2006, Tokatlian, 2007). Pero no se ha estudiado si las dinámicas comerciales
entre China y América Latina se replican en la formulación de la política exterior de los países
de la región.
El análisis se nutre del concepto de soft y smart power de Joseph Nye, sumado al
realismo estructural de John Mearsheimer, ubicando la posición de América Latina frente a la
batalla hegemónica entre China y Estados Unidos. Sin embargo, se consideró que para el
estudio no era suficiente este sustento teórico por lo cual se consideró que los conceptos de
gobernanza global1 y cumplimiento de las normas son de mayor utilidad para el análisis, ya que
permite establecer las posiciones de los casos de estudio respecto a su alineación o divergencia
con Estados Unidos y determina si se presenta un cambio de discurso y postura direccionado al
nuevo y principal socio económico de la región: China.
Para la investigación se tomaron como referentes dos casos de estudio, Brasil y Chile,
elegidos por destacarse en dos aspectos concretos: (i) estos países tienen los dos mayores
porcentajes del volumen total de intercambio comercial regional con China y (ii) se encuentra
un evidente dinamismo en las relaciones diplomáticas tanto con China como con Estados
Unidos durante la última década. La selección anterior busca construir un marco de referencia
que pueda ser proyectado para el estudio del fenómeno en otros países de la región
contextualizando tendencias en la formulación de políticas exteriores e intercambios
económicos e identificando nuevas dinámicas y retos, sobre todo con respecto a problemas
regionales y globales.
1
Este concepto es definido como el compendio de regulaciones o reglamentación, configurado para
organizar las sociedades humanas a escala global, enfatizando el papel que juegan las instituciones
políticas formales en la coordinación y control de las relaciones sociales interdependientes, así como
sobre su capacidad para hacer cumplir las determinaciones pactadas1 en un escenario carente de una
autoridad política global, como es el caso del sistema internacional. (Rosenau, 1999)
4
Se eligió Brasil pues ha tenido relaciones diplomáticas activas con China desde 1974 y
es considerado como el principal socio económico de la región con cerca del 28% del volumen
total del intercambio comercial
2
y como socio estratégico dentro del grupo de los BRICs.3
Desde las décadas de 1970 y 1980 las relaciones bilaterales chino-brasileñas fueron muy
modestas desde el punto de vista económico, aunque en el plano multilateral ambos países
encontraron fuertes coincidencias (Altemani de Oliveira, 2006, pág. 141). No obstante sus
relaciones bilaterales en el ámbito comercial fueron bastante tímidas. Sólo hasta principios del
2000, China empezó a perfilarse como uno de los principales socios comerciales de Brasil. Sin
embargo, la cooperación de estos países siempre ha tenido un perfil estratégico.
Durante años, China y Brasil implementaron una cooperación político-estratégica
tendiente, sobre todo, a lograr un cambio en las reglas de juego del comercio
internacional. Desde el final de la Guerra Fría, el vínculo comercial ha adquirido nueva
importancia, y China desplazó a Japón como principal socio asiático de Brasil. […] a
pesar del incremento de los lazos económicos, el eje de la relación sigue siendo
político: ambos países han desarrollado programas espaciales conjuntos, coinciden en
los organismos internacionales y defienden una perspectiva similar de inserción
mundial que, sin oponerse de manera frontal a las naciones desarrolladas, se basa en la
idea de cooperación Sur-Sur. (Altemani de Oliveira, 2006).
Brasil ha procurado sostener una relación de cooperación más estrecha con China que
con Estados Unidos sin que esto condicione su posición frente a los temas de gobernanza
global. Dado el carácter de liderazgo e independencia de la política exterior brasileña, este país
ha procurado ser el líder regional en América del Sur. Plantea un lineamiento independiente de
la postura norteamericana para negociar en la arena internacional y procura alianzas con países
de sus mismas condiciones.
Aunque la balanza comercial de Brasil con su socio del norte se mantiene en déficit
desde el 2009 con un saldo a favor de Estados Unidos, éste se posiciona entre los primeros tres
socios comerciales de Brasil desde antes del 20004 con cerca del 24% del volumen total de
comercio regional.5. Aun así, EE.UU. y Brasil no han firmado un pacto económico importante
2
Cifras oficiales del intercambio comercial total de China y América Latina entre 2000 y 2005. En:
http://co2.mofcom.gov.cn/aarticle/biography/portfolio/200504/20050400067589.html
3
A partir de 1993, establece su sociedad estratégica en la denominación de los BRICs, junto con Rusia,
India y China. En: http://br.china-embassy.org/por/dszc/.
4
Datos obtenidos de la organización Mundial del Comercio. En: Información sobre comercio
internacional y acceso a los mercados. Revisado el 24 de Junio de 2014. Disponible en:
http://www.wto.org/spanish/res_s/statis_s/statis_bis_s.htm?solution=WTO&path=/Dashboards/MAPS&fi
le=Map.wcdf&bookmarkState={%22impl%22:%22client%22,%22params%22:{%22langParam%22:%2
2es%22}}
5
Estadísticas oficiales de la Comisión de Comercio Internacional de Estados Unidos. En:
http://dataweb.usitc. gov/prepared_reports.asp
5
para dos décadas — un periodo para el que Washington ha firmado acuerdos de libre comercio
con otros 11 países latinoamericanos (Hakim, 2012).
Las relaciones diplomáticas de estos dos países datan desde la fundación de la primera
misión diplomática de la región, por parte del país del norte, en 1808. Sin embargo, en lo
corrido del presente siglo, dichas relaciones se mantienen al margen por la divergencia de sus
posiciones y por sus aspiraciones. Prueba de esto es la renuencia de Washington a apoyar su
candidatura para un puesto permanente en el Consejo de Seguridad de la ONU, más aun cuando
el presidente Obama dio el apoyo de EE.UU. a la India en el 2010. Por su parte, Brasil ha
desarrollado sus aspiraciones globales en gran medida al margen de los EE.UU. y haciendo
hincapié en sus diferencias sobre los principales temas regionales y mundiales (Hakim, 2012).
Por su parte, la elección de Chile radica en que fue el primer país latinoamericano en
establecer relaciones diplomáticas con China en 1970 y es considerado el segundo socio
económico de China en la región, con un 18,2% del volumen total de intercambio comercial.6
Actualmente, cuenta con Sistema de Consulta Política desde 19887 y un Tratado de Libre
Comercio (TLC) vigente desde 2005.8 Esta relación se ha caracterizado sin duda por el
pragmatismo de ambos lados:
―Cuando se produjo el golpe militar en 1973, China no rompió relaciones diplomáticas
con Chile. China las mantuvo con la dictadura militar durante diecisiete años, y eso se
basa prácticamente en el pragmatismo tanto chileno como chino. En ese momento, no
habían considerado romper relaciones diplomáticas y habían optado por reconocer la
dictadura militar por el hecho que no tenía ninguna embajada en América Latina. Chile
era la puerta de entrada a América Latina‖9.
Esta relación es particularmente sólida si es comparada con el resto de los países del hemisferio
americano. No sólo Chile fue el primer país del mundo en reconocer la membresía de la RPC en
la OMC y en otorgarle el estatus de economía de mercado, sino que adicionalmente, China se ha
convertido en su primer socio comercial (Tobón & Bermúdez, 2012).
6
Cifras oficiales del intercambio comercial total de China y América Latina entre 2000 y 2005. En:
http://co2.mofcom.gov.cn/aarticle/biography/portfolio/200504/20050400067589.html
7
El 16 de Agosto de 1988, se dio el Establecimiento del Sistema de Consulta Política entre los Ministerio
de Relaciones Exteriores de China y Chile con el fin de mantener estrechas relaciones e implementar
políticas favorables para ambos países. En:
http://cl.china-embassy.org/esp/zzgx/t222764.htm y
http://spanish.china.org.cn/xi-lamei/guanxi/1.htm
8
El TLC establece desgravaciones arancelarias, tanto inmediatas como escalonadas para diferentes tipos
de productos de origen chileno, y regula los Procedimiento, Reglas de Origen las Medidas Sanitarias y
Fitosanitarias,
la
Cooperación
entre
otros.
En:
http://www.aduana.cl/prontus_aduana/site/artic/20070228/pags/20070228100917.html
9
Entrevista el Profesor e Investigador Eduardo Carreño de la Universidad de Chile. Entrevista realizada
el 3 de junio de 2013 en Santiago de Chile.
6
A su vez, Chile ha sostenido relaciones diplomáticas de gran injerencia con los Estados
Unidos, altamente dependientes, entre 1960 y la primera parte de 1990 y seriamente divergentes
durante la Segunda Guerra Mundial y la segunda parte de 1990, exceptuando los intercambios
comerciales y la inversión. Desde el 2006 Chile sostiene el sexto lugar de importancia como
socio comercial de la región para Estados Unidos con cerca del 10,5% del total regional.10
Aunque el intercambio comercial entre estos países ha decrecido, esta situación no ha afectado
sus relaciones diplomáticas. Tanto Michelle Bachelet como Barack Obama hicieron particular
énfasis en que sus respectivos países sostenían una relación de amistad equilibrada y cercana.
En el año 2009, la entonces presidente chilena se reunió con el mandatario estadounidense para
discutir los temas relacionados con la relación bilateral. En las declaraciones oficiales sobre la
reunión, ambos países afirmaron tener una visión compartida en materia de cambio climático y
de proliferación nuclear (Ministerio de Relaciones Exteriores de Chile 2009).
En términos metodológicos, se parte de un análisis cualitativo, iniciando con la
construcción de una base de datos de prensa que permitiera organizar toda la información
referente a las posiciones de los países respecto a las diversas cumbres de cambio climático y
proliferación nuclear. De igual forma, este análisis de prensa se complementó con la revisión de
fuentes primarias y posteriormente se construyó una matriz de convergencia- divergencia de los
discursos que contrastara los temas controversiales de proliferación nuclear y cambio climático
de los cuatro países estudiados. Estos temas fueron las variables de análisis para estudiar las
posiciones. Dichas variables fueron analizadas con los aspectos más controversiales de cambio
climático y proliferación nuclear que posibilitaron establecer la alineación o divergencia de
postura de los países latinoamericanos respecto de Estados Unidos y China.
Por otra parte, se realizó un trabajo de campo en Santiago de Chile y Brasilia en el cual
se entrevistaron a pares académicos y funcionarios públicos expertos en los temas de
gobernanza global para contrastar la información recolectada con la matriz mencionada para
poder nutrirla y modificarla. Finalmente, la información recolectada se analizó con la matriz y
se comparó con los datos económicos de intercambio comercial de los países junto con los
patrones de sus políticas exteriores. Para evidenciar si ha existido un cambio discursivo en estos
países que los alinee con China o con Estados Unidos.
El resultado de la investigación determinó que las relaciones políticas y económicas de
los países van por líneas separadas, así estableciendo que un acercamiento económico no
repercute en un acercamiento político automático. De igual manera se detectó que los discursos
10
Estadísticas oficiales de la Comisión de Comercio Internacional de Estados Unidos. En:
http://dataweb.usitc. gov/prepared_reports.asp
7
de los países latinoamericanos estudiados, Chile y Brasil, no manejan una alineación política
explícita con Estados Unidos o con China. El análisis discursivo de estos países demostró una
fuerte independencia de sus políticas exteriores respecto de cambio climático y proliferación
nuclear. Estableciendo que la concordancia en las posiciones es por coincidencia en la mayoría
de los casos que por una alineación política explícita.
Este documento se encuentra dividido en siete partes. La introducción, como primera
sección, seguida por los lineamientos de la política exterior Chilena y sus características durante
los gobiernos de Ricardo Lagos y Michelle Bachelet. El tercer bloque presenta los lineamientos
de la política exterior brasilera y sus características durante los gobiernos de Fernando Henrique
Cardoso, Luiz Inácio Lula da Silva y Dilma Rousseff. La cuarta sección consta de la
presentación del intercambio comercial de los países latinoamericanos con China y Estados
Unidos. El quinto y sexto componente del documento presentan el análisis del discurso de los
cuatro casos de estudio, Estados Unidos, China, Brasil y Chile frente a los temas de cambio
climático y proliferación nuclear mediante una matriz de convergencia-divergencia. Finalmente,
se presenta el análisis de las políticas exteriores de Brasil y Chile en los asuntos de gobernanza
global junto con el intercambio comercial de éstos con China y Estados Unidos con el objetivo
de evaluar si las dinámicas económicas entre China, Brasil y Chile, se replican en una
alineación en la formulación de la política exterior de los países latinoamericanos.
2. Rasgos de la política exterior chilena y sus características durante los gobiernos de
Ricardo Lagos y Michelle Bachelet
La política exterior chilena tiene la característica de presentar parámetros constantes en
sus lineamientos de comportamiento internacional, lo que demuestra una estabilidad y
continuidad en esta política pública que la posicionan como una política de Estado congruente
con sus principios especialmente desde el retorno a la democracia en el país para la década de
los 90. En la actualidad la política exterior chilena se sustenta sobre cuatro principios
fundamentales estipulados durante el Gobierno de Sebastián Piñera. Estos cuatro principios
hacen alusión al respeto por el Derecho Internacional, la integridad territorial, promoción de la
democracia y respeto por los derechos humanos y responsabilidad de cooperar.11 Estos
elementos obedecen a los rasgos que han caracterizado el comportamiento internacional de
Chile desde 1990, año en el que retorna la democracia al país después de la dictadura militar
instaurada en 1973.
11
Ministerio de Relaciones Exteriores de Chile. Principios de la política exterior chilena. Recuperado el
14
de
junio
de
2014.
En:
http://www.minrel.gob.cl/minrel/site/artic/20080802/pags/20080802194424.html
8
En este orden de ideas, los gobiernos post dictadura decidieron continuar con la apertura
económica de Chile sumada a una reinserción en el sistema internacional. Los gobiernos de
Aylwin y Frei se enfocan en la reactivación de la diplomacia y del multilateralismo. Se
empiezan a negociar tratados de libre comercio con países latinoamericanos y participan en
acuerdos multilaterales económicos como MERCOSUR. Desde 1990 al 2000 Chile realiza
asociaciones económicas con varias regiones del mundo; busca ingresar al NAFTA y diversifica
sus relaciones exteriores en América Latina y Asia- Pacífico, participando en la cumbre de la
APEC en Bogor, Indonesia, convirtiéndose en miembro activo de esta organización desde 1994
y estableciéndolo como el principal canal de comunicación con esta región.
Durante el gobierno de Ricardo Lagos (2000-2006) Chile firma el TLC con Estados
Unidos en 2003 y con la Unión Europea negociados en la Administración Frei. La política
exterior del país se caracteriza por la combinación de ―la política de acuerdos económicos
internacionales con un reconocimiento (implícito) de la hegemonía político-estratégica de
Estados Unidos (Wilhelmy, 2003, pág. 285). Aunque el perfil era hacer de Chile un actor
estratégico participando como miembro no permanente del Consejo de Seguridad de la ONU,
mantuvo una posición no alineada con Estados Unidos respecto de la invasión de Irak cuando
votó en contra de la misma.
La política exterior de Michelle Bachelet, (2006-2010) se caracterizó por ahondar en el
fortalecimiento de los lazos vecinales y regionales. Mantuvo una continuidad con los gobiernos
anteriores donde el foco central de las relaciones exteriores era el fortalecimiento del comercio a
través de un regionalismo abierto y un multilateralismo medianamente activo pero con la
característica de buscar una mayor integración en América Latina (Pardo, 2012). Chile se
convierte en un actor constitutivo y activo de la UNASUR asumiendo la presidencia pro
tempore de la organización en el 2008.
De lo anterior, es posible determinar que la política exterior chilena de los últimos
veinte años se ha caracterizado por la expansión y apertura económica mediante acuerdos
comerciales, bilaterales principalmente; por el perfeccionamiento del modelo neo-liberal basado
en el multilateralismo y por la integración estratégica. En la última década, se evidencia un
direccionamiento de la política exterior hacia el fortalecimiento de las relaciones económicas y
diplomáticas con América Latina y al pleno respeto por las instituciones y organismos
internacionales sin ser necesaria una participación activa en los mismos.
9
3. Rasgos de la política exterior brasileña y sus características durante los gobiernos
de Fernando Henrique Cardoso, Luiz Inácio Lula da Silva y Dilma Rousseff
La política exterior brasilera se caracteriza por ser una de las más sólidas a nivel global. Desde
el siglo XX los lineamientos del comportamiento brasilero a nivel internacional se han
mantenido, usando como recuso principal la diplomacia para la resolución de controversias. De
igual manera posee un fuerte apego a las normas y regímenes internacionales como aspecto
principal. La búsqueda de independencia y de liderazgo a nivel regional principalmente e
internacional desde el siglo XXI es otra de sus características generales.
Al ser la diplomacia el bastión de su política exterior, el Ministerio de Relaciones Exteriores del
país es uno de los más relevantes y fuertes del gabinete ministerial brasilero. Las características
mencionadas anteriormente aún se mantienen, adicionando que Brasil a lo largo de su historia
ha buscado crear alianzas estratégicas con diversos socios en espacios comerciales, económicos
políticos y sociales. La política exterior de Brasil ha estado orientada al desarrollo económico
del país prevaleciendo su interés nacional y buscando ser el líder suramericano de América
Latina.
Un aspecto importante de la política exterior brasilera es su relación económica y
política con Estados Unidos. Desde mediados de los 60 y durante la década de los 70 y 80, la
política exterior se caracterizó por un ―pragmatismo ecuménico responsable‖. Encaminado a
una apertura a África, una participación activa en el sistema internacional y un distanciamiento
de los Estados Unidos (Bernal-Meza, 2006). En la década de los 90 el distanciamiento con
Estados Unidos se aumenta pues Brasil pone especial atención en temas de gobernanza global
con los que difería abiertamente de éste. Con el gobierno de Fernando Henrique Cardoso (19952002) se da un acercamiento con Estados Unidos debido a la apertura neoliberal de los años
noventa y viendo al Área de Libre Comercio de las Américas –ALCA- como una oportunidad
de desarrollo económico para Brasil. Además, para el 2001, Brasil exportaba más a Estados
Unidos que a Mercosur, dejando a su socio regional en segundo lugar de intercambio comercial
(Bernal-Meza, 2006). Nuevamente se hace claro ese pragmatismo en las relaciones bilaterales
de Brasil con sus socios.
Durante el mandato de Cardoso, se evidencia un multilateralismo fuerte, sin dejar de
lado el bilateralismo. Buscó impulsar el Mercosur pero por ser un gobierno de transición del
modelo de sustitución de importaciones a uno de corte neoliberal, tuvo un acercamiento con
Estados Unidos, buscando que Brasil fuera su interlocutor en América Latina. Su cercanía con
10
este país le costó el rechazo de la sociedad civil y la pérdida de su partido PSDB (Partido de la
Social Democracia Brasileña) en las elecciones presidenciales de 2002.
La llegada de Luiz Inácio Lula da Silva al poder (2003-2010) presenta cambios en la
política exterior brasileña. Dada la crisis económica del periodo presidencial anterior, la propia
supervivencia del gobierno y su capacidad de gobernar dependió, en los primeros meses de
conquistar la confianza de los inversionistas extranjeros y nacionales (Ramalho de Rocha, 2003,
pág. 32). Los principales objetivos de la política exterior de Lula se centraron en profundizar en
la integración e interdependencia de las economías latinoamericanas. Se enfatizó
en la
estrategia de la consolidación del liderazgo de Brasil en la región. Se da prioridad a América del
Sur en dos dimensiones: una económica en cuanto a la liberalización del comercio y atracción
de inversión; y una política, enfocada en la intervención y mediación de crisis políticas de los
vecinos.
El canciller Celso Amorim definió la nueva política exterior de Brasil como una
propuesta nacionalista de izquierda que se puede resumir en cinco características básicas: (1)
Aumento del poder político, económico, militar, ideológico, científico-militar con el objetivo de
acumular recursos de autonomía nacional; (2) Construcción de un solo eje político
sudamericano; (3) No inclusión de Brasil en el ALCA; (4) Búsqueda del puesto como miembro
permanente del Consejo de Seguridad con la coordinación de Argentina como parte del bloque
suramericano y, (5) Cooperación con China e India en el desarrollo tecnológico del área de
defensa e industria militar.
En cuanto al ámbito multilateral, la política exterior giraría en torno a tres ejes
principales: (1) Rechazo a las normas impuestas por los grandes poderes; (2) promoción de la
multipolarización del sistema internacional, y (3) Fortalecimiento de la cooperación multipolar
con China, India y Rusia (Bernal-Meza, 2006, pág. 81).
Es importante mencionar la prioridad que el gobierno de Lula otorga a su liderazgo
regional y su búsqueda por el liderazgo global pues
―El discurso a favor de una reforma de las Naciones Unidas, relacionado con la idea del
fortalecimiento de las instituciones internacionales, sirve también para proyectar la
imagen de un país que busca afianzarse como uno de los líderes, a partir de América del
Sur, de los países en desarrollo. Este objetivo requiere acercarse a otros países ―del
Sur‖‖ (Ramalho de Rocha, 2003, pág. 37)
Como se puede ver la política exterior brasilera tiene un rasgo de persistencia en el
tiempo, pues aparte de su búsqueda de acercamiento con África y la demanda por ingresar como
11
miembro permanente al Consejo de Seguridad, está política ―más que otras políticas públicas,
tiene una característica de permanencia, ya que la estructura burocrática de los encuentros y de
los compromisos firmados con otros gobiernos son difíciles de cambiar en el corto plazo‖
(Ramalho de Rocha, 2003: 39 y 40).
Durante el periodo Lula da Silva, se demostró que el tipo de política exterior estaba
marcado por una diplomacia presidencial en la cual las características de Lula como líder
carismático determinaron las relaciones políticas y económicas con sus vecinos. Al ser Lula el
principal responsable de la política exterior, su cambio de gobierno determinó un cambio de
dirección en la misma.
Aunque la política exterior sea una política pública de Estado con muchos rasgos de
permanencia es claro que para la actual presidenta Dilma Rousseff el panorama es diferente. A
lo largo su presidencia se ha evidenciado que no existe el mismo activismo en política exterior
del presidente Lula, se ha frenado el Mercosur y se ha puesto especial atención en los acuerdos
comerciales con los países de la Alianza del Pacífico. De igual forma, se hace evidente que en el
plano de la gobernanza global, Brasil no ha estado tan activo como en el periodo presidencial
anterior, aunque si es claro que se ha otorgado especial atención a la cooperación Sur-Sur – un
señal de continuidad con el gobierno anterior.
4. Intercambio comercial de Brasil y Chile con Estados Unidos y China entre el 2000
y 2013
En esta sección se presentarán los datos del intercambio económico de los países
latinoamericanos con China y Estados Unidos. Se iniciará presentando las estadísticas de la
balanza comercial de mercancías de Chile y posteriormente las de Brasil.
4.1.
Intercambio comercial de Chile con China y Estados Unidos
En la actualidad el principal destino de las exportaciones de Chile es China a quien le
exporta bienes por un valor de 19,219 millones dólares para el año 2013. Estados Unidos por su
parte es el tercer destino de las exportaciones chilenas con un total de exportaciones de 9.811.8
millones de dólares. En cuanto a importaciones se refiere, Chile importa de Estados Unidos un
total de mercancías por un valor de 16,104.4 millones de dólares, seguido por China del cual
importa un total de mercancías avaluado en 15,701.7 millones de dólares (Organización
Mundial del Comercio, 2013).
12
A partir de la entrada en vigencia del TLC, el 1 de octubre de 2006, China fue
aumentando su presencia en el comercio nacional hasta convertirse en el primer socio comercial
de Chile durante el 2010 y receptor del 20% de las exportaciones totales de Chile al mundo
(Ministerio de Relaciones Exteriores de Chile, 2013). En el año 2000 el saldo de la balanza
comercial de Chile con Estados Unidos y China se encontraba en déficit hasta el 2001. A partir
de este año, la balanza comercial del país latinoamericano con sus dos socios comerciales
presentó un superávit. Sin embargo, la situación cambia a partir de esta fecha. Pues Chile
empieza a presentar una balanza comercial en déficit con Estados Unidos desde el 2007 y un
superávit con China desde el 2008. Esta situación comercial de saldo negativo de Chile con
Estados Unidos se ha mantenido hasta la fecha, mientras que con China la balanza comercial ha
presentado un saldo positivo a favor de Chile (ver Gráfico 1 y Anexo 1).
Gráfico 1
Saldo Balanza Comercial de Chile con China y Estados Unidos
2000-2013
8.000
Millones de Dólares
6.000
4.000
Estados
Unidos
2.000
0
-2.000
China
2000 2001 2002 2003 2004 2005 2006 2007 2008 2009 2010 2011 2012 2013
-4.000
-6.000
Año
Fuente: OMC. Información sobre comercio internacional y acceso a los mercados
4.2.
Intercambio comercial de Brasil con China y Estados Unidos
El principal socio de importaciones de Brasil en la actualidad es la Unión Europea, en
segundo lugar se encuentra China con un volumen de 37,302.2 millones de dólares seguido por
Estados Unidos, país del cual importó mercancías por 36,280.3 millones de dólares. En cuanto
a exportaciones se refiere, se presenta la misma tendencia que con las importaciones. La Unión
Europea es el principal socio comercial de Brasil, comprando mercancías brasileras
cuantificadas en 47,613.4 millones de dólares, lo sucede China con 46,026.2 millones de dólares
y en tercer lugar se encuentra Estados Unidos con 24,866 millones de dólares (Organización
Mundial del Comercio- OMC-, 2013).
13
Brasil es considerado como el principal socio comercial de China en América Latina
desde 2002 hasta 2005 aproximadamente (Embajada de RPC en Colombia, 2005). Desde este
mismo periodo hasta el 2007 Brasil ha tenido una balanza comercial en superávit con China. A
partir del 2008 el superávit de Brasil con China asciende considerablemente y en 2013 presenta
un déficit, ya que Brasil reporta exportaciones de mercancías por un total de 19,203 millones de
dólares a China e importa de este país 37,302 millones de dólares.
Para el caso estadounidense, Brasil ha presentado una balanza comercial en déficit
desde el 2009 dado el aumento considerable de importaciones provenientes de Estados Unidos
y un promedio sostenido de exportaciones de Brasil a este país desde 2009 a 2013 (Ver Gráfico
2 y anexo 2).
Gráfico 2
Saldo Balanza Comercial de Brasil con China y Estados Unidos
2002-20123
30.000
Millones de Dólares
20.000
10.000
0
-10.000
2002 2003 2004 2005 2006 2007 2008 2009 2010 2011 2012 2013
-20.000
-30.000
-40.000
Año
Fuente: OMC. Información sobre comercio internacional y acceso a los mercados.
5. Posición de Brasil, Chile, Estados Unidos y China frente al cambio climático
Para evaluar las posiciones de los países frente al cambio climático se construyó una
matriz que muestra la convergencia y divergencia de los países frente a este tema.
Esta matriz consta de cinco aspectos considerados como los asuntos de mayor controversia que
miden y dan cuenta del discurso que manejan China, Estados Unidos, Brasil y Chile frente a
este tema de gobernanza global. Los aspectos en cuestión son: (i) Concepción de la causa del
cambio climático; (ii) Origen o causa del interés en el tema; (iii) Obligaciones contraídas a nivel
internacional según el volumen de emisiones de gases de efecto invernadero –GEI-; (iv)
14
Saldo
Estados
Unidos
Saldo
China
Medidas tomadas por los países para mitigar el cambio climático y por último; (v) Aceptación
de una norma global de cambio climático. Los aspectos mencionados se han identificado como
las variables del análisis para los cuatro países estudiados. Sus posiciones se han medido y
analizado con las posturas que manejan frente a cada aspecto para poder evidenciar un patrón de
similitud o diferencia entre los casos de estudio.
Respecto de la primera variable de análisis se puede determinar una concordancia clara
de Chile y Brasil con China en cuanto a la concepción de la causa del acelerado cambio
climático en el planeta. Mientras que Estados Unidos establece que el cambio de la temperatura
global obedece a los intercambios económicos necesarios para el crecimiento y desarrollo
industrial China, Brasil y Chile establecen que el cambio acelerado en la temperatura es
causado por el hombre. Brasil por su parte establece que esta problemática tiene fundamento en
el acelerado desarrollo industrial y en la deforestación indiscriminada de los bosques y selvas.
Por su parte, Chile se considera al igual que los países latinoamericanos pequeños altamente
vulnerable a los efectos del cambio climático asociados a las emisiones de gases de efecto
invernadero.
En cuanto al interés en esta problemática, se encuentra una fuerte divergencia entre
China y Estados Unidos. China por su parte establece que su preocupación por el tema nace de
la necesidad de reducir la polución de su país y la contaminación hídrica que los aqueja. Desde
1980 reconocen el fenómeno y la necesidad de actuar frente al mismo. Para 1992 y durante
1993, el país inicia su legislación para la protección del cambio climático creando la “China’s
National Agenda 21- White Paper on China's Population, Environment and Development in the
21st Century”- el cual se enfocaba en crear un plan de acción para transformar su modelo de
desarrollo en uno más eficiente y sostenible (Leiteritz, 2013). El Plan Nacional fue ratificado en
1994 y dos años después el Consejo de Estado de China celebra la Cuarta Conferencia Nacional
para la Protección Ambiental orientada a promover una estrategia de desarrollo sostenible.
Subsecuentemente, se establecen planes sectoriales quinquenales para la protección y
conservación medioambiental.12 De igual forma, existe un interés económico enfocado en
12
Estos planes planteaban metas ambiciosas. Para el 2000 se planeaba tener el sistema legal completo
relativo al manejo ambiental que fuera en concordancia con su economía social de mercado. Se debían
aumentar los esfuerzos para iniciar una tendencia de control de la polución y mejorar la calidad del
ambiente en varias regiones y ciudades seriamente afectadas por la contaminación. Una década después,
para el 2010, la legislación ambiental debía estar completamente establecida y funcionando a la
perfección lo que posibilitaría mantener bajo control el deterioro ecológico y ambiental del país entero así
como implementar la mejora ambiental en las áreas rurales y urbanas.
Tomado de: Naciones Unidas. Desarrollo sostenible. ―Institutional aspects of sustainable development in
China‖.
Recuperado
el
22
de
Junio
de
2013.
Disponible
en:
http://www.un.org/esa/agenda21/natlinfo/countr/china/inst.htm
15
reducir la dependencia de combustibles fósiles de los cuales depende su crecimiento económico.
El país tiene un interés marcado en el desarrollo de energías alternativas más económicas y
eficientes que posibiliten continuar con su modelo de desarrollo.
Estados Unidos, en cambio, se orienta por un interés económico para reducir la
dependencia de los combustibles fósiles. Al considerar que la causa del cambio climático y el
calentamiento global es un ciclo natural, no tiene una preocupación directa sobre la preservación
del medio ambiente pues esto podría atentar contra su modelo de desarrollo económico. Sin
embargo, en 1992 ratificaron la Convención Marco de las Naciones Unidas para el Cambio
Climático, y
―la Academia Nacional de Ciencias –NAS- por sus siglas en inglés, emitió un reporte
en el cual determinaban que los Estados Unidos podían compensar sus emisiones
de
gases efecto invernadero entre un 10 y 40% de los niveles de 1990
si
se
implementaban las políticas ambientales adecuadas de ahorro de
energía‖
(Congressional Reasearch Service, 2011)
Inclusive durante el gobierno de Reagan y como se evidencia durante el periodo Clinton, se
presenta un papel activo de los Estados Unidos en la promoción de proyectos ambientales. Sin
embargo, en la presidencia de George W. Bush no se ratifica el Protocolo de Kioto pues se
otorga mayor énfasis a la seguridad nacional (Leiteritz, 2013). A su vez, durante el gobierno de
Obama, se da un viraje en el discurso ambiental y se proponen acciones desde el ejecutivo para
reducir la polución, preparar al país para los impactos del cambio climático y reunir esfuerzos
internacionales para mitigar el fenómeno (Gobierno de los Estados Unidos, 2013).
Para el caso brasilero, su preocupación ambiental inicia en 1970 y se enfoca en la
preservación de la cuenca amazónica y el efecto que tiene el cambio climático y la emisión de
gases en los países menos desarrollados y en vías de desarrollo. Sin embargo, se ha evidenciado
que el interés profundo de Brasil en esta temática tiene su origen en la década de los 90 cuando
inicia una ―reformulación de los temas o valores hegemónicos universalmente aceptados‖
(Bernal-Meza, 2006) y se empieza a tomar una preocupación política respecto de los temas de
gobernanza global. El país ve como una oportunidad tomar liderazgo internacional en estos
temas, y a partir del gobierno de Lula se construyen mecanismos más fuertes para hacer
cumplir las leyes y castigar a las economías ilegales que se lucraban de la explotación de la
selva amazónica (Leiteritz, 2013).
Chile, por su parte, se interesa en el cambio climático por su preocupación en los
desastres naturales y las implicaciones que tiene el modelo industrial en el ambiente. Ratificaron
la Convención Marco de la Naciones Unidas sobre el Cambio Climático en 1994 y el Protocolo
de Kioto en 2002, estableciendo su compromiso con el tema ante la comunidad internacional
16
(Ministerio de Medio Ambiente de Chile, 2014). Después del 2006, con el derretimiento de los
polos evidenciaron que el tema afectaba su estabilidad nacional y que se debía abordar el tema
con una diversificación metodológica y una interacción política dinámica (Leiteritz, 2013).
Para la tercera variable de análisis, las obligaciones contraídas a nivel internacional
según el volumen de emisiones de gases de efecto invernadero –GEI- se detecta que China,
Brasil y Chile consideran que dichas obligaciones deben ser compartidas por todos los países
del mundo pero diferenciadas según su grado de responsabilidad. Por su parte, Estados Unidos
establece que la responsabilidad sí debe ser diferenciada pero al largo plazo.
En cuanto a Brasil y Chile es posible encontrar una concordancia clara. Ya que ambos
países consideran que las obligaciones para la mitigación del cambio climático deben ser
compartidas por todos los países que hagan parte de la Convención Marco de las Naciones
Unidas sobre el Cambio Climático, pero se debe diferenciar en cuanto a la responsabilidad de
las emisiones y contaminación del ambiente. Un aspecto diferenciador entre Chile y Brasil, es
que este último tiene un papel internacional muy activo al formar parte del grupo BASIC13
(Brasil, África del Sur, India y China) el cual es en la actualidad, uno de los líderes en promover
compromisos vinculantes frente a la mitigación del cambio climático (Funcionario de la
Dirección de Política Ambiental, 2014). Mientras tanto Chile actúa a nivel local y regional
principalmente.
China al considerarse como país en vía de desarrollo supone que los países
desarrollados económicamente deben reducir la emisión de sus gases de efecto invernadero al
tener una responsabilidad histórica por contaminar el medio ambiente. De esta forma, los
Estados en vías de desarrollo o menos desarrollados deben tener la cooperación económica
necesaria mientras se adaptan para crear nuevas tecnologías amigables con el medio ambiente
(Foot & Walter, 2010: 222).
En contraste, Estados Unidos considera que existe un desequilibrio en la atribución de
responsabilidades, motivo por el cual George W. Bush estableció su oposición al Protocolo de
Kioto porque no hacía cumplir las reglas en casi un 80% del mundo y perjudicaba la economía
norteamericana (Foot & Walter, 2010: 185). De lo anterior, es posible establecer que EE.UU.
evade su responsabilidad como segundo emisor en el mundo de gases de efecto invernadero,
13
La información sobre este grupo se recolectó en el trabajo de campo realizado en Brasilia. Es un grupo
ministerial que realiza cuatro reuniones anuales en cada país miembro con el objeto de fijar una postura
frente al cambio climático y presentarla como un bloque en la siguiente cumbre o convención respecto al
tema. La información se amplía a lo largo del documento.
17
estipulando que los países en vías de desarrollo son los responsables por sus modelos
económicos.
La siguiente gráfica presenta las emisiones de gases de efecto invernadero de China y
Estados Unidos desde 1990 hasta el 2010. Se presenta con el propósito de hacer un contraste
entre la contaminación emitida por una economía en desarrollo y una desarrollada.
Gráfica 3
Emisiones de Gases Efecto Invernadero 1990-2010
12.000
Millones de toneladas métricas
11.000
10.000
9.000
8.000
7.000
6.000
Estados
Unidos
China
5.000
4.000
3.000
2.000
1.000
1990
1991
1992
1993
1994
1995
1996
1997
1998
1999
2000
2001
2002
2003
2004
2005
2006
2007
2008
2009
2010
-
Año
Fuente: World Resourses Institute (WRI) Climate data Explorer: CAIT 2.0.
Los datos anteriores permiten determinar que sin importar la divergencia en las
posiciones entre China y Estados Unidos la contaminación emitida por estos países conlleva a
pensar que uno de los principales asuntos controversiales son las medidas de mitigación de
emisiones que se tomen. La aceptación de la responsabilidad y causas del cambio climático es
importante pero la adjudicación de obligaciones e implementación de medidas efectivas es
deteminante en los resultados de mitigación del cambio climático. Por este motivo, la cuarta
variable de análisis de este estudio concierne a la concepción que tienen los países de las
normas y medidas que se deben tomar para la mitigación del cambio climático.
Para medir y determinar el tipo de medidas que los países de estudio han tomado frente
al cambio climático se establecieron unas características referentes al grado de vinculación de
las normas y si dichas normas son de carácter cooperativo o no. En cuanto al grado de
vinculación se hace referencia si los países buscan que las normas estipuladas a nivel
18
internacional sean aplicadas a nivel doméstico. De igual forma se evalúa si la legislación interna
referente a cambio climático va en concordancia con los acuerdos internacionales.
En relación al carácter cooperativo de las normas, se evalúa si China, Estados Unidos,
Brasil y Chile mantienen una posición cooperativa a nivel internacional para la búsqueda de
consensos y nuevos acuerdos referentes al cambio climático. Se detectó que existe una
convergencia entre Brasil y Chile respecto del grado de vinculación que tienen con los acuerdos
internacionales de cambio climático a nivel local. Por su parte China y Estados Unidos no
tienen un grado de vinculación de la norma global de cambio climático a nivel doméstico. En
cuanto al carácter cooperativo de las normas los cuatro países concuerdan que debe existir un
acuerdo global sobre cambio climático.
La posición de China respecto de las medidas que se deben tomar para mitigar el
cambio climático se enfoca en la búsqueda de un acuerdo global como pauta política para el
proceso de desarrollo económico. Para el 2000 era un líder mundial de los países en desarrollo
con un modelo sostenible y en el 2003 creó la Estrategia Nacional de Crecimiento Sostenible,
enfocada en buscar acuerdos de cooperación en proyectos de energía alternativa con países
vecinos para mitigar los impactos de la producción masiva (Leiteritz, 2013).
En el 2007 China realizó el Plan Nacional de Cambio Climático proyectado a cinco
años. Con este plan, logró posicionarse como el primer país en desarrollo en publicar una
estrategia contra el cambio climático (Foot & Walter, 2010: 191). Sin embargo, existe una
característica con el caso chino pues al parecer es un país que tiene una ―incapacidad de
internalizar e implementar las normas, compromisos y objetivos que promulgan‖ (Foot &
Walter, 2010: 182). Por este motivo es que se califica a China con un carácter no vinculante de
las medidas que aceptan y promulgan referentes al cambio climático. Algunas de las causas
pueden ser como lo mencionan Foot y Walter la relación entre la capacidad institucional y los
intereses domésticos que pueden chocar y/o competir entre sí repercutiendo en el nivel de
congruencia normativa a nivel nacional con el internacional.
Los esfuerzos de China se concentran en buscar alianzas con países en vías de
desarrollo que tengan ciertas características similares a las suyas, por este motivo en el 2005,
previo a la Cumbre de Copenhague, surge una aproximación de cuatro países que pertenecían al
G77 y que evidenciaron que podrían tener mayor capacidad relativa de negociación por
separado. Por este motivo se crea el grupo BASIC, conformado por Brasil, Sudáfrica, India y
China que surge en principio como un grupo consultivo cuya característica es que los miembros
19
son países en vías de desarrollo que tienen posiciones similares frente a la cuestión del cambio
climático. 14
Dada la concordancia con la posición de China respecto de las medidas que se deben
adoptar para la mitigación del cambio climático, Brasil sostiene que la normatividad
internacional debe tener un carácter cooperativo vinculante. Converge con China respecto de la
necesidad de cooperación entre los Estados para generar una norma global de cambio climático,
pero diverge en el carácter vinculante de la misma. Lo anterior se sustenta sobre el hecho que
Brasil durante la presidencia de Lula realizó compromisos voluntarios a nivel internacional
altamente vinculantes a nivel doméstico. Para el 2008 establecen dos planes nacionales
referentes al cambio climático: El Plan Amazónico Sostenible y el Plan Nacional de Cambio
Climático. Sin embargo, desde 2003 Brasil es líder regional y mundial que propone escenarios
de contribución al entendimiento global del fenómeno. Ha sido pionero en promover políticas
nacionales para el control de la deforestación y el crecimeinto sostenible cambiando la
economía del carbón y el petróleo por energías alternativas durante los próximos 20 años
(Leiteritz, 2013).
Para el caso chileno al igual que Brasil, las normas de cambio climático deben tener una
carácter cooperativo vinculante. Aunque la participación de Chile es moderada, este país se
enfoca en la cooperación bilateral en la cual promueven clausulas verdes en sus tratados
comerciales e incentivan el intercambio tecnológico en asuntos de cambio climático. Además de
enfocarse en los acuerdos bilaterales, Chile también se enfoca en el nivel regional como la base
para generar medidas efectivas que mitiguen los efectos negativos del cambio climático
(Leiteritz, 2013).
En cuanto al carácter vinculante de la normatividad, el Ministerio del Medio Ambiente
de este país, tiene una oficina de cambio climático cuya misión es ―contribuir a la integración de
la problemática asociada al cambio climático en las políticas públicas del país, para lograr un
desarrollo sustentable y una economía baja en carbono.‖ (Ministerio de Medio Ambiente de
Chile, 2014). En concordancia con lo anterior en el 2006 se creó Plan Nacional de Cambio
Climático. En este año se inicia una política ambiental más estructurada que surge como
14
La información sobre el grupo BASIC se recolectó de una serie de entrevistas realizadas al Asesor
Especial de la Ministra de Medio Ambiente de Brasil; Jefe de la Oficina de Asuntos Internacionales del
Ministerio de Medio Ambiente y Funcionario de la Dirección de Política Ambiental del Itamaraty,
Ministerio de Relaciones Exteriores de Brasil. Entrevistas realizadas el 19 de marzo de 2014. Brasilia,
Brasil.
20
respuesta a las devastadoras inundaciones que por los daños ocasionados demostraron la
necesidad de un compromiso político frente al tema.
Por último, Estados Unidos mantiene una posición que encuentra cierta similitud con
China respecto al carácter no vinculante a nivel doméstico de la normatividad internacional de
cambio climático. Es meritorio aclarar que la concordancia con la posición de China no
encuentra su raíz en la concepción de la causa del cambio climático sino en la aprehensión de la
normatividad y adjudicación de la responsabilidad. Este país sostiene que el cambio climático es
un efecto colateral del intercambio económico y es escéptico frente a las medidas de desarrollo
sostenible dado que pueden llegar a frenar su crecimiento y desarrollo industrial.
Aunque se habían llevado a cabo algunas iniciativas medioambientales en el país, sólo
en la administración de Obama se hace evidente un cambio. Sin embargo, la brecha entre el
comportamiento y su estatus de ser el mayor contribuyente al calentamiento global, ha puesto en
duda el compromiso estadounidense con las normas y su potencial para una respuesta global
adecuada (Foot & Walter, 2010: 211). La razón de dicha inconsistencia radica en la interacción
de valores domésticos e instituciones políticas por un lado y el poder de Estados Unidos por el
otro.
Al no ratificar el Protocolo de Kioto es evidente entender que la legislación de Estados
Unidos frente al cambio climático sea reducida y sólo se le haya dado relevancia al tema
después del Huracán Katrina, el cual evidenció que los cambios extremos del clima podrían ser
resultado de la falta de programas de mitigación del cambio climático y protección del medio
ambiente (Leiteritz, 2013). Con la llegada de Barak Obama a la presidencia del país en el 2008
se le empieza a dar mayor preponderancia al asunto del cambio climático. Se inicia un discurso
más cooperativo enfocado a frenar el acelerado cambio climático y a la generación de energías
alternativas. Este cambio discursivo pasa de posicionar la seguridad nacional como tema
preponderante de la agenda a tomar en cuenta otros aspectos de gobernanza global igualmente
relevantes. De esta forma, Obama estructuró el ―Climate Action Plan‖ que se enfoca en tres
pilares básicos: ―Cortar la polución de carbón en el país; Prepararse para los impactos del
cambio climático; y Liderar esfuerzos internacionales para combatir el cambio climático global‖
(Gobierno de los Estados Unidos, 2013).
La última variable de análisis hace referencia al grado de aceptación de una norma
global de cambio climático. Si bien es cierto que los cuatro países concuerdan en que las
emisiones de gases efecto invernadero deben reducirse, existe una fuerte divergencia entre
21
China y Estados Unidos con Brasil y Chile respecto de la aceptación de una norma global que
vincule su legislación interna.
Para China se evidencia una alta aceptación de la normatividad internacional y un firme
compromiso para frenar el cambio climático, pero se encuentra una imposibilidad y dificultad
de aplicar las normas y materializar sus compromisos a nivel doméstico. Prueba de ello es el
nivel de emisiones que presentan, sobrepasando desde el 2005 a Estados Unidos en nivel de
emisiones y convirtiéndose en el principal emisor de gases de efecto invernadero (Ver anexo 3).
Estados Unidos por su parte, al no ratificar el Protocolo de Kioto ni comprometerse con
objetivos y metas claras a nivel doméstico hace evidente su baja aceptación de una norma global
de cambio climático. Hace una fuerte crítica a la falta de peso de un marco regulatorio
internacional y se enfoca en evaluar un pos-Kioto que responsabilice a los emisores actuales y a
los países en vías de desarrollo.
Para el caso brasilero y chileno se destaca su alta vinculación y aceptación a las normas
internacionales. La posición chilena tiene su origen debido a su tendencia legalista de su
política exterior en la cual se acogen a los parámetros de las instituciones, convenciones y
acuerdos internacionales. Así mismo su especial interés en la preservación de los polos y
prevención de las inundaciones vinculan mucho más a Chile con la norma global sobre cambio
climático.
En cuanto a la posición de Brasil, es posible hallar la causa de su comportamiento
debido a su búsqueda de liderazgo a nivel regional y global en el tema. Además, su fuerte
compromiso con la preservación de la cuenta amazónica y su activismo a nivel multilateral para
hallar consensos y establecer compromisos para la reducción de las emisiones de gases lo
convierten en un ejemplo de aceptación e implementación de los acuerdos internacionales sobre
prevención y mitigación del cambio climático a nivel internacional.
A continuación se presenta la matriz que reúne las posiciones en la actualidad de los
cuatro países frente a los aspectos más controversiales del cambio climático.
22
Temas de controversia/
Variable de análisis
Concepción de la causa
del cambio climático
¿Cuál es el interés en el
tema?
Obligaciones contraídas
según volumen de
emisiones de GEI (grado
de responsabilidad)
Medidas para mitigar el
cambio climático
Aceptación de una
norma global de Cambio
climático
China
Estados
Unidos
Brasil
Chile
Antropogénico.
Natural.
Antropogénico.
Antropogénico.
Ambiental y
Económica
Económico
Políticoeconómico y
Ambiental
Económico y
Ambiental
Compartida pero
diferenciada.
Diferenciada a
largo plazo.
Compartida pero
diferenciada.
Compartida pero
diferenciada.
Cooperativas-no
vinculantes.
Cooperativasno vinculantes.
Cooperativasvinculantes.
Cooperativasvinculantes.
Alta-no
vinculante.
Baja-no
vinculante.
Alta-vinculante.
Alta-vinculante.
6. Posición de Brasil, Chile, Estados Unidos y China frente a la proliferación nuclear
Para evaluar las posiciones de los cuatro países frente a la proliferación nuclear se
construyó una matriz similar a la presentada en la sección anterior, la cual muestra la
convergencia y divergencia de los discursos de los países frente a este tema. Esta matriz
también consta de cinco aspectos considerados como los asuntos de mayor controversia sobre
proliferación nuclear y evidencian las posiciones y el discurso que manejan China, Estados
Unidos, Brasil y Chile frente a esta temática.
Los aspectos presentados a continuación serán las variables de análisis para mapear las
posiciones de los casos de estudio. (i) El uso que dan los países a la energía nuclear; (ii) El nivel
de dependencia de dicha energía; (iii) Los efectos de la proliferación nuclear para el sistema
internacional; (iv) La posición de los países frente a la proliferación nuclear y; (v)
El
comportamiento internacional referente a la proliferación nuclear. Al hallarse relacionadas las
dos primeras variables de análisis, el uso de la energía nuclear y el nivel de dependencia de
dicha energía se estudiarán conjuntamente para cada país.
En cuanto a Estados Unidos, el uso de la energía nuclear en el país proviene de larga
data. Desde el periodo de guerra fría los norteamericanos iniciaron una carrera armamentista
dada la incertidumbre que se vivía en el mundo bipolar de aquel entonces. En un sistema
bipolar, la incertidumbre es contante en la relación de fuerzas y por la facilidad de alianzas y
construcción de enemistades (Waltz, 1981). Para sustentar lo anterior
en 1967, el tamaño del arsenal de Estados Unidos alcanzó su punto máximo de
31.255 ojivas nucleares, pero para el 2010, bajo el nuevo Tratado Estratégico
de Reducción de Armas – New START- (por sus siglas en inglés) firmado con
Rusia, los Estados Unidos prometieron bajar ese arsenal a 1550 ojivas
(Kroenig, 2013).
23
Con la administración Obama se emprende el plan de reducir el arsenal nuclear con una
―agenda ambiciosa para reducir el rol y el número de armas nucleares con el fin de hacer de los
Estados Unidos un país más seguro y del mundo un lugar más estable‖ (Tauscher, 2010). Sin
embargo, aunque el arsenal nuclear del país esté reduciéndose, el país con el mayor número de
reactores es Estados Unidos con 104, más uno en construcción (Público.es, 2011) y el 19.7% de
la energía total producida por Estados Unidos es generada por energía nuclear15. De este modo
es posible establecer que el uso de la energía nuclear en este país tiene como propósito un fin
militar y civil en tanto que poseen armamento atómico y hacen uso de la energía para el
abastecimiento energético con una mediana dependencia de la misma.
Para el caso de China, este país incursiona en el uso de armamento nuclear en 1964
realizando su primer ensayo atómico basado en tres aspectos: deseaban más autonomía
estratégica del bloque soviético, utilizó su adquisición de armamento como una respuesta a los
acuerdos nucleares planteados por Estados Unidos y deseaban evaluar su estima a nivel nacional
e internacional. (Foot & Walter, 2010). En la actualidad la política de defensa nacional de China
establece que sus pilares básicos se encuentran en
[…] mantener la seguridad nacional y la unidad velando por los intereses del desarrollo
nacional; […] aplicación de la estrategia militar de defensa activa en
búsqueda
de
una estrategia de auto defensa nuclear; y fomentar un ambiente de seguridad conducente
al desarrollo pacífico de China. (Ministerio de Defensa Nacional de China, 2013)
En cuanto al uso de la energía atómica, China tan sólo produce un 1.9% del total de su energía
por centrales de energía nuclear y posee 11 reactores nucleares y otros 20 se encuentran en fase
de construcción. 16 De lo anterior se establece que China posee condiciones similares a Estados
Unidos respecto al uso de la energía nuclear pero no en una escala similar. Ambos países tienen
como destinación civil y militar la energía atómica; sólo que la dependencia del país asiático de
la energía nuclear es mínima todavía.
Para el caso chileno, tanto el uso de la energía nuclear como su dependencia de dicha
energía son nulos. Desde 2007, se había empezado a discutir la idea de desarrollar un programa
de energía nuclear para surtir de una forma menos costosa y más eficiente las minas productoras
de cobre (BBC Mundo, 2010). Sin embargo, el debate se cerró abruptamente por el terremoto
del 27 de febrero de 2010 de magnitud 8.8 a la escala de Richter que afectó gravemente a una
15
Datos tomados del Nuclear Technology Review. 2010. International Atomic Energy Agency- IAEARecuperado
el
5
de
marzo
de
2014.
Disponible
en:
http://www.iaea.org/About/Policy/GC/GC54/GC54InfDocuments/English/gc54inf-3_en.pdf
16
Datos tomados del Nuclear Technology Review. 2010. International Atomic Energy Agency- IAEARecuperado
el
5
de
marzo
de
2014.
Disponible
en:
http://www.iaea.org/About/Policy/GC/GC54/GC54InfDocuments/English/gc54inf-3_en.pdf
24
porción importante de la población chilena (El Mundo, 2010). A esto se le sumó,
aproximadamente un año después, el desastre de la planta nuclear de Fukushima (Barreno,
2011). La sucesión de estos dos eventos significó un duro aprendizaje. Es necesario resaltar que
Chile es uno de los países con mayor actividad sísmica en el mundo (Barreno, 2011) y que, en
consecuencia, desarrollar un programa de energía nuclear es una actividad riesgosa para la
seguridad de la población chilena.
En cuanto a Brasil, el país aboga por el uso de la energía nuclear con fines pacíficos
como la ciencia y la generación de energía eléctrica más amigable con el medio ambiente. Por
este motivo el uso de la energía nuclear es con fines netamente civiles. La razón por la cual las
pretensiones pacíficas de Brasil para el uso de energía atómica radica en la tradición de la
política exterior brasilera que data desde el siglo XIX. Su enfoque normativo y realista
encaminó al país a dejar de lado las presunciones militares. Fueron pragmáticos en su decisión
al reconocer que no tenían un poder militar para defenderse a sí mismos, motivo por el cual
acudieron a la diplomacia como su escudo de defensa frente a las controversias y amenazas.17
Sin embargo, el uso de dicha energía se empezó a considerar desde mediados del siglo XX. En
1956 Brasil creó la Comisión Nacional de Energía Nuclear (CNEN) con la misión de establecer
y ejecutar la política en esta materia (Bompadre, 2000). En la actualidad Brasil produce el
2.9%18 del total de su energía por generación nuclear y cuenta con dos reactores nucleares
ubicados en su única planta nuclear ―Angora ―.
En lo que atañe a la tercera variable sobre la concepción de los efectos que tiene la
proliferación nuclear para el sistema internacional, China considera que la proliferación nuclear
debe ser supervisada. Estados Unidos, por su parte, consideraba durante el gobierno de George
W. Bush que la proliferación nuclear debía ser condicionada dependiendo del uso de dicha
energía y del país que desarrollara dicha tecnología. Su discurso cambia con la administración
de Obama en la cual se establece que la proliferación nuclear genera inseguridad y que se debe
abogar por un desarme global.
En cuanto a Brasil y Chile, éstos se encuentran en el polo opuesto de la discusión al
considerar que la proliferación nuclear genera inestabilidad e inseguridad a escala mundial.
17
Paráfrasis de la entrevista realizada al académico y especialista en temas de proliferación nuclear en
Brasilia Antonio Jorge Ramalho. Think Tank del Ministerio de Defensa de Brasil. Entrevista realizada el
17 de marzo de 2014.
18
Datos tomados del Nuclear Technology Review. 2010. International Atomic Energy Agency- IAEARecuperado
el
5
de
marzo
de
2014.
Disponible
en:
http://www.iaea.org/About/Policy/GC/GC54/GC54InfDocuments/English/gc54inf-3_en.pdf
25
Estos aspectos serán tratados a profundidad en la última variable de análisis debido a su relación
temática.
Referente a la variable de la posición de los países frente a la proliferación nuclear,
nuevamente se encuentra una alineación concordancia entre el discurso de China y Estados
Unidos y una divergencia en las posiciones de Brasil y Chile. La posición China ha tenido un
cambio con el fin de la era Maoísta. En un principio cuando se convirtieron en un país poseedor
de armamento nuclear eran reacios a los debates al considerar que la prevención era continuar
manteniendo la hegemonía de las dos potencias de la guerra fría sobre las armas nucleares. Con
su ingreso al Consejo de Seguridad en 1980 y a la Agencia Internacional de la Energía Atómica
(IAEA, por sus siglas en inglés), China empieza a tomar una posición más activa en la
prohibición de la proliferación nuclear. En 1992 firma el Tratado de no Proliferación de Armas
Nucleares (NPT, por sus siglas en inglés) y apoyó su renovación indefinida en 1995.
Especialmente desde el 2000 la no proliferación se vuelve parte de su diplomacia bilateral y
multilateral. Lo anterior se debe a su mayor participación en instituciones internacionales, a su
estrategia política y económica relacionada con su imagen y a los cambios domésticos e
institucionales que ha tenido (Foot & Walter, 2010: 160).
Respecto a Estados Unidos, se puede establecer que apoyan una proliferación
condicionada-supervisada. Como lo exponen Foot y Walter (2010), Estados Unidos al ser el
país que ha contribuido en la creación de las regulaciones y las normas internacionales de no
proliferación y al tomar un rol de custodio de estos asuntos, tienen la posibilidad de reinterpretar
la norma por cuestiones estratégicas, en términos de Foot y Walter (2010), a ―niveles
inaceptables‖. Es decir, que Estados Unidos adapta la normatividad internacional según la
situación que se presente y según sus intereses. Por este motivo apoyan la proliferación nuclear
condicionada sólo a sus aliados y al considerar este aspecto como tema cental de su seguridad
nacional.
Brasil por su parte, rechaza la proliferación nuclear con fines militares pero concuerda
con el desarrollo de energía atómica con fines pacíficos. El país empezó a desarrollar su propio
sector nuclear en los años 50. Pero sus avances reales en esta área ocurrieron durante el regímen
militar desde 1964 a 1985 (Kassenova, 2014: 3). Brasil firmó un acuerdo de cooperación sobre
los usos pacíficos de la energía nuclear con Argentina en 1990 (Declaración de Foz do Iguazú
de Salvaguardas Nucleares) que daría origen a la firma el 13 de diciembre de 1991, del Acuerdo
con la Agencia Internacional de Energía Atómica para la aplicación de salvaguardas a todos
los materiales nucleares y a la creación de la Agencia Brasileña de Contabilidad y Control de
Materiales Nucleares (ABACC). (Sennes, Onuki, & de Oliveira, 2003: 10). La búsqueda
26
histórica de liderazgo de Brasil junto con las aspiraciones de liderazgo regional y global de la
administración Lula y el hecho que Brasil junto con Argentina sean los únicos países de
América Latina en tener tecnología nuclear hace evidente su ambición de convertirse en el líder
y portavoz regional de la seguridad hemisférica.
Para el caso chileno el trabajo de campo mostró que además de un fuerte apego al
contenido de las normas, la formulación de la política exterior chilena -en lo relacionado con los
temas de proliferación y energía nuclear- las restricciones a nivel doméstico, como su constante
actividad sísmica, descarta por completo la idea de tener plantas nucleares y armamento de esta
índole. 19
En cuanto a la última variable de análisis referente al comportamiento internacional de
los países en asuntos de proliferación, la decisión de China de adquirir armamento nuclear
obedeció a las amenazas de Estados Unidos de hacer un ataque preventivo aunque (Foot &
Walter, 2010). Inicia un comportamiento activo a partir de la década de los noventa. En 1996
firmó el Tratado de Prohibición Completa de los Ensayos Nucleares e invita a India y Pakistán a
firmar el Tratado de no Proliferación (TNP) en 1998. Especialmente a partir del 2000 la no
proliferación se volvió parte de su diplomacia multilateral y bilateral (Foot & Walter, 2010:
159). China se convirtió en líder del bloque asiático adhiriendose a la norma de no proliferación
nuclear.
Por su parte, Estados Unidos ha tenido un comportamiento muy activo en el sistema
internacional en los asuntos de proliferación nuclear. Firmaron el TNP en 1968 pero hacen parte
de los cinco Estados que tienen permitida la posesión de armamento nuclear.20 Consideran que
el uso de este tipo de arsenal debe estar supervisado para evitar que organizaciones terroristas o
países financiadores del terrorismo manipulen material nuclear y pongan en riesgo la seguridad
internacional. Desde la llegada de Barack Obama a la presidencia de este país la pretención de
un desarme se ha hecho más evidente
y su comportamiento ha pasado de una posición
defensiva y disuasiva a una en la cual buscan un acuerdo internacional para el desarme nuclear.
19
Posición recopilada de las entrevistas realizadas a Alfredo García Castelblanco, Embajador y Director
Dirección de Seguridad Internacional y Humana – Ministerio de Relaciones Exteriores de Chile. Y Pablo
Castro Asesor en Defensa de la Dirección de Seguridad Internacional y Humana – Ministerio de
Relaciones Exteriores de Chile. Entrevistas realizadas en Junio de 2013. Santiago de Chile.
20
En el Tratado de No Proliferación Nuclear se le permite sólo a cinco Estados la posesión de arsenal
nuclear al haber realizado ensayos atómicos antes de 1967. Estos países son los cinco miembros
permanentes de Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas: Estados Unidos (signatario en 1968),
Reino Unido (1968), Francia (1992), Rusia (1968), y la República Popular de China (1992).
http://www.iaea.org/Publications/Documents/Treaties/npt.html
27
Obama se planteó cuatro metas durante su segundo periodo gubernamental encaminadas
a:
Realizar un nuevo tratado con Rusia que verifique el arsenal nuclear de las
partes y se hagan recortes mutuos del armamento. En segundo lugar, se comprometió a
reducir el papel de las armas nucleares en nuestra postura de seguridad. Tercero, fijó el
objetivo de asegurar todo el material nuclear vulnerable dentro de los próximos cuatro
años. Finalmente, el presidente reafirmó nuestro compromiso de mantener una disuasión
segura y efectiva para proteger a los Estados Unidos y a nuestros aliados mientras
existan armas nucleares. (Tauscher, 2010)
La postura y comportamiento de Brasil en este sentido se centra en la búsqueda de un
desarme total de armamento nuclear. Ratificaron el Tratado de Tlatelolco en 1994 y firmaron el
TNP en Washington el 18 de septiembre de 1998
Junto con Argentina, Brasil tomó la iniciativa de ofrecer su experiencia bilateral
en el capo nuclear como ejemplo de cómo es posible cooperar exitosamente en
la no-proliferación nuclear en clima de transparencia y confianza y al hacerlo
así fortalecer el régimen internacional de la no-proliferación.
(Sennes, Onuki, & de Oliveira, 2003)
Brasil firmó el tratado con el plan de reformarlo para que existiera un mayor
compromiso y progreso en el desarme por parte de los estados nuclearizados. Sin embargo, su
objetivo no se pudo cumplir. Según Antonio Jorge Ramalho, académico y funcionario del
Ministerio de Defensa de Brasil, existe un sentimiento de frustración al no poder reformar el
TNP, además de considerar dicho acuerdo injusto en la forma de implementación de la norma
por parte de los Estados con arsenal nuclear. La premisa de Brasil respecto al orden nuclear
global es que dicho orden es injusto, que beneficia a los Estados poseedores de armas nucleares
y presiona a los países que no poseen armamento nuclear (Kassenova, 2014: 4). Por ende, la
política exterior de seguridad de Brasil está orientada en la lucha por la ―justicia nuclear‖ con
una fuerte oposición a los estándares ―dobles‖. Como consecuencia, Brasil no ha firmado el
protocolo adicional de la Agencia Internacional de Energía Atómica. 21
El caso chileno presenta un comportamiento internacional apegado al régimen de no
proliferación nuclear lo que se corroboró con las entrevistas realizadas y con su discurso a nivel
internacional: aunque no se ven ni se sienten amenazados por los programas adelantados por
Brasil y por Argentina por cuenta de la relación que sostienen con ambos países, rechazan
sistemáticamente la idea de llevar a cabo actividades que impliquen el desarrollo de energía o
programas nucleares. Prueba de lo anterior fue la oposición enfática a la posición
21
Información recopilada de la entrevista realizada al académico y especialista en temas de proliferación
nuclear en Brasil, Antonio Jorge Ramalho, Think Tank del Ministerio de Defensa de Brasil. Entrevista
realizada el 17 de marzo de 2014 y a un funcionario de la División de Desarme de Tecnologías Sensibles
del Ministerio de Relaciones Exteriores. Entrevista realizada el 21 de marzo de 2014.
28
estadounidense en marzo de 2003 cuando se puso sobre la mesa el tema de la guerra en Irak
(AFP, 2013). Sin embargo, con el cambio de administración en Estados Unidos, se demostró
que las buenas relaciones entre ambos países no se vieron realmente afectadas. Su espíritu
legalista de su política internacional los convierte en unos actores que siguen los acuerdos a
cabalidad y buscan aliados como Estados Unidos para fortalecer la seguridad y reducir la
amenaza del terrorismo nuclear (Tauscher, 2010).
A continuación se presenta la matriz que resume las posiciones de los cuatro países
frente a los aspectos más controversiales de la proliferación nuclear.
Temas de controversia/
Variable de análisis
Uso de la energía
nuclear
Nivel de Dependencia
de la energía nuclear
Efectos de la
proliferación nuclear
para la estabilidad del
Sistema Internacional
Posición frente a la
Proliferación nuclear
Comportamiento
internacional en temas
de proliferación
China
Estados Unidos
Brasil
Chile
Militar- civil
Militar- civil
Civil
No aplica
Medio
Con fines
Energéticos
Bajo
Con fines
Energéticos
Nulo
Con fines
Energéticos
Genera
inseguridad a
escala mundial
Genera
inseguridad a
escala mundial
No proliferación
No
proliferación
Bajo
Con fines
Energéticos
Aumenta la
seguridad
Internacional
mantiene el orden
internacional
Proliferación
Activo
Aumenta la
seguridad
Internacional
mantiene el orden
internacional
Proliferación
Condicionada“Supervisada”
Muy activo
Medianamente
activo
No activo
7. Las posiciones convergentes y divergentes de los países latinoamericanos con
China y Estados Unidos
Con la estructuración de las matrices presentadas en las secciones anteriores, es posible
evaluar las posiciones de los países latinoamericanos frente a los temas de gobernanza global.
Estructurando las posiciones según los temas de controversia para cada aspecto de gobernanza
global analizado, fue posible mapear el discurso de los casos de estudio y contrastar los
resultados obtenidos con la información de intercambio comercial que tienen Brasil y Chile con
China y Estados Unidos. Las siguientes gráficas muestran la evolución discursiva de los cuatro
países respecto de cada tema de gobernanza global analizado.
29
Posición frente a la proliferación nuclear y uso de la
energía nuclear
Discurso sobre proliferación nuclear por país 2000-2013
Estados
Unidos
Proliferación
P. militar y
civil
Condicionada
China
Brasil
P. militar y civil
Supervisada
Uso energético
Chile
Noproliferación
Año
En materia de proliferación nuclear, las posiciones divergen entre los países
latinoamericanos con China y Estados Unidos. La concepción misma de la proliferación nuclear
genera una fuerte controversia, ya que Brasil y Chile son enfáticos en establecer que genera
inseguridad en el sistema internacional mientras que China sostiene que puede existir
proliferación nuclear supervisada y Estados Unidos argumenta que dicha proliferación debe ser
condicionada. De igual forma sucede con la concepción de los efectos que la proliferación
nuclear tiene y el uso o función que debe cumplir. Por este motivo la divergencia se encuentra
en el comportamiento internacional de Chile y Brasil respecto de este tema con sus socios
comerciales. Aunque se evidencia una alineación y concordancia de posiciones si se miran las
votaciones, Chile por su parte no considera si quiera el uso de energía atómica con fines
pacíficos, mientras que Brasil cree que los acuerdos y pactos internacionales como el TNP son
injustos y no cumplen lo que se pacta.
En cuanto a cambio climático la evolución discursiva durante la última década se presentó de la
siguiente manera:
30
Concepción de la responsabilidad del
cambio climático
Discurso sobre cambio climático por país
2000-2013
Responsabilidad
Compartida y
Diferenciada
Responsabilidad
Diferenciada:
Países
desarrollados
responsables
Estados Unidos
Responsabilidad
Diferenciada a
Largo Plazo.
Países en vía de
desarrollo son
responsables
China
Brasil
Chile
2000 2001 2002 2003 2004 2005 2006 2007 2008 2009 2010 2011 2012 2013
De acuerdo a las posiciones encontradas en las matrices de convergencia- divergencia se
logra determinar que existe una alineación política más evidente entre China y Brasil sobre todo
en temas de cooperación y cambio climático. En los cinco aspectos de controversia sobre este
tema se logró establecer que existe una alineación ideológica y pragmática entre China y Brasil.
Prueba de ello es la posición conjunta que se oficializó desde la Cumbre de Copenhague (2009)
al conformar el grupo BASIC. De igual forma se encontró que Chile converge en su discurso
sobre cambio climático con China y Brasil y éste se ha mantenido constante para el periodo
analizado. Por su parte, Estados Unidos al diferir en cuanto a la concepción del problema, a la
aceptación de medidas para la mitigación del fenómeno y al tipo de obligaciones que se deben
contraer a nivel internacional plantea una posición disímil respecto de los países
latinoamericanos y de China.
En cuanto a las relaciones comerciales, el evidente puesto privilegiado que ocupa China
en Chile y Brasil opaca sustancialmente la relación de los últimos con los Estados Unidos. Sin
embargo, es necesario insistir en que se buscó identificar si este tipo de cambios se presentan de
forma paralela en términos políticos, y si hay una relación directa con el acercamiento de China
en términos económicos. En este sentido, algunos autores coinciden en que el aumento de las
actividades comerciales y de inversión representan un eje fundamental en la forma en la que
China se relaciona con los países latinoamericanos (Cornejo & Navarro García, 2010;
Domínguez, et al 2006). La única excepción en la que lo político tiene mayor potencial de pesar
más que lo económico es en lo relacionado con el reconocimiento diplomático de Taiwán (Pérez
Expósito, 2004; Ellis, 2009 y 2012; Dosch, 2012; Borda & Berger, 2012)
31
Contrastando las relaciones económicas de Brasil y Chile con Estados Unidos y China,
con las posiciones referentes a cambio climático y proliferación nuclear, fue posible observar
que un acercamiento comercial de los países latinoamericanos con Estados Unidos y China, no
ha condicionado que su política exterior se modifique de forma paralela con el intercambio
económico. En otras palabras, el hecho que existan relaciones económicas sustancialmente
fuertes con China por parte de Brasil y Chile, no ha hecho que estos países modifiquen sus
posiciones políticas alineándose con China y poniéndose en contra de Estados Unidos.
El acercamiento económico tiene una influencia realmente limitada en la formulación e
implementación de la política exterior chilena y brasileña, especialmente en aquello que
concierne a los temas de gobernanza global. Las decisiones en materia de posición política no
se vieron realmente afectadas por un acercamiento económico con China. Un ejemplo de lo
anterior son las votaciones en la Asamblea General (Ver anexo 4). Jorge Domínguez demostró
estadísticamente que el aumento de las relaciones comerciales de China con Argentina, Brasil y
Chile tuvo un impacto casi nulo en el comportamiento de estos países en su política exterior
(Domínguez, 2006:15).
Las evidencias presentadas a lo largo de esta ponencia permiten concluir que no existe
una relación directa entre intercambio comercial y una alineación en política exterior. Se detectó
que estos aspectos van por líneas separadas y que una estrecha relación comercial no condiciona
una alineación política con un socio. De igual forma no es un condicional que deba existir una
convergencia en la política exterior de los países para que éstos entablen una relación
económica intensiva.
Así mismo, se rompe el paradigma dicotómico de alineación en política exterior. Lo
cual establece que si no se está alineado con Estados Unidos se tiende a tomar una posición a
favor de China. Nuestros casos de estudio demostraron que sus políticas exteriores se rigen por
el pragmatismo para ambos casos, por el legalismo para Chile y por el liderazgo e
independencia de Brasil que no determinan una alineación a favor o en contra de sus socios
comerciales sino que demuestran una relación pragmática entre la política y la economía.
32
Referencias
AFP. (7 de Marzo de 2013). “Bush vuelve a pedir a Lagos que apoye a EE.UU.”. Emol.
Altemani de Oliveira, H. (Mayo-Junio de 2006). China-Brasil: perspectivas de cooperación SurSur. Revista Nueva Socedad.
Barreno, J. (15 de marzo de 2011). “La discusión sobre el desarrollo de energía nuclear divide a
los chilenos” . El Mundo.
BBC Mundo. (19 de Junio de 2010). “Países de la APEC a favor de más energía nuclear”. BBC
Mundo.
Bernal-Meza, R. (2006). Cambios y continuidades en la política exterior brasilera.
Latteinamerika Analysen, 69-74.
Bompadre, G. E. (2000). Cooperación nuclear Argentina-Brasil.Evolución y Perspectivas. Revista
de laraciones Internacionales(18), 53-62.
Borda, S., & Berger, M. P. (2012). Relaciones bilaterales China y Colombia: 1990-2010.
Colombia Internacional(75), 83-129.
Congressional Reasearch Service. (24 de febrero de 2011). U.S. Global Climate Change Policy:
Evolving Views on Costs, Competitiveness, and Comprehensiveness . Recuperado el 5
de Junio de 2014, de Sitio web de Congreso de los Estados Unidos:
http://fas.org/sgp/crs/misc/RL30024.pdf
Cornejo, R., & Navarro García, A. (2010). China y América Latina: Recursos, Mercados y Poder
Global. Revista Nueva Sociedad Nº 228.
Domínguez, J. e. (Junio de 2006). China’s Relations With Latin America: Shared Gains,
Asymmetric Hopes. Inter-American Dialogue: China.
Dosch, J. y. (2012). China and Latin America: Complementarity, Competition, and Globalization.
Journal Of Current Chinese Affairs, 1(41), 3-19.
El Mundo. (27 de Febrero de 2010). “El fuerte terremoto registrado en Chile deja ya 300
muertos”. El Mundo.
Ellis, R. E. (2009). China in Latin America: The Whats and Wherefores. (Vol. 46). Boulder: Lynne
Rienner.
Ellis, R. E. (2012). The Expanding Chinese Footprint in Latin America: New Challenges for China
and Dilemmas for the US. Recuperado el 20 de Julio de 2012, de Center For Asian
Studies. Asie. Visions 49: http://www.ifri.org/downloads/asievisions49eellis.pdf
Embajada de RPC en Colombia. (2005). Estidísticas del Intercambio Comercial entre China y
parte de los países de América Latina(Monto Total). Recuperado el 2013, de sitio web
de la Oficina del Consejero Económico-Comercial de la Embajada de la República
33
Popular de China en la República de Colombia:
http://co2.mofcom.gov.cn/aarticle/biography/portfolio/200504/20050400067589.ht
ml
Flores-Macías, G., & Kreps, S. E. (Abril de 2013). The foreign Policy Consecuences of Trade:
China's Commercial Relations with Africa and Latin America, 1992-2006. The Journal of
Politics, 75(2), 357-371.
Foot, R. & Walter, A. (2010). Climate Change. En R. Foot y A. Walter, China, the United States,
and Global Order (págs. 175-228). Cambridge University Press.
Funcionario de la Dirección de Política Ambiental, M. d. (19 de Marzo de 2014). Posición de
Brasil frente al cambio climático. (R. Leiteritz, Entrevistador)
Gobierno de los Estados Unidos. (2013). Climate Change and President Obama's Action Plan.
Recuperado el 5 de Junio de 2014, de Sitio web de la Casas Blanca:
http://www.whitehouse.gov/climate-change
Hakim, P. (8 de Abril de 2012). Sobre las difíciles relaciones Estados Unidos-Brasil. Infolatam.
International Atomic Energy Agency- IAEA (2010). Datos tomados del Nuclear Technology
Review. 2010. Recuperado el 5 de Marzo de 2014, de Sitio web de International
Atomic Energy Agency- IAEA- :
http://www.iaea.org/About/Policy/GC/GC54/GC54InfDocuments/English/gc54inf3_en.pdf
Kassenova, T. (2014). Brazil's Nuclear Kaleidoscope. An evolving identity. Washington: Carnegie
Endowment for International Peace .
Kroenig, M. (3 de Septiembre de 2013). Think Again: American Nuclear Disarmament. Foreign
Policy, pág.
http://www.foreignpolicy.com/articles/2013/09/03/think_again_american_nuclear_di
sarmament.
Kurlantzick, J. (2007). Charm offensive: How China's sof power is transforming the world. New
Haven: Yale University Press.
Leiteritz, R. (Enero-Junio de 2013). Changing weather:China's role in Latin America's climate
policy. Papel político, 18(1), 321-342.
Mendez Vianna, A. (1946). “El Barón de Río Branco y la tradición en la diplomacia brasileña” .
Recuperado el 17 de junio de 2014, de Memorias del Curso Académico 1946-47.
Academia Diplomática de la República Federativa de Brasil:
http://biblioteca2.uclm.es/biblioteca/ceclm/ARTREVISTAS/Brat/N61/n61_e
Ministerio de Defensa Nacional de China. (2013). Política de Defensa. Recuperado el 10 de
Marzo de 2014, de sitio web del Ministerio de Defensa Nacional de la República
Ppopular de China: http://eng.mod.gov.cn/Database/DefensePolicy/index.htm
34
Ministerio de Medio Ambiente de Chile. (2014). Cambio climático. Recuperado el Junio de
2014, de sitio web del Ministerio de Medio Ambiente del Gobierno de Chile:
http://www.mma.gob.cl/1304/w3-propertyvalue-16236.html
Ministerio de Relaciones Exteriores de Chile . (22 de Julio de 2009). “Diálogo de Presidentes
Bachelet y Obama reveló claras coincidencias”. Comunicado de Prensa.
Ministerio de Relaciones Exteriores de Chile. (2013). Tratado de Libre Comercio Chile – China.
Recuperado el 5 de Marzo de 2014, de Sitio wb de la Embajada de Chile en China:
http://chileabroad.gov.cl/china/asuntos-comerciales/oficina-comercial/tratado-delibre-comercio-chile-china/
Naciones Unidas. (2013). “Institutional aspects of sustainable development in China”.
Recuperado el 22 de Junio de 2013, de Naciones Unidas. Desarrollo sostenible. :
http://www.un.org/esa/agenda21/natlinfo/countr/china/inst.htm
Nye, J. S. (2004). Soft Power: The Means to Success in World Politics. New York: Public Affairs.
Organización Mundial del Comercio- OMC-. (2013). Información sobre comercio internacional y
acceso a los mercados. Recuperado el 24 de Junio de 2014, de Estadísticas del
Comercio Mundial. OMC:
http://www.wto.org/spanish/res_s/statis_s/statis_bis_s.htm?solution=WTO&path=/D
ashboards/MAPS&file=Map.wcdf&bookmarkState={%22impl%22:%22client%22,%22p
arams%22:{%22langParam%22:%22es%22}}
Pardo, M. A. (2012). Continuidad y cambio en la política exteriror chilena hacia latinoamerica:
Administraciones Bachelet Piñera 2006-2010. Recuperado el 14 de Junio de 2014, de
http://www.slideshare.net/BoDoQuE/continuidad-y-cambio-en-el-gobierno-de-piera
Pérez Expósito, F. (2004). Taiwán y América Latina: Estrategias de Aproximación y Situación
Actual. Madrid: Universidad Comupense de Madrid.
Público.es. (14 de Marzo de 2011). Más de 400 reactores nucleares funcionan actualmente en
30 países. Diario digital Español Público.es.
Ramalho de Rocha, A. J. (2003). Ideología y pragmatismo. La política externa brasilera del
gobierno Lula. Colombia Internacional, Septiembre de 2002 - Junio de 2003(56-57), 2945.
Rosenau, J. (1999). Toward an Ontology for Global Governance. En M. Hewson, & T. J. Sinclair,
Approaches to Global Governance Theory. Albany, NY: State University of New York.
Sennes, R., Onuki, J., & de Oliveira, A. J. (2003). La política exterior brasileña y la seguirdad
hemisférica. Revista Fuerzas Armadas y Sociedad (3-4), 3-26.
Strüver, G. (2012). “What Friends Are Made Of: Bilateral Linkages and Domestic Drivers of
Foreign Policy Alignment with China”. GIGA Research Programme: Power, Norms and
Governance in International Relations.(Working Paper No. 209).
35
Strüver, G. (Enero de 2014). "Bereft of Friends"? Policy Alignement, Diplomatic Links, and
China's Search for Partners in South America. The Chinese Journal of International
Politics 7(1): 117-151.
Tauscher, E. (2010). Statement before the House Armed Services Committee. Washington, DC:
U.S. Department of State.
Tobón, N. &. (10 de Mayo de 2012). “China, primer socio comercial de Chile gracias al TLC”.
Portafolio.
Tokatlian, J. G. (Enero-Marzo de 2007). Las relaciones entre Latinoamérica y China: Un enfoque
para su aproximación. Análisis Político 59, 46-56.
Waltz, K. (1981). “The Spread of Nuclear Weapons: More May Better,”. Adelphi Papers (171).
Wilhelmy, M. &. (2003). Los principales rasgos de la política exterior chilena entre 1973-2000.
Revista de Ciencia Política, XXIII(2), 273-286.
36
Anexos
Anexo 1. Balanza comercial de Chile con China y Estados Unidos
Balanza comercial Brasil- China
Año
2002
2003
2004
2005
2006
2007
2008
2009
2010
2011
2012
2013
Exportaciones
Importaciones
901,77
1.065,04
1.224,83
1.908,74
3.441,55
4.895,43
5.254,94
10.505,47
8.519,11
13.027,73
17.324,39
18.619,56
949,50
1.013,10
1.101,33
1.642,18
2.471,70
3.226,84
4.393,33
6.065,64
8.276,51
6.188,71
9.970,61
12.691,16
Saldo
China
-47,73
51,94
123,49
266,56
969,85
1.668,59
861,61
4.439,84
242,59
6.839,02
7.353,78
5.928,40
Balanza Comercial de Brasil con Estados
Unidos
Estados
Exportaciones
Importaciones
Unidos
3.007,75
3.273,16
-265,41
3.483,65
2.976,10
507,54
3.483,30
2.548,80
934,50
3.798,90
2.764,54
1.034,36
5.019,53
3.569,89
1.449,64
6.715,95
5.132,57
1.583,38
9.417,62
6.176,74
3.240,89
8.678,76
7.865,47
813,30
8.052,63
11.948,86
-3.896,23
6.225,53
8.002,01
-1.776,48
6.920,95
10.010,61
-3.089,65
9.043,95
15.094,96
-6.051,01
Fuente: OMC. Información sobre comercio internacional y acceso a los mercados.
Anexo 2. Balanza comercial de Brasil con China y Estados Unidos
Balanza comercial Brasil- China
Año
2002
2003
2004
2005
2006
2007
2008
2009
2010
2011
2012
2013
Exportaciones
Importaciones
Saldo China
4.533,36
5.441,75
6.835,00
8.402,37
10.748,81
16.403,04
20.190,83
30.752,36
44.314,60
41.227,54
46.026,15
19.219,03
1.553,99
2.147,80
3.710,48
5.354,52
7.989,34
12.617,75
20.040,02
15.911,14
25.535,68
32.788,42
34.248,50
37.302,15
2.979,37
3.293,95
3.124,52
3.047,85
2.759,47
3.785,28
150,81
14.841,21
18.778,91
8.439,12
11.777,66
-18.083,12
Balanza Comercial de Brasil con Estados
Unidos
Saldo
Exportaciones Importaciones
Estados
Unidos
13.389,89
13.037,38
5.119,00
14.398,23
13.050,77
7.205,21
15.559,32
10.440,32
8.864,47
16.937,18
9.731,97
9.955,31
20.403,17
11.538,69
9.917,93
22.810,09
12.854,78
6.445,68
24.774,42
14.856,49
1.885,04
25.335,52
18.889,84
-4.469,21
27.734,72
25.849,68
-7.960,32
15.744,93
20.214,14
-8.290,57
19.240,19
27.200,50
-5.758,03
25.942,95
34.233,53
-11.414,39
Fuente: OMC. Información sobre comercio internacional y acceso a los mercados.
37
Anexo 3. Tabla de emisiones de gases de efecto invernadero desde 1990-2010
Emisiones de Gases de Efecto Invernadero 1990-2010
Estados Unidos
China
Brasil
Chile
1990
5.990,91
3.355,55
717,14
48,37
1991
5.963,61
3.511,79
727,05
48,21
1992
6.026,63
3.673,94
732,91
51,34
1993
6.155,80
3.928,80
742,71
53,05
1994
6.245,30
4.095,51
754,10
57,82
1995
6.305,52
4.395,59
775,21
61,68
1996
6.470,78
4.474,08
795,75
68,00
1997
6.649,64
4.458,47
813,99
74,70
1998
6.638,76
4.549,03
821,70
75,93
1999
6.666,30
4.470,16
830,78
78,64
2000
6.858,12
4.754,17
841,21
73,78
2001
6.832,46
4.923,20
887,49
72,09
2002
6.754,49
5.215,33
926,17
73,43
2003
6.825,22
5.905,91
957,59
75,69
2004
6.904,60
6.671,37
1.015,59
80,54
2005
6.908,97
7.337,47
1.061,76
81,34
2006
6.845,46
7.946,17
1.060,82
83,31
2007
6.945,89
8.521,71
1.071,39
92,27
2008
6.789,95
8.669,23
1.087,34
93,02
2009
6.399,84
9.084,41
1.059,21
89,55
2010
6.668,78
9.679,30
1.104,65
94,15
Los datos se
presentan en millones
de toneladas métricas
Fuente: World Resourses Institute (WRI) Climate data Explorer: CAIT 2.0.
Anexo 4. Tablas de votaciones de Tratados de Proliferación Nuclear y Cambio climático
de China, Estados Unidos, Brasil y Chile
Cambio climático
Nombre Tratado
Chile
Brasil
Estados
Unidos
China
Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el
Cambio Climático
SI
SI
SI
SI
Protocolo de Kioto
SI
SI
NO
SI
The Convention on International Trade in Endangered
Species of Wild Fauna and Flora
SI
SI
SI
NO (Firma
pero no
ratificación)
Convención de Basilea sobre el control de los
movimientos transfronterizos de los desechos
peligrosos y su eliminación
SI
SI
Convención de Estocolmo.
SI
SI
Convenio de Róterdam
Y
(Firma)
Y
(Firma)
38
NO (Firma
pero no
ratificación)
NO (Firma
pero no
ratificación)
N
SI
SI
SI (Firma)
Protocolo de Cartagena (Dentro del marco del Convenio
de Diversidad Biológica)
N
SI
NO
SI
Protocolo de Nagoya
N
SI(Firma)
NO
NO
Protocolo de Montreal
SI
SI
SI
SI
Tratado Antártico
Acuerdo de Cooperación en materia de Cambio
climático
Acuerdo de Cooperación Ambiental entre los Estados
Unidos y Chile
Convenio de la Vicuña
La Convención sobre la Protección del Patrimonio
Mundial Cultural y Natural
Acuerdo de cooperación en materia ambiental
SI
SI
SI
SI
SI
NO
NO
NO
SI
NO
SI
NO
SI
NO
NO
NO
SI
SI
SI
SI
NO
SI
NO
NO
Convenio de Ramsar
SI
SI
NO
SI
Fuente: United Nations Framework Convention on Climate Change (UNFCCC), UNESCO,
Convención de Biodiversidad Biológica
Proliferación nuclear
Nombre Tratado
Chile
Brasil
Estados Unidos
China
Tratado de Tlatelolco
SI
SI
NO (Ratificación
protocolo
adicional I)
NO(Ratificación
protocolo adicional
II)
Tratado de No Proliferación nuclear
SI
SI
SI
SI
Tratado de prohibición parcial de
ensayos nucleares
NO (Firma pero
no ratificación)
SI
SI
SI
SI
SI
NO
NO
SI
NO
NO
SI
Tratado de prohibición completa de
los ensayos nucleares (TPCE)
SI
SI
SI (Firma)
SI (Firma)
Acuerdo de Cooperación entre
Brasil y Argentina para el
Desarrollo y la Aplicación de los
Usos Pacíficos de la Energía
Nuclear
NO
SI
NO
NO
Tratado de Rarotonga
NO
NO
SI (Firma tres
protocolos)
SI(Ratificación tres
protoclos)
Acuerdo regional de cooperación
para la promoción de la ciencia y
tecnología nucleares en américa
latina y el caribe
Protocolo para la cooperación de los
usos pacíficos de la energía nuclear
39
Tratado de Pelindaba
NO
NO
SI (Firma
Protocolo I y II)
SI(Ratificación
Protocolo I y II)
Fuente: Naciones Unidas, Organismo para la Proscripción de las Armas Nucleares en la
América Latina y el Caribe –OPANAL-; Preparatory Commission for the Comprehensive
Nuclear-Test-Ban Treaty Organization –CTBTO Y Agencia Brasileño-Argentina de
Contabilidad y Control de Materiales Nucleares
40
Descargar