La escuela, un lugar para convivir, aprender y divertirse

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La escuela, un lugar para convivir,
aprender y divertirse
DINO SALINAS
La autora ofrece algunas pistas para cultivar una visión positiva de la vida, tanto en el propio docente como en
su relación con el alumnado. Parte del concepto de risa interior como una actitud de agradecimiento y sorpresa,
y como una oportunidad de crecimiento. Y propone dinámicas para favorecer esta consciencia en distintas
disciplinas y situaciones de aula.
Humor en la escuela
MARÍA J. TALLÓN MEDRANO
Maestra de Pedagogía Terapéutica e Inglés. Jefa de estudios del CEIP Puente Sardas, de Sabiñánigo. Participante en proyectos de investigación sobre
la puesta en práctica del aprendizaje cooperativo en la escuela. Monitora de Dinámica de la Risa de la Escuela de Salud Inteligente de Barcelona.
Correo-e: [email protected]
74 CUADERNOS DE PEDAGOGÍA. Nº364 ENERO 2007 } Nº IDENTIFICADOR: 364.015
tema del mes
¿Puede ser la escuela divertida?
¿Te has fijado alguna vez en cómo reaccionan los alumnos
y alumnas a tu estado emocional, es decir, a con que pie te
has levantado esa mañana? No es lo mismo entrar en el aula
irradiando pensamientos e imágenes mentales positivas, que
hacerlo reflejando mala gana y anticipando las posibles “desgracias” que en breves minutos va a provocar nuestro alumnado. Con los compañeros y compañeras ocurre algo parecido. Se dan situaciones enquistadas (pequeñas rencillas, falta
de comunicación, incapacidad de ponerse en el lugar de los
demás) a las que nuestra mente no ofrece oportunidad para
el cambio, propio o ajeno.
Nuestro mundo es a menudo nuestro reflejo, y en la escuela ocurre exactamente igual. Alumnos y alumnas e, incluso,
compañeros y compañeras, son espejos que nos devuelven
lo que reciben. Sé que muchas personas pensarán que no es
así, que ellas se esfuerzan sin éxito. Pero seamos honestos.
¿Cuántos pensamientos negativos se nos cruzan por la cabeza antes de entrar en según que aulas o de cruzarnos con
determinadas personas?
En nuestras aulas esas personitas, a veces tan atentas a lo
que decimos, perciben si son queridas o no. Y lo perciben
por cada fibra sensible de su ser, además de por la vista y el
oído. La risa y el buen humor van de la mano del amor. Y el
amor implica aceptación sin condiciones. Por supuesto que la
aceptación y el amor no están reñidos con la disciplina y los
límites. Las normas han de estar claras y las consecuencias a
su incumplimiento, pactadas de antemano. Pero, ¿qué nos
impide poner un toque de humor hasta cuando corregimos
un ejercicio plagado de incorrecciones o imponemos un castigo por una falta de respeto? Seguramente, que nos enfademos no va a conseguir que lo hagan mejor la próxima vez,
pero sí que pasemos un mal rato sin necesidad.
La letra con sangre no entra. Lo que entra con sangre es
mucha pena y mucho resentimiento. Así que hagamos de
nuestros centros puntos de encuentro para la risa y el buen
humor, y dejemos de pensar que aprender es una cosa muy
seria.
¿Cómo conseguirlo? Aquí os voy a dar algunas pistas.
La risa: un trabajo interior
Reír es una forma de expresar que estamos a gusto con
quien somos, que sentimos verdadero placer por estar con
nosotros mismos. Es el mensaje más revelador y trascendente que podemos lanzar al mundo: me amo, me acepto, ¡me
encanto! Cuando conseguimos alcanzar un estado de celebración de todo nuestro ser, y aceptamos nuestro presente y
pasado sin juicios ni remordimientos, conseguimos también
ver a los demás libres de caretas y etiquetas, y aceptarlos de
la misma manera.
La risa interior es una actitud de agradecimiento y de sorpresa, de celebración. Es sentir entusiasmo por lo que hacemos, convertir cada acto de nuestra vida en sagrado. La risa
interior nos convierte en alquimistas y transforma aquello a lo
que sonreímos en algo alegre. Sonriamos a los que se cruzan
con nosotros por la escalera, por los pasillos, en las aulas, a
pequeños y mayores.
“Yo soy la risa”, y no es mi risa a costa de otros. Ésta es una
lección muy importante para nuestros alumnos y alumnas,
que los ayudará a establecer puentes entre ellos y sus compañeros, en vez de crear situaciones de aislamiento o de marginación.
Esta actitud nos ayuda a ver los problemas como oportunidades para crecer, no como barreras o situaciones sin salida.
No dramaticemos. Sin relativizar en exceso, es fundamental
conceder a las cosas su justa importancia.
Para estar a gusto con quien somos, para celebrar nuestra
vida y consecuentemente la de los demás, es necesario, principalmente, desarrollar la consciencia. Consciencia de muestras emociones, de nuestro cuerpo físico, de nuestras capacidades múltiples, de nuestra intuición.
Enseñar a los niños y niñas a no ser marionetas de sus emociones es una lección fundamental que los acompañará durante toda su vida. Aprender todos juntos que da igual que
me insulten o me elogien, de cualquier forma yo sigo siendo
una persona valiosa e insustituible
Enseñarles también cierta independencia emocional es
fundamental para que no se conviertan en esclavos de las
acciones y sentimientos de los demás. “Me pones enfermo”,
le dice un alumno de sexto a otro después del recreo. ¿Podemos permitir que otra persona nos haga enfermar?
Otro nivel de trabajo y autodescubrimiento personal sería
crear oportunidades para encontrarse con aquellas emociones que a lo largo de los años van quedando ocultas o reprimidas, a veces por la fuerza del quiero y no debo, de la vergüenza, del qué dirán. ¿Hay algo que realmente me gustaría
hacer y no me lo permito? ¿Qué me da vergüenza y por qué?
¿Y mis temores? ¿Cuáles son?
Tampoco nos olvidemos del cuerpo físico. La consciencia
postural nos ayuda a estar atentos a las sensaciones de
nuestro cuerpo, el desarrollo de la percepción nos acerca a
un mundo de estímulos visuales, auditivos, cenestésicos,
etc.
Aprender a valorar nuestras capacidades, que son múltiples y cada una de ellas muy valiosa, sería otro paso a dar en
el desarrollo de la consciencia, camino necesario para –como
he dicho antes– valorar y celebrar todo nuestro ser y el de los
demás.
¿Cómo podremos dar algún paso hacia el autodescubrimiento y valoración personal? He aquí algunas dinámicas de
grupo clase para conseguirlo: se trata de dinámicas que pueden realizarse en cualquier asignatura. No necesitamos una
excusa, pueden formar parte perfectamente de la programación, ya que inciden en el desarrollo global de nuestro alumnado. Se pueden realizar también en las áreas, simplemente
manteniendo la estructura pero adaptando el contenido.
Dinámicas para favorecer la risa interior
Bienvenidas y presentaciones
Útiles para celebrar cumpleaños, incorporaciones al aula,
fin de semana, de mes, de trimestre.
– Nos colocamos en círculo. Cada uno dice su nombre, al
que le puede añadir una cualidad que, por ejemplo, comience con su inicial. Por ejemplo, “Me llamo Sonia y soy salada”,
a lo que todos responden en voz alta: “¡Bien!”; o incluso:
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“¡Superbien!”. Cualquier variación que estimule la celebración mutua y la desinhibición ante el grupo será acertada.
DINO SALINAS
Dinámicas de movimiento
Útiles para desarrollar la consciencia corporal, la desinhibición ante el grupo y echar unas risas.
– Continuamos en círculo. Al ritmo de la música vamos
poniendo en movimiento las diferentes partes del cuerpo.
Cuando hemos movido bien todo el cuerpo nos sacudimos el
polvo acumulado durante días, semanas o años anteriores.
Girándonos hacia un lado le sacudimos (amorosamente) el
polvo a nuestro compañero. Girándonos hacia el otro, se lo
sacudimos a nuestra compañera. ¡Hay que dejar todo su
cuerpo bien despejado de toda la carga negativa! A continuación nos damos una ducha (imaginaria, claro) con un agua
limpia y llena de energía positiva.
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– Nos movemos por toda el aula y ensayamos diferentes
formas de caminar al compás de la música, expresando estados de ánimos, pesos, alturas, animales, etc. La clase está
llena de pegamento, de aceite, somos robots, marionetas sin
hilos, etc. Caminamos de una forma especial, los demás nos
imitan: a cámara lenta, rápida, rebobinando…
– Bailamos solos, en parejas o en tríos, ojos abiertos o
cerrados, diferentes tipos de música. Podemos bailar frente a
frente o espalda con espalda. Una persona cierra los ojos y la
otra guía, uno hace de espejo del otro…
Dinámicas del lenguaje
Eficaces para la pérdida de la vergüenza y del sentido del
ridículo. Mantenemos diálogos locos en grupo grande o grupos pequeños hablando sólo con la lengua, o con la lengua
apoyada en los dientes inferiores. Conversamos sólo con inte-
tema del mes
rrogaciones, o cantando, o sólo con mímica, vocales o consonantes. ¡Las posibilidades son infinitas!
Dinámicas para favorecer la convivencia dentro
del grupo
Bienvenidas y presentaciones
Al ejercicio anteriormente propuesto le añadimos una respuesta de los compañeros, que confirman la cualidad elegida: “Hola, Gloria, guapa.”
Piropos encadenados
Utilizo una pelota, un cojín, un muñeco y se lo lanzo a
alguien diciéndole un piropo a la vez.
Declaraciones de amor
Sentados en círculo, un voluntario o voluntaria pregunta a
una compañera “Ester, ¿me quieres?”. Ésta responde: “Sí,
pero quiero más a Miguel”. Entonces las personas sentadas
a los dos lados de los nombrados han de cambiarse de sitio.
El que no llegue a tiempo de ocupar una silla pasa al medio.
Dinámicas de confianza
Uno hace de lazarillo a otra que lleva los ojos vendados.
Uno cuida, la otra confía. Luego cambian. Durante el paseo
se puede caminar, explorar, bailar, etc.
Dinámicas de contacto corporal
Caza-abrazadores: sólo te libras de ser pillado cuando abrazas a alguien. Abrazos cooperativos: primero nos abrazamos
dos, luego tres, después cuatro, y así sucesivamente. El túnel
de lavado: formamos dos filas de rodillos que restriegan hasta
dejar impecables a los “coches” que circulan por en medio.
Dinámicas de equipos
En el equipo nos inventamos una máquina: el funcionamiento de las diferentes piezas, su sonido, su utilidad, y la
escenificamos. O bien podemos montar una representación
teatral uniendo a diferentes personajes, en principio, sin ninguna vinculación.
Dinámicas de coordinación
Todo el grupo se une por las manos y se enrollan en espiral.
Luego todos a una deben seguir las instrucciones del monitor.
Propuestas para el centro
Cartas a los padres en verso, informaciones de jefatura con
añadidos humorísticos, festival de humor, diario de buenas
noticias, celebraciones interniveles en torno a temas trabajados en común, con la participación activa del profesorado. Es
decir, todos y todas cantamos, bailamos, recitamos, etc. ¡Que
no se nos agote la imaginación!
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