COLEGIOS UNIVERSITARIOS Una estrategia para superar problemas estructurales del sistema de educación y capacitación laboral, basada en la articulación de los institutos terciarios con las universidades y con la comunidad. 1 Alberto C Taquini (h) María Clara Rampazzi 1. Del caos al ordenamiento jurídico. Colegios Universitarios (LES. Art. 22) La Ley Federal de Educación Nº24195/93 (LFE) da el marco jurídico para un ordenamiento del sistema educativo desde el nivel preescolar hasta el universitario, iniciado a partir de la Ley de Transferencia Nº24049/91. Se supera con ello una anarquía legislativa que derivó en una oferta por compartimentos estancos, lo cual tornó crítica la movilidad tanto horizontal como vertical de los alumnos dentro del sistema. En correspondencia y completando el espíritu de estas dos leyes, la Ley de Educación Superior Nº24.521/95 es el referente ordenador e integrador del mismo, a partir de la articulación de los dos subsistemas preexistentes: superior no universitario y universitario. En correspondencia con ese espíritu reformista aparecen los Colegios Universitarios (LES. Art 22.) los cuales se convierten en una pieza clave para una superación innovadora de los problemas estructurales que la transformación educativa en marcha intenta resolver. Es así que los Colegios Universitarios son una realidad en desarrollo en el sistema educativo argentino a partir de la sanción de la LES, que en el art. 22 establece que las instituciones de educación superior no universitaria que articulen con las universidades podrán llamarse Colegio Universitario, expresando a continuación que estarán estrechamente vinculadas a la comunidad. En virtud de estas dos condiciones más adelante aclara que, además de ofrecer carreras terciarias con continuación de estudios o acreditaciones en carreras de grado ofrecidas por universidades con las cuales hubieren establecido acuerdos de articulación, ofrecerán carreras cortas, flexibles y a término. Cabe señalar además que, por extensión del art. 35 de la LFE, está prevista para los Colegios Universitarios la oferta de servicios de educación no formal jerarquizados vinculados o no a la educación formal. Si bien el perfil que la LES otorga a los Colegios Universitarios permite 1 Adaptado de “COLEGIOS UNIVERSITARIOS. EL CASO ARGENTINO: IDEAS Y REALIDADES”, por Alberto C. TAQUINI(h), Ariel CASTIGLIONI , María Clara RAMPAZZI. Documento presentado para New Options in Latin America: Lessons from the Community College Experience. Convening leaders from government business, and higher education. HARVARD UNIVERSITY. September 4 – 8, 2000. Página web www.acaedu.edu.ar (26 pág.). “LA TRANSFORMACIÓN DE LA EDUCACIÓN SUPERIOR ARGENTINA. DE LAS NUEVAS UNIVERSIDADES A LOS COLEGIOS UNIVERSITARIOS” por Alberto C. TAQUINI (h) Academia Nacional de Educación. Buenos Aires. 2000. www.educ.ar. establecer correspondencia con los Junior Colleges, University Colleges, Two-Year Colleges y Community Colleges norteamericanos , es de destacar que el modelo argentino, aún cuando cada Colegio Universitario, en correspondencia con el problema que inicialmente pretende resolver, surge acentuando uno de estos perfiles, engloba todos y cada uno de los Colleges, en tanto, el plan de desarrollo institucional, prevé la apertura de los otros perfiles, en correspondencia con los requerimientos de los nuevos problemas que demanden atención. 2. Perfil innovador Articulación con las universidades y articulación con la comunidad. En el marco de la reforma en marcha los Colegios Universitarios aparecen como una institución innovadora que en función de su vinculación con las universidades y con la comunidad se convierten en un instrumento decisivo para el incremento de la calidad, la pertinencia, la eficiencia y con ello la equidad y democratización del sistema educativo en su conjunto. La articulación con las universidades a nivel institucional, aparece como el mecanismo para la nivelación de calidad entre el sistema no universitario y el sistema universitario, capaz de, por aplicación del criterio de acreditación de aprendizajes logrados, posibilitar la transferencia de alumnos entre los dos subsistemas, en correspondencia con la integración del sistema de educación superior que promueve la LES. Entendida de esta manera, la articulación de referencia no ha de ser un simple formalismo reducible a un convenio global a nivel ministerial o institucional. Por el contrario, requiere una articulación a nivel departamentos y cátedras, que posibilite la interacción docente y académica necesaria, para el reconocimiento de créditos a partir de la garantía de equivalencia de calidad. De lo anterior se desprende que, en lo que hace a la articulación de los Colegios Universitarios con las universidades, la prioridad no está en la articulación de resultados, sino que fundamentalmente se trata de una articulación de proceso, que puede derivar o no, y en la medida que corresponda, en una articulación de resultados. Excepcionalmente, en la oferta prevista en el art. 22 como destinada específicamente a la continuación de estudios en las universidades, existe un acuerdo previo del reconocimiento del ciento por ciento de lo cursado. En lo que hace a la articulación de los Colegios Universitarios con la comunidad cabe destacar su significado como mecanismo decisivo para la pertinencia de la oferta, basada en la flexibilidad que la legislación otorga a estas instituciones para la apertura y cierre de servicios educativos en función de necesidades reales. Esto ocasiona que la transformación de los INSNU en Colegios Universitarios no sea un acto menor sino que por el contrario requiera una profunda reingeniería a través de la cual pasen de ser instituciones organizadas para administrar ofertas educativas predeterminadas a nivel central, a ser instituciones administradoras de demandas educativas genuinas y reales, con permanente evaluación y ajuste del grado en que estas necesidades son satisfechas En atención a la necesidad de autonomía que para su funcionamiento pleno requieren los Colegios Universitarios, merece destacarse que en el caso particular de estas instituciones el otorgamiento de la misma se ve favorecido tanto por la interacción de la comuna, la cual actúa como referente para la transparencia en la administración de los recursos, como por la articulación con las universidades, que actúan como control y garantía académica. Finalmente cabe agregar que la administración de los recursos disponibles a través de la estrategia de descentralización que posibilitan los Colegios Universitarios, favorece la optimización en el uso de los mismos, lo cual redunda en el incremento de la equidad del sistema en su conjunto, mediante el otorgamiento de becas o créditos a los estudiantes 3. Problemas estructurales .Soluciones superadoras. Los Colegios Universitarios surgen en el marco de una reforma integral del sistema de educación superior argentina, orientada a superar problemas estructurales del sector, para los cuales estas instituciones innovadoras presentan propuestas viables, efectivas y eficientes: 3.1 Acción puente y remedial entre enseñanza media y universidad . A partir del ingreso indirecto a las universidades a través de los colegios universitarios con oferta de enseñanza personalizada y acción remedial niveladora durante el cursado, estas instituciones aparecen como una estrategia que refuerza la democratización educativa, en tanto posibilita un sistema de calidad sin exclusión, que se refleja en el mejoramiento de los índices de retención del sistema, como así también en un mecanismo de apoyo para el ingreso con secundario incompleto (art. 7 LES). A su vez, esta estrategia de acceso a la universidad a través de los colegios universitarios, ocasiona el reordenamiento de la matrícula de educación superior en tanto posibilita la matriculación en instituciones de nivel superior no universitario articulados, de los alumnos del primer ciclo de la carrera de grado universitario, evitando el problema que en las grandes ciudades ocasiona el sobredimensionamiento de las universidades, así como en el caso de las localidades del interior el desarraigo de los jóvenes por la emigración y con ello de los efectos negativos tanto económicos como emocionales que este fenómeno ocasiona. Este hecho cobra relevancia en atención al fenómeno de crecimiento abrupto de la matrícula en el nivel inicial y medio que, impulsado por la extensión de la escolaridad obligatoria a diez años y lo extendido del sistema de becas para la promoción del nivel Polimodal (media), derivará en un crecimiento abrupto de la demanda de acceso a la educación superior en el 2007. 3.2. Calidad universitaria en los institutos de formación docente tradicionales. Un problema clave para el mejoramiento de la educación argentina, dada su proyección a todo el sistema, pasa por la formación de los nuevos docentes, así como por la actualización de los docentes en ejercicio. En respuesta a este desafío han surgido distintas alternativas, algunas ajustadas al modelo aislacionista tradicional, como la que busca incrementarlo proponiendo la fusión de los institutos de formación docente en universidades pedagógicas, las que en los hechos resultan ser una suma o yuxtaposición de lo existente, sin real capacidad de renovación en lo curricular, así como otras extremadamente simplistas, que promueven el cierre de los institutos de formación docente conjuntamente con el pase de este servicio a las universidades. Los Colegios Universitarios aparecen como una estrategia superadora en tanto permite capitalizar la tradición y la experiencia desarrollada así como el peso cultural y el reconocimiento que a nivel local tienen las instituciones de formación docente, con el dinamismo que la investigación y la generación de conocimiento otorga a las universidades. Cabe señalar además que la transformación de los profesorados en Colegios Universitarios permite enmarcar la formación desde una visión del mundo de la tecnología, la gestión y la economía, de la que resultará un nuevo perfil docente más vinculado con la demanda social. Por último, la articulación interinstitucional a través de la figura de los Colegios Universitarios evita la traumática elección entre “ser docente” o “ser universitario” en tanto posibilita que un egresado de una institución de formación docente pueda acceder al ciclo de grado de una carrera universitaria, en el área de conocimiento o en el área de enseñanza según sea su preferencia. 3.3.Educación tecnológica articulada e integral. La educación técnica en Argentina tradicionalmente se administró a través de modalidades de niveles de enseñanza medio y superior, con oferta en bloque de formación básica y técnológica. De esta realidad derivó una oferta de formación tecnológica que, impartida por instituciones atentas a los requerimientos de los niveles de enseñanza, y en virtud de ello de espaldas a los requerimientos específicos de la formación tecnológica, careciera de la flexibilidad curricular requerida para acompañar la dinámica propia del área. La transversalidad que caracteriza la oferta de los Colegios Universitarios posibilita la atención de la demanda del área tecnológica en su conjunto, desde el nivel inicial de usuario hasta el de técnico de nivel superior con reconocimiento de créditos para la carrera de grado, pasando por los distintos niveles de formación tecnológica, incluidos los Trayectos Técnico Profesionales, y atendiendo en cada nivel de oferta el proceso permanente de formación, actualización y reconversión. Además la posibilidad de articulación con distintas universidades posibilita que estas instituciones puedan atender el amplio espectro de sectores de demanda, así como la flexibilidad para la apertura y cierre de ofertas que caracteriza a los Colegios Universitarios posibilita el seguimiento de la dinámica que tanto el desarrollo tecnológico como el cambio social le exige. 3.4.Oferta de educación no formal jerarquizada, vinculada con los servicios de educación formal y con optimización en el uso de los recursos. A partir de la Ley Federal de Educación la educación no formal adquiere identidad legal y jerarquización dentro del sistema educativo argentino, en tanto prevé la posibilidad de su vinculación con los servicios de educación formal (art. 35), lo cual posteriormente es reforzado por la LES al promover la atención de esta demanda por los terciarios que se transformen en Colegios Universitarios. Estas instituciones no sólo garantizan la calidad y cobertura de la educación no formal en todas las áreas a partir de la articulación con las universidades, sino que también optimizan el uso de los recursos (en la mayoría provenientes de entidades privadas y de áreas de gobierno de economía, trabajo y desarrollo social), en tanto, por la vinculación de los colegios con la comunidad, supera el problema actual de la inexistencia de una institución educativa con el perfil requerido para detectar y atender las necesidades de educación no formal, lo cual diversifica el gasto en burocracia y convierte el servicio en ineficiente. La importancia que para la seguridad social tiene la jerarquización de la educación no formal, en un mundo en el cual el desarrollo y la expansión tecnológica han convertido en actividades complejas y de riesgo los oficios más sencillos, y hasta la vida cotidiana, se manifiesta en el hecho de que la edad promedio de los estudiantes de los Colegios Universitarios se haya elevado de 20 a 40 años por la alta matriculación de adultos y de alumnos de la tercera edad en cursos asistemáticos, con o sin acreditación según corresponda, en el sistema formal. Los Colegios Universitarios, por la particularidad de su perfil, hacen posible que la educación no formal no aparezca como una oferta recortada, sino como un primer escalón de acceso a una sucesión de ofertas educativas incluida la reinserción en el sistema formal, lo que la convierte en motor de motivación y promoción social, reforzando el carácter comunitario y localista de estas instituciones innovadoras. 4. Fortalecimiento de lo comunitario. La participación municipal Los Colegios Universitarios se caracterizan por la articulación con la comunidad, entendida como administración de las demandas locales de formación profesional, capacitación laboral y promoción social, creando además la posibilidad de extender la oferta del primer ciclo de la carrera de grado a municipios carentes de este servicio. Dicha condición , característica de estas instituciones , es posible a partir de su articulación con las universidades, las cuales proveen el bagaje curricular necesario para poder atender la diversidad y especificidad de las demandas potenciales de una comunidad, como así también, de la flexibilidad curricular que les otorga la ley para la apertura y cierre de ofertas educativas en atención a necesidades comunitarias reales y a término. De lo anterior surge que los Colegios Universitarios son una estrategia válida para atender la promoción social y la capacitación laboral que preocupa a los municipios, como así también una posibilidad para evitar la emigración de jóvenes aspirantes a ingresar a carreras universitarias inexistentes en el mismo, evitando con ello los riesgos de desarraigo para los jóvenes, los costos económicos y fundamentalmente emocionales para el grupo familiar y la reducción de ingresos para la comunidad de origen. Pero en este desafío la comuna no puede estar ausente. Los Colegios Universitarios se caracterizan por la participación activa de las entidades comunitarias en su gestión, lo cual compromete a los municipios a, en una acción conjunta con las ONG, generar desde lo local una demanda organizada a ser atendida por estas instituciones educativas innovadoras. En este sentido, una acción comunitaria oficial y privada podría acelerar la descentralización de la oferta oficial a nivel municipio, posibilitando la creación de un Colegio Universitario capaz de atender en su conjunto la demanda comunitaria, tanto en lo formal, como lo no formal e informal, sobre la base de los recursos humanos, la infraestructura y el financiamiento actualmente existente en el lugar. Entendida de esta manera, la articulación con la comunidad no se reduciría a un simple formalismo limitado a una mera suma o yuxtaposición de ofertas preesxistentes y nuevas. Se trataría de un trabajo de reingeniería institucional, dirigido a fusionar la oferta educativa de cada localidad de talla mediana , en un Colegio Universitario. Con este modelo de fusión institucional y articulación de la oferta, el perfil de calidad por interacción con las universidades y de pertinencia por interacción con la comunidad, se extendería a toda la oferta incluido el sistema formal, lo cual garantizaría su permanente renovación y actualización, en correspondencia tanto con los cambios en la demanda como con los cambios en el estado del conocimiento. La LES puso en marcha el proceso creando el espacio legal para que las mil ochocientas instituciones de nivel superior ya existentes, cada una en el tiempo que su transformación requiera, más las que pudieren crearse, mediante mecanismos de articulación con las comunidades de su zona de influencia y con las universidades que convengan a la demanda local, se constituyan en Colegios Universitarios capaces de satisfacerlas en sintonía con su dinámica. Es así que el desafío está planteado y los más de trescientos convenios firmados entre institutos de nivel superior no universitario y universidades prueban que las acciones ya están en marcha. Es hora de consolidar y desarrollar los Colegios Universitarios y todo indica que es el momento de la acción municipal, en tanto el punto clave para avanzar en el proceso pasa fundamentalmente por cambiar la cultura del demandante del sistema educativo, hasta hacerle asumir su protagonismo en la gestión.