"El estrés continuo en los ... se ha incrementado en los ... años"

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Txema Becerril, experto en ecofisiología del
estrés de las plantas
"El estrés continuo en los árboles
se ha incrementado en los últimos
años"
Cambio climático, contaminación, deforestación... El ser humano ha aumentado el estrés
que los árboles padecen ante situaciones desfavorables. Así lo indica Txema Becerril,
profesor de la Facultad de Ciencia y Tecnología de la Universidad del País Vasco
(UPV/EHU). Becerril dirige el grupo Ekofisko (Ecofisiología del Estrés y la Contaminación
en Plantas), que estudia desde hace muchos años los mecanismos que los vegetales
desarrollan para hacer frente a este estrés. El profesor de la UPV/EHU asegura que este
tipo de trabajos contribuyen no sólo a mejorar las tareas de conservación y
reforestación, sino también a la salud de los seres humanos. Sustancias como los
antioxidantes, generados por las plantas para defenderse del estrés, pueden ser útiles en
la lucha contra algunas enfermedades.
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Por ALEX FERNÁNDEZ MUERZA
En qué consiste el estrés de los árboles?
"El
estrés continuo puede causar daños irreversibles
que afectan a la supervivencia de las plantas"
El estrés en los árboles, como en cualquier especie vegetal o animal, consiste en una
reacción para responder o afrontar una situación desfavorable o que se aleja de su
estado óptimo "normal". En una situación de estrés se activan unos mecanismos
(bioquímicos, fisiológicos y morfológicos) de defensa para responder y sobrevivir a ese
cambio. El estrés es una respuesta natural y necesaria en un ambiente tan cambiante
como el que nos rodea. En algunas especies, esta adaptación les induce la caída de sus
hojas, mientras que en otras los cambios son más sutiles El problema surge cuando el
agente o la situación estresante es muy intensa o continuada. En ese caso, se pueden
causar daños o lesiones irreversibles que afectan a su supervivencia o a su desarrollo
posterior.
¿Qué causa estrés en los árboles?
Las causas son muy variadas, tanto naturales como debidas a la acción humana. Las
naturales pueden responder a altas o bajas temperaturas, heladas, iluminación alta o luz
ultravioleta, granizo, viento, baja humedad, senescencia otoñal, encharcamiento,
compactación del suelo, ataques herbívoros, patógenos (hongos, virus, bacterias o
insectos, entre otros) que causan enfermedades, etc. Entre las generadas por el ser
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humano, pueden ser contaminantes orgánicos e inorgánicos, pesticidas, talas, podas,
deforestación o vertidos.
¿Los seres humanos han incrementado el estrés en los árboles?
"El impacto del ser humano en los últimos 150 años
ha sido mucho mayor que en toda nuestra historia"
El ser humano siempre ha causado estrés en los árboles. Ahora bien, desde la Revolución
Industrial, el vertido de contaminantes y el impacto del propio desarrollo de la sociedad
urbana lo ha acelerado. La lluvia ácida afecta a zonas alejadas de dónde se ha producido
la emisión de los agentes contaminantes. La deforestación provoca la pérdida de la
cubierta vegetal y la pérdida de la biodiversidad. El impacto en los últimos 150 años ha
sido mucho mayor que en toda nuestra historia.
¿Cómo incide el cambio climático en el estrés de los árboles?
El cambio climático puede suponer un factor de riesgo muy importante, en especial en
ámbitos de transición entre diferentes zonas climáticas. Por eso, nuestros estudios se han
centrado en algunos de estos lugares, ya que es aquí donde las variaciones de las
condiciones climáticas pueden afectar a las especies. Algunas como el boj tienen unos
mecanismos fisiológicos que les permiten sobrevivir en condiciones ambientales muy
diferentes, desde zonas muy sombrías y húmedas hasta zonas muy soleadas y secas. Esta
especie es un modelo que nos permite estudiar qué mecanismos son esenciales para
combatir una situación de estrés tan contrastada.
Algunos expertos recuerdan la reforestación que se ha logrado en los
últimos años en España y otros subrayan el fuerte ritmo de pérdida de
bosques. ¿Quién tiene razón?
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"La educación de la sociedad es una herramienta
imprescindible de gestión de los bosques"
Todos tienen su parte de razón. Los bosques dan a la sociedad unos bienes a los que no
vamos a renunciar, pero tenemos la urgencia de dejarlos como legado a nuestros hijos, al
menos, como están. Hay que intentar reforestar y, con ello, se gana en biodiversidad y
salud de los ecosistemas. Por otra parte, habrá que utilizar zonas de cultivo para esos
bienes que la sociedad demanda. La concienciación sobre la necesidad de proteger y
recuperar nuestros bosques debe formar parte de una educación ambiental en un plano
escolar, social y profesional. La educación es una herramienta imprescindible de gestión.
¿Qué cambios genera el estrés en los árboles?
Ante un estado de estrés se producen cambios bioquímicos y fisiológicos que indican que
el árbol padece una situación desfavorable. A los responsables de esos cambios se les
denomina biomarcadores y, en ocasiones, son tan específicos que podemos incluso
identificar de una forma precoz al agente causante de esa situación desfavorable.
¿Cuáles son estos biomarcadores?
"Ante un estado de estrés se producen cambios
bioquímicos y fisiológicos que indican que el árbol
padece una situación desfavorable"
Cambios en los pigmentos de las plantas, o algunas vitaminas como la E o la C, reflejan
situaciones precoces de estrés. Alguno de estos compuestos están implicados en la
protección de la planta frente a la luz cuando las condiciones ambientales no son
favorables. Si el estrés progresa, el árbol manifiesta otros cambios fisiológicos más
evidentes: no toma agua o nutrientes, no realiza fotosíntesis, etc. Al final, esta situación
propicia que el árbol adquiera un aspecto de amarilleamiento o caída de las hojas,
reducción de crecimiento, muerte de sus tejidos, etc.
Los estudios de nuestro grupo se centran en la identificación de esos biomarcadores
precoces de estrés que permitan de forma muy temprana identificar el problema y poner
los medios para su corrección antes de que sea demasiado tarde. Identificamos sustancias
fotoprotectoras que, como indica su nombre, protegen del estrés. Determinamos cuáles
son las más adecuadas para sobreponerse y evaluamos si pueden servir como "biosensores
precoces de estrés". Varios de nuestros trabajos se han centrado en especies de interés
ecológico, paisajístico y económico, sobre todo especies forestales autóctonas de ciclo
largo (vida media de varias décadas) y de interés para la reforestación. Además,
determinamos su "sensibilidad" frente a factores estresantes.
¿Por qué es importante estudiar estas sustancias?
Las moléculas fotoprotectoras antioxidantes y algunos carotenoides especiales son
cruciales para sobrevivir en un ambiente cambiante. Pero son también muy importantes
para la alimentación humana, ya que nos sirven para evitar muchas enfermedades. Los
seres humanos no las pueden sintetizar (fabricar) y las toman en la dieta al ingerir
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vegetales. Nos protegemos con moléculas que las plantas fabrican para protegerse ellas
mismas.
¿Cómo afecta el estrés a las labores de reforestación?
"Nos protegemos con moléculas que las plantas
fabrican para protegerse ellas mismas"
Gran parte del éxito de una especie forestal reside en su adecuación al ambiente de su
distribución natural. Si plantas la variedad inadecuada de una lechuga, se muere pero el
problema es menor. En un plazo de semanas puedes remediar ese error y plantar la
variedad más adecuada. Pero con las especies de árboles hay que pensar bien cómo
pueden hacer frente a un estrés cambiante y durante mucho tiempo. Por eso es de gran
importancia considerar los aspectos ecofisiológicos durante la repoblación forestal, algo
que no siempre se tiene en cuenta. Además, durante las etapas tempranas de desarrollo
las plántulas son más sensibles a situaciones de estrés.
Un aspecto muy importante para la reforestación es utilizar especies autóctonas o
tolerantes para cada condición climática. Es necesario identificar genotipos (variedades
de una especie) capaces de tolerar los diversos escenarios de estrés, incluso para
situaciones climáticas cambiantes, y conocer los mecanismos en los que se basa esa
tolerancia. Con especies que duran décadas cuando reforestamos, no nos podemos
equivocar...
¿Qué habría que hacer para reducir o combatir este problema?
"Considerar los aspectos ecofisiológicos durante la
repoblación forestal es de gran importancia y no
siempre se tiene en cuenta"
El conocimiento de la respuesta fisiológica de las especies ante el estrés es crucial para
reducirlo y encontrar las soluciones que ya han logrado algunas plantas. La elevación del
nivel de vitamina E en una especie podría significar que ha estado expuesta a una
situación de estrés (como el frío) y que gracias a esa molécula sus tejidos están a salvo.
Hay que concienciarse de que el bosque nos protege y se le tiene que cuidar.
Además de su equipo, ¿qué otros grupos de investigación sobre el tema
destacaría?
En España hay varios grupos, algunos de excelencia y de reconocido prestigio mundial. En
el ámbito internacional, destaca un grupo numeroso de investigadores que trabaja el
estrés forestal, desde los aspectos más moleculares hasta los más ecológicos o aplicados
a la producción. Nuestro grupo mantiene contactos y colaboraciones con varios de estos.
Toda ayuda es poca y nuestros bosques demandan medidas desde muchos ámbitos
diferentes, así como una aproximación multidisciplinar al problema.
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