TEMA MÉDICO N° 135 TRASTORNO OBSESIVO COMPULSIVO (TOC) Definiciones Obsesión: proviene del término del latín obsessĭo, que significa asedio. Se trata de una perturbación anímica producida por una idea fija, que con tenaz persistencia asalta la mente. La obsesión tiene múltiples facetas de expresión. Este pensamiento, sentimiento o tendencia aparece en desacuerdo con el pensamiento consciente de la persona, pero persiste más allá de los esfuerzos por librarse de él. Compulsión: es un término usado en psicoanálisis que define a un sujeto aparentemente sano que presenta una conducta adictiva u obsesiva, repetitiva e irresistible ante una determinada situación subyugante. Este trastorno mental, es el más frecuente luego de la depresión, el abuso de alcohol/sustancias psicoactivas y en la fobia social. La Organización Mundial de la Salud, ubica a este trastorno en el puesto 10, dentro de las condiciones más discapacitantes, dado que quienes lo padecen ven significativamente disminuida su calidad de vida, sus relaciones interpersonales y la capacidad de estudiar y trabajar. Este trastorno, se encuentra distribuido en todo el mundo, destacándose que factores culturales pueden moldearlo (por ejemplo, las obsesiones religiosas son más comunes en algunas comunidades). Incide por igual en ambos sexos pero son diferentes los actos compulsivos para cada uno, destacándose en las mujeres la obsesión por la limpieza e higiene y en los hombres las obsesiones sexuales y la lentitud en algunas acciones. Edad de inicio El TOC suele comenzar durante la adolescencia o al principio de la edad adulta, aunque también puede iniciarse en etapas más precoces, durante la infancia. Un comienzo tardío, a partir de los 35-40 años debe hacer pensar en un problema neurológico subyacente (p ej. tumores o quistes cerebrales) o depresión. En los varones suele tener un inicio a edad más temprana (6-15 años de edad) que en las mujeres (20-25 años de edad). El comienzo del trastorno suele ser gradual, si bien se han observado casos de inicio agudo. Menos del 20% de los trastornos de este tipo tienen curación tras el tratamiento farmacológico. La mayoría de los casos presentan mejoría 1 moderada pero se convierten en enfermos crónicos aunque con altibajos, con exacerbaciones de los síntomas en relación con acontecimientos estresantes. Un 15% de los pacientes presenta un deterioro intenso y progresivo del funcionamiento psíquico con grave perturbación en los vínculos sociales y laborales. Aproximadamente un 5% sigue un curso episódico, con síntomas mínimos o ausentes en los periodos intercríticos. Causas Predisposición genética. Factores psicológicos como el pensamiento mágico, intolerancia a la incertidumbre. Factores estresantes del embarazo y postparto. Conductas evitativas (esconder cuchillos, conductas de reaseguro). Características clínicas Como ya se ha comentado en la definición del trastorno, se caracteriza por la presencia de obsesiones y compulsiones. Las obsesiones: ampliemos el concepto, son pensamientos, impulsos o imágenes recurrentes y persistentes que son experimentados (al menos inicialmente) como intrusos e inapropiados y que causan ansiedad o malestar. El individuo reconoce que estas obsesiones son el producto de su propia mente, aunque totalmente involuntarias, y que no vienen impuestas desde fuera, como ocurre en la inserción de pensamiento. La frecuencia y duración de las obsesiones varían mucho entre pacientes; algunos informan de dos o tres obsesiones por día que duran largo tiempo cada una de ellas, mientras que otros informan de múltiples ocurrencias obsesivas al día, pero de breve duración. Los contenidos más frecuentes de las obsesiones son: Contaminación (al dar la mano o tocar ciertas cosas o sustancias). Dudas repetidas (sobre si se ha cerrado el gas o la puerta o si se ha producido un accidente) Impulsos de carácter agresivo u horrendo (hacer daño o matar a un hijo o proferir obscenidades en una iglesia). Estas obsesiones implican hacerse daño a sí mismo o causar daño a otros. Necesidad de tener las cosas en un orden determinado (lo que lleva a un intenso malestar ante cosas desordenadas o asimétricas). 2 Contenido religioso (pensamientos blasfemos), Imágenes sexuales (una escena pornográfica) Acumulación tendencia a juntar objetos de todo tipo Rumiaciones obsesivas: pasar larguísimos periodos de tiempo pensando de forma improductiva sobre cualquier asunto tal como una cuestión filosófica, religiosa o familiar. El paciente con obsesiones intenta pasarlas por alto o suprimirlas o bien neutralizarlas con algún otro pensamiento o acción, es decir, con alguna compulsión. Las compulsiones: son conductas (p.ej., lavarse las manos, ordenar, comprobar) o actos mentales (p.ej., rezar, contar, repetir palabras o pensamientos en silencio, repasar mentalmente acciones previas, etc.) que la persona se siente impulsada a realizar en respuesta a una obsesión o de acuerdo con reglas que deben ser aplicadas rígidamente. La mayoría de autores emplean el término ritual como sinónimo de compulsión, aunque otros los distinguen; así, según Botella y Robert (1995), los rituales son compulsiones manifiestas o encubiertas que siguen un patrón rígido y una secuencia de pasos. Las compulsiones están dirigidas no a proporcionar placer, sino a prevenir o reducir el malestar (o el aumento de este) o a prevenir algún acontecimiento o situación temidos (p.ej., consecuencias desastrosas como matar a alguien o ir al infierno); sin embargo, no están conectadas de forma realista con aquello que pretenden neutralizar o prevenir o bien son claramente excesivas. Otras características de las obsesiones y compulsiones Casi todos los individuos con TOC comparten muchas otras características. La gran mayoría de los sujetos con este trastorno tiene conciencia de que sus preocupaciones son exageradas y de que su comportamiento compulsivo es innecesario, reconociendo habitualmente el sin sentido de sus obsesiones. Por lo general, sobre todo cuando no están teniendo una obsesión, reconocen que tanto las obsesiones como las compulsiones son irreales y contrarias a su forma de pensar y de ser. En los momentos en que obsesionan, creen en su validez. La mayoría de las personas con TOC lucha contra esos pensamientos obsesivos no deseados y contra la realización de las compulsiones. Muchos son capaces de mantenerlos bajo control, durante las horas de trabajo o escuela. Sin embargo, a medida que pasan los meses o años, la resistencia se puede ir debilitando cada vez más. Otro tanto sucede durante las épocas de mayor estrés. Cuando esto ocurre, el TOC es tan severo que los rituales consumen prácticamente toda la vida del paciente, haciéndole imposible continuar con sus actividades ordinarias. Las personas con TOC tienden a esconder su problema en vez de buscar ayuda. Por lo general, tratan de ocultar este trastorno por resultarles vergonzante o ridículo y a veces tienen éxito en ocultar su comportamiento, con lo que pueden retrasar la terapia muchos años. Desafortunadamente, esta demora reduce la posibilidad de que un tratamiento posterior sea exitoso, ya que los hábitos obsesivo-compulsivos se arraigan más fuertemente con el tiempo. Para ese 3 momento, tanto ellos como sus familiares han aprendido a vivir muy limitados, girando alrededor de los rituales. El TOC tiende a durar años, aún décadas. Los síntomas, de vez en cuando, pueden ser menos severos y suele haber intervalos en los cuales son leves, pero en la mayoría de las personas con TOC, los síntomas son crónicos e incapacitantes, siguiendo un curso fluctuante. Es importante tener en cuenta que una vez que se inicia, la enfermedad no se cura sin tratamiento. Formas de presentación del TOC: Los comportamientos obsesivos compulsivos suelen existir muchos años antes del que paciente llegue a la consulta de un profesional. El inicio de los síntomas generalmente es gradual pero a veces es brusco. Puede comenzar como pensamientos intrusivos, como imágenes violentas que entran en la mente. También puede comenzar con rituales o comportamiento repetitivo. Las manifestaciones clínicas de las obsesiones frecuentemente vistas en la práctica son las siguientes: y compulsiones más Las obsesiones de contaminación Usualmente se caracterizan por miedo a la suciedad, a los gérmenes, a las toxinas, a los peligros ambientales, a las secreciones y desechos corporales. Los pacientes típicamente tienen temor de contagiar o contraer una enfermedad o sentirse sucios. El contenido de la contaminación y las consecuencias temidas 4 comúnmente varían con el tiempo, por ejemplo el miedo a un cáncer puede ser reemplazado por el temor a sufrir una enfermedad de transmisión sexual. Los pacientes con obsesiones de contaminación se preocupan de causar daño a otros o que éstos se enfermen más que ellos mismos; dicha característica diferencia del miedo a la contaminación visto en las fobias específicas. El lavado es la compulsión más asociada a la obsesión de contaminación. Esta conducta típicamente ocurre después del contacto o de la proximidad con el objeto temido. Algunos pacientes repetitivamente se bañan en la ducha hasta que se “sienten bien” o deben bañar su brazo derecho y/o su brazo izquierdo el mismo número de veces. También algunos con miedo a la contaminación evitan o previenen el contacto con contaminantes. En ocasiones se producen lesiones eccematosas por el lavado compulsivo. Dudas Estos pacientes están plagados por preocupaciones, por ejemplo, van a ser responsables de un horrible evento como resultado de su descuido. Se muestran temerosos a generar un incendio por un olvido al apagar la estufa antes de dejar su casa. La duda excesiva y sentimientos asociados con una gran responsabilidad comúnmente conducen a rituales de confirmación. Pueden requerir varias horas en revisar su hogar antes de dejarlo. La duda patológica también puede conducir a conductas evitativas, por ejemplo no abandonar su casa para evitar los rituales de confirmación. Estos sujetos también pueden comprometer a un familiar en sus rituales con el fin de disminuir el tiempo empleado para éstos. Simetría Este término involucra a la preocupación exagerada de estos pacientes de arreglar u ordenar las cosas “perfectamente”, realizar ciertas actividades motoras en una secuencia exacta, en forma simétrica o balanceada. Estos pacientes pueden ser divididos en dos grupos: 1) Aquéllos con ideas de imperfección y 2) Con pensamiento mágico. Los primeros utilizan una excesiva cantidad de tiempo en completar una tarea aun por simple que ésta sea y en contraposición con el resto de los que padecen TOC, pueden no experimentar sus síntomas como egodistónicos. Obsesiones somáticas 5 Se define como el miedo persistente e irracional a desarrollar una enfermedad que amenace contra su vida, este tipo de síntomas pueden ser vistos en varios trastornos diferentes al TOC, como en la hipocondría, depresión mayor y trastorno de pánico. Los temores más frecuentes consisten en miedo a contraer un cáncer, una enfermedad venérea y Sida. Las compulsiones son de confirmación y reconfirmación de la parte del cuerpo involucrada. A diferencia de los pacientes con hipocondría, los que sufren de TOC, tienen síntomas obsesivo-compulsivos adicionales y no experimentan síntomas somáticos ni viscerales de la enfermedad. Las obsesiones somáticas se distinguen del trastorno por somatización ya que los que padecen del TOC típicamente se centran en una enfermedad y no en síntomas somáticos diversos y aparentemente no relacionados. Obsesiones agresivas o sexuales Estos individuos presentan miedos excesivos de realizar un daño a otros o cometer un acto sexual inaceptable. Muchos se muestran horrorizados por sus obsesiones y no las comentan a los demás por vergüenza. Otros desarrollan rituales de confesión, se pueden auto reportar a la policía o a los sacerdotes confesándose repetitivamente. Compulsiones mentales Son actos mentales, que como las otras compulsiones son realizadas para neutralizar o reducir la ansiedad por la obsesión. Los pensamientos neutralizantes son los de conteo y los de rezar. Tipos de TOC Un individuo afectado de TOC suele tener varias obsesiones y diversos rituales por lo que suele ser difícil encuadrarlo dentro de un tipo determinado de TOC. Dependiendo de las obsesiones y rituales predominantes nos encontramos con: - Lavadores y limpiadores: son personas con obsesiones de contaminación y tienen rituales de limpieza excesiva y conductas de evitación de aquello que consideran sucio o contaminado. - Verificadores: personas con duda permanente, necesitan inspeccionar y verificar una y otra vez todo aquello que realizan ante el miedo que, por un descuido, se origine una catástrofe. 6 - Ordenadores: son aquellas personas que exigen que todas las cosas que les rodean estén dispuestas de acuerdo a unas determinadas pautas rígidas, incluyendo distribuciones simétricas. - Acumuladores: coleccionan objetos insignificantes de los que no pueden desprenderse. - Repetidores: son aquellos individuos que se empeñan en la ejecución de acciones repetitivas. - Ritualizadores mentales: acostumbran a apelar a pensamientos o imágenes repetitivos, llamados compulsiones mentales, con el objeto de contrarrestar su ansiedad provocadora de ideas o imágenes, que constituyen las obsesiones. - Numerales: buscan sentido a los números que le rodean; sumándolos, restándolos, cambiándolos hasta que les da un número significativo para ellos. - Filosofales: Con tendencias algo inciertas. Viven en un proceso metafísico del que no pueden desprenderse. Incompatibles con los numerales. - Atormentados y obsesivos puros: experimentan pensamientos negativos reiterados, que resultan incontrolables y bastante perturbadores. No obstante, a diferencia de quienes sufren los demás tipos de TOC, no se entregan a comportamientos reiterativos de tipo físico, sino a procesos reiterativos únicamente mentales. ¿Cómo se puede identificar y diagnosticar un TOC? Las guías del National Institute for Health and Care Excellence (NICE) sugieren las siguientes preguntas cuando los síntomas son significativos o interfieren en la vida del individuo: 7 ¿Usted se higieniza demasiado? ¿Usted revisa mucho las cosas? ¿Tiene algún pensamiento que le moleste y que le gustaría que desapareciera, pero no puede lograrlo? ¿Demora mucho tiempo en finalizar sus actividades diarias? ¿Coloca las cosas en un orden especial o se altera mucho ante el desorden? ¿Estas situaciones le generan problemas? Si la persona responde “sí” a una sola de las preguntas, debe realizarse una entrevista diagnóstica formal. Para un diagnóstico definitivo se tienen en cuenta los criterios expresados en la CIE 10 (Clasificación internacional de enfermedades, décima versión). Asociación de otras enfermedades al TOC Depresión (presente en un tercio de los pacientes). Abuso de alcohol (presente en un cuarto de los pacientes). Fobias específicas, trastornos de ansiedad generalizada (10% de los pacientes). Alteraciones de la percepción corporal (10% de los pacientes). Ezquizofrenia y bipolaridad (10% de los pacientes). Anorexia y bulimia (20% de los pacientes). Tratamiento Varios estudios han demostrado que los pacientes pueden pasar hasta 10 años luchando con la enfermedad sin lograr la ayuda adecuada. La vergüenza y la estigmatización son frecuentes en las enfermedades mentales pero pueden ser especialmente problemáticas en las personas con TOC. Tratamiento psicológico Las guías NICE concluyen que la terapia cognitivo conductual es un tratamiento efectivo. El mensaje clave al paciente es que no es su culpa que desarrollen TOC y que es una enfermedad reconocida y que tiene tratamiento. Tratamiento farmacológico: Existe evidencia de la efectividad del uso de fármacos para el tratamiento del TOC. El médico psiquiatra indicará los adecuados para cada paciente, dentro de la elección de aquellos denominados de primera línea. 8 9