Documento descargado de http://www.elsevier.es el 18/11/2016. Copia para uso personal, se prohíbe la transmisión de este documento por cualquier medio o formato. Acta Otorrinolaringol Esp. 2012;63(1):72---74 www.elsevier.es/otorrino CASO CLÍNICO Agenesia unilateral de arteria carótida interna Fernando López-Álvarez ∗ , M.a Jesús Bernardo-Corte, Justo R. Gómez-Martínez y Carlos Suárez-Nieto Servicio de Otorrinolaringología, Hospital Universitario Central de Asturias, Oviedo, Principado de Asturias, España Recibido el 17 de noviembre de 2010; aceptado el 28 de noviembre de 2010 PALABRAS CLAVE Arteria carótida interna; Agenesia; Malformación Resumen La agenesia de la arteria carótida interna (ACI) es una entidad infrecuente. Suele ser diagnosticada de forma casual en pacientes sometidos a una exploración radiológica por otro motivo. El diagnóstico de esta anomalía es importante ya que puede asociarse a otras malformaciones potencialmente graves, y debe ser tenido en cuenta si se va a realizar una cirugía sobre el eje carotídeo del lado sano. Presentamos el caso de un varón de 64 años en el que se objetivó incidentalmente una agenesia de ACI izquierda. © 2010 Elsevier España, S.L. Todos los derechos reservados. KEYWORDS Unilateral agenesis of the internal carotid artery Internal carotid artery; Agenesis; Malformation Abstract Unilateral agenesis of the internal carotid artery (ICA) is an extremely rare anomaly. Diagnosis is often incidental in a radiological examination. Recognition of this anomaly has important clinical implications because other life-threatening conditions can be associated and it must be taken into account when planning carotid surgery. We report a case of 64-year-old man with agenesis of the ICA. © 2010 Elsevier España, S.L. All rights reserved. Introducción La agenesia de la arteria carótida interna (ACI) es una anomalía congénita infrecuente descrita en 1787 por Lie1 . Desde entonces están descritos en la literatura médica alrededor de 150 casos de anomalías congénitas de la ACI, que van desde su ausencia completa hasta la aplasia e hipoplasia de la misma. ∗ Autor para correspondencia. Correo electrónico: flopez [email protected] (F. López-Álvarez). En la mayoría de las ocasiones los pacientes permanecen asintomáticos durante largos periodos de tiempo debido bien al desarrollo de circulación colateral compensatoria a través del polígono de Willis, bien a la persistencia de arterias embrionarias, lo cual es suficiente para el mantenimiento de la perfusión cerebral. El diagnóstico se realiza fundamentalmente de forma incidental durante un examen radiológico realizado por otras causas. Presentamos un caso de agenesia de ACI con el propósito de dar a conocer esta rara entidad, así como sus posibles implicaciones clínicas y quirúrgicas. 0001-6519/$ – see front matter © 2010 Elsevier España, S.L. Todos los derechos reservados. doi:10.1016/j.otorri.2010.11.010 Documento descargado de http://www.elsevier.es el 18/11/2016. Copia para uso personal, se prohíbe la transmisión de este documento por cualquier medio o formato. Agenesia unilateral de arteria carótida interna * R Canales carotideos Figura 1 TC axial de peñascos sin contraste en el que se observa la ausencia del canal carotídeo izquierdo en la base del cráneo. : canal carotídeo derecho; *: ausencia de canal carotídeo izquierdo. Caso clínico En noviembre de 2009 un varón de 64 años es valorado en nuestro servicio por presentar hipoacusia de oído izquierdo de un mes de evolución tras un traumatismo sobre dicho oído debido a una agresión. El paciente no tenía antecedentes médico-quirúrgicos relevantes. En la exploración física no se objetivaron hallazgos de interés y la otoscopia era compatible con la normalidad. Se realizó una audiometría tonal que reveló la presencia de una cofosis en el oído izquierdo y normoacusia con una correcta discriminación verbal en el oído derecho. Ante estos hallazgos se solicitó una tomografía computarizada (TC) de peñascos para descartar anomalías morfológicas en el peñasco izquierdo. En ella no se identifican fracturas, luxaciones de la cadena osicular ni ninguna secuela postraumática que justificase la pérdida de audición. Sin embargo, de manera incidental se observa una ausencia de canal carotídeo izquierdo, lo cual traduce una agenesia de la ACI homolateral (fig. 1), por lo que el radiólogo recomienda la realización de un angio-TC de los troncos supraaórticos (TSA) y del polígono de Willis para descartar anomalías asociadas a la vasculatura intracraneal. En dicha exploración se confirma la ausencia de ACI izquierda y una hipoplasia secundaria de la arteria carótida común (ACC) homolateral y no se observaron malformaciones vasculares asociadas (fig. 2). Asimismo se observa que la circulación cerebral anterior del lado derecho se rellena a través de la arteria comunicante anterior y a través de una arteria trigeminal persistente. Discusión La agenesia de la ACI es una anomalía congénita infrecuente cuya verdadera incidencia es desconocida dado que en la 73 mayor parte de los casos es un hallazgo casual en una exploración radiológica por otras causas. Afifi et al estiman una frecuencia real inferior al 0,01% de la población general2 . Al igual que en el caso que presentamos, la agenesia de la ACI es más frecuente del lado izquierdo3 aunque puede ser bilateral. Así mismo el espectro de la malformación es variable y puede ir desde la ausencia completa de la arteria, como en nuestro paciente, hasta la ausencia de una sola porción. La causa de esta malformación se desconoce. La ACI proviene del tercer arco aórtico y su formación es imprescindible para un ulterior desarrollo del canal carotídeo4,5 . Por tanto, en nuestro caso, dada la ausencia de canal carotídeo, la alteración ocurriría entre la tercera y la quinta semana de desarrollo embrionario, en la que se define la ACI, previo a la formación del canal carotídeo en la base del cráneo. Además, en nuestro paciente, si bien tiene una ligera hipoplasia de la ACC, la arteria carótida externa (ACE) es normal, por lo que es probable el distinto origen embrionario de las ACI y ACE. Las ACI dan lugar a las arterias cerebrales anteriores y medias que irrigarán la mayor parte del territorio cerebral. La ausencia de flujo a través de un sistema carotídeo es compensada, en la mayor parte de las ocasiones, a través del polígono de Willis y, menos frecuentemente, por la persistencia de vasos embriológicos6,7 o mediante colaterales. Se han descrito 3 patrones circulatorios alternativos8 . En nuestro caso se observó un «tipo fetal» en el cual la arteria cerebral anterior (ACA) del lado afectado surge de la arteria comunicante anterior contralateral y la arteria cerebral media (ACM) parte del sistema basilar a través de una arteria comunicante posterior hipertrófica o de una arteria trigeminal persistente. En el «tipo adulto» la ACA y la ACM se originan en la arteria comunicante anterior y en el tercer tipo (el más infrecuente) se observan anastomosis entre el sistema carotídeo externo e interno. La agenesia o aplasia de la ACI normalmente es asintomática debido al desarrollo de suplencias y su diagnóstico es casual, como ocurrió en el caso que presentamos. Estos pacientes pueden consultar con síntomas como cefaleas de repetición, pérdida de audición, alteraciones en la visión, paresias de pares craneales e incluso un síndrome de Bernard-Horner9 . En el estudio diagnóstico de estos pacientes se realizan estudios de imagen y se diagnostica una agenesia de ACI, sin hallar la relación causal con la sintomatología. Sin embargo, anomalías asociadas, como la presencia de aneurismas cerebrales o comunicaciones vasculares anómalas, deben alertar acerca de la posibilidad de presentar una hemorragia subaracnoidea o fenómenos isquémicos, si la circulación colateral es insuficiente10 . La incidencia de aneurismas del polígono de Willis, fundamentalmente en la arteria comunicante anterior, puede alcanzar el 34%, cifra superior a la encontrada en la población general (2-4%)6 . Esto podría deberse a un aumento del flujo en las arterias suplentes (aneurismas de flujo). Otras anomalías asociadas menos frecuentes son la neurofibromatosis tipo II, coartación aórtica, poliquistosis renal, el síndrome de Klippel-Trénaunay y la agenesia del cuerpo calloso11 . El diagnóstico de esta anomalía se realiza mediante angio-TC o angiorresonancia y la TC demuestra la ausencia de canal carotídeo. Se debe tener en cuenta que al tener un único eje carotídeo, pueden producirse accidentes Documento descargado de http://www.elsevier.es el 18/11/2016. Copia para uso personal, se prohíbe la transmisión de este documento por cualquier medio o formato. 74 F. López-Álvarez et al ACA ACM ACI ACP ACE AB ACCS ACC AV Figura 2 Angio-TC de troncos supraaórticos y cerebral que demuestra la ausencia de arteria carótida interna izquierda. Flecha: arteria trigeminal; : arteria carótida interna. AB: arteria basilar; ACA: arteria cerebral anterior; ACC: arteria carótida común; ACE: arteria carótida externa; ACI: arteria carótida interna; ACM: arteria cerebral media; ACP: arteria cerebral posterior; ACP: arteria comunicante posterior; AV: arteria vertebral. cerebrovasculares en el lado afectado debido a ateromatosis contralateral o incluso lesiones isquémicas bilaterales. Asimismo es esencial conocer la ausencia de ACI a la hora de realizar maniobras intervencionistas o cirugía carotídea del lado sano. 3. Conclusión 5. La agenesia de la ACI es una anomalía congénita excepcional cuyo diagnóstico suele ser casual ya que no da síntomas en la mayor parte de pacientes. Su interés radica en el hecho de que, en ocasiones, se asocia a malformaciones del polígono de Willis, como son los aneurismas, y que estos pacientes tienen más riesgo de presentar accidentes cerebrovasculares. La TC y la angio-TC permiten su diagnóstico y el de las anomalías asociadas. 6. Conflicto de intereses Los autores declaran no tener ningún conflicto de intereses. 4. 7. 8. 9. 10. Bibliografía 1. Lie T. Congenital anomalies of the carotid arteries. Amsterdam: Excerpta Medica Foundation; 1968. p. 30---51. 2. Afifi AK, Godersky JC, Menezes A, Smoker WR, Bell WE, Jacoby CG. 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