“El Juicio Final” de Miguel Ángel Buonarroti “¿Qué espíritu es tan vacío y ciego, que no puede reconocer el hecho de que el pie es más noble que el zapato, y la piel más hermosa que el vestido que la cubre?” -Miguel Ángel Buonarroti en respuesta a Biagio da Cesena cuando criticó el Juicio Final- Identificación de la obra. El Juicio Final o Juicio Universal (13,7m x 12,2m) es una obra realizada al fresco por Miguel Ángel Buonarroti. El título hace referencia a la Segunda Venida de Cristo y del Apocalipsis. Situada en la pared del altar de la Capilla Sixtina en la Ciudad del Vaticano (Roma). Fue encargada por el papa Clemente VII en 1533, pero al morir, Pablo III vuelve a encargarla en 1934 y la finalizó en 1541. Análisis histórico. -Contexto histórico1. La obra fue realizada en Roma, durante el Renacimiento. El contexto ideológico y espiritual que rodea la ejecución de la obra era totalmente diferente del que había cuando Miguel Ángel pintó la bóveda de la Capilla. Roma estaba en crisis, debido al brutal Saco de Roma, en 1527, por las tropas del Sacro Emperador Romano, el Habsburgo Carlos V, hizo mofa de las aspiraciones papales al dominio mundial2. Lo mismo cabe decir de los repetidos ataques turcos en Italia y Europa oriental, y su creciente dominio del Mediterráneo tras la caída de Constantinopla, en 1453. Además, la Reforma y la Contrarreforma, influenciaron en la religión y en el arte. Durante el Renacimiento la Iglesia es gradualmente transformada, pasando de ser una institución internacional a ser verdaderamente italiana tanto lo relativo a sus miembros como a sus perspectivas. -Autor. Michelangelo Buonarroti nace en Caprese (Italia) en 1475 y muere en Roma en 1564; fue principalmente escultor, además de arquitecto, poeta, dibujante y pintor. Vivió entre Florencia y Roma3. Crece en el seno de una familia4 noble. A pesar de los deseos de su padre que quería que estudiase una carrera administrativa, acaba cediendo ante su vocación y lo envía al taller del pintor Ghirlandaio. Su predilección por la escultura le lleva a cambiarse al taller de escultura de Bertoldo. Los jardines de este taller pertenecían a los Médici, donde Lorenzo de Médici le conoce y se convierte en su mecenas. Aquí entra en contacto con las obras de la Antigüedad Clásica, factor decisivo en su producción posterior. Además su gran interés por la anatomía, favoreció sus perfectas esculturas5. 1 PATRIDGE, Loren. El Renacimiento en Roma, Madrid, Akal, 2007. PP. 9-17 y 115. Aclaración en el apartado “Patrocinador, mecenas o impulsor”. 3 Camino que tuvo que recorrer en numerosas ocasiones a lo largo de su vida. 4 Fue cuidado por una nodriza, cuya casa estaba ocupada por canteros y donde entra por primera vez en contacto con los materiales y herramientas de las esculturas. 5 ARBOUR, Renée. Miguel Ángel, Barcelona, Ediciones Daimon, 1966. PP. 7-25. 2 2 Con la muerte de éste, comienza su verdadera trayectoria artística y sus mecenas fueron los diferentes papas romanos. Perteneció a la corriente del Renacimiento clásico6. Su predilección era la escultura, pero por influencia del papa Julio II comenzó a dedicarse a la pintura y en sus últimos años realizó proyectos arquitectónicos. Dos de sus discípulos fueron Ascanio Condivi y Tommaso Cavalieri7. Un tema de gran controversia es su sexualidad, se cree que fue homosexual y que ello pudo influir en sus obras. Miguel Ángel se educó en un ambiente neoplatónico florentino, fue evolucionando hacia un tipo de problemática religiosa que, gracias al trato con Vittoria Colonna8, le debió llevar a una crisis fuertemente injertada de elementos reformistas9. Se caracteriza por el perfeccionismo, su estilo sin adornos10, la obsesión por el desnudo, la “terribilitá” y la influencia de Platón. Su labor artística se extiende a lo largo de más de 70 años. Realizó más de 100 obras, destacan: la Piedad del Vaticano, el David, la bóveda de la Capilla Sixtina, el Moisés, el proyecto de la Basílica de San Pedro… -Patrocinador, mecenas o impulsor. Siguiendo la línea de mecenas papales, Clemente VII y más tarde confirmada por el papa Pablo III, quien lo nombra pintor, escultor y arquitecto del Vaticano, le encargan la obra a Miguel Ángel. La percepción de un papa del Renacimiento estaba ligada al papado y al mecenazgo papal durante el Renacimiento romano. El papa del Renacimiento, era ese constructor y liberador del pueblo y patrón de las artes, considerado por la Iglesia como un tirano, porque la Iglesia pretende que se transmita la palabra de Dios en completa humildad y no que los papas se rodeen de riquezas, tiranía, corrupción y poder militar. La mayoría de los pontífices de esta época siguieron el ejemplo del papa renacentista11. -Destinatario. Finalidad o funciones adjudicadas a la obra. Principalmente, la Iglesia y sus feligreses. Las tres eras de la Historia Sagrada estaban ya representadas en la Capilla Sixtina, por ello se ejecutó el Juicio Final que suponía el final de esa Historia. La obra se realizó en esa pared con el fin de recordar a los fieles el destino final de la humanidad al abandonar el espacio sagrado12. 6 Más específicamente al Cinquecento. Con el cual, se cree que mantuvo una relación. 8 Fue una poetisa, inmersa en el movimiento que pretendía reformar el Vaticano y la Iglesia católica. 9 SALVINI, Roberto. Miguel Ángel, Barcelona, Carroggio, 1976. PP. 138-143 y MONTI, Raffaele. Miguel Ángel: La Capilla Sixtina, Granada, Albaicín y Sadea Editores, 1968. P. 3. 10 Debido a la admiración que sentía por Masaccio y Giotto. 11 PATRIDGE, Loren. El Renacimiento en Roma, Madrid, Akal, 2007. PP. 9-17. 12 PATRDGE, L. et al. El Juicio Final: La obra y su restauración, Madrid, Nerea, 1997. PP. 11- 13. 7 3 Las obras destinadas a la decoración de altar dan forma visual a las creencias relativas a la misa. Durante ésta se creía que el altar se inundaba del espíritu divino uniéndose a los ritos terrenales13. El encargo y ejecución de una obra de dicha naturaleza se entendían por sí mismos como buenas obras, como expresión pública de piedad y devoción, que contribuían a garantizar la salvación14. Análisis técnico y temático o iconográfico. -Materiales y técnicas. Temas y/o elementos simbólicos presentes en la obra y fuentes que justifican las interpretaciones hechas de los temas 15. El primer proyecto de la obra era de dimensiones más reducidas, Clemente VII propuso al artista la realización de una pintura dedicada a La Resurrección de Cristo. Pero debido a la muerte del Papa, no se llevó a cabo. En cambio su sucesor Pablo III le encargó pintar el Juicio Final en el altar y la Caída de los ángeles rebeldes en la pared de enfrente16; finalmente se representó solo el Juicio Final. Una vez puestos los andamios en 1535, para preparar el muro, Miguel ángel eliminó la decoración anterior17. En el proceso, alteró la inclinación del muro de modo que la parte superior se proyectaba de atrás hacia delante18. El fresco se divide en dos registros horizontales, el superior y el inferior, y cada registro se divide en dos partes. En la composición se han identificado unas 50 de las más de 400 figuras representadas. A diferencia de la Capilla Sixtina, Miguel Ángel disponía de un gran presupuesto para la obra debido a la gran riqueza de la familia Farnesio. Es la razón de que usara el azul proveniente de caro lapislázuli en la mayor parte del fresco. Esto convierte al Juicio Final en una de las obras pictóricas más caras de la historia. La técnica utilizada fue la del buon fresco y se pintó en aprox. 450 jornadas. Sin embargo, se empleó el óleo para conseguir la tonalidad metálica del verde y el azul en la zona de abajo. En cuanto a la pincelada se trata de empastes cromáticos muy ricos, realizado con gruesos toques, siempre veloces e incisivos. Son numerosas las correcciones, los añadidos y los retoques a secco, en ocasiones efectuados después de muchas jornadas. La paleta es similar a la de la bóveda, añadiendo el lapislázuli, la laca roja y el oropimente. Se inspiró en la iconografía tradicional, introduciendo elementos originales. La principal fuente de inspiración del artista son la Sagrada Escritura, el Evangelio de San Mateo y el Apocalipsis, y la Divina Comedia. 13 Esta conjunción de espíritu y materia, se fundamentó en la creencia renacentista de la doble naturaleza de Dios y la humanidad. 14 PATRIDGE, Loren. El Renacimiento en Roma, Madrid, Akal, 2007. PP. 79-80. 15 PATRIDGE, L. et ál. El Juicio Final: La obra y su restauración, Madrid, Nerea, 1997. PP. y BLECH, B; DOLINER, R. Los secretos de la Capilla Sixtina, Madrid, Santillana, 2010. PP. 277-297. 16 MONTI, Raffaele. Miguel Ángel: La Capilla Sixtina, Granada, Albaicín y Sadea Editores, 1968. PP. 4-5. 17 La decoración pictórica, un escudo de armas y dos ventanas. 18 PATRIDGE, Loren. El Renacimiento en Roma, Madrid, Akal, 2007. P. 133. 4 El tema está de acuerdo con los sentimientos casi desesperados del artista envejecido, desengañado, tantas veces arrancado de sus sueños más caros. Esta obra contiene todas sus esperanzas, todos sus sufrimientos y el reflejo de sus ideas religiosas19. Miguel Ángel escondió en una de las obras más importantes y más visitadas del mundo símbolos, mensajes ocultos y secretos, imperceptibles a primera vista, y que cambia completamente su verdadero significado. Desde el principio, con las remodelaciones que exigió Miguel Ángel en la pared, tenía un fin, quería conseguir sutilmente que el espectador se diese cuenta de lo que él consideraba el verdadero árbitro entre el bien y el mal. Sin duda alguna, la silueta corresponde a las Tablas de la Ley o los Diez Mandamientos. En los lunetos, unos ángeles sostienen los instrumentos de la Pasión de Cristo, la cruz, la corona de espinas, la columna, la lanza y el cetro de caña. Los ángeles no tienen ni alas ni aureolas, son jóvenes, guapos, musculosos y semidesnudos, pero lo más sorprendente es que todos los ángeles son distintos. El pintor no se olvida de la Cábala20, ya reflejada en la bóveda, y como en el Árbol de la Vida, el símbolo masculino y el femenino están sigilosamente trazados en los dos lunetos. Según la Cábala, falta la Escalera de Jacob, que sería el vínculo entre el cielo y la tierra, entre la humanidad y los ángeles, entre el mundo material y el mundo espiritual. Es pues la Escalera de Jacob el centro del Juicio Final21, representada en la parrilla, siempre criticada por no tener patas y parecer una escalera, de San Lorenzo, y no Cristo como siempre se había pensado. Entre las Almas Justas, debajo de los ángeles y rodeando a Cristo en la segunda parte del registro superior, hay dos judíos, uno con su respectivo sobrero de dos picos que la Iglesia les obligaba a llevar y el otro haciendo el mismo gesto que Noé en la bóveda, levantando el dedo hacia arriba simbolizando la unicidad de Dios. Según la Biblia, los judíos jamás podrían pretender disfrutar de una recompensa celestial y en la obra ocupan el centro sobre la cabeza de Cristo. En una iglesia del siglo XVI y en una época en la que muchos teólogos seguían debatiendo si la mujer tenía alma, Miguel Ángel muestra un amplio abanico de llamativas mujeres merecedoras de la inmortalidad celestial. En el lado derecho, debajo de la columna, aparecen representados los Hombres Justos como jóvenes desnudos besándose y abrazándose apasionadamente, algo que rompe totalmente el esquema católico. Cristo, en la parte central, parece muy poco cristiano, recuerda a una escultura pagana griega. La cara de Cristo es similar a la de la escultura del Apolo Belvedere de Leocaris, mientras que el cuerpo simula al Torso Belvedere de Apolonio. 19 ARBOUR, Renée. Miguel Ángel, Barcelona, Ediciones Daimon, 1966. P. 183. Disciplina y escuela de pensamiento esotérico relacionada con el judaísmo. 21 El último peldaño de la escalera está situado en el centro exacto del fresco. 20 5 Todas las figuras de la composición están pintadas con pinceladas que imitan los golpes de cincel que Miguel Ángel realiza en sus esculturas, excepto el rostro de la Virgen que es un conjunto de diminutos puntos de colores; esto convierte al autor en el pionero del puntillismo. El iluminismo de Juan de Valdés, líder de los reformistas, tuvo una gran influencia sobre Miguel Ángel, por ello las almas salvadas de la primera parte del registro inferior ascienden en tantos niveles distintos y de formas tan diversas. Valdés y sus seguidores creían que la clave de la salvación estaba en la gracia divina, y no en la obediencia ciega a la Iglesia22. Esto se representa en el lado izquierdo donde los ángeles salvan a las almas, hay uno que está salvando a dos personas con un rosario; el rosario es un acto de fe diario en el que se recitan una serie de oraciones que empieza “Dios te salve, María, llena eres de gracia…”. En la representación que Miguel Ángel hace de sí mismo23, él aparta la vista de la Iglesia. Si llegaba a descubrirse que Buonarroti había negado a la Iglesia y virado hacia el protestantismo de Valdés, no solo había echado a perder su carrera profesional, sino también su libertad y posiblemente su vida. Este reconocimiento de su rostro, se debe a los retratos que se conservan de él. San Bartolomé es el encargado de sujetar esta piel, ya que su martirio fue ser despellejado, es una protesta más del escultor que odiaba pintar. Es decir, para él recibir el encargo de volver a pintar en la Sixtina fue un destino tan terrible como ser despellejado vivo. Esta piel tiene aún más símbolos, Tommaso tiene las manos unidas en señal de súplica mirando a Cristo, Miguel Ángel se sentía pecador e indigno del cielo, creía que su única esperanza de salvación era el amor verdadero y desinteresado que sentía hacia Tommaso24. Además, en la figura de San Bartolomé se representa a Pietro Aretino, un pornógrafo y compañero conspirador de los spirituali; esto muestra que un hombre como Aretino, con problemas con la Iglesia, estaba más próximo a Dios que muchas de las supuestas autoridades religiosas de su tiempo. Pero esto no es todo, la cabeza oscurecida que asoma por encima del hombro de San Lorenzo y su parrilla pertenece a Vittoria Colonna25 y que además mantiene un contacto directo con la mirada de la Virgen. Bajo la mirada de Cristo hay otra figura, se trata del amor de Buonarroti, Tomasso dei Cavarieri. Estos dos personajes se han reconocido gracias a los dibujos y cartas que el autor les dedicaba. 22 Este concepto es el origen de la expresión “estado de gracia”. Ya que los artistas tenían prohibido firmar las obras encargadas por el Vaticano. 24 “Para envolver a mi noble señor, el mismo destino desearía; vestir la piel viva de mi señor con la mía que está muerta; igual que la serpiente se desliza entre las piedras en busca de cobijo, mudaría yo hacia la muerte para mejorar mi estado” Soneto escrito por Miguel Ángel. 25 Con la muerte de Valdés, ésta se convirtió en la líder del clandestino movimiento reformista. 23 6 En la esquina izquierda del registro inferior, hay un sacerdote bendiciendo a almas adultas, posiblemente una señal de la nueva fe iluminista que profesaba Miguel Ángel, en la que el bautismo estaba dedicado a los adultos. En la primera parte del registro inferior a la derecha, los ángeles luchan contra las peores almas, simbolizando algunas de ellas diversos pecados o vicios. Una de ellas26 lleva colgada una saca con dinero y un par de llaves27 y suele identificarse con la Avaricia y la Simonía28. En el extremo otra figura representa a la Lujuria, que es arrastrada hacia la perdición por los testículos. Es así como Miguel Ángel, insertó enseñanzas del misticismo judío en una de las obras de arte católicas más famosas de todos los tiempos. En esta ocasión, Miguel Ángel logró incorporar en su obra una cantidad considerable de ideas atrevidas. Y este último es posiblemente el mayor secreto: mientras Miguel Ángel estaba creando esta obra de arte para la Iglesia, había abandonado la fe católica y suscrito personalmente a una creencia distinta. Por eso sorprende que con los millones de visitantes que tiene la Capilla, no se den cuenta de esto. Hubo una persona que si se percató de los símbolos de la composición, el maestro de ceremonias del Papa, Biagio da Cesena. Por ello, Miguel Ángel lo representó como Minos en la esquina de la derecha de la obra. -Restauraciones y estado de conservación29. El papa Pablo III creó la figura del mundator, encargado de limpiar cualquier tipo de suciedad de las pinturas de la Capilla. Gracias a él, no se necesitaron restauraciones, pero aún así se realizaron alteraciones. La primera modificación que sufrió la obra fue en 1565, bajo el decreto del Concilio de Trento. Daniele da Volterra tapó a secco los numerosos desnudos de la franja inferior de la parte superior, considerados obscenos por gran parte de la comunidad religiosa. Además, pintó a fresco la figura completa de San Blas debido su ambigua actitud y cubrió a Santa Catalina con una túnica verde. Como Volterra no consiguió acabar el trabajo, Girolamo da Fano con ayuda de Domenico Carnevali continuaron con la laboriosa tarea y también repintaron a Caronte y su remo, la parrilla de San Lorenzo y las trompetas de los ángeles que están debajo de Cristo. Los rayos ultravioleta confirman que incluso después de ellos, las intervenciones de censura continuaron. 26 La figura está boca abajo, parodia del martirio de San Pedro. Parodia de las llaves gemelas de la Ciudad del Vaticano y el papado. 28 Era la práctica de vender puestos sacerdotales en la jerarquía eclesiástica, muy común en tiempos de Miguel Ángel. 29 PATRIDGE, L. et ál. El Juicio Final: La obra y su restauración, Madrid, Nerea, 1997. PP. 168-202. , HIRST, M. et ál. La Capilla Sixtina: Una restauración histórica, Madrid, Nerea, 1995. PP. 236-254. y VITORIA, M.A. Miguel Ángel: el pintor de la Sixtina, Madrid, Rialp, 2013. PP. 128-137. 27 7 No hay documentos que justifiquen una restauración durante el siglo XVII, pero se cree que la Academia de San Lucas aplicó un corrosivo que provocó daños en la obra aún visibles. Por ello cuando Vicenzo Camuccini hizo unas pruebas y propuso restaurar la obra en 1825, la Academia de San Lucas se negó para que no se descubriesen los daños causados al fresco. Después de este intento no se volvió a plantear el tema de la restauración hasta la actualidad. Seiz y Biagetti se encargaron de limpiar la obra entre 1935-1936 con objeto de consolidar el enlucido. A raíz de investigar los resultados de la limpieza, surge la idea de restaurar la obra. La investigación en torno al estado de conservación y la técnica empleada en el Juicio se inició en 1989. Debido a los intentos fallidos de antiguas limpiezas, muchos de los residuos usados, como la cola, vino o aceite, dañaron la obra. Tras los ensayos en una pequeña parte de la obra, la documentación fotográfica preliminar y pruebas de laboratorio, comenzó la limpieza del fresco con un disolvente acuoso. Para acabar con las costras se utilizó EDTA, evitando que las partes a secco se eliminaran. Entre 1990-1994, el equipo de restauradores integrado por Gianluigi Colalucci, Maurizio Rossi, Piergiorgio Bonetti y Bruno Baratti restauró la composición completa30, que dejó al descubierto muchos aspectos desconocidos de la obra. Se creía que la obra de Buonarroti era oscura, pero era causa de la cola aplicada que atrajo más suciedad y tras su eliminación se descubrió una obra totalmente cromática y luminosa. El Juicio Final antes y después de su restauración en la Capilla Sixtina. El estado actual del fresco presenta pocas modificaciones, al parecer, en relación con la situación que reflejan algunas copias en grabados. Su estado de conservación31 es muy variado debido a las numerosas intervenciones a lo largo de los siglos. A pesar de ello, el yeso sí que se conserva muy bien. 30 31 Utilizaron los mismos huecos en la pared que el autor usó para montar el andamio. Se ha instalado un sistema para filtrar el aire y regular el microclima de la Sixtina. 8 Análisis formal y estilístico. -Periodo artístico al que se adscribe la obra32. La obra pertenece al Renacimiento33. El Renacimiento es una corriente de pensamiento, que surge en Italia y se desarrolla entre los siglos XV y XVI. El hombre del Renacimiento desea colocar al ser humano en el centro de la Creación, lugar que fue ocupado por Dios a lo largo de toda la Edad Media. Los cambios que habían comenzado a gestarse en el gótico culminan en este momento: Copérnico descubre que la Tierra no está en el centro del Universo sino que gira alrededor del Sol, Colón descubre América, la anatomía se desarrolló, Gutenberg inventa la imprenta… El contexto histórico del siglo XV, supone la prosperidad económica y la estructura social avanzada (importancia de la burguesía), lo que favoreció la expansión artística. El Trecento es el precedente de la renovación artística que culmina en el Renacimiento. En el siglo XV el patrocinio de la realización de obras, focalizado en Florencia, se convierte en algo que interesa a otros sectores de la sociedad, como los nobles o la burguesía. Las grandes familias que ejercieron el mecenazgo fueron, entre otros, los Médici, los Gonzaga y los Sforza. En cambio, en el siglo XVI, los mecenas eran los papas y en Roma. El papado aprovechó el Renacimiento para reivindicar su autoridad universal. Las peculiaridades de cada autor dificultan establecer unos elementos definitorios del período, pero se pueden señalar algunos aspectos comunes: técnica del fresco, temas religiosos y profanos, conquista de la perspectiva, en el Quattrocento prima el dibujo mientras que en el Cinquecento es el color, luz conceptual y selectiva y la preocupación por el cuerpo humano. -Similitudes formales y estilísticas con otras obras de arte34. Probablemente uno de los mayores influenciados por Miguel Ángel sea Pedro Pablo Rubens. Pertenecen a diferentes épocas, Barroco y Renacimiento, pero las figuras del italiano ya anticiparon el Barroco. Le fascinaba la potencia titanesca de los héroes de Buonarroti y así lo refleja en numerosos cuadros, como La adoración de los Reyes Magos o Las Tres Gracias. Los cuerpos semidesnudos, los marcados músculos, las contorsiones y el movimiento, recuerdan sin duda a las figuras de Miguel Ángel. 32 PATRIDGE, Loren. El Renacimiento en Roma, Madrid, Akal, 2007. PP. 9-17. El arte del Renacimiento romano reflejó y construyó este mundo conflictivo del mejor y el peor de los tiempos. 34 SUAREZ-ROJAS, Alberto. Pedro Pablo Rubens, Barcelona, Aguazul, 2004. PP. 5-24. 33 9 Detalles de La adoración de los Reyes Magos (1609) y de Las Tres Gracias (1636-1638) de Rubens. Ambas en el Museo del Prado. -Antecedentes y consecuentes de la obra. Aprovechando las reformas de la bóveda, Julio II35 propuso a Miguel Ángel redecorar con frescos la bóveda de la Capilla Sixtina. A pesar de la negativa del escultor, comenzó la bóveda en 1508 y la finalizó en 151236. Estos frescos sustituirían el fondo azul con estrellas doradas de Piermatteo d’Anelia que allí se encontraba37. Aunque el encargo era la representación de los 12 apóstoles, el autor creó una estructura arquitectónica pintada y representó nueve escenas del Génesis circundadas por profetas y sibilas, los antepasados de Cristo y otras escenas. Miguel Ángel ejecutó estas escenas en orden cronológico inverso, desde la entrada hasta el altar38. Una de las más relevantes es la escena de “La creación de Adán”. Bóveda de la Capilla Sixtina. Mientras el Juicio Final adelanta el Barroco, la bóveda adelantaba los inicios del Manierismo. La gran luminosidad y riqueza cromática de las pinturas, se redescubrió con su restauración. El ignudi, ya presente en el David o el la bóveda de la Sixtina, no adquiere su mayor grado hasta el Juicio Final. Más de 20 años después pinta el Juicio Final. 35 Miguel Ángel estaba elaborando la primera y más compleja idea para el monumento sepulcral de Julio II, por lo que estaba en contra de abandonar esa idea para realizar una obra pictórica. 36 VITORIA, María Ángeles. Miguel Ángel: el pintor de la Sixtina, Madrid, Rialp, 2013. PP. 59-90. 37 MONTI, Raffaele. Miguel Ángel: La Capilla Sixtina, Granda, Albaicín y Sadea Editores, 1968. P. 2. 38 PATRIDGE, Loren. El Renacimiento en Roma, Madrid, Akal, 2007. PP. 120-121. 10 El papa Pablo III le hace de nuevo otro encargo al pintor, esta vez era la realización de dos frescos para la Capilla Paulina del Palacio Apostólico que realiza entre 1542-1550: La conversión de san Pablo y El martirio de San Pedro. La conversión de San Pablo tiene similitudes con el Juicio Final, San Pablo está en la misma posición y hay una división entre el mundo terrenal y el celestial. En El martirio de San Pedro, destaca el mayor orden comparado con el otro fresco. La mirada de San Pedro hacia el espectador capta toda la atención. La conversión de San Pablo y El martirio de San Pedro en la Capilla Paulina. Uso y función de la obra a lo largo de la historia. Patrimonio histórico. -Cambios del uso y función de la obra a lo largo de su historia. La Capilla Sixtina fue concebida para albergar los ritos y ceremonias de un órgano colegiado, la capella papalis, integrado por el papa y unos 200 altos dignatarios eclesiásticos y seglares que se reunían al menos 42 veces al año y participaban en un mínimo de 27 misas. La capilla papal era una de las principales instituciones a través de las cuales el pontificado desplegaba regularmente su majestad, su autoridad y su poder ante Roma y el mundo39. Actualmente, la Capilla Sixtina solo se usa para los Cónclaves papales y para ser visitada, ya que pertenece a los Museos Vaticanos. -Cambios en la percepción de la obra a lo largo de su historia. Comprensión y conocimiento actual. Los primeros que vieron el Juicio Final fueron muy críticos, debido a los numerosos desnudos, incluso llegaron a considerar la obra como una “herejía pietista”. Pero con el tiempo, la obra fue aceptándose y llegándose a admirar. Pero hoy en día, la percepción del Vaticano es meramente económica y no artística. La comercialización de las obras de arte también ha afectado a esta gran obra. Esta “venta artística” ha causado la masificación de las visitas, que puede llegar a afectar al fresco. 39 PATRIDGE, L. et ál. El Juicio Final: La obra y su restauración, Madrid, Nerea, 1997. P. 10. 11 Bibliografía. http://algargosarte.lacoctelera.net/ http://www.arqhys.com/ http://www.arteespana.com/ http://www.artehistoria.jcyl.es/ http://www.historiadelartemgm.com.ar/ http://mv.vatican.va/ http://www.youtube.com/watch?v=QS6qAqaVzNU http://www.youtube.com/watch?v=xnWpEHLB5ho http://www.youtube.com/watch?v=naapZ1TwaVM (Webs consultadas entre el 15 de abril y 15 de mayo) REED, Carol. Película: The Agony and the Ecstasy, Estados Unidos, 1965. ARBOUR, Renée. Miguel Ángel, Barcelona, Ediciones Daimon, 1966. BLECH, Benjamin; DOLINER, Roy. Los secretos de la Capilla Sixtina, Madrid, Santillana Ediciones Generales, 2010. CAMÓN, José. Miguel Ángel, Madrid, Espasa-Calpe, 1975. GALLEGO, Raquel. Historia del arte: 2º bachillerato, Madrid, Editex, 2004. HIRST, Michael et ál. La Capilla Sixtina: Una restauración histórica, Madrid, Nerea, 1995. MONTI, Raffaele. Miguel Ángel: La Capilla Sixtina, Granada, Albaicín y Sadea Editores, 1968. PARTRIDGE, Loren. El Renacimiento en Roma, Madrid, Akal, 2007. PATRIDGE, L.; MANCINELLI, F.; COLALUCCI, G. El Juicio Final: La obra y su restauración, Madrid, Nerea, 1977. SALVINI, Roberto. Miguel Ángel, Barcelona, Carroggio, 1976. SUAREZ-ROJAS, Alberto. Pedro Pablo Rubens, Barcelona, Aguaazul, 2004. VITORIA, María Ángeles. Miguel Ángel: el pintor de la Sixtina, Madrid, Rialp, 2013. Universidad Complutense de Madrid: Facultad de Comercio y Turismo. Patrimonio cultural: Historia del Arte. Lorena Castaño Rodríguez 1ºB. 12