SER MADRE NO ES FÁCIL Una madre es capaz de dar todo sin recibir nada. De querer con todo su corazón sin esperar nada a cambio. De invertir todo en un proyecto sin medir la rentabilidad que le aporte su inversión. Una madre sigue teniendo confianza en sus hijos cuando todos los demás lo han perdido. El amor de madre es eterno y no tiene precio, “Una sociedad sin madres sería una sociedad deshumana, porque las madres siempre saben testimoniar incluso en los peores momentos, la ternura, la dedicación, la fuerza moral”, el Pontífice explicó que “las madres a menudo transmiten también el sentido más profundo de la práctica religiosa” porque “en las primeras oraciones, en los primeros gestos de devoción que un niño aprende, se inscribe el valor de la fe en la vida de un ser. La maternidad es una entrega total, sin aspavientos, en el silencio, la oración, el cumplimiento del deber. Ir dando la vida poco a poco como hace una madre por su hijo, es “mensaje” es “la semilla de la fe” que está en esos primeros, preciosísimos momentos, es también una elección de vida que es la de dar vida. Una madre con los hijos tiene siempre trabajo pero es feliz. Es un antídoto más fuerte a la difusión del individualismo egoísta ya que las madres se dividen ellas, dividen su cariño, dividen su tiempo, desde cuando acogen un hijo para darlo al mundo y hacerlo crecer”. De todos los derechos de una mujer, el más grande y hermoso es el ser madre. Cualquier fecha es apropiada para enviarle una tarjeta, un mensaje o unas líneas, para agradecer el amor con el que nos crió y al que tanto tiempo ha dedicado de forma generosa. SER MADRE ES UNA BENDICIÓN