procesos del aprendizaje del comportamiento - Duo-Rem

Anuncio
PROCESOS DEL APRENDIZAJE DEL COMPORTAMIENTO
MODELO CONDUCTUAL
El objeto del enfoque conductual es la Conducta Observable y las relaciones de ésta con
el medio a través de los distintos procesos de aprendizaje y cuyo método de estudio es
el científico – experimental utilizado por las demás ciencias naturales, como método
general de conocimiento.
El supuesto básico del Modelo Conductual es que la conducta es fundamentalmente una
consecuencia del aprendizaje que tiene lugar en el medio social en el que crece y se
desenvuelve el individuo.
En este supuesto básico del Modelo del aprendizaje social está condensada la
explicación para el desarrollo, mantenimiento y alteración de la conducta que tienen
lugar a través de los distintos principios y procesos de aprendizaje.
PRINCIPIOS DEL MODELO CONDUCTUAL:
1.- La conducta, tanto la normal como la anormal, es principalmente una consecuencia
del aprendizaje en las condiciones sociales del medio.
2.- El Modelo concede, pues, una importancia relevante a la influencia del medio como
causa determinante de la conducta y da menos protagonismo a los factores innatos o
heredados, aunque por supuesto no los ignora.
3.- El objeto de estudio es la conducta medible o evaluable y observable, medible no
indica que siempre sea observable, por ejemplo determinadas alteraciones fisiológicas o
el contenido del pensamiento; incluye en su objeto de estudio las respuestas Motoras,
Cognitivas y Fisiológicas.
DEFINICIÓN DE CONDUCTA / COMPORTAMIENTO:
Estamos hablando de conducta – comportamiento, pensamientos, etc. ¿Pero cómo
podemos definir la conducta? Vamos a definir el comportamiento de la forma más
sencilla posible, diciendo que todo aquello a través de lo cual nos relacionamos con lo
que nos rodea es conducta. Conducta es todo lo que hacemos, pensamos o sentimos.
“Si yo paro el coche ante un semáforo en rojo, el parar el coche es conducta”
“Si yo entro en la oficina, sonrío y digo hola, esa sonrisa y ese hola, son conductas”
“Si yo estoy viendo una película triste y lloro, ese llanto es conducta”
Cuanto más concreta sea mi definición de conducta, mejor sabré observarla y ayudar a
que continúe si es adecuada o cambiarla si es inadecuada.
Ya hemos dicho que uno de los postulados de las Leyes de Aprendizaje en las que
basamos nuestra disciplina, es que la conducta se aprende, por lo que las conductas
1
inadecuadas aprendidas, son susceptibles de ser desaprendidas y aprenderlas de nuevo
de forma más adecuada para el sujeto, más adaptativa.
DETERMINANTES DEL COMPORTAMIENTO: Antecedentes y Consecuentes
Al definir la conducta anteriormente hemos hablado de “Si cuando ocurre…, yo
hago…”, es decir, las conductas no se producen en el vacío, o porque a las personas se
les ocurre de repente hacer las cosas porque sí. Las conductas son respuestas ante el
entorno. Este cuando son las características del ambiente que hacen que yo lleve a cabo
la conducta. Una conducta, pues, va siempre precedida de un Antes. Estos antes son los
estímulos y son las señales que percibo del ambiente para responder con una conducta u
otra. Las conexiones entre el estímulo y la respuesta son aprendidas, aprendemos a
dar una respuesta determinada ante un determinado estímulo por las consecuencias que
nos trae, es decir, por lo que ocurre después de realizar esa conducta. Ese después es lo
que llamamos consecuencias de la conducta. Estas consecuencias de la conducta
pueden ser:
Reforzadores: un reforzador es cualquier consecuencia de una conducta que hace
que aumente la posibilidad de que esa conducta se repita. Esto ocurre cuando una
conducta nos produce algo agradable, que nos gusta. En este caso tenderemos a repetir
esa conducta en esa situación:
- Máquina tragaperras – echan moneda- sale dinero (reforzador positivo: consigo algo
agradable para mí).
- Hambre- comer- desaparece el hambre (reforzador negativo: termino o evito algo
desagradable para mí.).
Hay reforzadores materiales, de actividad y sociales.
Los reforzadores, anteriormente citados, se obtienen del medio, pero también nos los
podemos suministrar nosotros mismos, entonces los denominamos “Autorrefuerzos”.
Castigo: es la consecuencia negativa que sigue a una conducta y que disminuye la
probabilidad de que esa conducta vuelva a ser realizada.
Extinción: Cuando una conducta no va seguida de consecuencias, tiende a
desaparecer o extinguirse. La extinción, por tanto, es eliminar las consecuencias
reforzantes que están haciendo que una conducta inadecuada se mantenga.
EXPLICACIONES INADECUADAS DE LA CONDUCTA DE LOS NIÑOS
PROFESOR: “No hay quien os entienda… sois incorregibles, no sé que voy a hacer con
vosotros”.
PADRE: “Mi hijo el mayor estudia muchísimo, sale de él, porque nosotros no le
decimos nada… pero, el pequeño, en cambio, nos ha salido torcido”.
PROFESOR: “Mira, cada uno nace como nace… ya sabes, genio y figura hasta la
sepultura”.
2
1.- El recurso al destino y a la herencia fomenta en padres y maestros actitudes
fatalistas, de desconcierto y desánimo. El niño acaba pensando también de sí mismo que
“es incorregible”. En estas condiciones es poco probable que desee cambiar y que sepa
como hacerlo. Entonces los padres y maestros deciden dejarlo por imposible.
PROFESOR: ”La actitud de Pedro es apática e irresponsable”
PROFESORA: “No estoy de acuerdo, a mí me parece un muchacho muy responsable y
seguro de sí mismo”.
PROFESORA: Se le ve como falto de afecto…”.
2.- Las etiquetas y las interpretaciones precipitadas también tienen serios
inconvenientes:
- Son tan vagas e imprecisas que no nos permiten comprender con claridad lo que se
quiere decir con ellas.
- Se prestan, por eso mismo, a multitud de interpretaciones diferentes.
- Por ser tan poco precisas y concretas dificultan el acuerdo.
- Con interpretaciones precipitadas corremos el peligro de equivocarnos frecuentemente.
- Constituyen además, generalizaciones incorrectas e injustas.
- No nos ayudan a comprender la conducta del muchacho.
- Por ello, las etiquetas no nos aportan orientaciones útiles del comportamiento del
muchacho y podemos utilizar procedimientos de cambio inadecuados.
- Tienden a ver la conducta de los niños y muchachos como una cuestión meramente
personal, individual e interna del niño, olvidando la estrecha relación que tiene con todo
lo que ocurre en el ambiente.
- Nos hace ver al niño como inalterable, invitando a la pasividad “¡Es así, que le vamos
a hacer!”.
TRABAJAR ADECUADAMENTE
Control estimular: Se trata de eliminar o planificar aquellos estímulos que estén
provocando o impidiendo la ejecución de una conducta determinada, la cual se
pretende suprimir o implantar, respectivamente, en el repertorio del muchacho.
PROFESOR: “ Te cambias a la primera mesa para que puedas atender mejor y no te
distraigas”.
Para saber qué cambios hacer en la situación donde aparece el problema puede ser
útil analizar cuáles y cómo son las situaciones en que el problema no aparece.
Reforzar:
•
•
•
•
Se ha de administrar inmediatamente después a la conducta que queremos que
aumente o mientras ésta ocurre.
En las primeras fases del aprendizaje de una conducta que consideramos
deseable se debe reforzar cada vez que el niño manifiesta dicha conducta,
procurando que sea con frecuencia y por cada paso de que se componga la
conducta, como se verá más adelante en el moldeamiento.
Cuando una conducta está ya bien aprendida y consolidada, el refuerzo será más
eficaz si se da solo de vez en cuando (intermitente).
¡CUIDADO! El alivio es un reforzador. Si el maestro grita y riñe para que los
alumnos se callen, y lo consigue, auque sea de modo provisional, el maestro,
3
•
•
aliviado y reforzado por el silencio de sus alumnos, está aprendiendo a gritar
para hacerlos callar. Y sus alumnos, callándose, le están enseñando a gritar.
Evitar consecuencias contradictorias. “Un día nos reímos ante una conducta, y al
día siguiente, dependiendo de nuestro humor, respondemos con la crítica o el
castigo ante la misma conducta”.
Cuidado con atender más a las conductas inadecuadas y pasar inadvertidas las
adecuadas ¿Qué estaremos reforzando? “Si las travesuras de Luis en clase tienen
como consecuencia atraer la atención del profesor y provocar las risas y la
diversión de los compañeros, es muy probable que Luis siga haciendo travesuras
en el futuro”.
Castigar:
•
•
•
Se ha de administrar inmediatamente después a la conducta que queremos que
disminuya o desaparezca, pero no antes de que haya acabado.
Los castigos serán más efectivos cuando estos guarden alguna relación con la
conducta que quiero que desaparezca. “Luis se quedará 10 minutos después de
que acabe la clase para recuperar los apuntes que ha perdido al llegar tarde a la
misma.
Para que tenga efectos prácticos se intentará reforzar la conducta contraria a la
que quiero hacer desaparecer. El castigo nos dice lo que “no debemos” pero no
lo que “sí es deseable”.
Su efectividad es a corto plazo, y va seguida por efectos secundarios mucho más
ineficaces y desagradables:
1.- A largo plazo, los efectos del castigo van desapareciendo y la conducta castigada
vuelve a producirse.
2.- El castigo va siempre unido a emociones desagradables: ira, ansiedad, frustración,
que crea un clima emocional malo que se puede acabar asociando no solo al castigo sino
también al castigador.
3.- La gente muy castigada aprende a conseguir que las otras hagan lo que quiere
castigando.
4.- La persona que castiga tiende a hacerse aversiva para el castigado y tiende a ser
evitado por él.
Por todo ello es muy importante reforzar conductas adecuadas, más que castigar las
inadecuadas.
Extinción:
•
•
•
•
Usarla al mismo tiempo que se refuerzan conductas adecuadas. Al igual que en
el castigo, el vacío que deja una conducta ha de ser sustituida por otra.
Solo es efectiva si la llevamos a cabo siempre que se produce esa conducta, no
unas veces sí y otras no.
A veces, es necesario explicar al sujeto el porque se le tiene en proceso de
extinción.
En un primer momento la conducta inadecuada, seguida de la extinción puede
aumentar, pero a la larga, si continuamos practicando consistentemente la
extinción desaparece (Estallido de extinción).
4
Modelado: Los niños aprenden a hacer, sentir y pensar más bien aquello que ven y
oyen que aquello que les ordenamos que hagan. Así suele ocurrir cuando les
decimos a gritos que hablen en voz baja, cuando les decimos que no fumen mientras
sostenemos un cigarrillo en la mano, etc.
El aprendizaje por imitación es más eficaz cuando el modelo recibe recompensas
por la conducta que realiza, cuando el niño está muy atento al modelo, reproduce
mentalmente lo observado y lo revive después intensamente, y cuando el niño recibe
reforzamiento por sus conductas imitativas.
Moldeamiento: consiste en el reforzamiento sistemático de las aproximaciones
sucesivas a la conducta terminal y la extinción de las aproximaciones anteriores.
Este procedimiento se usa para instaurar una conducta que todavía no existe en el
repertorio del muchacho.
Si queremos instaurar una conducta nueva y esta es compleja tenemos que dividirla
en conductas más simples o metas más cortas, e ir reforzando al niño a medida que
va consiguiendo imitar al modelo en aproximaciones sucesivas.
Contratos: A veces, es necesario realizar acuerdos mediante el diálogo. Hablamos
con el niño o adolescente de los inconvenientes que acarrea el problema de
conducta, escuchamos sus razones y le decimos que nos gustaría que cambiara. A la
vez, mostramos también nosotros disposición a cambiar, acordamos qué cambios
debe realizar él y que cambios debemos realizar nosotros. A veces puede ser útil
poner estos acuerdos por escrito.
Tiempo- fuera o aislamiento: Hay muchas situaciones en las que es difícil ignorar
la conducta de los muchachos, bien porque “el prestar” o “no prestar atención” no
depende de nosotros (atención de otros niños) o bien porque existe la necesidad de
su interrupción inmediata (ejemplo: agresión a otro niño). En estos casos puede ser
muy útil sacar al niño de la situación donde muestra su conducta inadecuada y
trasladarle a un lugar donde no exista la posibilidad de obtener reforzamiento. Para
que este procedimientos sea eficaz es necesario seguir una serie de reglas:
•
•
•
El lugar al que se traslade no debe ser amenazante para el niño, pero sí aislado y
aburrido. Si le sacamos de la clase al pasillo y allí está una hora con otros
compañeros y al mismo tiempo puede evitar con eso las “molestias” que le
supone la clase, no habremos adelantado nada.
El traslado debe hacerse inmediatamente después de que ocurra la conducta
inadecuada.
No se trata de descargar un momento de enfado nuestro, no es una venganza, por
esta razón debe hacerse con calma y firmeza, pero sin gritos y sin agresión. Se
debe anunciar el objetivo y el tiempo que durará (“cuando dejes de gritar y estés
tranquilo podrás …”).
5
¡¡¡ RECUERDA!!!
1.- El comportamiento (lo que el niño piensa, siente y hace) y los problemas de
comportamiento se aprenden.
2.- La observación y la descripción clara y precisa de las conductas es un método muy
necesario para comprender el comportamiento de nuestros hijos y alumnos y para
conocer qué cambios debemos introducir en la situación y en nuestros propios
comportamientos para ayudarles a cambiar.
3.- Para ayudarles a cambiar debemos conocer con claridad lo que no debemos hacer:
a) No debemos intentar persuadir mediante sermones.
b) No debemos recurrir a los gritos, amenazas o arranques de cólera cuando se
comporten inadecuadamente. Recordemos que estamos sirviendo de modelos.
c) No debemos intentar hacerles sentirse culpables mediante acusaciones o reproches.
d) No debemos utilizar castigos físicos.
e) No debemos acompañas de críticas nuestros halagos y recompensas.
f) No debemos poner etiquetas.
4.- Para ayudar a cambiar a nuestros hijos y alumnos también conviene saber lo que
debemos hacer:
a) Debemos prestarles atención y reforzarles cuando se comporten adecuadamente.
Pillémosles comportándose adecuadamente.
b) Debemos ignorar, cuando sea posible, las conductas inadecuadas.
c) Debemos predicar con el ejemplo. Recordemos que nuestros hijos y alumnos imitan
nuestro modo de pensar, sentir y actuar.
d) Cuando hayamos iniciado este nuevo modo de comportarnos debemos persistir en
él, pues los cambios no se producen de inmediato.
6
BIBLIOGRAFIA
•
•
•
•
•
•
•
•
Keller y Rives. Modificación de conducta. Aplicaciones en la educación. Ed. Trillas
Vallejo Najera, Alejandra. La edad del pavo. Ed. Fin de siglo.
Masia. Un adolescente en mi vida. Ed. Ojos Solares
Castillo. El adolescente y sus retos. Ed. Ojos Solares
Casares, Monjas. La timidez en la infancia y la adolescencia. Ed. Ojos Solares
López Valero- Encabo Fernández. Mejorar la comunicación en niños y adolescentes. Ed.
Ojos Solares.
Cerezo. Conductas agresivas en la edad escolar. Ed. Ojos Solares.
Cerezo. Violencia en las aulas. Ed. Ojos Solares.
Documento elaborado por GOAP (Grupo de Orientación y Aplicaciones Psicológicas)
7
Descargar