Perfil visual y toma de decisiones de Árbitros Asistentes en la

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UNIVERSIDAD PABLO DE OLAVIDE. SEVILLA.
DEPARTAMENTO DE DEPORTE E INFORMÁTICA
PORTADA
Programa de doctorado: Alto Rendimiento Deportivo
Perfil visual y toma de decisiones de
Árbitros Asistentes en la aplicación del
Fuera de Juego en Fútbol
Doctorando: Enrique Jesús Figueroa Vázquez.
Sevilla, 2010
Tutores:
Dr. Javier Gálvez González
Dr. Fco. Javier Núñez Sánchez
Agradecimientos:
Agradecer a la Federación Andaluza de Fútbol, el Comité técnico de
árbitros, Comité andaluz de árbitros, Delegación provincial de árbitros de Sevilla,
Cedida, Centro de Alto Rendimiento de la Cartuja, por las facilidades dadas para
poder llevar a cabo el estudio.
Igualmente, agradecer a los directores/tutores de este trabajo por la
orientación y dedicación ofrecida.
Fdo. Enrique Jesús Figueroa Vázquez
INDICE
PORTADA……………………………………………………………………......…….1
INDICE …………………………………………………………………………….…. 3
RESUMEN ……………………………………………………………………………. 5
INTRODUCCIÓN …………………………………………………………………… 7
El arbitraje como tarea decisional ………………………………………….
El sistema sensorial y perceptivo como medio de
recogida de información……………………………………………………..
8
9
La percepción visual y su importancia en el ámbito deportivo …………… 10
Las Habilidades Visuales y el sistema perceptivo ………………………… 12
La aplicación del fuera de juego y la visión………………………………… 14
Factores Perceptivos en la toma de decisiones del A. A. ……………….… 16
HIPÓTESIS Y OBJETIVOS……………………………………………………….. 22
METODO ……………………………………………………………………………. 23
Sujetos ………………………………………………………………………. 23
Instalaciones y Material ……………………………………………………. 24
Procedimiento……………………………………………………………….. 25
DESCRIPCIÓN DE LOS TEST VISUALES EMPLEADOS……………...…30
Test de Medida de la Agudeza Visual Estática (AVE)…………...………25
Test de Agudeza de Vernier…………………………,,,……………...……28
Test de Sensibilidad al Contraste Estática………………………………..29
Test de Agudeza Visual Dinámica………... …………….…………………30
Test de Sensibilidad al Contraste Dinámica…………………….…………31
Test de Resolución de Situaciones de Fuera de Juego Reales……..…..34
Análisis estadístico y Variables……………………………………..……………….35
RESULTADOS ………………………………………………………………..………37
DISCUSIÓN…………………………………………………………………………….42
CONCLUSIONES………………………………………………………………………46
REFERENCIAS ………………………….……………………………………………..47
RESUMEN
Dada la importancia de la acción de fuera de juego en el fútbol, la correcta
actuación de los árbitros asistentes a la hora de juzgarla es decisiva a la hora de
determinar las victorias en este deporte. Los objetivos del trabajo consistieron en
determinar la influencia de algunas habilidades visuales (HV) a la hora de juzgar
situaciones de fuera de juego proyectadas en vídeo. Dado que no existen
trabajos previos en este sentido, se realizó una valoración de las HV, y se
realizaron comparaciones mediante la t de student en función del nivel de los
árbitros, la edad y la experiencia en el arbitraje.
El trabajo se realizó con una muestra árbitros asistentes (A.A.)
pertenecientes al Comité Técnico de Árbitros de Andalucía, mayoritariamente de
la Delegación de Sevilla. Donde todos eran hombres, mayores de edad y
actualmente en activo.
El grupo no era nada homogéneo, se emplearon árbitros asistentes de
diferentes categorías, desde auxiliares hasta asistentes de 2ª División B, de
diferentes edades y de distintos años actuando con tal fin.
Las actividades que realizaron las hicieron de forma individual, todas las
pruebas el mismo día, una tras otra en un orden determinado, a lo largo del mes
de Junio y Julio de 2010.
Se realizaron los siguientes test: test AVE, agudeza de Vernier,
sensibilidad al contraste estático, sensibilidad al contraste dinámico y tiempo de
respuestas ante estímulos dinámicos.
Todos aquellos que en el test de Agudeza Visual Estática no consiguieron
un resultado igual o mayor a uno, fueron rechazados para seguir con el estudio,
con lo cual al final fueron 39 árbitros asistentes. Con una media de edad de 26
±6,16 años y una cantidad de años dedicados al arbitraje de aproximadamente 10
años (9,33±5,59).
Realizamos varias comparativas de resultados según una serie de criterios
de clasificación, como fueron: por grupos de nivel, por edad y por años de
experiencia en el arbitraje.
Dividiendo a los A.A. en dos grupos: A.A. regionales y A.A. nacionales, se
encontraron diferencias significativas en el tiempo de respuesta en la prueba de
video para juzgar situaciones de fuera de juego. Se detectó que los A.A.
regionales eran más rápidos que los nacionales, llegamos a pensar que
arriesgaban más y detectamos que el número de aciertos era el mismo que el de
los nacionales.
Otra
comparación que realizamos fue la de la edad. Tomando como
referencia la edad media de 25 años, se dividió en grupos de menor de 25 años y
mayores de esta edad, no encontrándose diferencias significativas en las
variables analizadas.
Otro criterio de análisis fue en función de los años en el arbitraje. Tomando
como referencia la mediana, se estableció el punto de corte en 11 años.
Siguiendo este criterio, encontramos que el grupo de asistentes con menos años
de experiencia tiene una sensibilidad al contraste dinámica mejor que los más
veteranos y muestran mejores tiempos de respuesta en la prueba de video.
INTRODUCCIÓN
El fútbol está considerado como el deporte más popular a nivel mundial
gracias al elevado número de practicantes y seguidores, se juega en todos los
países del mundo y es denominado el deporte rey. Hemos podido comprobar,
tras la reciente victoria de la Copa del Mundo de España en el Mundial de
Sudáfrica, la importancia que representa este deporte, tanto social como
económicamente. Grandes empresas se mueven alrededor de él, ya que
actualmente es el que mueve más gente y más dinero de todos.
Con respecto a la historia del fútbol, este se remonta a la antigua China.
Ya que en el año 200 a.c, ya se practicaba un juego con una pelota y las piernas.
Incluso se cree que los egipcios, antes que los chinos, ya practicaban un tipo de
fútbol, como una forma de ritual, para la fertilidad. Asimismo, los griegos y los
romanos, practicaron un deporte similar al fútbol actual.
Pero fue en Inglaterra, donde nace el fútbol como tal en el siglo XII,
aunque en aquella época, las reglas no eran nada parecidas a las de hoy. Hasta
finales del siglo XIX, no se crearon las primeras reglas parecidas a las actuales,
para estandarizar el juego en todas partes.
Ya para comienzos del siglo XX, el fútbol se había propagado por todas
partes, y en 1904, se crea la Federación Internacional de Fútbol Asociado (FIFA),
principal organismo tutor del fútbol a nivel mundial.
Dentro de este mundo se encuentra unas de las figuras más polémicas y
relevantes de este deporte, los árbitros, que desempeñan un papel difícil e ingrato
dentro del llamado deporte rey.
En este trabajo pretendemos centrarnos, no en el árbitro principal, sino en
sus árbitros asistentes, que tienen la difícil tarea de ayudar al árbitro en el control
y dirección del partido.
Los árbitros asistentes tienen designadas varias funciones, de la que
destaca indudablemente la aplicación de la regla XI, “el fuera de juego”. Esta
regla tiene mayor relevancia, ya que se suelen señalar en jugadas que a menudo
ocasionan peligro para los equipos y que finalizan en muchos casos con el balón
dentro de la portería o dentro del área penal, con lo cual está directamente
relacionado con la consecución de un tanto y son los árbitros asistentes los que
toman esta decisión y se la trasladan al árbitro principal por medios visuales y
auditivos.
Después del reciente mundial de Sudáfrica y de los antecedentes
históricos existentes, hay una sensación generalizada de que se producen
errores de apreciación con mucha frecuencia en relación con esta regla.
Es indiscutible que no es tarea fácil la labor de los árbitros asistentes, ya
que tienen que tomar una decisión en décimas de segundo y con unos factores
ambientales impredecibles y nada favorables. Donde nos encontramos que el
balón parte desde una zona del campo y debe de ser recibido en otra totalmente
diferente, distante y al mismo tiempo por un jugador que aunque tenga posición
quizás no tenga influencia en el juego activo en ese momento.
El error que se puede cometer en la valoración de las acciones de la regla
XI, no sólo ponen en evidencia la labor del árbitro asistente, sino al resto del
equipo arbitral y compromete el resultado de algunos partidos con el consiguiente
conflicto de intereses que transcienden más allá de lo puramente deportivo,
llegando a abarcar ámbitos económicos, políticos y sociales.
En la aplicación del fuera de juego, una de las tareas que debe realizar el
árbitro asistente es la de identificar la legalidad de los jugadores en función de su
posición en el momento que el balón es pateado por su compañero, pero ¿por
qué se equivocan los árbitros asistentes al juzgar sus acciones? ¿Es por falta de
preparación
y
entrenamiento?
¿Es
por
falta
de
atención?
¿Es
por
desconocimiento de la regla?
Con éste estudio pretendemos determinar la importancia de las
Habilidades Visuales a la hora de realizar un trabajo correcto en la señalización
de los fuera de juego por parte de los árbitros asistentes de fútbol.
Se infringe la ley del fuera de juego cuando un jugador se encuentra más
cerca de la línea de meta contraria que el balón y que el penúltimo adversario
cuando se produce un pase hacia él, aunque con algunas excepciones.
El arbitraje como tarea decisional
Juzgar una acción de juego para determinar que es correcta o no, es un
proceso de toma de decisiones que comienza con la recogida de información de
la acción realizada por los jugadores. Es por lo tanto un proceso perceptivo el
cual será seguido por otro decisional, que se realiza en un entorno que cambia
constantemente, y que por tanto debe ser estudiado siguiendo los modelos
teóricos establecidos para éste tipo de situaciones, como el Modelo de
Procesamiento de la Información (Schmidt, 1988).
Sensaci n
Percepci n
Figura 1. Función del mecanismo perceptivo en el modelo de procesamiento de la información.
El sistema sensorial y perceptivo como medio de recogida de
información.
El medio por el cual el organismo toma la información del entorno que le
rodea consta de los procesos de Sensación y Percepción.
Sensación es “el proceso primario de transformación de energía” Oña
(1984, p. 97) desde el medio externo y por tanto en forma de energía física, hasta
los receptores del organismo. La Percepción es un proceso de recepción de la
información de un nivel superior, y supone ya principios de organización.
Palmi (2007) nos dice que la percepción es un proceso básico en el ser
humano, porque gracias a ella extrae información del medio y la relaciona con lo
que le rodea según el contexto en el que se encuentre en cada momento. Este
proceso consta de dos fases, que aunque se solapen son claramente
diferenciables: la Sensación, donde se capta la información no elaborada (datos),
y la Percepción, donde se interpretan todos los datos relevantes. Por ello, el
proceso de recogida de información tiene una parte sensorial y otra que viene
dada por el propio cerebro y su capacidad de procesamiento. Según Palmi, “una
cosa es ver (sensación) y otra enterarse de que está viendo (percepción)”.
Además, en todo este proceso intervienen de manera determinante los aspectos
emocionales y ambientales, de forma que el proceso perceptivo es una
conjunción de emociones-ambiente-inteligencia-consciencia, la cual nos permite
captar la realidad de forma rápida. Aunque, según el autor, cada sujeto elabora
su propia realidad.
Rigal (1987, p. 182) a su vez define el proceso perceptivo como “la toma
de conciencia de los sucesos exteriores”, el cual se inicia con la recepción por
parte de los sentidos de mensajes del exterior.
Siguiendo a Matlin y Folley (1996, p. 2), definimos Sensación como “las
experiencias inmediatas y básicas, generadas por estímulos aislados simples” y
Percepción, como “la interpretación de esas sensaciones, dándole significado y
organización”.
En el arbitraje, la percepción supone el primer paso para juzgar las
acciones de los deportistas.
La percepción visual y su importancia en el ámbito deportivo.
En el campo deportivo, en aquellos deportes en los que la situación de
juego debe adaptarse a unas condiciones que cambian constantemente, la
percepción visual tiende a predominar sobre el resto de modalidades deportivas.
En este caso, la percepción visual se refiere a la visión como medio de aporte de
estímulos al organismo.
Williams, Davids y Williams, 1999 (1999), entienden la Percepción Visual
como el proceso de toma de información medioambiental, que inculca forma (de
objetos, superficies, hechos y patrones) dentro del perceptor. Así, por ejemplo,
podemos percibir la 3ª Dimensión del mundo utilizando un sistema de proyección
en 2 Dimensiones como es la retina. Estos autores citan a Cutting (1986), el cual
propone que la “percepción visual es el estudio del trazo perceptible de los
objetos externos, a través de la información óptica que los representa, por parte
del observador que usa esa información”.
Para Abernethy (1996) la visión cumple un rol crítico para planificar y
ejecutar las tareas motrices. Pérez (1998) destaca la importancia de la visión en
la conducción y critica la deficiente evaluación de la capacidad visual del
movimiento en las revisiones para obtener el permiso de conducir. Montés y
Bueno (2000) destacan que es la información de origen visual la que supone una
mayor cantidad, en concreto la sitúan en torno al 85%. Por su parte, Plou (2007)
establece entre el 60% y el 80% el intervalo de la cantidad de información
proporcionada por el sistema visual y que es procesada por el organismo.
Magill (2007, p. 118) incide en que la experiencia nos muestra como
tenemos “una tendencia a dar a la visión un rol predominante cuando realizamos
cualquier tarea motriz”. Incluso remarca que cuando la información ofrecida a
nivel visual es contradictoria con la aportada a nivel propioceptivo, le damos
mayor importancia a la primera, ignorando la segunda. Kerr, citado por Reina
(2004), nos dice que la vista es el sistema que muestra mayor actividad, que está
mejor organizado y es el que más aporta al conocimiento de la realidad.
Proteau y Marteniuk (1993) nos dicen que el procesamiento de la
información visual puede convertirse en un catalizador de otras fuentes de
información, y también indican que la información propioceptiva puede hacerse
más precisa gracias a la Visión.
En un trabajo a nivel educativo y deportivo, Sánchez (1997), encuentra que
creando zonas prohibidas (colocando objetos, dibujando formas en el suelo que
no se pueden pisar...) en el terreno de juego, los árbitros, los árbitros asistentes,
los jugadores aprenden a esforzarse por observar el medio que les rodea,
integrando la información visual con el conocimiento de las reglas de juego,
cometiendo menos infracciones al reglamento y mayores aciertos mejorando así
la Percepción Visual.
A su vez, Beaus y Gálvez (2000) destacan la importancia de la percepción
visual en aquellas situaciones deportivas en que el espacio es cambiante, para
poder desenvolverse adecuadamente por el terreno de juego.
Con todo lo visto anteriormente podemos llegar a la conclusión que es
muy importante la percepción visual en nuestra vida cotidiana a cualquier nivel
de actividad, pero sobretodo en el tema que nos interesa sobre los árbitros
asistentes a la hora de la señalización del fuera de juego.
Las Habilidades Visuales y el sistema perceptivo
En la percepción visual, aparte de los factores Ópticos y Fisiológicos,
intervienen otros que hacen la función de mediadores, como puede ser la Vista,
que hace referencia a factores ópticos y neurofisiológicos y la Visión, la cual va a
tener en cuenta también procesos comportamentales. Siguiendo a Solé, Quevedo
y Massafret (1999) consideramos la Visión como un conjunto de habilidades que
vienen heredadas o que podemos aprender y reeducar. En la misma línea se
expresan Sobrado, Usón, Suárez y Miralles de Imperial (1996). Hay autores que
tienden a categorizar estos elementos bajo el epígrafe de Habilidades Visuales,
con la idea de poder intervenir sobre ellas y poder mejorarlas con un tratamiento
adecuado (Berrada, 1987; Cárdenas, 1995; Conde, 1996; Fradua, 1993; Gálvez y
Guerrero, 2007; Núñez, 2006; Quevedo, 2007; Reina, 2004). Por su parte,
Skeffington (1958), citado por Quevedo (2007), afirma que “Visión es mucho más
que agudeza visual, implicando una serie de habilidades visuales que cobran
mayor o menor importancia según la tarea realizada y el contexto donde se
desarrolla”.
Según Abernethy (1986), existe una analogía entre el sistema visual y los
ordenadores y expone que existe un sistema llamado Hardware visual y otro
llamado Software visual,
cumpliendo cada uno diferentes funciones pero
complementarias. El sistema Hardware estará influido por las diferencias físicas
de los mecanismos ópticos, así como de sus propiedades. El sistema Software
implica las diferencias cognitivas en el análisis, selección, codificación y el
manejo general de la información. Ferreira (2002) complementa las dos
tendencias, pues dice que el Sistema Hardware incluye las siguientes Habilidades
Visuales: Agudeza Estática (capacidad de detección y reconocimiento de las
imágenes visuales en detalle, cuando el observador y el objeto observado están
en situación estática. Una agudeza visual estática deficiente interfiere en el
reconocimiento de las imágenes ya que produce borrosidad y por tanto
inseguridad a la hora de tomar decisiones en base a este tipo de información) y
Dinámica (capacidad de detección y reconocimiento de las imágenes visuales en
detalle cuando hay movimiento relativo entre el observador y el objeto observado.
Un déficit en esta habilidad afectará a la capacidad para ver con nitidez los
objetos que se mueven. También puede interferir en los cálculos correctos de
profundidad y velocidad respecto a las personas o los objetos en movimiento),
Percepción de la Profundidad o estereopsis (percepción tridimensional del
espacio), la Visión del color y la Sensibilidad al Contraste (capacidad de
detección y reconocimiento de las imágenes visuales cuando existen pequeñas
diferencias de brillo y color entre el entorno y el objeto de examen, facilitando así
su localización y seguimiento. Por tanto un déficit en esta habilidad afectará a la
capacidad de localización y seguimiento de objetos en entornos poco
contrastados y repercutirá negativamente en el cálculo de profundidad y en el
tiempo de anticipación). A su vez, el sistema Software estaría formado por las
siguientes habilidades: Coordinación ojo-mano, Coordinación ojo-cuerpo, Ajuste
visual, Concentración visual, Rastreo por el campo visual, el Tiempo de Reacción
visual y la Visualización.
En una profunda revisión, Williams et al. (1999) resumen que los
deportistas más habilidosos no tienen necesariamente un Hardware visual
superior comparados con los menos habilidosos, sino que la ventaja que obtienen
en el juego parece más relacionada con el proceso perceptivo superior:
reconocimiento, codificación y clasificación semántica de la información visual. En
la misma línea se pronuncian Granda, Mingorance, Maanan, Reyes, Barbero
(2004), los cuales recomiendan dirigir los estudios sobre el rendimiento en tareas
de percepción visual al Software visual. Incluso puede haber diferencias al
comparar distintas habilidades en los mismos sujetos (Kioumourtzoglou,
Kourtessis, Michalopoulou y Derri, 1998).
A su vez, Quevedo (2007) hace la siguiente propuesta de Habilidades
Visuales clasificándolas por características similares, la cual nos parece las más
acertada.
• Movimientos oculares (de seguimiento, sacádicos y fijaciones)
• Función acomodativa (Flexibilidad acomodativa)
• Fusión binocular (Flexibilidad de fusión)
• Percepción de las distancias.
• Visión periférica
•
Sensibilidad visual (Agudeza Visual Estática y Dinámica, y función de
Sensibilidad al contraste).
Al analizar la bibliografía científica existente, se puede observar que las
Habilidades Visuales establecidas por unos y otros autores, así como la
terminología empleada son muy diferentes. Cada una de estas habilidades tiene
una implicación definida para cada requerimiento concreto. Por ello, muchos de
los análisis hechos referentes a las Habilidades Visuales referidas al ámbito
motriz, tienen su origen en el campo deportivo. Sin embargo, no debemos olvidar
que cualquier movimiento realizado en un entorno determinado va a requerir la
implicación del sistema visual si queremos adaptarnos de manera eficaz. En la
mayoría de acciones cotidianas, el entorno cambia constantemente y nuestras
acciones motrices se van adaptando continuamente al medio que nos rodea, con
lo cual el sujeto necesita de nuestros mecanismos perceptivos y decisionales
para dar respuestas adaptativas precisas. Por ello, sería bastante adecuado
hablar de una guía visual de la acción, en la cual consideraremos la visión como
un proceso complejo en el cual confluyen elementos Físicos, Fisiológicos y
Psicológicos.
La toma de decisiones está condicionada por una serie de procesos de
carácter cognitivo, de regulación cognitiva, que reclaman la puesta en acción de
todos los sistemas senso-perceptivos y la elaboración y tratamiento de
informaciones de origen diverso: visual, auditivo o propioceptivo (Ruiz Pérez y
Arruza, 2005, p. 81)
En el caso del árbitro asistente, deberá desplazarse por la banda,
colocándose en función de la acción de juego, y por tanto el entorno irá
cambiando continuamente, donde tendrá que adaptarse al ambiente existente y
donde tendrá que tomar decisiones rápidamente.
La aplicación del fuera de juego y la visión.
En la aplicación del fuera de juego, la función de los árbitros asistentes
consiste en decidir si la acción que se está desarrollando en el campo de juego
debe ser considerada como una infracción al reglamento y levantar el banderín.
Esta secuencia se repite constantemente a lo largo del partido. Helsen & Bultynck
(2004) cifran entre 3 y 4 el número de decisiones que deben tomar por minuto los
árbitros durante el partido.
En el caso de la interpretación de la regla XI, y tomando como referencia
la Copa del Mundo de Corea y Japón en 2002, los árbitros asistentes se
enfrentaron a una media de 5,3 situaciones de fuera de juego en las cuales se
levantó la bandera (Helsen, Gilis & Weston, 2006), donde se produjeron una tasa
de error del 26,2%. Los tipos de errores producidos son de dos tipos: que se
levante la bandera cuando no existe fuera de juego (B-error), y que no se levante
cuando si existe fuera de juego (no B-error). Gilis, Helsen, Catteeuw, Van Roie, &
Wagemans (2009), encuentran un 27,6 % de B-error frente a un 17,3 % de no Berror. Ambos tipos de errores aumentan si el defensor está en movimiento en vez
de estático. Además, en el primer tipo de error, la posibilidad de ser cometido
aumenta en la condición en que el atacante corre en dirección opuesta a la
carrera del defensor.
Son varios los intentos de explicar la diferencia de porcentaje en los dos
tipos de error. Oudejans, Verheijen, Bakker, Gerrits, Steinbruckner, & Beek,
(2000) y Oudejans, Bakker, Verheijen, Gerrits, Steinbruckner, & Beek (2005)
proponen la Hipótesis del error Óptico, según la cual, la posición del árbitro
asistente respecto al penúltimo defensor es muy relevante a la hora de
determinar la posición exacta del atacante respecto a éste. Dependiendo de si el
asistente está retrasado o adelantado a la línea de fuera de juego, la probabilidad
de cada tipo de error varía.
Analizar
esta posición es determinante,
pues
Krustrup & Bangsbo (2001) exponen que cada asistente realiza un cambio de
velocidad y de posición cada 4 segundos. Estos cambios implican a su vez
parámetros perceptivos, pues los asistentes se alinean con los defensores en
función de los cambios de posición percibidos en los defensores.
Otra posible explicación para esta diferencia de porcentajes es el llamado
efecto Flash-lag (Baldo, Ranvaud, & Moyra, 2002), el cual hace referencia a un
objeto en movimiento que es percibido delante de su posición real. Este supuesto
es aceptado también por Gilis, Helsen, Catteeuw, & Wagemans, (2008),
encontrándolo como única explicación al elevado número de errores cometidos,
sobre todo cuando las situaciones son más complejas: menor distancia entre
atacante y defensor y diferencias en sus carreras.
Otro intento de explicación es la aportada por Sanabria, Cenjor, Márquez,
Gutiérrez, Martínez, & Prados García, (1998). Estos autores explican los errores
basándose en la latencia y duración de los movimientos sacádicos (movimientos
explosivos para llevar la imagen deseada a la retina central o fóvea).
Relacionando el tiempo dedicado a éstos con las velocidades de atacantes y
defensores, se deduce la distancia que debe haber entre éstos para poder
acertar en la decisión. Si consideramos un movimiento de 40º, el movimiento
sacádico termina a los 250 ms. En éste tiempo, un jugador que vaya a 5 m/s ha
recorrido 1.25-1.50 m. Si atacante y defensor tienen carreras contrarias, las
distancias necesarias para poder acertar aumentan. Sin embargo, este
planteamiento supone que el asistente pasa de enfocar al pasador a enfocar al
último defensor. Belda (2004) hace un planteamiento similar, pero añade que en
caso de existir un defensor o atacante a menos de 6 m del asistente, intervendría
además la función de Acomodación del Cristalino del ojo, por lo que habría que
añadir 320 ms más debido al tiempo que tardaría el sujeto en enfocar los objetos
situados a diferentes distancias.
Sin embargo, Gilis et al. (2009) desecharían estas opciones, pues
analizando el comportamiento visual de los A. asistentes, comprueban que éstos
mantienen fija la mirada en la línea de fuera de juego (2º defensor), sin hacer
movimientos oculares hacia el balón o pasador en el momento del pase, por lo
que no se realizarían movimientos sacádicos. En consecuencia, el A. asistente,
obtendría la información no foveal mediante la visión periférica (Bard, Fleury, &
Goulet, 1994).
Factores Perceptivos en la toma de decisiones del A. asistente.
Según Gilis, et al., (2009), para que los jueces de línea interpreten la regla
del fuera de juego, son necesarias las siguientes acciones: conocimiento de las
reglas y de toma de decisiones para aplicarlas de forma consistente a lo largo del
partido, y adicionalmente, será necesario que el asistente se sitúe en la mejor
posición en relación a los jugadores
y que disponga de las habilidades
perceptivas para analizar cada situación en un breve espacio de tiempo a lo largo
de todo el partido.
Nuestro proyecto se basa en el análisis de los factores perceptivos
asociados a la toma de decisiones, y más concretamente en las Habilidades
Visuales, no tenidas en cuenta por estudios precedentes. Las Habilidades
Visuales (H.V.) son capacidades adquiridas gracias a la experiencia, para llevar a
cabo el proceso de visión con rapidez y eficacia. Por tanto, nos ayudan a realizar
el proceso perceptivo de manera más eficaz.
Después de realizar una búsqueda en diferentes bases de datos, no
encontramos trabajos que relacionen el arbitraje con las Habilidades Visuales. Si
tomamos como referencia trabajos que relacionan las H.V. con el desempeño
deportivo, podemos especular con la posibilidad de que ocurra algo similar con
los árbitros.
Son numerosos los trabajos que nos muestran como los deportistas
poseen mejores H.V. que los sujetos sedentarios (Ando, Kida y Oda, 2001;
Ishigaki y Miyao, 1993; Rouse, De Land, Christian y Hawlay, 1998; Williams et al.,
1999; Williams, Weigelt, Harris y Scott, 2002), y además, aquellos deportistas
considerados de mejor nivel o expertos, también disponen de una ventaja visual
(Núñez, Oña, Raya y Bilbao, 2009; Mizusawa, Sweeting y Knouse, 1983).
Las Habilidades Visuales que tradicionalmente son objeto de
análisis a nivel deportivo son: La Motilidad ocular (movimientos de seguimiento,
sacádicos, fijaciones visuales), La Sensibilidad Visual (Agudeza visual estática,
Agudeza visual dinámica, Sensibilidad al contraste estática y Sensibilidad al
contraste dinámica), la flexibilidad de acomodación, estereopsis y la amplitud del
campo visual.
Partiendo de los estudios de Catteeuw et al., (2009), hemos de descartar
que la motilidad ocular sea responsable de los errores cometidos, por lo menos
en los A. asistentes de alto nivel, los cuales fijan la mirada en el segundo
defensor, mostrando una adecuada fijación visual. Al no variar su mirada entre
diferentes objetos, no va a haber focalización de éstos a diferentes distancias,
siendo además poco probable que uno de ellos se encuentre a menos de 6 m del
asistente, por lo que tampoco sería determinante la flexibilidad de acomodación.
Respecto a la estereopsis (capacidad de utilizar las imágenes fusionadas
de ambos ojos para obtener una percepción tridimensional del espacio. Un déficit
en esta habilidad dificulta la apreciación del relieve y el correcto cálculo de
distancias) o percepción de la profundidad gracias a las dos imágenes
proyectadas, una por cada ojo, tampoco sería determinante, debido a que el
asistente no juzga la profundidad en una línea vertical, sino horizontal, en la cual
no influye para la aplicación del fuera de juego. Además, otros factores
perceptivos contribuyen a la percepción de la profundidad, como la interposición
de figuras.
En nuestra opinión, la sensibilidad visual en relación con el campo visual
puede ser determinante en el proceso perceptivo del asistente.
En la agudeza visual se une la capacidad de detectar un objeto, la de
separar y diferenciar los distintos componentes y la de identificarlo en el espacio.
Podemos definir dos tipos. la agudeza visual estática (AVE) y la Agudeza Visual
Dinámica (AVD).
La Agudeza Visual Estática (AVE) es la capacidad del sistema visual para
detectar, reconocer o resolver detalles espaciales de alto contraste (Guirao,
2004). La AVE es máxima en Visión Central y se va reduciendo conforme
aumenta la excentricidad. Una mejor AVE implica una mayor nitidez a la hora de
ver y por lo tanto podemos ver detalles menores. Existe un tipo especial de AVE,
la Agudeza de Vernier, la cual representa la capacidad de determinar la menor
desalineación de dos líneas paralelas. En el caso del fuera de juego, una línea
seria la marcada por el defensor y otra la marcada por el atacante.
La agudeza visual podemos cuantificarla y se puede expresar de las
siguientes formas:
1. La Agudeza Visual Decimal se define como la inversa del Mínimo Ángulo
Resoluble (MAR) expresado en Minutos de Arco (u).
AVE = 1/u
Para hallar el ángulo expresado en minutos, debemos emplear la tangente:
Tg u = d / s
2. La Agudeza de Snellen: llamada Fracción de Snellen, se define como un
cociente en el que el numerador indica la distancia a la que se sitúa el
Optotipo, y el denominador indica la distancia a la cual habría que situar el
Optotipo para que el detalle más pequeño resoluble a dicha distancia fuese
de 1´( 1 minuto de arco). De forma común se suele emplear como
distancia estándar 6 metros (20 pies) para evitar la Acomodación del
Cristalino.
La Agudeza Visual Dinámica (AVD) es la capacidad de resolver detalles
cuando existe un movimiento relativo entre el observador y el estímulo (Miller y
Ludvigh, 1962). El análisis de la AVD tiene una mayor validez ecológica que la
AVE, debido a que las condiciones en que se desarrolla la primera son más
parecidas a la realidad que la estática, que siempre se evalúa en condiciones
ideales de contraste máximo. Zavod (2004) además, lo combina con la
Sensibilidad al Contraste, debido a que la mayoría de las acciones diarias se
realizan en movimiento y en situaciones de diferentes contrastes.
Diferentes estudios relacionan la AVD con el rendimiento en tareas
cotidianas que impliquen movimiento. Así lo encuentran Long y Kearns (1996)
referente a la identificación de señales de tráfico; Kohl, Coffey, Reichow,
Thomson y Willer (1991) hallan relación de la AVD con el pilotaje de aviones y
para González (2003), la AVD es más predictora del riesgo de padecer
accidentes de tráfico que la AVE.
Miller y Ludvigh (1962) establecieron las bases de lo que entendemos por
AVD, las cuales permanecen hasta nuestros días:
1.- La Agudeza Visual de un observador disminuye rápidamente conforme la
velocidad del objeto observado aumenta.
2.- Observadores con idéntica AVE tienen diferentes AVD, lo que sugiere la
ausencia de correlación entre una y otra.
3.- La AVD es muy sensible a la intensidad energética del estímulo.
4.- La AVD está mucho más ligada a las acciones cotidianas (como conducir o
pilotar aviones) que otras habilidades tradicionalmente medidas en las
evaluaciones de la función visual.
Brown (1972a) dice que la relación entre la AVD y la velocidad de los
objetos es lineal, pero sólo con velocidades en torno a 90 º/seg. Si la velocidad
aumenta más, los errores se explican por la dificultad de situar las imágenes en la
retina. En estos casos, al aumentar la velocidad, disminuye el tiempo entre cada
movimiento sacádico y se incrementa la velocidad de los movimientos de
seguimiento del ojo.
Para poder comprender esta habilidad visual es imprescindible conocer los
diversos factores que pueden incidir sobre los resultados que se puedan obtener.
Referentes al sexo del observador, aunque se han encontrado algunas
diferencias que reflejan unos valores ligeramente superiores en varones (Ishigaki
y Miyao, 1994; Long y Penn, 1987; Rouse, De Land, Christian y Hawley, 1988), al
no encontrarse respuesta a dichas diferencias, parece más adecuado atribuirlo a
factores educativos o comportamentales.
Otro de los posibles condicionantes es la capacidad del ojo de seguir un
objeto en movimiento. Reading (1972) analiza los movimientos horizontales de
los ojos mientras mide la AVD. A bajas velocidades angulares (de 22 a 43 º /seg),
los ojos siguen con precisión los estímulos, pero a velocidades mayores (de 83 a
67º/seg), se producen fallos en los movimientos de seguimiento. En torno a los
60-70º/seg, los Movimientos Sacádicos empiezan a ser relevantes para fijar la
vista. Por lo tanto, los errores que se producen en la AVD en relación a la
velocidad de los estímulos se pueden explicar en función de las dificultades de
los ojos en situar los objetos en la Retina Central.
Al analizar la acción del asistente, éste debe fijar la escena del 2º defensor,
y detectar el pase del balón a través de la visión periférica. Dependiendo de la
posición relativa del pasador y el 2 defensor, la excentricidad visual exigida
aumenta, y según, Mancebo-Azor, Sáez-Moreno, Domínguez-Hidalgo, Luna-Del
Castillo y Rodríguez-Ferrer, (2009), al aumentar la excentricidad, y disminuir el
contraste de la escena, el tiempo de respuesta es más lento. Esto supone un
mayor desfase temporal en la toma de decisiones. No existe ningún trabajo que
relaciones la excentricidad con la sensibilidad al contraste dinámica. Si el a.
asistente es consciente de que la información aportada por la visión periférica es
de mucha menor agudeza que la central, podrá intentar conseguir información
adicional por otros canales perceptivos, como el auditivo.
Según MacMahon, Helsen, Starkes, & Weston (2006), existen diferencias a
la hora de juzgar las acciones en el fútbol al compararlos con los jugadores, lo
que revela la especificidad que se alcanza con el entrenamiento. Asimismo,
aquellos árbitros que siguen un entrenamiento específico basado en la
observación de imágenes para la toma de decisiones tienen mayor tasa de
aciertos, lo que pone de manifiesto la posibilidad de mejora que pueden tener en
caso de controlar mayor número de variables.
Respecto al tiempo en que tardan los Asistentes en dar una respuesta a la
hora de juzgar le fuera de juego, hemos de decir que aunque en situaciones
reales de partido la velocidad en decidir no es algo determinante, sin embargo es
un índice importante respecto a la velocidad de procesamiento de la información
obtenida a través del mecanismo perceptivo. La medida del tiempo de respuesta
es un medio de explorar las acciones o eventos internos de un sujeto que debe
dar una respuesta a un estímulo determinado (Corpolongo y Salmon 1981;
Salthouse, 2000). Además, Schmidt (1988) expone que la medida del TR es
empleada en laboratorio como una medida de la velocidad del procesamiento de
la información. Para Duarte, Costa y Moura e Castro (2003), el TR es el principal
indicador cronométrico utilizado en el estudio del Procesamiento de la
Información a nivel cerebral.
En nuestro caso, con la medida del Tiempo de Respuesta pretendemos
valorar si aquellos sujetos que disponen de mejores H.V., son capaces de percibir
antes y de forma más acertada la posición del penúltimo defensor y su relación
con el atacante, así como con el pasador de la pelota. Existen trabajos que nos
indican como los deportistas pueden desarrollar técnicas para obtener
información previa a la acción deportiva final y así poder anticiparse (Núñez et al.
2009). Tal vez los A. Asistentes, disponiendo de H.V. diferentes puedan
desarrollar una técnica similar que les de una ventaja a la hora de juzgar el fuera
de juego.
Hipótesis y objetivos
Basándonos en la documentación revisada, y siendo conscientes de que
no existen trabajos precedentes en la misma línea, las hipótesis de trabajo son
las siguientes:
1.- Los árbitros asistentes de mayor categoría tienen mejores habilidades visuales
que los árbitros de menor nivel.
2.- Los árbitros asistentes con mayor número de años arbitrando, tienen mejores
habilidades visuales que los de menor experiencia.
3.- Los árbitros de mayor edad (en sujetos jóvenes) tendrán mejores habilidades
visuales
Tomando como referencia las anteriores hipótesis, los objetivos para el
siguiente trabajo son:
a. Realizar un perfil visual de los A.A.
b. Establecer las diferencias visuales entre los A. A. en función del nivel, la
edad y la experiencia.
METODO
Sujetos
Para la realización del estudio se seleccionaron 46 árbitros asistentes,
aunque se descartaron siete porque no tenía una Agudeza Visual Estática igual
o mayor a uno en la primera prueba de agudeza visual estática (ave), con lo cual,
los elegidos como sujetos válidos son 39 individuos que superaron la primera
prueba, de los cuales 25 son de categoría nacional y 14 de categoría regional. En
esta muestra no hay ninguno de la LFP. Todos ellos pertenecen al Comité
Andaluz de Árbitros, aunque de diferentes Delegaciones Provinciales (Huelva,
Cádiz, Córdoba, Sevilla, Granada, Almería, Málaga y Jaén) y todos ellos mayores
de edad, cuya media era de 26 ±6,16 años. La cantidad de años dedicados al
arbitraje se aproxima a los 10 años (9,33±5,59).
Se eligieron estos grupos por los siguientes motivos:
1.- Por ser árbitros asistentes experimentados y de diferentes categorías e
incluso de diferentes provincias.
2.- La plena disposición por parte de los sujetos a la hora de ofrecerse
para realizar las pruebas para el estudio.
3.- La disponibilidad de dichos sujetos también vino favorecida por la
adaptabilidad espacial a la hora del montaje del laboratorio para la recogida de
datos.
Todos los sujetos fueron informados por escrito del objeto del estudio y
firmaron su conformidad con la firma del consentimiento informado. (Anexo I).
Instalaciones y Material
El estudio se llevó a cabo en el CAR de La Cartuja (Centro de Alto
Rendimiento de Atletismo y Rugby) donde entrena un grupo de árbitros
andaluces, en la Delegación de Árbitros de Sevilla, donde se reúnen los árbitros
asistentes de Sevilla para recoger sus partidos y dar clases, y en el Comité
Técnico de Árbitros de Andalucía, donde aprovechamos un curso que se impartía
a nivel andaluz para preparar a varios árbitros asistentes para el ascenso a la
categoría de LFP en Madrid.
En todos estos lugares se habilitó una sala amplia, luminosa (la medida de
la iluminancia con el luxómetro arrojó 67 cd/m2 ) y totalmente preparada para la
realización de los tests de habilidades visuales.
Para los test visuales se emplearon los siguientes materiales:
•
Ordenador portátil Acer Aspire 5634 Wlmi, con procesador Intel Core 2 duo
T5600, de 1Gb de memoria DDR2, con una pantalla de 15” y una tarjeta
gráfica de 256 MB Nvidia GeForce 7300 w/Turbocaché.
•
Ordenador portátil Hp 6735s, con procesador AMD Turion X2 Ultra, 1024
Gb de memoria RAM, con una pantalla de 15,4”
•
Un teclado numérico externo, marca Targus. El empleo de un teclado de
ordenador como panel de respuestas en evaluaciones del tiempo de
respuesta ha sido empleado anteriormente (Melis, Soetens y Van der
Molen, 2002) y es válido cuando las comparaciones se realizan con las
medidas con el mismo material.
•
Un teclado externo Marca Trust KB-1800S.
•
Una mentonera (Lafayette Instruments Inc.)
•
Un cable prolongador de puerto USB de 6 metros.
•
Un Luxómetro marca PCE-L335
•
Monitor de TV marca Samsung 19”
•
Hojas de registro diseñadas para la recogida de los datos de los sujetos.
(Anexo II)
Figura 2. Teclado numérico externo
Procedimiento.
La secuencia de la recogida de datos fue la siguiente: Test de Agudeza
Visual Estática, test de Agudeza de Vernier, test de Sensibilidad al contraste
estática, test de Agudeza Visual Dinámica, test de Sensibilidad al Contraste
dinámica y test de Tiempo de Respuesta ante situaciones de fuera de juego
reales.
Descripción de los test visuales empleados.
Test de medida de la Agudeza Visual Estática (AVE).
Características y desarrollo del test.
Para determinar la AVE de los sujetos se empleó el Freiburg Visual Acuity
Test (Bach, 1996). El Freiburg Visual Acuity Test (Fract en adelante) es un
sistema automatizado para poder incluso autoadministrarse la medida de la
Agudeza Visual Estática, empleando como optotipo la “C” o anillo de Landolt. Son
varios los autores que recomiendan este método de medida para evitar la
influencia del examinador en los registros y por la mayor motivación por parte de
los sujetos (Friendly y Weiss, 1985; Reading y Weale, 1993; Timberlake, Mainster
y Schepens, 1980).
En este test, en la pantalla del ordenador van apareciendo sucesivamente
los anillos de Landolt. El sujeto debe indicar con el teclado la posición del espacio
libre del anillo. Cada vez que se acierta, el siguiente anillo será de menor tamaño,
y cuando se cometen errores, el tamaño aumenta. La variación de tamaño en
cada muestra varía: empieza por un tamaño muy grande, y a cada acierto, la
disminución de tamaño es a su vez grande. Cuando se falla, el ajuste del tamaño
entre cada optotipo es cada vez menor, hasta ser casi mínimo. Esta variación
sirve de Feedback para el sujeto. Al comenzar por tamaños grandes, es
recomendable incluso en pacientes de baja visión (Schulze-Bonsel, Feltgen,
Burau, Hansen y Bach, 2006). En un estudio comparando diferentes test
empleados en sujetos con baja visión, basados en escalas semicuantitativas
como el “Counting Fingers” o el “Hand Motion” se halla una alta correspondencia
en los resultados encontrados.
La posición del anillo en cada repetición es totalmente aleatoria. Como el
contraste es uno de los factores que pueden alterar la AVE, en el test se empleó
un contraste de 100%, con el Optotipo en negro sobre fondo blanco.
La versión utilizada del Fract emplea el siguiente optotipo, donde u,
medida en minutos de arco, define la Agudeza visual en representación decimal.
Para una AV de 1.0 (20/20), u se extiende 1 min de ángulo visual.
Figura 3.- Optotipo utilizado. Tomado de Bach (2007).
En la aplicación del test se puede variar la posición del hueco de la C entre
4 y 8 posiciones. Con 8 posiciones la probabilidad de error es menor, por lo que
el número de ensayos mínimo para hacer los cálculos en menor y el test se
administra en menos tiempo.
Cuando el optotipo es más grande (hacia la izquierda en la abscisa), la
probabilidad de acertar es del 100%. Conforme el tamaño desciende, la
probabilidad de acertar disminuye hasta un límite de 12,5 % (en medidas
empleando 8 posiciones del hueco de la C de Landolt). Estos valores de 12,5% y
25 % indican el promedio mínimo de acierto. La agudeza estaría en el punto de
inflexión, en el centro entre el 100% de acierto y el promedio mínimo de acierto.
El programa permite variar la distancia del sujeto a la pantalla, aunque la
distancia recomendada es de 5m en adelante permitiendo medir en un rango
desde 5/80 (0,06) hasta 5/1.4 (3,6). En nuestro caso se empleó una distancia de
6 m (20 pies) por ser la más usual en las notaciones en fracción de Snellen
(20/20). Dicha fracción indica en el numerador que a 20 pies (6m) se observa el
detalle de un optotipo que en valores normales se ve a 20 pies (denominador).
Una notación 20/10 significa que el sujeto observa a 20 pies lo que se ve
normalmente a 10, por lo tanto la visión es mejor.
Como la distancia seleccionada para realizar el test es 6 metros (20 pies),
el sujeto se situaba en una silla a dicha distancia, con un teclado externo
conectado mediante el puerto USB al ordenador.
Figura 4. Teclado externo numérico adaptado al test de AVE
Instrucciones a los sujetos:
Las instrucciones transmitidas a los sujetos a la hora de realizar el test
eran las siguientes:
1.- Observa la pantalla. En ella va a aparecer una letra “C”. Debes indicar la
posición de la abertura: arriba, abajo, derecha o izquierda. La posición es
aleatoria.
2.- Aunque no seas capaz de ver la abertura, aun así debes decir una posición.
No importa que te equivoques. Siempre hay que dar una respuesta.
Test de agudeza de Vernier
Características y desarrollo del test.
La agudeza de Vernier es una peculiar tarea visual que implica la habilidad
de localizar un objeto respecto a otro. Se puede resolver con diferentes tareas,
siendo una de ellas el método de ajuste, según el cual, a medida que se resuelve
un ángulo, el siguiente es menor. Este tipo de tarea para evaluar la agudeza
visual es del grupo de las llamadas hiperagudeza, debido a los mínimos ángulos
que son capaces de resolverse.
Para la evaluación de este tipo de tarea en nuestro estudio empleamos el
Freiburg Visual Acuity Test. En esta opción, la pantalla muestra dos líneas
verticales desalineadas, y el sujeto debe indicar si la línea superior está a la
derecha o la izquierda de la inferior. Con cada acierto, la separación de las líneas
en la siguiente imagen se va haciendo cada vez menor. La elección de la
desalineación es realizada de forma aleatoria.
Los resultados se expresan en segundos de arco.
Instrucciones a los sujetos:
Las instrucciones transmitidas a los sujetos a la hora de realizar el test
eran las siguientes:
1.- Observa la pantalla. En ella va a aparecer dos líneas verticales, una encima
de la otra. Debes indicar la posición de aquella raya que quede por encima de la
otra, si está a la derecha o a la izquierda. La posición es aleatoria.
2.- Aunque no seas capaz de distinguir cual es la que está por encima de la otra,
debes decir una opción. No importa que te equivoques. Siempre hay que dar una
respuesta.
Test de Sensibilidad al Contraste Estática.
Características y desarrollo del test.
Otra de las habilidades visuales relacionadas con la sensibilidad visual es
la Sensibilidad al Contraste estática. Esta habilidad mide la capacidad de
diferencias una figura del fondo que la rodea.
En la evaluación visual, suelen predominar las tareas en las que le
contraste es máximo, como las empleadas para mediar la Agudeza Visual
estática (negro sobre fondo blanco). Sin embargo, esas condiciones tienen poca
transferencia a la situación de las actividades cotidianas, en la cuales la
graduación de contrastes en constante.
En
nuestro trabajo, el objetivo era determinar el umbral de contraste
mediante el método de ajuste. Para ello, la sensibilidad al contraste estática se
midió empleando el Freiburg Visual Acuity Test, en la opción de contraste. La
tarea consiste en la proyección de un optotipo (anillo de Landolt) de tamaño fijo. A
medida que se suceden los aciertos en localizar la abertura del anillo (8
posiciones diferentes), el contraste figura-fondo disminuye. Para expresar los
resultados se eligió la fórmula de Michelson, por ser la más ajustada a nuestra
tarea (luminancia máxima-luminancia mínima/luminancia máxima+luminancia
mínima), expresada en %.
Instrucciones a los sujetos:
Las instrucciones transmitidas a los sujetos a la hora de realizar el test
eran las siguientes:
1.- Observa la pantalla. En ella va a aparecer una letra “C”. Debes indicar la
posición de la abertura: arriba, abajo, derecha o izquierda. La posición es
aleatoria.
2.- Aunque no seas capaz de ver la abertura, aun así debes decir una posición.
No importa que te equivoques. Siempre hay que dar una respuesta.
Figura 5. Estímulo del test de Sensibilidad al contraste estática
Test de Agudeza Visual Dinámica.
Características y desarrollo del test.
Para evaluar el contraste visual dinámico se empleó el software Dynacuity
(Life Science Associates). En este test, se proyecta en la pantalla un círculo
blanco en movimiento horizontal. En un momento dado, en el centro de dicho
círculo se proyecta como optotipo el anillo de landolt en color negro, con 8
opciones de abertura. El sujeto debía indicar la localización de la abertura. El
contraste optotipo/fondo era del 100% (negro sobre blanco). Si el sujeto acierta,
la velocidad del círculo aumenta en la siguiente repetición, y si se produce un
fallo, la velocidad disminuye. Cuando se producen tres errores en la misma
velocidad, el test finaliza. Los resultados se expresan en º/seg. La imagen se
proyectaba a 3 mt de la cabeza del sujeto, con un ángulo visual de 5º.
Figura 6.- Pantalla y estímulos del test de AVD
Test de Sensibilidad al Contraste Dinámica
Características y desarrollo del test.
Es un test que emplea medidas psicofisiológicas para determinar la función
visual por contraste de movimiento.
En un área circular en el centro de la pantalla, se encuentra camuflado el
optotipo que en este caso se trata del anillo o “C” de Landolt. Dicho anillo está
formado por multitud de pequeños puntos, al igual que el área circular.
El anillo de Landolt sólo es visible cuando se genera el movimiento, por lo
que su localización y determinación de la posición de la abertura del anillo se
basa en el contraste de movimiento (Motion Contrast): la forma surge desde el
movimiento (formfrom-motion). En este caso, los puntos que conforman el anillo
se mueven mientras los que forman el fondo permanecen estáticos y viceversa.
Se puede observar pues un contorno cinético. Existe un 50% de Píxels blancos y
un 50 % de Píxels negros, con un contraste de luminancia del 90%.
El optotipo “C” solo es visible cuando un determinado porcentaje de los
píxeles blancos o negros se mueven, hacia la derecha o hacia la izquierda.
En el test, el sujeto debe mantener la vista fija en un punto marcado en el
centro del área circular, alrededor del cual se formará el optotipo.
En este caso, el optotipo se conforma a partir de un cinematograma de
puntos aleatorios. Según Fez y Capilla (2004), los cinematogramas consisten en
una serie de puntos aleatorios que se presentan secuencialmente, como si
fuesen fotogramas sucesivos. En ninguno de estos fotogramas puede verse
contorno alguno, pero cuando el sistema visual compara imágenes consecutivas
detecta un movimiento aparente. De éste modo, la percepción del movimiento
precede a la percepción de la forma.
Figura 7.- Área Circular de puntos aleatorios donde se forma el Optotipo en el test.
Tomado de Wist et al. (1998).
Los estímulos que genera el software como optotipos son los siguientes:
El área circular de puntos aleatorios que conforma el fondo mide 400 x 640
píxels (7.6 x 12.1º) y el tamaño de anillo de Landolt es constante: 1.8º de arco a
100 cm. de distancia.
El contraste del movimiento se define como el porcentaje de Píxels del
anillo que se mueven respecto a los del fondo que permanecen estáticos.
100/100 = 1.0 contraste de movimiento máximo. En la versión del test, se
modifica el porcentaje de píxels en movimiento de 100%, 50%, 30% y 20%. La
densidad (50% de pixels negros y 50% de pixels blancos) es igual en el fondo y
en el anillo. Este control que se tiene con los píxels en movimiento y estáticos
permite que todos los estímulos estén por encima del umbral de estimulación en
la sensibilidad al movimiento.
La duración del estímulo es de 280 ms, que se corresponde a 20 imágenes
de 14 ms. encadenadas, en las cuales se genera un movimiento de una a otra de
0,02º o 1,14 minutos de arco a una distancia de 100 cm, que es a la que se sitúa
el sujeto. En total, el optotipo se mueve a una velocidad de 1.3º/seg con una
amplitud de 0.36º.
La iluminancia en la aplicación del test fue la standard, 60-70 cd/m2,
aunque al basarse la apreciación del movimiento en contrastes, incluso una
pequeña variación no altera los resultados (Wist, Ehrensteis & Schrauf (1998).
Para cada condición de contraste, el sujeto debía observar 20 repeticiones,
lo que hace un total de 80. Para calcular el rendimiento (Pw) del test, se empleó
la siguiente fórmula (Schrauf, Wist, & Ehrenstein (1999) para ponderar el
rendimiento en cada nivel de contraste: donde P1, P2, P3 y P4 corresponden al
porcentaje de acierto para cada uno de los contrastes posibles (100%, 50%, 30%
y 20%):
=
−
−
+
−
+
−
+
−
Instrucciones a los sujetos
1.- Sentado como estás a 3 mts de la pantalla. Debes fijar tu mirada en el
pequeño cuadrado situado en el centro del círculo de puntos.
2.- Tras presionar la barra espaciadora, aparecerá una letra “C” en el
centro, que se moverá hacia la derecha o la izquierda de manera aleatoria. Sólo
debes indicar la posición de la abertura de la letra “C”. Las posiciones son cuatro:
arriba, abajo, izquierda y derecha.
3.- En cada serie, el contraste disminuye, por lo que te costará más ver el
estímulo. Es normal.
Test de Resolución de Situaciones de Fuera de Juego Reales.
Características y desarrollo del test.
Para evaluar la precisión y la velocidad en la toma de decisiones por parte
de los asistentes se empleó el software E-prime 2.0 (www.pstnet.com). Esta
aplicación esta diseñada específicamente para la medida de tiempos de
respuesta ante diferentes tipos de estímulos y de respuestas. Admite el uso del
vídeo como estímulo. La precisión de la respuesta alcanza milisegundos.
Se seleccionaron diferentes escenas (tomadas de partidos de la liga
española de fútbol de 1ª división y liga de campeones de la UEFA) en las cuales
se producía una situación de fuera de juego simple, en la cual un solo atacante
corría hacia la portería contraria y un compañero le pasaba la pelota. La toma de
la imagen era lateral. No se seleccionaron imágenes en las cuales pudiese haber
más de un receptor para evitar la tendencia del asistente de esperar a ver quien
continúa la acción para indicar el fuera de juego.
Los asistentes eran entrenados previamente en la realización del test, para
familiarizarlos con la tarea, realizando diez secuencias los cuales son
desechados para el análisis estadístico (Chocholle, 1972). Este número de
ensayos de familiarización con la tarea ya ha sido empleado anteriormente y se
considera suficiente (Hunter, Thomson y Adams, 2001). La duración total del test
no sobrepasaba los 10 minutos, por lo que se evita el cansancio acumulado
(Chocholle, 1972).Una vez comprendida y estabilizados los tiempos de sus
respuestas, se procedía a la realización del test, con secuencias diferentes. En
estas diez secuencias, en cinco la respuesta correcta era que se producía fuera
de juego, mientras que en las otras cinco no. La presentación del tipo de
secuencia era aleatoria. Se proyectaban diez secuencias, en las cuales el tamaño
de las figuras se correspondía con el mismo ángulo visual a tamaño real.
Tomando como referencia una talla de los atacantes de 1,75 m y una distancia de
35 mt (una jugada en el centro del campo), el ángulo visual que corresponde es
2,29º. Para una distancia de la cabeza del sujeto de 1 mt a la pantalla, los
jugadores proyectados tenían un tamaño de 5 cm para respetar la
proporcionalidad del ángulo visual.
Cada secuencia de video comenzaba 2000 ms antes del momento del
golpeo, de forma que el asistente podía ver el desarrollo de la acción antes del
golpeo. Para expresar los valores, se restó al valor obtenido los 2000 ms previos
al golpeo.
También se registraron el número de aciertos y de errores cometidos,
expresados en forma de porcentaje.
Instrucciones a los sujetos:
Las instrucciones transmitidas a los sujetos a la hora de realizar el test
eran las siguientes:
1.- Observa la pantalla. En ella va a aparecer unas jugadas de posibles
situaciones de fueras de juego. Debes indicar la posición del delantero si está en
posición o no.
2.- No debes esperar a que reciba la pelota el delantero, tienes que indicar la
posición, lo antes posible, cuando salga el balón del pie del compañero y analizas
únicamente la posición, no la influencia. Siempre hay que dar una respuesta.
Análisis Estadístico y Variables
Las variables analizadas se corresponden con los test descritos
anteriormente:
•
Agudeza Visual Estática, medida en notación decimal.
•
Agudeza de Vernier, medida en Segundos de Arco.
•
Sensibilidad al Contraste Estática, medida en % de Michelson.
•
Sensibilidad al Contraste Dinámica, medida en porcentaje de
rendimiento.
•
Agudeza Visual Dinámica, medida en º/Seg
•
Tiempo de Respuesta, medido en milisegundos.
•
Tasa de acierto en tiemnpo de respuesta, medido en porcentaje.
Los datos recogidos en la hoja de registro y en los documentos digitales
generados por los diferentes test se trasladaron al programa Excel 2003 para ser
ordenados, y posteriormente exportados al programa SPSS 15.0
Para establecer el perfil visual de los A. Asistentes se calcularon los
estadísticos descriptivos de las diferentes variables.
Para realizar las comparaciones entre las diferentes propuestas de
agrupación (nivel, edad y experiencia) se realizó la prueba t o t de student para
muestras independientes. Para el análisis del tiempo de respuesta, y con la
intención de evitar el sesgo muestral que se produce en el análisis estadístico en
este tipo de tareas, siguiendo a (Perea, 1999) se estableció un método de
recorte, por el cual se procedió a establecer una media restringida, para la que
se eliminaron los valores que excedían la suma de la media + el doble de la
desviación típica. De esta forma se eliminan los valores exagerados debidos a
déficits atencionales o relacionados con el instrumental de medida.
RESULTADOS
Los resultados obtenidos en cada variable analizada están reflejados en la
Tabla 1. La media de la AVE fue de 1,41±0,35. La Agudeza de Vernier muestra
una resolución normal en este tipo de tareas (13,52±11,53 segundos de arco),
aunque la variabilidad de los resultados fue elevada.
Respecto a la Sensibilidad al contraste estática, expresada según la
fórmula de Michelson, arroja un valor de 0,55 %, aunque también se encuentra
una alta variabilidad (DS = 0,38). En cuanto a la Agudeza Visual Dinámica, el
valor de 6,31± 1,05 º/seg, nos muestra una velocidad angular baja, pero para el
ángulo visual establecido es correcta.
La Sensibilidad al Contraste Dinámica fue obtenida mediante el
rendimiento en una tarea de contraste decreciente, encontrando un valor de
73,67%. El tiempo de respuesta ante la presentación de secuencias de video fue
de 660±221 ms, con un porcentaje de acierto del 71,79%.
Tabla 1. Estadísticos Descriptivos del los A.
Asistentes. (n=39)
M
DS
Edad
26,33
6,16
Años arbitrando
9,33
5,59
AVE dec
1,41
,35
AVV SegArc
13,52
11,53
SCE % Michelson
,55
,38
AVD º/seg
6,31
1,05
SCD Rendimiento
73,67
17,68
660
221
71,79
13,15
TRV (ms)
PTRV (% acierto)
Con la intención de profundizar sobre las Habilidades Visuales y su
relación con la eficacia en la aplicación del fuera de juego, procedimos a
comparar resultados en función de diferentes criterios de clasificación: por grupos
de nivel, por edad, o por años de experiencia en el arbitraje.
La tabla 2 muestra los resultados obtenidos usando como primer criterio de
agrupación la categoría de árbitro asistente. Los asistentes fueron divididos en
dos categorías: nacional y regional. En este caso, se encuentran diferencias
significativas en el Tiempo de Respuesta en la tarea de video a la hora de juzgar
las diferentes situaciones de fuera de juego planteadas. Los árbitros de categoría
regional son más rápidos a la hora de tomar la decisión (558 ms. frente a los 718
de los A.A. de categoría nacional, siendo p< ,05). Se podría pensar que esta
mayor velocidad a la hora de responder fuese debido a una decisión de adquirir
más riesgos a la hora de decidir correctamente, pero la ausencia de diferencias
en el porcentaje de acierto a la hora de juzgar el fuera de juego niega tal
posibilidad, pues no se asocia una mayor velocidad con un menor porcentaje de
acierto (71,42% de acierto frente a 72,00%). No se encuentran diferencias para el
resto de variables analizadas.
Tabla 2 Media y Desviación estándar por grupos de nivel
Categoría Nacional
Categoría Regional
(n=25)
(n=14)
M
DS
M
DS
Edad
29,32
5,08
21
3,94
Años arbitrando
12,72
3,78
3,28
1,93
AVE dec
1,46
,36
1,34
,33
AVV SegArc
11,91
6,64
16,39
17,14
SCE % Michelson
,60
,46
,45
,15
AVD º/seg
6,14
1,24
6,61
,47
SCD Rendimiento
71,66
17,88
77,26
17,40
718
228
558*
173
TRV (ms)
p= ,030
PTRV (% acierto)
72,00
12,58
71,42
14,60
Significación de las diferencias
* p< ,05
El tercer criterio de agrupación a la hora de analizar los datos fue la edad de
los A.A (ver tabla 3). Tomando como referencia la mediana (edad 25 años), se
establecieron dos grupos: menor o igual a 25 años y mayores de 25. Con este
criterio de agrupación, no se encuentran diferencias entre las diferentes variables
analizadas.
Tabla 3 Media y Desviación estándar por grupos de edad
Menores de 25
Mayores de 25
(n= 19)
(n= 20)
M
DS
M
DS
Edad
20,89
2,35
31,50
3,62
Años arbitrando
5,21
3,72
13,25
4,05
AVE dec
1,41
,34
1,42
,37
AVV SegArc
15,25
15,05
11,87
6,75
SCE % Michelson
,44
,14
,65
,50
AVD º/seg
7,72
,57
6,07
1,33
SCD Rendimiento
78,81
17,02
68,79
17,31
609
182
709
248
68,94
14,33
74,50
11,90
TRV (ms)
PTRV (% acierto)
Significación de las diferencias
* p< ,05
El tercer criterio de clasificación y análisis fueron los años que llevaban en el
arbitraje los A.A (ver tabla 4). Tomando como referencia la mediana, se
estableció el punto de corte en 11 años. Con este criterio, encontramos que el
grupo de asistentes que llevan menos años en activo muestran una sensibilidad
al contraste dinámica mejor que los más veteranos (79,67 de rendimiento frente a
un 67,97, con una p< ,05). Asimismo, muestran mejores tiempos de respuesta en
la tarea de video (570 ms de media frente a 746, con una p < ,05).
Tabla 4 Media y Desviación estándar por nº de años arbitrando
Menos de 11
Mas de 11
(n=19)
(n=20)
M
DS
M
DS
Edad
21,52
3,67
30,90
4,26
Años arbitrando
4,21
2,46
14,20
2,39
AVE dec
1,35
,33
1,48
,36
AVV SegArc
14,72
14,94
12,37
7,20
SCE % Michelson
,45
,14
,64
,50
AVD º/seg
6,61
,53
6,02
1,03
79,67
16,80
67,97*
16,97
SCD Rendimiento
P= ,037
TRV (ms)
570*
P= ,011
PTRV (% acierto)
Significación de las diferencias
* p< ,05
71,57
168
746
235
13,84
72,00
12,81
DISCUSIÓN.
Con el objetivo de analizar la influencia de las habilidades visuales a la
hora de juzgar el fuera de juego por parte de Árbitros asistentes, se procedió a
realizar un estudio en el cual se compararon los resultados obtenidos en
diferentes habilidades visuales, tanto estáticas como dinámicas, con la velocidad
y la eficacia a la hora de juzgar situaciones de fuera de juego en fútbol.
Siendo el criterio de admisión para los sujetos tener una AVE igual o
superior a uno, es lógico que la media de esta habilidad (1,41±0,35) sea superior
a esta cifra, que es la tomada como valor medio poblacional, lo cual es normal en
estas edades (Bach, 1996). Sin embargo, hemos de destacar el hecho de haber
tenido que descartar algunos sujetos con AVE realmente bajas, los cuales una
vez informados de los bajos resultados, y preguntados sobre si habían olvidado
las correcciones oculares en caso de tenerlas prescritas, estos informaban de
que no las tenían y que nunca habían visitado a un especialista. La mayoría de
estos sujetos descartados era de categoría regional. En el análisis por grupos, la
prueba t no revela diferencias en ninguno de los casos.
Al analizar los resultados en la Agudeza de Vernier, vemos que son
congruentes con los mostrados en otros estudios para el mismo rango de edad
(Abbud & Cruz, 2002), siendo normal valores por debajo de 15 segundos de arco.
Al no tener sujetos suficientes fuera de ese rango de edad, no podemos comparar
si los valores decrecen como en estudios precedentes. En el análisis por grupos,
la prueba t no revela diferencias en ninguno de los casos.
Respecto a la Sensibilidad al Contraste Estática, la prueba t no revela
diferencias en ninguno de los casos. Los valores para el grupo en su conjunto
(0,55%) indican una alta capacidad de diferenciar el estímulo del entorno que lo
rodea. La ausencia de diferencias en el análisis por grupos de nivel podría indicar
y por grupo de experiencia indicaría que esta habilidad no depende del la práctica
o entrenamiento. Otros trabajos muestran un descenso de esta capacidad con el
aumento de la edad (Sekuler, Hutman y Owsley, 1980; Wood, 2002), pero la poca
diferencia de edad en nuestros grupos (0,44 para los más jóvenes y 0,65 para los
mayores de 25) hace que dicha diferencia no sea significativa.
La ausencia de diferencias en estos test remarca la idea de que los test
estáticos no tienen transferencia a situaciones que las que el dinamismo relativo
entre estímulos y observador está presente. Wist, et al. (1998) ya nos indican la
falta de correlación entre los resultados de habilidades visuales estáticas y
dinámicas, planteando la necesidad de evaluar las funciones dinámicas más que
las estáticas en tareas abiertas. Debemos aceptar que las habilidades visuales
estáticas son más una capacidad que una habilidad y que dependen de factores
ópticos y fisiológicos.
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En el caso de las comparaciones por años de experiencia, podemos
observar que se corresponden con similares grupos de edad, con lo que nos
encontraríamos en el mismo caso de la variable anterior. La ausencia de
diferencias nos indicaría que la AVD no ha sufrido una mejora por la práctica
sistemática del arbitraje.
Analizando los resultados de la Sensibilidad al Contraste Dinámica, vemos
que los resultados en conjunto de los Asistentes (73,67±17,68) están por debajo
de los valores obtenidos por los creadores del Test, Wist, Schrauf y Ehrenstein
(2000). Para este tramo de edad, los autores estiman que el porcentaje de
rendimiento en esta tarea debe ser del 83%. Con la edad, establecen una media
de disminución en esta capacidad del 0,6 % anual. Esta disminución es la que
puede explicar las diferencias encontradas (79,67% frente a 67,97%, siendo p<
,05). a favor del grupo que lleva menos años arbitrando, que se corresponde
asimismo con una menor edad (21,52 años frente 30,90). En principio, la edad
debe ser el justificante de las diferencias, que sin embargo no se encuentran en
las comparaciones por grupos de edad. Esta posible incongruencia podría ser
entendida debido a tamaño muestral, pues la mayoría de los sujetos integran los
diferentes grupos (de edad y de experiencia), y una pequeña variación de dos
sujetos diferentes puede condicionar la estadística.
Al analizar los resultados de la tarea de video, vemos que la media de
tiempo de respuesta es de 660±221 ms. Aunque se trate de una tarea de tiempo
de respuesta de elección (dos estímulos, dos respuestas), no se debe considerar
como una repuesta excesivamente lenta, debido a las características intrínsecas
de esta: realizada en video, con la existencia de varios jugadores sobre el campo
y un pasador en un ángulo de escena diferente.
En esta habilidad es donde encontramos mayor número de diferencias. Al
analizar los grupos de nivel, los de categoría regional han obtenido mejores
tiempos (558 frente a 778 ms; p< ,03). Lo importante de este resultado es que
una mayor velocidad en tomar la decisión a la hora de juzgar el fuera de juego no
se corresponde con una mayor probabilidad de cometer un error (71,4% frente a
72%). Aunque la edad es un factor que condiciona los resultados en tiempos de
respuesta, las diferencias de edad en estos grupos no justifica los resultados,
cuando además, a la hora de hacer el análisis por grupos de edad, no hay
diferencias en los tiempos de respuesta ni en los porcentajes de acierto.
Nuevamente encontramos diferencias al analizar los datos en función de la
experiencia. Los menos expertos (TR = 570 ms) son más rápidos que los más
expertos (TR= 746 ms). De nuevo la diferencia de edad debe justificar los
resultados de por si.
Tal vez las diferencias que encontramos sean debidas a que los Asistentes
con más experiencia hayan tendido a esperar a ver más tiempo de la secuencia
de video antes de responder, obviando las instrucciones impartidas por los
investigadores, basándose entonces en los criterios de la dirección arbitral, la
cual les indica que deben esperar a que se desarrolle más la acción antes de
tomar una decisión.
El porcentaje de acierto en la tarea, tomando como referencia todo el
grupo está en consonancia con los encontrados en estudios anteriores (Helsen,
Gilis & Weston, 2006), los cuales detectan
tasas de error del 26,2% en los
partidos de la copa del mundo de Japón y Corea de 2002.
CONCLUSIONES
La tasa de acierto de los A. Asistentes en la resolución de las situaciones
de fuera de juego planteadas es considerada normal, de acuerdo con los estudios
anteriores. Sin embargo, las diferencias en el tiempo para tomar la decisión a
favor de los árbitros menos expertos y de menor nivel, sin incrementarse por ello
la tasa de error, parece indicar que los criterios de promoción en el arbitraje en
estas categorías no tiene en cuenta la velocidad de decisión. Aunque oficialmente
la velocidad a la hora de arbitrar no es exigida, a nivel práctico implica restar
tiempo de tensión al árbitro en el campo. Los criterios de promoción se realizan
por exámenes teóricos y por informes de evaluaciones de campo, en los cuales el
evaluador no dispone de información del error o acierto en el juicio deportivo más
que el propio y subjetivo.
Respecto a la H.V. y su implicación en el arbitraje, no existen resultados
definitivos. Podemos observar que aquellas H.V. consideradas estáticas no tienen
ninguna implicación en el arbitraje (si tenemos en cuenta que se descartaron
aquellos sujetos que no tenían una AVE mínima). En cuanto a la H.V.
consideradas dinámicas, la AVD y la Sensibilidad al Contraste Dinámica, sólo
esta última parece poder justificar que los mejores tiempo de respuesta.
La falta de diferencias entre las diferentes categorías tal vez sea debido a
que no existen verdaderas diferencias entre estas, consideradas casi amateur.
Sería interesante poder acceder a árbitros de categoría superior ya profesionales,
y que por tanto son conscientes de la necesidad de mejorar en todos los aspectos
relacionados con la eficacia en su trabajo deportivo, y que son sometidos a
evaluaciones donde se les informa del acierto o error con tareas de video.
Aunque se aprecian indicios de diferencias en otras comparaciones, el
tamaño de la muestra ha podido condicionar los resultados obtenidos.
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Anexo 1
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