INTRODUCCIÓN Las transformaciones que han sufrido las relaciones laborales, en los últimos veinticinco años, ya no podemos situarlas dentro de escenarios pasajeros propios de ajustes coyunturales a los constantes cambios del teatro mundial. Las transformaciones, que hoy podemos presenciar en el escenario laboral mundial, nos señalan y dejan ver los cambios estructurales que lo afectan en sus bases y que necesariamente, por la exigencia de la materia social que tratan, nos exigen hoy repensar el marco regulatorio del Trabajo a fin que del fruto del análisis y discusión en estadios académicos y organizaciones laborales clásicas y modernas se pueda escribir un nuevo Derecho de los Trabajadores, que recoja los cambios en las actuales relaciones laborales, sin olvidar las bases sobre cual se construyó esta rama del derecho. Actualmente, producto de la globalización, se hace necesario que se produzcan grandes cambios en el aspecto económico y social. La globalización y los constantes cambios, afectan en forma significativa el aspecto legal. Dentro de estos, cobra especial relevancia el Derecho del Trabajo. El cambio o evolución más importante o que más nos llama la atención, dice relación con la bien nombrada flexibilidad laboral en la gestión de la mano de obra y la adecuación de la normativa laboral a ésta. La flexibilidad se contrapone a la antigua rigidez de la normativa laboral. Esta exige de las empresas una capacidad de adaptación continua e 1 inmediata, por lo que se hace necesaria una readecuación de la normativa laboral a esta nueva realidad jurídica, alterando el marco normativo por el cual se rigen las empresas, de modo que le permita a estas tal adaptación, y se le deje en libertad de acción para poder decidir su modo de actuar, todo estos guardando estricta relación con el principio fundamental del Derecho del Trabajo, como es la protección de los derechos de los trabajadores, situación que la normativa laboral se encargará de regular. Producto de esta tan llamada flexibilidad laboral, es que surgen las Empresas de Trabajo Temporal (ETT). El problema que se presenta ante este nuevo tipo de empresas y contratación, es que no existe un concepto uniforme y claro de lo que se entiende por empresas de trabajo temporal, como tampoco que es una empresa usuaria, quien es el real empleador del trabajador, el trabajador, y el vinculo o relación contractual o extracontractual que existe entre cada uno de ellos. Es por esta razón que se hace necesario explicar por que se crearon este tipo de empresas, donde y como nacieron, y cuales son sus objetivos. Los primeros indicios de las Empresas de Trabajo Temporal se sitúan en Europa, ya antes de la Segunda Guerra Mundial, trasladándose posteriormente a Estados Unidos, para finalmente llegar a Latino América. Estas surgen como una consecuencia del rápido cambio en el modelo económico mundial, lo que originó, inevitablemente un cambio social, lo que hizo necesario que el legislador tomara una postura frente a este cambio, sobretodo el legislador laboral, quien tuvo que adoptar estos cambios, pero teniendo siempre presente la protección de los derechos del trabajador. 2 En un primer comienzo, la legislación laboral se encontraba reticente al surgimiento de las Empresas de Trabajo temporal, procediendo a su prohibición, pero teniendo total noción de que en la práctica se aceptaban como una situación de facto. Este hecho producía una clara desprotección para el trabajador temporal. El primer país que se dio cuenta de este hecho, reconociendo y regulando este nuevo tipo de empresas y de trabajo es Holanda en el año 1965, para luego, más tarde, hacer lo mismo el resto de los países europeos. Como era de esperarse, hubo muchas oposiciones, especialmente en los sectores de izquierda, donde se negaron rotundamente a tratar al trabajador como un elemento comerciable o de mercado. Este trabajo se basará, principalmente en el estudio de este tipo de empresas y de trabajador en la legislación extranjera, comenzando por sus orígenes, conceptos requisitos, diferencias, ventajas y desventajas, para luego trasladarnos a los países europeos, posteriormente a los latinoamericanos, para finalmente analizar nuestra nueva legislación. Desde nuestro punto de vista, se hace importante tener conocimiento sobre las legislaciones extranjeras en esta materia, sobretodo si tomamos en cuenta que la experiencia internacional ha mostrado que es posible una regulación de las Empresas de Trabajo Temporal y del suministro de trabajadores que, atendido a las necesidades de las empresas, proteja de una forma cabal y eficiente los derechos de los trabajadores, preparados para la puesta en marcha y como una forma de estar aplicación de nuestra nueva legislación laboral que regula esta tipo de contratación. 3 Abordaremos nuestro análisis, con especial mención a su regulación en el Derecho comparado tomando como marcos de análisis su evolución y conceptualización, para finalmente centrarnos en nuestra legislación vigente y proyectos legislativos en la materia, finalizando con una conclusión abierta al debate que se provoque en la perspectiva de la búsqueda de una regulación correcta de ésta nueva figura laboral que, por cierto, conmueve la dogmática clásica del contrato de trabajo. 4 CAPÍTULO PRIMERO ORIGEN Y CONCEPTO DE LAS EMPRESAS DE TRABAJO TEMPORAL 1.1 Origen 1.1.1. ¿Qué es una ETT? Se denomina Empresa de Trabajo Temporal1, de ahora en adelante denominadas con la sigla ETT, a aquella cuya actividad consiste en poner a disposición de otra empresa (Empresa Usuaria), con carácter temporal, trabajadores por ella contratados. En el trabajo temporal se produce siempre una relación triangular que consiste en lo siguiente: aquella que se produce entre la ETT y el trabajador (relación laboral); la que se establece entre la ETT y la empresa usuaria (relación mercantil) y la existencia entre la empresa usuaria y el propio trabajador, que es una relación funcional o de funcionamiento. Esta relación triangular, se da cuando una empresa necesita cubrir temporalmente un puesto de trabajo y recurre a una ETT, donde mediante un contrato, se establece una relación mercantil. Luego, la ETT, realiza un proceso de búsqueda y selección para encontrar al trabajador adecuado a las necesidades de la empresa usuaria, procediendo a su contratación y 1 Definición dada por la Asociación Gremial de las Empresas de Trabajo Temporal (AGETT) 5 estableciendo con el mismo una relación laboral. Por último, el trabajador que ha sido contratado por la ETT prestará sus servicios en la empresa usuaria, que es la que genera el trabajo temporal, bajo cuya dirección y autoridad, el trabajador desempeñará sus funciones. Es necesario destacar, que esta relación triangular opera realmente, en tanto el trabajador se encuentre efectivamente colocado y prestando sus servicios a la empresa usuaria. Si cesa y deja de ser empleado de la empresa usuaria, el triángulo se rompe, aun mas, deja de existir. Lo que sostiene al trabajador en tal triángulo, es justamente, prestando su servicio a la empresa usuaria. Si permanece sólo como empleado de o en calidad de disponible para la ETT, no existe la relación triangular, ni tampoco existirá una relación efectiva entre la ETT y la empresa usuaria. Cabe señalar, que la ETT, es la figura que se encuentra más fuertemente amarrada en términos contractuales. De hecho, es en la única parte que se establecen dos contratos, con cada una de las otras entidades. En tanto estas otras dos partes, la empresa usuaria y el trabajador, se relacionan contractualmente, en términos formales, sólo una vez, en ambos casos con el suministrador y no entre sí. En esta relación triangular de relaciones, los contratos establecidos son de naturaleza distinta. El contrato entre la ETT y la empresa usuaria, es de prestación de un servicio "de puesta a disposición"2, denominado así por la legislación española, en tanto el contrato entre la ETT y el trabajador temporal, es de carácter laboral. En el primer caso se trata de un contrato comercial o civil y en el segundo, de un contrato de trabajo. 2 Sala Franco, 1994; Rodriguez-Piñero 1994 6 El amplio conocimiento que una ETT tiene del mercado, le permite encontrar fácilmente un trabajo adecuado a cada candidato, poniendo a disposición de la empresa usuaria al trabajador cuyo perfil más se acomode a las necesidades de la empresa. La ETT, a diferencia de otras modalidades de empresas o contrataciones, contrata directamente a los trabajadores y posteriormente los ceden a la empresa usuaria, delegando en ellas la dirección y control del trabajo a desarrollar. El Derecho del Trabajo (OIT año 1998) y las ciencias sociales del trabajo en general, parten del supuesto de que en una relación de trabajo hay un solo empleador capaz y responsable de asumir las funciones y las obligaciones que emanan de la relación y de ser partícipe del juego de acciones y reacciones que en ella se generan. De hecho, el concepto de empleador nace ligado indisolublemente con su contraparte, el trabajador asalariado. Es esta indisolubilidad del vínculo, la que en la práctica, se rompe en esta acción particular de provisión de trabajadores, cuando se dividen tanto las funciones y obligaciones, como las facultades del empleador y que son ejercidas por dos figuras empleadoras distintas, o en principio, por un doble empleador. Con la interposición de un tercero entre el que presta el servicio y el que lo recibe, se produce una "escisión en la posición del empleador" 3. Por una parte, desde el punto de vista de las funciones y obligaciones del empleador, se establece una separación en entes distintos entre quien utiliza 3 Rodríguez-Piñero, 1992 7 los servicios concretos, materiales y/o intelectuales de una persona, y quien administra la relación que se genera producto de ese trabajo. Esto se podría interpretar como una división entre las relaciones jurídicas y las relaciones materiales de trabajo. Así las cosas, existe un empleador formal que externamente aparece como tal en el contrato y un empleador "real o material, que recibe las prestaciones de trabajo en su propia empresa y que dirige y controla la actividad del empleado"4 Ahora bien, desde un punto de vista de las facultades, lo que ocurre en el trabajo temporal, puede analizarse como una separación entre "el poder de dirección" y "el poder disciplinario"5. El trabajo temporal, transfiere a la empresa usuaria el poder de dirección del trabajo y se reserva para él el poder disciplinario. Esta primera facultad o poder, consiste en el ordenamiento de las prestaciones laborales, específicamente en "dar órdenes sobre el modo, tiempo y lugar" como se ejecutará el trabajo. La segunda, la disciplinaria, se traduce en la facultad de sancionar "los incumplimientos a las órdenes generales o especiales" y su expresión máxima es el poder de despedir o de poner término a la relación laboral. Esta distinción, como muchas de las que se hacen frente a las relaciones triangulares, no es tan nítida en la realidad. Por ejemplo, la empresa usuaria es la que decide poner término a la prestación laboral, pero es la ETT, la que ejecuta dicha orden, o sea, las órdenes del usuario no son transmitidas directamente al trabajador, sino que pasan a través de las ETT. 4 5 Rodríguez-Piñero, 1992 Alonso, Casas 1995 8 1.1.2. Funcionamiento de las ETT Las ETT., al conocer las necesidades que tiene una empresa usuaria de cubrir temporalmente un puesto de trabajo, inicia un proceso selectivo y especializado hasta conseguir el indicado para ocupar ese puesto, al trabajador más idóneo para cubrir esa necesidad, atendiendo a las especificaciones demandadas por la empresa usuaria. Seleccionado el candidato, el trabajador pasará a desempeñar sus funciones dentro de la empresa usuaria, quien a su vez se responsabiliza de la integración del trabajador en su organización y de evaluar su desempeño y funciones dentro de la misma. Así, propiamente tal, se inicia la relación laboral, la actividad concreta, material de trabajo, entre el trabajador temporal y la empresa usuaria. Se asignan las tareas, los tiempos en que deben ejecutarse, se imparten las instrucciones y se vela por su cumplimiento. De este modo, el trabajador adquiere la experiencia laboral que necesita en el proceso de integración en el mercado, a la vez que tiene la posibilidad de conocer a empresas de distintos ámbitos. 1.1.3. Causas del surgimiento de las ETT Frente al modelo típico de relación laboral, donde sólo existen dos partes, se fue desarrollando una modalidad distinta que se alejaba del modelo en cuanto a la propia estructura bilateral de la relación laboral. La idea principal de esta modalidad de trabajo era la separación entre la relación jurídica derivada del contrato de trabajo, y la relación económico- 9 material que supone la prestación de servicios profesionales por parte de un trabajador. Esta separación era posible a través de la estipulación del contrato de trabajo con una persona, a cuya dependencia quedaría el trabajador, distinta de aquella que después utilizaría los servicios de éste. Es decir, a través de la interposición de un tercero entre quien presta el servicio y quien lo recibe, entre las partes que se intercambian las distintas prestaciones inherentes a la relación de trabajo. Existía así, un empleador formal, la persona que aparecía al exterior como parte del contrato, y un empleador real o material, que recibía las prestaciones de trabajo en su propia empresa, y que controlaba y dirigía la actividad del empleado. Para todos los efectos jurídicos, empleador era quien aparecía como tal, según el contrato estipulado con el trabajador; a éste corresponderían todos los derechos y obligaciones derivados de tal condición, incluyendo las facultades de control y dirección del trabajo, y la adquisición de los frutos de este. En la práctica, sin embargo, estas últimas facultades eran atribuidas de facto a otra persona, al empresario real, en el seno de cuya organización productiva se prestaba el trabajo; las responsabilidades y obligaciones frente al trabajador y el Estado seguían tomando como referente, al empleador formal. La utilización de este tipo de operaciones tenía en estos primeros momentos una finalidad y carácter marcadamente fraudulentos. Se trataba de mecanismos que permitían al empresario disponer de servicios profesionales de trabajadores sin tener que vincularse jurídicamente con ellos, disfrutando así de lo que se conoce como "la comodidad de emplear sin ser empleador". Las ventajas que de esto se podían derivar son 10 múltiples: en primer lugar, eludir la normativa sobre colocación y acceso al empleo, más o menos rígida en la mayor parte de los sistemas europeos, ya que formalmente no llevaba a cabo contratación alguna. También se puede mencionar, la evasión a las limitaciones y costos que la normativa laboral establece a la libertad del empresario de contratar y despedir discrecionalmente a trabajadores. En este tipo de operaciones se consiguen prestaciones laborales no estipulando contratos de trabajo, sino de servicios con las empresas que contratan a estos trabajadores. Estos contratos, sometidos al derecho civil o mercantil, se mueven en un marco mucho más flexible en cuanto a su iniciación y terminación, permitiendo a las empresas variar el número e identidad de los trabajadores utilizados sin tener que hacer frente a los costos del despido.Otro medio fraudulento era para eludir la aplicación de normativas sectoriales, sobre todo de origen convencional. Esto se dio principalmente porque la normativa aplicable a la relación de trabajo se hacía en función de la empresa a la que el trabajador estuviera formalmente adscrito, y no en la que realmente trabajaba, por lo tanto le era posible a un empresario de otro sector obtener sus servicios sin tener que someterse a la normativa sectorial propia correspondiente a su actividad. Por último, la finalidad más importante y por ende la más común, era la elusión de las cargas y responsabilidades que el ordenamiento laboral impone al empleador. Se trataba de obtener, los beneficios económicos y las facultades que supone ser empleador en una relación laboral, sin hacerse cargo de las obligaciones y responsabilidades que ello trae consigo. Estas responsabilidades serían atribuidas a la persona interpuesta, al empleador 11 formal, las facultades del empleador serían ejercitadas, en cambio, por el empleador que se hace cargo de estas prestaciones de trabajo, sin llegar a ocupar en ningún momento una posición obligatoria. Las ventajas de ocultar la condición de empleador son evidentes, como también lo son los efectos negativos para los trabajadores que se encuentran bajo la dependencia de un empresario distinto del que recibe efectivamente órdenes. En la mayor parte de los casos, se trata de empresarios ficticios, faltos de un patrimonio real, e incapaces por ello de hacer frente a las responsabilidades que su condición formal de empleador supone. La finalidad de este empresario ficticio, era netamente lucrativa, es decir, al obtener un beneficio económico de este suministro de trabajadores que formalmente contrataba, reservándose la diferencia entre lo que el empleador formal pagaba por estos servicios profesionales y lo que el mismo pagaba a sus trabajadores como remuneración, lo que se traducía en la mayor parte de los casos en una reducción de las remuneraciones. Se convertía entonces, en un medio accesible de aumentar sus beneficios, dada la posición contractual de cada una de las partes en esta operación. Esta práctica ilegal, se le podría catalogar, no solo como una lesión a los derechos económicos de los trabajadores, sino que como un lucro sobre el trabajo ajeno.6 Desde otro ángulo, debemos analizar no solamente las causas negativas que le dieron origen, ya que también existen otros motivos, que pueden 6 Este sería el carácter "moralizador del mercado de trabajo" que se ha atribuido a las legislaciones que prohiben la interposición en el contrato de trabajo, según RODRIGUEZ-PIÑERO BRAVO-FERRER, "Cesión de trabajadores y contrata de mano de obre", Relaciones Laborales, nº 5, 1986. Según AVILES CABALLERO, el ordenamiento "tiene como meta la de sustituir la consideración del trabajo humano 12 inducir a utilizarlas, por lo tanto su calificación como uso lícito o ilícito en la interposición del contrato de trabajo, resulta bastante relativa. No se trata de una cuestión de adaptación al marco normativo de cada sistema, en cada momento, como de los fines que las partes hayan querido obtener a través del esquema intepositorio. Aquí no estamos frente a una voluntad de especular con la mano de obra, ni de eludir responsabilidades legales, ni de fragmentar artificiosamente las dimensiones de la plantilla de una empresa. Se trata de un caso, que más que aprovecharse de las ventajas que esta articulación triangular supone para la empresa, no se traduzca necesariamente en un perjuicio para los trabajadores afectados. Así es, como estos nuevos usos del trabajo, a través de una persona interpuesta, generalmente relacionados con demandas de mano de obra urgentes o de poca duración, carecerían del carácter fraudulento y especulativo de lo anteriormente señalado, y que se degenerarán en formas lícitas de organizar la prestación del trabajo en las economías contemporáneas. Podemos tener así, por medio de la obtención de los servicios de trabajadores contratados por otra persona, que las empresas puedan disponer de forma más rápida, la fuerza de trabajo que necesitan, adaptándose de esta forma, con mayor rapidez, a los cambios en la producción, que el escenario de la nueva situación económica imponga. Sin perjuicio, que además la interposición de un tercero va a permitir amortizar los costos de selección, formación y administración de trabajadores, para prestaciones de trabajo ocasionales y de corta duración. como mercancía, y evitar que exista una actividad empresarial que entrañe precisamente la formación y el ofrecimiento de los servicios de otras personas" 13 Frente a este nuevo escenario planteado, de la interposición en el contrato de trabajo, han reaccionado tanto los legisladores laborales, cuya postura en relación con estas prácticas ha cambiado sustancialmente, como la propia sociedad, que ha pasado a admitir sin problemas la existencia de formas útiles y lícitas de interposición en el contrato de trabajo. Cabe en este punto, hacer presente la postura del profesor Tomás Sala Franco 7, donde destaca que el tráfico de mano de obra, conocido con el nombre de prestamismo laboral, es tan antiguo como el trabajador dependiente o por cuenta ajena. Lo que acompañaba tradicionalmente al prestamismo y que lo hacía indeseable, era que con el se incumplía la legislación laboral, en el sentido de que los salarios y las condiciones laborales eran considerablemente inferiores a las que presentaban los trabajadores contratados directamente por las empresas usuarias. Es por ello, que la legislación Europea, desde un comienzo, reaccionó prohibiéndolo en cualquiera de sus modalidades. El profesor Tomas Sala Franco, señala que la diferencia entre las ETT, con el préstamo tradicional, es que en las primeras se trata de empresas que suministran trabajadores a múltiples clientes en un régimen de mercado libre y abierto, que deben cumplir con una legislación que las regula en todos los países de la Unión Europea. 7 Sala Franco, Tomás, Doctor en Derecho, dictó la Conferencia "El suministro de Empleo y el Derecho del Trabajo", el 16 de Abril de 1998, organizada por la Dirección del Trabajo. 14 1.2. Concepto 1.2.1. Nociones Generales. En una primera definición, de las E.T.Ts., podemos caracterizarlas como aquellas empresas donde se presentan relaciones laborales de efectos triangulares, en las cuales una empresa recibe fuerza de trabajo en forma transitoria o temporal, siendo suministrada dicha fuerza laboral por otra empresa que tiene por giro la puesta a disposición de los trabajadores, la cual para todos los efectos conserva la calidad de empleador respecto de las personas que suministran, pero la primera ejerce la potestad de mando y recibe directamente los beneficios del trabajo suministrado. La legislación española, procedió a definirla en la ley 14/1994 que vino a legalizar esta figura de relación laboral como “aquella actividad por medio de la cual una E.T.T. pone a disposición de otra empresa usuaria, con carácter temporal, trabajadores por ella contratados”. La normativa Argentina las ha señalado como “la entidad que, constituida como persona jurídica, tenga por objeto exclusivo poner a disposición de terceras personas a personal industrial, administrativo, técnico o profesional para cumplir, en forma temporaria, servicios extraordinarios determinados de antemano o exigencias extraordinarias y transitorias de la empresa, explotación o establecimiento, toda vez que no pueda preverse un plazo cierto para la finalización del contrato” y finalmente, en este desarrollo de conceptos, la definición legislativa Colombiana las ha referido como “aquella que contrata la prestación de servicios de terceros beneficiarios para colaborar temporalmente en el desarrollo de sus actividades mediante la labor desarrollada por personas naturales, contratadas directamente por la 15 empresa de servicios temporales, la cual tiene con respecto a éstas el carácter de empleador”. 1.2.2. Diferencia con otros conceptos: Se presenta un fenómeno muy particular en el derecho laboral, porque las ETT se encuentran en el medio de una línea común, entre la colocación de personal, y los subcontratos, ya que todos nacen de una misma línea que es, la prestación de servicios a terceros. Los conceptos existentes en el derecho laboral, se pueden clasificar en los que siguen: a) Colocación de Personal: Tiene como objetivo prestar servicios destinados a vincular ofertas y demandas de empleo, sin que la agencia de empleo privada pase a formar parte en las relaciones laborales que pudieren derivarse. Por medio de ella, se ponen en relación trabajadores demandantes de empleo, con empresas necesitadas de mano de obra, tratando de satisfacer de esta forma, las exigencias y expectativas de ambas partes. Pero su actuación, se reduce solamente a este suministro, sin desempeñar ningún papel en el contrato de trabajo que eventualmente llegue a constituirse entre las partes puestas en contacto. Este contrato podrá celebrarse en cualquiera de las modalidades permitidas por el ordenamiento jurídico, pero será siempre un contrato bilateral, sin que la intervención de la agencia de colocación suponga especialidad alguna desde el punto de vista de la estructura interna de la relación laboral. La diferencia fundamental, radica en que las ETT son las empleadoras de los trabajadores, y los proporcionan temporalmente a sus clientes, 16 conservando esta condición. Las agencias de colocación, por su parte, permanecen ajenas a la relación laboral, debidamente bilateral, que se establece. Desde un punto de vista jurídico-formal, las agencias de colocación favorecen la celebración de un contrato de trabajo al que permanecen ajenos, a diferencia de las ETT que son parte de un contrato en cuya ejecución se van a prestar servicios a un tercero, cliente de ésta. Desde un punto de vista material, las agencias de colocación suministran trabajadores a sus clientes para que los contraten, mientras que, por su parte las ETT, suministran los servicios de trabajadores ya contratados a sus clientes, para que éstos no tengan que contratarlos. Existen sin lugar a dudas, otros elementos diferenciadores de indudable importancia a la hora de estudiar ambas figuras. En primer lugar, la colocación afecta al conjunto del mercado de trabajo, ya que la totalidad de los trabajadores, y de las empresas que empleen mano de obra, tendrán que acudir en algún momento a las entidades gestoras de estos servicios, mientras que las ETT, responden a necesidades muy específicas de las empresas, por lo que los niveles de actividad que presentan son bastante limitados, en relación con el conjunto del mercado de trabajo. Además, siempre se podrá acudir a medios alternativos para hacer frente de forma más o menos eficaz a estas situaciones, lo que explica que el trabajo temporal, a diferencia de las actividades de colocación, no exista en todos los países. En segundo lugar, el papel de la iniciativa pública en ambas actividades es radicalmente distinto. En la colocación, es universal la atribución de un 17 papel prioritario a servicios públicos no lucrativos, cuya existencia llega a ser obligatoria, en base a la normativa internacional en esta materia, en cambio, el papel de la iniciativa privada es discutida, negándose o reduciéndose a una posición subsidiara. El trabajo temporal, por el contrario, ha sido siempre una actividad desarrollada por sujetos privados, con una finalidad netamente lucrativa, y no ha sido hasta momentos recientes, que se ha planteado la existencia de empresas públicas de trabajo temporal. Por último, podemos señalar como la principal diferencia entre ambas figuras, en lo que respecta a si se caracteriza o no como actividad económica. El trabajo temporal surgió para hacer frente a determinadas situaciones de necesidad de las empresas, y desde un primer momento se caracterizó como una actividad económica, como un servicio desarrollado por sujetos económicos especializados con vistas a la obtención de un beneficio empresarial. Tal carácter no ha sido jamás puesto en duda y ha estado presente. b) La Subcontratación: Tiene dos sentidos: Un sentido restrictivo: Se entiende lo que señala el artículo 64 de nuestro Código del Trabajo, "El dueño de la obra, empresa o faena será subsidiariamente responsable de las obligaciones laborales y previsionales que afecten a los contratistas a favor de los trabajadores de éstos. También responderá de iguales obligaciones que afecten a los subcontratistas, cuando no pudiere hacerse efectiva la responsabilidad a que se refiere el inciso siguiente..." 18 Un sentido extensivo: Se encuentra la subcontratación de bienes y servicios y la subcontratación de trabajo o mano de obra. Aquí se encuentran las ETT, por tanto, debemos establecer las diferencias específicas: En la subcontratación, la potestad de mando es ejercida por la empresa o subcontratista; en el trabajo temporal es ejercida por la Empresa Usuaria del suministro. En la subcontratación la prestación de servicios del trabajador se comprende dentro de la ejecución de una obra del subcontratista para la empresa receptora o principal; en el trabajo temporal, la prestación de servicios del trabajador suministrado corresponde a la obra o faena de la Empresa Usuaria. En la subcontratación los materiales y las herramientas de trabajo que utiliza el trabajador son de propiedad de la empresa contratista o subcontratista; en el trabajo temporal, la propiedad de estos corresponde a la Empresa Usuaria. La subcontratación puede imponer una relación de trabajo triangular (empresa principal- empresa contratista- trabajadores), como también una figura cuadricular de trabajo (empresa subcontratista); en el trabajo temporal la relación sólo puede dar lugar a una forma de triangular de relación laboral (empresa suministradora - empresa usuaria – trabajadores). c) Outsourcing: Tiene su origen en los Estados Unidos, y se destaca como el proceso de transferencia total de una actividad que tradicionalmente se ha realizado dentro de la empresa. "Out" quiere decir fuera, "Source", 19 quiere decir fuente u origen. Abastecer desde afuera, usar servicios integrales que tienen su origen o fuente fuera de la empresa y que suponen una responsabilidad tanto técnica como administrativa del proveedor. Desde la teoría de la gestión empresarial, el proceso se define como una reacción frente a la necesidad de las empresas de alivianar la estructura de la organización para permitir respuestas oportunas y eficientes, al poder dedicarse a su objetivo nuclear. Al mismo tiempo, esta transferencia les permitirá obtener costos adecuados y actualización tecnológica, cuando las tareas o actividades se delegan en otras empresas especializadas. Hasta aquí, no existen grandes diferencias entre el outsourcing con la subcontratación de la producción o servicios. El punto de distinción fundamental, es que la incorporación del outsourcing, supone la introducción de una nueva función, que es la coordinación de los servicios, lo cual requiere de una cantidad importante de "gestores de proyecto", que hacen el enlace con estos proveedores externos. Supone una relación entre empresas y proveedores que busca el máximo de cohesión y confianza de manera de poder genera juntos un valor agregado, el que se podrá lograr a través de una planificación del trabajo en conjunto y una comunicación oportuna. 1.3. Ventajas y Desventajas del Trabajo Temporal 1.3.1. Ventajas del trabajo temporal: Permite a la Empresa Usuaria cubrir una necesidad transitoria como suplencias o necesidades de "crestas" de actividad, sin tener que contratar 20 nuevos trabajadores y sin asumir el costo propio de una relación laboral como gastos de administración, etc. La capacitación de los trabajadores por las ETT, tiene un doble beneficio: para la Empresa Usuaria que recibe un trabajador ya capacitado sin inversión de su parte, y para el propio trabajador, que se capacita en áreas con demanda laboral. El efecto permanencia, ya que los trabajadores luego de prestar los servicios a las Empresas Usuarias, ven aumentadas sus posibilidades de permanecer en forma definitiva en ella. 1.3.2. Desventajas del trabajo temporal: Se produce una restricción de los derechos laborales para los trabajadores temporales, frente a la Empresa Usuaria, especialmente en la posibilidad de negar a dichos trabajadores que formen parte de sindicatos y de negociaciones colectivas dentro de la empresa. La Empresa Usuaria no tiene ninguna responsabilidad legal frente al trabajador. La precarización del empleo, que se traduce en la estabilidad laboral que existe entre el trabajador permanente y el temporal. 21 CAPÍTULO SEGUNDO BREVE RESEÑA DEL TRABAJO TEMPORAL EN EUROPA 2.1. Introducción. Antes de comenzar, convendría definir lo que se entiende por Empresas de Trabajo Temporal en Europa Occidental: “Son empresas de trabajo temporal aquella dedicadas a concertar contratos de trabajo con personas en busca de un empleo temporal, a fin de ponerlas a disposición de terceros que necesitan los servicios de esa categoría de trabajadores”. En la actualidad, debido a la diversidad del trabajo y la gran oferta de éste en el mercado, ha ido creciendo, cada vez con más fuerza una nueva categoría de trabajadores, aquellos que están disponibles temporalmente, para ejecutar trabajos también de carácter temporal. Por diversas razones, en el mercado, actualmente, se hace imprescindible la existencia de este tipo de trabajadores, ya sea por enfermedad, vacaciones o periodos de alta productividad como en festividades, etc., que se traduce en una escasez de trabajadores para una empresa, por lo que parece necesario para ellas recurrir a estos. Los problemas surgen toda vez que existen diversos regímenes legales, frente al trabajo temporal, y dado el alto nivel de integración en materia económica que existe en la comunidad Europea, se hace necesaria una regulación de esta materia a nivel de Comunidad. 22 Se pueden distinguir dos grupos de países, dentro de los Estados miembros de la Comunidad Europea. El primero lo constituyen, aquellos miembros que admiten el trabajo temporal dentro de sus regimenes laborales, estableciendo una regulación legal que permite la coexistencia de este, con las demás formas de relación laboral. Es importante destacar que a este grupo pertenecen el mayor número de estados miembros. El segundo grupo, el cual se encuentra conformado por Grecia, Italia y España, es aquel que prohíbe toda forma de trabajo temporal y su interposición en el contrato de trabajo. La disparidad existente entre estos dos grupos, presenta una gravedad e importancia significativa, no solo por el hecho de que nos encontramos ante un choque entre uno y otro, si no que porque además, en la economía actual, esta nueva forma de trabajo parece ser un elemento de suma importancia, dado que otorga a las empresas niveles de flexibilidad necesarios para una gestión optima de sus recursos productivos. 2.2. El régimen legal del trabajo temporal en los Estado Europeos. Hacía ya varios años que las empresas de trabajo temporal, se encontraban operando en los distintos estados contratantes, sin que existiera una regulación legal que protegiera tanto a esta práctica como a los trabajadores. Fue precisamente esta práctica la que llevó al legislador a intervenir, adoptando una posición que se sentía necesaria. Esta legalización no tomó como base las practicas que se venían desarrollando, sino que a partir de estas, desarrolla un sistema que garantizará cierto nivel de de organización y publicidad, dando una sola 23 dirección al tema, elaborando mecanismos de control y limitaciones necesarias, evitando efectos negativos tanto en el mercado laboral y económico, como a su vez posibles abusos de los empresarios con los trabajadores temporales, los cuales ya se habían manifestado anteriormente, producto de la falta de regulación de esta practica. Como era de esperar, cada legislación tomó como base lo que se estaba desarrollando en sus propias economías, lo que trajo consigo que cada ordenamiento tomara diversas formas y modalidades, lo que se ve reflejado, por ejemplo, en que el ordenamiento de Inglaterra e Irlanda difieran sustancialmente, con los que se encuentran en Europa Occidental. Sin embargo, todas estas legislaciones tiene un punto en común, el carácter experimental, ya que una vez promulgadas existía un grado de incertidumbre sobre su eficacia, poniendo a prueba diversas soluciones a los conflictos que se estaban generando con anterioridad a su puesta en marcha. Como consecuencia de lo anterior, muchas leyes tenían vigencia predeterminada, es decir, se promulgaban por un periodo de prueba. Otra formas de temporalidad, no se dio necesariamente por su carácter temporal, si no que por sus continuos cambios y reformas a que fueron sujetas, lo que se explica por su necesidad de adaptarse a los continuos cambios de las economías existentes como también en los cambios de políticas gubernamentales, en los distintos países. Este carácter experimental, señalado anteriormente, trajo como consecuencia la similitud de las diferentes legislaciones de Europa Occidental. De este modo, la primeras leyes sobre el trabajo temporal, hablaban de la necesidad de compatibilizar, por una parte, la demanda de 24 flexibilidad en la utilización de la mano de obra que justificaba el recurso a esta forma de trabajo, y, por la otra, la adecuada garantía de los derechos de los trabajadores llamados a prestar servicios en este sector. El hecho de encontrar el punto de equilibrio en estos dos aspectos es el objetivo primordial de estas legislaciones. Para lograr dicho objetivo, se estructuran tres mecanismos que se establecen para lograrlo: La regulación del mercado de trabajo temporal, a través de distintas formas de intervención y control estatal. La protección de los derechos de los trabajadores temporales, especialmente en lo relativo a la estabilidad de su empleo y demás condiciones de trabajo. El control de la utilización del trabajo temporal, limitado a aquellos casos en los que el legislador entiende que existe una justificación suficiente para ello. 2.2.1. El control del trabajo temporal. Dado que existe un gran número de empresas que demandan la utilización de la mano de obra, se configura un “mercado del trabajo temporal”, donde las empresas que deciden dedicarse al suministro temporal de trabajadores deben ofrecer sus servicios compitiendo con otras del mismo rubro para obtener el encargo del mayor número de misiones. Es por esto que se pueden detectar diversos mecanismos destinados a intervenir en este mercado, imponiendo cierta medida de control con el objeto de proteger a los trabajadores que operan en estas. 25 El mecanismo de control más utilizado es aquel en que, las empresas de trabajo temporal, previo a iniciar sus operaciones, deben obtener un permiso a autorización para operar legalmente en el mercado, sin la cual se considerará una actividad ilícita, sometida a distintas sanciones penales y civiles. Para la concesión de este permiso o licencia se debe acreditar por parte de la empresa el cumplimiento de ciertos requisitos o exigencias mínimas establecidas en la ley, sin los cuales, como ya dijimos, no podrá operar legalmente. De esta forma, la autoridad posee una mecanismo de control de los nuevos sujetos que operen en el mercado, admitiendo solo a los que ofrezcan garantías suficientes de buen funcionamiento y protección al trabajador. La eficacia de este sistema radica en un segundo mecanismo de control que opera luego de aplicado el anteriormente expuesto. El mecanismo de control no se limita solamente a limitar el acceso de las empresas a este sino que después opera, como ya dijimos, la segunda parte que consiste en un seguimiento constante y continuado del desarrollo de estas empresas en el mercado, Este objetivo se cumple dando a este permiso o licencia una duración limitada, que en el general de los casos es de 1 año, de modo que las ETT deberán solicitar una renovación de esta licencia, dando a la administración la oportunidad de nuevos controles periódicos y sucesivos, a medida que va expirando la validez de estas. La renovación de estos permisos, como es de esperar, va condicionada al cumplimiento de los requisitos y condiciones establecidos en cada legislación, y de la prueba de que sus operaciones han sido conformes con los mandatos legales. Estas autorizaciones podrán trasformarse en 26 permanentes tras algunos años de actividad, pero, como contrapartida, podrá también ser revocada o suspendida por el incumplimiento de diversas obligaciones legales a cargo de la empresa. Los requisitos generalmente exigidos para la obtención de estos permisos dicen relación con la forma jurídica, capital y organización. Más aun, en algunos casos se exige una cuota monetaria de contribución destinada a un fondo especial de garantías de los derechos de los trabajadores, para cubrir, por ejemplo, insolvencia o quiebra de los empleadores de este tipo de trabajadores. El objeto de estas regulaciones es que sólo las empresas de reconocida solvencia y seriedad puedan operar en forma legal en el mercado, exigiendo, muchas veces, una demostración, por parte de estas, un comportamiento anterior impecable, como el pago regular de sus obligaciones salariales y de seguridad social, inexistencia de sanciones penales, administrativas y laborales, etc., limitando en gran medida el acceso de las empresas a este tipo de mercado. Especial interés revisten ciertas legislaciones que entre sus requisitos exigen que el suministro de mano de obra deba ser la actividad exclusiva de la empresa que la solicita. Con esto se quiere asegurar la profesionalidad de las agencias, excluyendo prestaciones esporádicas de trabajo temporal. Este requisito es impuesto por el legislador con el objeto de asegurar que la empresa dedicada exclusivamente a este rubro será más fiable, por tener mayor dedicación y atención al cumplimiento de sus deberes legales, como también con el objeto de facilitar el control de la actividad de la ETT, ya 27 que no existe alternativa de confusión con otras actividades de la misma empresa. Otro instrumento de control es aquel en que se prevén completos sistemas de información, en el cual se le impone a las ETT mantener un registro completo y actualizado de sus actividades, y la obligación de permitir su control periódico por parte de las autoridades, como también el suministrarle por parte de la empresa a las autoridades competentes informaciones determinadas, fijadas por ley, con periodicidad o a solicitud de esta. De esta forma las autoridades nacionales en la materia pueden obtener en cada momento una imagen o reflejo de la situación del sector. En algunos países la intervención y control del Estado es más exhaustiva aun, así como por ejemplo en la Republica Federal Alemana, a partir de 1985, esta actividad le fue prohibida al sector de la construcción; una situación similar existe en los países bajos donde se prohíbe en algunos puertos. En otros ocurre exactamente lo contrario, es decir la legislación solo permite empresas de trabajo temporal en determinados sectores de la economía. Como ultima medida de control de las empresas de trabajo temporal, se establece por parte de las legislaciones un sistema de sanciones penales y administrativas, ya sea mediante condena y sanción general de toda conducta contraria a la ley, sea mediante el elenco de los posibles incumplimientos, y de sus respectivas sanciones. Si bien no es un mecanismo meramente de control por parte de la legislación, pero con la misma finalidad, se establece en algunos países organismos paritarios, interlocutores sociales en el control del mercado 28 temporal, cuya función es seleccionar a los sujetos que van a operar en el, controlando condiciones de competencia. 2.3. La Garantía de las condiciones de trabajo de los trabajadores temporales. Desde comienzos, la mayor preocupación de las legislaciones era generar una normativa garantista y protectora de los derechos de los trabajadores temporales. De esta forma el problema surgía tratando de evitar dos eventuales riesgos. Por una lado reducir la utilización fraudulenta por parte de las empresas de los derechos reconocidos a los trabajadores, desviando responsabilidades y ofreciendo menores condiciones salariales y de trabajo y en el segundo caso, los perjuicios para los trabajadores que supone la precariedad de trabajar para una ETT, dado la preferencia general de lo trabajadores por la seguridad y la estabilidad en el empleo. En este orden de cosas, los métodos más difundidos y utilizados para evitar la utilización con fines fraudulentos del trabajo temporal, es la imposición por parte de la legislación de un alto nivel de publicidad en sus operaciones. Esta publicidad puede conseguirse de diversas maneras, así encontramos la inscripción en registros especiales, o la ya mencionada licencia o autorización. La forma más utilizada para garantizar esta publicidad es mediante la imposición a las empresas de que el contrato de trabajo entre las agencias y sus empleados sea de forma escrita, el cual debe contener condiciones mínimas que la propia ley se encargue de señalar, a fin de evitar posteriores conflictos a dudas al respecto. En algunos casos de 29 añade la exigencia que no solo este debe ser por escrito, si no que también el contrato de trabajo que celebren las ETT con sus usuarios. Otra exigencia se traduce en el hecho que los trabajadores reciban por escrito de parte de las ETT las instrucciones y condiciones sobre el trabajo a realizar. De esta forma la legislación se asegura que los trabajadores desempeñen sus labores de la manera más informada posible. Otra forma de garantizar los derechos de los trabajadores temporales es conseguir una igualdad de trato entre estos y los demás trabajadores, lo que se reflejaría en el hecho que pertenecer a este tipo de empresa ya no se consideraría una disminución de sus derechos en relación con la otra. A través de esta igualdad, por sobretodo económica, se puede evitar una de los mayores peligros denunciados, esto es, la reducción de sus salarios por la interposición de las ETT, la cual, para obtener mayores ganancias económicas, reduciría y retendría parte de estos. De esta forma, de garantizar igualdad entre los trabajadores, no sería lícito para la empresa seguir adelante con estas retenciones, las que pasarían íntegramente a los trabajadores, y por el contrario, sus costos serían iguales a los de las demás empresas que utilizan similar mano de obra. Por otra parte, mirado desde el punto de vista de las empresas usuarias, los servicios de las ETT se hacen más costosos para ellos que los servicios de sus propios trabajadores, ya que, a la igualdad de salarios hay que sumar además los gastos que implican la operación de la ETT, y su margen de beneficio. Por lo tanto, el hecho de asegurar y exigir por parte de la legislación igualdad en las condiciones salariales resulta un método eficaz 30 para ellos de lograr sus fines propuestos, estos es resguardar los derechos de los trabajadores temporales. Con la misma finalidad anteriormente señalada, es que algunas legislaciones han impuesto un régimen de responsabilidad solidaria entre las ETT y las Empresas Usuarias, en lo que dice relación con el cumplimiento de las leyes laborales y de seguridad social, lo que trae consigo un mayor ámbito patrimonial donde hacer efectiva eventuales indemnizaciones impuestas por la legislación por su infracción, como también sería un importante instrumento para evitar la utilización fraudulenta del trabajo temporal en la medida que no sería posible la utilización de este tipo de trabajadores como forma de evadir responsabilidades de carácter laboral y previsional. En lo que se refiere al segundo de los eventuales riesgos, este sería, la estabilidad en el empleo de los trabajadores temporales, ocurre una situación muy particular. El trabajo prestado para una ETT, es esencialmente temporal, dado que sus servicios son requeridos para determinadas obras de carácter temporal. Lo que el legislador, entonces, trata de intentar es obtener la continuidad laboral, o bien disminuir los efectos económicos negativos que esto implica. En este orden de cosas es que en 1972, Alemania, impone la obligación a las ETT de contratar a sus trabajadores de manera indefinida, de modo de obligarlas a pagar salarios a sus trabajadores independientemente de si estos se encuentran desempeñando labores en alguna empresa o no, corriendo por su cuenta la labor de redistribuirlos de misión en misión. 31 En Francia, la medida es radicalmente diferente, ya que si bien permiten contratar al trabajador por un tiempo determinado, impone la obligación de que estos mantengan una cierta estabilidad en lo económico obligando a las empresas a pagar a estos una indemnización una vez que estos terminen sus labores. Una ultima medida, auque no tan eficaz, es aquella adoptada por gran parte de los ordenamientos europeos, donde promocionan la contratación permanente de los trabajadores de las empresas de trabajo temporal por parte de las empresas usuarias en que prestan sus servicios. Generalmente, las ETT impiden esta practica suscribiendo con las Empresas Usuarias sendos contratos impidiendo esta practica por medio de la imposición de cláusulas penales, pues bien, la promoción consiste en que la legislación va a prohibir todo tipo de acuerdo que tenga esta finalidad o efectos, a fin que las Empresas Usuarias se sientan libres de hacerlo, en la medida que sea conveniente para ambas partes, la relación laboral con la ETT es sustituida por otra directamente con la empresa cliente. 2.4. Aspectos más relevantes de las Empresas de Trabajo Temporal y el Trabajo Temporal en Francia. La regulación del trabajo temporal en Francia fue establecida por la Ley 90-613, de 12 de julio de 1990, relativa a los contratos de trabajo de duración determinada y al trabajo temporal. La regulación legal es complementada por algunos colectivos nacionales y sectoriales. El artículo 124.2 contiene la técnica de la lista de motivos que justificarían el recurso al trabajo temporal, los cuales serán: 32 a. La sustitución de un trabajador, que bien podrá ser uno vinculado con la empresa, y que tenga suspendido su contrato de trabajo, o bien ser este en espera de cubrir de forma permanente una vacante de la empresa. b. Un incremento temporal en la actividad de la empresa. c. La ejecución de trabajos de naturaleza temporal, lo que incluye trabajos estacionales o de temporada y tareas para las cuales no es costumbre recurrir a la contratación de duración indeterminada. 2.4.1. Creación y existencia de empresas de trabajo temporal. La ley impone dos trámites imprescindibles para operar como ETT: a. Una declaración de apertura b. La obtención de una garantía La declaración de apertura, es obligatoria, tanto como para su apertura, creación de agencia o sucursal, para su traslado a cese de actividad. Esta declaración debe materializarse en la inspección del trabajo competente del lugar de implantación de la ETT. Esta declaración debe cumplir ciertos requisitos e informaciones establecidas en la ley. La omisión de esta declaración es sancionada con multas que van desde los 25.000,50.000 francos o prisión de 6 meses según exista reincidencia o no. Otra sanción sería el prohibir el ejercicio de la actividad por tiempo indefinido. La legislación francesa exige que, además de que las empresas de trabajo temporal formen sociedad y tengan un capital mínimo, una caución o garantía financiera, la cual deberá materializarse en un banco o compañía de seguros. Esta caución debe, previamente, ser autorizada por el Ministerio de 33 Trabajo y economía, y tendrá por objeto, en caso de quiebra o insolvencia de la ETT, los salarios, indemnizaciones, y demás cargas sociales pecuniarias, Esta garantía no podrá ser inferior al 8% del volumen de de negocio en el ultimo ejercicio y en ningún caso inferior a 550.000 francos aprox. Este certificado debe ser enviado y estar siempre a disposición de la inspección del trabajo. Una vez caducada la garantía se deberá constituir una nueva so pena de no poder continuar con la actividad. Para el caso que la garantía fuese insuficiente, en caso de quiebra de la empresa por ejemplo, para cubrir los salarios, indemnizaciones y demás cargas, será la empresa usuaria la llamada a cubrir estos costos. 2.4.2. La relación laboral en el trabajo temporal. En el caso de la relación laboral en las empresas de trabajo temporal, nos encontramos con una relación triangular, dado que esta compuesta por tres elementos jurídicos o de hecho, los cuales dependen los unos de los otros. Estos elementos son: a. Contrato de puesta a disposición. Aquí estamos en presencia de un contrato meramente mercantil, que liga a las empresas de trabajo temporal con las empresas usuarias. Este contrato se perfecciona de modo escrito, y debe contener una serie de menciones o informaciones, que podemos resumir en las siguientes: Motivo: El contrato debe señalar el motivo por el cual una empresa requiere los servicios de un trabajador temporal. Para el caso que se requiera un trabajador temporal en reemplazo u 34 ausencia de un trabajador permanente, se requiere mencionar el nombre y calificación de este. Para los demás casos o supuestos es preciso señalar la naturaleza de los trabajos que justifiquen la necesidad de contratar a un trabajador temporal; Duración: dado que en muchos casos es muy difícil de precisar con exactitud la duración de un trabajo temporal, se exige la fijación de una duración mínima de entre las previstas; Cláusulas eventuales: Que pueden aumentar o disminuir la duración; Características particulares: Se debe señalar las características del puesto de trabajo, como son, el lugar, horario, condiciones de trabajos difíciles, etc.; Remuneración: Es preciso determinar tanto el salario, como sus diversos componentes, fijados habitualmente para este tipo de trabajo por la empresa usuaria; Individualización de sociedad de garantía financiera de la Empresa de trabajo temporal. La omisión de estos requisitos acarrea como sanción la nulidad del contrato celebrado. Estos contratos deben estar a disposición obligatoria de los servicios de control, especialmente de la inspección laboral. b. Contrato de misión. En este segundo elemento, nos encontramos ante un contrato específico celebrado entre la Empresa de Trabajo Temporal y el trabajador temporal. Este contrato debe contener, además de las especificaciones señaladas para el caso del contrato de puesta a disposición, los siguientes datos: 35 Elementos que componen la paga y la peridiocidad de abono de esta; Remuneración: de referencia utilizada por la empresa usuaria; Duración: Se refiere a la duración del periodo de prueba, el cual será como máximo de 5 días si la misión es de más de 2 meses y de dos días si fuese inferior a un mes; Cláusula de repatriación: Esto es para el caso que la misión se realice en el extranjero; Finalmente, se inserta una cláusula que estipula que esta contratación no impide que la empresa usuaria opte por contratar directamente al trabajador una vez concluida la misión inicial. Al igual que el contrato anterior, la omisión de estos requisitos acarrea como sanción la nulidad del contrato celebrado. Estos contratos deben estar a disposición obligatoria de los servicios de control, especialmente de la inspección laboral. c. La relación de trabajo de hecho. Este tercer elemento es el que une al trabajador temporal con la empresa usuaria. Esta relación pude ser utilizada solamente bajo ciertos supuestos o condiciones y por un plazo máximo establecido, de lo contrario se transforma en una relación laboral ordinaria o, mejor dicho, en un contrato de trabajo indefinido. Aquí no nos encontramos ante un contrato de trabajo propiamente tal, sino, más bien, en una relación que une al trabajador temporal con la empresa en la cual desarrollará determinadas labores por un plazo máximo determinado. Es por esto que nos es una relación jurídica, pero la empresa usuaria goza del derecho de dirigir y organizar el trabajo temporal, y asume 36 la responsabilidad respecto al trabajador temporal, sobretodo en lo que dice relación con las condiciones de trabajo. El trabajador temporal se encuentra subordinado a la empresa usuaria, aunque el poder disciplinario será siempre ejercido por la Empresa de Trabajo Temporal. 2.4.3. Motivos para recurrir al trabajo temporal. Hemos señalado que el trabajador temporal puede ser utilizado por la empresa usuaria solo bajo ciertos supuestos. Existen cuatro supuestos a saber: 2.4.3.1. Substitución temporal de un asalariado. Nos encontramos en los casos en que falta un trabajador permanente por enfermedad, maternidad, permisos, mutación provisional de un asalariado a otro puesto de trabajo, etc. En muchos de estos casos la duración de los contratos será previsible, por lo que el plazo de vigencia del contrato estará determinado a priori. Pero hay casos, como es el de ausencia por enfermedad, en que no se posible determinar. En estos casos, la duración de los servicios será indeterminada, por lo que el contrato debe establecerse por un periodo mínimo de tiempo y no establecerse en función de la duración máxima prevista. 2.4.3.2. Espera de una incorporación permanente. Nos encontramos en los casos de un puesto de trabajo vacante a la espera de ser ocupado con carácter permanente. Muchas veces, por problemas de carácter burocrático, el asalariado retrasa su entrada a su puesto de trabajo, 37 en este caso la empresa opta por la contratación de un trabajador temporal mientras dura este retraso. Es este caso el contrato deberá establecerse por un periodo determinado, que no podrá exceder, incluida su renovación, los 9 meses. 2.4.3.3. Aumento temporal de la actividad de la empresa. Existen ciertos periodos extraordinarios en la economía de una empresa, en que el nivel de demanda de sus servicios o productos, hacen necesaria para esta la contratación de personal de ayuda, por el tiempo que dure estas condiciones particulares. Dentro de estos casos nos encontramos con el lanzamiento de nuevas actividades, periodo excepcional de exportación, aumento temporal de la actividad por acontecimientos especiales como periodos festivos, etc. Por regla general, en estos casos, la vigencia del contrato, incluida su renovación, no puede superar los 18 meses. Existen casos excepcionales en que esta duración puede variar, como por ejemplo, en el caso de misiones en el extranjero o de exportación, la vigencia del contrato puede llegar a los 24 meses. 2.4.3.4. Trabajos de naturaleza temporal. Nos encontramos ante los trabajos estacionales de temporada. Estos pueden ser: turismo, agricultura y trabajos para los cuales no es costumbre recurrir a la contratación indefinida, pudiendo ser concretados por la negociación colectiva. 38 2.4.4. Prohibiciones de recurrir a trabajadores temporales. La ley establece una serie de prohibiciones, por lo cual no se puede recurrir al trabajo temporal. Hay prohibiciones de valor absoluto y otras de valor relativo. Dentro de las de valor absoluto encontramos aquella que impide recurrir al trabajo temporal para sustituir a trabajadores en huelga, o para realizar trabajos particularmente peligrosos. También se establece una prohibición para el caso de cubrir puestos de trabajo que hubieran sido amortizados en los 6 meses precedentes, y que consecuentemente hubieran conllevado el despido de los trabajadores que los ocupaban por razones económicas. Esta prohibición tiene dos excepciones a saber: el aumento temporal de actividad inferior a 3 meses y la producción excepcional para la exportación. 2.4.5. Derechos individuales del trabajador temporal. El primer derecho consiste en que el trabajador temporal debe obtener igual remuneración que percibía un asalariado permanente, siempre que tengan iguales cualificaciones y ocupando idéntico puesto de trabajo. Esta igualdad comprende todos los elementos del salario, es decir, ventajas en especie y primas particulares. Este salario es aquel vigente de la empresa usuaria, determinado no solo por la legislación sino producto de convenios colectivos. A ello hay que sumar una indemnización de las vacaciones pagadas, la que deberá ser a lo menos el 10% del cómputo de todos los salarios percibidos por el trabajador temporal durante el desempeño de su misión. 39 Un segundo derecho individual del trabajador temporal es aquel que dice relación con un permiso por formación profesional o individual cuando este haya acumulado 2.700 horas de trabajo en el sector de trabajo temporal o 2.100 horas de trabajo en una misma empresa usuaria. Este permiso oscila entre los 8 a 21 días y debe ser financiado en su totalidad por el empleador. Además se han establecido diversos fondos por las propias Empresas de Trabajo Temporal para el financiamiento de estos objetivos. 2.5. Conclusión La relación triangular de la interinidad, detallada y explicada anteriormente, ha inspirado medidas muy particulares y novedosas, tales como el agrupamiento de empleadores, los cuales contratan en común a trabajadores y los ponen a disposición mutua. De este modo, esta relación podría servir de base a una relación profesional de larga duración pero marcada por una sucesión de periodos y de contratos de trabajo. De esta forma, el empleador no sería una Empresa de Trabajo Temporal sino un agrupamiento colectivo que reuniría empresas, colectividades locales, organismos de formación, etc. Esta interinidad parece prometedora tanto en número como en términos financieros, si creemos las previsiones de trabajo temporal en lo que ha Francia se refiere. La incógnita está en determinar si esta mayor flexibilidad de hecho se traducirá con una mayor seguridad para los trabajadores. Francia, hasta el momento no ha encontrado un equilibrio. 40 CAPITULO TERCERO LA REGULACIÓN DE LAS EMPRESAS DE EMPLEO TEMPORAL EN ARGENTINA, COLOMBIA Y URUGUAY. 3.1. Introducción y Conceptos. En este capitulo nos propondremos realizar un estudio comparativo de la regulación jurídica del funcionamiento de las empresas de empleo temporal en tres diversos países sudamericanos: Argentina, Colombia y Uruguay. Para estos efectos daremos tres conceptos de Empresas de Trabajo Temporal (ETT), utilizado en las naciones en estudio: a. Son aquellos servicios consistentes en emplear trabajadores con el fin de ponerlos a disposición de una tercera persona, física o jurídica (en adelante empresa usuaria) que determine sus tareas y supervise su ejecución.8 b. Es el ordenamiento argentino el que contiene una definición más precisa de la ETT, considerándola “la persona jurídica que tenga por objeto exclusivo poner a disposición de usuarios personal de distinta calificación, extraordinarios para cumplir determinados en de forma temporaria antemano, o servicios exigencias 8 Art 1 lit. b del proyecto de Convenio OIT sobre Agencias de Empleo Privadas que lleva el Nº 181, Oct. 1997 41 extraordinarias y transitorias de la empresa, toda vez que no pueden preverse un plazo cierto para la finalización del contrato”. 9 Los puntos centrales de esta definición son: Carácter exclusivo que debe tener la persona jurídica que asume esta actividad; Transitoriedad del servicio; Imposibilidad de determinar de antemano con certeza el fin de la relación. Esta definición se encuentra complementada con 6 causales legales que señalan y describen las circunstancias en que un usuario puede recurrir a este tipo de trabajadores, a través de una empresa de empleo temporal, como son ausencias, licencias, suspensiones, incrementos de actividad, congresos, etc. No obstante, la técnica anterior resulta poco adecuada, ya que no hay una armónica complementación de estos artículos. Además, ambos finalizan con una previsión residual de carácter general, lo que se traduce en quitar toda relevancia a la enumeración taxativa contenida en el punto anterior, al señalar “……en general, cuando atendiendo a necesidades extraordinarias o transitorias hayan de cumplirse tareas ajenas al giro normal y habitual de la empresa usuaria.” Por lo tanto, el área de acción es muy amplia, tanto que hace innecesaria y confusa la descripción taxativa anterior. c. El ordenamiento jurídico colombiano, por su parte, otorga rango legal a la definición de empresas de servicios temporales. Es así, como el 9 Art. 2 decreto 342/92 42 articulo 71 de la ley 50 las define como “aquella que contrata la prestación de servicios con terceros beneficiarios para colaborar temporalmente en el desarrollo de sus actividades mediante la labor desarrollada por personas naturales, contratadas directamente por la empresa de servicios temporales, la cual tiene con respecto a éstas el carácter de empleador.” Nótese en esta definición, el carácter de empleador que otorga la ley a la empresa de trabajo temporal con respecto al trabajador temporal contratado. En cuanto al campo de acción, esta definición se ve complementada con otro artículo de igual ley (77) que establecen tres supuestos en que se puede recurrir por parte de una empresa a estos trabajadores, los cuales son: Trabajo ocasional, accidental o transitorio, de corta duración, no mayor de un mes, que se refiere a labores distintas de las actividades normales de la empresa usuaria; Reemplazo de trabajadores permanentes por diversos motivos, llamase enfermedad, embarazo, viaje, etc.; Por último, incrementos en la actividad de la empresa por un término de 6 meses prorrogables hasta por 6 meses más. Podemos observar, que en la legislación colombiana, se delimita con mayor precisión las situaciones contempladas por las cuales se puede recurrir al trabajador temporal, incluso estableciendo su plazo de duración. Como consecuencia de las definiciones trascritas anteriormente, quedan fuera de este estudio las típicas agencias de empleo, las cuales son aquellas 43 que están destinadas a vincular ofertas y demandas de empleo, sin que esta tenga relación laboral alguna con el trabajador. Como podemos observar, de acuerdo a lo señalado anteriormente, los ordenamientos jurídicos de las ETT en Argentina y Colombia, son bastantes similares. Ambas comienzan a partir de principios de 1990, y la regulación de estas se limita por ley, el marco normativo del funcionamiento general de las ETT, pero luego se complementa por medio de decretos reglamentarios. En el caso de Argentina encontramos la Ley Nacional de Empleo Nº 24.013, sancionada el 13/11/91, en un intento de flexibilizar las normas de entrada al mercado de trabajo, en la cual se encuentra el marco regulatorio de las ETT. Por su lado, en Colombia encontramos la Ley Nº50, del 28/12/90, introducida con el mismo objetivo, es decir, la flexibilización de las normas existentes. Por su parte, en la legislación uruguaya no existe una normativa que regule en forma específica y orgánica el funcionamiento de las ETT, salvo una norma aislada que prevé el funcionamiento del servicio de empleo temporal, contenida en una ley que nunca tuvo vigencia práctica. Es por esta razón que se carece de una definición legal, solo la doctrina ha elaborado conceptos que se alinean en los criterios normativos descritos anteriormente. Como consecuencia de lo anterior, en los hechos, las empresas de empleo temporal y las empresas usuarias, operan en todas las situaciones en que puede darse el empleo temporal sin una delimitación precisa en cuanto al tiempo de duración de cada misión. 44 No obstante, en el año 1991 se presentó un proyecto de ley donde si bien se autoriza el funcionamiento de estas organizaciones, se limita su acción a casos y situaciones específicamente determinados que justifiquen el alejamiento del principio general. Este proyecto las define como “empresas suministradora de mano de obra temporal las que desarrollen como actividad exclusiva la de poner a disposición transitoria de otra empresa a trabajadores asalariados de una cierta categoría profesional, en condiciones previamente convenidas con la clientela”. Como se puede observar, no delimita específicamente el campo de acción. Esta ley no ha sido aprobada. De lo anteriormente expuesto, queda claro que si comparamos la situación normativa de Uruguay con la de los otros dos países, podemos concluir que la primera es casi inexistente, y estas operar fundamentalmente por aplicación del principio de libertad de trabajo industrial y comercial consagrado en la Constitución de dicho país. Finalmente, es de suma importancia a saber, para mejor entendimiento de este análisis, como son denominadas en cada país estas empresas: Argentina = empresas de servicios eventuales. Colombia = empresas de servicios temporales. Uruguay = empresas suministradoras de mano de obra temporal. 3.2. Posición frente a las normas de la OIT, el Convenio número 96 y Convenios posteriores. La OIT define las Empresas de trabajo temporario (ETT) como “la persona física o moral que, conforme a la legislación nacional, está facultada para contratar a trabajadores, que jurídicamente se convierten en 45 asalariados de ésta, para ponerlos a disposición de un tercero, la empresa usuaria, que dirige el trabajo de éstos y con el cual la agencia tiene un contrato de misión”. A partir de ello se define entonces el contrato del trabajo temporal como aquel “en que un trabajador se obliga ante su empleador a prestar servicios para un tercero, por un período transitorio, en las condiciones y por el tiempo que éste le señale” En este sentido se establece una relación triangular donde se concretan dos tipos de contratos, uno entre la agencia y el trabajador y otro entre la agencia y la empresa usuaria. Desde el punto de vista jurídico la ETT es el empleador. E.T.T suministrador a Trabajador Empresa Usuaria Se plantea que las ETT permiten a las empresas administrar en forma más flexible los recursos humanos, brindan la posibilidad a muchas personas de optar por trabajos eventuales sin las exigencias que implican los trabajos estables y muchas veces resultan una forma de inserción laboral 46 de los trabajadores que buscan por primera vez un empleo, cuando es difícil conseguir la colocación definitiva. En muchas ocasiones funcionan como agencia de colocación en el sentido de que luego de un período de trabajo temporal, la empresa usuaria realice la contratación directa al trabajador desapareciendo entonces la relación con la empresa suministradora.10 Ahora bien, en el plano de la normativa internacional, solo Uruguay ha ratificado el Convenio sobre las agencias retribuidas de colocación (Nº 96) que fuera revisado en 1949 y optó por reglamentar las disposiciones de la parte III, que prevé la reglamentación de las agencias retribuidas de colocación y no su supresión. Este Convenio Internacional, no ha sido ratificado por muchos países (solo 44), de estos 44 solo 12 han aceptado las disposiciones de la parte III, que prevén la reglamentación de las agencias retribuidas de colocación, comprendidas las agencias de colocación con fines lucrativos. Lo anterior refleja la necesidad de revisar este instrumento, y así lo dispuso la OTI el año 1994, que desembocó en la aprobación del Convenio Internacional Nº 181 y la recomendación Nº188 en la Conferencia Internacional del Trabajo del año 1997. En la reunión, de junio de 1997, señalada anteriormente la Conferencia Internacional del Trabajo se adoptó un convenio (núm. 181) y una recomendación (núm. 188) sobre las agencias de empleo privadas. Mediante estas nuevas normas la OIT propone una nueva reglamentación internacional, destinada a regular la intermediación privada en el mercado de trabajo. El nuevo convenio revisa un convenio anterior, 10 Observatorio del Mercado del Trabajo – DINAE. Junio 2000, Uruguay 47 sobre agencias retribuidas de colocación, el que había sido adoptado casi 50 años atrás, en 1949. A su vez la recomendación ofrece orientaciones prácticas sobre la manera como los Estados Miembros podrían dar cumplimiento al convenio. Como se verá luego, el nuevo convenio modifica de manera drástica los criterios que se aplicaban a la intermediación privada en el mercado de trabajo, a tenor de las disposiciones del convenio núm. 96, que ha revisado. 3.2.1. Normas adoptadas con anterioridad al Convenio número 181 y la Recomendación número 188 El Convenio núm. 96, adoptado hacia finales de los años cuarenta, reflejaba una actitud muy crítica hacia la intermediación privada en el mercado de trabajo, que históricamente había sido fuente y motivo de graves abusos en perjuicio de los trabajadores. Ya en la primera reunión de la Conferencia de la OIT (Washington, 1919), se había adoptado la recomendación sobre el desempleo (núm. 1), que preconizaba que los Estados Miembros "adopten medidas para prohibir la creación de agencias retribuidas de colocación o de empresas comerciales de colocación". En cuanto a las ya existentes, se recomendaba "que su funcionamiento se subordine a la concesión de licencias expedidas por el Gobierno y que se tomen todas las medidas necesarias para suprimirlas lo antes posible". En 1933 la Conferencia adoptó un convenio (núm. 34), en virtud del cual los Estados que lo ratificasen debían suprimir las agencias retribuidas de colocación con fines lucrativos en un plazo máximo de tres años. En 1948 se adoptó un convenio (núm. 88) sobre el servicio del empleo, el que 48 obligaba a los Estados que lo ratificasen a organizar y a mantener un servicio público y gratuito del empleo. A la luz de estas normas, la intermediación en el mercado de trabajo era concebida como un servicio público, sino como un monopolio del Estado; razón por la cual las agencias privadas de colocación debían ser prohibidas o a lo sumo simplemente toleradas, y ello a condición de que estuviesen sujetas a una estrecha vigilancia del Estado. De ahí que el Convenio número 96 ofreciese dos opciones a los Estados que lo ratificaban. A tenor de una de ellas, formulada en la Parte II del convenio, los Estados debían comprometerse a prohibir las agencias privadas de colocación con fines de lucro. A tenor de la otra, formulada en su Parte III, debían comprometerse a reglamentar muy rígidamente las agencias de colocación privadas, las que debían estar en posesión de una licencia anual renovable a discreción de las autoridades competentes, que disponían también del poder de controlar o de fijar directamente las tarifas de dichas agencias. 3.2.2. ¿Por qué se consideró necesario revisar el Convenio número 96? Si se puede decir que el convenio núm. 96 reflejaba las concepciones prevalecientes en la época en que fue adoptado, también es cierto que no tuvo el éxito que esperaban sus autores. Más de cuarenta años después de su adopción, solamente había sido ratificado por 41 Miembros de la OIT. Más aún, cuatro de ellos, a saber: Alemania, Brasil, Finlandia y Suecia, lo denunciaron. En realidad, según toda evidencia, el convenio no ofrecía un marco lo suficientemente flexible como para adaptarse a un mercado de trabajo que 49 conoció grandes modificaciones desde la fecha de su adopción, y sobre todo a partir de los años setenta. Por ejemplo, contemplaba un sólo tipo de intermediación en el mercado de trabajo, a saber la colocación en el sentido estricto del término, es decir aquella actividad consistente en proporcionar un empleo a un trabajador, o más bien, un trabajador a un empleador determinado. Por el contrario, no contemplaba muchas otras formas de intermediación en el mercado de trabajo (como la selección de altos ejecutivos, el consejo en desarrollo de carreras, o el outplacement). Tampoco contemplaba taxativamente a las agencias de trabajo temporal, cuya actividad consistía en suministrar mano de obra a una empresa usuaria, sin que esta última adquiriese la calidad jurídica de empleadora del trabajador; calidad que la agencia de trabajo temporal seguía manteniendo. Esta actividad, que comenzó a ganar creciente importancia a partir de los años sesenta, había sido considerada, según una opinión no vinculante de la Oficina, como análoga a la colocación en sentido estricto del término; motivo por el cual los Estados miembros que habían ratificado el Convenio debía prohibirla, si aceptaban su parte II, o reglamentarla estrictamente, si aceptaban su parte III. Al poco tiempo, dos otros fenómenos se fueron haciendo más notables: en primer lugar, se comenzó a reconocer que el monopolio del Estado en la colocación no había dado los resultados esperados. En segundo, la intermediación privada en el mercado de trabajo adquirió creciente reconocimiento y legitimidad, en particular a partir del momento en que las propias agencias de empleo privadas comenzaron a autodisciplinarse. 50 Por ese motivo, el Consejo de Administración de la OIT decidió incluir en el orden del día de la reunión de 1994 de la Conferencia, para una discusión general, un punto sobre el papel de las agencias de empleo privadas en el funcionamiento de los mercados de trabajo. El objeto de esta discusión era evaluar la eficacia de las normas de la OIT en la materia y pronunciarse sobre la conveniencia de elaborar nuevas normas o de revisar las existentes. La discusión de la Conferencia, para la cual la OIT sometió un documentado informe11, concluyó con la recomendación unánime de que había que revisar el convenio núm. 96. A juicio de la Conferencia, la norma revisada debería perseguir diversos objetivos, con miras a crear un entorno que permita un mejor funcionamiento de todas las agencias de empleo. En particular, debía elaborar principios generales y proporcionar orientaciones para proteger: i) los mercados de trabajo contra las prácticas reprensibles o inmorales; ii) los intereses de los trabajadores, incluido el caso en que la estabilidad de los sistemas de relaciones laborales puede verse afectada por las prácticas de algunas agencias de empleo privadas, y iii) a los trabajadores contratados en un país para trabajar en otro. En seguimiento a las recomendaciones de la Conferencia, se inscribió, en la reunión de 1997, un punto sobre Agencias de Empleo Privadas, con el cometido de adoptar normas internacionales tendentes a revisar el precitado Convenio núm. 96. 11 OIT, El papel de las agencias de empleo privadas en el funcionamiento de los mercados de trabajo, Conferencia internacional del Trabajo, 81.ª reunión, 1994, Informe VI. 51 3.2.3. Rasgos esenciales del nuevo convenio En contraste con el Convenio Nº 96, el Convenio Nº 181 consagra el principio de que la intermediación privada en el mercado del trabajo es una actividad legal y legitima. No obstante, todo Estado que ratifique el nuevo convenio debe comprometerse a respetar un mínimo de obligaciones, con objeto de proteger a los trabajadores. Además, en determinadas circunstancias puede prohibir el funcionamiento de agencias de empleo privadas respecto de ciertas categorías de trabajadores, o ramas de actividad; de la misma manera puede excluir a determinadas categorías de trabajadores del ámbito de aplicación del convenio. A la luz de los debates de la Conferencia, las circunstancias determinadas en virtud de las cuales se podría prohibir el funcionamiento de una agencia de empleo privada, guardan relación con aquellos casos en que se puede temer la proliferación de fraudes o abusos. Sin embargo (a reserva de opinión diferente de los órganos de supervisión de la OIT) una prohibición general de operar una agencia de empleo privada sería incompatible con el espíritu del convenio. El Convenio define a las agencias de empleo privadas (AEP) como toda persona física o moralmente independiente de las autoridades públicas, que se ocupe de actividades de: Vinculación entre oferta y demanda de trabajo (colocación clásica); o Empleo de trabajadores con miras a su puesta a disposición de un tercero, llamado la empresa usuaria. Esta definición comprende a las llamadas relaciones triangulares, que se establecen entre las empresas de trabajo temporal, y los trabajadores que estas contratan, y las 52 empresas usuarias en donde dichos trabajadores prestan servicios, sin que por ello adquieran la calidad jurídica de empleados de ellas; Otros servicios como la información sobre la búsqueda de empleo. Sin embargo estos últimos pueden ser objeto de una exclusión general de las disposiciones del Convenio. Al tenor del nuevo convenio, el régimen jurídico al que estarán sujetas las AEP deberá ser determinado por la legislación o la práctica nacionales, previa consulta con las organizaciones de empleadores y de trabajadores más representativas. Contrariamente a lo dispuesto por el Convenio Nº 96, la licencia de funcionamiento no es obligatoria al tenor del Convenio Nº 181, pero ello siempre y cuando las condiciones por las que se rige el funcionamiento de las AEP estén determinadas de otra forma por la legislación y las prácticas nacionales. Es muy probable que en numerosos países las propias AEP demandarán la puesta en funcionamiento de un régimen de licencias, con objeto de proteger las agencias honestas contra los intermediarios inescrupulosos. 3.2.4. Obligaciones del nuevo convenio a. Gratuidad: Una de las garantías fundamentales del nuevo convenio es la gratuidad de los servicios de las AEP con respecto a los trabajadores. En tal sentido el artículo 7 dispone que las AEP no deberán cobrar a los trabajadores, ni directa ni indirectamente, ni en todo ni en parte, ningún tipo de honorario o tarifa. Excepcionalmente, y en el interés de los propios trabajadores, se podrán autorizar 53 excepciones, respecto de determinadas categorías de trabajadores, o de determinados servicios prestados por las agencias de empleo privadas. A la luz de los trabajos preparatorios, estas excepciones se darían sobre todo respecto de actividades como la colocación de altos ejecutivos, o de artistas o intérpretes, respecto de los cuales las AEP funcionarían como un empresario gestor de contratos. b. Libertad sindical: A tenor del nuevo convenio se deberán adoptar medidas para asegurar que los trabajadores contratados por las AEP no se vean privados del derecho de libertad sindical ni del derecho a la negociación colectiva. c. Discriminación: De la misma manera, todo Miembro deberá velar por que las AEP traten a los trabajadores sin discriminación alguna por razones de raza, color, sexo, religión, opinión política, ascendencia nacional, origen social o cualquier otra forma de discriminación cubierta en la legislación y la práctica nacional, tales como la edad o la discapacidad. Sin embargo, ello no deberá hacer obstáculo a que las AEP faciliten servicios especiales o apliquen programas destinados a ayudar a los trabajadores más desfavorecidos en sus actividades de búsqueda de empleo. d. Protección de los datos personales de los trabajadores: Por primera vez, un convenio de la OIT contiene disposiciones específicas acerca del tratamiento de los datos personales de los trabajadores; tema que en razón de los progresos de la informática es hoy objeto de creciente preocupación por parte de los legisladores nacionales. El nuevo convenio dispone que el tratamiento de los datos personales de los 54 trabajadores, por las AEP, deberá efectuarse en condiciones que protejan dichos datos y que respeten la vida privada de los trabajadores, y limitarse a las cuestiones relativas a las calificaciones y experiencia profesional de los trabajadores en cuestión y a cualquier otra información directamente pertinente. Acotemos que a tenor de la Recomendación se debería prohibir a las agencias de empleo privadas que consignen, en ficheros o en registros, datos personales que no sean necesarios para juzgar la aptitud de los candidatos respecto de los empleos para los que están siendo o podrían ser tomados en consideración. Además, se deberían adoptar medidas para asegurar el acceso de los trabajadores a todos sus datos personales; estas medidas deberían contemplar el derecho de los trabajadores a examinar y obtener copia de estos datos así como el de solicitar que se supriman o rectifiquen los datos inexactos o incompletos. Asimismo las AEPs no deberían pedir, conservar ni utilizar los datos sobre las condiciones de salud de un trabajador, ni tampoco utilizar esos datos para determinar la aptitud de un trabajador para el empleo, excepto cuando éstos guarden relación directa con los requisitos de una profesión determinada, y cuenten con el permiso explícito del trabajador. e. Protección de los trabajadores migrantes: Uno de los problemas más graves que se han detectado, relacionados con el funcionamiento de las AEP, concierne a las actividades que éstas cumplen en el campo de la migración laboral, terreno en donde la lectura de la prensa ofrece muy numerosas denuncias sobre trabajadores que han sido 55 objeto de manejos inescrupulosos por parte de intermediarios que explotan las necesidades de los migrantes. Por ejemplo, la colocación internacional de trabajadoras domésticas se ha mostrado como un terreno muy fértil para los abusos. Lo mismo puede decirse de todos aquéllos casos en donde los trabajadores migrantes son llevados de un país a otro bajo promesas de empleos inexistentes o cuyas condiciones son muy distintas de las prometidas. De ahí que el nuevo convenio contenga disposiciones que se refieren de una manera muy específica al control de las AEP que intervienen en el reclutamiento y colocación de trabajadores migrantes. Con ese objeto todo Miembro deberá adoptar todas las medidas necesarias y convenientes, dentro de los límites de su jurisdicción y, en su caso, en colaboración con otros Miembros, para que los trabajadores migrantes reclutados o colocados en su territorio por AEP gocen de protección adecuada, y para impedir que sean objeto de abusos. Estas medidas deberán comprender sanciones, incluyendo la prohibición de las AEP que incurran en prácticas fraudulentas o abusos. El convenio preconiza además la conclusión de acuerdos laborales bilaterales en esta materia. f. Prohibición de la utilización de mano de obra infantil: De manera específica, el convenio prescribe que todo Miembro debe tomar medidas para asegurar que las AEP no recurran al trabajo infantil ni lo ofrezcan. g. Garantías específicas en favor de los trabajadores comprendidos en una relación de empleo triangular: El convenio prescribe que los 56 miembros deben adoptar las medidas necesarias para asegurar que los trabajadores que las AEP suministran a empresas usuarias deben gozar de una protección adecuada en materia de: Libertad sindical; Negociación colectiva; Salarios mínimos; Tiempo de trabajo y demás condiciones de trabajo; Prestaciones de seguridad social obligatorias; Acceso a la formación; Seguridad y salud en el trabajo; Indemnización en caso de accidente de trabajo o enfermedad profesional; Indemnización en caso de insolvencia y protección de los créditos laborales; Protección y prestaciones de maternidad y protección y prestaciones parentales. Además, todo Miembro deberá determinar y atribuir, de conformidad con la legislación y la práctica nacionales, las responsabilidades respectivas de las AEP y de las empresas usuarias, en relación con estos derechos. h. Cooperación entre AEP y Servicio Público de Empleo: Finalmente, el convenio contiene disposiciones encaminadas a promover la cooperación entre las AEP y el servicio público de empleo. Con ese objeto dispone que todo Miembro elaborará, establecerá y revisará periódicamente las condiciones para promover la cooperación entre el servicio público del empleo y las AEP. Prescribe además la 57 obligación, para las AEP, de facilitar información relacionada con sus actividades, y con fines estadísticos. 3.3. La determinación del Empleador. Como ya hemos señalado anteriormente, la contratación de trabajadores por medio de las ETT, genera necesariamente una relación triangular que vincula a un trabajador directamente con una empresa colocadora e indirectamente con una empresa usuaria. Al mismo tiempo que esto ocurre, se genera una relación de carácter comercial entre dos empresas, independientes entre sí, que se encuentran ligadas de manera temporal a causa de un trabajador. En este sentido cobra relevancia la figura del empleador, cuando en la realidad muchos trabajadores temporarios no logran identificar con claridad cual es. En Uruguay, el Tribunal de Apelaciones del Trabajo, ha entendido que es la empresa de servicios temporarios la empleadora y esta ha sido la línea seguida por la mayoría de la doctrina.12 En tanto la posición de otros autores se orienta a considerar que existe una relación laboral real con la empresa usuaria y por tanto este seria el empleador.13 12 Pérez del Castillo, Santiago. “Las empresas de trabajo temporal” Rev. De la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales. Año XXIX – Enero-junio de 1988, Nº 1-2. Uruguay, 1988. 13 Efrén Córdova escribe “En cuanto a la posición de trabajador frente a la empresa utilizadora puede decirse que aunque no existan nexos contractuales tampoco se trata de la simple coincidencia física de una persona que realiza labores en el local de una empresa. Hay sin duda una relación fáctica que tiene implicaciones jurídicas. El trabajador se inserta en una unidad de trabajo cuyo marco estructural, formal y organizativo (reglamento interno) debe respetar. El empleador tiene la obligación de garantizar a ese trabajador las condiciones de seguridad, higiene y medicina de trabajo que la ley le impone” de Nuevas formas y aspectos de las relaciones de trabajo atípicas. Rev. Derecho Laboral, t. XXIX , Nº 142. Citado por Pérez del Castillo en Las empresas de trabajo temporal. Uruguay, 1998. 58 En un estudio realizado en nuestro país14, a partir de entrevistas a trabajadores temporarios, se concluyó que éstos tienen la incertidumbre de para quién efectivamente trabajan, a dónde pertenecen y frente a quién deben exponer los problemas y reclamos del trabajo. Esto se debe a que la relación con la suministradora es muy escasa ya que se limita al pago de salarios. En tanto la empresa usuaria es quien organiza el trabajo, donde se desarrollan las relaciones interpersonales y es donde permanecen en el horario de trabajo. Las legislaciones nacionales, como una forma de proteger al trabajador temporal, tienden a delimitar determinadamente las obligaciones asumidas por cada uno de los sujetos intervinientes en esta relación triangular. De esta forma, es importante determinar si el trabajador temporal, con ocasión al empleo temporal, tiene un empleador o por el contrario son dos los empleadores obligados frente a este trabajador. El sistema colombiano, por ejemplo, se estructura en base a imputar todas las responsabilidades casi en forma exclusiva a las ETT. De acuerdo a esta estructura las ETT son el único empleador de estas organizaciones, y tendrá siempre este carácter, con respecto al trabajador en planta como en misión. A su vez, todas las obligaciones de carácter laboral y de seguridad social son responsabilidad de la ETT. En consecuencia, todo el peso contralor administrativo cae sobre la figura del único y exclusivo empleador del temporario, la ETT. 14 Echeverría, Magdalena y otros. “El otro trabajo. El suministro de personas en las empresas”. Cuaderno Nº 7, Departamento de Estudios, Dirección del Trabajo, Santiago de Chile, 1998. 59 Por otro lado, podemos observar el modelo argentino, el cual se estructura en forma de protección, donde responsabiliza, en distinto grado, a la ETT y a la usuaria. La ley primero señala que el trabajador temporal esta en relación de dependencia, de carácter permanente, ya sea continuo o discontinuo, con la ETT. Sin embargo, a continuación dispone que la usuaria será solidariamente responsable con la ETT por todas las obligaciones de carácter laboral. Además, la legislación agrega otra obligación para la empresa usuaria, esto es de retener de los pagos que realice a la ETT, los aportes y contribuciones respectivos para los organismos de la seguridad social y depositarlos. Como se puede observar, si bien la legislación argentina reconoce como empleador a la ETT, no deja fuera de las relaciones jurídicas que crea esta figura a la empresa usuaria, la cual asume responsabilidades concretas respecto del trabajador. En lo que respecta a Uruguay, no existe una posición clara respecto de quien es el empleador. Plá Rodríguez, parece inclinarse a sostener que el verdadero empleador es la empresa usuaria, pero, al mismo tiempo agrega: “sin perjuicio de ello, parecería superponerse una relación laboral complementaria de la empresa suministradora de mano de obra con la cual conserva el trabajador una vinculación más prolongada y a la cual, en cierto modo, está subordinado. Sería una relación atípica porque no prestaría servicios en su directo beneficio, aún cuando los servicios prestados a las empresas clientes serían una forma de cumplir el compromiso del trabajador con esa empresa suministradora.”15 15 Curso de Derecho Laboral, Tomo I, Vol. I, pág.141 60 Esta cita se de suma importancia, dado que refleja los problemas de interpretación que genera este tipo de contratación en todos aquellos casos en que no existe ley que trate del tema y soluciones este conflicto. La jurisprudencia uruguaya no es uniforme, y ha vacilado entre la posición de considerar como único empleador a la ETT cuando la misión es esencialmente transitoria y de responsabilizar solidariamente a esta con la empresa usuaria cuando la contratación no responde a necesidades transitorias de la empresa. Por lo tanto, y a modo de resumen, podemos determinar que, las tres normativas analizadas presentan esquemas diferentes de protección diferentes a saber: Colombiana: Su estructura se centra en responsabilizar a la ETT de todas las obligaciones para con el trabajador temporal, siendo este su único empleador. Argentina: La legislación se estructura sobre la base de responsabilizar en forma solidaria a la ETT y a la empresa usuaria, sin perjuicio que la relación de dependencia la tiene el temporario con la ETT. Uruguaya: no existe solución legal al respecto, por lo que el tema es aún opinable. 3.4. Grado de protección del trabajador temporario. Una vez efectuado un análisis de las diversas legislaciones, se puede concluir que en todas ellas existe un denominador común, esto es, que el trabajador temporario no goza del mismo nivel de protección laboral y de 61 seguridad social que el trabajador permanente o estable. Este menor nivel de protección se refleja, por ejemplo, que en casi todos los casos carecen de indemnización por cesantía y que perciben salarios y beneficios laborales y de seguridad social inferiores a los que perciben los trabajadores permanentes. La contratación temporal asocia a un tipo de empleo más barato y menos vinculante, ya que permite una mejor adaptación entre la demanda de trabajo y el nivel de actividad del empleador. En términos generales podemos decir que se trata de una precarización del trabajo. Como ya mencionamos anteriormente, el Convenio Internacional Nº 181, reconocen que si bien las ETT desempeñan un papel importante en el funcionamiento del mercado del trabajo, también destacan la necesidad de proteger a los trabajadores temporarios contra los abusos. La normativa argentina y la colombiana tienden a proteger a este tipo de trabajadores equiparándolos con los trabajadores permanentes de las empresas usuarias. De esta forma, los dos ordenamientos distinguen a los trabajadores temporarios de los permanentes, que están regidos por las normas laborales y de seguridad social generales. Podemos anotar, por ejemplo, que los trabajadores temporarios en Argentina (o trabajadores eventuales según la denominación argentina), prestan sus servicios bajo la modalidad de contrato de trabajo eventual, y son considerados trabajadores permanentes con prestación discontinua de la ETT. Como trabajador dependiente, al temporario se le aplicarán las leyes sobre accidentes de trabajo, jubilaciones y pensiones, asignaciones 62 familiares, seguros de vida, asociaciones sindicales, negociación colectiva y obras sociales. En lo que dice relación con la remuneración del temporario, ya mencionábamos anteriormente, que no podrá ser inferior a lo que le corresponde por la convención colectiva de la actividad o categoría en la que efectivamente se preste el servicio contratado. Todo lo anterior, nos lleva a la conclusión que la equiparación que efectúa la legislación argentina del temporario y del permanente, es efectiva, dado que abarca los aspectos de derecho individual, derechos colectivo y de seguridad social, es decir, abarca los derechos más relevantes de un trabajador. Además, es importante destacar que, en tanto el temporario sea considerado un trabajador permanente con prestación discontinua, se regula el periodo máximo de suspensión entre misión y misión (no puede superar los 60 días corridos o 120 alternados en un año aniversario), las obligaciones de las partes en caso de una nueva convocatoria y las consecuencias de los incumplimientos. Por su parte, la legislación colombiana dispone que la ETT es responsable de la salud ocupacional del temporario y que éste tiene derecho a un salario ordinario, equivalente al de los trabajadores de la empresa usuaria que desempeñan la misma actividad. La reglamentación existente fortalece esta equiparación. De esta forma, los trabajadores temporarios tienen derecho a las mismas prerrogativas que los trabajadores permanentes que desarrollan labores en la empresa usuaria. A modo ejemplar, podemos decir que tienen derecho a transporte, 63 alimentación y recreación, los cuales son proporcionados por la empresa usuaria. Por otro lado, la seguridad social integral, es decir, salud, pensiones y riesgos profesionales, serán de cargo y de responsabilidad directa de la ETT. Además de lo anterior, la ley exige que las ETT presente un reglamento interno de trabajo, para la aprobación del Ministerio del Trabajo y de Seguridad Social. Este reglamento debe contener las disposiciones especiales relativas a los derechos y obligaciones de los trabajadores temporarios. Como se puede apreciar, la normativa colombiana, al igual que la argentina, equipara las condiciones de trabajo de los temporarios y las del permanente. Como hemos señalado anteriormente, la legislación uruguaya carece de normativa específica que regule esta materia. Esto determina que el trabajador temporario quede alcanzado por la legislación general que protege al trabajador por un tiempo determinado. Existe un Decreto - Ley Nº 14.312 que crea el Servicio de Empleo Temporal, de aplicación casi nula según Ameglio16 que contiene muy pocos artículos que refieran a la acción de las ETT, la cual establece que la remuneración de los trabajadores temporarios será equivalente al salario que rija en la actividad y ocupación laboral que se preste.17 16 Ameglio, Eduardo. “La regulación de las empresas de empleo temporal en Argentina, Colombia y Uruguay” Cuaderno 10 ¿Empresa sin trabajadores?, Departamento de Estudios, Dirección del Trabajo. Santiago, Junio 1999. 17 Observatorio del Mercado del Trabajo – DINAE. Junio 2000, Uruguay 64 Una de las problemáticas en torno al vacío en la reglamentación tiene que ver con la definición de las responsabilidades en los litigios laborales. Por jurisprudencia se han señalado que es la suministradora quien debe asumir las obligaciones frente al trabajador y en segundo término la empresa usuaria. Las Empresas de Trabajo Temporal de mayor trayectoria en el mercado uruguayo tienden a aplicar la disposición descrita anteriormente, como también a otorgar a los trabajadores temporarios iguales derechos y beneficios laborales que perciben los trabajadores permanentes de las empresas usuarias. Sin embargo, ante la ausencia de regulación de la materia, las empresas de menos trayectoria o de menor volumen, no la aplican. Desde 1991 se encuentra a consideración de la Cámara de Representantes del gobierno uruguayo el Proyecto de reglamentación de la actividad de las empresas que suministran mano de obra temporal (C/2138/92.Rep. N°231), promovido por la Cámara de Agencias suministradoras de personal temporario. El proyecto de ley procura la reglamentación del trabajo temporal al considerar la existencia de un vacío legal al respecto, evitando las prácticas que en este ámbito pudieran atentar contra las condiciones de trabajo incrementando la precariedad del empleo. En el Proyecto se establece que las empresas suministradoras de personal temporario deben incorporar al trabajador temporario a su planilla de trabajo. Estas son responsables del pago de los salarios, de los aportes a la seguridad social y la prima por accidentes, a los trabajadores temporarios 65 durante la misión. La indemnización del trabajador temporario se regirá por las normas del despido común. Las condiciones de trabajo del temporario no deben ser inferiores a las ya existentes para los mismos trabajos en la empresa. No se podrá utilizar este sistema de contratación para eludir la contratación de trabajadores permanentes, en huelga o percibiendo el subsidio de desempleo. Como pudimos observar, este proyecto de ley, al igual que los otros dos países anteriores, tiende a equiparar las condiciones de trabajador del temporario durante el cumplimiento de la misión con las del trabajador permanente, en lo que dice relación con las empresas usuarias. Como conclusión, podemos señalar que es adecuado el nivel de protección jurídica que gozan los trabajadores temporales en estos países, ya que prácticamente es la misma que tienen los trabajadores permanentes de las empresas usuarias. Lo anterior trae como consecuencia, que finalmente no sea económicamente conveniente para las empresas usuarias la contratación de trabajadores por medio de las ETT, ya que esto puede significar un costo aún mayor que el que deriva de la contratación directa de personal, debido a que igualmente deberán responder y otorgar beneficios laborales a estos trabajadores, los cuales quisieron en un comienzo evitar, por medio de esta contratación, desincentivando, por lo tanto, su utilización. Este factor costo, no ha sido un obstáculo para la actividad de las ETT, como podría pensarse, debido que este ha resultado ser un buen instrumento para ajustar en forma rápida y eficiente el nivel de actividad de las empresas con sus requerimientos de personal. Esto demuestra el rol positivo que 66 cumplen las ETT en el mercado laboral, debido que cubren satisfactoria y eficazmente las necesidades de empleo temporario con un adecuado nivel de protección, y que en muchos casos, a la larga, se traduce en empleos estables. Lo anterior, se traduce en que muchas legislaciones han prohibido cláusulas contractuales que limiten la libre contratación de temporarios por parte de las empresas usuarias. 3.5. El contralor administrativo de las Empresas de Trabajo Temporal. El contralor administrativo por naturaleza de las Empresas de Trabajo Temporal es el Ministerio del Trabajo. Este último es especialmente estricto en el caso argentino y colombiano. El primer mecanismo contralor, el que existe en todos los países, es aquel que exige algún tipo de registro ante el Ministerio del Trabajo. En el caso de Uruguay nos encontramos ante una simple inscripción en un registro especial, el cual otorgará una licencia a la ETT la cual la habilita para operar en el mercado. Además las ETT tienen la obligación de informar mensualmente a la autoridad competente una serie de datos referidos a su actividad y situación actual. En cuanto a la legislación argentina, podemos decir que el procedimiento utilizado es más complejo, que el descrito anteriormente, esto es, ya que requiere de ciertas gestiones de habilitación, para que después de ser aprobadas, culmine con una inscripción en un registro especial, el que en definitiva lo autorizará a operar en el mercado. Además de lo anterior, se deben cumplir ciertas exigencias impuestas a este tipo de empresas las cuales son las que siguen: 67 a. Las empresas deberán proporcionar una serie de documentos relacionados con la persona jurídica de la sociedad; b. Constitución ante el Ministerio del Trabajo una garantía principal equivalente a cien sueldos básicos del personal administrativo; c. Constitución ante el Ministerio del Trabajo una garantía accesoria (fianza o garantía real), por una suma equivalente al triple de la principal. Esta última se constituirá a favor del Ministerio. Las garantías anteriormente descritas pueden constituirse en valores, avales bancarios, seguros de caución o garantías reales sobre inmuebles de la sociedad y solo se liberarán cuando la ETT cese en sus actividades y acredite que se han cumplido con las normas laborales y de seguridad social. El contralor del Ministerio de Trabajo puede derivar en la clausura de la ETT o la suspensión de la habilitación para trabajar. Lo importante de este sistema, es que este desincentiva a las empresas usuarias a contratar con ETT no habilitadas, ya que si lo hacen, el temporario que contraten será considerado como personal permanente de la usuaria, siendo ésta además solidariamente responsable junto con la ETT de las multas que pudiese aplicar la autoridad laboral. Como se puede observar, esta es una forma muy eficaz de asegurar el cumplimiento de las normas, dado que las mismas usuarias serán quienes exigirán a las ETT que estas se encuentren habilitadas, desincentivando, de esta forma, a las ETT para operar sin contar con la habilitación de las autoridades competentes, por lo tanto, el sistema 68 genera un control cruzado de dos sujetos, de la usuaria a la ETT, por una parte, y del Ministerio del Trabajo, por la otra, lo que lo hace un sistema de control muy eficiente. Por otra parte, en Colombia las Empresas de Trabajo Temporal requieren cumplir con ciertos requisitos para obtener autorización a saber: a. Acreditación de numerosa documentación relacionada con la sociedad; b. Tener un capital social igual o superior a 300 veces el salario mínimo legal vigente al momento de su constitución; c. Constituir garantía con una compañía de seguros, a favor de los trabajadores, por un monto no inferior a 500 veces al salario común mensual vigente. Esta póliza se actualizará anualmente, y es constituida con el objeto de asegurar el pago de salarios, prestaciones sociales e indemnizaciones de carácter laboral en caso de falta de liquidez de la ETT. La actividad de la ETT, solo podrá ser desarrollada en este país si cuenta con la autorización de la autoridad laboral competente mediante una resolución motivada, la cual se otorgará una vez cumplidos los requisitos descritos anteriormente. Si la ETT no se encontrare autorizada a la empresa usuaria le quedará prohibido contratar trabajadores temporarios a través de ésta. El control ejercido por el Ministerio del Trabajo a estas empresas son muy amplios, ya que podrán imponer multas por incumplimientos hasta llegar a la cancelación de la autorización de funcionamiento de la ETT. Además de lo anterior, como un método de control durante el 69 funcionamiento de las ETT, la autoridad laboral podrá exigir la acreditación de numerosa documentación referida al cumplimiento de las normas que condicionan su funcionamiento. Finalmente, podemos concluir, que nos encontramos ante sistemas altamente intervencionistas, ya que además del control administrativo que ejerce la autoridad laboral, exigen la constitución de variadas garantías económicas con la finalidad de salvaguardar los eventuales créditos laborales que pudiesen existir con los trabajadores temporarios. Lo anterior se traduce en que a mayor requisitos, aumentan los costos del empleo temporal, sobretodo si observamos que para constituir este tipo de empresas se tendrá que desembolsar grandes cantidades de dinero para la constitución de las garantías mencionadas, y por lo tanto, es mayor costó deberá reflejarse en los precio exigidos por la ETT a la empresa usuaria, lo que demuestra que la razón por la cual las empresas usuarias recurren a este tipo de contratación no puede ser el de bajar sus costos. Lo anterior nos demuestra que es probable que sea la flexibilidad de contratación el principal motivo por el cual las empresas usuarias recurren a este tipo de empleo. 3.6. Conclusión. Podemos concluir que los sistemas generalmente son estructurados sobre la base de considerara a la ETT como el empleador del trabajador temporario. En el caso argentino, encontramos que la protección del trabajador temporario se ve altamente reforzada por la responsabilidad solidaria de la usuaria respecto de todas las obligaciones laborales, por lo 70 que esta se ve como un segundo fiscalizador de su cumplimiento por parte de las ETT. En el caso uruguayo, pudimos observar que cuando se recurre a este tipo de contratación de personal, por medio de una ETT, en situaciones que escapan el concepto de empleo temporal, doctrina y jurisprudencia responsabilizan solidariamente a la empresa usuaria con la ETT. El grado de protección de que goza el trabajador temporario en estos ordenamientos y las variadas exigencias impuestas por este para el funcionamiento de las ETT, como observábamos anteriormente, se traduce que el recurso al empleo temporal vía las ETT no puede tener por objeto abatir costos por parte de las empresas usuarias. La razón principal radicaría entonces, en que este tipo de contratación resulta un sistema adecuado para ajustar las necesidades de personal al nivel de actividad de la usuaria. En este sentido, podemos decir, que las ETT “son organizaciones que flexibilizan el mercado del trabajo asegurando una adecuada protección al temporario”. 71 CAPITULO CUARTO LAS EMPRESAS DE TRABAJO TEMPORAL EN ESPAÑA. 4.1. Breve reseña Todo comenzó en España con la Ley 14/1994, del 1º de Junio de 1994, por la cual se regulan las empresas de trabajo temporal (BOE del 2 de Junio) y con su desarrollo reglamentario aprobado por el Real Decreto 4/1995, del 13 de Enero (BOE del 1º de Febrero), y por último el Texto Refundido de la Ley de Procedimiento Laboral deroga la Disposición Adicional Segunda de la Ley 14/1994. Sin embargo, ya el Real Decreto-Ley 18/1993, de l 3 de Diciembre, de Medidas Urgentes de Fomento de Empleo (BOE del 7 de Diciembre) en su artículo 2 anunciaba la regulación de las ETT'S, posponiéndola a una ley, previendo desde ese entonces, que la cesión de trabajadores sólo podría efectuarse por las empresas de trabajo temporal debidamente autorizadas. Lo antes señalado, fue el producto de un largo proceso social, legal, laboral y económico, que permitió, llegar a lo que hoy en día se conoce como Empresas de Trabajo Temporal. 72 4.2. La realidad Española durante la implantación legal: la situación de partida. El derecho laboral es el área del ordenamiento jurídico más permeable a los cambios económicos, sociales, políticos y culturales. Todos los ordenamientos jurídicos son producto de una evolución histórica, y por ende, para entender correctamente una norma jurídica, es necesario ubicarla en este contexto. El fenómeno de las ETT, en España se puede definir como un fenómeno de reacción, que poco a poco se fue suavizando, hasta llegar a lo que son hoy en día las ETT. Daremos una visión general de la situación que se vivía en España en esa época, antes de la implantación de las ETT, esto es, antes de la promulgación de la Ley 14 del 1º de Junio de 1994. Lo desarrollaremos en tres etapas: a. La realidad cotidiana muestra cómo, a pesar de la prohibición legallaboral y de la latente amenaza de sanción penal, la intermediación laboral está a la orden del día en la prensa y dentro de ella en la sección dedicada al trabajo. A comienzos de los 80 existe una realidad económica-laboral que, solo muy tangencialmente tiene que ver con la legalidad establecida en el artículo 43 del entonces recién aprobado Estatuto de los Trabajadores, conocida como la Ley 8 de 1980, que sin llegar a ser un Código del Trabajo, es el "instrumento 73 normativo central del Derecho Español del Trabajo"18. "Esta ley trató de adaptar la herencia normativa de la época republicana (Ley de Contrato de Trabajo) y del sistema franquista (regulación de la negociación colectiva y de la representación a nivel de empresas) al nuevo marco normativo impuesto por la Constitución" 19 vigente desde 1978. Se podría decir que la Ley 8/1980, tiene un propósito común, el de la integración y codificación en un solo conjunto normativo, de materias que habían sido reguladas en leyes separadas. b. Los propios Tribunales, a pesar de aplicar una legislación prohibitiva de todo tipo de cesión de trabajadores, fueron los que dieron el primer paso hacia las ETT, al establecer las diferencias entre la cesión legal de trabajadores, y la cesión ilegal de éstos, siendo los últimos los que persiguen una finalidad fraudulenta. Por esta razón, antes de la implantación legal de las ETT se permitió que estas funcionaran como empresas contratistas de servicios, pero siempre bajo la vigilancia de las Inspecciones del Trabajo. c. Como elemento decisivo, fue la consciente contribución de una parte de la doctrina científica laboralista que no se limitó a estudiar la regulación entonces existente en nuestro ordenamiento, sino que se afanó en cuestionar su grado de exigencia por la autoridad y la correcta interpretación y obligada aplicación por los tribunales, planteando abiertamente la existencia de modelos legales alternativos de cesión temporal de trabajadores y proponiendo pequeños cambios 18 Rodriguez-Piñero y Bravo Ferrer, Miguel; "La Ley 8/1980 del Estatuto de los Trabajadores dieciséis años después"; "Reforma Laboral, tutela judicial y derechos fundamentales"; cap. I: "Estudios sobre Reforma Laboral y Despido", pág 24 74 normativos de lege ferende para acomodar la situación de toda un política social al respecto. Sin perjuicio de las desventajas sociales que alegaban los opositores de las ETT, existían muchos factores relevantes a favor de su reconocimiento legal, los cuales se pueden resumir en los siguientes puntos: a. La generalizada aceptación de las ETT, en los Estados miembros de la Unión Europea. b. La generalizada crítica acerca de la ineficacia de los servicios públicos de empleo para satisfacer las necesidades temporales de trabajadores de las empresas. c. La posible actuación transnacional de algunas ETT europeas en base al principio de libertad de servicios profesionales consagrado por la normativa comunitaria. d. La aprobación por la Directiva Comunitaria, en 1989, sobre la seguridad y salud laboral en las ETT. e. La existencia misma de las ETT, toleradas en la realidad como empresas de servicios y la necesidad de una regulación cautelar semejante a la de los países de la Unión Europea. Se llegó a la conclusión de que no se lograba nada en oponerse a las ETT, ya que era mejor su reconocimiento y legalización, logrando de esa forma controlar los abusos y fraudes en su actuación f. Por último, debemos señalar la situación de desempleo creciente disminuyó, una razón de peso para el gobierno en orden a su legalización. 19 Ibid., pág: 21 75 Como consecuencia de esta realidad, se llegó finalmente a la Ley 14 del 1º de Junio de 1994.- 4.3. Las Reformas de la Ley 8/1980 La ley del Estatuto de los Trabajadores, ha sido objeto de varias modificaciones durante su vigencia, estos se han producido fundamentalmente en cuatro momentos: a. En 1983, con la ley 4/1983, del 29 de Julio, abarcando los temas de duración de la jornada de trabajo y del período de vacaciones. b. En 1984, con la Ley 32/1984, del 2 de Agosto, que afectó las modalidades de contratación, duración del contrato y Fondo de Garantía Salarial, competencia de los Delegados de Personal, composición del Comité intercentros, derechos electorales de los trabajadores temporales, sistema electoral para el Comité de empresa, procedimiento electoral y legitimación para la negociación colectiva. Estas modificaciones fueron trascendentales, y se pueden agrupar en dos áreas; una sobre modalidades de contratación, en especial la contratación de duración limitada, que tuvo como consecuencia que las empresas eludieran las contrataciones indefinidas para evitar los costos del despido, agravados por la Ley 8/1980; la otra área de modificaciones es el fortalecimiento de los sindicatos. Desde 1984, el Estatuto de los Trabajadores se mantuvo estable, y los cambios normativos más relevantes se producen fuera de este cuerpo legal (Ley Orgánica 11/1985, de libertad sindical; Ley 2/1991 sobre 76 derechos de información de los representantes de los trabajadores en materia de contratación; Ley 8/1988 sobre infracciones y sanciones en el orden social y la Ley de Procedimiento Laboral de 1990).20 c. El tercer momento se produce a finales de los 80 y principios de los 90, reformas que no influyen en temas esenciales, más bien se refieren a temas puntuales. Entre ellas podemos mencionar: Ley 3/1989, que amplía a 16 semanas el permiso de maternidad, establece el derecho a la reserva de puesto de un año después de la maternidad, y otorga protección específica frente al acoso sexual. Ley 8/1992, modifica régimen de permisos extendiéndolos a los adoptantes de un menor de 5 años. Ley 36/1992, trata sobre la indemnización al extinguirse el contrato de jubilación del empresario. Ley 4/1995, regula el permiso pre natal y por maternidad. d. El último momento que podemos mencionar, ocurre en 1994, año en que se producen los cambios más significativos y trascendentes, estos son: Ley 10/1994, sobre Medidas Urgentes de Fomento de la Ocupación Ley 11/1994, de la Ley de Procedimiento Laboral y de la Ley sobre infracciones y Sanciones en el Orden Social21, nos interesa en al medida en que su disposición adicional 3ª incorpora al artículo 1, párrafo 2, del Estatuto de los Trabajadores, dedicado al concepto del 20 Ibid., pág 26 y 27. ArmendiI Sanchez, Pablo, "las relaciones laborales tras la Reforma de 1994", "Reforma laboral, tutela jurídica y derechos fundamentales"; Madrid 1997, Pág.75. 21 77 empresario, como empleador, a las personas, que reciban la prestación de servicio, "....de las personas contratadas para ser cedidas a empresas usuarias por empresas de trabajo temporal igualmente constituidas" Ley 14/1994, por la que se regulan las empresas de trabajo temporal, del 19 de Mayo, por la que se modifican determinados artículos del Estatuto de los Trabajadores, del texto articulado de la Ley de Procedimiento Laboral y de la Ley sobre infracciones y Sanciones en el Orden Social. 4.4. Reforma Laboral de 1994 Como ya lo mencionamos, en el año 1994, se produjo una serie de reformas legales al Estatuto de los Trabajadores, impulsadas por la grave situación económica y sus incidencias sobre el mercado de trabajo. Los objetivos de estas reformas, conforme los mencionan sus promotores fueron22: a. Lograr adaptabilidad y flexibilidad en el contrato de trabajo, con el objeto de lograr una mayor competitividad entre las empresas. b. Estabilidad en el empleo, debido a que el uso excesivo de la "flexibilidad en la contratación" produjo la dualización del mercado de trabajo c. Fortalecer la negociación colectivad. Crear empleo. 78 4.5. Contenido de la Ley 14 de 1994 Esta ley fue promulgada dentro de un paquete legislativo de reforma del mercado de trabajo, que fue presentada por el Gobierno Socialista. 4.5.1. Concepto de Empresa de Trabajo Temporal: Para la Ley 14 de 1994, según lo preceptuado en su artículo 1: "Se denomina Empresa de Trabajo Temporal ETT, a aquella cuya actividad consiste en poner a disposición de otra empresa usuaria con carácter temporal, trabajadores por ella contratados. La contratación de trabajadores para cederlos temporalmente a otra empresa, sólo podrá efectuarse a través de empresas de trabajo temporal debidamente autorizada en los términos previstos en esta ley." 4.5.2. Características más relevantes de la Ley 14 de 1994 A modo de síntesis, las características más relevantes de esta Ley, son las siguientes: a. Establece una serie de exigencias para poder constituir una ETT, que se traducen en disponer de autorización administrativa para actuar. Para que dicha autorización fuera concedida, era necesario los siguientes requisitos a saber: Disponer de una estructura organizativa adecuada 22 Santillan, Sergio, "El marco de la contratación laboral y la creación de empleo"; "Reforma Laboral, tutela Judicial y Derechos Fundamentales", Madrid, Concejo General del Poder Judicial, 1997, Pág. 120,121 y 122. 79 Dedicación en forma exclusiva a dicha actividad Garantizar el cumplimiento de sus obligaciones salariales y de Seguridad Social mediante la constitución de una garantía (depósito, aval bancario o póliza de seguro) (art. 2.1 Ley 14/1994 y R.D.4/1995, de 13 de Enero) b. Para los efectos de control, se establece la obligación de las ETT de remitir a la autoridad laboral una relación de los contratos de puesta a disposición celebrados (art. 5 Ley 14/1994 y 16.1 RD.4/1995) c. En cuanto a las relaciones entre la empresa usuaria y la ETT, la ley exige que el contrato de puesta a disposición (de naturaleza mercantil) entre ellas se formalice por escrito de acuerdo con un molde oficial con un contenido determinado (artículos 6.3 Ley 14/1994 y 14 RD.4/1995). d. Tan solo admite la cesión o suministro de trabajadores temporales en los casos siguientes: Para realizar una obra o servicio determinado Para atender trabajos eventuales en la empresa usuaria por un período máximo de 6 meses Para sustituir trabajadores con derecho de reserva de plaza, mientras lo conserven Para cubrir vacantes mientras dure el proceso de selección o de promoción por un máximo de 3 meses (art. 6.2 Ley 14/1994) e. La ley prohíbe utilizar trabajadores temporales: En caso de huelgas en la Empresas Usuarias En actividades y trabajos peligrosos 80 Para sustituir trabajadores despedidos improcedentemente o por causas objetivas o dimitidos por incumplimiento empresarial previo en los 12 meses inmediatamente anteriores. Para cederlos a otras ETT (art. 8 Ley 14/1994. Además, existe la prohibición de pactar en el contrato de puesta a disposición la prohibición para la empresa usuaria, de contratar al trabajador cedido una vez finalizada la misión (art. 7.3 Ley 14/1994) Por lo que se refiere a las relaciones entre la ETT y el trabajador temporal, la ley exige que el contrato de trabajo se formalice por escrito, de acuerdo con un modelo oficial con un contenido determinado (Art. 10.1 Ley 14/1994 y 15.1 R.D 4/1995) a saber: La duración de este contrato puede ser indefinida o temporal coincidiendo con la duración de la puesta a disposición (art. 10.1 y 11.2 Ley 14/1994) Las obligaciones de pago del salario y de la seguridad social corresponde a la ETT y no a la empresa usuaria, si bien esta última responderá subsidiariamente (art. 12.1 y 16.3 Ley 14/1994) La ETT también esta obligada a cotizar por formación personal y a destinar anualmente el 1% de la masa salarial a la formación de los trabajadores, sin que pueda cobrar nada al trabajador por gastos de selección, formación o contratación (art. 12.2 Ley 14/1994) La ETT está igualmente obligada a pagar al trabajador una indemnización por fin de trabajo (12 días de salario por año de servicio o parte proporcional) (Art. 11.1 b) Ley 14/1994) 81 f. En cuanto a las relaciones entre la empresa usuaria y el trabajador temporal, la ley establece: Que las facultades de dirección y de control serán ejercidas por la empresa usuaria (Art. 15.1 Ley 14/1994) Que el poder disciplinario se dividirá entre la empresa usuaria y la ETT: "Cuando una empresa usuaria, considere que por parte del trabajador se hubiere producido un incumplimiento contractual, lo pondrá en conocimiento de la ETT a fin de que por ésta se adopten las medidas sancionadoras correspondientes" (Art. 15.2 Ley 14/1994) Que las obligaciones en materia de seguridad y salud laboral están igualmente repartidas entre la ETT y la empresa usuaria, est última será responsable de la prevención laboral, salvo en cuanto a las obligaciones de formación, de control y vigilancia médica, de las que será responsable la ETT (Art. 12.2 y 16.2 Ley 14/1994 y 28.5 de la Ley 31/1995, de 8 de noviembre, de prevención de riesgos laborales) Finalmente, la ley establece una tabla de infracciones de las ETT y la empresa usuaria y las correspondientes sanciones administrativas (Art. 18 a 21 Ley 14/1994). Conviene tener presente que toda cesión hecha por una ETT no autorizada o realizada por una ETT autorizada de entre las prohibidas será considerada cesión ilegal de trabajadores con las consiguientes responsabilidades penales, administrativas y contractuales (Art. 43 ET) 82 4.6. Problemas suscitados en la implantación de las Empresas de Trabajo Temporal. A la luz de la legislación, el profesor Salas Franco, señala cuales son los principales problemas que se han suscitado en España durante la implantación de las ETT. En primer lugar, ha habido un fraude en la contratación de puesta a disposición entre la ETT y la empresa usuaria. El problema radica en lo siguiente, las ETT, y la empresa usuaria, celebran un contrato, en su forma completamente válido, pero su contenido es ilegal, al simular una obra o servicio determinado, ampliando la duración de las eventualidades de la interinidad de plaza vacante o de la interinidad de trabajadores con reserva de plaza, así ha habido supuestos en que se han simulado obras o servicios determinados inexistentes. Aunque a juicio de Salas Franco, no ha habido más fraudes a través de la empresa de trabajo temporal que lo que ha sucedido paralelamente respecto de la contratación laboral temporal directa de las empresas usuarias, sosteniéndose por algunos autores la posibilidad de suprimir la contratación directa y canalizarla toda a través de las empresas de trabajo temporal, pensando sobre la base de supuesto que resulta más fácil controlar a un determinado número de empresas de trabajo temporal que a las numerosas empresas usuarias que contratan directamente trabajadores temporales. Antes de sentenciar a estos contratos como fraudulentos, es necesario, ver si la delimitación hecha por los convenios colectivos aplicables o la empresa usuaria de los supuestos de contratación por obra o servicio determinado o eventual resultan aplicables a la contratación mercantil de 83 puesta a disposición entre la ETT y la empresa usuaria. En el supuesto que así fuese, se debe aclarar cuáles son las posibilidades de la negociación colectiva, es decir, si los convenios colectivos tienen plena libertad para determinar los supuestos de contratación, o por el contrario, si deben respetar el concepto legal de "obra o servicio determinado" y de "eventualidad". En segundo lugar, la ausencia de la equiparación legal entre el trabajador temporal y el trabajador de la empresa usuaria. La ausencia de esta equiparación salarial de los trabajadores temporales con los de la empresa usuaria ha sido la que ha generado mayor rechazo sindical y social. Actualmente prima la doctrina de que estos salarios deber ser iguales, y se fundamenta en lo siguiente: por un lado, evitar así los agravios comparativos entre los trabajadores temporales y los trabajadores de la empresa usuaria, realizando un trabajo idéntico. Por otro lado, el evitar que las ETT, compitan en costos, reduciendo el salario de sus trabajadores temporales, y así fomentar la competencia de estas en base a la calidad de sus servicios. Sin embargo, esta tesis doctrinal no fue tomada en cuenta ni por la Ley 14/1994, ni tampoco por otras leyes europeas. Como consecuencia de la aprobación de la Ley 14/1994, las ETT, se dedicaron a negociar convenios colectivos, para evitar que se les aplicara la regla supletoria del artículo 11 de la ley, es decir, para evitar la aplicación del convenio colectivo de la empresa usuaria, y con ello la equiparación retributiva. Así las ETT, pactaron salarios muy inferiores a los reconocidos en los convenios colectivos aplicables a las empresas usuarias que contrataban con la ETT, por la sencilla razón de que los miembros de 84 dichos comités, fueron elegidos por el personal administrativo de las ETT, y no por los mismos trabajadores temporales. En este clima, empezaron las negociaciones del primer convenio colectivo estatal, reivindicando los sindicatos, la aprobación de unas tablas salariales que fueren las medidas de los salarios de los convenios colectivos sectoriales más importantes. Sin embargo, el acuerdo logrado no tendría en cuenta este criterio, fijándose las tablas salariales con independencia de los convenios sectoriales de la empresa usuaria, pero se consiguió una cierta igualdad dentro del sector, ya que las principales ETT, renunciaron voluntariamente a su convenio de empresa y se adhirieron al convenio estatal de sector (ECCO, Flexiplan o Consultores de Empleo). Ante el fracaso de las negociaciones directas con las ETT, los sindicatos pasarían a negociar con las asociaciones de las empresas usuarias, una serie de cláusulas, donde prohibirían absolutamente la utilización y limitando tal posibilidad a aquellas que hubieran suscrito el convenio colectivo estatal. Estos sindicatos recomendarían a las ETT que los salarios de los trabajadores temporales fuesen equivalentes a los del convenio colectivo aplicable a la empresa usuaria, e imponiendo a las ETT., la obligación de cumplir con lo dispuesto en el convenio colectivo aplicable a la empresa usuaria en tema de salarios, obligando a la empresa usuaria a garantizar la equiparación retributiva entre sus trabajadores y los trabajadores temporales. A simple vista se duda de la legalidad de estas cláusulas, por lo tanto no parece que la negociación sectorial con las empresas usuarias sea una vía idónea para conseguir dicha igualdad salarial. Como conclusión esta 85 igualdad sólo se tendrá modificando la Ley 14/1994, o negociando directamente con la ETT. Como tercer punto, se suscita el problema de la seguridad y la salud laboral. La tasa de siniestralidad principalmente de accidentes del trabajo, se han disparado no sólo en las ETT, sino en todo tipo de contratación temporal, sea esta directa o a través de ETT. Esta materia necesitaría de un acuerdo tripartito entre las ETT, la empresa usuaria y los sindicatos mayoritarios, que se traduce en lo siguiente: Se debe extender a todos los aspectos de la prevención de riesgos laborales en orden a garantizar y hacer efectivas las obligaciones legales de la empresa usuaria, de informar suficientemente de los riesgos y de las medidas preventivas adoptadas. Las ETT, deben proporcionar a los trabajadores temporales la formación suficiente respecto de los riesgos a los que vayan a ser expuestos. En cuarto lugar encontramos la formación de los trabajadores temporal, que a juicio de Salas Franco, la formación que las ETT, hagan a sus trabajadores, es lo que sin duda justificaría en alguna medida su consolidación en la sociedad, ya que a más formación de los trabajadores temporales mayor calidad del servicio prestado por las ETT, y mayores posibilidades de empleo estable futuro para los trabajadores. He aquí la justificación de lo que la ley les exige a las ETT., sobre los trabajadores contratados para ser puestos a disposición de la empresa usuaria, una 86 formación suficiente y adecuada a las características del puesto de trabajo a cubrir, teniendo en cuenta su calificación y experiencia profesional. Finalmente, los derechos de representación de los trabajadores temporales, es un tema muy poco tratado, y se da principalmente por la temporalidad de las relaciones laborales. La ley 14/1994, tiene un vacío en este tema, sin embargo, rigen las normas del Estatuto de los Trabajadores acerca de la representación unitaria de los trabajadores y las de la Ley Orgánica 11/1985, del 2 de Agosto, de Libertad Sindical respecto de la representación sindical (disposición adicional primera Ley 14/1994) Además los trabajadores temporales tendrán derecho a presentar todo tipo de reclamos (administrativos o judiciales, individuales o colectivos) a través de los representantes de los trabajadores de la empresa usuaria, en relación con la ejecución de su actividad laboral (art. 17.1 Ley 14/1994) 4.7. Los principales defectos técnicos de la Ley 14/1994 4.7.1. La causa del contrato de trabajo del trabajador temporal. Se piensa que la Ley 14/1994 ha creado una nueva modalidad de contratación, sometida a una condición resolutoria, esto se desprende de que si el contrato de trabajo temporal a realizar por la ETT con el trabajador temporal debe coincidir en causa y duración con el contrato de puesta a disposición celebrado entre la ETT, y la empresa usuaria, o solamente en cuanto a la duración. Esta duda se plantea, por la existencia del Artículo 10.1 de la Ley 14/1994, donde se señala los siguiente: " El contrato de trabajo celebrado 87 entre la ETT y el trabajador quien presta servicios en la empresa usuaria podrá concentrarse por tiempo indefinido o por duración determinada coincidente con la del contrato de puesta a disposición". La doctrina española, se encuentra dividida. Por un lado, algunos piensan que debe de tratarse de obra o servicio determinado consistente en la misión. Otros, señalan que debe referirse, no solo a la duración, sino también a la causa, dada la ratio legis pretendida: satisfacer en definitiva las necesidades temporales de las empresas usuarias en el marco de una relación triangular interconectada entre la ETT, la empresa usuaria y el trabajador temporal. 4.7.2. La duración de la eventualidad en el contrato de puesta a disposición El problema que se plantea es el de si una mayor duración de la eventualidad pactada en el convenio colectivo de la Empresa usuaria (con el tope máximo de 13 meses y medio), sería aplicable a los contratos de puesta a disposición basados en la eventualidad en la empresa usuaria. El artículo 7.1 de la Ley 14/1994 establece "La duración máxima del contrato de puesta a disposición será de 6 meses en el supuesto previsto en la letra b) del artículo anterior" (eventualidad). Por lo tanto no sería aplicable el convenio colectivo de la empresa usuaria. 4.7.3. El poder de dirección empresarial. El artículo 15.1, atribuye a la empresa usuaria "las facultades de dirección y control de la actividad laboral mientras dure la misión". Pero existe una duda acerca de que si este poder de dirección lleva incluido las 88 movilidades funcionales, geográficas y las modificaciones sustanciales de las condiciones de trabajo. Existen dudas acerca de que estas facultades entre en el poder de dirección empresarial de la empresa usuaria, por dos razones: a. Por ser decisiones que van más allá del poder de dirección entrando en la modificación de condiciones de contrato. b. En el artículo 12.2 de la presente ley, señala que las ETT están obligadas a "dar la formación suficiente y adecuada a las características del puesto a cubrir". 4.7.4. El reparto del poder disciplinario. Aquí el problema surge por la conveniencia de salir más favorecida tanto de la ETT, como de la empresa usuaria, ante el problema de quién va a pagar la indemnización por término del contrato laboral, porque la tendencia instintiva de la empresa usuaria será de que el trabajador temporal ha incumplido sus obligaciones contractuales y la postura de la ETT será al contrario, es decir, que la empresa usuaria ha incumplido sus obligaciones contractuales, ya que de lo contrario ella deberá pagar la indemnización correspondiente. En la práctica, eso se resuelve de la siguiente manera: la ETT acepta la devolución del trabajador temporal que a la empresa usuaria no le agrada, y se hace cargo de las obligaciones salariales respecto del mismo, o llega a un pacto ilegal con él, indemnizándole, o prometiéndoles nuevas misiones. Además el convenio colectivo aplicable en materia de faltas y sanciones es el de la ETT. 89 4.7.5. La suspensión contractual. La presente ley, tiene un vacío en cuanto al problema de la suspensión contractual, y ante eso se aplica la ley común, la que señala lo siguiente: El trabajador tendrá derecho a la suspensión del contrato por las causas previstas por la ley (articulo 45), por el tiempo que dure la situación suspensiva, con derecho de reserva de plaza. En el tiempo intermedio, la ETT, deberá otorgarle a la empresa usuaria, otro trabajador 4.7.6. El período de prueba. En este punto la presente ley, también guarda silencio, y en subsidio se aplica la ley laboral común. Lo que resulta destacable aquí, es que este período de prueba podrá considerársele nulo cuando se trate de la misma misión o de una misión equivalente en la misma empresa usuaria, siempre que no medie entre una y otra misión un período de tiempo suficientemente importante (12 meses) 4.7.7. La legalidad de las cláusulas convencionales prohibitivas o restrictivas de la utilización de las ET Estas cláusulas han sido frecuentes en los últimos años, y se han realizado en los convenios colectivos sectoriales de las empresas usuarias, prohibiendo en algunos casos, la utilización de aquellas ETT no integradas en el Convenio Colectivo Estatal. Las cláusulas imperativas son de dudosa legalidad y muy lesivas para terceros. 90 CAPITULO QUINTO ESTUDIO LEY SOBRE EL TRABAJO EN RÉGIMEN DE SUBCONTRATACIÓN Y DEL TRABAJO EN EMPRESAS DE SERVICIOS TEMPORARIOS. 5.1. Introducción. El proyecto de ley se refiere, en grandes líneas y en forma separada, a dos materias: a. El trabajo en régimen de subcontratación b. Trabajo en empresas de servicios temporarios Es necesario destacar que esta ley intenta regular y dotar de un marco jurídico el trabajo de empresas contratistas y especialmente lo que se ha denominado la provisión de personal, siguiendo -sobre la base del principio de la realidad- los diversos dictámenes y resoluciones emanadas de la Dirección del Trabajo, en donde de manera insistente han envuelto a trabajadores de diferentes empresas en una misma empresa. Estos pronunciamientos de la autoridad administrativa han sido emanados no sólo a propósito de contratistas o provisión de personal, sino que además en otros ámbitos del derecho, tales como negociaciones colectivas que involucran a trabajadores de diferentes empresas que tienen alguna conexión comercial o de propiedad entre sí, en la formación de sindicatos o 91 en el traspaso de trabajadores entre diferentes empresas de un mismo grupo económico. Con todo, es necesario tener en cuenta que dada las facultades – inconstitucionales a nuestro juicio- que la ley le otorga a la Dirección del Trabajo, estimamos como posible que, por ejemplo, ante una eventual negociación colectiva de la empresa mandante, la autoridad administrativa se extralimite en sus atribuciones y pretenda incluir a trabajadores de empresas contratistas, tal como ha sucedido en reiteradas oportunidades en el último tiempo. A continuación, nos referiremos por separado a ambos tipos de trabajo que aborda la nueva ley. 5.2. Trabajo en régimen de subcontratación 5.2.1. Concepto del régimen de subcontratación Se entiende por trabajo en régimen de subcontratación “aquél realizado en virtud de un contrato de trabajo por un trabajador para un empleador, denominado contratista o subcontratista, cuando éste, en razón de un acuerdo contractual, se encarga de ejecutar obras o servicios, por su cuenta y riesgo y con trabajadores bajo su dependencia, para una tercera persona natural o jurídica dueña de la obra, empresa o faena, denominada mandante, en la que se desarrollan los servicios o ejecutan las obras contratadas” (art. 183-A) A diferencia de los servicios temporarios, la subcontratación involucra la ejecución de un trabajo o la prestación de un servicio a otra empresa que así lo requiera, pudiendo ser éstos permanentes o transitorios. En consecuencia, 92 la subcontratación se contrapone en su esencia con la provisión de personal, ya que lo que predomina es la prestación de un servicio determinado referido por lo general a materias especializadas en una determinada área o rama de actividad. Adicionalmente, lo distintivo de una subcontratación, será que el contratista siempre y en todo momento debe actuar por su cuenta y riesgo y con trabajadores bajo su dependencia. En consecuencia, no cabrán dentro del concepto de subcontratación, aquellos contratos en los cuales, por ejemplo, el costo de las indemnizaciones por término de contrato es traspasado a la empresa mandante. Tampoco habrá subcontratación, cuando los trabajadores del contratista tengan subordinación y dependencia de una jefatura del mandante. Finalmente, al analizar la historia de la ley, el Congreso aprobó el concepto de subcontratación, en el sentido de que “se trata de contratos sobre una relación laboral habitual, con continuidad, y que no es un fenómeno discontinuo o transitorio.” (Sesión Nº18 del Senado del 17 de mayo de 2006). En consecuencia, el concepto de subcontratación no incluye contratos civiles de compra de servicios. Sobre el particular, el Presidente de la Comisión de Trabajo y Previsión Social señaló que “Se entiende que no corresponde a un régimen de subcontratación si una persona o una empresa contrata, por ejemplo, a un banquetero por una noche para un matrimonio. En este caso, sólo se trata de la compra de un servicio, porque es una actividad discontinua.” (idem anterior) Sanción al incumplimiento de las normas sobre el trabajo en régimen de subcontratación (inciso segundo del art. 183-A): “Si los servicios prestados 93 se realizan sin sujeción a los requisitos señalados en el inciso anterior o se limitan sólo a la intermediación de trabajadores a una faena, se entenderá que el empleador es el dueño de la obra, empresa o faena, sin perjuicio de las sanciones que correspondan por aplicación del artículo 478.” En consecuencia, si los servicios contratados no se encuentran claramente definidos en un contrato, dando lugar a confusiones en cuanto – por ejemplo- a la real dependencia o subordinación del trabajador, la empresa contratante será considerada como empleador de los trabajadores del contratista. 5.2.2. Solidaridad con el mandante Una de las novedades de la ley, es el establecimiento de la solidaridad del contratista con el mandante en el pago de las obligaciones laborales y previsionales de los trabajadores del primero, con el agregado que en este caso se extiende de manera explícita a las indemnizaciones legales y contractuales que correspondan por término de la relación laboral. Lo anterior viene a zanjar discrepancias en la jurisprudencia acerca de la procedencia de incluir el pago de las indemnizaciones que derivaba de la responsabilidad subsidiaria del mandante, toda vez que nuestros tribunales han sido erráticos en la materia. Así, hay numerosos fallos que se han inclinado por incluir las indemnizaciones en la responsabilidad subsidiaria. Sin embargo, hay una cantidad no despreciable de sentencias que han sostenido que la responsabilidad subsidiaria no puede ser extendida al pago de tales indemnizaciones. 94 En consecuencia, hoy ya no habrá duda de que el mandante tendrá que pagar además las indemnizaciones legales y contractuales por término de contrato, pudiendo el trabajador dirigirse directamente en contra de este último, dado el carácter solidario de la obligación. Ello, sin perjuicio de la facultad del mandante de poder interponer una acción de reembolso en contra del contratista. Es importante hacer presente que la real extensión de la solidaridad hacia las indemnizaciones contractuales fue materia de un protocolo de acuerdo suscrito en el Senado, conforme al cual por la vía del veto presidencial se deberá restringir dicho alcance, con el objeto de evitar malas prácticas consistentes en acuerdos ficticios de indemnizaciones entre los contratistas y sus trabajadores, para que en definitiva deban terminar siendo pagados por el mandante. Por otra parte, la solidaridad, que a nuestro entender es la regla general en materia de responsabilidad con el contratista, presenta las siguientes particularidades: a. La solidaridad queda limitada al tiempo o período durante el cual el o los trabajadores prestaron servicios en régimen de subcontratación para el mandante; b. La solidaridad del mandante alcanza hasta los trabajadores del subcontratista; c. No existirá solidaridad con los contratistas en los casos de construcción de edificaciones por un precio único prefijado, cuando quien encargue la obra sea una persona natural. 95 Como una alternativa o excepción a la solidaridad, la ley ha establecido la posibilidad que el mandante pueda ser sólo subsidiariamente responsable, siempre y cuando cumpla con las siguientes obligaciones: a. Que ejerza su derecho a ser informado por los contratistas sobre el monto y estado de cumplimiento de las obligaciones laborales y previsionales que a éstos correspondan respecto a sus trabajadores, como asimismo de igual tipo de obligaciones que tengan los subcontratistas con sus trabajadores; b. Que retenga de las obligaciones que tenga a favor del contratista y/o subcontratista, el monto de que es responsable, estando en tal caso, obligado a pagar con dicha retención las obligaciones adeudadas al trabajador o a la institución previsional en su caso; c. En el caso que, habiendo sido notificado por la Dirección del Trabajo de las infracciones a la legislación laboral y previsional que se constaten en las fiscalizaciones que se practiquen a sus contratistas o subcontratistas, el mandante o contratista, según corresponda, haya efectuado la retención a que se refiere el numeral anterior. La misma ley ha establecido que el monto y estado de cumplimiento de las obligaciones laborales y previsionales sólo podrá ser acreditado por una cualquiera de las siguientes formas: a. Mediante certificados emitidos por la respectiva Inspección del Trabajo; b. Por medios idóneos que garanticen la veracidad de dicho monto y estado de cumplimiento. 96 En consecuencia, si el mandante no cumple con los requisitos anteriores, será solidariamente responsable de las obligaciones que el contratista o subcontratista mantenga con sus trabajadores, en los términos señalados inicialmente. Esta materia ha sido igualmente objeto de un protocolo de acuerdo, consistente en que por la vía del veto presidencial se establezcan aquellos otros medios idóneos por los cuales se podrá acreditar el monto y estado de cumplimiento de las obligaciones laborales y provisionales de los contratistas. De acuerdo a la discusión sobre la materia en la sesión del senado del pasado 17 de mayo, el veto presidencial, debiera establecer la obligación de dictar un reglamento a objeto de regular cómo debiera emitirse estos certificados por alguna empresa privada debidamente fiscalizada por la Dirección del Trabajo. Sin perjuicio de lo ya expuesto y de que más adelante nos referiremos al rol de la Dirección del Trabajo en el marco de esta ley, es necesario consignar que el órgano estatal se encuentra en la obligación de poner en conocimiento del mandante las infracciones a la legislación laboral y previsional que se constaten en las fiscalizaciones que se practiquen a sus contratistas o subcontratistas. Igual obligación tendrá para con los contratistas, respecto de sus subcontratistas. (art. 183 C) En todo caso, el incumplimiento de esta obligación no tiene mayor relevancia, toda vez que ello no permite al mandante exceptuarse de fiscalizar el cumplimiento de las obligaciones laborales y provisionales de los trabajadores de sus subcontratistas. Por el contrario, impone una carga al mandante, ya que en caso de ser informado, deberá efectuar las retenciones 97 al contratista infractor, ya que de no ser así, se constituirá en solidariamente responsable en el cumplimiento de las obligaciones laborales y provisionales. 5.2.3. Obligación de protección a todos los trabajadores de la faena La ley hace extensible la obligación del artículo 184 del Código del Trabajo al dueño de la faena respecto de todos los trabajadores que se desempeñen en la misma, independientemente si trabajan para el mandante, contratista o subcontratista, por lo que será en definitiva el mandante el obligado a “adoptar las medidas necesarias para proteger eficazmente la vida y salud de todos los trabajadores que laboran en su obra, empresa o faena, cualquiera sea su dependencia, en conformidad a lo dispuesto en el artículo 66 bis de la ley N°16.744 y el artículo 3º del decreto supremo Nº594, de 1999, del Ministerio de Salud.” (art. 183 E) Esta obligación no será exigible al mandante, en el caso de construcción de edificaciones por un precio único prefijado, cuando quien encargue la obra sea una persona natural. Esta no es una innovación, ya que de acuerdo al artículo 3º del DS 594, “La empresa está obligada a mantener en los lugares de trabajo las condiciones sanitarias y ambientales necesarias para proteger la vida y salud de los trabajadores que en ellos se desempeñan, sean éstos dependientes directos suyos o lo sean de terceros contratistas que realizan actividades para ella.” 98 5.3. De las Empresas de Servicios Temporarios, del contrato de puesta a disposición de trabajadores y del contrato de trabajo de servicios temporarios 5.3.1. Definiciones Hasta antes de la ley no había grandes diferencias entre las empresas subcontratistas y temporarias, en el sentido de que en general una misma empresa podía prestar servicios y/o proporcionar trabajadores a otras empresas que así lo requirieran. A partir de la ley, se intenta diferenciar los conceptos, aún cuando no lo hace con suficiente claridad, siendo este punto uno de los que ha sido más criticado. En efecto, en la definición del contrato de puesta a disposición de trabajadores (art. 183 N) se indica que tiene por objeto poner a disposición de la usuaria trabajadores para que cumplan tareas de carácter transitorio u ocasional, como asimismo su selección y capacitación. Sin embargo, en el régimen de subcontratación también se realizan tareas de carácter transitorio u ocasional, como ocurre por ejemplo con el caso típico de las obras de construcción o con los soportes técnicos (v.gr. servicios de computación) que requieren numerosas empresas en forma ocasional. Así, al definir las situaciones específicas en que se pueden dar en el contrato de puesta a disposición de trabajadores se señala en la letra c) del artículo respectivo “proyectos nuevos y específicos de la usuaria, tales como la construcción de nuevas instalaciones…”. Pues bien la actividad de 99 la construcción ha sido desde siempre de aquellas características de la subcontratación y no de la puesta a disposición de trabajadores. Otro tanto ocurre con la letra f) del mismo artículo al hablar de “trabajos… tales como reparaciones en las instalaciones y servicios de la usuaria”. Por nuestra parte entendemos por subcontratación la celebración de un acto jurídico que tenga por objeto encargar la ejecución de obras, faenas o servicios en que exista una subordinación con el contratista de esa obra, faena o servicio. En lo que respecta a la provisión de personal, en nuestro concepto, el trabajador se obliga a ejecutar labores para una usuaria bajo subordinación principal de esta última. Ahora bien, concretamente la ley parte tratando esta materia, con las siguientes definiciones en el art. 183 F: a. Empresa de Servicios Transitorios: toda persona jurídica, inscrita en el registro respectivo, que tenga por objeto social exclusivo poner a disposición de terceros denominados para estos efectos empresas usuarias, trabajadores para cumplir en éstas últimas, tareas de carácter transitorio u ocasional, como asimismo su selección y capacitación. Por la vía del veto presidencial, el giro de estas empresas se debiera ampliar a la formación de los trabajadores. b. Usuaria: toda persona natural o jurídica que contrata con una empresa de servicios temporarios, la puesta a disposición de trabajadores para realizar labores o tareas transitorias u ocasionales, cuando concurra alguna de las circunstancias enumeradas en el artículo 183-Ñ. 100 c. Trabajador de Servicios Temporarios: todo aquél que ha convenido un contrato de trabajo con una empresa de servicios temporarios para ser puesto a disposición de una o más usuarias de aquélla, de acuerdo a las disposiciones de este Párrafo 2º. 5.3.2. Empresas de servicios temporarios 5.3.2.1. La ley ha establecido los siguientes requisitos que deben cumplir las empresas de servicios temporarios: a. No podrán ser matrices, filiales, coligadas, relacionadas ni tener interés directo o indirecto, participación o relación societaria de ningún tipo, con empresas usuarias que contraten sus servicios. El incumplimiento de este requisito se sancionará con su cancelación en el Registro de Empresas de Servicios Transitorios y con una multa a la usuaria de 10 unidades tributarias mensuales por cada trabajador contratado, mediante resolución fundada del Director del Trabajo. (art. 183 I). Esta resolución es reclamable dentro del plazo de 5 días ante la Corte de Apelaciones; b. Deberán inscribirse en un registro especial y público que al efecto llevará la Dirección del Trabajo. Al solicitar su inscripción en tal registro, la empresa respectiva deberá acompañar los antecedentes que acrediten su personalidad jurídica, su objeto social y la individualización de sus representantes legales. Su nombre o razón social deberá incluir la expresión “Empresa de Servicios Temporarios” o la sigla “EST”. Inmediatamente después de practicada la inscripción y antes de empezar a operar, la empresa 101 deberá constituir la garantía a que se refiere la letra siguiente. (art. 183 K); y c. Deberá constituir una garantía permanente a nombre de la Dirección del Trabajo, cuyo monto será de 250 unidades de fomento, aumentada en una unidad de fomento por cada trabajador transitorio adicional contratado por sobre 100 trabajadores; 0,7 unidad de fomento por cada trabajador transitorio contratado por sobre 150 trabajadores, y 0,3 unidad de fomento por cada trabajador transitorio contratado por sobre 200. El monto de la garantía se ajustará cada doce meses, considerando el número de trabajadores transitorios que se encuentren contratados en dicho momento. 5.3.2.2. Características de la garantía permanente La forma de constitución de esta garantía podrá ser a través de una boleta de garantía u otro instrumento de similar liquidez, a nombre de la Dirección del Trabajo y tener un plazo de vencimiento no inferior a 120 días, y será devuelta dentro de los 10 días siguientes a la presentación de la nueva boleta o instrumento de garantía. El objeto de la garantía será para responder por las obligaciones legales y contractuales de la empresa con sus trabajadores transitorios, devengadas con motivo de los servicios prestados por éstos en las empresas usuarias, y luego las multas que se le apliquen por infracción a las normas de este Código. La garantía está destinada sólo para el cumplimiento de las obligaciones que emanen en virtud de la ley, siendo inembargable por terceros acreedores de la empresa. En todo caso, para hacer efectiva esta garantía a 102 objeto de pagar remuneraciones y/o cotizaciones, se requiere de uno cualquiera de los siguientes instrumentos: Sentencia ejecutoriada que así lo ordene; o Acta suscrita ante el Inspector del Trabajo en que se reconozca la deuda de dichas remuneraciones; En ambos casos se requerirá de una resolución del Director del Trabajo que ordene los pagos a quien corresponda. La garantía será devuelta a la empresa sólo en caso de que ante el término de la empresa de servicios transitorios, se acredite ante el Director del Trabajo el cumplimiento de las obligaciones laborales de origen legal o contractual y de seguridad social pertinentes. El plazo de la devolución será de seis meses contados desde el término de la empresa. La constitución de la garantía ha sido objeto de un protocolo de acuerdo en el Senado, conforme al cual vía veto presidencial, se rebajarán las garantías exigidas a las empresas de servicios temporarios. 5.3.2.3. Sanción al incumplimiento de los requisitos para la constitución de una empresa de servicios temporarios. Toda persona natural o jurídica que actúe como empresa de servicios temporarios sin ajustar su constitución y funcionamiento a las exigencias establecidas en la ley, será sancionada con una multa a beneficio fiscal de ochenta a quinientas unidades tributarias mensuales, aplicada mediante resolución fundada del Director del Trabajo, la que será reclamable ante el Juzgado del Trabajo competente, dentro de quinto día de notificada. (art. 183 L) 103 5.3.2.4. Sanción especial a empresas que utilicen servicios de intermediarios agrícolas no inscritas de acuerdo a las normas del Código del Trabajo Las empresas que utilicen servicios de intermediarios agrícolas o de empresas contratistas no inscritas en la forma que señala el inciso precedente, serán sancionadas con multa a beneficio fiscal de conformidad a lo dispuesto en el artículo 477. Cuando los servicios prestados se limiten sólo a la intermediación de trabajadores a una faena, se entenderá que dichos trabajadores son dependientes del dueño de la obra, empresa o faena. 5.3.2.5. Cancelación de la inscripción del registro de una empresa de servicios temporarios Esta es una facultad del Director del Trabajo, quien por resolución fundada podrá ejercerla en los siguientes casos: Por incumplimientos reiterados y graves de la legislación laboral o previsional, o Por quiebra de la empresa de servicios temporarios, salvo que se decrete la continuidad de su giro. La propia ley ha señalado qué se entiende por infracciones reiteradas, las que consisten en la aplicación de tres o más sanciones por la autoridad administrativa o judicial, como consecuencia del incumplimiento de una o más obligaciones legales, en el plazo de un año. Asimismo ha señalado el concepto de gravedad del incumplimiento, las que consistirán en todas aquellas infracciones que, atendidos la materia involucrada y el número de trabajadores afectados, perjudiquen 104 notablemente el ejercicio de los derechos establecidos en las leyes laborales, especialmente las infracciones a las normas contenidas en los Capítulos II, V y VI del Título I del LIBRO I de este Código, como asimismo las cometidas a las normas del Título II del LIBRO II del mismo texto legal. 5.3.3. Contrato de puesta a disposición de trabajadores 5.3.3.1. Formalidades y requisitos del contrato Este es el contrato que debe celebrar la empresa de servicios temporarios con una usuaria, el cual debe cumplir con los siguientes requisitos (art. 183 N): Debe constar por escrito; Debe indicar la causal invocada para la contratación de servicios temporarios de conformidad con la ley; Debe indicar los puestos de trabajo para los cuales se realiza; Debe indicar la duración de la contratación de los servicios; Debe indicar el precio convenido; Debe señalar si los trabajadores puestos a disposición tendrán o no derecho, durante la vigencia de dicho contrato, a la utilización de transporte e instalaciones colectivas que existan en la usuaria; La individualización de las partes deberá hacerse con indicación del nombre, domicilio y número de cédula de identidad o rol único tributario de los contratantes. En el caso de personas jurídicas, se deberá, además, 105 individualizar al o los representantes legales. La escrituración del contrato de puesta a disposición de trabajadores de servicios temporarios deberá suscribirse dentro de los cinco días siguientes a la incorporación del trabajador. Cuando la duración del mismo sea inferior a cinco días, la escrituración deberá hacerse dentro de los dos días de iniciada la prestación de servicios. Sanción a la falta de escrituración del contrato: El trabajador se considerará como dependiente de la usuaria, vínculo que se regirá por las normas de la legislación laboral común, sin perjuicio de las demás sanciones que correspondiera aplicar conforme a la ley. 5.3.3.2. Casos en los cuales se puede celebrar un contrato de puesta a disposición de trabajadores Estos casos corresponden a los únicos que la ley permite para celebrar un contrato de puesta a disposición de trabajadores, los cuales se encuentran referidos exclusivamente a situaciones que se puedan presentar en la empresa usuaria. Estos casos son los siguientes (art. 183 Ñ): a. Suspensión del contrato de trabajo o de la obligación de prestar servicios, según corresponda, de uno o más trabajadores de la usuaria por licencias médicas, descansos de maternidad o feriados; b. Eventos extraordinarios de la usuaria, tales como la organización de congresos, conferencias, ferias, exposiciones u otros de similar naturaleza; c. Proyectos nuevos y específicos de la usuaria, tales como la construcción de nuevas instalaciones, la ampliación de las ya existentes o expansión a nuevos mercados; 106 d. Período de inicio de actividades en empresas usuarias nuevas; e. Aumentos ocasionales, sean o no periódicos, o extraordinarios de actividad en una determinada sección, faena o establecimiento de la usuaria; o f. Trabajos urgentes, precisos e impostergables que requieran una ejecución inmediata, tales como reparaciones en las instalaciones y servicios de la usuaria. 5.3.3.3. Plazo del contrato de puesta a disposición de trabajadores El plazo del contrato de puesta a disposición de trabajadores de servicios temporarios deberá ajustarse a las siguientes normas (art. 183-O): En el caso señalado en la letra a) del párrafo anterior, la puesta a disposición del trabajador podrá cubrir el tiempo de duración de la ausencia del trabajador reemplazado, por la suspensión del contrato o de la obligación de prestar servicios, según sea el caso; En los casos señalados en las letras b) y e) del párrafo anterior, el contrato de trabajo para prestar servicios en una misma usuaria no podrá exceder de 90 días. En el caso de las letras c) y d), dicho plazo será de 180 días, no siendo ambos casos susceptibles de renovación. Sin embargo, si al tiempo de la terminación del contrato de trabajo subsisten las circunstancias que motivaron su celebración, se podrá prorrogar el contrato hasta completar los 90 ó 180 días en su caso; En el caso de los trabajadores con discapacidad, el plazo 107 máximo de duración del contrato de puesta a disposición de trabajadores de servicios temporarios será de seis meses renovables (art. 183-AC) 5.3.3.4. Casos en los que se prohíbe celebrar contratos de puesta a disposición de trabajadores No se podrá contratar la puesta a disposición de trabajadores de servicios temporarios, en los siguientes casos (art. 183-P): Para realizar tareas en las cuales se tenga la facultad de representar a la usuaria, tales como los gerentes, subgerentes, agentes o apoderados; Para reemplazar a trabajadores que han declarado la huelga legal en el respectivo proceso de negociación colectiva; o Para ceder trabajadores a otras empresas de servicios temporarios. Sanción a la celebración de contratos de puesta a disposición de trabajadores en los casos prohibidos: El trabajador se considerará como dependiente de la usuaria, vínculo que se regirá por las normas de la legislación laboral común. Además, la usuaria será sancionada administrativamente por la Inspección del Trabajo respectiva, con una multa equivalente a 10 unidades tributarias mensuales por cada trabajador contratado. El trabajador que preste servicios en virtud de un contrato de puesta a disposición de trabajadores siempre tendrá la opción de ser contratado finalmente por la usuaria, ya que será nula la cláusula del contrato de puesta a disposición de trabajadores de servicios temporarios que prohíba la 108 contratación del trabajador por la usuaria a la finalización de dicho contrato (art. 183 Q). 5.3.3.5. Obligación de capacitación de las empresas de servicios temporarios (art. 183-AD) Las empresas de servicios temporarios estarán obligadas a proporcionar capacitación cada año calendario, al menos al 10% de los trabajadores que pongan a disposición en el mismo período, a través de alguno de los mecanismos previstos en el Párrafo 4º del Título I de la ley Nº 19.518. 5.3.4. Del contrato de trabajo de Servicios Temporarios 5.3.4.1. Definición legal El contrato de trabajo de servicios temporarios es una convención en virtud de la cual un trabajador y una empresa de servicios temporarios se obligan recíprocamente, aquél a ejecutar labores específicas para una usuaria de dicha empresa, y ésta a pagar la remuneración determinada por el tiempo servido. (art. 183 R) 5.3.4.2. Formalidades y requisitos del contrato de trabajo de servicios temporarios. El contrato de trabajo de servicios temporarios deberá: Celebrarse por escrito; Contener, a lo menos, las menciones exigidas por el artículo 10 del Código del Trabajo; Escriturarse dentro de los cinco días siguientes a la incorporación del trabajador. Cuando la duración del mismo sea inferior a cinco días, la escrituración deberá hacerse dentro de dos días de iniciada la 109 prestación de servicios. Enviarse una copia a la usuaria a la que el trabajador prestará servicios. 5.3.4.3. Prohibiciones y Sanciones Se prohíbe a la empresa de servicios temporarios exigir o efectuar cobro de ninguna naturaleza al trabajador, ya sea por concepto de capacitación o de su puesta a disposición en una usuaria (art. 183 S); En caso de que el trabajador continúe prestando servicios después de expirado el plazo de su contrato de trabajo, éste se transformará en uno de plazo indefinido, pasando la usuaria a ser su empleador y contándose la antigüedad del trabajador, para todos los efectos legales, desde la fecha del inicio de la prestación de servicios a la usuaria (art. 183-T); Los contratos de trabajo celebrados en supuestos distintos a aquéllos que justifican la contratación de servicios temporarios, o que tengan por objeto encubrir una relación de trabajo de carácter permanente con la usuaria, se entenderán celebrados en fraude a la ley. En consecuencia, el trabajador se considerará como dependiente de la usuaria, vínculo que se regirá por las normas de la legislación laboral común, sin perjuicio de las demás sanciones que correspondan (art. 183-U). 5.3.4.4. Registro de asistencia del trabajador (art. 183 W) El registro de asistencia deberá ser controlado por la usuaria, debiendo poner a disposición de la empresa de servicios temporarios copia del registro respectivo. 110 En el registro se indicará, a lo menos, el nombre y apellido del trabajador de servicios temporarios, nombre o razón social y domicilio de la empresa de servicios temporarios y de la usuaria, y diariamente las horas de ingreso y salida del trabajador. 5.3.4.5. Facultad de dirección de la usuaria sobre el trabajador puesto a su disposición por la empresa de servicios temporarios (art. 183-X) La usuaria tendrá la facultad de organizar y dirigir el trabajo, pero limitado al ámbito de las funciones para las cuales el trabajador fue puesto a su disposición por la empresa de servicios temporarios. Además, el trabajador de servicios temporarios quedará sujeto al reglamento de orden, seguridad e higiene de la usuaria, el que deberá ser puesto en su conocimiento mediante la entrega de un ejemplar impreso, en conformidad a lo dispuesto en el inciso segundo del artículo 156 de este Código. Límites al poder de dirección de la usuaria: La usuaria deberá cumplir íntegramente con las condiciones convenidas entre el trabajador y la empresa de servicios temporarios relativas a la prestación de los servicios, tales como duración de la jornada de trabajo, descansos diarios y semanales, naturaleza de los servicios y lugar de prestación de los mismos; El respeto a las garantías constitucionales de los trabajadores, en especial cuando pudieran afectar la intimidad, la vida privada o la honra de éstos; La usuaria deberá mantener reserva de toda la información 111 y datos privados del trabajador a que tenga acceso con ocasión de la relación laboral. 5.3.4.6. Indemnizaciones por feriado legal (art. 183 V) El trabajador de servicios temporarios que haya prestado servicios, continua o discontinuamente, en virtud de uno o más contratos de trabajo celebrados con una misma empresa de servicios temporarios, durante a lo menos 30 días en los doce meses siguientes a la fecha del primer contrato, tendrá derecho a una indemnización compensatoria del feriado. Por cada nuevo período de doce meses contado desde que se devengó la última compensación del feriado, el trabajador de servicios temporarios tendrá derecho a ésta. La indemnización será equivalente a la remuneración íntegra de los días de feriado que proporcionalmente le correspondan al trabajador según los días trabajados en la respectiva anualidad. La remuneración se determinará considerando el promedio de lo devengado por el trabajador durante los últimos 90 días efectivamente trabajados. Si el trabajador hubiera trabajado menos de 90 días en la respectiva anualidad, se considerará la remuneración de los días efectivamente trabajados para la determinación de la remuneración. 5.3.4.7. Indemnizaciones por término de contrato y gratificaciones de trabajadores puestos a disposición por empresas de servicios transitorios De acuerdo a la ley, estos conceptos deben ser incluidos en la remuneración convenida, como asimismo cualquier otro concepto que se devengue en proporción al tiempo servido, salvo la compensación del feriado (art. 183 Z) 112 5.3.5. Sanción a las usuarias que contraten trabajadores de servicios temporarios por intermedio de empresas no inscritas en el registro de la Dirección del Trabajo El trabajador se considerará como dependiente de la usuaria, vínculo que se regirá por las normas de la legislación laboral común. Además, la usuaria será sancionada administrativamente por la Inspección del Trabajo respectiva, con una multa equivalente a 10 unidades tributarias mensuales por cada trabajador contratado. (art. 183 AA) 5.3.6. Subsidiariedad de las empresas usuarias (artículo 183-AB) La usuaria será subsidiariamente responsable de las obligaciones laborales y previsionales que afecten a las empresas de servicios transitorios a favor de los trabajadores de éstas. 5.3.7. Obligaciones de las usuarias en relación a la Higiene y Seguridad La usuaria será la obligada directa en el cumplimiento de: Las normas referidas a la higiene y seguridad en el trabajo; Las disposiciones legales y reglamentarias relativas al Seguro Social contra Riesgos de Accidentes del Trabajo y Enfermedades Profesionales de la ley Nº 16.744; Las medidas de prevención de riesgos que deba adoptar respecto de sus trabajadores permanentes. Asimismo, deberá observar lo dispuesto en el inciso tercero del artículo 66 bis de la ley Nº 16.744; 113 Denunciar inmediatamente al organismo administrador al que se encuentra afiliada o adherida la respectiva empresa de servicios transitorios, la ocurrencia de cualquiera de los hechos indicados en la norma legal antes citada. Al mismo tiempo, deberá notificar el siniestro a la empresa de servicios transitorios; Pagar las indemnizaciones a que se refiere el artículo 69 de la ley Nº 16.744. Sin perjuicio de lo anterior, la empresa de servicios transitorios deberá constatar que el estado de salud del trabajador sea compatible con la actividad específica que desempeñará. 5.3.8. Fuero Maternal de trabajadoras puestos a disposición por empresas de servicios transitorios (art. 183-AE) Estas trabajadoras gozarán del fuero maternal señalado en el inciso primero del artículo 201 del Código del Trabajo, cesando éste de pleno derecho al término de los servicios en la usuaria. Si por alguna de las causales que establece el presente Párrafo se determinare que la trabajadora es dependiente de la usuaria, el fuero maternal se extenderá por todo el período que corresponda, conforme a las reglas generales del Código del Trabajo. 114 5.4. Funciones de la Dirección del Trabajo en relación a la subcontratación y al trabajo en Empresas de Servicios Temporarios. 5.4.1. En relación a la subcontratación a. Emitir certificados que acrediten el monto y estado de cumplimiento de las obligaciones laborales y previsionales que correspondan a los contratistas respecto de sus trabajadores, como asimismo de los trabajadores de los subcontratistas. b. La Dirección del Trabajo deberá poner en conocimiento del mandante las infracciones a la legislación laboral y previsional que se constaten en las fiscalizaciones que se practiquen a sus contratistas o subcontratistas. Igual obligación tendrá para con los contratistas, respecto de sus subcontratistas. 5.4.2. En relación al trabajo en empresas de servicios temporarios a. Revisar los contenidos del Contrato de Servicios Temporarios o puesta a disposición, entre ambas empresas, a fin de fiscalizar los supuestos que habilitan la celebración de un contrato de trabajo de servicios temporarios. Esta facultad es inconstitucional, ya que significa interpretar cláusulas contractuales, porque implica la ponderación de antecedentes de hecho cuyo conocimiento está entregado a los tribunales de justicia, tal como lo han 115 declarado numerosos fallos de la Sala Constitucional de la Excma. Corte Suprema, entre otros. La resolución de los conflictos entre partes es privativa de los tribunales de justicia, los que deciden conforme a las normas de un debido proceso (bilateralidad de la audiencia, prueba, observaciones a la prueba, sentencia, revisión por tribunales superiores, etc.). En todo caso, esta facultad está limitada sólo a lo referido a los contrato de puesta a disposición de trabajadores y los contratos de trabajo de servicios temporarios, motivo por el cual la Dirección del Trabajo se encuentra inhabilitada para interpretar contratos de prestación de servicios o subcontratación. b. Fiscalizar el cumplimiento de las normas del trabajo en empresas de servicios temporarios en el o los lugares de la prestación de los servicios, como en la empresa de servicios temporarios. c. Cancelar inscripción en el Registro de Empresas de Servicios Transitorios de aquellas empresas que incurran en infracciones relativas a la relación entre empresas de servicios temporarios y usuarias que sean matrices, filiales, coligadas, relacionadas, que tengan interés directo o indirecto o que tengan participación societaria de algún tipo. Para ello se requiere una resolución fundada del Director del Trabajo, la cual además podrá aplicar una multa a la usuaria de 10 unidades tributarias mensuales por cada trabajador contratado. d. Recibir y calificar la garantía que debe constituir la empresa de servicios transitorios. e. Dictar resoluciones que ordene hacer efectiva la garantía en 116 cumplimiento de la ley o bien devolverla en caso de término de la empresa; f. Llevar un registro público especial de las empresas de servicios temporarios, pudiendo efectuar observaciones a la inscripción; g. Sancionar con multas de 80 a 500 UTM a las personas naturales o jurídicas que actúe como empresa de servicios temporarios sin ajustar su constitución y funcionamiento a las exigencias de la ley; h. Ordenar mediante resolución fundada la cancelación de la inscripción del registro de una empresa de servicios temporarios; i. Verificar el cumplimiento por parte de las empresas de servicios temporarios de la obligación de capacitación cada año calendario de al menos el 10% de los trabajadores que pongan a disposición en el mismo período; j. Poner en conocimiento del respectivo Organismo Administrador de la ley Nº 16.744, todas aquellas infracciones o deficiencias en materia de higiene y seguridad, que se constaten en las fiscalizaciones que se practiquen a las empresas. k. Autorizar a empresas de veinticinco trabajadores o menos, a su solicitud, y sólo por una vez en el año, la sustitución de la multa impuesta por infracción a normas de higiene y seguridad, por la incorporación en un programa de asistencia al cumplimiento, en el que se acredite la corrección de la o las infracciones que dieron origen a la sanción y la puesta en marcha de un sistema de gestión de seguridad y salud en el trabajo. Dicho programa deberá implementarse con la asistencia técnica del Organismo Administrador de la ley Nº 16.744, al que se encuentre afiliada o adherida la empresa infractora y deberá ser presentado para su aprobación por la 117 Dirección del Trabajo, debiendo mantenerse permanentemente a su disposición en los lugares de trabajo. 5.5. Normas especiales sobre accidentes del trabajo y enfermedades profesionales Adicionalmente a la ley, se modificó la Ley 16.744 sobre accidentes del trabajo y enfermedades profesionales, agregando el artículo 66 bis y agregando tres incisos nuevos al artículo 76, según se señala a continuación. 5.5.1. Obligación de los empleadores que contraten con otros la realización de una obra, faena o servicio propio del giro (art. 66 bis) Esta obligación consiste en vigilar el cumplimiento por parte de los contratistas o subcontratistas de la normativa relativa a higiene y seguridad, debiendo para ello implementar un sistema de gestión de la seguridad y salud en el trabajo para todos los trabajadores involucrados, cualquiera que sea su dependencia, cuando en su conjunto agrupen a más de 50 trabajadores. Para la implementación de este sistema de gestión, el mandante deberá confeccionar un reglamento especial para empresas contratistas y subcontratistas, en el que se establezca como mínimo las acciones de coordinación entre los distintos empleadores de las actividades preventivas, a fin de garantizar a todos los trabajadores condiciones de higiene y seguridad adecuadas. Asimismo, se contemplarán en dicho reglamento los mecanismos para verificar su cumplimiento por parte de la empresa mandante y las sanciones aplicables. 118 Asimismo, corresponderá al mandante, velar por la constitución y funcionamiento de un Comité Paritario de Higiene y Seguridad y un Departamento de Prevención de Riesgos para tales faenas, aplicándose a su respecto para calcular el número de trabajadores exigidos por los incisos primero y cuarto, del artículo 66, respectivamente, la totalidad de los trabajadores que prestan servicios en un mismo lugar de trabajo, cualquiera sea su dependencia. Los requisitos para la constitución y funcionamiento de los mismos serán determinados por el reglamento que dictará el Ministerio del Trabajo y Previsión Social. 5.5.2. Obligaciones del dueño de la faena ante la ocurrencia de un accidente fatal y grave (art. 76) En caso de accidentes del trabajo fatales y graves, el empleador deberá informar inmediatamente a la Inspección del Trabajo y a la Secretaría Regional Ministerial de Salud que corresponda, acerca de la ocurrencia de cualquiera de estos hechos. Corresponderá a la Superintendencia de Seguridad Social impartir las instrucciones sobre la forma en que deberá cumplirse esta obligación. En estos mismos casos el empleador deberá suspender de forma inmediata las faenas afectadas y, de ser necesario, permitir a los trabajadores la evacuación del lugar de trabajo. La reanudación de faenas sólo podrá efectuarse cuando, previa fiscalización del organismo fiscalizador, se verifique que se han subsanado las deficiencias constatadas. 119 Las infracciones a lo dispuesto precedentemente serán sancionadas con multa a beneficio fiscal de cincuenta a ciento cincuenta unidades tributarias mensuales, las que serán aplicadas por los servicios fiscalizadores. 120 CONCLUSIONES Las razones o causas del surgimiento de las Empresas de Trabajo Temporal no se encuentran claramente establecidas. Si bien existen numerosos opiniones, están son muy variadas, e incluso contradictorias. Por un lado encontramos a aquellos que otorgan un carácter netamente fraudulento a este tipo de empresa, señalando que su único propósito sería el de eludir la normativa sobre colocación y acceso al empleo, como también el de sacrificar los derechos de los trabajadores en pos de un beneficio económico, eludir la aplicación de normativas sectoriales, y finalmente, sobretodo, para eludir las cargas y responsabilidades que el ordenamiento jurídico laboral impone al empleador. Por otro parte, encontramos a aquellos que apoyan las causas positivas del surgimiento de estas empresas, señalando que estas nacen por la necesidad en que se encuentran las empresas utilizadoras de mano de obra , de contar con ella de forma rápida y eficaz, en un mundo donde esta escasea, el hecho de hacer ejecutar ciertos trabajos por períodos limitados sin tener para ello que recurrir a la contratación de personal, como por ejemplo, en épocas de gran demanda de productos o recarga de trabajo, o por ausencia por enfermedad u otro motivo de algún trabajador permanente en la empresa, como también para verse liberados de todas las cargas y formalidades relacionadas con la contratación de personal. A pesar de las opiniones tan extremas, mencionadas anteriormente, se ha llegado a un consenso en la materia, el cual, si bien, justifica la necesidad 121 existencia de las Empresas de Trabajo Temporal, como consecuencia del modelo económico actual, que fomenta cada vez la competitividad, como resultado del cambio social de la década de los 60, que fue lo que dio origen a las ETT, tiene presente la necesidad de su regulación de modo de proteger los derechos básicos de los trabajadores. Es importante tener en cuenta, que las Empresas de Trabajo Temporal, son organizaciones totalmente diferentes a aquellas que tienen por objeto la colocación de personal, como las agencias de empleo. Si bien, La Asociación de las Empresas de Trabajo Temporal (AGETT) ha dado una definición de lo que debe entenderse por estas, aún existen legislaciones que las confunden con las agencias de colocación de personal. Por lo tanto, se debe tener en cuenta que, para que exista una ETT se deben cumplir ciertos y específicos requisitos, que las diferencian de las ya antes mencionadas, como también de otras con conceptos similares, requisitos que hemos detallado a lo largo de este trabajo. En un comienzo, América Latina se oponía al surgimiento de las ETT, prohibiendo su constitución y practica en casi todas las legislaciones. Esta prohibición cambió producto del Convenio número 96 de la Organización Internacional del Trabajo, sobre agencias de colocación, por lo que a partir de la década de los 90, las Empresas de Trabajo Temporal comenzaron, lentamente a ganar legitimidad, convirtiéndose en un instrumento importante a la hora de buscar formas de flexibilizar las relaciones laborales. En nuestro trabajo tomamos como referente, a la hora de analizar la situación Latinoamericana, a Argentina, Colombia y Uruguay. 122 Posteriormente dedicamos un capitulo completo al análisis de nuestra nueva legislación, situación que nos referiremos más adelante. En el caso de Argentina y Colombia, las Empresas de Trabajo Temporal comienzan a partir de la década de los 90, y su tratamiento es bastante similar en ambas. Principalmente son legislaciones protectoras del trabajo temporal, pero otorgando un gran poder de control a la administración pública laboral. Su marco normativo está limitado por Ley, la que establece su modo de actuación y requisitos y condiciones que deben cumplir para operar legítimamente en el mercado. A su vez, este marco normativo está complementado por decretos reglamentarios. La diferencia entre ambos ordenamientos radica en la determinación del empleador, toda vez que la legislación colombiana se estructura sobre la base de centrar todas las responsabilidades en las ETT, mientras que la legislación Argentina establece una responsabilidad solidaria entre la empresa usuaria y la ETT. El caso de Uruguay es radicalmente diferente, ya que en este caso nos encontramos ante una legislación invisible, no existe un marco normativo que regule a las ETT, y estas solo operan por medio de leyes generales de poca eficacia práctica, por lo que carece de solución legal para los problemas que plantean este tipo de empresas, como es la determinación del empleador y responsabilidad de la empresa. Si bien en Uruguay no existe una normativa especifica, como en el caso de Argentina y Colombia, estos tres ordenamientos tienen algo en común, los cuales, proponen como método de protección a los temporales, la igualdad de derechos con los trabajadores permanentes de las empresas usuarias. 123 Posteriormente, en nuestro trabajo, nos trasladamos al continente Europeo, donde se pueden apreciar una gran diversidad de legislaciones, existiendo diferencias significativas entre ellas, donde por un lado encontramos la legalidad y por otro la más rotunda prohibición. Sin embargo, estos países cuentan con una gran organización, como es la Comunidad Europea, donde la gran mayoría de los estados miembros se han puesto de acuerdo, y han optado por legalizar el trabajo temporal como una actividad empresarial lícita, donde se ha establecido una normativa específica, muy detallada, y estableciendo restricciones y limitaciones, de modo de controlar sus operaciones y las condiciones laborales de los trabajadores temporales, cuidando de respetar sus derechos. La Organización Internacional del Trabajo, tomando en consideración el principio general consagrado en el articulo 427 de Tratado de Versalles, en el que se consagra: “el principio fundamental del Derecho de Trabajo consiste en que el trabajo no debe considerarse como una mercancía o artículo de comercio”, postula, como labor fundamental de esta organización la protección del trabajador temporal contra la explotación que puede producir la existencia de intermediarios privados en el mercado laboral, los que podrían tener como único propósito una actividad lucrativa, con visión empresarial, y por otro lado garantiza el papel del Estado asumiendo su rol protector, garantizando el empleo, el cual debe quedar sujeto a control directo del estado, garantizando eficacia en la contratación de personal. Esta legalización trae como gran beneficio, que al legalizarlas las regula y protege a los trabajadores, situación que no ocurriría al 124 prohibirlas, ya que estas operarían igual, de forma, sin control alguno respecto de los derechos de los trabajadores. Las ETT en los países Europeos las podemos clasificar en tres modelos a saber: uno esencialmente rígido, donde encontramos a la legislación alemana e italiana, donde se controla cada paso de las empresas de trabajo temporal, quienes deben contar con autorizaciones para operar en el mercado, un modelo intermedio, como la francesa, donde no es necesario contar con una autorización para operar como ETT, solo basta con dar cuenta de su existencia a la autoridad administrativa, y finalmente, el modelo flexible, donde encontramos varios países anglosajones, en donde estas operar libremente sin limitación o control alguno en cuanto a su existencia. En lo que respecta a nuestra legislación, nos encontramos que rescata principios similares a las legislaciones de Colombia y Argentina, estableciendo cierto control sobre estas empresas, incluso podría decirse que es un ordenamiento o modelo un poco más rígido, al entregar a las autoridades públicas laborales, como la Dirección del Trabajo, mayor control, todo con el objeto de resguardar en forma cabal e integra los derechos de los trabajadores temporales. El proyecto de ley se refiere, en grandes líneas y en forma separada, a dos materias: el trabajo en régimen de subcontratación y el trabajo en empresas de servicios temporarios. Es importante resaltar la similitud con la legislación Argentina, en el sentido de establecer una responsabilidad solidaria entre ambas empresas. Para finalizar, debemos destacar el papel de los contratos colectivos, en el surgimiento de las ETT, ya que en los países que carecían de 125 reglamentación, o que si bien, había pero con innumerables vacíos legales, estos las reglamentaron y llenaron aquellos vacíos, resguardando los derechos de los trabajadores, de manera que contaran con igualdad de trato frente a los trabajadores permanentes. Podemos concluir, que la materia en estudio se presenta como una nueva forma legislativa, desarrollada fundamentalmente por escenarios de facto, que han presionado su positivización, marcada por presiones de flexibilización, pero que en la mayoría de los casos han logrado evitar la clandestinización del suministro de trabajadores, bajo el amparo de fiscalizaciones y garantías que han posibilitado el respeto y cumplimiento de prestaciones laborales y de seguridad social. 126 BIBLIOGRAFÍA AMEGLIO, EDUARDO J., “La regulación de las empresas de empleo temporal en Argentina, Colombia y Uruguay, Edit. Jurídica Amalio M. Fernández, Uruguay, Montevideo 2001 DIRECCION DEL TRABAJO, “El otro trabajo: El suministro de personas en las empresas”, Cuaderno de Investigación Número 7, Departamento de Estudios. 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