3.1. Derecho Civil - Asociación de Escribanos del Uruguay

Anuncio
Derecho Civil. — Rev. ABU, vol 79, n9 1-6, p. 85-122 (ene/jun.. 1993)
3.1. Derecho Civil
3.1.1. DISOLUCIÓN DE LA SOCIEDAD CONYUGAL. CAPITULACIONES MATRIMONIALES.
PUBLICIDAD REGISTRAL.
La falta de inscripción en Uruguay de las capitulaciones matrimoniales otorgadas
en Cuba no afecta la titulación por cuanto el tercero (en el caso el Banco Hipotecario
del Uruguay) tiene conocimiento directo de la situación.
CONSULTA
I. Antecedentes.
1.E1 bien padrón... de M. fue adquirido el 7
de octubre de 1965 por S.A.O. de B., de naciona­
lidad cubana, casada en primeras nupcias en La
Habana, el 27 de abril de 1956 con E.H.P.B.,
francés, bajo el régimen de separación absoluta
de bienes, según capitulaciones matrimoniales
otorgadas en La Habana el 20 de abril de 1956 en
escritura autorizada por el Notario P.S. y R.
Los datos precedentemente referidos fue­
ron consignados por la autorizante, en la compa­
recencia de la escritura y no se efectuó ningún
control en las constancias.
2. El 23 de abril de 1971, SAO. de B., viuda
de sus únicas nupcias con E.H.P.B. promete en
venta el bien, promesa que fue inscripta en el
Registro General de Inhibiciones, Sección Pro­
mesas el día 30 de abril de 1971.
3. El 7 de marzo de 1974 S.A.O. de B., en
igual estado civil enajena el bien por título com­
praventa y modo tradición, en cumplimiento de
la promesa precedentemente relacionada. En la
constancia C) de la escritura se consigna que:
"Este bien pertenece a la vendedora por compra
que hizo el... siendo casada con E.H.B. y separa­
da de bienes por capitulaciones matrimoniales,
siendo bien propio".
4. Posteriormente, el 22 de febrero de 1978
se enajena por título compravente y modo tradi­
ción y, finalmente, el 14 de febrero de 1991, por
igual título y modo, lo adquiere la Cooperativa
de Vivienda E., escritura autorizada por la sus­
crita.
5. Ingresada la carpeta en el Banco Hipote­
cario del Uruguay es observada por las capitula­
ciones matrimoniales. _____
La Escribana que tuvo a su cargo el estudio
de la documentación me solicita tener a la vista
las capitulaciones matrimoniales, a cuyos efec­
tos bastaba con recibirlas por fax, ante la dificul­
tad de que la señora B. actualmente está en
Miami, EE.UU.
6. Luego de varios contactos telefónicos lo­
gro finalmente que la señora B. acceda a enviar­
me una fotocopia del único documento que con­
servó, después del fallecimiento de su esposo, y
en consecuencia recibo fotocopia de una traduc­
ción al francés de las capitulaciones matrimo­
niales efectuadas por Traductor Público en
Niza, donde residieron después de su alejamien­
to definitivo de Cuba y previamente a su esta­
blecimiento en Uruguay.
7. Presentada la fotocopia referida, traduci­
da por Traductor Público al castellano, donde
constan las capitulaciones matrimoniales, el
régimen pactado de separación absoluta, lugar y
fecha de otorgamiento y Escribano autorizante,
tal como fuera consignado por la Escribana au­
torizante en 1965, no hay acuerdo en el Banco y,
en consecuencia, me solicitan la inscripción de
las capitulaciones—cosa que con la documenta­
ción obtenida no es posible— y quien me exige,
como única posibilidad de levantar la observa­
ción, la tramitación de la sucesión de E.H.P.B.,
e incluir la mitad indivisa del bien, porque en­
tiende que al no haber sido inscriptas las capitu­
laciones, y por el hecho de que la inscripción sólo
surtiría efectos a partir de su ingreso al Registro,
considera que la naturaleza del bien fue dé
carácter ganancial.
n. Tal como surge de la documentación
agregada existe prueba suficiente de la existen­
cia de las capitulaciones matrimoniales, de que
las mismas fueron otorgadas de acuerdo a la ley
cubana, que en cuanto a requisitos prescribe su
86
otorgamiento por escritura pública y celebrada
con anterioridad al matrimonio; fue suscrita en
presencia de dos testigos y registrada en el Libro
de las Inscripciones del Registro Nacional de
Capitulaciones Matrimoniales.
HI. Las capitulaciones matrimoniales son
un negocio jurídico que entre los otorgantes
surte efectos desde su otorgamiento. La regis­
tration no es solemnidad de las mismas ni si­
quiera puede válidamente sostenerse que sea
publicidad constitutiva, sino meramente decla­
rativa.
En consecuencia, las capitulaciones no ins­
criptas son oponibles a las partes contratantes y
a sus respectivos herederos, quienes suceden al
causante en todos sus derechos y obligaciones,
por efecto de la saisine, art. 776 del Código Civil.
La inscripción en el Registro surte efectos
de publicidad, confiriéndole oponibilidad a los
terceros, pero las capitulaciones no registradas
igualmente pueden ser invocadas por los terce­
ros cuando sean conocidas por éstos (conf.: Vaz
Ferreira, Tratado de la Sociedad Conyugal,
Tomo I, pág. 170).
En lo que dice relación con las capitulacio­
nes matrimoniales celebradas en país extranje­
ro: "Parte de la doctrina ... considera racional
exigir ... las condiciones de publicidad exigidas
por la ley local (en el caso, por nuestra ley)... en
interés de los terceros... que ignoran un contrato
hecho en el extranjero"
Quienes sostienen la posición contraria,
dan: "... un argumento que creemos decisivo: que
tratándose de matrimonios que en cuanto a los
bienes se rigen por una ley extranjera, basta
haber realizado la publicidad exigida por dicha
ley en el lugar que según ella corresponda... Por
tales argumentos creemos en principio suficien­
te la publicidad realizada según la ley aplicable
al régimen matrimonial (ob. cit., pág. 90).
IV. Está probado, porque así surge de los
antecedentes dominiales, que las partes en los
contratos de compraventas y promesa tuvieron
efectivo conocimiento de las capitulaciones ma­
trimoniales y no pueden ser desconocidas por
éstos.
En efecto, el bien ha circulado en el mercado
inmobiliario desde que fuera prometido en
venta por la señora B. en 1971 hasta el presente
—habiendo transcurrido a la fecha 21 años— sin
REVISTA DE LA A.E.U. - T. 79 (1-6), 1993
haberse planteado ninguna cuestión al respecto,
tal como ha surgido de la información registrai
oportunamente solicitada.
V. La suscrita entiende que la solución del
Banco Hipotecario del Uruguay de considerar el
bien de carácter ganancial y, en consecuencia,
exigir la sucesión del causante señor B., además
de ser en los hechos prácticamente imposible, es
una solución por otra parte ilegal.
En efecto, ni las partes en las capitulaciones
matrimoniales ni los eventuales herederos del
causante (art. 776 del Código Civil) pueden de­
ducir ningún derecho sobre el bien, desde que
aquéllas les son oponibles.
Por otra parte los terceros que contrataron
con la señora B. tuvieron conocimiento de las
capitulaciones matrimoniales, como se despren­
de de las escrituras de 1965 y 1974, y de igual
forma, los que la sucedieron en sus derechos
sobre el bien, quienes tuvieron idéntico conoci­
miento de las capitulaciones matrimoniales
como si éstas hubieran sido inscriptas.
Finalmente no puedo incluir en la sucesión
del causante un bien que jamás estuvo en su
patrimonio.
VI. No obstante, de no compartirse los argu­
mentos antes expuestos, a nuestro juicio existen
otros dos elementos decisivos para no observar
la titulación.
El primero es que, de considerarse viciada
la titulación, se trataría de una nulidad relativa,
por lo que el transcurso del tiempo habría subsa­
nado el hipotético vicio. Según los antecedentes
antes señalados han transcurrido mucho más de
cuatro años, por lo que cualquier acción fundada
en la nulidad relativa, habría prescripto.
Y el segundo es que desde el primer negocio
jurídico dispositivo otorgado por la cónyuge se­
ñora B. han transcurrido más de 20 años, siendo
aplicable al caso el art. 1204 del Código Civil que
abrevia la prescripción treintenaria para el caso
en que exista justo título y buena fe, elementos
éstos que, sin duda, constan en los antecedentes.
Por todo lo expuesto, solicito se expidan con
respecto a:
Is) Si es correcto mi razonamiento, que el
bien con relación al causante y sus posibles
herederos no puede ser considerado de naturale-
87
CONSULTA
za ganancial, en cuyo mérito no es procedente el
trámite sucesorio para incluir en el hipotético
acervo hereditario un tien que jamás ingresó al
patrimonio del causante.
29) Si en atención a las circunstancias de
hecho referidas, v.g. otorgamiento de las capitu­
laciones matrimoniales, por cuya existencia no
fuera deducido ningún derecho en vida del
causante, ni puede serlo válidamente por sus
eventuales herederos y efectivo conocimiento de
quienes, por acto entre vivos, se sucedieron en el
bien, quienes contrataron en calidad de terceros
de buena fe con pleno conocimiento de la natura­
leza propia del bien respecto de la señora B.,
rigiendo en el caso los principios de buena fe,
finalismo y realidad, así como por las circuns­
tancias de derecho referidas podría ser conside­
rado título perfecto, siendo que en caso contrario
se sacaría del comercio de los hombres un bien
que ha circulado pacíficamente hasta el pre­
sente;-
INFORME DE LA COMISIÓN DE DERECHO CIVIL
La Comisión de Derecho Civil con relación a
la consultai a que se refiere este expediente
dictamina:
1.En la especie se trata de una situación de
separación absoluta de bienes irreversible.
2. La falta de inscripción, para el caso de
considerarse exigible, en el caso no afecta la
titulación por cuanto el tercero —en el subjudice: el Banco Hipotecario del Uruguay— tiene
conocimiento directo de la situación. El referido
tercero se encuentra justamente en el supuesto
de hecho en que puede invocar las capitulaciones
matrimoniales no registradas, esto es, como se
dijo supra, por conocer directamente la situa­
ción.
!
3. A sus efectos, la Comisión se remite a las
consideraciones vertidas por el Escribano Roque
Molla en oportunidad de evacuar una consulta
en la Revista de la Asociación de Escribanos del
Uruguay, Tomo 72, Nos. 1-6, año 1986, págs, 184
y ss.
Justamente, en dicha oportunidad el Banco
Hipotecario aceptó la titulación por haber toma­
do conocimiento directo de la referida disolución
de sociedad conyugal. En dicha consulta se es­
tableció la justificación de exigir el certificado
del Registro General de Inhibiciones a los efectos
de determinar si no había operado reversión a la
situación de sociedad conyugal, posibilidad que
brinda el art. 1996 del Código Civil.
Esc. Roque Molla
Coordinador
Aprobado por unanimidad por la C.D. de la
AEU, Resol. W 26.159 de 25 de enero de 1993.
3.1.2. PROPIEDAD HORIZONTAL. CADUCIDAD. REGLAMENTO DE COPROPIEDAD HIPOTE­
CA. PUBLICIDAD REGISTRAL.
En el caso se operó la caducidad de la hipoteca recíproca. Deberá reinscribirse
la primera copia del reglamento de copropiedad o en su defecto un testimonio por
exhibición de la matriz del mismo, expedido por el Escribano autorizante o por quien
tenga a su cargo él protocolo. Por ley 16.226 de 1991 las hipotecas recíprocas no
caducan más.
CONSULTA
Nuestro edificio (padrón...) se construyó de
acuerdo a la ley de propiedad horizontal 10.751.
El reglamento de copropiedad con escritura
de 29 de julio de 1959 fue inscrito en el Registro
de Traslaciones de Dominio de M. el 12 de agosto
de 1959 y en el Registro de Hipotecas el 6 de
noviembre de 1959por el Escribano I.G., actual­
mente jubilado y residente fuera del país. /
La hipoteca recíproca figura en el art. 33 del
reglamento y los propietarios creemos que es un
crédito privilegiado donde cada departamento
no sólo queda gravado en favor de los demás
copropietarios de las otras unidades sino que, en
caso extremo de remate, estos copropietarios
tienen prioridad frente a acreedores particula­
res.
!
Descargar