rían obras de nuestro entorno, actuales, y no las encontrábamos. Había muchas obras pero ninguna que hablara de nosotros, de nuestros problemas”. Cada año se ha montado más de una obra, los papeles que dejan quienes se gradúan son tomados por otros de nuevo ingreso. De este modo los montajes se mantienen vigentes por varios años lo que los ha convertido en un grupo con amplio repertorio. “Actualmente tenemos cinco obras listas para presentarse”. Pocos días después de la entrevista se presentarían en el Teatro Isauro Martínez con El Carpintero, al día siguiente irían a Lerdo con Los Fantasmas de La Laguna, y ya estaba acordada una función de Fábrica de Ilusiones. “Además, hay dos monólogos montados”. Las temáticas han sido muy variadas. Para Siempre, donde un sacerdote defiende los derechos laborales de un pueblo explotado; Utopía XXII que maneja la idea del sostenimiento de la paz a cualquier costo; San Mateo de Arriba, que exhibe a modo de farsa la corrupción política del país; Fábrica de Ilusiones, donde conviven príncipes y animales parlantes en una historia para niños que incluye canciones de la autoría de Gómez Jiménez; Mamá Cuervo que refleja la ingratitud de los hijos... A la lista se suman pastorelas, obras que tratan la problemática de las parejas, en fin, nadie ha escapado de ser reflejado en las palabras de los personajes de “El Ingeniero”. “Para Siempre fue mi espaldarazo, la que me dijo que sí podía hacer las cosas por mí mismo. Tenía un tema religioso y a la vez humano”. Esa combinación, en aquellos años, era tabú. “Se me dijo que era valiente”. “La manejaba con conocimiento de causa. Estuve tres años en el Seminario y esos años te marcan. Muchas ideas adquiridas ahí me sirvieron en la vida”. Cuando escribió San Mateo de Arriba, que duró tres años vigente, tampoco era común hablar de los presidentes municipales, pero fue tan bien aceptada que los mismos municipios los invitaban a presentarla. “En Para siempre y San Mateo, y en Narcodrama también, aunque con intencionalidades distintas, yo encuentro la palabra de Benjamín Gómez más crítica en términos políticos…”, dice Sebastián Liera. “En Para Siempre, además de poder mirarnos, quizás llegamos a descubrir que la indignación nuestra se parece a la de quien está sentado a nuestro lado y, quizás, podemos juntarnos para soñar de nuevo ese mundo nuevo y mejor que alguna vez soñamos”. Sus textos han sido repetidas no sólo por las voces de sus alumnos, sino por otros laguna urbana 30 “No se puede resumir lo que significa el grupo. Son muchas cosas las que vives aquí, es otro mundo. Es como una adicción que extrañas cuando no hay ensayos”. Alejandra Escárcega que con su permiso o sin él, toman sus guiones y los montan. “He tenido los guiones en Internet”. De ese modo sus palabras han sido escuchadas a través de las voces de actores de España o Puerto Rico. No cobra por su uso, la única condición es que no sea en plan profesional. Si bien al principio el grupo de distinguió por los montajes propios, “posteriormente se empiezan a montar obras con licencias muy audaces”, dice Chuy Aviña. Obras de Shakespeare, de Molière, de Carballido, Licona y de otros autores han sido montadas. Las “licencias audaces” tienen que ver con el paso de Jorge de los Reyes por los cursos de Rogelio Luévano, a los que asistió prácticamente a escondidas, como un oyente perdido entre las butacas. “Le propuse a Benjamín romper un poquito la línea, incursionar con otros textos y otra manera de hacer el teatro”. Jorge de los Reyes fue director de escena de 1988 a 1992. Compañeros fue también uno de los primeros “y de los pocos, en diseñar y pensar la obras para que se pudieran presentar en una agosto sala audiovisual, en una feria, en la placita, en el teatrailer o en el mejor de los teatros”, dice Chuy. Los aplausos 30 años... La serie de logros es amplia e inició desde sus primeras funciones. Con Mi Vida Loca, fueron los primeros en ir al Teatro Isauro Martínez. “Todavía no se remodelaba. Quitaron las tablas, sacaron a los ratones y entramos nosotros”, recuerda Chuy. Eran los inicios de la década de 1980. Esa fue la primera función formal. El grupo apoyó en la remodelación del escenario del Teatro Mayrán (hoy Alfonso Garibay). Sus integrantes apoyaron a Alfonso Flores Domene a sacar las tablas viejas, y cuando el dinero para la remodelación se acabó, apoyaron también en aplicar el barniz, junto con otros grupos locales. Fueron constantes en el Festival Regional de Teatro. Era tradicional que los de Prefema presentaran dos obras en él. Compañeros fue invitado al Festival Universitario de Teatro a pesar de representar a