Unidad 9:Los estados de conciencia ¿Qué es la conciencia? La

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Unidad 9:Los estados de conciencia
1. ¿Qué es la conciencia?
La conciencia es una característica de la vida mental, una experiencia subjetiva del
conocimiento de uno mismo y de la realidad.
Etimológicamente deriva del latín conscientia , que designa un conocimiento que
acompaña o guía nuestras impresiones y experiencias.
La conciencia es darse cuenta de algo, un proceso en el que está implicada la atención,
la memoria y el pensamiento.
A ella se dirigen las percepciones sensoriales provenientes de los sentidos como la
visión, el tacto, el oído, etc…esas ventanas abiertas al mundo, que captan los estímulos
físicos, las sensaciones corporales y los estados emocionales y cuya información es
transmitida a la corteza cerebral.
Que una persona transforme esos estímulos en un drama o una obra de arte
dependerá de su dotación genética, de la estructura cerebral y de las influencias
ambientales recibidas.
2. Consciente e inconsciente.
Sigmund Freud
Aportaciones
de
Además de la conciencia vigil, cuando se está despierto y alerta y la conciencia onírica,
cuando estamos dormidos; podemos encontrar la diferencia más importante,
establecida por el psicoanálisis de S. Freud, entre los estados: consciente,
preconsciente e inconsciente.
Inicialmente podemos hacer una primera división elemental de los contenidos de
nuestro psiquismo: los conscientes y los inconscientes.
Los contenidos conscientes son aquellos de los que nos damos cuenta y en ellos
predomina lo relativo a la información sensorial.
Ahora bien, en el ámbito inconsciente podemos distinguir dos lugares muy distintos: el
de aquellos pensamientos que podemos traer al consciente de forma deliberada
(como el número de teléfono de un conocido) y de aquello que, aunque esté en
nosotros e influya en nuestra conducta, desconocemos por completo. Lo primero es
denominado por Freud “preconsciente”, lo segundo “inconsciente”.
El preconsciente lo podríamos comparar con un fichero. Contiene una amplia
información que no necesitamos recordar permanentemente: nombres de personas,
relaciones familiares, listas de términos…Sin embargo, cuando se requiere podemos
recuperarla con la facilidad con la que abrimos un cajón: al presentarse una persona,
cuando nos piden la lista… Algo así ocurre con muchas de las cosas que aprendemos
de memoria, como pueden ser los verbos irregulares de inglés: en algún lugar tienen
que encontrarse cuando no están presentes en nuestra conciencia, puesto que de lo
contrario no podríamos recordarlos cuando nos vuelve a hacer falta.
El preconsciente es una memoria latente, recuperable voluntariamente, los datos solo
están suprimidos de forma temporal de la consciencia por ser poco importantes en un
determinado momento.
En el inconsciente se sitúan nuestras pasiones y nuestros deseos más poderosos, las
pulsiones que funcionan como el motor de nuestras acciones.
Cuando aquello que anhelamos no resulta compatible con la realidad o es intolerable
(desagradable, doloroso, frustrante, amargo, culpabilizador, vergonzoso…) para
nuestra conciencia moral , muchas veces nos vemos obligados a reprimirlo, de tal
manera que nos ocultamos a nosotros mismos tanto el deseo como la represión. Esto
da lugar a un conflicto interno que consume buena parte de nuestras energías y que
puede provocar alteraciones más o menos serias en nuestra conducta.
A diferencia de los contenidos preconscientes, los inconscientes están censurados y no
pueden ser recuperados voluntariamente.
En opinión de Freud, en el inconsciente podemos encontrar tres estructuras: el ello, el
yo y el super-yo.
El ello es el mundo de las pulsiones: los impulsos y necesidades primarias que parece
oponerse a nuestros deseos racionales. Se escapan a nuestro control, parecen no
formar parte de nosotros. No tiene ninguna relación con la realidad y sólo se someten
al principio del placer, buscando una satisfacción inmediata. Para él no hay valoración
moral, ni bien ni mal, ni sentido crítico de realidad ( lo útil o inútil, conveniente o
inconveniente, adecuado o inadecuado).
Esta estructura, por lo tanto se rige por el principio del placer.
Freud divide los grandes instintos en dos grupos: la libido, que sirve a los fines de la
vida (los instintos como el hambre o el deseo sexual se relacionan con la libido) y el
instinto tatánico que sirve a la agresividad, a la destrucción y a la muerte.
El yo se encarga de censurar todo lo que no estamos dispuestos a reconocernos a
nosotros mismos. El yo está atento a lo que observa la conciencia y procura ajustar a la
realidad nuestras ansias, que, de otro modo, carecerían de control.
Esta estructura, por lo tanto se rige por el principio de la realidad, tratando de aplacar
los primitivos impulsos y de controlarlos hasta encontrar la mejor ocasión de
proporcionarlos la satisfacción que requieren.
“Sirviéndonos del léxico corriente, podemos decir que el yo representa en la vida
anímica la razón y la reflexión, mientras que el ello representa las pasiones indómitas
(…) La relación del yo con el ello podría compararse a la del jinete con su caballo. El
caballo suministra la energía para la locomoción; el jinete tiene el privilegio de fijar la
meta y dirigir los movimientos del robusto animal: pero entre el yo y el ello ocurre
frecuentemente el caso, nada ideal, de que el jinete tiene que guiar el caballo allí
donde éste no quiere ir.” (Sigmund Freud: El yo y el ello).
El super-yo se corresponde con un ideal, sería comparable al juez que conoce
nuestros deberes sociales y morales.
Entre las funciones del superyó se encuentran evaluar, juzgar, sancionar, criticar,
prohibir, castigar y recompensar. Lo hace con arreglo no sólo a metas o ideales, sino
también a criterios legales, sociales, grupales, comunitarios, morales , éticos, estéticos,
etc.
Esta estructura, por lo tanto se rige por el principio del deber.
El yo se mueve entre la dificultad que supone satisfacer las demandas del ello, las
obligaciones impuestas por la realidad y los ideales representados por el superyó.
Trata de combinar lo que queremos hacer, con lo que podemos y lo que debemos.
3. Los niveles de conciencia
Las personas, cada día experimentamos diversos estados de conciencia,
variaciones en el nivel en que percibimos los estímulos internos y externos.
Estos cambios son más extremos cuando dormimos o al ingerir una droga que
altera nuestra conciencia.
Algunos autores describen siete estados de conciencia, cado uno de ellos con
unas características peculiares:
 Nivel 1º: se trata de un estado de vigilancia excesiva originado por una gran
activación del sujeto y que se observa en la expresión de emociones fuertes.
Dicho estado supone una deficiente adaptación a la realidad, porque la
conciencia del mundo externo está debilitada, la atención es difusa y no hay un
control eficaz de la propia conducta.
 Nivel 2º: es el estado de vigilia atenta, caracterizado por una atención selectiva
de los estímulos ambientales y flexible a las necesidades de adaptación
personales.
 Nivel 3º: corresponde al estado de vigilia relajada, cuyas peculiaridades son
una atención no concentrada o flotante, producción de asociaciones libres del
pensamiento y un descenso de la conciencia del mundo exterior.
 Nivel 4º: es la conciencia tal como se manifiesta durante la ensoñación. La
percepción del mundo exterior está debilitada y las ideas se expresan en forma
de imágenes visuales menos organizadas que las del sueño. Este nivel
corresponde al adormecimiento, en el que hay una falta de coordinación del
comportamiento, porque no está ordenado en el tiempo.
 Nivel 5º: en este nivel hay una pérdida de conciencia del mundo externo y los
contenidos de la conciencia son los pensamientos del sueño. Corresponde al
denominado sueño ligero.
 Nivel 6º: este estado se produce durante el sueño profundo. Consiste en la
pérdida completa de la conciencia de los estímulos y la imposibilidad de
acordarnos de los contenidos de la conciencia.
 Nivel 7º: es el estado de coma, similar al anterior respecto a la introspección,
pero se diferencia porque en este nivel no existen o son muy débiles las
respuestas motoras.
4. Estados alterados de la conciencia
Se pueden distinguir diferentes estados de conciencia como las alucinaciones,
el trance hipnótico, la embriaguez, la intoxicación por drogas y el aumento de
la conciencia producido por la meditación.
Durante nuestra vida experimentamos estados de conciencia alternativos,
diferentes a la vigilia, como: dormir, soñar o delirar por causa de fiebre alta,
estados alterados de conciencia, provocados por el propio sujeto, como los
originados por la práctica del yoga, la meditación o el consumo de drogas.
Algunas de las causas que originan estos estado son:
-
Cambios en la química corporal provocados por privación del sueño, ayuno,
consumo de fármacos, etc.
-
Conflictos emocionales no resueltos.
-
Restricción del movimiento: permanencia en la cárcel, inmovilización
completa después de una operación, la soledad de un marino.
Papalia y Wedkods, en su obra “Psicología” consideran que en los estados
de conciencia alterados (ECA) se puede producir lo siguiente:
 Alteraciones del pensamiento. El individuo puede experimentar una diversa
graduación de los procesos cognitivos: atención, concentración, memoria,
capacidad de juicio.
En algunos estados se puede confundir la fantasía con la realidad, no
diferenciar la causa del efecto o percibir como incuestionables cosas absurdas.
 Pérdida de la noción del tiempo. El individuo puede sentir que el tiempo
transcurre rápidamente o que está detenido. Por ejemplo, un paranoico tiene
dificultades para afrontar la relación con el tiempo; un día puede parecerle un
siglo, mientras que un heroinómano quiere detener el tiempo renunciando a la
edad adulta.
 Pérdida de control. Hay personas rígidas e inflexibles, con miedo a perder el
control, incapaces de alcanzar un orgasmo durante una relación sexual,
mientras que otras optan por abandonar toda sensación de autocontrol, como
las que toman drogas alucinógenas.
 Cambio en la expresión de las emociones. Hay “autistas emocionales”,
incapaces de mostrar alguna emoción por las cosas mientras que otros lo hacen
de forma violenta, como el hombre que maltrata a su mujer cuando está
borracho.
 Alteraciones perceptivas y cambios en la imagen corporal. Las personas que
están bajo la influencia de las drogas, o pasan un período esquizofrénico,
pueden sufrir distorsiones y engaños perceptivos, alucinaciones y delirios. Los
sujetos con doble personalidad también muestran estas alteraciones.
 Cambio en el sentido o significado. En ciertas situaciones, si alguien está
borracho o soñando puede creer haber hallado el sentido último de la vida; sin
embargo, al cambiar de estado después de la resaca o al despertar, esas
creencias se desvanecen.
 Sugestionabilidad. Se afirma que un sujeto en trance hipnótico es capaz de
actuar sin percatarse de lo que hace. Los sujetos no recuerdan de forma clara
qué ha hecho, sentido y pensado.
5. Los sueños
Durante toda la historia humana, el fenómeno del sueño ha despertado mucho
interés, dado que pasamos una tercera parte de nuestra vida durmiendo.
Los sueños son una de las necesidades básicas del organismo, pero sólo
conocemos los resultados, no los mecanismos que los producen. Constituyen
un estado en el que se adopta una postura determinada y hay falta de
movimiento corporal, poca actividad cerebral con ondas cerebrales de baja
intensidad.
Durante el sueño se generan importantes cambios fisiológicos de la actividad
cerebral y una disminución de algunas funciones corporales acompañadas por
alteraciones de la conciencia.
Existen dos importantes teorías explicativas de las funciones del sueño:
La primera defiende que la misión de los sueños es conservar la energía, y se
basa en el concepto de homeóstasis. Durante el día se gasta demasiada energía
y el sueño constituye un período de recuperación, ya que el ritmo metabólico
del organismo es menor, disminuye el consumo de oxígeno, el ritmo cardíaco y
la temperatura corporal.
Otra teoría concibe le sueños como período de recuperación del organismo.
Durante el sueño hay un aumento de la concentración de proteínas y la
secreción de la hormona del crecimiento se produce principalmente de noche.
5.1. Técnicas de registro del sueño
En el siglo XX comenzaron las investigaciones científicas sobre los sueños. El
registro de los episodios de sueño permite evaluar las etapas del sueño normal
o patológico. Las técnicas básicas son:
A) ELECTROENCEFALOGRAMA (EEG)
Con esta técnica se miden los potenciales globales del cerebro, no los
registrados por células aisladas. Se asemeja al electrocardiograma (que
registra la actividad del corazón a partir de electrodos situados en la piel).
El EEG consiste en medir la actividad eléctrica del cerebro, presentada en
forma de ondas clasificadas según su frecuencia o ciclos por unidad de
tiempo (Hz).
Los tipos de onda podrían clasificarse en:
Alfa: de 8 a 12 Hz. Aparecen cuando se está despierto, relajado.
Beta: 18 a 30 Hz. Aparecen cuando se está despierto, sin movimiento.
Gamma: 30 a 50 Hz. Aparecen cuando se está despierto, excitado.
Delta: 0,5-5Hz. Aparecen cuando se está profundamente dormido.
Theta: 5-7Hz. Aparecen cuando se está despierto, con poca vigilancia.
Los datos aportados por un EEG, sirven para diferenciar tipos de crisis
epilépticas, para predecir ciertos efectos debidos a lesiones cerebrales y se
utilizan en la definición legal de la muerte.
B) ELECTROOCULOGRMA (EOG)
Mide la actividad de los movimientos oculares.
C) ELECTROMIOGRAMA (EMG)
Mide los movimientos musculares.
5.2. Fases del sueño.
De acuerdo con los datos aportados por el EEG, podemos diferenciar la etapa
de vigilia de las distintas fases del sueño:
Fase de vigilia:
Durante esta fase, en una persona despierta con gran actividad cortical,
predominan las ondas beta de 15 a 30 Hz y cuando se relaja, o al cerrar los ojos,
aparece un ritmo alfa con ondas de 9 a 12 Hz.
Fases del sueño:
 Fase I (transición de la vigilia al sueño). En este período , con ondas cerebrales
de 3 a 7 Hz y que representa el 5% del tiempo de sueño, se produce
disminución del latido cardíaco y reducción de la tensión muscular. Las
personas despertadas en esta fase creen que no se han dormido.
 Fase ll (sueño ligero). Representa más del 50% del tiempo del sueño.
Caracterizada por ondas lentas y aparecen los husos del sueño: salvas de ondas
regulares de 14-18 Hz y complejos K: ondas lentas de baja frecuencia y
amplitud elevada, producidas como respuesta a algún estímulo interno, como
la digestión, o externo, como el sonido del teléfono.
 Fase III (sueño profundo). Se observa que no hay movimientos oculares y que
los músculos siguen estando relajados. Aparecen husos mezclados con ondas
lentas delta.
 Fase IV (sueño más profundo). A la persona que está soñando es difícil
despertarla, y cuando se intenta aparece desorientada. Problemas del sueño
como el sonambulismo o hablar dormido se presentan en esta fase. El sueño
profundo dura de 30 a 40 minutos y después se retrocede a las fases III, II y I.
Durante los periodos de sueño REM aparecen movimientos rápidos del ojo,
aceleración del pulso y respiración irregular y se producen la mayoría de los sueños.
La primera fase REM de la noche ocurre después de hora y media de sueño y dura
unos 10 minutos. La segunda y tercera fase siguen a episodios más cortos de sueño. En
las fases IV y última del sueño REM, que suele durar unos 30 minutos , el individuo se
despierta. Si recuerda el contenido de algún sueño, en general suele ser de esta última
fase.
La actividad mental no desaparece durante el sueño. Las personas despertadas
durante el sueño REM relacionan sueños visuales y fantásticos, mientras que las
despertadas durante los sueños de ondas lentas suelen referir ideas o pensamientos
(ensueños lógicos).
La privación de sueños de ondas lentas produce ciertos síntomas físicos, como
cansancio, o una reducción del ritmo vital. En cambio, impedirle dormir durante la fase
de sueño REM origina un estado de intolerancia e irritabilidad.
5.3. Los trastornos del sueño
Generalmente las personas duermen bien, pero mantener un sueño diario regular
puede ser alterado por la incapacidad de dormir, despertares inusuales durante la
noche o por un sueño prolongado.
 Insomnio.
Es el más frecuente en la población. Se caracteriza por dificultades en la
iniciación y mantenimiento del sueño y es causado por factores biológicos (uso
de estimulantes), psicológicos y/o ambientales (habituarse a ver TV en el
dormitorio).
Puede ser transitorio o crónico. El transitorio se produce por diversas causas:
Los cambios horarios en el trabajo, la realización de un viaje, crisis emocionales
(por ejemplo la separación de una pareja), etc.
El insomnio crónico puede ser causado por problemas orgánicos o psicológicos.
Suelen padecerlo personas con trastornos psiquiatricos, con migrañas
nocturnas, o que están tomando fármacos depresores del sistema nervioso
central.
El sueño es algo espontáneo, y un error común de los insomnes es obligarse a
dormir mediante un acto de voluntad, con lo que consiguen permanecer aún
más despiertos.
La cantidad necesaria de sueño de un individuo depende de varios factores:
biológicos, conductuales, ambientales, que actúan de forma diferente en cada
persona.
El tiempo total y la estructura del sueño están determinados por estas variables:
-
El tiempo circadiano (¿Cuándo duerme el sujeto?). Esto es la localización
del sueño en el período de 24 horas.
-
El organismo (¿Cómo duerme?).Es decir los factores intrínsecos como la
edad, los patrones de sueño, el estado fisiológico y la necesidad de dormir.
-
La conducta (¿qué hace para dormir?). Hace referencia a las conductas que
facilitan o inhiben el sueño.
-
El ambiente (¿dónde duerme?). Referido a los factores extrínsecos como:
habitación, temperatura, luz, sonido.
 Apnea del sueño.
Consiste en una alteración de la respiración de más de 10 segundos, que
aparece durante el sueño. Un síntoma nocturno característico son los
ronquidos, interrumpidos por paradas respiratorias. Es un problema observado
con frecuencia en personas obesas con hipertensión.
 Narcolepsia.
Es una alteración caracterizada por la necesidad incontrolada de dormir en
cualquier momento por períodos de 10 a 15 minutos, con pérdida de fuerza
muscular (cataplexia) y algunos casos con alucinaciones visuales o auditivas.
 Desórdenes del sueño en la infancia.
Se pueden destacar los siguientes:
-
Sonambulismo
Consiste en levantarse de la cama cuando uno está dormido. El sonámbulo
mantiene los ojos abiertos y fijos, puede inspeccionar el ambiente evitando
los objetos encontrados a su paso incluso puede llegar a vestirse y salir de
casa.
Un episodio de este tipo puede durar desde un minuto hasta media hora. El
mayor porcentaje de casos aparece entre los 10 y los 14 años.
-
Pesadillas nocturnas
Son episodios de sueño con ansiedad, acompañadas de reacciones bruscas
que pueden despertar al individuo. Se producen durante el sueño REM, y
aunque se pueden dar a cualquier edad, son más propias de la infancia.
-
Terrores nocturnos
Se producen durante el primer tercio de la noche, en las fases II o III de
sueño, con manifestaciones de ansiedad internas. Las causas pueden ser la
tensión emocional o la fatiga. Como no suelen ocurrir más allá de la
pubertad, algunos autores consideran que este trastorno se debe a un
retraso madurativo del sistema nervioso central.
-
Somniloquio
Consiste en hablar o emitir sonidos durante el sueño, dura pocos segundos
y ocurre de forma esporádica. No es un signo de desorden patológico.
-
Bruxismo (rechinar de dientes)
Suelen aparecer en las dos primeras fases del sueño, y a pesar del ruido
producido, el niño no se despierta. Se desconoce la causa de este trastorno.
5.4. La teoría de los sueños de Freud
Para Freud , los sueños son el camino de acceso al inconsciente y una prueba palpable
de su existencia. El inconsciente, con sus leyes y procesos, influye en la constitución y
organización de la vida mental, originando una ruptura en el interior del sujeto.
Para la interpretación psicoanalítica de los sueños hay que tener en cuenta los
siguientes aspectos:
-
La asociación espontánea. Analizar los sueños y buscar su sentido supone la
utilización de la palabra, la asociación libre de ideas del soñador.
-
Las resistencias del sujeto. La interpretación de los sueños encuentra resistencias
por parte del sujeto, que reprime algunas ideas y deseos, ya que lo real se resiste ,
al decir , según Freud.
-
Los sueños revelan la existencia del inconsciente. Constituyen un conocimiento
que posee el sujeto, pero que es inaccesible para él y su descubrimiento es la tarea
de la interpretación onírica. Los sueños son idealizaciones o una forma de
“realizar” los deseos insatisfechos y revelan la forma disfrazada y simbólica la vida
interior de las personas.
-
Los contenidos del sueño. Freud distinguió entro los contenidos manifiestos del
sueño (lo que el soñador recuerda) que a veces son auténticos disparates, y los
contenidos latentes (lo que permanece oculto en el inconsciente e intenta
comunicar a la conciencia). Las relaciones entre lo latente (los deseos auténticos y
profundos) y lo manifiesto (los sueños recordados) no son fáciles de descubrir.
-
La censura. Freud decía que un sueño es el cumplimiento enmascarado de un
deseo reprimido. La censura trata de ocultar los deseos prohibidos mediante la
modificación y agrupación arbitraria de los elementos del sueño. Se ejerce contra
las tendencias reprobables desde el punto de vista ético o social y es la causa de la
amnesia onírica.
-
Elaboración de los sueños. En este proceso intervienen los siguientes elementos.
 Condensación: fusión de dos o más imágenes oníricas hasta formar un único símbolo.
 Desplazamiento: traduce una imagen onírica en otra, de forma similar a como
funcionan las metáforas en el lenguaje.
 Dramatización: consiste en la conversión en imágenes visuales de las ideas y
relaciones abstractas; por ejemplo, el adulterio se puede representar por la fractura de
una pierna.
-
Los símbolos oníricos. De igual forma para la comprensión de un idioma
extranjero necesitamos aprender el significado de sus palabras, en la
interpretación de los sueños es primordial aprender el lenguaje de sus símbolos.
Los símbolos son la “palabras” del lenguaje onírico del soñador. Pero, a diferencia
del lenguaje natural , los símbolos oníricos pueden variar de una persona a otra.
En opinión de Freud, muchos de los símbolos oníricos son deseos sexuales. Cuando
aparecen en los sueños objetos como bastones, paraguas, llaves o revólveres
simbolizan el órgano sexual masculino, mientras que cofres, botellas, cuevas, etc.,
simbolizan el órgano sexual femenino. La masturbación está representada por
actos como tocar el piano y las relaciones sexuales por el baile, la equitación o
subir por una escalera.
6. La hipnosis
Es un estado de conciencia que consiste en una variación del estado normal de
vigilia. En los registros electroencefalográficos no hay diferencias entre los
realizados durante la hipnosis y los realizados en los estados de vigilia.
Con la hipnosis se puede ejercer un gran control sobre la conducta de la
persona hipnotizada, por eso se utiliza como técnica psicoterapéutica, para
desarrollar el autoconocimiento y una mejor utilización de las capacidades y
recursos personales.
También se emplea para tratar problemas de salud física como el dolor, para el
tratamiento de fobias (para saber manejar los miedos irracionales) y para el
control de hábitos negativos. Pero no debe confundirse la hipnosis con la magia.
Pero no todas las personas tienen la misma facilidad para responder a las
sugestiones hipnóticas, como tampoco para relajarse, practicar el yoga o tocar
el violín. Para alcanzar el trance hipnótico se requiere el interés y
predisposición de la persona hipnotizada.
El procedimiento de la hipnosis comienza cuando el hipnotizador administra
una inducción (instrucciones para acercar a los sujetos desde su estado de
vigilia hasta el estado de trance) sin que haya cambios radicales en sus
condiciones sensoriales y perceptivas.
Entre los métodos de inducción hipnótica son importantes estas tres formas:
-
Inducción rápida. Supone una gran atención por parte del sujeto, y sólo
funciona con personas muy sugestionables. Suele utilizarse en algunos
programas televisivos.
-
Inducción de fijación. Se pide a los sujetos que miren fijamente a un objeto
(una fuente de luz o la trayectoria de un péndulo). Al centrar la atención en
un aspecto, el resto de los estímulos deja de ser relevante.
Una técnica característica es la caída de la moneda. Se pide al sujeto que
sostenga una moneda en su mano con el puño cerrado y el brazo extendido
y con sugestiones se trata de conseguir la caída de la moneda. Cuando el
sujeto perciba la involuntariedad de dicha acción, podemos pensar que está
en estado de trance.
-
Inducción con relajación progresiva. En este caso, el hipnotizador utiliza la
imaginación del sujeto, va repitiendo verbalizaciones y sugestiones que
facilitan el cansancio de los ojos, la relajación y la ausencia de temores.
Cuando el sujeto cierra los ojos continúan las sugestiones hasta ir
acercándole a un estado hipnótico más profundo. Esta técnica se utiliza
para tratar problemas de estrés porque incorpora la relajación física y
mental. El terapeuta va ordenando la tensión y relajación de distintos
músculos del cuerpo, desde la cabeza a los pies.
Fases del trance hipnótico:
1. Trance prehipnótico. Se produce un estado de relajación, durante el cual el
individuo no siente que ha sido hipnotizado, y se hace más fácil la conversación .
2. Trance ligero. En esta fase, el individuo se da cuenta de lo que ocurre a su
alrededor. Mediante las sugestiones realizadas por el hipnotizador va
percibiendo la involuntariedad y la disociación (caída de los párpados,
levitación del brazo, etc.).
3. Trance medio. En este estado, la conciencia no está presente y el hipnotizador
puede introducir sugestiones cognitivas y alucinaciones ligeras (por ejemplo
imaginación de historias, alucinación de calor y sed) y se pueden lograr éxitos
terapéuticos. Al abandonar este trance, el individuo olvida lo sucedido, hasta
que alguien se lo explica y recuerda detalles de la situación.
4. Trance profundo. En este estado , el sujeto permanece inconsciente, y al salir
de él no recuerda nada de lo sucedido. Durante esta fase puede darse la
regresión, que permite de forma imaginaria hacer que el individuo retroceda en
el tiempo y relate experiencias de la infancia.
7. Las drogas que alteran la conciencia
7.1.
¿Qué son las drogas?
Los seres humanos han tenido que diferenciar, en todas las épocas y culturas,
entre las aplicaciones beneficiosas o nocivas de las sustancias psicoactivas. La
psicofarmacología es la ciencia que trata de descubrir los efectos que las
drogas ejercen en el cuerpo y la conducta humana.
Las sustancias que ahora llamamos drogas son o bien producto de la naturaleza
(plantas como las hojas de coca) o productos elaborados por el ser humano.
Las drogas psicoactivas alteran nuestras percepciones y sentimientos del
mundo que nos rodea. La mayoría perturban los procesos mentales que
interfieren sobre la sensibilidad, excepto las psicodélicas que la refuerzan.
Algunas drogas actúan sobre el sistema nervioso central y la mayoría afectan a
la conducta debido a la alteración de los procesos sinápticos.
Las propiedades de cada droga podían diferenciar a éstas por:
-
Su potencial adictivo.
-
Los efectos a corto y largo plazo.
-
Las vías de administración
-
La dependencia física y psíquica.
7.2.
Factores que originan su consumo
No hay una única causa del consumo de drogas, sino que los factores que
originan su consumo y generan adicción son múltiples.
Existen factores de tipo individual como: alteraciones genéticas, personalidad,
conductas y actitudes, conocimiento, curiosidad y factores de tipo social como:
valores sociales, normas de grupo, familia y amigos, facilidad de consumo.
7.3.
Clasificación y efectos de las drogas
El análisis de las drogas puede hacerse teniendo en cuenta diferentes criterios.
Uno de los principales es el que considera la acción que ejercen sobre el SNC,
actuando sobre las sinapsis cerebrales y estimulando o inhibiendo la actividad
de los neurotransmisores o mensajeros químicos del cerebro.
Las sustancias psicoactivas podemos dividirlas en tres grandes grupos:
depresores, estimulantes y sustancias psicodélicas.
7.3.1. Depresores
Aminoran la actividad del sistema nervioso central y producen cierto estado de
relajación y tranquilidad al individuo. Las más importantes son:
 Alcohol
Es la droga de mayor demanda en el mundo. Su consumo se estimula mediante la
publicidad y las tradiciones sociales. Sus efectos dependen de la cantidad y
frecuencia de la ingestión.
En pequeñas cantidades otorga cierta relajación porque amortigua la conciencia y
disminuye las inhibiciones sociales (somos más propensos a hacer confidencias a
los demás o más atrevidos sexualmente), pero un consumo excesivo produce
graves efectos perjudiciales: daños del sistema nervioso o del hígado,
desorganización del procesamiento de las experiencias, interfiere en el
funcionamiento perceptivo y disminuye la autoconciencia del individuo.
En alcohólicos crónicos puede originar el síndrome de Korsakoff o delírium tremens.
 Fármacos sedantes (barbitúricos)
Estos depresores del SNC facilitan los efectos sinápticos del neurotransmisor GABA
y son utilizados para inducir el sueño, para controlar la epilepsia o como sedantes
preoperatorios.
Un consumo excesivo de barbitúricos o su ingestión junto con bebidas alcohólicas,
puede traer consecuencias letales, porque producen parálisis de los centros
cerebrales reguladores de la respiración.
 Fármacos tranquilizantes (ansiolíticos).
La ansiedad o tensión nerviosa provoca sentimientos de aprensión e inseguridad
que impiden a una persona realizar sus tareas cotidianas. Los ansiolíticos son
sustancias creadas para combatir la ansiedad.
A finales de los años 60 se descubrieron las benzodiacepinas, algunas son de acción
larga y se utilizan como ansiolíticos que alivian la ansiedad y el miedo y otras son
de acción corta y se utilizan como inductoras del sueño o utilizadas por los
heroinómanos para combatir el síndrome de abstinencia.
Pueden generar dependencia física en dosis elevadas. Muchos tipos de ansiedad
pueden ser tratados mediante la psicoterapia y la terapia cognitivo-conductual, de
gran eficacia si la ansiedad es una respuesta a estímulos específicos, como sucede
en las fobias.
 Opiáceos
Las dos sustancias derivadas del opio más importantes son la morfina y la heroína.
La primera, descubierta en 1805 ha sido uno de los analgésicos clásicos más
utilizados durante la historia reciente, a causa de las guerras, para aliviar el dolor.
Pero en el siglo XX la adicción a los opiáceos gira en torno a la heroína.
Los opiáceos producen tolerancia y dependencia psicológica. Por ejemplo, la
morfina produce euforia, somnolencia y alivio del dolor, pero si se interrumpe su
ingestión, la persona adicta se vuelve hiperexcitable, deprimida e hipersensible al
dolor.
7.3.2. Estimulantes
Estas drogas producen una activación general del organismo, agilizan el
entendimiento y aumentan el rendimiento mental. Disminuyen el apetito y mejoran el
estado de ánimo.
Con frecuencia tomamos estimulantes naturales como la cafeína que aparece en el
café, en el té y otras bebidas. Otros estimulantes conocidos son las anfetaminas y la
cocaína.
 Anfetaminas
Producen gran variedad de efectos en la conducta, como aumentar el rendimiento,
mejorar el nivel de alerta y combatir la fatiga. A corto plazo, permite un esfuerzo
continuado sin descanso ni sueño. Sin embargo, estudios realizados demuestran que el
trabajo no mejora con la droga, pues parece que incrementa la motivación pero no la
capacidad cognitiva.
Su consumo prolongado produce “tolerancia”, es decir, debe aumentarse la ingesta
para mantener el efecto deseado. Dosis altas producen insomnio, pérdida de peso y
deterioro de las condiciones físicas y mentales. También puede originar síntomas
idénticos a los de la esquizofrenia paranoide: conductas agitadas, compulsivas y
sospechas irracionales.
 Cocaína
Es un estimulante del SNC, que produce sensaciones de euforia, seguridad y bienestar.
Al concluir sus efectos, el sujeto puede sufrir pérdida de peso y trastornos del sueño y
sentir ansiedad y depresión.
En las últimas décadas sus uso se ha generalizado, sobre todo desde la venta de una
variedad más barata (crack). Si se mezcla con heroína (el llamado speed ball) o
anfetaminas y su uso es intravenoso es peligroso pudiendo conducir a la muerte.
 Antidepresivos
En la década de los cincuenta comenzó el estudio de los fármacos antidepresivos, y la
imipramina fue la primera sustancia utilizada para el tratamiento de la depresión.
7.3.3. Sustancias psicodélicas (alucinógenas)
El término psicodélicas (ilustradoras del la psique) fue propuesto por el psiquiatra H.
Osmond. Dentro de este grupo se encuentran: el LSD (dietilamida de ácido lisérgico), la
mescalina y la psicocibina.
La más conocidaes el LSD, sintetizada en 1938 por un farmacólogo suizo mientras
buscaba sustancias terapéuticas. No ha recibido atención de los farmacólogos porque
no tiene una utilidad terapéutica y no alivia enfermedades.
En 1996, en la obra “Drogas y cerebro”, Salomon Snyder señala como características
de las drogas psicodélicas los siguiente:
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Alteran la conciencia de múltiples formas: cambian la percepción sensorial,
la concepción del espacio y el tiempo y el sentido del yo.
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No originan percepciones, sino que distorsionan las existentes. Las
alucinaciones producidas por LSD son visuales y originales aunque pueden
ser aterradoras, mientras que las alucinaciones de personas psicóticas son
fundamentalmente auditivas y amenazantes (creen que las voces que
escuchan son reales).
-
Uno de los cambios producidos por estas drogas es la sinestia:
transmutación de las sensaciones, es decir el sonido puede experimentarse
como visión, el tacto como sonido, etc. También pueden ocasionar terror y
pánico, conocido en el argot como “quedar colgado” o “mal viaje”.
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Algunos consumidores presentan flashbacks, experiencias similares a la
ingesta de una dosis de droga cuando ya no se está consumiendo.
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Los límites entre el Yo y el no Yo desaparecen, originándose una sensación
de estar identificado con el Universo. Superar los límites del Yo puede
entrañar peligros, la confusión mental y el pánico ha inducido a las
personas a arrojarse por una ventana, y hay casos de esquizofrenia a causa
de una sola experiencia psicodélica.
Como se dieron casos de suicidio a causa de la percepciones ilusorias
provocadas por la droga y otros desarrollaron psicosis, fueron prohibidas
por los gobiernos incluso para fines de investigación.
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