% 10,1 Renta variable Asia ex. Japón % 6,0% Otoño 2015 Renta variable EEUU Renta variable UE 10,3%* Rentabilidades anuales medias esperadas a 10 años CON CHOQUE DE INNOVACIÓN: HASTA +4.3% Horizonte SIN CHOQUE DE INNOVACIÓN 5,8 % 9,7 % 7,4 8,0% Private equity inmobiliario 8,0% 0,1% -0,1% 8,0% 5,4% % 1,6 5,2 % 2,1% 1,7% % % 3,9 % 3,3 Bonos soberanos US Treasuries 1,7 1,6 % Bonos soberanos alemanes % 1,8 (Bunds) 8,2% 3,8% 3,6% Bonos corporativos investment grade UE Bonos corporativos high yield EEUU Bonos corporativos high yield UE Liquidez EEUU Bonos corporativos investment grade EEUU Liquidez UE Rentabilidades esperadas sin choque de innovación* Rentabilidades esperadas con choque de innovación* “Una fase clave de la planificación patrimonial es el cálculo de las rentabilidades a largo plazo esperadas de las distintas clases de activos. Hemos desarrollado un enfoque propio basado en factores de riesgo que permite proyectar las rentabilidades en un horizonte de 10 años. En nuestro escenario básico, un choque de innovación radical impulsa el crecimiento económico y da lugar a buenas perspectivas en cuanto a rentabilidades esperadas. En ausencia de tal choque, las rentabilidades esperadas son más flojas en nuestro escenario secundario de una normalización gradual del crecimiento económico.” *Rentabilidades nominales anualizadas medias, en moneda local, con cupones y dividendos reinvertidos Página 3 EDITORIAL Las rentabilidades esperadas para las clases de activos a lo largo de los próximos diez años son bajas en una comparación histórica en base a las tendencias actuales – pero un choque de innovación podría modificar radicalmente el panorama. Querida lectora, querido lector: Este número de “Horizonte” presenta nuestros últimos cálculos sobre las rentabilidades esperadas de las clases de activos a lo largo de los próximos diez años. Nuestra exclusiva metodología se basa en la conclusión de que, a muy largo plazo, las rentabilidades están influenciadas principalmente por el crecimiento real del PIB y la inflación. Si presuponemos una normalización gradual del crecimiento económico, las rentabilidades esperadas de casi todas las clases de activos parecen decepcionantes en una comparación histórica. Las rentabilidades de la renta variable de EE.UU., por ejemplo, se estiman en 6,0% sobre una base nominal anual media a lo largo de los próximos diez años, en comparación con el 8,9% registrado en el período 1871-2015. Los inversores se enfrentan ahora al reto de seguir generando rentabilidades aceptables mientras se normalizan los tipos de interés a largo plazo – ya no se da nada sin contrapartida. Las rentabilidades más bajas esperadas reflejan en parte una perspectiva floja del crecimiento económico. Algunos economistas sostienen incluso que el mundo desarrollado se enfrenta a un futuro de “estancamiento secular”, pero nosotros somos escépticos. Esto se debe en parte a que la idea resta importancia al papel de los factores cíclicos en un crecimiento débil tras la crisis financiera y económica de 2008-09 – nuestro escenario secundario, por consiguiente, es que el crecimiento económico se normalizará paulatinamente. Pero también creemos que hay cada vez más señales de un choque de innovación radical que podría impulsar la productividad y con ello el crecimiento económico – esto constituye nuestro escenario básico. Página 4 Hay en marcha una oleada de innovación, muy en especial en Silicon Valley, que pronto podría dar rienda suelta a una transformación radical en la economía – el llamado Internet de las Cosas es un ejemplo potente. ¿Qué significaría esto para los inversores? Las rentabilidades esperadas recibirían en general un impulso significativo en caso de un choque de innovación radical, especialmente para la renta variable - las rentabilidades de las acciones estadounidenses ascenderían al 10,3%. Además, existirían oportunidades para que las estrategias de inversión evolucionaran a lo largo de la curva S del ciclo de innovación. Vemos paralelismos con la década de los 90, cuando el advenimiento de nuevas tecnologías de computación y comunicaciones impulsó el crecimiento real del PIB de EE.UU. a 3,5%, muy por encima de la tasa de crecimiento de equilibrio a largo plazo del país, de 2,5%. De hecho, tal vez nos hayamos adentrado ya en las primeras etapas del ciclo de innovación, que podría compararse con el período 1990-95. En este contexto, la elección de acciones de empresas fuertemente expuestas a las últimas innovaciones podría ser provechosa. Este enfoque podría continuar durante la fase de aceleración (piénsese en 1996-2000). Pero los que den los primeros pasos estarán sometidos a un proceso brutal de selección darwiniana a medida que la competencia se intensifique. Comparemos dos empresas que salieron a bolsa en los años 90: Amazon y Sycamore (equipos para redes de fibra óptica). El éxito de Amazon es sobradamente conocido. Sycamore tenía una capitalización bursátil de 20.000 millones de USD a finales de los años 90. Sin embargo, sus beneficios trimestrales apenas alcanzaban los 14 millones de USD y, a diferencia de Amazon, la empresa desapareció del mapa en el crac tecnológico subsiguiente. La inversión en índices orientados a la tecnología, como el Nasdaq, también podría ser provechosa en este momento. En la fase madura, los índices bursátiles habrán alcanzado un territorio de exceso o incluso de burbuja y son susceptibles de hundirse o al menos de experimentar una fuerte corrección (piénsese en 2001-2002 y el estallido de la burbuja puntocom). Estrategias más defensivas en esta etapa podrían comprender un cambio de acciones sensibles a la innovación a acciones de valor. El timing de los choques de innovación dista de ser seguro. No obstante, nos anima la tendencia, observable a lo largo de la historia económica, de que los choques positivos siguen a los negativos y opinamos que, una vez más, la innovación volverá a llevar el crecimiento económico a un plano superior. Horizonte – Otoño 2015 RESUMEN Hemos actualizado nuestras estimaciones de rentabilidades esperadas de las principales clases de activos en cada uno de los tres principales bloques económicos. Los cálculos se realizan sobre la base de nuestro análisis macroeconómico para los regímenes de salida y llegada de crecimiento e inflación – los dos factores de riesgo principales que determinan las rentabilidades a largo plazo de los activos. Consideramos dos escenarios: regímenes bajo un choque de innovación radical que impulse el crecimiento económico (nuestro escenario básico) y regímenes sin choque de innovación, y por lo tanto una normalización progresiva del crecimiento económico y de la inflación (nuestro escenario secundario).A continuación se presentan nuestras principales conclusiones. Las rentabilidades a largo plazo esperadas aumentan, tanto en el caso de la renta variable como del high-yield de EE.UU. Las rentabilidades esperadas de la renta variable aumentan, en comparación con nuestras previsiones de abril de 2014, al 10,3% para la renta variable de EE.UU. en el escenario básico (véase página 6). Las rentabilidades esperadas de los bonos corporativos high-yield de EE.UU. también han aumentado. Para la liquidez, las rentabilidades esperadas permanecen invariables en general. Para casi todos los demás activos, las rentabilidades esperadas han caído. Este es muy especialmente el caso de la deuda pública y los bonos corporativos investment-grade europeos. Las rentabilidades esperadas del private equity bajan ligeramente. Pese a ello, las rentabilidades esperadas más altas de todas las clases de activos continúan proviniendo del private equity, en un 13% en ambos escenarios (con o sin choque de innovación). Las rentabilidades son por lo general más bajas en una comparación histórica. Las rentabilidades esperadas de casi todas las clases de activos son más bajas que en una comparación histórica – en muchos casos, sustancialmente (véase página 8). Este deterioro refleja el hecho de que las valoraciones están tensas. En este entorno de rentabilidades esperadas relativamente bajas entre la mayor parte de las clases de activos, una cartera tradicional 60/40 (60% renta variable, 40% deuda pública) rendiría solo un 6,9% anual con un choque de innovación y un 4,2% sin tal choque, según nuestros cálculos (presuponiendo una división entre S&P500 y US Treasuries), frente al 10,9% de 1981-2012. Generar rentabilidades más altas significará aceptar más riesgo. La idea de estancamiento secular resta importancia al potencial de la innovación para impulsar el crecimiento. Algunos economistas sostienen que, como consecuencia de las limitaciones estructurales, el crecimiento económico tendencial en las economías desarrolladas ha caído a un nivel más bajo de forma permanente. Estamos de acuerdo en que han aumentado los obstáculos estructurales para el crecimiento, pero creemos que el concepto de estancamiento secular resta importancia a los factores cíclicos y pasa por alto el potencial de que la innovación impulse el crecimiento (véase página 10). En nuestro escenario secundario, sin un choque de innovación, el crecimiento y la inflación se normalizarían gradualmente en los regímenes de tipo estándar (crecimiento económico de 2,5% aproximadamente e inflación de alrededor del 2% para EE.UU.). Puede estar a punto de surgir un choque de innovación radical. Las revoluciones tecnológicas auténticas tardan en evolucionar hasta aportar beneficios tangibles y sostenibles al crecimiento económico. Pero las señales de ese tipo de revolución están aumentando, y esto sustenta nuestro escenario básico de un choque de innovación radical (véase página 11). De hecho, podemos estar ya cerca del final de la fase inicial del ciclo y preparados para entrar en la fase de aceleración. Un choque de innovación radical aportaría un impulso duradero al crecimiento económico, moviendo a las economías importantes a un régimen de elevado crecimiento (por ejemplo, el crecimiento económico tendencial en EE.UU. aumentaría a 4%). Las estrategias de inversión deberían evolucionar a lo largo de la curva S. El enfoque de selección de títulos se adapta mejor a la fase inicial del ciclo, pues los innovadores siguen las salidas a bolsa. Durante la fase de aceleración, mientras la aceptación de la innovación se acelera en la economía, llevando el crecimiento económico a un plano superior, la inversión en índices bursátiles puede resultar provechosa. Durante la fase de madurez, cuando los índices son susceptibles de correcciones o cracs, se requiere un cambio a estrategias más defensivas, con atención a las acciones de valor y defensivas más que a las expuestas a la innovación (véase página 12). Las estrategias de inversión deberían evolucionar a lo largo de la curva S. La evolución del IoT proporciona un ejemplo importante del modo en que las tendencias en innovación y tecnología están fundiéndose con rapidez para crear un efecto potencialmente revolucionario (véase página 14). El IoT podría comprender más de 25.000 millones de dispositivos. Los costes más bajos de los dispositivos, una conectividad ubicua y la eficiencia energética están impulsando su aparición. Desde el punto de vista de la inversión, están empezando a surgir los ganadores y perdedores en un mundo IoT hiperconectado. Página 5 I. Rentabilidades esperadas de clases de activos Hemos actualizado nuestras estimaciones de rentabilidades esperadas de las principales clases de activos en cada uno de los tres principales bloques económicos. Los cálculos se realizan sobre la base de nuestro análisis macroeconómico para los regímenes de salida y llegada de crecimiento e inflación – los dos factores de riesgo principales que determinan las rentabilidades a largo plazo de los activos. Consideramos dos escenarios: regímenes bajo un choque de innovación radical que impulse el crecimiento económico (escenario básico), y regímenes sin choque de innovación, y por lo tanto una normalización progresiva del crecimiento económico y de la inflación (escenario secundario). Las rentabilidades a largo plazo esperadas aumentan, tanto en el caso de la renta variable como del high-yield de EE.UU. Las rentabilidades esperadas de la renta variable han aumentado en ambos escenarios en comparación con nuestras estimaciones de abril de 2014, dado que los índices de EE.UU. y Europa registraron el año pasado una evolución inferior a su tendencia a largo plazo. En el escenario con un choque de innovación, las rentabilidades nominales anuales medias a lo largo de los próximos diez años suben de 8,2% a 10,1% para la renta variable europea y de 7,8% a 10,3% para la renta variable de EE.UU. La sensibilidad de la rentabilidad esperada es mayor en el marco del choque de innovación – así pues, una variación insignificante según la hipótesis básica se convierte en un aumento significativo en este escenario. Las rentabilidades esperadas para los bonos corporativos high-yield de EE.UU. han aumentado, de 6,5% a 8,2% según la hipótesis básica y de 6,1% a 8,0% sin choque de innovación, debido a un efecto de base más favorable. Sin embargo, en EE.UU. una proporción elevada de RENTABILIDADES ESPERADAS DE LAS CLASES DE ACTIVOS CON Y SIN CHOQUE DE INNOVACIÓN Tipos interés Bonos corporativos Renta variable Con choque de innovación (escenario básico) Proyección (septiembre 2015)* Proyección (abril 2014)* 2015-2025 2014-2024 Private equity 13.0% 15.0% -2.0% Renta variable EEUU 10.3% 7.8% 2.5% Renta variable UE 10.1% 8.2% 1.9% Renta variable Asia ex. Japón 9.7% 8.2% 1.5% Private Equity inmobiliario 8.0% 8.0% 0.0% Bonos corporativos high yield EEUU 8.2% 6.5% 1.7% Bonos corporativos high yield UE 5.4% 5.2% 0.2% Bonos corp. investment grade UE 1.7% 3.1% -1.4% Bonos corp. investment grade EEUU 3.8% 3.8% 0.0% Liquidez EEUU 3.9% 4.0% -0.1% Liquidez UE 2.1% N.A N.A Bonos soberanos US Treasuries 1.6% 2.6% -1.0% Bonos soberanos alemanes (Bunds) -0.1% 1.1% -1.2% * Rentabilidades nominales anuales medias, cupones y dividendos incluidos, en monedas locales. Página 6 Horizonte – Otoño 2015 Diferencia esta clase de activos está compuesta por empresas energéticas. Aunque ofrecen un buen valor en el momento presente, existe también un riesgo significativo de trampas de valor, dada la incierta perspectiva del sector de la energía. Además, los bonos corporativos high-yield suelen tener una duración considerablemente menor que los bonos investment-grade o soberanos y, por lo tanto, el riesgo de reinversión es mayor. Para casi todos los demás activos, las rentabilidades esperadas han caído. Este es especialmente el caso de la deuda pública. Las rentabilidades de los Bunds alemanes son planas o ligeramente negativas, mientras que las rentabilidades de los US Treasuries se han deteriorado de 2,6% a 1,6% en el escenario básico y de 2,7% a 1,8% sin choque de innovación. De nuevo, esto refleja la evolución en los mercados desde la última actualización: los rendimientos empiezan ahora desde un punto más bajo. Esto es especialmente lo que sucede en Europa, donde los rendimientos de los Bunds alemanes a 10 años alcanzaron un mínimo de 0,05% este año. La subida de tipos de interés que prevemos, en línea con la normalización de la política monetaria, reducirá las rentabilidades en términos de comportamiento de los precios. También se ha producido un claro deterioro en las rentabilidades esperadas para los bonos corporativos investment-grade europeos, de 3,1% a 1,7% en términos de rentabilidad nominal anual media a lo largo de diez años según la hipótesis básica, y de 2,8% a 1,6% sin un choque de innovación. Esto representa un punto de partida menos favorable: los rendimientos de esta clase de activos en Europa han caído en más de 50 puntos básicos desde abril de 2014, pues un efecto de la relajación cuantitativa del BCE ha sido rebajar los costes de endeudamiento para las empresas europeas. En cambio, los rendimientos de los bonos corporativos investment-grade han experimentado movimientos muy ligeros durante el año pasado. Para la liquidez, las rentabilidades esperadas permanecen invariables en general.Todavía esperamos una normalización de la política monetaria, y los bancos centrales de los países con economías desarrolladas mantienen un objetivo de inflación de 2% aproximadamente. De manera similar, dado que nuestro escenario macroeconómico principal sigue siendo el mismo, no existe Sin choque de innovación (escenario secundario) Proyección (septiembre 2015)* Proyección (abril 2014)* Rentabilidad histórica anualizada % Volatilidad anualizada % 2015-2025 2014-2024 2011-2015 2011-2015 13.0% 15.0% -2.0% – – 6.0% 4.5% 1.5% 14.5% 14.8% 5.8% 4.5% 1.3% 11.8% 15.9% 7.4% 6.1% 1.3% 2.6% 15.7% 8.0% 8.0% 0.0% N.A N.A 8.0% 6.1% 1.9% 6.8% 3.4% 5.2% 4.8% 0.4% 9.1% 3.8% 1.6% 2.8% -1.2% 5.4% 2.4% 3.6% 3.5% 0.1% 5.1% 4.2% 3.3% 3.4% -0.1% 0.1% 0.0% 1.7% N.A N.A 0.3% 0.0% 1.8% 2.7% -0.9% 4.9% 6.9% 0.1% 1.2% -1.1% 7.3% 5.8% Diferencia Fuentes: Pictet WM – AA&MR Página 7 «La subida de tipos de interés que prevemos, en línea con la normalización de la política monetaria, reducirá las rentabilidades de la deuda pública en términos de comportamiento de los precios.» «Pese al problema de la iliquidez, las rentabilidades ofrecidas por el private equity y el private equity inmobiliario hacen de ellos una parte necesaria de la distribución de activos para carteras grandes.» Las rentabilidades son más bajas en una comparación histórica En nuestro escenario básico (choque de innovación), la renta variable presenta una evolución positiva. Sin embargo, en nuestro escenario secundario, las rentabilidades esperadas de casi todas las clases de activos son más bajas que en una comparación histórica. Las rentabilidades de la renta variable de EE.UU., por ejemplo, se estiman en 6,0% sobre una base nominal anual media a lo largo de los próximos diez años, sin choque de innovación, frente a una rentabilidad media de 8,9% en 1871-2015. Este deterioro entre clases de activos refleja el hecho de que las valoraciones están algo tensas. ningún cambio en las rentabilidades esperadas del private equity inmobiliario. Las rentabilidades esperadas del private equity bajan ligeramente, de 15% a 13% en cualquiera de los dos escenarios, como consecuencia del buen comportamiento reciente. Pese a ello, las rentabilidades esperadas más altas de todas las clases de activos continúan proviniendo del private equity en ambos escenarios (con o sin choque de innovación). No obstante, las rentabilidades incrementales adicionales ofrecidas por estas clases de activos han de ponderarse en relación con su falta de liquidez. El ciclo completo de inversión del private equity es de siete u ocho años, por lo que el retorno de la inversión no se realiza plenamente hasta el final de dicho período. Dado que es un período excepcionalmente largo para mantener una inversión, los inversores tienden a exigir una rentabilidad superior. Pese al problema de la iliquidez, las rentabilidades ofrecidas por el private equity y el private equity inmobiliario, en un entorno de rentabilidades esperadas más flojas en general entre clases de activos, hacen de ellos una parte necesaria de la distribución de activos para carteras grandes. Las rentabilidades esperadas de la renta variable son superiores a las de la deuda pública y la liquidez, pero no de forma sustancial en el escenario secundario. Las rentabilidades de la renta variable también han sido más altas históricamente, si bien desde 2000 se han quedado rezagadas, pues los mercados han sufrido dos cracs importantes, el estallido de la burbuja puntocom y la catástrofe de las hipotecas subprime – a pesar de la mejor rentabilidad del S&P500 durante el RENTABILIDADES ESPERADAS INFERIORES A LAS RENTABILIDADES HISTÓRICAS Rentabilidad histórica Renta variable 8.9 US 2.9 UE Asia ex-Japan Renta fija 9.4 9.7 7.4 10-year German Bund 2 4 2001 – 2015 10.1 5.8 0 1871 – 2015 10.3 6.0 6 8 1988 – 2015 10 12 7.3 -0.1 1980 – 2015 0.1 Cash Europe 1.7 10-year US T-Bonds 2.2 2.1 1999 – 2015 8.1 1.6 1.8 Corp. Investment Grade EU 1.6 1.7 2.6 Cash US 1980 – 2015 5.4 3.3 Corp. Investment Grade US 2000 – 2015 1997 – 2015 3.9 8.8 3.8 3.6 Corp. High Yield EU 5.2 1980 – 2015 5.8 5.4 1998 – 2015 8.6 8.2 8.0 Corp. High Yield US -1 0 1 2 3 4 5 6 7 8 9 1980 – 2015 10 Alternativos Private Equity 7.9 8 8 Private Equity Real Estate 0 2 4 6 8 17.2 13 13 2004 – 2015 1986 – 2015 10 12 14 16 18 20 History With innovation shock Without innovation shock Página 8 Fuentes: Pictet WM – AA&MR, Datastream Horizonte – Otoño 2015 DESDE 2000, EL MERCADO DE RENTA VARIABLE DE EEUU HA SUFRIDO DOS CRACS IMPORTANTES 2000 = 100 300 S&P 500 TR (1970) US BENCHMARK 10 YEAR DS GOVT. INDEX The BofA Merrill Lynch US Corporate Index - Total Rtn Idx Val 250 The BofA Merrill Lynch US High Yield Index - Total Rtn Idx Val 200 150 100 50 2000 01 02 03 04 05 06 07 08 09 10 11 12 13 14 15 Fuentes: Pictet WM – AA&MR, Datastream repunte tras dichos estallidos. Las tendencias en la renta fija tienden a ser menos volátiles que en la renta variable – aunque, incluso para la renta fija, pueden producirse variaciones significativas en las rentabilidades anuales. En este entorno de rentabilidades esperadas relativamente bajas de la deuda pública, una cartera tradicional 60/40 (60% renta variable, 40% deuda pública) generaría una rentabilidad media anual del 6,9% con un choque de innovación y del 4,2% sin tal choque, según nuestros cálculos (presuponiendo una división entre S&P500 y US Treasuries), frente al 10,9% de 1981-2012. Este deterioro no es un fenómeno nuevo: desde que tocaron techo en torno a 16% a mediados de la década de los 90, las rentabilidades en esta distribución de activos han seguido una tendencia descendente. La razón por la que una cartera 60/40 pudo registrar rentabilidades de dos dígitos durante gran parte de los últimos 30 años fue que los tipos de interés a largo plazo cayeron con firmeza, hasta un mínimo de 1,4% en EE.UU. en julio de 2012. Puesto que el precio de los bonos se mueve en una relación inversa al rendimiento, los US Treasuries registraron de forma constante rentabilidades de dos dígitos. Con la inflación baja, esto sucedió incluso en fases de fuerte expansión económica. Generar rentabilidades más altas significará aceptar más riesgo La cuestión ahora, mientras se normalicen los tipos de interés a largo plazo, será cómo seguir generando rentabilidades comparables. La única solución será aceptar más apalancamiento. Por ejemplo, mientras que en una cartera 60/40 tradicional, un 90% de la volatilidad proviene de las posiciones de renta variable, una cartera con paridad de riesgo apalanca la posición en renta fija y así diversifica la volatilidad. Sin embargo, eso significa aceptar un riesgo mayor – especialmente si se produce una crisis en los tipos de interés a largo plazo. Durante el “taper tantrum” en julio de 2013, cuando a los mercados les entró el pánico ante signos de que la Fed estaba preparada para empezar a retirar la relajación cuantitativa, las carteras con paridad de riesgo sufrieron grandes pérdidas. Nuestro escenario básico de un choque de innovación radical mejoraría la situación incrementando sustancialmente las rentabilidades de la renta variable. De lo contrario, en una situación en la que no se da nada sin contrapartida, los inversores que no estén dispuestos a aceptar rentabilidades esperadas más bajas tendrán que decidir cuánto riesgo están dispuestos a soportar. Página 9 “En una situación en la que no se da nada sin contrapartida, los inversores que no estén dispuestos a aceptar rentabilidades esperadas más bajas tendrán que decidir cuánto riesgo están dispuestos a soportar.” II. Innovación, crecimiento e inversión Existen temores a que las economías desarrolladas puedan estar afrontando un estancamiento secular. Según esta teoría, los obstáculos estructurales al crecimiento, muy especialmente una demografía adversa, podrían dar lugar a tasas de crecimiento económico permanentemente más bajas. Pero nosotros somos más optimistas. A nuestro juicio, el crecimiento se normalizará gradualmente a medida que disminuyan las debilidades cíclicas, y existe potencial para que un choque de innovación radical impulse la productividad y por lo tanto el crecimiento económico. Existen pruebas que indican que puede estar a punto de producirse un choque de este tipo. El espectro del estancamiento secular persigue a las economías desarrolladas Larry Summers, exsecretario del Tesoro de EE.UU., ha propagado la idea del estancamiento secular para captar la situación de la economía de EE.UU. tras la crisis financiera y económica de 2008-09 – resucitando un concepto propuesto originalmente por el economista americano Alvin Hansen en 1938, en el período posterior a la Gran Depresión. Summers sostiene que, como consecuencia de las limitaciones estructurales, el crecimiento económico potencial ha caído a niveles más bajos de forma permanente. Se centra en EE.UU., pero, en realidad, la amenaza del estancamiento secular parecería ser aún mayor en la zona euro, así como un problema constante para Japón. No existe un acuerdo total sobre la definición de estancamiento secular, pero, como recalca Summers, describe una tendencia persistente a que la oferta agregada supere a la demanda agregada. Los tipos de interés no pueden equilibrar la demanda agregada y la oferta agregada, pues el tipo de interés real neutral es negativo e inferior al valor más bajo que puede conseguirse para el tipo de interés real a corto plazo exento de riesgo. Estamos de acuerdo en que en las economías desarrolladas han surgido obstáculos estructurales al crecimiento, muy especialmente: • Demografía. Las tendencias demográficas prestan ahora menos soporte al crecimiento económico, pues la población envejece y la expansión de la población en edad de trabajar se ralentiza o incluso cambia de signo. Por ejemplo, la Comisión Europea proyecta una caída del 2,1% en la población en edad de trabajar en la UE desde 2013 hasta 2020.1 • Educación. La revolución de la educación en las economías occidentales implícita en la primera expansión de la enseñanza universal y después de la educación superior masiva ha terminado, así pues, no es probable que se produzca ningún aumento sustancial de los niveles medios de formación académica en los países desarrollados. Esto ha tenido implicaciones negativas para el crecimiento de la productividad. • Endeudamiento. Anteriormente hemos resaltado la tendencia de la Gran Divergencia, en la que la deuda pública se encuentra en una trayectoria alcista pero el crecimiento económico en una pendiente descendente. Muchas economías desarrolladas están luchando contra este problema – la deuda pública como ratio del PIB ha alcanzado 92% en la zona euro, 101% en EE.UU. y 224% en Japón. 1 Comisión Europea (2014), The 2015 Ageing Report 2 Donay, C (2012): The New Paradigm of Indebtedness, Perspectivas Edición Especial, Pictet & Cie Página 10 Horizonte – Otoño 2015 EEUU: PROLONGADA RECUPERACIÓN (INICIOS DE VIVIENDAS Y LICENCIAS COMO % DE LAS EXISTENCIAS TOTALES DE CASAS) % 1.9 1.7 Promedio 1980-2008 1.5 1.3 1.1 0.9 0.7 0.5 0.3 1980 82 84 86 88 90 92 94 96 98 00 02 04 06 08 10 12 14 16 Fuentes: Pictet WM – AA&MR, Datastream La innovación puede impulsar el crecimiento económico Sin embargo, no estamos convencidos de que el mundo desarrollado se enfrente a un estancamiento secular. En primer lugar, el concepto resta importancia a la influencia de los factores cíclicos que han pesado en el crecimiento tras el crac de 2008-09 – incluyendo la debilidad del ciclo crediticio, el bajón en el mercado de la vivienda de EE.UU. y el desendeudamiento de los consumidores. Dada la magnitud del último ciclo de auge y caída, la recuperación ha resultado interminable – el mercado de la vivienda en EE.UU., por ejemplo, se reactiva muy lentamente. No obstante, a medida que estas limitaciones cíclicas desaparezcan, el crecimiento económico se reforzará. Por esta razón, nuestro escenario secundario apunta a una normalización gradual del crecimiento económico y de la inflación, aunque a niveles moderados, más que fuertes. En segundo lugar, la idea del estancamiento secular hace demasiado hincapié en el efecto de los problemas del lado de la demanda como freno del crecimiento – sus principales defensores, como Paul Krugman, favorecen el planteamiento keynesiano de que el crecimiento se ve impulsado por la demanda. Nosotros, en cambio, creemos que en las economías desarrolladas la oferta precede a la demanda – y la expansión de la oferta dependerá cada vez más de la innovación tecnológica. Pensemos por ejemplo en el modo en que el advenimiento de la tecnología de comunicaciones móviles, impulsada por la innovación, creó la demanda de teléfonos móviles – y, posteriormente, de aplicaciones asociadas. Un choque de innovación podría impulsar el crecimiento de la productividad –que se ha desacelerado en el último decenio– y por lo tanto superar obstáculos estructurales para impulsar un crecimiento económico más fuerte. Este es el fundamento de nuestro escenario básico de rentabilidades esperadas. Además, creemos que puede estar a punto de producirse un choque de innovación radical. Un choque de innovación radical es el que se extiende por toda la economía y aporta un impulso duradero al crecimiento económico – a diferencia de un choque de innovación transitorio que beneficia solo a un sector concreto o ejerce solo un estímulo económico de corta duración (por ejemplo, cuando se lanza un nuevo iPhone, las ventas minoristas en EE.UU. aumentan temporalmente, pero no se produce ningún beneficio sostenido para el crecimiento económico). Puede ser inminente un choque de innovación radical Las revoluciones tecnológicas auténticas tardan en evolucionar hasta aportar beneficios tangibles y sostenibles al crecimiento económico. Pero los signos de ese tipo de revolución están aumentando. Hemos identificado siete sectores clave con potencial para desempeñar un papel destacado en la próxima oleada de innovación radical: Internet, IT/información y proceso de datos, automatización, transporte, energía, ciencias de la vida y materiales inteligentes. En particular, Silicon Valley en EE.UU. ha reunido una masa crítica de know-how tecnológico, instinto innovador, energía emprendedora y financiación amplia que está creando una oleada autopotenciadora de innovación transformadora. Otro motivo de optimismo es que en el presente, debido a las grandes reservas de liquidez de las empresas, el sector privado está bien posicionado para realizar la inversión sostenida necesaria para respaldar un choque de innovación radical, más que meramente transitorio. Los choques de innovación radical aportan un impulso duradero al crecimiento económico, pues Página 11 “La idea del estancamiento secular hace demasiado hincapié en el efecto de los problemas del lado de la demanda como freno del crecimiento. Nosotros, en cambio, creemos que en las economías desarrolladas la oferta precede a la demanda.” “Los choques de innovación radical aportan un impulso duradero al crecimiento económico, pues la oferta crea demanda.” la oferta crea demanda. Por ejemplo, en la década de los 90 el advenimiento de nuevas tecnologías de computación y comunicaciones impulsaron el crecimiento real del PIB de EE.UU. a 3,5%, muy por encima de la tasa de crecimiento de equilibrio a largo plazo del país, del 2,5%. un inminente choque de innovación radical, podemos estar ya cerca del fin de la fase inicial del ciclo y preparados para entrar en la fase de aceleración.” • Fase inicial del ciclo. Las fuerzas que desencadenarán un choque de innovación radical están agrupándose, con la inversión dando respaldo a la investigación y al desarrollo así como a la aplicación comercial inicial en sectores específicos. En esta etapa, lo más adecuado es un enfoque de selección de títulos, pues los innovadores siguen las salidas a bolsa y los primeros en actuar empiezan a recoger los frutos de la innovación. Las empresas tecnológicas de Silicon Valley tienen ya un valor colectivo de más de 3 billones de USD (si bien muchas empresas tecnológicas dependen más de “inversores ángeles” y de financiación mediante capital riesgo para las etapas iniciales de su desarrollo en comparación con lo que sucedió en el boom puntocom). • Fase de aceleración. A medida que se acelera la aceptación de la innovación, el choque se extiende por toda la economía, causando un efecto transformador entre sectores y llevando el • Fase de madurez. El ritmo de adopción se desacelera a medida que la difusión de la innovación alcanza la madurez, y el crecimiento económico se nivela. Los índices bursátiles estarán en la fase de exceso y son susceptibles de experimentar un crac o al menos una corrección. Se vuelve necesario cambiar a estrategias más defensivas. Esto puede conllevar una vuelta a un enfoque de selección de títulos, pero pasando de los que sean sensibles al ciclo de innovación a títulos de valor. Si estamos en lo cierto sobre un inminente choque de innovación radical, en ese caso, a juzgar por el número de empresas tecnológicas innovadoras que ya han surgido y sus elevadas valoraciones, podemos estar ya cerca del fin de la fase inicial del ciclo y preparados para entrar en la fase de aceleración. Por consiguiente, la idea del estancamiento secular pasa por alto el potencial de que un choque de innovación radical impulse la oferta y por lo tanto la demanda. El descontar la posibilidad de un choque de innovación tiene implicaciones considerables para las rentabilidades esperadas de las clases de activos. LA CURVA S DE LA INNOVACIÓN Y LA INVERSIÓN DIFUSIÓN DE LA INNOVACIÓN Y CRECIMIENTO ECONÓMICO “Si estamos en lo cierto sobre Las estrategias de inversión deberían evolucionar a lo largo de la curva S ¿Cómo pueden beneficiarse los inversores de un choque de innovación radical? El ciclo de un choque de ese tipo puede considerarse una curva S: crecimiento económico a un plano superior. La inversión en empresas objetivo puede continuar, pero muchas “empresas precoces” fracasarán en esta etapa. La inversión más amplia en índices bursátiles con exposición tecnológica puede resultar provechosa, pues el aumento del crecimiento económico impulsa las cotizaciones de forma generalizada. Génesis y primeros tiempos de la innovación Difusión acelerada de la innovación Madurez de la innovación INVERSIÓN • Enfoque bottom-up • Selección de títulos entre empresas precoces ¡TAL VEZ ESTEMOS AQUÍ! Ejemplo: 1990-95 INVERSIÓN INVERSIÓN • Fin del proceso top-down • Corrección de índices (crac) • a selección de títulos favorece las acciones defensivas y de valor • Enfoque top-down • Selección de índices bursátiles que se benefician de la innovación • Selección darwiniana de supervivientes (bottom-up) • Fase de exceso en los índices (mercado alcista) Ejemplo: 1996-2000 Ejemplo: 2001-03 TIEMPO Fuentes: Pictet WM – AA&MR Página 12 Horizonte – Otoño 2015 SIETE FUENTES PARA UN NUEVO CHOQUE DE INNOVACIÓN RADICAL Sectores tecnológicos Innovaciones radicales potenciales 1. Internet – Aplicaciones para móviles – Internet de las Cosas – Crowd-sourcing, Crowd-funding, Crowd-teaching 2. IT/Información y proceso de datos – Extensión de la ley de Moore (microprocesadores de nueva generación) – Informática cuántica – Big Data 3. Automatización – Robótica avanzada – automatización de trabajo manual y competencias especializadas (inteligencia artificial), interfaz hombre/máquina, drones, procesos de toma de decisiones 4. Transporte – Vehículos sin conductor – Vehículos accionados por energías nuevas 5. Energía – Petróleo y gas de esquisto – Almacenamiento y gestión de energía eléctrica – Energías nuevas – solar, biomasa, eólica, geotérmica, mareomotriz, hidrógeno 6. Ciencias de la vida – Farmacéuticas – Biotecnología – biomarcadores, nanobiotecnología, terapias biológicas dirigidas, genómica (descodificación ADN), genética molecular y celular – Neurobiología (y Neuroinformática) – Bioinformática – Inmunología – Oncología 7. Materiales inteligentes – Nanotecnologías – Grafeno – Materiales compuestos – Utilización de materia/materiales blandos (polímeros, proteínas) III. El Internet de las Cosas: del revuelo a la realidad de la inversión La evolución del llamado Internet de las Cosas proporciona un ejemplo claro del modo en que las tendencias en innovación y tecnología están fundiéndose con rapidez para crear un efecto potencialmente revolucionario. Durante el año pasado más o menos se ha observado que el Internet de las Cosas (IoT por su sigla en inglés) alcanzaba un crecimiento imparable, hasta el punto de que se considera en general un enorme tema industrial y de inversión para los próximos años. Aunque esto es cierto, sin duda alguna, vale la pena pararse a evaluar lo que el IoT significa realmente en el contexto de la inversión. Christopher Seilern Analista financiero de Tecnología No puede decirse que el IoT sea algo nuevo. No es solo que el propio Internet sea ya bastante antiguo (el protocolo TCP/IP se usó por primera vez hace más de 30 años, en 1982), sino que además el término “Internet of Things” fue acuñado en 1999 en una presentación sobre tecnología RFID en Procter & Gamble. Bill Joy, fundador de Sun Microsystems, también habló sobre ello en 1999 en el Foro Económico Mundial, en su conferencia “6 Webs”. Así pues, ¿por qué se ha tardado casi veinte años en pasar de la idea al revuelo? ¿Avanzará, desde el revuelo hasta productos y servicios reales? ¿Y crearán éstos valor económico? En pocas palabras, sí, y el motivo por el que esto está sucediendo ahora, en lugar de hace seis años o dentro de cinco años, obedece a tres factores sencillos: coste, ubicuidad y eficiencia energética. El coste, la ubicuidad y la eficiencia energética impulsan la aparición del IoT Mientras que Internet llega actualmente a casi 3.000 millones de personas, o un 40% de la población mundial, se espera que el IoT comprenda, según Gartner Group, más de 25.000 millones de dispositivos, triplicando con creces Fuentes: Pictet WM – AA&MR, Datastream Despertador: Programas remotos, elección de tonos, encendido de la cafetera Cepillo de dientes eléctrico: Pedido automático de cabezales, comparte hábitos de cepillado con su dentista Nevera: Con las etiquetas RFID, pide alimentos según las necesidades y sugiere recetas Automóvil: Indica el tráfico en el mapa en tiempo real; otros pueden seguir su posición Casa/Cama Lugar de trabajo Cafetera: Personalización para cada tipo de café, empieza cuando se apaga la alarma Página 14 Báscula inteligente: Pesa y envía la información para el seguimiento de la evolución Horno: Ajustes del horno desde el ordenador o el teléfono en caso de retraso Teléfono celular: Realiza la identificación y verificación segura para los pagos Horizonte – Otoño 2015 la población mundial. En esa magnitud, el coste es el determinante principal, pues es imposible asumir que los próximos 20.000 millones de dispositivos cuesten miles de dólares cada uno. Para que el IoT tenga sentido económico, el coste de la mayoría de los dispositivos conectados tendrá que cifrarse en decenas de dólares o menos. El segundo factor determinante, la ubicuidad, también está empezando a volverse una realidad, mediante la economía de la conectividad. La conectividad, tanto con hilos como inalámbrica, existe desde hace décadas. Pero la disponibilidad de una conectividad inalámbrica con un coste extremadamente bajo es un fenómeno relativamente nuevo: ahora se puede comprar un módulo GSM por menos de 10 $, Wifi por menos de 3 $ y Bluetooth por menos de 1 $. A estos niveles de coste, el tipo de dispositivos que pueden conectarse económicamente a Internet aumenta de forma exponencial. Como consecuencia, durante el último año más o menos se ha observado una avalancha de productos conectados a Internet que no habrían sido viables hace un par de años: bombillas (Philips), termostatos (Google), dispositivos para apertura de garajes (Chamberlain), lavadoras (Whirlpool), cacerolas (Belkin), o básculas (Fitbit) entre otros muchos. El último factor, la eficiencia energética, también es crucial. El consumo eléctrico de un ordenador de sobremesa, en 0,80 kWh diarios, representa menos del 2% del uso diario de electricidad del americano medio. Pero 0,80 kWh es el 10% del uso diario de electricidad del ciudadano chino medio. Claramente, la eficiencia energética es esencial, y un uso de energía ultrabajo es un requisito absoluto para los dispositivos IoT, especialmente en los mercados emergentes o en lugares apartados de acceso tradicional a la red eléctrica. Por ejemplo, mientras que el Bluetooth es un estándar inalámbrico que existe desde hace más de una década, el Bluetooth Low Energy no empezó a utilizarse hasta 2011. La alineación de coste, ubicuidad y eficiencia energética ha permitido que se desarrollen aplicaciones para el mercado de masas en prácticamente todos los campos de la industria. Ahora existen productos IoT en vigilancia medioambiental, gestión de infraestructuras, automatización industrial, gestión de la energía, sistemas médicos, sistemas de transporte y “ La automatización y la vigilancia de viviendas se han beneficiado de algunos de los dispositivos IoT más innovadores hasta ahora, y algunas de las mayores empresas tecnológicas del mundo han empezado Teléfono VoIP: Actualización, integración y desvíos automáticos Ordenador: Control centralizado para comunicación remota con cualquier otro dispositivo Impresora: Pedido automático de tóner y papel en función de las necesidades Reproductores de contenidos: Pide remotamente nuevas canciones y videos finalmente a abordar esta oportunidad de mercado.” Microondas: Establece automáticamente el ciclo de cocción con el reconocimiento RFID Casa/Cama trabajo Climatización: Controla temperatura y luces para una eficiencia máxima 1 Identificación por radiofrecuencia Máquinas expendedoras: Pedido automático de productos antes de que se acaben 2 Seguridad de edificios: Las cámaras de seguridad interactúan con bases de datos de reconocimiento facial Voz sobre Protocolo de Internet 3 Máquinas de ejercicios: reconoce cada usuario y sigue su programa de entrenamiento Calefacción Ventilación Aire acondicionado Televisión: Pedido de los productos vistos en los anuncios con un solo clic Fuentes: Pictet WM – AA&MR Página 15 automatización de edificios/viviendas, entre otros. “Google, Apple y Cisco serán probablemente actores fundamentales de un futuro IoT. Además, surgirán más empresas que desarrollarán productos y servicios IoT estandarizados.” La automatización y la vigilancia de viviendas, muy avanzadas En lugar de intentar abordar todas estas vertientes,centrémonos en la vivienda, donde más han avanzado algunos aspectos del proceso de estandarización y la disponibilidad de productos y servicios. La automatización y la vigilancia de viviendas se han beneficiado de algunos de los dispositivos IoT más innovadores hasta ahora y, lo que es más importante, algunas de las mayores empresas tecnológicas del mundo han empezado finalmente a abordar esta oportunidad de mercado. Esto es importante porque la vivienda es una de las oportunidades del mercado IoT más amplias, más visibles y más estandarizadas. Mientras que ya hace varios años que Cisco replanteó sus productos y servicios en torno a un futuro IoT, hace bastante poco que tanto Google como Apple empezaron a abordar esta oportunidad a lo grande. Google gastó casi 4.000 millones de USD en la adquisición de Nest (un fabricante de termostatos y detectores de humo) y Dropcam (un fabricante de webcams), y también ha abierto su ecosistema domótico a terceros. Mercedes Benz y Whirlpool han estado entre las primeras empresas en desarrollar productos conectados compatibles con los productos y servicios domóticos de Google, y muchas otras seguirán sus pasos. Apple también ha empezado a introducirse en la domótica conectada a Internet. iOS 8 (iPhone, iPad, iPod y AppleTV) incluye ahora Homekit, un estándar diseñado por Apple para agrupar la comunicación entre dispositivos dispares conectados en el hogar de un usuario (por ej. TV a cepillo de dientes). Empiezan a surgir ganadores y perdedores Sin duda, Google, Apple y Cisco serán probablemente actores fundamentales de un futuro IoT, si bien el potencial directo de subida del precio de sus acciones todavía sea difícil de cuantificar. Además, surgirán más empresas, como Ubiquity Networks o Sonos, que desarrollarán productos y servicios IoT estandarizados. En la cara opuesta de este mural de innovación y crecimiento habrá empresas que tengan grandes productos y negocios, pero que se resentirán por su incapacidad para sentar pautas y conservar poder de fijación de precios en un mundo dominado por un puñado de plataformas con miles de millones de usuarios. Esto significa empresas de la era PC cuyo negocio esté enfocado sobre una vertiente especializada (semiconductores u ordenadores personales, por ejemplo) o cuyos productos excluyan efectos de red (software o servicios, por ejemplo). Desde el punto de vista de la inversión, es el momento en que están empezando a surgir los ganadores y perdedores en un mundo IoT hiperconectado. A semejanza de lo acontecido en la revolución industrial, o en la era de los reactores, esta nueva revolución probablemente verá la creación de empresas más grandes que nunca, con presencia mundial, que impulsen el valor económico en prácticamente todas las partes de la economía. A primera vista, los enfoques de Google y Apple podrían parecer bastante técnicos y desprovistos de sustancia, pues hoy en día solo existe un puñado de dispositivos compatibles. Sin embargo, como tan a menudo ha sucedido en el pasado, la clave está en las plataformas y los estándares. Pocas plataformas de cualquier sector pueden compararse con los 800 millones de cuentas iTunes de Apple, o los más de 1.000 millones de personas que usan productos y servicios de Google. Además, también es bastante probable que Google y Apple, como líderes de hecho de la industria más conectada del mundo, el mercado de la telefonía móvil, dominen y determinen los estándares IoT en conjunto. Página 16 Horizonte – Otoño 2015 Page 17 IV. Marco de trabajo para el cálculo de las rentabilidades esperadas “Hemos identificado dos factores de riesgo esenciales para evaluar las rentabilidades Cuando se lleva a cabo la planificación de patrimonios y la correspondiente distribución de activos estratégica, es necesario calcular las rentabilidades a largo plazo esperadas de las diversas clases de activos. La investigación académica se esfuerza por diferenciar los factores de riesgo que impulsan las rentabilidades, pero todavía no ha surgido una estructura teórica integral. En Pictet hemos desarrollado un enfoque propio basado en factores de riesgo a fin de calcular las rentabilidades a 10 años esperadas de las clases de activos.1 a largo plazo de las clases de activos: el régimen de crecimiento económico real y el régimen de inflación. Tienen una fuerte correlación con La clave radica en el crecimiento económico y la inflación De los tres métodos que se encuentran más habitualmente para calcular rentabilidades a diez años –reversión a la media, previsión utilizando intervalos de confianza, y el enfoque del factor de riesgo–, creemos que el enfoque del factor de riesgo es el más adecuado. En particular, permite la incorporación de choques de innovación. Hemos identificado dos factores de riesgo esenciales para evaluar las rentabilidades a largo plazo de las clases de activos: el régimen de crecimiento económico real y el régimen de inflación. Estos dos factores de riesgo tienen una fuerte correlación con todas las principales clases de activos. Por lo tanto, bajo nuestro enfoque del factor de riesgo, las rentabilidades esperadas de las clases de activos dependen de escenarios de crecimiento económico real y de inflación, junto con una hipótesis sobre la probabilidad de un choque en la economía. Los factores específicos de activos desempeñarán asimismo un papel. todas las principales clases de activos.” Para simplificar la amplia gama de posibilidades para el crecimiento económico real y la inflación, determinamos tres regímenes de crecimiento económico principales (estándar, bajo y fuerte) y tres regímenes de inflación principales (estándar, baja y elevada). Sus intersecciones dan lugar a nueve regímenes económicos posibles – si bien solo siete de ellos son realistas en la práctica. MATRIZ DE REGÍMENES ECONÓMICOS Crecimiento átono gr =1% Crecimiento estándar gr = 2.5% Choque de innovación gr = 4% Desinflación π = 0.5% Entorno deflacionista Europa, años 2010 Improbable Improbable Inflación estándar π = 2% ‘The New Normal’ EE.UU. años 2000s “Goldilocks” EE.UU. años 1990 Edad de oro EE.UU. años 1980 Inflación Stagflation Entorno inflacionista Entorno de recalentamiento π = 4% EE.UU. años 1970 Mercados emergentes años 1970 China años 2000 Fuente: Pictet WM – AA&MR Puede consultarse información detallada en Pictet & Cie (2015),“Metodología de cálculo de las rentabilidades esperadas a 10 años de las clases de activos”. 1 Página 18 Horizonte – Otoño 2015 EEUU: CRECIMIENTO REAL DEL PIB (VARIACIÓN INTERANUAL) Gran Desendeudamiento % 8 % Inflación elevada Gran Moderación Gran Desmonetización 6 4 2 0 -2 -4 1960 62 64 66 68 70 72 74 76 78 80 82 84 86 88 90 92 94 96 98 00 02 04 06 08 10 12 14 16 18 Fuentes: Pictet WM – AA&MR, Datastream ¿Choque de innovación o retorno a la norma? Los regímenes de salida y de llegada podrían ser diferentes. Es vital tener en cuenta la posibilidad de un choque en la economía que dé lugar a un cambio de régimen económico: las últimas décadas han terminado con regímenes de crecimiento y de inflación diferentes de aquellos con los que empezaron. Por lo tanto, tenemos dos escenarios esenciales: con y sin choque de innovación. Un choque de innovación radical podría ser un choque tecnológico (que consideramos lo más probable en el momento actual), un choque social, o un choque de políticas. En nuestro escenario básico, un choque de innovación a lo largo de los próximos diez años (que para la base de nuestros cálculos presuponemos se produce en 2017) da lugar a un cambio de régimen económico durante el período pronosticado. Las economías continuarían evolucionando inicialmente según sus regímenes actuales.Tras el choque de innovación, la repercusión plena sobre el crecimiento y la inflación no se produciría hasta la última parte de la década. Las economías funcionarían plenamente bajo los nuevos regímenes a partir de 2020. En nuestro escenario secundario, sin un choque de innovación, el crecimiento vuelve gradualmente a su potencial a largo plazo. Este escenario está muy cerca de la reversión a la media. Escenario básico: Choque de innovación “Es vital tener en cuenta la posibilidad de un choque en la economía que dé lugar Estados Unidos • Régimen de salida: crecimiento estándar e inflación baja. El proceso de normalización que esperábamos para la economía de EE.UU. se ha materializado mediante mejoras concomitantes en el mercado de la vivienda, los préstamos y el empleo, que están trasladándose al consumo. El crecimiento económico real de EE.UU. ha superado el 2% interanual durante los últimos tres años. La inflación, en cambio, sigue contenida, oscilando en torno a 0,0% interanual en el primer semestre de 2015. • Régimen de llegada: crecimiento fuerte e inflación estándar. Bajo el efecto de un choque de innovación, el crecimiento económico tendencial de EE.UU. se aceleraría a 4% aproximadamente. La inflación permanecería controlada, en torno a 2%, siendo probable que la Fed adoptara una postura cautelosa. Europa: • Régimen de salida: crecimiento débil e inflación baja. El crecimiento económico real en la zona euro ha rondado una media de apenas 1,5% en los últimos tres años, y había temores a que la deflación se afianzara antes de que el BCE lanzara su programa QE en 2015. Muchas economías europeas están luchando también con lo que llamamos la “Gran Divergencia”, en la que la deuda pública se encuentra en una trayectoria alcista pero Página 19 a un cambio de régimen económico.” el crecimiento económico en una senda descendente. • Régimen de llegada: crecimiento fuerte e inflación estándar. Incluso si, como parece más probable, se originara un choque de innovación radical en EE.UU., Europa también participaría. Siguiendo la estela de EE.UU., el crecimiento económico se aceleraría a 3,5% aproximadamente (menos que en EE.UU. debido a mayores obstáculos para la difusión de la nueva tecnología y para las mejoras de la productividad en Europa). Al igual que su contraparte de EE.UU., el BCE probablemente adoptaría una postura bastante dura sobre la inflación, conteniéndola en torno al 2%. Asia ex. Japón: • Régimen de salida: crecimiento fuerte e inflación estándar. El crecimiento económico en las economías emergentes de Asia se ha desacelerado en los últimos años. Muy especialmente, el crecimiento de China ha caído de un 13% por término medio durante los últimos 15 años a 7% en el presente. Sin embargo, todavía está muy por encima de los niveles en las economías desarrolladas, y normalmente por encima de lo que consideraríamos un régimen de crecimiento estándar para los mercados emergentes. La inflación ha estado contenida en general en la mayoría de las economías asiáticas emergentes. • Régimen de llegada: crecimiento fuerte e inflación estándar. Las economías emergentes asiáticas también se beneficiarían de un choque de innovación, tanto por la mayor demanda en EE.UU. y Europa como por la repercusión de la tecnología, que elevaría la productividad. El crecimiento económico, en lugar de desacelerarse, se estabilizaría en torno al 7%. La inflación permanecería en un régimen estándar. Página 20 Escenario secundario: Sin choque de innovación Estados Unidos • Régimen de llegada: crecimiento estándar e inflación estándar. A falta de un choque de innovación, el crecimiento económico tendencial en EE.UU. probablemente se estabilice en torno a 2,5%. Europa: • Régimen de llegada: crecimiento estándar e inflación estándar. Nuestro escenario secundario prevé una normalización gradual del crecimiento económico en Europa, con el crecimiento real del PIB aumentando a un 2% aproximadamente y la inflación estabilizándose en torno al 2%. Asia ex. Japón • Régimen de llegada: crecimiento estándar e inflación estándar. El crecimiento económico en Asia emergente continuará desacelerándose. China afronta una fase de ajuste, no siendo ya sostenible la dependencia de un crecimiento de la inversión extremadamente elevado – el crecimiento se desacelerará a menos de 6% para el final de esta década y más posteriormente. El crecimiento de otros países asiáticos emergentes también disminuirá a medida que sus economías maduren. Existen riesgos alcistas para la inflación, especialmente en China, por los crecientes costes laborales, pero el debilitamiento de las presiones de la demanda debería dar lugar a que la inflación continúe en un régimen estándar (para los mercados emergentes) de alrededor de 4%. Horizonte – Otoño 2015 CONTEXTO DEL DECENIO EL CHOQUE ECONÓMICO Al final de la guerra del Yom Kipur en 1973 entre Israel y una coalición de Estados árabes liderada por Egipto y Siria, la OPEP forzó un alza del precio del barril de crudo, que se triplica en menos de 3 meses, pasando de 3 a 10 dólares. La maniobra de la OPEP conduce a una crisis petrolera, que genera una coyuntura económica inédita en las economías desarrolladas: la estanflación, que combina un crecimiento económico muy débil con una tasa de inflación anual que alcanza el 12%. 1970 La elección de Ronald Reagan como presidente de EE.UU. en 1981 da lugar a la implantación de una nueva política fiscal, que conlleva varias reducciones de impuestos, y una nueva política monetaria muy restrictiva, con vistas a controlar la inflación. La supply-side economics de Ronald Reagan, combinada con la política monetaria con objetivo de inflación de Paul Volcker, permite reactivar el crecimiento económico americano a un ritmo próximo al 3,5% de media anual y reducir la inflación a un nivel próximo al 2% al final del decenio. Esto genera una recuperación de la renta variable estadounidense y, por contagio, de la europea. 1980 La invención de Internet en 1990 se corresponde con la aparición de un sinfín de nuevas tecnologías durante el decenio, lo que convierte la innovación y la inversión en motores del crecimiento económico. Gracias a la inversión y al consumo relacionados con las nuevas tecnologías, las tasas de crecimiento económico real en EE.UU. y Europa evolucionan de forma sostenida, a ritmos superiores al 3% y al 2%, respectivamente en términos medios. Las políticas monetarias de lucha contra la inflación permiten además estabilizarla en torno al 2%. 1990 El estallido de la burbuja de Internet en 2000, seguido de los atentados del 11 de septiembre de 2001 en Nueva York y, posteriormente, de la crisis de las subprime en 2007-2008, provoca el fin de un periodo de débil volatilidad de las variables económicas (como inflación o crecimiento real del PIB). Durante el decenio, se producen efectivamente dos choques: (1) el estallido de la burbuja inmobiliaria en EE.UU., y la consiguiente quiebra de Lehman Brothers en septiembre de 2008, desencadenando una crisis financiera mundial; y (2) la crisis de la deuda soberana en la zona euro, con la necesidad de poner en marcha rescates para los Estados europeos periféricos, y poniendo en duda la integridad de la zona euro. 2000 La recuperación económica global tras la profunda recesión de 2008-2009 ha sido larga, y la zona euro se ha visto frenada por una crisis de deuda soberana. Sin embargo, a mediados de la década, el crecimiento económico de EE.UU. resultaba cada vez más fuerte, y la zona euro parecía haber superado lo peor. Lo más probable es que en la segunda mitad del decenio se produzca un choque radical de innovación proveniente de la tecnología. Hemos identificado siete sectores clave con potencial de desempeñar un papel fundamental en la próxima oleada de innovación radical: Internet, IT/información y tratamiento de datos, automatización, transportes, energía, ciencias de la vida y materiales inteligentes. 2010 *Rentabilidad nominal anualizada media a 10 años (proyectada para el período 2015-2025), en moneda local, dividendos y cupones reinvertidos EL ACTIVO DEL DECENIO Liquidez EE.UU. 6,3% * La liquidez en EE.UU. obtiene esta elevada rentabilidad con tipos de interés que aumentan de un nivel del 5% al principio de los años 70 al 14% al principio de los 80. Renta variable Europa 22,7% * La bajada progresiva de los tipos de interés da lugar a niveles de rentabilidad sin precedentes en la renta variable. Renta variable EE.UU. 18,2% * El avance de los mercados de renta variable de EE.UU. y Europa refleja unas perspectivas de crecimiento muy elevado de los beneficios. Bund alemán a 10 años 10,3% * Las políticas monetarias y las medidas no convencionales provocan un alza sostenida de los precios de los bonos soberanos. Renta variable desarrollada 10,2% * La renta variable de los mercados desarrollados parece el activo más atractivo, dado que presenta un balance más favorable de riesgo y rentabilidad que los mercados emergentes. Page 21 Autor: Christophe Donay Responsable editorial: Aidan Manktelow, Kalina Moore, Wilhelm Sissener Diseño y consejo editorial: Production Multimedia Pictet Traducción y revisión: Isabel Alvarez Castillo, Nieves García de las Heras El presente documento no está destinado a personas o entidades que sean nacionales de o residentes en o estén domiciliadas o registradas en un país o jurisdicción donde su distribución, publicación, puesta a disposición o uso sean contrarios a la legislación o reglamentación vigente. La información y los datos proporcionados en el presente documento se comunican a título informativo exclusivamente, no comprometen la responsabilidad del Grupo Pictet y no constituyen en ningún caso una oferta ni una recomendación de compra, venta o suscripción de títulos o de cualquier otro instrumento financiero. Por otra parte, la información, las opiniones y las estimaciones que figuran en el presente documento reflejan una evaluación a la fecha de su publicación inicial y pueden ser objeto de cambios sin previo aviso. El valor y el rendimiento de los títulos o instrumentos financieros mencionados en el presente documento se basan en cotizaciones proporcionadas por fuentes habituales de información y pueden sufrir fluctuaciones. El valor bursátil puede variar en función de cambios de orden económico, financiero o político, del plazo residual, de las condiciones del mercado, de la volatilidad y de la solvencia del emisor o de la del emisor de referencia. Además, los tipos de cambio pueden tener un efecto positivo o negativo sobre el valor, el precio o el rendimiento de los títulos o de las inversiones correspondientes, que se mencionan en el presente documento. Las rentabilidades pasadas no deben considerarse una indicación o garantía de la futura rentabilidad y las personas destinatarias de este documento son totalmente responsables de sus eventuales inversiones. No se proporciona ninguna garantía expresa o implícita en cuanto a futuras rentabilidades. El contenido del presente documento es confidencial y solo podrá ser leído y/o utilizado por la persona a quien va dirigido. El Grupo Pictet no será responsable de la utilización, la transmisión o la explotación de los datos contenidos en este documento. Par consiguiente, cualquier forma de reproducción, copia, divulgación, modificación y/o publicación del contenido será exclusivamente bajo la responsabilidad del destinatario del presente documento, eximiendo de toda responsabilidad al Grupo Pictet. El desti­natario del presente documento se compromete a respetar las leyes y las reglamentaciones aplicables en las jurisdicciones en las que pueda tener que utilizar los datos reproducidos en este documento. El presente documento ha sido emitido por el Grupo Pictet. Esta publicación y su contenido pueden citarse a condición de que se indique la fuente. Todos los derechos reservados. Copyright 2015. HORIZ 2015 ¿Está usted en Facebook? Añada Pictet a su flujo diario de información haciendo clic en el botón “Me gusta” de nuestra página. Busque Pictet Wealth Management en Facebook y únase a la conversación. 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