Escritura occidental y escritura oriental

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Universidad Nacional Autónoma de
México
Escuela Nacional de Artes Plásticas
Escritura occidental y escritura oriental
Coincidencias místicas y simbolismo
Ensayo presentado por
Silvia Angélica Barajas Miranda
Junio 2010
1
“Imaginé la primera mañana del tiempo, imaginé a mi dios confiando el mensaje a la
piel viva de los jaguares, que se amarían y engendrarían sin fin, en cavernas, en
cañaverales, en islas, para que los últimos hombres lo recibieran. Imaginé esa red de
tigres, ese caliente laberinto de tigres, dando horror a los prados y a los rebaños para
conservar el dibujo…Dediqué largos años a aprender el orden y la configuración de
las manchas” Borges, Escritura de Dios
El presente ensayo tiene como objetivo visualizar un panorama y hacer un
ligero análisis de coincidencias y diferencias de algunas condiciones
inherentes a los sistemas de escritura occidental y oriental (específicamente
china) y a sus orígenes, que incuestionablemente responden a una gran
gama de necesidades humanas de carácter pragmático - por tanto las
hermana en ciertos estadios históricos - y “poner en relieve el valor
histórico, sociológico, de las escrituras y mostrar como corresponden al
genio de los distintos pueblos” 1
Si bien es cierto que concebimos a la escritura como una materialización
del habla, asociada fundamentalmente a una necesidad de comunicación;
también lo es en la de trascendencia, permanencia y la proclividad mental y
espiritual del ser humano de ritualizar (dimensión semántica). La escritura
occidental -occidental en el sentido no geográfico, sino cultural y de
estructura de pensamiento- representada en una de sus más depuradas
expresiones en el alfabeto latino, fue en sus orígenes, al igual que los
sistemas de escritura en oriente, una metáfora de la naturaleza, solo que en
el devenir histórico encontraron vertientes distintas, estableciendo en la
actualidad marcadas diferencias de carácter no solo formal –
evidentemente- sino filosófico, espiritual y cultural.
“La palabra escribir ha tenido siempre un sentido de representación, sin
embargo esta cualidad ha permanecido oculta bajo la capacidad ilocutoria
de la escritura alfabética…El diccionario de la Real Academia Española da
un sentido mas amplio al concepto escritura contemplando la
representación de las ideas mediante el uso de letras u otros signos:
“Representar las palabras o las ideas con letras u otros signos trazados en
papel u otra superficie”. 2 Esta definición del más ortodoxo libro de las
palabras y su significado, hermana de manera clara lo que es en esencia
cualquier tipo de escritura, en su sentido más pragmático.
“La escritura, no solo en castellano, sino en general se refiere a todo tipo de
signos gráficos. Desde la convención matemática hasta la notación musical,
pasando por los ideogramas y los jeroglíficos, los diagramas o los
emblemas. La escritura no solo es alfabética, no solo representa el habla,
sino que va mas allá de la fonética y de la palabra para convertirse en una
forma de representación del pensamiento y de las ideas” 3
Tal vez la mas profunda de las diferencias entre escritura occidental y
oriental radique en eso, en la forma de pensamiento y las ideas, es decir en
una diferente cosmovisión y como incide el sistema de escritura en las
estructuras cognitivas del individuo y la colectividad.
Al parecer esta marcada diferencia radica en la interpretación misma del
sistema de escritura en donde ser un proceso de decodificación o bien un
proceso interpretativo determina grandes diferencias.
Sin embargo en China, “en un análisis fonético del lenguaje, jamás se ha
podido apreciar como calco más o menos fiel de la palabra, de ahí que el
signo gráfico, símbolo de una realidad única y singular como él, haya
conservado mucho de su prestigio primitivo” “Los chinos han concebido el
arte caligráfico como una técnica propia para la adquisición de ciertas
virtudes y el dominio de este arte como prueba de calidades eminentes.”La
palabra es la voz del espíritu, la escritura el dibujo del espíritu”4
“Los signos ideográficos no buscan copiar el aspecto externo de las cosas
sino figurarlas por medio de los rasgos esenciales cuyas combinaciones
pretenden revelar su esencia, así como los vínculos secretos que los
unen…La percepción de los signos en China como unidades con vida
propia se refuerza mas, porque cada ideograma es monosilábico e
invariable, lo cual le confiere una autonomía” 5
Según Ferdinand de Saussure, existen dos formas de sistemas escritos:
ideográfico y alfabético; los primeros se basan en símbolos gráficos que
representan significados y poseen una base semántica, y los sistemas
alfabéticos se construyen con signos lingüísticos arbitrarios que representan
unidades de habla y tienen una base fonética. En los sistemas ideográficos
basados en pictogramas se requiere el desarrollo de muchos símbolos y en
aquellos puramente ideográficos, las imágenes están revestidas de
significados y no guardan relación con los fonemas del habla.
Aunque como asevera Phil Baines en Tipografía, función, forma y diseño,
“dentro de un sistema ideográfico hay un código fonético”.
Comulgo con la idea planteada por Olson de que “en sus orígenes los
poderes expresivos y reflexivos del habla y de la escritura son
complementarios y no similares”; y en que el origen mismo de los distintos
sistemas pudo haber tenido como fundamento la necesidad de socializar,
de registrar, de permanecer y de expresarse.
Coincidiendo con las etapas tempranas de la especie, estos registros
primigenios en piedra (petroglifos) pudieron haber servido a cualquiera de
estas funciones, como menciona P.Meggs, en Historia del diseño gráfico, lo
claro es que en todos los casos evolucionaron por caminos distintos: los
sistemas de escritura como registro gráfico del habla y el arte pictórico,
siendo este fenómeno mas evidente en la escritura occidental, ya que el la
china por ejemplo, la división entre pintura y caligrafía es casi
imperceptible.
En sistemas de escritura ideográfica, como la China, las formas poseen un
gran carácter gráfico y derivan de pictogramas de dibujo sencillo, y
condensan visualmente un concepto o idea, sin embargo debemos
reconocer que la función mas inmediata de la escritura es registrar las ideas
y las palabras,- aspecto este último- casi inseparable de ella. Un punto de
convergencia en las culturas más antiguas -que son los remotos
antecesores de las sociedades actuales- es que tuvieron en coincidencia una
rica traición oral. En el caso del pensamiento occidental pensemos en los
griegos.
Adrián Frutiger menciona que “aquellos que se dedican al estudio de las
numerosas lenguas escritas de la civilización buscan afanosa e inútilmente
para la representación sígnica un origen común…sin embargo jamás ha
podido ser determinada relación alguna inequívoca, y no es probable que
ésta exista entre las escrituras primitivas” “Con todo, hay analogías
irrefutables entre signos elementales, por lo menos en lo que hace a la
representación figurativa de objetos que deben haber sido comunes en
todos los pueblos.” Pensemos en el desarrollo del jeroglífico al signo
fonético “A” actual, con la simplificación y abstracción paulatina de la
cabeza del buey… Procede aducir aquí la idea de que desde el momento de
nacer, y hereditariamente transmitidas, hay impresas en el subconsciente
profundo ciertas imágenes, los que llamamos arquetipos, que hacen
referencia a un significado simbólico común.
Lo que si es innegable es la importancia, en el caso de los dos sistemas de
escritura, del denominado Ductus , denominación que se da a los
movimientos de los dedos y del brazo, que define el trazado de los signos,
y que es el movimiento energético y complejo que impulsa,, modula y
organiza el trazado de los mismos. Opina Jacques Gernet que “si la
escritura China ha hecho tan pronto nacer un arte sabio y complejo es a
causa de su riqueza gráfica y de la estilización de sus formas: también sus
funciones y sus aspectos estéticos son mas ricos que los de las demás
escrituras. No tiene solamente valor ornamental como la escritura
jeroglífica egipcia petrificada en formas inmutables o como la escritura
árabe: constituye un arte en si misma y el temperamento individual del
calígrafo se expresa en ella…Los críticos chinos establecen una marcada
diferencia entre la belleza formal y el equilibrio por una parte, la fuerza
interna y la inspiración por otra”. En este tipo de escritura, el trazo es más
semejante a los movimientos cadenciosos del baile que en la escritura latina
actual, pero sin embargo, en diferentes etapas de desarrollo de esta, este
ductus determinó estilos tan trascendentes como los diferentes tipos de
cursiva, que entre otras cosas permitieron a través de su legibilidad, la
difusión del cristianismo. Este aspecto coincidente de trazo entre escrituras
se relaciona también con el instrumento y a su vez con el soporte en
relación estrecha. En la escritura China desde las escrituras de concha y
hueso, hasta la invención del papel, pasando por el bambú. En ambas
culturas, la calidad y características del cálamo, y en Occidente la
rugosidad o aspereza del papiro, y mas tarde la textura del pergamino. Esta
relación orgánica de la escritura latina con los materiales y la energía vital
del escriba medieval se ve reducida de forma dramática con el
advenimiento de la letra impresa.
Pero si bien el alfabeto latino hace gala de pragmatismo, sobre todo si se le
compara con la estética y la plástica de la escritura china, en diferentes
estadios, estos mismos valores han prevalecido por sobre los demás, como
señala Bloch, refiriéndose a la cultura romana “hacia mediados del primer
siglo, cesaron de considerar la escritura como puramente utilitaria: han
descubierto en ella posibilidades de disfrute estético. Las inscripciones
pintadas se volvieron uno de los elementos decorativos de la calle, como
las muestras historiadas; la página de un libro se ha tornado obra de arte”,
situación que no es ajena a las formas de ver la página escrita en diversas
etapas históricas. Recordemos el alto valor simbólico y plástico de los
manuscritos iluminados o el libro celta.
Pensamiento místico y religioso sobre la escritura china y latina
Otro aspecto a considerar es que tanto en occidente como en oriente el
pensamiento mágico, religioso y científico ha estado históricamente
relacionado con la escritura, basando esta idea en el argumento de Frazer,
citado por Olson en El mundo sobre el papel “Los estadios progresivos de
la humanidad van desde la magia hasta la ciencia, pasando por la religión”
y añadiría que en ciertas etapas han convivido de manera intrínseca y han
permeado en el imaginario y la psiquis individual y colectiva.
La escritura durante muchos siglos en los dos casos, fue un privilegio
privativo de unos pocos, especialmente con connotaciones hieráticas,
relacionados a la religión y a los grandes maestros de los ritos.
Menciona Raymond Bloch, en La escritura Latina... “El lugar eminente
que la escritura y el escrito adquirieron poco a poco en el espíritu de los
romanos. El valor primitivo, semimágico, del escrito, reaparece aquí
espiritualizado, y la cultura asiste al sabio para triunfar sobre la muerte.
Esta es, en mi opinión una de las mas hermosas concepciones a las que la
reflexión sobre la cultura haya jamás conducido al espíritu humano”
La mística de la escritura oriental, en donde la naturaleza y el ser son parte
indisoluble, siendo la escritura parte misma de esta naturaleza se
fundamenta en este esfuerzo por que la escritura establezca una “relación
dialéctica entre los sonidos representados y la presencia física tensa hacia el
movimiento gestual, entre la exigencia de linealidad y el deseo de evasión
espacial… íntimamente ligado, en los inicios, a la danza sagrada y a los
trabajos del campo regidos por el ritmo de las estaciones… La dinastía
Tang, la edad de oro de la poesía clásica china, es toda ella canto escrito a
la par que escritura cantada” 6 En este sentido las relaciones sociales que se
establecen a partir de ella son una especie de vehículo o vínculo entre
naturaleza, espíritu, individuo y colectividad, con un sentido espiritual y
sensorial “de modo que no hay ruptura entre signos y mundo, y por ende
entre hombre y universo… La influencia de un lenguaje concebido ya no
como un sistema denotativo que describe al mundo, sino como una
representación que organiza las relaciones y provoca los actos de
signficancia” 7 , lo cual es otra coincidencia entre los dos sistemas de
escritura, esta dimensión semiológica.
Si bien en otro sentido, la palabra, factor principal de origen de la escritura,
no es de ninguna forma ajena en el pensamiento occidental a esta postura
mística donde Dios es la palabra y la escritura la encarnación de la palabra,
la encarnación de Dios, de donde proviene el matiz sagrado que la escritura
tuvo durante largo tiempo. “En el principio era el Verbo, y el verbo era con
Dios, y el Verbo era Dios…Y aquel verbo fue hecho carne, y habitó entre
nosotros… A Dios nadie lo vio jamás; el unigénito hijo, que está en el seno
del Padre, el lo ha dado a conocer.” 8 y de ahí la peregrina idea de que, si
el verbo mismo es Dios y la escritura es la materialización del habla, el
hombre es Dios por ser el único animal sobre la tierra capaz de hablar – en
el sentido de articular sonidos de forma racional y conciente para expresar
así mismo ideas racionales-, lo cual nos hace diferentes y superiores a
todos los demás seres de la creación, lo que nos separa con una especie de
brecha insalvable de la naturaleza en un sentido holístico, es decir como
una sola cosa, pensamiento que es bastante mas tangible en la escritura
china.
“La metáfora cristiana sobre la que se construyó occidente, es una metáfora
basada en el libro. Para la cultura judeo-cristiana, la vinculación entre Dios
y la palabra, entre textos y encarnación, es fundamental. Las escrituras son
sagradas. La ley está transcrita en las tablas de Moisés. La Biblia se
convierte en el portador del sentido para la humanidad. Los textos sagrados
son interpretados por los sacerdotes. La llamada cultura oral es en el fondo
una cultura del libro, pero del libro sagrado, en el que el texto no puede ser
transformado, solo interpretado…La cultura oral cristiana es una cultura
basada en la analogía y la interpretación del universo. Un universo
intocable, en el que la naturaleza y el hombre son palabra de Dios
inseparable, textos invariables, en el que la creación solo puede ser su
creación.” 9 Y aunque la tradición judeo-cristiana es el ejemplo por
excelencia, la filosofía de muchos pueblos de oriente se fundamenta o
apoya en una tradición oral materializada a través de la escritura o bien es
el reflejo de un cierto tipo de pensamiento (Corán, I Ching, etc.)
El contexto histórico es un factor determinante en la concepción de la
escritura en todas las culturas y puede pasar de ser algo sagrado a una
práctica tecnología del habla. En la edad media occidental, por ejemplo, era
recurrente la metáfora de la naturaleza como el libro de Dios “la
interpretación que de esta metáfora hacen Paracelso en el siglo XV es
paradigmático. Paracelso, físico y astrólogo del siglo XV, e inventor de la
medicina simpática escribe: El segundo libro de la medicina es el
firmamento…ya que es posible escribir toda la medicina en las letras de un
libro… y el firmamento es ese libro que contiene todas las virtudes y todas
las proposiciones…” 10 en esta concepción medieval se observa un
pensamiento unificado de naturaleza, universo, ser y pensamiento escrito.
El simbolismo místico de la escritura occidental en esta época, se ve
representada en espacios como la arquitectura, “el libro medieval
metaforiza el templo sagrado. Si el texto es una metáfora del sujeto, las
cubiertas y las guardas que protegen al texto asumen la metáfora del
templo. Arcos, portadas y frontispicios anteceden y cierran el espacio de la
palabra escrita. No es de extrañar el formato vertical del libro como
estándar, habida cuenta de esa relación simbólica con el cuerpo y el
templo…frente a la imagen, apariencia de la realidad y ventana hacia el
mundo exterior, la escritura remitía a lo propio, lo interno, la huella visible
de la palabra, su marca” 11 con el tiempo, el espacio de la palabra sagrada,
fue ocupado por la palabra profana, y el sujeto de la escritura, el autor,
ocupó su lugar, con toda la carga simbólica que esto supone.
“El trabajo del escriba no es ya un trabajo servil, es el más meritorio, al
menos si se trata de la Escritura, que es un medio de apostolado” 12
Para concluir, en Occidente como en Oriente toda transformación en la
mentalidad de sus pueblos va de la mano de las transformaciones en la
morfología y los estilos de escritura, “cuando las costumbres cambian- dice
un autor de la época de los Tang- cambia también la escritura”.
1) Bloch, Raymond “La Escritura y la Psicología de los pueblos” Etruscos
y Romanos, problemas e historia de la escritura. México, Ed. Siglo XXI,
2001, pág.89
2) Ribagorda, José Ma. “El libro como metáfora” tipógrafos.com
3) Olson, David “El mundo sobre el papel”, Barcelona, Gedisa, 1998
4) Gernet, Jacques “La escritura y la Psicología d los pueblos” China,
aspectos y funciones psicológicos de la escritura, México, Ed. Siglo XXI,
2001, pág. 32/33
5) Cheng, Francois, “La escritura poética china” España, Ed. Pre-textos,
2007, pág.11
6) Ib. Pág. 13
7) Ib. Pág. 16
8) Evangelio de San Juan, Sagradas Escrituras
9) José Ma. Ribagorda, “El libro como metáfora” tipógrafos.com
10) Ib.
11) Ib.
12) Bloch, Raymond, Ib. Pág.221
13) Gernet, Jacques, Ib. Pág 34
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