Implicaciones de la transparencia en el ámbito de la contabilidad

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Presupuesto y Gasto Público 38/2005: 113-122
Secretaría General de Presupuestos y Gastos
© 2004, Instituto de Estudios Fiscales
Implicaciones de la transparencia en el ámbito
de la contabilidad pública y del control interno
JOSÉ ALBERTO PÉREZ PÉREZ
Interventor General de la Administración del Estado
Ministerio de Economía y Hacienda
Resumen
Para que la gestión pública sea eficaz y eficiente es necesario que el principio de transparencia esté presente en to­
das las fases por las que discurren las diversas políticas públicas. Este principio es claramente exigible en el ámbi­
to presupuestario, pero también debe extenderse a disciplinas íntimamente vinculadas al presupuesto, en las que la
Intervención General de la Administración del Estado desarrolla sus competencias, como son la contabilidad pú­
blica y el control interno. En este sentido, la Intervención General de la Administración del Estado acometerá en el
futuro próximo diversas actuaciones y proyectos orientados a desarrollar e incrementar la transparencia en los an­
teriores ámbitos.
1.
Introducción
En los sistemas democráticos más avanzados se ha observado que varias de las reformas
estructurales emprendidas durante los últimos años se orientaron a fomentar una gestión más efi­
caz y eficiente del gasto público, con la intención última de aumentar la productividad y la cali­
dad de los servicios públicos prestados. La introducción de medidas tendentes a mejorar la efica­
cia y eficiencia del gasto público es especialmente necesaria en países, como el nuestro, sujetos a
los requerimientos de la Unión Europea en materia de déficit y deuda públicos.
Pero no sólo las exigencias de la Unión Europea son las que imponen eficacia y eficien­
cia en la gestión de los recursos públicos, la propia Constitución española en su artículo 31
exige que el gasto público realice una asignación equitativa de los recursos públicos y que su
programación y ejecución responda a los criterios de eficiencia y economía y el artículo 103
de nuestro texto constitucional incluye el principio de eficacia, entre otros, como uno de los
que debe presidir la actuación de la Administración Pública.
Ahora bien, para que la gestión pública sea verdaderamente eficaz y eficiente es nece­
sario que dicha gestión sea conocida por la sociedad y ello exige no sólo fijar con claridad los
objetivos últimos que se persiguen, sino también los instrumentos que se van a utilizar para
su consecución y, por supuesto, dar a conocer los resultados últimos de las actuaciones reali­
zadas. Dicho en otros términos, así como en el ámbito privado el funcionamiento eficiente de
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los mercados necesita que se garantice la competencia y que los agentes económicos dispon­
gan de toda la información relevante para poder tomar sus decisiones, en el ámbito público la
eficacia y la eficiencia exigen que el principio de transparencia esté presente en todas las fa­
ses por las que se discurren las diversas políticas públicas.
Además, el desarrollo efectivo de la transparencia en la gestión pública permite que los
ciudadanos cuenten con todos los elementos disponibles para poder valorar las actuaciones
de la Administración Pública, de forma que puedan decidir si siguen apoyando o no una polí­
tica determinada, lo que en última instancia se puede considerar como un reforzamiento del
control democrático que sobre la Administración tienen derecho a ejercer los ciudadanos.
La Ley General Presupuestaria y la Ley General de Estabilidad Presupuestaria contem­
plan el principio de transparencia como un elemento básico que debe presidir la programa­
ción presupuestaria. En particular, la segunda de las normas citadas establece que los presu­
puestos de los sujetos a los que resulta de aplicación la citada Ley deben contener
información suficiente y adecuada para permitir la verificación del cumplimiento del princi­
pio de estabilidad presupuestaria.
En las dos normas anteriores la transparencia es una exigencia claramente predicable de
la institución presupuestaria, tanto en sus dos vertientes de ingresos y gastos, como en las fa­
ses de elaboración, ejecución y control. Sin embargo, parece evidente que las exigencias de­
rivadas de la transparencia han de extenderse a las disciplinas íntimamente vinculadas al pre­
supuesto, como son la contabilidad pública, la contabilidad nacional y el control interno, de
las cuales el presupuesto se nutre para verificar los resultados de su ejecución.
En definitiva, el principio de transparencia también debe estar presente en espacios en
los que la Intervención General de la Administración del Estado (IGAE) desarrolla sus com­
petencias. Además, dada la importancia que este Centro Directivo tiene en el desarrollo efec­
tivo de este principio, como consecuencia del importante volumen de información económi­
ca y financiera pública que suministra, en el futuro próximo desde la Intervención General se
van a acometer diversas actuaciones y proyectos, cuya exposición se realiza en los epígrafes
siguientes, que están orientados a desarrollar e incrementar la transparencia en los ámbitos
de la contabilidad pública, la contabilidad nacional y el control interno.
2.
Contabilidad pública
Antes de analizar los principales proyectos y actuaciones que va a acometer la IGAE
con el fin de mejorar el contenido de la información que se suministra a través de la contabi­
lidad pública, cabría mencionar un par de aspectos recogidos en la nueva Ley General Presu­
puestaria que, en mi opinión, suponen una clara invitación a que los trabajos que se realizan
en la disciplina contable se encaminen a fomentar una mayor transparencia.
En primer lugar, el concepto de contabilidad pública que establece la nueva Ley se aleja
de concepciones tradicionales de la contabilidad que fundamentalmente definían dicha mate­
ria como instrumento para el ejercicio del seguimiento y control de la ejecución del presu­
puesto aprobado. Ahora, la nueva Ley incluye un concepto más moderno, que ante todo con­
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sidera a la contabilidad como un sistema de elaboración y comunicación de la información
dirigida a los distintos interesados en la actividad realizada por el sector público estatal.
En esta evolución del concepto de contabilidad pública, desde una concepción relacio­
nada con el control y seguimiento presupuestario a otra que lo identifica con un sistema de
información, está implícito el hecho de que la contabilidad debe satisfacer las necesidades de
los diferentes usuarios de la información contable, que no son sólo los controladores ni los
gestores de la entidad pública, sino todos aquellos que tienen interés en la actividad pública,
que por definición son todos los ciudadanos.
En segundo lugar, la Ley señala la información periódica que debe remitirse a las Cor­
tes Generales por parte de la Intervención General de la Administración del Estado y, aparte
de regular la publicación tradicional de la información en el Boletín Oficial del Estado, con­
templa como novedad la posibilidad de que la publicación se pueda efectuar por otros me­
dios distintos del Boletín Oficial que la IGAE considere convenientes.
En consecuencia, la Ley está expresando una clara invitación a que la información se
publique en soportes ajustados a las técnicas modernas como Internet, para así facilitar la ac­
cesibilidad de los ciudadanos a la información que se proporciona y con ello su conocimien­
to y análisis. Además, debe tenerse en cuenta al firme propósito del actual Gobierno de fo­
mentar la transparencia en las cuentas públicas y en la información económica, lo que
supone que se publique toda la información económico-financiera relevante, sin más limita­
ciones que las que nuestro ordenamiento jurídico impone a la difusión de la información y,
en particular, a la que se refiere nuestra Constitución en relación con la seguridad y defensa
del Estado y la intimidad de las personas. Junto a lo anterior, la transparencia en la informa­
ción económica exige, entre otros aspectos, que la información se publique de manera perió­
dica cumpliendo unos calendarios previamente establecidos y que se presente de forma clara
y comprensible para que sea verdaderamente útil a los ciudadanos.
Como se ha dicho anteriormente, en la medida en la que desde la IGAE emana una parte
muy significativa de la información económico-financiera del sector público, es evidente que
la Intervención General juega un papel primordial en el propósito de avanzar por el camino de
una mayor transparencia. Por ello, y sin perjuicio de las actuaciones y proyectos orientados a
tal fin que a continuación se mencionan, la Intervención General tiene adquirido el firme com­
promiso de fomentar la disponibilidad de sus publicaciones de forma generalizada a través de
Internet, fijar unos calendarios explícitos en sus publicaciones que permitan que las mismas es­
tén disponibles lo más pronto que sea posible e introducir las mejoras que sean necesarias en la
información que ya se ofrece para facilitar su mejor comprensión por parte de los destinatarios.
2.1.
Elaboración de la Cuenta General del Estado
Dentro de las iniciativas con las que se pretende mejorar el contenido de la información
contable, es preciso destacar aquellas que van dirigidas a conseguir que la Cuenta General
del Estado refleje mejor la imagen fiel de la situación patrimonial y financiera de todas las
entidades que integran el sector público estatal en su conjunto.
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Como es sabido, la Cuenta General del Estado constituye una fuente de información
fundamental que permite conocer la situación económica, financiera y patrimonial del sector
público estatal, los resultados económico-patrimoniales del ejercicio, la ejecución y liquida­
ción de los presupuestos y el grado de realización de los objetivos de todos los entes que
abarca. Según la regulación incluida en la nueva Ley General Presupuestaria, la Cuenta Ge­
neral del Estado está integrada por:
— La Cuenta General del sector público administrativo
— La Cuenta General del sector público empresarial
— La Cuenta General del sector público fundacional
— Una Memoria que completa, amplía y comenta la información contenida en los an­
teriores documentos.
En relación con los estados que integran la Cuenta General se admite una doble posibi­
lidad a la hora de proceder a su elaboración. En concreto, la Cuenta General del Estado se
puede formar mediante agregación o mediante consolidación de las cuentas anuales de las
entidades que la forman, si bien es cierto que actualmente existen dificultades para llevar a
cabo la consolidación en el ámbito del sector público, por lo que la Cuenta General del Esta­
do no se viene presentando con criterios de consolidación de cuentas.
Entre estas dificultades, cabe destacar que a diferencia del sector empresarial, en donde
existen muchos estudios sobre la materia de la consolidación de cuentas, en el ámbito del
sector público dichos estudios son más bien escasos y, además, debe tenerse en cuenta las di­
ficultades de integración que supone el hecho de que existan entidades dentro del sector pú­
blico con actividades muy diferenciadas.
A pesar de las dificultades anteriores, y en aras a mejorar la calidad de la información
que se suministra, en mi opinión, es necesaria la obtención de la Cuenta General del Estado
con criterios de consolidación, puesto que sin aplicar técnicas de consolidación no es posible
conocer la verdadera dimensión de la entidad en su conjunto, con todas sus entidades depen­
dientes, a efectos de poder efectuar comparaciones con otras similares.
Por ello, la IGAE ha puesto en marcha en el seno de la Comisión de Contabilidad Pública
un proyecto de elaboración de un Documento de Principios Contables Públicos sobre «consoli­
dación de cuentas anuales en el sector público». Se pretende que este Documento esté terminado
el próximo ejercicio y una vez finalizado sirva como base para avanzar en la regulación de los
procedimientos de obtención de la Cuenta General del Estado en términos consolidados.
No obstante, y con la finalidad de anticipar cuanto antes algunas medidas que puedan
mejorar la información que actualmente contiene la Cuenta General del Estado, la IGAE ha
elaborado un Proyecto de Orden Ministerial, que estará aprobado en los primeros meses del
ejercicio 2005, con el que se pretende ampliar la información de la Memoria actual de la
Cuenta General del Estado, dando así cumplimiento a lo solicitado por la Comisión Mixta
para las relaciones con el Tribunal de Cuentas en la Resolución de 17 de noviembre de 2003
relativa a la Declaración sobre la Cuenta General del Estado del ejercicio 2000. Así, aunque
la Cuenta General del Estado del ejercicio 2004 no será una cuenta consolidada, sin embar­
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go, se pretende que la Memoria de dicha Cuenta incluya alguna información consolidada,
empezando por la relativa a la liquidación del Presupuesto.
2.2. Información que suministran las entidades integrantes del sector
público empresarial y fundacional del Estado
La IGAE está trabajando en un Proyecto de Orden del Ministerio de Economía y Ha­
cienda que modificará la Memoria que tienen que presentar dichas entidades junto con sus
cuentas anuales. Dicha Memoria incluye información relativa al cumplimiento de las obliga­
ciones de carácter económico-financiero que asumen estas entidades como consecuencia de
su pertenencia al sector público.
Este Proyecto, cuya aprobación está prevista para principios del año 2005, profundiza
en los criterios que se vienen definiendo desde la Unión Europea en lo que se refiere a la
transparencia que deben existir en las relaciones financieras entre los estados miembros y las
empresas públicas. Así, está previsto incluir toda una serie de información adicional que de­
berá ser aportada por estas entidades, entre la que se puede destacar la información sobre
cumplimiento de objetivos, sobre el grado de realización de los presupuestos de explotación
y de capital aprobados, sobre subvenciones y otras aportaciones recibidas por la entidad y so­
bre el cumplimiento de los principios de publicidad y concurrencia previstos en la Ley de
Contratos de las Administraciones Públicas.
En mi opinión, como consecuencia de la nueva información a incluir, se van a ampliar
de forma importante los datos actualmente facilitados, consiguiendo aumentar la transparen­
cia en la gestión de este tipo de entidades.
2.3. Potenciación de los medios electrónicos, informáticos
y telemáticos en la rendición de cuentas
Como ya se ha señalado, las aportaciones de las nuevas tecnologías al campo de la in­
formación económico-financiera resultan primordiales para avanzar en materia de transpa­
rencia. En ese sentido, la IGAE se encuentra trabajando en un Proyecto de Orden que preten­
de facilitar la rendición de las cuentas anuales por los Organismos Públicos sujetos al Plan
General de Contabilidad Pública por medios telemáticos, lo cual redundará en una mayor
agilidad y transparencia en la disposición de toda esa información. Este nuevo procedimiento
pretende conseguir la eliminación del papel en todo el proceso de formulación y rendición de
cuentas de los Organismos Públicos.
2.4. Normalización contable en los ámbitos nacional e internacional
La normalización contable se puede definir como la actividad encaminada a emitir unos
principios y unas normas que permitan fijar unos criterios generales que deberán seguir los
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sujetos contables a la hora de registrar las operaciones y presentar la información financiera.
La normalización tiene grandes ventajas, pues facilita la comparabilidad de la información
contable elaborada por las distintas unidades, añade mayor imparcialidad y objetividad al eli­
minar o reducir la necesidad de realizar interpretaciones por parte del sujeto contable y, en
definitiva, genera transparencia, pues al estar armonizados los criterios contables utilizados
los usuarios tendrán más facilidad para conocer e interpretar la información que reciben.
Dentro de las iniciativas impulsadas por la IGAE para conseguir la armonización de la
contabilidad pública en el ámbito nacional, recientemente se han aprobado tres Órdenes del
Ministerio de Economía y Hacienda por las que se aprueban las Instrucciones de Contabili­
dad relativas a tres modelos contables: Normal, Simplificado y Básico.
Los modelos Normal y Simplificado son los sucesores de los modelos regulados en las
hasta ahora vigentes Instrucciones de 1990, pero la principal novedad es que con los nuevos
modelos se adapta la contabilidad pública a los principios generales del actual Plan General
de Contabilidad Pública aprobado en 1994. Actualmente, el Plan de 1994 se aplica de forma
obligatoria en las Administraciones Públicas estatales y respecto a las Administraciones au­
tonómicas, si bien la competencia para aplicar el Plan es una decisión que corresponde a las
propias Comunidades Autónomas, lo cierto es que la mayoría de las Comunidades aplican
directamente el Plan General de Contabilidad Pública o bien aplican un Plan propio pero ar­
monizado con el Plan de 1994. De esta forma, con los nuevos modelos aplicables a las Cor­
poraciones Locales, que como se ha dicho están adaptados al Plan de 1994, se ha conseguido
armonizar los criterios de la contabilidad pública local con los principios generales de la con­
tabilidad pública seguidos por la Administración Central y la Autonómica.
Sin embargo, el modelo Básico es totalmente novedoso y se ha definido con el objetivo
de intentar aligerar las obligaciones contables de las entidades locales más pequeñas (muni­
cipios con un presupuesto inferior a 300.000 €), en atención a la escasez de medios con los
que cuentan estas entidades, que en ocasiones está dando lugar a que no lleven la contabili­
dad ni rindan cuentas de la forma que sería deseable. Por ello, con esta adaptación de la con­
tabilidad pública a las necesidades de las entidades locales más pequeñas, se les permitirá
que rindan cuentas y que faciliten una información que hasta ahora se les hacía muy gravosa
por falta de medios y por falta de adaptación de las normas vigentes a sus peculiaridades.
Por otra parte, cabe decir que con la nueva regulación de la contabilidad local se han in­
troducido cambios en el contenido y en la forma de presentación de la información contable.
Así, se ha incluido entre la información de las cuentas anuales indicadores relacionados con
la gestión de los servicios públicos, y también se ha impulsado de forma decidida la utiliza­
ción de medios electrónicos, informáticos y telemáticos en la función contable. Este último
aspecto se pone de manifiesto en el registro de las operaciones, en sus justificantes, en la in­
corporación de datos al sistema contable, en el archivo y conservación de la información
contable y, especialmente, en el procedimiento de rendición de cuentas.
Además de la normalización contable en el ámbito nacional, el proceso de normalización
contable internacional está siendo impulsado de forma decidida por diversos organismos inter­
nacionales. En lo que a la contabilidad pública se refiere, la Federación Internacional de Conta­
bles a través de su Comité del Sector Público ha elaborado en los últimos años Normas interna­
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cionales de Contabilidad del Sector Público (NIC/SP), basadas en las NIC dirigidas al sector
empresarial. Con estas NIC/SP se pretende establecer un marco de referencia para la elabora­
ción de la información financiera por las Administraciones Públicas de los diferentes países
que aumentará tanto la calidad como la comparabilidad de dicha información.
Aunque en el ámbito de la contabilidad pública no existe una obligación de aplicar las
NIC/SP, como sí ocurre en el ámbito de las empresas con las NIC, la IGAE considera nece­
sario promover el análisis de las citadas NIC/SP con el fin de armonizar en lo posible la con­
tabilidad pública española.
En esta línea, dado que en el proceso de adaptación a las NIC/SP juega un papel muy
destacado la elaboración de los estados financieros de acuerdo con la base del principio del
devengo, la IGAE ha puesto en marcha un grupo de trabajo para la revisión del contenido de
la Memoria de las cuentas anuales del Plan General de Contabilidad Pública, con la finalidad
de conseguir que la información contenida en la misma sea más útil a los diferentes destina­
tarios. En esta revisión de la Memoria se están teniendo en cuenta especialmente las reco­
mendaciones incluidas en la NIC/SP número 1, relativa a la «Presentación de Estados Finan­
cieros», donde se establecen consideraciones generales para la presentación de los estados
financieros, a la vez que se fijan los requisitos mínimos sobre el contenido de los estados fi­
nancieros cuya preparación se hace sobre la base contable del devengo.
2.5.
Desarrollo de otras áreas de la contabilidad pública
La calidad de los instrumentos de información es un factor clave para mejorar la toma
de decisiones y mantener la confianza de los ciudadanos en las entidades del sector público.
A medida que se amplía la demanda de información existe una creciente presión sobre los
gestores públicos para utilizar sistemas de información que permitan realizar una gestión ra­
cional de los recursos y enfrentarse a los nuevos desafíos de servicios, calidad y transparen­
cia. En este sentido, la contabilidad analítica se configura como uno de los instrumentos que
permite obtener información útil para la toma de decisiones en el ámbito de la gestión de los
recursos públicos.
En esta materia, es preciso destacar la competencia de la IGAE relacionada con el esta­
blecimiento de los principios básicos de la contabilidad de costes de las entidades del sector
público estatal que deben aplicar los principios contables públicos. Por ello, la IGAE ha pro­
movido a través de la Comisión de Contabilidad Pública, creada en su seno, la elaboración de
un Documento de Principios Contables Públicos relativo a la determinación de costes en el
ámbito de las Administraciones Públicas, en el que se incluyen toda una serie de criterios nor­
malizadores en esta materia, que deberán servir como guía de la implantación de la contabili­
dad de costes no sólo en el ámbito del sector público estatal, sino también en el autonómico y
local.
Por otra parte, además de definir los principios teóricos de la contabilidad de costes, la
IGAE ha desarrollado una aplicación informática para llevar la contabilidad de costes en los
Organismos Públicos. Actualmente, esta aplicación se encuentra implantada en cuatro Orga­
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nismos del Estado, estando planificada su extensión a un mayor número de Organismos en
los próximos años.
3.
Contabilidad nacional
En relación a las competencias en materia de contabilidad nacional, el artículo 9 de la
Ley de Estabilidad establece que la IGAE debe elaborar un informe sobre el grado de cum­
plimiento del objetivo de estabilidad del ejercicio inmediato anterior que se elevará al Con­
sejo de Ministros a través del Ministro de Economía y Hacienda. Posteriormente, el Ministro
de Economía y Hacienda informará al Consejo de Política Fiscal y Financiera y a las Comu­
nidades Autónomas sobre el grado de cumplimiento del objetivo de estabilidad citado.
Además, la IGAE remite a Bruselas, en el marco del Protocolo aplicable en caso de dé­
ficit excesivo, antes del 1 de marzo y del 1 de septiembre de cada año los datos relativos al
déficit del conjunto de las Administraciones Públicas.
Con la finalidad de avanzar en el objetivo de la transparencia que debe presidir la ela­
boración y la presentación de la información que la IGAE suministra en términos de Conta­
bilidad nacional, se está trabajando en dos Manuales en los que se recogen los criterios a se­
guir en la elaboración de las Cuentas Nacionales, con la finalidad de que las entidades que
tienen que aportar la información a la IGAE conozcan también dichos criterios.
En concreto, se está elaborando un manual de contabilidad nacional para Corporacio­
nes Locales que tiene por objeto difundir la metodología del SEC-95 y los principales as­
pectos de su aplicación en el ámbito de este subsector. Se espera que este manual esté pu­
blicado una vez concluyan los trabajos de fijación de la nueva base contable (Base-2000) a
fin de poder incluir los criterios metodológicos que van a regir durante la misma. Además,
se esta elaborando un manual de contabilidad nacional para Comunidades Autónomas que
tiene la misma finalidad que el anterior y pretende ser un manual abierto a las posibles ac­
tualizaciones que exija la interpretación de las normas del SEC 95 por parte de Eurostat y a
las mejoras o aclaraciones propuestas por las unidades a las que va dirigido para así facili­
tar su comprensión.
4.
Control interno
Si las aportaciones a la transparencia derivadas de la información que se obtiene de la
contabilidad son importantes, no lo es menos la información que se puede extraer de la tarea
de control interno. La IGAE ejerce en los términos previstos en la Ley General Presupuesta­
ria el control interno de la gestión económica y financiera del sector público estatal, con ple­
na autonomía respecto de las autoridades y demás entidades cuya gestión controla y este
control que desarrolla la IGAE se realiza mediante el ejercicio de la función interventora, el
control financiero permanente y la auditoría pública.
Implicaciones de la transparencia en el ámbito de la contabilidad pública y del control interno
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Dicho control tiene, entre otros, los siguientes objetivos:
— Verificar el cumplimiento de la normativa que resulte de aplicación a la gestión ob­
jeto del control.
— Verificar el adecuado registro y contabilización de las operaciones realizadas y su
fiel y regular reflejo en las cuentas y estados que, conforme a las disposiciones apli­
cables, deba formar cada órgano o entidad.
— Evaluar que la actividad y los procedimientos objeto de control se realiza de acuerdo
con los principios de buena gestión financiera y, en especial, los previstos en la Ley
General de Estabilidad Presupuestaria.
— Verificar el cumplimiento de los objetivos asignados a los centros gestores del gasto
en los Presupuestos Generales del Estado.
En consecuencia, la verificación de la información económica cumple una función determi­
nante en el proceso político de asignación de recursos. Una información útil, fiable y oportuna es
condición necesaria para garantizar que las diferentes etapas del ciclo presupuestario se nutren de
los «inputs» suficientes para avalar una correcta toma de decisiones. A este respecto, dentro de
los aspectos del control interno vinculados a la transparencia, destacan las aportaciones que a la
misma se pueden hacer desde el control financiero permanente y la auditoría pública.
El control financiero permanente verifica el cumplimiento de la normativa y procedi­
mientos aplicables a la gestión económica. Asimismo, realiza un seguimiento de la ejecución
presupuestaria y verifica el cumplimiento de los objetivos asignados a los programas de los
centros gestores del gasto, así como el balance de resultados e informe de gestión. También
se detiene sobre la propuesta de distribución de resultados, comprueba la planificación, ges­
tión y situación de la tesorería y analiza las operaciones y procedimientos con el objeto de
proporcionar una valoración de su racionalidad económico-financiera y su adecuación a los
principios de buena gestión, a fin de detectar sus posibles deficiencias y proponer las reco­
mendaciones pertinentes en orden a la corrección de aquéllas.
De lo anterior se desprende que de los informes de control financiero permanente se
puede extraer una información vital para conocer cuál ha sido el resultado último de la apli­
cación de los recursos públicos a los diferentes programas y si efectivamente se han cumpli­
do los objetivos marcados. Esa información a su vez permite conocer cuáles han sido las dis­
funciones, las deficiencias y las debilidades en la gestión que han impedido utilizar los
fondos públicos con la eficacia y eficiencia deseables y de esa forma, conociendo esas defi­
ciencias, será más fácil atajar los problemas detectados. Sin embargo, la eficacia práctica de
esta modalidad de control ha de venir necesariamente acompañada de una adecuada planifi­
cación de actuaciones, para así poder responder con garantías a sus objetivos.
Igualmente, es necesario continuar avanzando en la labor de coordinación desde los
servicios de la Intervención General sobre toda la estructura de unidades que realizan control
financiero permanente y también de las Intervenciones Delegadas respecto de las Interven­
ciones en los servicios periféricos de las entidades que controlan, con el fin de lograr la reco­
mendable homogeneidad en procedimientos, actuaciones y valoraciones y un nivel de cali­
dad suficiente y similar en todos los trabajos.
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Con el fin de establecer las bases generales de actuación para el ejercicio del control fi­
nanciero permanente, en la IGAE se va a reiniciar la actividad de un grupo de trabajo que
tendrá como tarea cuestiones tales como definir la orientación del trabajo de control finan­
ciero permanente, teniendo en cuenta los principios de evaluación de riesgos y la colabora­
ción en la mejora de gestión, o las líneas generales del procedimiento de elaboración de los
programas de trabajo, para que en función del riesgo inherente a cada área se analicen me­
diante pruebas específicas los aspectos que presenten una mayor probabilidad de errores o
deficiencias desde el punto de vista, no sólo de la legalidad, sino en especial del cumplimien­
to de los principios de buena gestión financiera.
Por su parte, la auditoría pública consiste en la verificación, realizada con posterioridad
y efectuada de forma sistemática, de la actividad económico-financiera del sector público es­
tatal, mediante la aplicación de los procedimientos de revisión selectivos contenidos en las
normas de auditoría e instrucciones que dicte la IGAE. En este sentido, la nueva Ley General
Presupuestaria realiza una detallada enumeración de las formas de auditoría pública distin­
guiendo y regulando expresamente, por un lado, la auditoría de las cuentas, y por otro, un
conjunto de auditorías públicas específicas de diverso tipo, de entre las que cabe destacar la
regulación en norma con rango de Ley de las auditorías de privatizaciones.
Por otra parte, cabe destacar también como novedad, la mención a las auditorías de los
planes iniciales de actuación, en los que se soportan los objetivos y circunstancias que aconse­
jan la creación de organismos públicos, para verificar la realidad de esos objetivos y la conti­
nuidad de tales circunstancias. El desarrollo de los planes iniciales de actuación va a contribuir
a dotar de un mayor rigor en la configuración de su naturaleza jurídica a los órganos de nueva
creación, especialmente en el ámbito de las sociedades mercantiles estatales y las fundaciones
del sector público estatal, para las que resulta de nueva aplicación. Finalmente, cabe señalar la
auditoría de seguimiento de los planes de equilibrio financiero que deben elaborar las entida­
des del sector público sometidas al plan de saneamiento que establece la Ley de Estabilidad.
Sobre esta materia de auditoría pública, los retos que debe afrontar la IGAE en un futu­
ro próximo se pueden agrupar en dos apartados. Por una parte, se tiene que avanzar en el ca­
mino ya iniciado de elaboración de normas técnicas y de mejora de los procedimientos apli­
cables que permitan la aplicación de unos estándares comunes y básicos en la realización de
los trabajos y en la emisión de informes. En segundo término, es preciso también avanzar en
el establecimiento de unos mecanismos de coordinación de los distintos órganos de control
que pueden actuar sobre una misma entidad, tanto comunitarios como nacionales. Es decir,
se trata de eliminar zonas de confluencia y duplicidades para poder aprovechar el valor aña­
dido que cada órgano de control genera, lo que determinará mayor eficacia y por tanto mayor
transparencia.
En definitiva, las actuaciones de control interno son una fuente de información que
contribuye de manera clara a aportar datos acerca de si los recursos públicos se están utili­
zando de acuerdo con los principios de buena gestión financiera, permiten verificar si se han
cumplido los objetivos inicialmente trazados y, en consecuencia, permiten detectar posibles
deficiencias y en su caso proponer las medidas correctoras pertinentes que redunden en un
uso correcto y transparente de los fondos públicos.
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