RETRASO MENTAL Dr. Jordi Folch i Soler, psiquiatra INTRODUCCIÓN Cuando una persona presenta una capacidad intelectual significativamente por debajo del promedio (un C.I. de 70 o inferior), con una edad de inicio anterior a los 18 años y déficit o insuficiencias concurrentes en la capacidad adaptativa, la DSM.IV, diagnostica RETRASO MENTAL. Sin ánimo de polemizar, diremos de entrada que, a parte de los errores de traducción del DSM.IV al español, esta definición no nos satisface en absoluto. El término que la medicina ha usado hasta este delirante final del siglo XX, ha sido el de OLIGOFRENIA (del griego, oligos, poco y phren-phrenós, mente). Un humilde médico de la zona rural más rural que jamás haya existido, sabía que era un oligofrénico. Cuando ante un problema de aprendizaje, adaptativo o de conducta, le informabas que se trataba de un oligofrénico, se hacia cargo al instante. Ahora no. Ahora la idiotez ha dejado de ser una excepción y como una imparable mancha de aceite se ha extendido por toda la tierra, y a través de internet va a globalizarse definitivamente. Y Dios nos coja confesados. La cantidad de estupideces, sandeces y barbaridades que se oyen en círculos científicos es tal, que uno tiene la impresión de que las conversaciones de café o de taberna, también se han globalizado y así médicos, psicólogos, pedagogos, maestros, etc. hablan de los oligofrénicos con una "alegría" y un desconocimiento de causa, que nos pone los pelos de punta. Los médicos nos hemos dejado pisar el terreno por otros respetables profesionales que valorando por encima de todo los "handicaps" se han comido el diagnóstico. Pido desde aquí, a todos los médicos, que hagan una sana y decidida revolución. Los oligofrénicos son algo más que niños excepcionales, niños del doble amor, o niños con necesidades educativas especiales. Este lenguaje puede ser válido para demagogos, periodistas de baja estopa o técnicos en reeducación. Pero por encima de todo, hay que saber, qué es un oligofrénico, con el terrible drama que encierra, y no caer en los demagógicos planteamientos actuales. Desde la medicina, hemos de designar las cosas con propiedad, y hay que decir que la consecuencia de la OLIGOFRENIA es la DEFICIENCIA MENTAL, otro término que suena a feo y que tampoco gusta a los cursis. No es pues un problema de RETRASO. Ir retrasado quiere decir llegar tarde. El Diccionario Ideológico de la Lengua Española de Julio Casares, dice que retrasar es diferir la ejecución de una cosa, o ir atrás. Pues bien, el concepto de RETRASO MENTAL, seria lícito para las cronopatías, pero no para las OLIGOFRENIAS, porque los que las sufren son pacientes que NO VAN, PORQUE NO MADURAN BIEN, POR LO QUE NO LLEGAN y NO LLEGARAN NUNCA. He aquí el problema. Esta es la gran diferencia. No es un problema de ir con retraso porque no se va con retraso, el drama es que se es retrasado por un problema de maduración (el Dr. Lamote de Grignon hablaba de maduropatias) y cada uno llega hasta donde puede. En mi juventud la RENFE siempre iba con retraso. Llegaba tarde y mal, pero llegaba. El OLIGOFRÉNICO NO LLEGA NUNCA A ALCANZAR LOS LOGROS DE UNA PERSONA MADURA. No puede. La DSM.IV, habla de un trastorno de aparición inferior a los 18 años. En nuestra opinión, el trastorno de maduración que se establece a partir de los siete, doce, o diecisiete años por una lesión cerebral, es muy distinto del trastorno congénito o adquirido en los inicios de la vida. Después de esta necesaria y extremadamente breve introducción (pues no es el lugar para poder exponer nuestra durísima crítica a la situación actual), vamos a exponer en un PRIMER CAPITULO, nuestro concepto de OLIGOFRENIA, apuntando unos breves datos sobre la epidemiología, etiología, clasificación, evolución (complicaciones) y pronóstico, en un SEGUNDO CAPITULO, datos para la valoración y exploraciones complementarias, para en un TERCER CAPITULO, apuntar las estrategias terapéuticas. Para ello partiremos de un trabajo que hemos realizado conjuntamente con Lleonard Sánchez (Profesor de Educación Primaria, y Ex-Director de la Escuela Especial Clam de la población de Manlleu en la comarca de Osona, en Catalunya, España) de seguimiento longitudinal, durante veinticinco años, de todos los oligofrénicos de la "Comarca d'Osona" con especial atención a los 362 que han estado, durante algún periodo de su vida, institucionalizados en cualquiera de los servicios de la "Associació Sant Tomàs, d'Osona" (Servicio de Atención Precoz, Escuela Especial, Talleres, Centro de Profundos, Servicio de Trabajo con Apoyo, etc.). PRIMER CAPITULO: 1.1 CONCEPTO. Haremos referencia al trastorno oligofrénico o a la persona oligofrénica mediante la (O) inicial. Son sinónimos, entre otros muchos términos, los de deficiente mental, subnormal, minusválido o disminuido psíquico. Reproducimos la definición que dio nuestro querido y respetado maestro, el Dr. Jeroni de Moragas a principio de los años sesenta, por ser muy completa y que a nuestro entender ha resistido el paso del tiempo. Dice así: "La oligofrenia (O) es un trastorno permanente de la persona, producido en los momentos iniciales de la maduración psicosomática, que se traduce por un déficit de todas o de algunas de las funciones intelectuales, por una alteración de las estructuras orgánicas y por una perturbación de la vida instintiva, volitiva y afectiva que conducen a una actitud hacia los problemas y situaciones de la vida, que le dificultan el rendimiento de un trabajo útil y una adecuación familiar y social". La (O) es un trastorno permanente que se ha iniciado con la vida y durará tanto como dure ésta. Es pues un problema grave y además irreversible. El trastorno afecta la persona de una manera global. Esta alteración consiste en una anulación, disminución, retraso o desviación de aquellas capacidades, funciones y comportamientos de la persona propias de una maduración normal. En esto están de acuerdo todas las definiciones: la (0) es un problema carencial. Al (O) le falta algo, poco o mucho, que invariablemente crea un problema de desarrollo, el cual por su naturaleza condiciona un doble trastorno: el (O) crece a otro ritmo y se va haciendo de una manera diferente, es decir por caminos diferentes, con lo cual mientras aumenta la distancia (cuantitativamente) que le separa de la norma, se va haciendo (cualitativamente) más diferente de esta norma. Dicho de otro modo: se trata de un problema de inmadurez que recae en un ser inmaduro para resolverlo. Si bién el déficit es de base orgánico-intelectual, en un grado más o menos importante se acompaña a menudo de otros trastornos orgánicos de tipo morfológico, neurológico, motor o endocrino. La vida instintiva a menudo está perturbada como consecuencia de un desequilibrio entre los diversos instintos, por disminución de unos o hipertrofia de otros. La voluntad queda perturbada, ya sea porqué faltan los impulsos o por quedar reducida a una voluntariedad que tan solo obedece a deseos unilaterales o desmesurados. La vida afectiva se altera al faltar una conciencia suficiente de los estados de ánimo. Las emociones se producen de una manera atropellada y no pueden transformarse en sentimientos al no encontrar el apoyo de la inteligencia que está disminuida y de la voluntad que es insuficiente. Por todo ello el (O) no puede resolver las situaciones que la vida le plantea, primero desde la problemática de la adaptación del ambiente y al juego, después desde la problemática de los aprendizajes y finalmente desde la problemática del trabajo; así pués queda situado dentro de la familia y ante la sociedad como un inútil, un estorbo o incluso un peligro. No podemos entender pués el (O) si no tenemos claro el concepto fundamental de la carencia, de base intelectual, que lo hace ser de una forma diferente con un déficit que modifica toda la persona. No puede sentir como el que piensa. No puede amar como el que siente. Es toda su existencia la que está alterada. Y para siempre. Esta es la realidad y no otra. La (O) es sobre todo un problema humano. Un problema para quién lo padece, pero también para los padres y los hermanos. Un problema grave de aquel que no puede ser como los demás, que no lo ha podido ser y que no llegará a ser lo de una manera total, a pesar del paso del tiempo y los diversos tratamientos. Pero también es un problema social, tanto por el número de afectados como por las cuestiones que plantea: asistencia médica, escolaridad, conducta, trabajo, alojamiento... El (O) es a menudo un "cuerpo estraño" dentro la sociedad y, al provocar en el seno de la familia un desequilibrio estructural y económico, la puede desintegrar de su función social. Últimamente, con la exigencia que conllevan las nuevas tecnologías, muchos (O) que antes podían incorporarse a la sociedad, ahora no lo pueden hacer. La mejor calidad de vida de los países desarrollados o en vías de serlo comporta más dificultades para los (O). Este es un precio que la sociedad actual debe pagar. Como seres humanos que son, los (O), como los demás, tienen todo el derecho a tener una vida digna. Lo que se discute es cual es la forma de conseguirlo, pero esto seria demasiado largo de exponer y nos desviaría de nuestro propósito. 1.2. EPIDEMIOLOGIA La OMS indica que el numero total de oligofrenias (medidas a través del Cociente Intelectual (C.I.) cuando éste es de 70 o inferior) estaría sobre el 1'2% de la población total. Los que necesitarían asistencia de forma continuada durante toda la vida seria aproximadamente el 0'45% de la población total. Por sexos la distribución seria de 1'5 hombres por 1 mujer. En nuestro estudio de seguimiento de 25 años de todos los (O) de la comarca de Osona hemos registrado 913 casos. Si aplicamos el baremo de 1'2%, (los 913 casos suman el 75%) nos faltan 290 (O). En nuestra opinión este 25% que no hemos encontrado registrado en ninguno de los centros escolares, sanitarios o de recursos sociales son (O) que no han precisado de ningún apoyo especifico en su vida cotidiana. 1.3. ETIOLOGÍA Para nuestro estudio hemos usado la Clasificación de la Asociación Americana del Retraso Mental que consta de diez grupos. Nosotros hemos hecho una pequeña modificación y el grupo nueve (deficiencia mental de causa desconocida, sin signos neurológicos), lo hemos incluido en el grupo siete, de causas prenatales desconocidas. Ha quedado libre el grupo nueve que lo hemos dejado abierto por otras causas entre las que incluimos: la prematuridad o la hipermadurez en el parto, los déficits sensoriales graves, los niños hipoestimulados o los maltratados, etc. El resultado de nuestro estudio con los 362 (O) asistidos en la Asociación San Tomás es el siguiente: Grupo etiopatogénico y porcentaje: 1.Infecciones (3'31). 2.Intoxicaciones (0'83). 3.Traumatismos (5'52). 4.Metabolopatias (1'1). 5.Trastornos genéticos (21'27). 6.Neomalformaciones (3'04). 7.Desconocidas sin signos neurológicos (35'64). 8.Desconocidas con signos neurológicos (16'57). 9.Otros (0'55). 10.Más de una causa (11'05). 11.Sin datos (1'1). A grandes rasgos pues la etiopatogenia en nuestro estudio queda así: Causa desconocida....................50%. Causa genética...........................20%. Más de una causa.........................5%. Otras causas (intoxicaciones, metabolopatias, neomalformaciones, ambientales, infecciones, etc.)...........15% 1.4.CLASIFICACIÓN Clásicamente se distribuían los (O) en tres grupos según la gravedad del trastorno. Los débiles mentales eran los ligeramente afectados, los imbéciles eran los que tenían una afectación moderada y los idiotas eran los que estaban severa o profundamente afectados. Para el profesor André Rey el desarrollo intelectual del (O) profundo se detiene cuando el individuo llega a la edad de 6/8 años. Su nivel intelectual es inferior al que es normal a los tres años. El (O) moderado detiene su desarrollo intelectual sobre los 10/12 años obteniendo por entonces un nivel mental que oscila entre los 3 y los 7 años. En el caso del (O) ligero la maduración llega hasta los 15 años con un nivel mental entre los 8 y 12 años. El (O) realiza pues un desarrollo psicológico-intelectual incompleto y cuanto más acusado es el retraso antes detiene su desarrollo. La distribución según el grado de afectación, que hemos hallado en nuestro estudio es coincidente y se aproxima a la que da la DSM-IV: -Oligofrenias ligeras (CI entre 70-50) 85%. -Oligofrenias moderadas (CI entre 5O-35) 10%. -Oligofrenias severas (CI entre 35-2O) 3'5%. -Oligofrenias profundas (CI inferior a 2O) 1'5%. Siempre que hacemos referencia al Coeficiente Intelectual (CI) incluimos el criterio clínico fruto de la experiencia del profesional y valorable a través del comportamiento, rendimientos y la exploración individual del (O) y el psicométrico que es el que proporcionan los tests psicológicos. 1.5.EVOLUCIÓN Cuanto más grave es la (O) antes se diagnostica. En otros casos, en cambio puede pasar que en los primeros meses o años el problema pase desapercibido. A veces se añaden problemas de aceptación de una realidad que no gusta o falta el diagnóstico y el apoyo por parte de quién lo podría hacer. En cualquier caso podemos afirmar que no hay patrones para preveer el desarrollo del (O) ya que cada uno es diferente. Si en medicina se acepta que no hay enfermedades si no enfermos, fácil es admitir en el problema que nos ocupa, con orígenes tan diversos, que las evoluciones sean también variables. La (O) es la consecuencia, el resultado o la secuela de un problema grave, y cuando se diagnostica, la causa ha quedado atrás. Insistimos en que siempre hay una carencia, pero además maduran de forma diferente. El (O) se va haciendo diferente, por un camino diferente que lo llevará a un lugar diferente. Para entendernos podemos decir que un (O) de 10 años con una Edad Mental de unos 5 años no se parece en nada a un niño de 5 años normal. La evolución va marcando pues, dos aspectos, la carencia y la diferencia. De pequeño dominan los problemas motrices por pasividad o torpidez. Otras veces es la hiperactividad. Otras veces son los trastornos digestivos o del sueño. Las infecciones de repetición son invocadas muchas veces como causa de retraso, cuando a menudo es al revés: es el niño con una deficiencia, también inmunológica, que está más expuesto a las infecciones. También los hábitos infantiles pueden quedar fijados por más tiempo que pase. La vida afectiva pronto muestra su alteración. Los objetivos son escasos o rutinarios. El lenguaje tarda en aparecer. La comprensión de las situaciones se hace costosa. La comunicación verbal es siempre pobre. Cada oligofrénico tiene su oligofrenia y cada oligofrenia su magnitud. A partir de la adolescencia, hay un grupo que evoluciona silenciosamente, que adopta una conducta que podríamos llamar aceptante, tranquila. Pero hay otra (O) que por la naturaleza de su problema y/o entorno crearan conflictos que pueden llegar a ser importantes. En la base de estos conflictos hay el fenómeno de la frustración que puede presentarse con una gran intensidad y precocidad. El (O) es víctima frecuente de tensiones emocionales, tanto en el seno de la familia como en la escuela y en la sociedad en general. La actitud de las personas responsables es un factor muy importante, ya que el (O) no es insensible a los errores educativos, si no que, al contrario, resulta hipersensible a su acción. Las actitudes correctas son por desgracia raras. En cambio aparecen con extrema frecuencia, por parte de padres y educadores, el rechazo o la sobreprotección más o menos encubiertos. Es un fenómeno comprensible, que habrá que reconducir. La vida instintiva en el (O) es más evidente, más primaria, por defecto del resto de estructuras psíquicas que tienen a su cargo el control y la capacidad de inhibirla. La actitud defensiva, la tragonería y la sexualidad son más activos, más propensos a entrar en conflicto con el ambiente. La agresividad, la impulsividad varían de grado. Por diversas circunstancias pueden llegar a la automutilación. Los celos pueden hacerlos sumamente peligrosos. Los problemas escolares son muy frecuentes. Destaca el rendimiento escaso sobre la base de falta de comprensión, atención, poco interés o inquietud psicomotora. Puede llamar la atención una memoria excepcional para según que temas. Los (O) ligeros con frecuencia se dan cuenta de su inferioridad y resultan más sensibles de forma reactiva a las circunstancias ambientales. El defecto más o menos intenso de la valoración ética puede conducir al (O) al campo de la delincuencia. El (O) adulto puede adoptar básicamente tres actitudes ante el mundo: 1. Una posición tranquila, más bien sumisa, callada y resignada con una buena adaptación al medio o con tendencia al aislamiento. 2. Una postura de exageración de la protesta humana. Estos pacientes compensan su inferioridad atrayendo la atención de los demás con sus extravagancias y violencias. Es en este grupo, naturalmente, donde se reclutan los que con más frecuencia infringen la ley. 3. La actitud de queja y resentimiento. Por mecanismos de proyección se responsabiliza a los demás del defecto propio, y por este camino se puede llegar a un desarrollo paranoide. Los trastornos psiquiátricos. Los oligofrénicos son personas expuestas a padecer más trastornos psiquiátricos que la población en general, para la que la OMS registra hasta un 25% de posibilidades (en algún momento de su vida). En nuestro estudio de seguimiento de 25 años, en los (O) de la Comarca de Osona, seleccionamos 18 trastornos siguiendo la Clasificación Internacional de la OMS, la ICD-9: 1. Oligofrenia psicotizada, 2. Esquizofrenia, 3. T. Depresivo, 4. T. Obsesivo, 5. T. Fóbico, 6. Otros T. de Ansiedad, 7. T. de Personalidad, 8. T. de Conducta, 9. Hiperactividad, 10. T. Bipolar, 11. T. Adaptativo, 12. Enuresis, 13. Encopresis, 14. Tartamudez, 15. Tics, 16. T. del sueño, 17. T. de la comida, y 18. Disfunción física de causa mental. A parte, recogimos 10 conductas patológicas, que registramos con independencia de los trastornos psiquiátricos. Fueron éstas: 1. Autoagresiones, 2. Heteroagresiones, 3. Destructividad, 4. Conductas disruptivas, 5. Impulsividad, 6. Logorrea, 7. Hipomanía, 8. Estereotipias, 9. Inhibición y 10. Pica. Resultados: Presentaron sólo (A) trastornos psiquiátricos, 63 (17,4%) Presentaron sólo (B) conductas patológicas, 35 (9.67%) Presentaron A y B, 139 (38,4%) Precisaron atención psiquiátrica, un total de 237 (O), un 63.77% Para el correcto tratamiento de los (O) es necesario preveer un control psiquiátrico ya que no toda la patología de estos pacientes puede explicarse por el handicap cognitivo, y como queda demostrado, en un seguimiento longitudinal se hace evidente la intervención psiquiátrica dentro del equipo de tratamiento interdisciplinar. La evolución de estos trastornos es la siguiente: curso crónico,69%; curso reincidente, 25%; curso agudo, 5%; curso cíclico, 1% La respuesta terapéutica de los trastornos psiquiátricos fué: - mejora, 9% - mejora temporal estabilizada, 20% - mejora temporal con recidivas, 35% - ligera mejoría, 15% - no mejora, 21% Es decir, prácticamente mejoran un 30%, y no lo hacen o poco, con recidivas, el 70% restante. Se trata pués de una población de alto riesgo. En nuestro estudio, son sólo el 0,48% de la población (cifra coincidente con la apreciación inicial que citábamos de la OMS -0,45%- de los que van a necesitar una atención a lo largo de toda su vida), pero las problemáticas que plantean piden a la sociedad -con las administraciones al frente- que tome conciencia y se haga un abordaje riguroso y eficaz. 1.6. PRONÓSTICO Con lo que hemos expuesto hasta ahora, se entiende que el grado de adaptación sociofamiliar, es el mejor dato para augurar un buen pronóstico, con independencia del grado de deficiencia mental del sujeto. Nuestra experiencia personal nos ha enseñado que los oligofrénicos ligeros, son los que mejor de adaptan. En nuestra casuística, en la que investigamos todas las instituciones, escuelas, y centros sanitarios de la Comarca de Osona (110.000 habitantes), hemos visto que faltaban un 25% de (O). A estos que no han precisado tratamiento de ningún tipo, hay que sumar un gran número de ellos que no han abandonado la escuela normal, y otro buen número que se han integrado a ella con éxito. Muchos pueden adaptarse al trabajo y bastantes independizarse. Los únicos (O) ligeros que siguen precisando ayudas y apoyos laborales y sociales, son los que tienen complicaciones neurológicas, conductuales, psiquiátricas y sociales de cierta gravedad. No obstante, somos muy críticos con los Centros de Salud Mental de Adultos, que tratan pacientes con patologías Adaptativas, Depresivas, Ansiosas, Alcoholismo y otras, SIN PRECISAR QUE EN MUCHOS CASOS SE TRATA DE OLIGOFRENICOS LIGEROS. Es evidente, que a menor handicap intelectual, mejor pronóstico general. Los (O) moderados, son los que por su cantidad son mayoría en los centros asistenciales. Por su limitación cognitiva, sólo si su adaptación socio-laboral restringida es buena, pueden gozar de cierta autonomía, pero no pueden, en general, tener vida autónoma. Los (O) Severos, acostumbran a tener un buen pronóstico del punto de vida adaptativo. Su nivel cognitivo les coloca en lo que antes se llamaban los (O) Profundos educables, pero no tienen las graves complicaciones de estos, ni los trastornos de conducta de los Moderados. Los (O) Profundos, varían poco con la madurez cronológica, y son siempre las complicaciones de tipo neurológico, las enfermedades físicas o las psiquiátricas, las que indican el pronóstico. Si que es cierto, que en cuanto a la vida, han experimentado un gran progreso y la mayoría superan con creces los veinte o treinta años. CAPITULO SEGUNDO: VALORACIÓN Y PRUEBAS COMPLEMENTARIAS. Para hacer el diagnóstico, es importante realizar una exhaustiva Historia Clínica, en la que se recojan con el máximo de fiabilidad, los Antecedentes Familiares, la Consanguinidad y los Antecedentes Personales, describiendo las etapas del desarrollo con precisión evolutiva, (comparándola con la de los hermanos si los hubiere). Los datos de maduración (motricidad, lenguaje, enfermedades, hábitos -comer, dormir, esfinteres, juego- relación afectiva y comunicación) así como la adaptación familiar, escolar y social son fundamentales. Si asiste al Jardín de Infancia o a la Escuela, son muy útiles los informes de estos centros. Sobre el interrogatorio familiar, nos parece muy interesante, poner atención a la exposición de los padres sobre el problema que les preocupa. El motivo de la consulta puede ser de conducta o de aprendizaje, de adaptación, por los celos o por los hábitos. En cualquier caso hay una sintomatología "positiva" que pone al clínico en alerta sobre el diagnóstico de que estamos ante un paciente con (O). Si a los síntomas motivo de consulta, a lo largo de la entrevista aparecen los datos que describimos a continuación, - de tonto no tiene nada, - lo entiende todo, - tiene mucha memoria (recuerda lugares que hace años no ha visitado, con una precisión que deja pasmados a sus familiares), y que - le gusta la música. La probabilidad de que sea oligofrénico es muy alta. La exploración del paciente, a través de una entrevista psiquiátrica, la exploración mental, y los tests de aptitudes y capacidades, nos darán la medida de su nivel mental y el perfil de su personalidad. Podemos encontrarnos con un problema orgánico, son las oligofrenias-enfermedad, resultado de una lesión del sistema nervioso central, de origen genético, metabólico, infeccioso, tóxico o traumático. Generalmente la exploración física ayudará a definir el síndrome y el tratamiento. Los casos que son (O) por ocupar la parte inferior de la curva gausiana, son las llamadas oligofrenias-estado, es decir no atribuible a ninguna enfermedad, sino que por un problema de herencia poligénica ocupan la parte inferior del grupo por ser los menos dotados. Acostumbran a ser oligofrénicos ligeros. Un tercer grupo lo ocuparían los (O) por deprivación socio-cultural. Serian aquellos (O) que han sufrido desde la carencia de los cuidados físicos más elementales a los psíquicos. El trastorno merece ser estudiado a fondo, la Historia Clínica es muy necesaria (y difícil de obtener), y tanto el tiempo de la carencia como la evolución marcará el pronóstico. En algunos de estos casos, hay sin embargo una fuerte carga genética, y no es frecuente que el (O) tenga, para colmo, padre y madre oligofrénicos los dos. Un despistaje sensorial (vista y oído) un examen neurológico, con EEG, TAC o RMN, un examen genético (los Síndromes de Down y del Cromosoma X-Frágil, son los más frecuentes), un screening metabólico en sangre, y un estudio de aminoácidos y ácidos orgánicos en orina, serian las exploraciones complementarias básicas para el estudio etiológico, si no se sospecha otra alteración que indique la necesidad de hacer otras investigaciones (análisis de la función del tiroides, la titulación de toxoplasmosis, citomegalovirus, etc.) Diagnóstico diferencial Se realizará con los cuadros siguientes: - Cronopatias y personalidades inmaduras, infantiles. - Psicosis de inicio infantil: Autismo. Psicosis deficitarias. - Parálisis cerebral infantil. - Pseudoretrasos por déficits sensoriales. - Craneostenosis. - Cuadros de inhibición neurótica. - Mutismo electivo. - Trastornos de conducta. - Fracaso escolar por hiperactividad. CAPITULO TERCERO. TRATAMIENTO Como en todos los trastornos irreversibles, el primer tratamiento es la prevención. Adoptar las medidas prenatales posibles, el consejo genético, la atención a la madre embarazada, etc. constituyen las medidas higiénico sanitarias básicas para prevenir el nacimiento de nuevos oligofrénicos. Quien se vanagloria de haber "curado" una oligofrenia, es que se habían equivocado al diagnosticarla. Mientras el niño vaya desarrollándose irá obteniendo niveles evolutivos más y más altos, pero en el momento que deje de crecer, el nivel que posea será el que conservará durante toda su vida hasta alcanzar la etapa senil. Esta llegará primero a aquellos (O) que hayan llegado antes a su desarrollo máximo. Por lo tanto, mientras el niño se encuentre en fase evolutiva, la orientación terapéutica se encaminará a estimular este desarrollo para que obtenga las cotas más altas posibles. Entre todas las terapias útiles y posibles, hay toda una serie de actitudes educativas que se hacen imprescindibles a todo aquel que ha de tratar o convivir con un (O). No vamos a exponer ni métodos ni sistemas de Pedagogía Terapéutica. Existen muchos tratados al respecto. Tampoco vamos a ocuparnos de la Estimulación Precoz, ni de las Técnicas de Modificación de Conducta, ni de las Terapias Psicomotrices, por el mismo motivo. Ni vamos a exponer qué recursos médicos existen para tratar las desviaciones conductuales o los cuadros psiquiátricos sobreañadidos, que son básicamente los mismos que usamos en la población general. Si que nos parece útil, repescar algunos consejos que nos daba el Dr. Jeroni de Moragas, y que con el paso del tiempo no han perdido ni un ápice de su vigor: "La Pedagogía es como una lámpara que atrae las mariposas de todas las épocas, gente que se siente atraída a ella por lo que tiene de brillante, ignorando lo que esconde de arduo y amargo; gente que confunde la sensiblería con la claridad y que resuelve los problemas del niño hablando en diminutivo; gente que ha leído demasiado y ha comprendido poco. A estas personas las he visto como, después de un breve intento de acercarse a los oligofrénicos, huían asustadas a su contacto. La Pedagogía Terapéutica para las (O) ha de atenerse constantemente a estos tres principios: 1º. Saber en cada caso saber que es lo que necesita el niño. 2º. Crear para cada caso lo que conviene al niño. 3º. Actuar en todos los casos con la máxima simplicidad. Que sepan de una vez, los curiosos que únicamente la simplicidad lleva las cosas hacia delante y que si la pedagogía y la psicología les parecen extraordinarias y obscuras es porque han leído confusamente cuatro libros mal pensados y mal escritos. El técnico, que sepa para siempre que en la pedagogía terapéutica, el único sistema posible es el de no tener sistema. Ningún método, ningún material escolar, sirve para todos los discípulos. Lo único que sirve en cada caso es la posibilidad de intervención intuitiva del pedagogo." Las líneas básicas que se aplican en la educación de los niños y los adolescentes, son perfectamente válidas para los (O). De las necesidades básicas que hay que satisfacer, hacemos mención especial de la seguridad. Ésta descansa sobre los cuatro pilares del afecto, la tolerancia, la autoridad y la estabilidad, no tan solo es condición esencial que el educador de los (O) debe tener presente, sino que sin ella seria imposible cualquier intento educativo. Insistimos. Sin un ambiente que de seguridad el (O) no puede realizar su marcha ascendente. El niño, es comparable a una locomotora. Necesita dos raíles, sólidos sobre los que marchar. Uno, es el del afecto y la tolerancia. Es básico. El niño debe sentirse querido tal y como es, con sus déficits y sus gracias. Y al mismo tiempo debe sentirse tolerado y no atosigado por unos padres o maestros pesados y censuradores. Ello es posible si se comprende su problema. Pero con amor no basta. Con un rail, el tren descarrila. Falta el otro rail, el de la autoridad, firme y constante. Un padre, un educador debe medir bien sus "fuerzas", para poder contener al niño y decirle si o no. Actitudes que deberá mantener, guste o no guste al niño. Esto no es problema. No obstante con solo la autoridad, tampoco vamos a ninguna parte. El tren descarrilaría nuevamente. Son precisos pués los dos raíles. Y para que se pueda hacer camino, los ferroviarios montan los raíles en unos maderos transversales, que fijan a los mismos, para que la distancia entre vías sea constante y no haya accidentes. Es la estabilidad de las vías, necesaria como la estabilidad del ambiente en el que se desarrolla el niño, que sabe a qué atenerse en todo momento, porque en el hogar familiar hay unidad educativa, hay criterios que se mantienen, y sabe que éstos no dependen del humor de los padres sino de su firmeza. Los educadores y los padres, deberán disminuir el egocentrismo-egoismo del (O), atenuando su rutina, creándole una vida alegre y esperanzada, dándole la conciencia de su propia dignidad y de la dignidad ajena. Los padres, deberán aceptar que su hijo no es como los demás. Hay conceptos tan equívocos como los de "normalización" que están hechos con buena intención, pero que son un solemne disparate. No se puede plantear la cuadratura del círculo. Los padres, angustiados por el diagnóstico, (que habrá que hacer así que se tenga la certeza de ello, no antes, ni precipitadamente, pero que hay que hacer con decisión en su momento), deberán controlar dicha angustia para no transmitirla a su hijo. Insistir en la necesidad de procurarle el máximo de seguridad tal como hemos apuntado más arriba. Que los hermanos colaboren con él, le entiendan, le ayuden y le enseñen que vivir en familia es quererse unos a otros. Los padres, por su cuenta, procuraran que los hermanos sanos, puedan desenvolverse con independencia del hermano (O), de manera que no hipotequen su presente ni su futuro. Que el resto de familiares actúen también con coherencia y sin las habituales y nefastas sobreprotecciones. Estimular toda suerte de juegos, aficiones, la convivencia con otros niños, etc. Trabajar la educación dejándose aconsejar por los profesionales del centro de estimulación, la escuela, los psicólogos, los médicos, los pedagogos y sobretodo los maestros que estén con él día a día. REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS APA (1994). Diagnostic and Statistical Manual of Mental Disorders. Fourth Edition. Washington, DC. American Psychiatric Association. CASARES, Julio (1959). Diccionario Ideológico de la Lengua Española. Segunda Edición. Barcelona. Ed.Gustavo Gili. FOLCH y CAMARASA, Lluís *FOLCH y SOLER, Lluís, *FOLCH y SOLER, Jordi.(1994) Educar els fills, cada dia és més difícil. Vic. Eumo Editorial. FOLCH y SOLER, Jordi *SÀNCHEZ y LEIVA, Lleonard. (1998) La esperanza no es un sueño. Actas del Congreso AUTISMO-EUROPA 1996 de Barcelona. Madrid. Escuela Libre Editorial. (177-227). FOLCH y SOLER, Jordi, *FOLCH y SOLER, Oriol. (1984). Quaderns de Pastoral. 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