POT: determinante urbanística para el desarrollo social Desde el año 2008 se empezó a hablar de la revisión del Plan de Ordenamiento Territorial, vigente desde el año 2000 y expedido bajo la presión, o mejor, amenaza de no tener posibilidades de acceder a recursos de transferencias si no se adoptaba, con las consecuencias que hemos padecido, en desorden urbano y crecimiento desmedido en los años corridos de este siglo XXI. El Plan de Desarrollo 2008- 2011 estableció como una de sus metas la revisión del POT que se inició con la elaboración del Expediente Municipal que da cuenta del impacto de la norma en los nueve años de vigencia para, que sirva de insumo para formular la revisión. Finalmente, en noviembre de 2011 se habían surtido todos los trámites de ley para presentar el proyecto de acuerdo al Concejo pero el alcalde designado no lo hizo. No obstante desde ese año, 2011, comunidad, asociaciones profesionales, gremios, organizaciones sociales conocimos a través de diferentes eventos y escenarios sobre las fundamentales y necesarias decisiones que se proponía adoptar en materia de índice de construcción, obligaciones urbanísticas, aislamientos laterales, zonas de restricción para edificación, requerimientos de área para el desarrollo de actividades comerciales, entre otras; hoy nadie puede decir que no las conocía, o que son de última hora, pues las determinaciones propuestas formaron parte de largas discusiones de años anteriores. Iniciada la administración de Luis Francisco Bohórquez se retoma el fundamental tema de la revisión del POT y, dado que la ley lo permite, se inicia, con base en el expediente de 2009 y la revisión excepcional terminada en 2011, la formulación de un Plan de Ordenamiento Territorial de Segunda Generación que conserva el espíritu de la revisión y acoge los Documentos Técnicos de Soporte - DTS- que sustentan las propuestas de ordenamiento del territorio. Acontecimientos nuevos como la creación de la Autoridad Ambiental Urbana y el requerimiento de una nueva socialización del documento hizo que solo hasta el 19 de febrero de 2014 se pudiera presentar a consideración del Concejo Municipal el proyecto de acuerdo 003 de 2014 " por medio del cual se adopta el Plan de Ordenamiento Territorial de Segunda Generación del Municipio de Bucaramanga 2013-2027". Como puede observarse el trámite de la adopción de nuevas normas urbanas ha sido largo y no menos tortuoso y la expectativa de la adopción de una norma más rigurosa en tanto pretende ser más benévola con la ciudad desencadenó el " disparo" de la obtención de licencias de construcción con el fin de poder a acogerse a un índice de construcción insostenible de 7, o la elusión de unas obligaciones urbanísticas que traducidas en tierra o dinero apuntan a mejorar la relación entre los metros cuadrados de espacio público y el número de habitantes, o la posibilidad de desarrollar, sin aislamientos laterales, lotes de frentes mínimos, o continuar utilizando perfiles viales que no atienden los requerimientos de movilidad en la ciudad. Sin perjuicio de lo anotado entre el 19 de febrero y el 10 de mayo el Concejo Municipal el Concejo Municipal cumplió con el ordenamiento legal vigente y convocó a Cabildo Abierto a los diferentes estamentos de la comunidad que durante tres días tuvieron oportunidad de hacer o ratificar planteamientos sobre el proyecto; lamentablemente fueron respondidas por la administración sin contar con la presencia de sus ponentes, llenándose el pre requisito al estudio en primer debate, en la Comisión del Plan, que culminó su estudio el sábado anterior. Por fortuna, para la ciudad, en el primer debate, no fueron acogidas las tesis planteadas que apuntaban a escindir del texto del acuerdo las Fichas Normativas, situación que habría dado al traste con el Plan de Ordenamiento Territorial por cuanto dichas fichas son el instrumento de gestión por excelencia y adoptarlas por decreto no solo sería altamente inconveniente sino además ilegal. Tampoco tuvo éxito la propuesta de mantener el índice de construcción y éste, a partir de la aprobación del acuerdo, será cinco que aunque sigue siendo el más alto del país racionaliza un tanto la exagerada densificación que soportamos en los trece años anteriores. Durante las plenarias los ciudadanos esperamos constatar el nivel de compromiso de nuestros concejales con sus electores, pues lamentablemente la Comisión aceptó la solicitud de CAMACOL – sin soporte técnico conocido - de disminuir de 8 a 6 metros cuadrados la compensación que deben entregar los constructores por cada vivienda de área superior a 45 metros cuadrados y de 5 a 4 cuando el área sea inferior al metraje señalado; perdería la ciudad en el asunto de que más adolece: espacio público. Las voces que se escucharon sobre el grave impacto que podría sufrir el sector de la construcción por la implantación de esta nueva obligación no se sustentaron en cifras como si se hizo cuando se presentó la propuesta; la rebaja en la contribución tendría una repercusión importante en la provisión de recursos con destino al presupuesto del Municipio para el mejoramiento del espacio público que requiere con urgencia la ciudad. Llamamos la atención de los 19 Concejales de Bucaramanga y de la administración municipal para que se mantengan las decisiones adoptadas en el primer debate en el sentido de conservar en el articulado del proyecto de acuerdo: las Fichas Normativas como parte integral del mismo, que el índice de construcción sea cinco (5), y que los aislamientos laterales vuelvan a hacer parte de los requerimientos de diseño arquitectónico. En cuanto a las Obligaciones Urbanísticas se les invoca a retomar la propuesta inicial que, si bien podrían incidir en los precios de la vivienda, este efecto podrá reducirse sin los constructores actúan en reciprocidad con la realidad observada durante 15 años durante los cuales la amplitud y laxitud de la norma vigente les ha permitido facilidades y márgenes de rentabilidad incuestionables; deberían hacerlo como un aporte invaluable a la calidad de vida de los habitantes que hoy solo cuentan con 4.5 metros cuadrados de espacio público por habitante y por ende requieren de decisiones como la propuesta para acercarse a los 10 metros cuadrados por habitante que es la meta del Plan de Desarrollo " Bucaramanga Ciudad Sostenible" y acorta la brecha al guarismo ideal de 15 metros cuadrados por habitante. El nuevo POT no debe lesionar intereses de ningún sector, mucho menos el de la construcción cuyo aporte al PIB y a la generación de empleo es innegable, y a fé que el POT ni tiene ni puede tener esa perversa intención, pero es una realidad incuestionable que el compromiso del Concejo y de la administración es con la ciudad y sus ciudadanos para dar cabal cumplimiento al mandato constitucional de dar prioridad al interés colectivo sobre los intereses particulares. El segundo debate del Plan de Ordenamiento deberá tener una meta clara para que Bucaramanga sea realmente la ciudad sostenible que se pregona; si se adoptan medidas racionales en las discusiones, y prima la técnica sobre cualquier otro tipo de consideración, éste miércoles 14 y el lunes 19 se decidirá el futuro de la ciudad y conoceremos sobre la objetividad, sensibilidad y compromiso social de los Concejales a quienes los bumangueses entregamos ese mandato para que lo ejerzan con decoro, dignidad y consideración con la ciudad. Finalmente es indispensable llamar la atención para que se abstenga, el Concejo, de hacer modificaciones a la cartografía para incluir o sustraer, puntualmente, lotes que posteriormente resulten siendo los causantes de demandas que pudieran tener resultados tan perjudiciales para la cuidad como la " resurrección" del POT del 2000 que está demostrado no puede continuar vigente. MOVIMIENTO CIVICO CONCIENCIA CIUDADANA Bucaramanga, mayo 13 de 2014.