“He encontrado el mejor modo de servir a Dios ayudando a los niños pobres, y no lo dejaré por cosa alguna en el mundo”. (José de Calasanz) “Educar es el oficio mejor por aplicar con un amor inmenso, desde la Iglesia, un medio eficacísimo para evitar y atajar el mal, y para animar el bien, a favor de los niños de toda condición, y por lo tanto de todos los hombres” (José de Calasanz) Tenemos todos la voluntad grande de servir al Señor en sus miembros que son los pobres, para que podamos oír en el tiempo oportuno “lo que hicisteis a uno de estos más pequeños me lo habéis hecho a mi” (José de Calasanz) “No hay herida tan grande que no tenga algún remedio. Yo estoy seguro que en lo que falten los hombres, suplirá Dios, Que Él, por su misericordia, quiere guiar todas nuestras cosas a su mayor gloria”. (José de Calasanz) “Nuestra confianza está solo en Dios, el cual no abandona jamás en la necesidad” (José de Calasanz) “La buena educación de los jóvenes es, en verdad, el ministerio más digno, el más noble, el de mayor mérito, el más beneficioso, el más útil, el más necesario el más natural, el más razonable, el más grato, el más atractivo y el más glorioso” (José de Calasanz) “Es necesario mantener el ánimo y fortificarlo con la esperanza del auxilio divino, pues es un desdén de la bondad y providencia divinas el no esperar en ella hasta lo último” (José de Calasanz) “La voz de Dios es la voz del Espíritu que va y viene, toca el corazón y pasa; no se sabe de dónde venga o cuando sopla. Importa mucho estar siempre vigilante para que no venga improvisadamente y pase sin fruto” (José de Calasanz) “Sed constantes y veréis la salvación de Dios sobre vosotros. Pedimos por vosotros para que no os entristezcáis, sin que en la tribulación brille más vuestra virtud” (José de Calasanz) “Si el Señor no nos ayuda, estamos perdidos. Hagamos hacer ahí oración a los niños por nosotros”. “No deje de usar toda diligencia en ayudar a los alumnos y sobre todo a los que más lo necesitan” (José de Calasanz) (José de Calasanz) “El problema de la enseñanza es de tal importancia, que requiere individuos dotados de inmensa caridad, paciencia y otras virtudes” (José de Calasanz) “Si desde su tierna edad son imbuidos diligentemente los niños en la piedad y en las letras, hay que esperar, sin lugar a dudas, un feliz curso de toda su vida” (José de Calasanz)