,3 Bruselas, 9 de octubre de 2002 /D &RPLVLyQ SURSRQH XQ SODQ GH DFFLyQ D PHGLGD SDUDXQDSHVFDVRVWHQLEOHHQHO0HGLWHUUiQHR /D &RPLVLyQ KD SURSXHVWR XQD VHULH GH DPELFLRVDV PHGLGDV FRQFHELGDV HVSHFtILFDPHQWH SDUD JDUDQWL]DU OD VRVWHQLELOLGDG GH OD SHVFD HQ HO 0HGLWHUUiQHR/D SROtWLFD SHVTXHUD FRP~Q QR KD UHIOHMDGR UHDOPHQWH KDVWD DKRUD OD LPSRUWDQFLD VRFLDO \ HFRQyPLFD TXH WUDGLFLRQDOPHQWH UHYLVWH OD SHVFDHQHO0HGLWHUUiQHR/RTXHSURSRQHPRVDKRUDVRQPHGLGDVFRQFUHWDV TXHVHDMXVWDQDODVFDUDFWHUtVWLFDV\QHFHVLGDGHVSURSLDVGHO0HGLWHUUiQHR FDUDFWHUtVWLFDV TXH QR REVWDQWH QR GHEHQ LPSHGLU OD DSOLFDFLyQ HQ GLFKD ]RQDGHORVSULQFLSLRVTXHSURSXJQDOD33&HQPDWHULDGHVRVWHQLELOLGDGQL VHUYLUGHSUHWH[WRSDUDQRDSOLFDURQRFXPSOLUGHELGDPHQWHODVPHGLGDVGH FRQVHUYDFLyQ $QWH OD VREUHH[SORWDFLyQ D TXH HVWi VRPHWLGD XQD VHULH GH SREODFLRQHV GH SHFHV HQ HO 0HGLWHUUiQHR SURSRQHPRV XQ SODQWHDPLHQWR JOREDO\FRKHUHQWH7RGRVORVDJHQWHVLQWHUHVDGRVWDQWRGHOVHFWRUFRPRGH ODV $GPLQLVWUDFLRQHV GHQWUR \ IXHUD GH OD 8( GHEHUiQ FRODERUDU SDUD JDUDQWL]DU HO IXWXUR GHO VHFWRU SHVTXHUR PHGLWHUUiQHR KD GHFODUDGR )UDQ] )LVFKOHU&RPLVDULRUHVSRQVDEOHGH$JULFXOWXUD3HVFD'HVDUUROOR\5XUDO(Q EUHYHVHSUHVHQWDUiQRWUDVSURSXHVWDVGHUHIRUPDUHIHUHQWHVDODPHMRUDGH OD LQIRUPDFLyQ FLHQWtILFD DO FRQWURO \ OD YLJLODQFLD GH ODV DFWLYLGDGHV SHVTXHUDV\DODSHVFDIXHUDGHODVDJXDVFRPXQLWDULDV La Comisión considera necesario revisar el nivel al que se ejerce la gestión en el Mediterráneo. Así, en lo que respecta a la pesca costera no dirigida a especies compartidas, podrían delegarse en las autoridades locales o nacionales algunas competencias de gestión, en tanto que corresponderá a la UE establecer normas comunes en materia de conservación y de protección del medio ambiente. La UE intervendrá asimismo en lo que ataña a pesquerías de ámbito transnacional. En el plan de acción, la Comisión propone las siguientes medidas: - Adopción de un planteamiento concertado en lo que respecta a la declaración de zonas de protección de la pesca - Recurso preferente a la gestión del esfuerzo pesquero - Perfeccionamiento de las técnicas pesqueras con objeto de reducir sus efectos nocivos sobre las poblaciones de peces y el medio marino - Intensificación del control y de la vigilancia del cumplimiento de las normas - Mejora del asesoramiento científico - Mayor implicación del sector pesquero en el proceso de consulta - Fomento de la cooperación internacional - Zonas de protección de la pesca La Comisión insta a los Estados miembros a estudiar la posibilidad de coordinar la declaración de zonas de protección de la pesca (ZPP) ampliadas. Una de las ventajas que se derivarían de tal medida sería la de ampliar el alcance del control de las actividades pesqueras, poniendo así freno a las prácticas ilegales, que tan destructivas resultan para los recursos pesqueros y que dan lugar a una competencia desleal entre las flotas consideradas. Actualmente, la extensión de las aguas nacionales varía desde las 6 millas náuticas de Grecia hasta las 12 de Francia, España e Italia. España ha establecido una zona de protección de la pesca de 49 millas en el Mediterráneo, en tanto que Malta, uno de los países candidatos a la adhesión, mantiene una ZPP de 25 millas. La Comisión prevé organizar una conferencia internacional para el Mediterráneo a nivel ministerial, en la que participen todos los países ribereños, con vistas a estudiar la posible adopción de un planteamiento común a toda la cuenca mediterránea en este ámbito. - Limitación del esfuerzo pesquero La Comisión se propone hacer del control de la presión pesquera ejercida por la flota el instrumento fundamental de gestión de la pesca en el Mediterráneo. Partiendo de la experiencia adquirida a este respecto, propone la introducción y/o ampliación de restricciones de acceso, acompañadas de un régimen de licencias y permisos de pesca, junto a una reducción del tamaño de la flota y del tiempo de pesca. El recurso al sistema de localización de buques (SLB), ya operativo en algunos de ellos, y su prevista ampliación, haciéndolo extensivo a todos los buques de eslora superior a 10 metros, contribuirán sustancialmente a garantizar el cumplimiento de las decisiones de gestión del esfuerzo pesquero. Se estudiará detenidamente, asimismo, la posibilidad de limitar el número y tamaño de determinados artes de pesca a bordo de los buques. Si bien la limitación de las capturas no resulta tan eficaz en el Mediterráneo como en otras zonas, puede ser de utilidad, al restringir las capturas de determinadas especies altamente migratorias, como el pez espada, el atún rojo y otros pequeños túnidos. Entre las otras especies a las que podría aplicarse esta medida, cabe citar algunos pequeños pelágicos, como las sardinas y las anchoas, y algunos crustáceos, como la cigala y las gambas rojas. - Atenuación del impacto negativo de los artes de pesca Se hará una distinción entre las medidas técnicas referentes exclusivamente a las pesquerías costeras de especies no compartidas, que podrían delegarse en los Estados miembros interesados, y aquéllas con una dimensión transnacional, que se regularán y armonizarán a nivel comunitario. Las medidas estarán destinadas a incrementar la selectividad de los artes de pesca, al objeto de capturar el menor número de juveniles posible y de reducir los descartes. Así, por ejemplo, se instalarán, en los artes de arrastre, dispositivos de selectividad que permitan escapar a los peces de especies no objetivo. En las zonas donde se registren elevadas concentraciones de juveniles podrían establecerse vedas para protegerlos. Asimismo, se revisarán las tallas mínimas de desembarque y se adoptará un sistema adecuado de etiquetado de los productos de la pesca que garantice la observancia de las mismas. La gestión pesquera se aplicará también a algunas actividades de pesca deportiva, ya que este sector representa más del 10% del total de capturas. 2 - Control más riguroso del cumplimiento de la normativa Para mejorar la aplicación de la normativa en las pesquerías del Mediterráneo, que es, por lo general, escasamente satisfactoria, la Comisión se propone establecer una correspondencia más directa entre las características de los buques y las licencias y permisos de pesca, implantar un sistema de control y declaración en lo que respecta a algunos tipos de pesca deportiva y consolidar el papel de la Comisión General de Pesca del Mediterráneo (CGPM), al objeto de favorecer la armonización de las normas de control en un marco multilateral y de combatir la pesca ilegal. - Profundización de los conocimientos científicos Aun cuando la situación ha mejorado en los últimos años, merced a una serie de iniciativas, los datos científicos sobre la pesca y el estado de las poblaciones de peces en el Mediterráneo siguen caracterizándose por su dispersión. La Comisión presentará en breve un plan de accción tendente a mejorar el asesoramiento científico en materia de gestión de la pesca, incluida la realizada en el Mediterráneo. - Mayor implicación de los interesados La creación de un comité consultivo regional para el Mediterráneo, tal como propone la Comisión, favorecerá la implicación de los interesados en la gestión de la pesca. Si bien existen en los Estados miembros organizaciones profesionales bien implantadas, la participación de los pescadores en los foros internacionales deberá intensificarse. La Comisión propone, por tanto, la creación de una asociación de pescadores de ámbito mediterráneo, que podría impulsar la cooperación y la sensibilización sobre los problemas de la pesca. - Cooperación internacional La cooperación internacional resulta indispensable para una gestión eficaz de la pesca, sobre todo en lo que se refiere a las especies compartidas y altamente migratorias. La Comisión considera que la definición de una política pesquera aplicable en todo el Mediterráneo es indispensable para la consecución de una pesca sostenible en la zona. Propone que la UE persevere en su empeño para consolidar la CGPM y reitere su compromiso con la labor de la CICAA. La Comisión considera que podría organizarse una conferencia multilateral a nivel ministerial centrada en los problemas de control y aplicación de la normativa, y en la lucha contra las actividades de pesca ilegal, así como en la mejora del asesoramiento científico, con vistas a reforzar la política de conservación en el Mediterráneo. &RQWH[WR La pesca mediterránea constituye un sector fundamental de la pesca comunitaria. El 80% (cerca de 33.000) de los buques pesqueros que faenan en el Mediterráneo son de eslora inferior a 12 metros, conformando así una flota artesanal a pequeña escala que genera un 42% de los puestos de trabajo en el sector comunitario de capturas (más de 106.000, a tiempo completo y a tiempo parcial). Una serie de particularidades caracterizan al Mediterráneo, entre ellas, la escasa amplitud de la plataforma continental, que hace que los caladeros suelan encontrarse próximos a las costas -aun cuando sean buques mayores, no artesanales, los que efectúen gran parte de las capturas-, la ausencia de zonas económicas exclusivas (ZEE), la presencia de poblaciones de peces transzonales y compartidas, la dispersión de los datos científicos, la importancia de la pesca deportiva y la falta de una política de gestión pesquera en una serie de Estados ribereños del Mediterráneo. 3 Son diversos los recursos pesqueros del Mediterráneo -tanto demersales (presentes cerca del fondo del mar), como pelágicos (presentes a mediana profundidad) y altamente migratorios- que se consideran sobreexplotados desde hace ya tiempo. Por otra parte, la escasa amplitud de la plataforma continental ha llevado a desarrollar actividades pesqueras en distintas zonas que deberían estar protegidas, habida cuenta de su importancia tanto desde el punto de vista medioambiental como de conservación de las especies. La Comisión someterá el presente plan de acción, que expone las iniciativas prioritarias para los próximos tres años, a amplias consultas con los pescadores y demás interesados. La propuesta de la Comisión puede consultarse en el sitio web de la DG Pesca, en la siguiente dirección: http://europa.eu.int/comm/fisheries/reform/index_en.htm 4