LA FISCALIDAD Y LOS MERCADOS DE CAPITALES LA F ISCALIDAD y LOS M ERCADOS DE CAPITALES “Incentivos Fiscales” Juan Carlos Peña Agosto 2005 P EÑA, FREYTES & A SOCIADOS 1 Comenzaré con las cuestiones de impuestos en el mercado de capitales y como debieran ser. Me pareció adecuado intentar primero establecer una semblanza acerca de lo que ha pasado en el mundo en los últimos veinte años y los cambios que han repercutido sensiblemente en los mercados de capitales. El Mundo y Los Cambios UN MUNDO Q UE YA NO EXIS TE EL MUNDO ACTUAL Comer cio internacional de productos tangibles Comer cio internacional entre entidades independientes Monopolios telefónicos y comunicaciones lentas P resencia física para resolver los negocios P oca movilidad de capital Inversiones en el país de residencia del inversor Clara diferencia entre interés y dividendo Escaso desarrollo de los paraísos fiscales US único líder político y económico del mundo nocomunista. Gran parte del comercio internacional consiste en servicios y productos intangibles Gran parte del comercio internacional se realiza entre entidades relacionadas Comunicaciones instantáneas P resencia física no es mas un requisito Gran movilidad internacional de capitales Muchos inversores invierten fuera de sus países de residencia Desarrollo de productos derivados, diferencias no claras entre intereses y dividendos P araísos fiscales como a menaza de los sistemas fiscales Europa quita a US la exclusividad en el liderazgo político y económico mundial. 2 El mundo ha cambiado y dentro de todos esos cambios hay algunos que nos tocan muy de cerca. La globalización, la internacionalización, la facilidad para invertir en cualquier lugar, la circunstancia de que ya no se requiere mas presencia física, sin duda ha potenciado los mercados de capitales. Hoy los inversores tienen al alcance de su mano no solamente un nivel de información superior al que disponían antes, sino facilidades que tampoco tenían. Creo que la búsqueda de la inversión más rentable, sumada a otro aspecto que no tiene menos merito: diversificar el riesgo, lo moviliza a traspasar sus fronteras. En ultima instancia, sabemos que los individuos tenemos ciertos riesgos localizados en el país en el que vivimos [aquí trabajamos, aquí tenemos inevitablemente parte de nuestro patrimonio] y parece conveniente no solo buscar la mejor renta sino una dispersión de riesgo en otro mercado. Esto ha potenciado las inversiones en el mundo. Esas inversiones han tendido a categorizarse en dos tipos. Las que se llaman “directas” que tienen como propósito el desarrollo de un emprendimiento y las llamadas “de cartera o financieras” que son aquellas en las que el inversor busca alternativas que están relacionadas con papeles en general y que seguramente tendrán como destino final también la inversión real en un emprendimiento. En muchos mercados de inversiones directas y de inversiones financieras, la fiscalidad ha jugado un rol de importancia. Esto ha sido relevado en más de un estudio. Hay más de un informe vinculado y en particular el informe Rudi y el informe Arthur Andersen que intentaron establecer las razones que motivan y movilizan a los inversores, ya sea que se trate de inversiones directas como financieras o de cartera, han coincidido en que la fiscalidad tiene escaso peso cuando se está analizando una inversión directa. El inversor que va a desarrollar un emprendimiento mira otras cuestiones, como la provisión de materias primas, el abastecimiento, la cercanía con los mercados, la seguridad jurídica, la calidad de la mano de obra y hasta el idioma; en tanto que cuando se trata de inversiones financieras, ahí si, el inversor mira con todo detenimiento el impacto de la fiscalidad. El impacto fiscal de la renta libre de impuestos ya ha sido evaluado por el analista el cual lo ha mirado en todas sus dimensiones, no solamente en cuanto a la tasa de imposición sino en cuanto al momento, la forma de cálculo del impuesto, etc. En esencia, la fiscalidad pesa mucho en los mercados de capitales. La Fiscalidad La incidencia de los impuestos La tendencia de los impuestos La competencia fiscal internacional ¾Los Convenios ¾Los Paraísos Fiscales ¾El Treaty Shopping La legislación comparada El sistema argentino Posibles cambios 5 A partir de esta circunstancia se han producido una serie de cambios de los sistemas tributarios en el mundo sobre todo en la década de los ochenta y de alguna forma, a partir de la década de los ochenta. En la década de los ochenta, tal vez con un impulso inicial conocido como la Reforma Reagan se producen una serie de cambios en los sistemas tributarios en los aspectos vinculados con la cuestión que hoy nos ocupa. En esa modificación se intentó atenuar la doble imposición sobre los dividendos, se intentó reducir el impacto en la tributación sobre los ingresos provenientes de la inversión financiera, se instituyó un tratamiento diferencial a las ganancias de capital. Y esto lo subrayo porque me parece que de alguna forma es una cuestión central sobre la cual vamos a tratar. Es decir, en este peso relativo de difusión que hemos señalado para con los mercados de capitales y la disposición sobre la renta, o sea que la cuestión gira alrededor de la imposición sobre los beneficios y dentro de ella, la cuestión del tratamiento de la ganancia del capital tiene un peso particular para con este. Para los no iniciados les recuerdo que llamamos ganancias del rendimiento de capital a las que, como su nombre lo indica, provienen de un rendimiento de capital en forma de una renta que fluye en dividendos En tanto que llamamos ganancia de capital a la ganancia que proviene de la negociación de un papel, en tal caso, la ganancia que proviene de la negociación del capital, es decir, el tratamiento que le vamos a dispensar a los inversores que invierten en un papel y que ganan cuando lo venden. Es en esa época en que se instituyó el tratamiento diferencial para con ese tipo de ganancias y donde se redujo sensiblemente la imposición sobre el ahorro y la inversión. Simultáneamente se trató de evitar la discriminación contra el capital extranjero. Todo es consecuencia de lo mismo, porque esta internacionalización a la que recién me refería y estas ansias por capturar inversión, produce un efecto inevitable: la competencia fiscal. En la medida que los estados aspiran a captar inversiones, deben ponerse de acuerdo en el tratamiento para lograr una armonización con el resto de los estados. Si no armonizan, comienzan a competir, y si compiten, compiten para captar. Para captar, lo que mas les interesa sin ninguna duda es al inversor extranjero, al no residente. Y para hacerlo no existen demasiadas alternativas. Una de ellas será el darle un trato preferente, un trato generoso, un estimulo que lo atraiga. Esta cuestión del trato dispensado no podemos desvincularlo nunca cuando intentamos mirar el fenómeno en nuestro país, porque ocurre que Argentina tiene un sistema tributario que difiere mucho del que tiene el mundo, sobre todo el mundo desarrollado y en particular los países de la OCDE. Dije recién que la cuestión gira en torno del impuesto a la renta. El mismo en los países miembros de la OCDE produce rendimientos del orden del catorce al quince por ciento del producto bruto. En tanto que en la Argentina el rendimiento rara vez superó el dos por ciento del producto bruto. En los años 90 se produce una revitalización del impuesto a la renta en la Argentina y los rendimientos fueron mejorando, pero no alcanzaron el cuatro por ciento del producto bruto. La reacción es particularmente importante en los últimos dos años. En los años 2003 y 2004 el impuesto a la renta ha rendido entre los cuatro y cinco puntos. Hoy las cifras provisorias para el año 2004 anuncian una recaudación del orden del 5.03 por ciento del producto bruto interno. Resumiendo lo dicho anteriormente, la recaudación sobre el impuesto a la renta en el mundo desarrollado alcanza al catorce o quince por ciento, en América Latina se establece entre el ocho y nueve por ciento y en Argentina dicho impuesto alcanza solamente al dos o tres por ciento del producto bruto antes del 2003 y entre el cuatro y cinco por ciento desde hace dos años hasta la fecha aproximadamente. Y mientras en los países miembros de la OCDE los individuos producen una recaudación de impuesto a la renta que es tres veces la que produce el gravamen a la renta de las empresas y por el otro lado, en países como el nuestro, las empresas aportan tres veces lo que pagan los individuos. Sabido es que en nuestro país el impuesto a la renta lo pagan las empresas y sus socios no pagan nada. Hoy en nuestro sistema las sociedades pagan el treinta y cinco por ciento del impuesto a la renta y esa renta fluye libre de impuestos hacia el accionista. Por oposición a sistemas donde la integración es mayor, y entonces el accionista ve gravado los dividendos y reconoce el crédito de impuestos por el impuesto pagado por la sociedad. Claro está que en ese contexto, el impuesto pagado por la sociedad debiera ser un impuesto mas chico, no un impuesto a tasa máxima. La tasa proporcional del treinta y cinco por ciento que hoy es aplicable a las sociedades en nuestro país es la tasa máxima de la escala progresiva que grava a los individuos también en nuestro país. Tuve hace un par de años una experiencia elocuente. El senador Capitanich en los primeros pasos del gobierno de Duhalde, creó el gabinete fiscal en donde se reunían representantes del sector público y privado con el propósito de reformular el sistema fiscal argentino. El gabinete fiscal que funcionaba en el ámbito de la Jefatura de Gabinete de ministros que tenía en una de sus comisiones el tratamiento de los impuestos directos en la cual se ocupaba de esta problemática. Actuaba en ella en representación de la Asociación Argentina de Estudios Fiscales que era uno de los entes invitados. Cuando analizamos e intentamos debatir estas cuestiones vinculadas con el tratamiento de las sociedades, los accionistas, etc con representantes de los distintos organismos del sector público obtuvimos una resistencia uniforme y se basaban estrictamente en el mantenimiento del actual sistema por una razón justificada nada más que en la recaudación. No hay cosa más fácil que cobrarle la tasa máxima de impuesto a las empresas. Pensaban ellos que cualquier otra alternativa solo iba a producir demérito en la recaudación y no estaban dispuestos a soportarlo. Obviamente cualquier sistema de integración implicaba llevar la tasa de imposición en cabeza de las sociedades, digamos, al quince o veinte por ciento y gravar el dividendo en cabeza del accionista con un reconocimiento por el impuesto pagado por la sociedad. Esta forma de imposición no solamente potencia la recaudación a partir de las personas en lugar de las empresas, sino que generan mejores posibilidades de estimulo a los mercados de capitales cuando la imposición reposa en cabeza de los inversores, en los verdaderos operadores y no en cabeza de las propias empresas. Esa competencia fiscal a la que hacía referencia, que genera lo que podríamos llamar la competencia fiscal nociva donde los estados adoptan soluciones y posiciones un tanto reñidas [a veces con la ética del impuesto y otras con la ética internacional] tiene un propósito claro, la de atraer al inversor. Algunos ejemplos de nuestros tiempos son elocuentes en este sentido. Cuando hace veinte o treinta años enseñábamos impuestos en la Facultad, clasificábamos las rentas en ganadas y no ganadas. Las ganadas eran las que provenían del trabajo personal y las no ganadas eran las que provenían de la colocación de un capital. Dábamos no menos de cinco argumentos que justificaban que las rentas que provenían del trabajo personal, las ganadas, tuvieran un trato preferente con relación a las no ganadas. Decíamos que el cuerpo humano no se amortiza los equipos de producción si, que eran mucho mas difíciles de evadir, que el ser humano tiene la obligación de ahorrar para la vejez. En fin, toda una serie de circunstancias que abonaban dar un trato preferente a la renta de trabajo personal. Las rentas se siguen clasificando en ganadas y no ganadas, sin embargo hoy abundan en el mundo un tipo de imposición donde el trato preferente se da a las rentas que provienen de la colocación del capital en lugar de a las que provienen del trabajo personal. Es esto parte de una afirmación indiscutible. Por de pronto, el mejor impuesto es efectivamente el que se recauda. Los capitales saltan con mucha facilidad, de ahí que si el trabajo personal es cautivo se incide sobre él, y se es generoso con los capitales porque sino, eligen el lugar donde el sol mas calienta. En los países escandinavos y Austria y Croacia hace ya bastante tiempo se que ensayan el llamado impuesto vial a las inversiones, a la renta. Que consiste en un impuesto con tasa progresiva para los individuos que crece a partir de un piso. Es una tasa proporcional en tanto la tasa aplicable a las sociedades es de veintiséis por ciento, los individuos pagan del veintiséis al sesenta y ocho por ciento según el país. Este es el mundo en el que vivimos, este es el contexto internacional que nos reúne. Paraísos Fiscales ¹La globalizacíon de los mercados de capitales y la carga impositiva han contribuido al desarrollo de los paraísos fiscales (PF). ¹Se estima que 1/3 del PBI mundial se encuentra en Paraísos Fiscales. ¹Efectos negativos sobre los países en desarrollo: ¹Tax competition: competition Fuerza a los países emergentes a reducir las tasas de impuestos para inversores extranjeros, limitando la capacidad de recaudación. ¹Inversiones especulativas: especulativas En la actualidad los Paraísos Fiscales se utilizan como centros para inversiones de corto plazo en economías 4 emergentes. Ese contexto se caracteriza por esas competencias, por países que atraen. No podemos desconocer que en ese mundo existe paraísos fiscales, veinte para la OCDE, ochenta y ocho para nuestra legislación, es decir países que cumplen un rol determinante, y que hacen en definitiva sea razonable pensar que la tributación de la renta del capital no sufra impacto adicional en el lugar de residencia del inversor porque ese capital, es un capital no declarado o es un capital declarado a través de un país que por tener características de paraíso fiscal no graba esa renta y consecuentemente la imposición se agota con el impacto que genera el país receptor de esa inversión. Este mundo también se caracteriza por la existencia de tratados internacionales para evitar la doble imposición, suman hoy miles y han posibilitado simultáneamente una practica reconocida en la jerga como el “Treaty Shopping”, que no es otro que el abuso de los tratados. Estrategia por la que los individuos aprovechan la existencia de los tratados que tienden a proteger en todo caso las relaciones entre los residentes de dos países determinados y residentes de terceros países que no forman parte de ninguno de esos dos; aprovechan ese contenido mediante un disfraz, una vestimenta, un vehículo, que los aproxima a uno de los dos y los convierte en beneficiarios de dicho tratado. Eso también es parte del mundo en el que vivimos y forma parte de la problemática que estamos analizando. Los mercados en general también han desarrollado caminos promociónales que, a veces, consisten en dar mejor tratamiento a la renta cuando deriva de inversiones efectuadas a través de bolsa de valores que cuando no tienen ese origen. El material adjunto tiene algunos ejemplos al respecto. Mercado de Capitales - Incentivos Fiscales AUSTRALIA ALEMANIA ¹Se exime el 50% de los dividendos de sociedades que cotizan en bolsa en ganancias de capital. ¹Las acciones recibidas por los trabajadores (hasta el límite de 300 marcos) están exentas del impuesto siempre que sean de la sociedad empleadora o de una sociedad que cotiza en bolsa. ¹Cuando un empleador debe invertir parte de los salarios como ahorro del trabajador puede hacerlo en acciones que coticen. 6 Mercado de Capitales - Incentivos Fiscales FRANCIA ¹ Los dividendos de sociedades que cotizan están exentos. ¹ La ganancia que obtiene un individuo con motivo del rescate de acciones puede sufrir imposición reducida si la sociedad cotiza en bolsa. ¹ Las ganancias de los contratos de capitalización y pólizas de seguro de vida están exentas siempre que reúnan ciertas condiciones entre las que se encuentra la obligación de un 50% por acciones que 7 cotizan en la Unión Europea. Mercado de Capitales - Incentivos Fiscales GRECIA ¹ La alícuota aplicable a las empresas (37,5%) se reduce (al 35%) cuando cotiza en bolsa. ¹ Las sociedades pueden crear, con limitaciones, reservas libres de impuestos. Los límites se amplían cuando la sociedad cotiza. 8 Mercado de Capitales - Incentivos Fiscales ITALIA 36% ¹Tasa general para sociedades: – Reducida: 19% aplicable sobre parte de las utilidades y se vuelve a reducir al 7% si cotiza en bolsa. ¹Exención O.N. de sociedades con cotización para no residentes. ¹Exención por venta acciones que coticen en bolsas italianas. 9 Mercado de Capitales - Incentivos Fiscales COREA DEL SUR ¹ El 60% de los dividendos cobrados por sociedades derivados de inversiones en otras sociedades en las que la participación supera el 80% del capital, está exento del impuesto a la renta. Si la subsidiaria cotiza en bolsa, alcanza con superar el 30% del capital 10 Mercado de Capitales - Incentivos Fiscales TUNEZ ¹ Las sociedades que cotizan reducen por cinco años, la tasa del impuesto del 35% al 20%. La reducción se aplica siempre que hayan iniciado la cotización a partir de 1999 o, si la han iniciado antes, incorporen a la misma un 20% de capital adicional. ¹ Recientemente se ha dispuesto la exención para las ganancias provenientes de la venta de acciones de empresas que cotizan en los mercado de valores del país. 11 Mercado de Capitales - Incentivos Fiscales ESPAÑA ¹El resultado derivado de la venta de acciones, con o si cotización, por parte de residentes está gravado. La circunstancia de cotizar o no sólo produce efectos en la forma de determinar el resultado. ¹La venta de acciones con cotización por parte de no residentes está exenta siempre que la transferencia se efectúe en mercados de valores de España y el beneficiario resida en un país con el que España tenga convenio de intercambio de información. 13 Mercado de Capitales - Incentivos Fiscales REINO UNIDO ¹No existen tratamientos diferenciados para las acciones con o sin cotización. Sin embargo, la circunstancia es determinante para decidir la aplicación de criterios de determinación, evasión, etc. y para dar tratamiento exentivo a algunos fondos de inversión. ¹Los empleados pueden beneficiarse fiscalmente recibiendo acciones de la sociedad en la que trabajan pero estas acciones, si no cotizan en bolsa, deben provenir de la tenencia del accionista 14 mayoritario.. Mercado de Capitales - Incentivos Fiscales ESTADOS UNIDOS ¹Los resultados derivados de la tenencia y negociación de acciones están gravados en todos los casos sin que exista diferencia alguna por el hecho de tener o no cotización. ¹Los individuos aplican una tasa reducida sobre la ganancia por venta de valores mobiliarios considerando el plazo de tenencia... 15 Es común que los países tiendan a eximir la ganancia de capital es decir la ganancia que obtiene el inversor cuando vende sus papeles y en particular si el inversor es extranjero, mas aun. Otros países otorgan idéntico trato al inversor residente que al extranjero. Pero ejemplos donde se ve peor trato al extranjero que al residente no existen. Entre esos estímulos yo creo que una experiencia bastante elocuente es la chilena. Mercado de Capitales - Incentivos Fiscales CHILE - Reformas fiscales del 6/11/2001 ¹Se exime del impuesto a las ganancias de capital a: – los resultados de la venta de acciones con alta presencia bursátil; – los bonos transados en bolsa; – las acciones negociadas en mercados para empresas emergentes; – los fondos mutuos o de inversión con < 90% de acciones de alta presencia bursátil. ¹Se disminuye del 35% al 4% el impuesto sobre los intereses de instrumentos de renta fija, adquiridos en bolsa por inversores institucionales extranjeros. 12 Nosotros sabemos que el actual gobierno de Chile en el año 2001 lanzo una serie de mecanismos de promoción de su mercado de capitales. Entre las medidas promocionales que fueron muchas, tal vez una de las mas importantes es la de eximir del impuesto a la renta de capital, a la ganancia de capital de no residentes por sus operaciones en el mercado de capitales. Los datos que dispongo, indicarían que la experiencia chilena en términos generales fue exitosa, si bien no puedo dejar de admitir que pesan otros factores. ¿Cual es la situación de Argentina en todo esto? La evaluación esta distorsionada por una circunstancia. El régimen tributario nuestro no se parece al régimen tributario del mundo desarrollado. Consecuentemente intentar aplicar medidas similares tampoco tendría demasiado sentido en un contexto que es totalmente distinto. Acá el inversor tiene un trato muy poco razonable. Mercado de Capitales - Incentivos Fiscales ARGENTINA ¹Las ganancias por venta de acciones están gravadas para las empresas y exentas para las personas y los residentes en el exterior (situación dudosa para las que tienen cotización) ¹Los derivados tienen tratamiento dudoso. ¹Los dividendos no están gravados (excepto equalization tax). 16 En la Argentina la empresa paga impuestos por todo lo que hace. A su vez, el accionista, si es una empresa vuelve a pagar impuestos cuando vende las acciones. No se le reconoce que parte de esas ganancias puedan ser simplemente ganancias claramente acumuladas en cabeza de la sociedad que obtuvo la renta y que ya pagaron impuestos, con lo cual, en ese supuesto se esta sometiendo a doble imposición la misma ganancia. La ironía es que esto tiende a resolverse por vía de un asesor medianamente sagaz, que en primer lugar achique sus patrimonios pagando dividendos, luego venda las acciones que no tienen ya mas ganancias acumuladas, y consecuentemente la ganancia que va a obtener el inversor es la misma, pero con distinta forma. Aquella acción que compró en 100 y vendió en 1000 y que generaba una ganancia de 900, le aplica un pago de dividendo de 800 y seguirá ganando 900, pero 800 de dividendo y cien por ganancia de venta de acciones. Claro que esto no es solo cuestión del asesor, sino que hay que poder hacerlo, etc. Esto constituye sin duda una verdadera distorsión. Pero la ganancia derivada de la venta de acciones, paga si el que la obtiene es una empresa. Si quien la obtiene es un individuo o un residente del exterior no paga. Debo señalar que existe una cuestión en torno a los gravámenes de impuesto a las ganancias para los individuos y creo que acá constituye ámbito propicio señalarla. Esta cuestión sufrió cambios en los últimos años, ustedes recordaran Cavallo grabó la ganancia proveniente de la venta de acciones por parte de personas físicas y también por parte de residentes en el exterior en la medida que fueran paraísos fiscales. No juega un rol menor tampoco la existencia de impuestos como el impuesto a los créditos y déditos bancarios que independientemente de que se tratare de un impuesto distorsivo, cosa que siempre es conocida por el propio Estado, es particularmente nocivo para con la inversión. Claramente parecería que ese es un verdadero castigo a la inversión. Los movimientos de dinero vinculados al mercado de capitales no están necesariamente eximidos a pesar de que hay algunos peldaños eximidos, pero basados en otras circunstancias. El tratamiento del mercado de valores esta más bien vinculado con el hecho de que mueve un volumen que nada tienen que ver con sus márgenes, y aplicar un impuesto sobre el total del volumen implica un disparate. También nótese que el hecho de que en nuestro país muchas de estas cosas: paguen resultados, no paguen por dividendos, es consecuencia de que la imposición se puso toda en cabeza de la sociedad y a la tasa máxima del ente que genero la renta y a nadie puede escapar que el inversor tiene que sufrir buena parte de esa incidencia, entre comillas, porque también debemos admitir que no esta claro el comportamiento con relación a los precios del impuesto a la renta en cabeza de la propia sociedad. En otras palabras, eso se cubre de debilitarse y se sospecha que buena parte del impuesto a la renta que graba a la sociedad es recuperado por ella en el propio mercado a través del sistema de precios, con lo cual en este caso el impactado no es el inversor sino el consumidor. Existía en nuestro sistema una consideración para con los inversores que tuvieran acciones que cotizaran en bolsa con un monto inferior a cien mil pesos [exención que es irrisoria por cierto], pero que también desapareció hace un par de años cuando se reconvirtió el tratamiento del impuesto sobre los bienes personales sobre acciones. Ya no lo pagan más los tenedores de las acciones sino las propias sociedades en reemplazo de ellos. Las comisiones de los agentes de bolsa por la negociación de acciones pagan impuesto al valor agregado [IVA]. Un contrasentido. El impuesto al valor agregado es un impuesto sobre consumos e impactar la comisión sobre el agente de bolsa, significa impactar sobre el inversor en una actividad que no tiene nada de consumo sino netamente a la inversión como es la inversión en acciones. Esto es a todas luces un despropósito que está vinculado con las anormalidades que nuestro sistema tiene porque nuestro sistema está tremendamente emparchado y como consecuencia de esos parches y de esos arreglos parciales, se terminan generando un sistema altamente distorsionado. En materia del impuesto al valor agregado. Sobre las comisiones que el agente de bolsa paga sobre las acciones, no paga sobre los títulos públicos, ni sobre las obligaciones negociables, con lo cual cuesta encontrar el justificativo que sustente semejante tratamiento. En definitiva si por razones de recaudación vamos a ser injustos hagámosle pagar a todos. Simultáneamente no solamente el sistema ofrece pocos incentivos fiscales sino que presenta algo que sin duda juega un rol adverso en todo esto como es la incertidumbre en el tratamiento. Hoy hay muchas operaciones que tienen un trato fiscal incierto. El caso más elocuente es de los derivados. No sabemos bien si los derivados pagan o no pagan. Sostenemos que los derivados, por caso las opciones, son operaciones autónomas que tienen un subyacente. Son compras o ventas de derecho sobre un subyacente que puede ser una acción. Pensamos nosotros que cuando la opción se ejercita esto mejora la renta del vendedor y consecuentemente debiera tener el trato que tiene el vendedor. En otras palabras, si yo tengo una acción y vendo un call y me ejercen y entrego la acción por el valor del ejercicio yo he obtenido como precio de venta lo que me pagan más lo que me obtuve por el call Así debo calcular los resultados y esto debiera estar exento de impuestos porque si lo esta la acción, esto no hace más que completar la visión del fenómeno. Sin embargo no es así. No está claro si el Fisco acepta que la opción ejercida forma parte del principal en cuanto a su resultado, pero sabemos que el Fisco sostiene que la opción no ejercida esta íntegramente gravada, con el agravante de un dictamen del año pasado que sostiene que la venta de derivados esta siempre gravada porque la operación tiene características habituales potencialmente. En el impuesto a la renta la habitualidad define el ámbito del impuesto y también se admite la existencia de habitualidad aunque las operaciones sean anuladas cuando por las características de la gente potencialmente pueden desarrollarlo todos los días. Resumiendo, la fiscalidad tiene un peso específico concreto dentro de la inversión. Funciona de determinada manera en un mundo que tiene características distintas, no es asimilable a nuestro país porque el sistema tributario de nuestro país es totalmente distinto. El sistema tributario de nuestro país no contiene no contiene estímulos elocuentes para con este tipo de inversión. La experiencia cercana y reciente que de alguna forma puede ser elocuente para nosotros es la de Chile y aparentemente tiene buenos resultados y nuestra experiencia no tiene buenos resultados.