NUMERO: 9 FECHA: Enero-Febrero 1986 SECCION FIJA: Economía Nacional AUTOR: Roberto López [*] TITULO: 1985: El Pecado de la Recuperación TEXTO: Para algunos analistas, el balance anual del comportamiento de la economía en 1985 es satisfactorio. No obstante, una comparación de los resultados anuales con los registrados el primer semestre del año, permiten aseverar que, pese a crecimientos no despreciables de algunas variables, las tendencias a diciembre no son nada halagüeñas. El crecimiento del Producto Interno Bruto (en términos reales) se estima en 3.9%, cifra contemplada en el intervalo diseñado por la política económica gubernamental. Dicho crecimiento, que descansa únicamente en el dinamismo de la inversión privada que compensó la reducción del 1% en la inversión pública, no fue uniforme a lo largo del año. Durante el primer semestre de 1985, el PIB creció al 7% y ante el temor de un nuevo "sobrecalentamiento" de la economía, se decidió frenar dicho dinamismo. Así, la disminución en el crecimiento económico durante el segundo semestre de 1985, permitió cerrar el año con una variación similar a la obtenida un año atrás. Sin embargo, se corre el -grave riesgo, de que esta desaceleración de la inversión continúe en 1986 y trascienda negativamente la meta de crecimiento cero de la economía para el año que comienza. El desempleo sigue creciendo... La evolución del empleo de julio a diciembre, es una muestra clara del abatimiento reciente de los signos vitales de la economía mexicana. Hasta el mes de junio de 1985, el crecimiento anualizado del empleo mantuvo un crecimiento poco menor al experimentado en el último mes de 1984; sin embargo, la variable se va deteriorando paulatinamente y su crecimiento hacia finales de año se estima cercano a la mitad de lo obtenido doce meses antes. Esto, sin lugar a duda, es fiel reflejo de la disminución del crecimiento de la actividad productiva en el mismo período. Aunado al freno autoimpuesto a la economía, los desastres naturales de septiembre pasado contribuyeron poderosamente a la disminución de las plazas de trabajo generadas, o por crear. Estimaciones recientes indican que la tasa de desempleo abierto en nuestro país alcanzó a finales de año un 10.7%, que significa un aumento de 2.2 puntos porcentuales respecto a la tasa de 1984 y en términos absolutos se traduce en que cerca de 600 mil personas se suman al desempleo en 1985. ...y los salarios bajando La evolución de las percepciones reales de los trabajadores de salario mínimo, sigue siendo negativa, a pesar de las revisiones salariales semestrales. Al primer semestre se registró un pequeño deterioro de medio punto porcentual; al final del año, el descenso del mínimo real se estima en poco más de 1 por ciento. Cabe señalar que en 1984 el deterioro fue de 9% y un año antes lo fue mucho más, lo cual significa un sensible avance por detener la caída del poder adquisitivo, sin embargo nunca suficiente para elevar el nivel de vida de los trabajadores con menores ingresos. En síntesis, en 1985 los precios continuaron con la delantera sobre los salarios. En el primer semestre del año estallaron más huelgas que en el segundo, a pesar del agudizamiento en el desempleo y en el deterioro salarial. Esto sugiere que de un deterioro económico, no surge en lo inmediato una respuesta obrera a través de un aumento en los conflictos laborales. Principales Indicadores Macroeconómicos[H-] En el sector externo: espera un poco... un poquito más. En relación con el sector externo de nuestra economía, los datos recientes confirman los desequilibrios estructurales que arrastramos desde hace varias décadas, así como la ineficacia relativa, al menos en el corto plazo, de las medidas convencionales para solucionar los problemas más evidentes con el exterior. En los últimos meses del año que recién termina, la evolución de las exportaciones registraron una variación negativa de 4 por ciento. Por el contrario, las importaciones crecieron al 14%, lo cual disminuyó el saldo comercial favorable que se venía registrando con anterioridad y definió un saldo negativo en la cuenta corriente que contrasta con los 4 mil millones de dólares (positivos) obtenidos en 1984. De esta forma, la variación en las reservas brutas, que ya era negativa en junio de 1985, avanza en su disminución en los últimos seis meses del año; todo ello ocurre en un marco de veloz apertura de la economía y de una creciente devaluación de nuestra moneda. Para el año de 1986 persiste la duda acerca de la eficiencia de tales medidas, que en el corto plazo no han dado los resultados esperados para derrotar a los signos adversos que se avecinan. Los espejos financieros Las variables financieras, un reflejo no siempre fiel, de lo que acontece en la esfera real de la economía, registran también tendencias negativas a partir del segundo semestre de 1985. La inflación, que venía disminuyendo su crecimiento hasta el primer semestre del año, comienza a revertir su tendencia en el último trimestre. De esta forma, no sólo se deja de cumplir la meta de una inflación de 50%, sino que el crecimiento anual del índice general de precios resulta superior al de 1984. Más aun, las perspectivas para el año de 1986 indican un elevado crecimiento de los precios en el primer semestre, para disminuir en el segundo. Sobre el particular, la pregunta obligada es la siguiente: ¿Cómo se pretende disminuir el crecimiento inflacionario, una vez echado a andar el mecanismo de indización de buena parte de los precios claves de la economía? De no existir una alternativa verosímil, la inflación podría desatar notablemente la barrera del 40-50% propuesta recientemente. La variación de las tasas de interés y detrás de ellas, el manejo de la política monetaria, han influido poderosamente en el deterioro de las principales variables reales y financieras. El objetivo de elevar la captación y con ello la inversión, se ha tornado así en su contrario: el aumento de 38.1% del Costo Promedio Porcentual de Captación (C.P.P.) de diciembre de 1984 a diciembre de 1985, se ha acompañado de una captación real menor a la de igual período de 1984. En un contexto de menor crecimiento de la producción y el empleo, el menor dinamismo del financiamiento muestra la tendencia decreciente en los requerimientos de capital, ante una carga onerosa que impide revitalizar la planta productiva. Finalmente, como resultado de una inflación mayor a la esperada y pese a los ajustes al gasto público por 850 mil millones de pesos, el déficit presupuestal como proporción del PIB se eleva al 7.3%, superior en más de dos puntos porcentuales al observado en 1984. Al respecto, queda la impresión de que los esfuerzos por reducir dicha proporción han sido perjudiciales para el tejido social en su conjunto. Aunado a lo anterior y considerando las cuentas del sector público se tiene que, en términos reales, existe un superávit presupuestal, y sin embargo continuará el adelgazamiento del Gobierno Federal, en busca de un "saneamiento" de sus finanzas y por una menor inflación. Gráfica. El Comportamiento de la Economía[H-] Del comportamiento de la economía en los últimos seis meses del año, se infiere que los efectos económico-sociales han sido altamente nocivos, ya que actualmente las tendencias nos colocan en un horizonte muy diferente al observado, en diciembre de 1984. CITAS: [*] Investigador de El Cotidiano.