ES ES COMUNICACIÓN A LOS MIEMBROS

Parlamento Europeo
2014-2019
Comisión de Peticiones
3.8.2016
COMUNICACIÓN A LOS MIEMBROS
Asunto:
1.
Petición n.º 0911/2015, presentada por Justin Shard, de nacionalidad
británica, sobre la aplicación de legislación en relación con el etiquetado de
los productos destinados a animales domésticos
Resumen de la petición
El peticionario sostiene que a pesar de que la Ley de bienestar animal del Reino Unido de
2006 tiene por objeto garantizar que se cubran las necesidades de bienestar de los animales,
incluida la protección de los animales frente al dolor, el sufrimiento, las lesiones y las
enfermedades, todavía no existe legislación sobre los accesorios y los productos sanitarios de
las mascotas que lo hagan posible. El Reglamento de la UE 1223/2009 sobre los productos
cosméticos se aplica a productos destinados a seres humanos, y el peticionario solicita que se
introduzca una enmienda en el reglamento para que también se aplique a los productos para
animales.
El peticionario declara que los propietarios tienen derecho a recibir la información siguiente
sobre los productos para garantizar la protección de sus animales: confirmación de que los
ingredientes de los productos son seguros tanto para seres humanos como para animales,
etiquetado claro de los ingredientes, confirmación de que los productos se conservan de modo
suficiente para evitar el deterioro microbiológico, indicación clara de la fecha de caducidad,
confirmación de que los productos se fabrican de acuerdo con las buenas prácticas de
fabricación, indicación del código de lote del producto para garantizar que pueda investigarse
la causa raíz de cualquier reacción adversa, el nombre y la dirección de la persona responsable
de la fabricación del producto y la confirmación de que las reivindicaciones clínicas están
fundamentadas.
2.
Admisibilidad
Admitida a trámite el 1 de abril de 2016. Se pidió a la Comisión que facilitara información
(artículo 216, apartado 6, del Reglamento).
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Unida en la diversidad
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3.
Respuesta de la Comisión, recibida el 3 de agosto de 2016
La Comisión querría informar al peticionario de que los productos destinados a los animales
no entran en el ámbito de aplicación del Reglamento (CE) n.º 1223/2009 sobre los productos
cosméticos1 (el denominado «Reglamento sobre cosméticos») y que la Comisión no tiene
previsto ampliar dicho ámbito de aplicación para incluir en el mismo los productos destinados
a los animales domésticos, tal como solicita el peticionario. Tampoco tiene previsto proponer
legislación alguna al margen del Reglamento sobre cosméticos en lo que respecta al
etiquetado, la producción y las reclamaciones relativos a los productos para animales
domésticos.
El artículo 13 del Tratado de Funcionamiento de la Unión Europea obliga a la Unión Europea
y a sus Instituciones a tener plenamente en cuenta las exigencias en materia de bienestar de
los animales como seres sensibles, al formular y aplicar las políticas en materia de agricultura,
pesca, transporte, mercado interior, investigación y desarrollo tecnológico y espacio. Las
Instituciones de la Unión Europea deben atenerse a las competencias que les confieren los
Tratados. Por consiguiente, su capacidad para mejorar el bienestar de los animales mediante
medidas legislativas y coercitivas se limita a los ámbitos de actuación que les han sido
atribuidos.
Cuando no existen disposiciones específicas de la Unión (por sectores), la seguridad de
productos de consumo no alimentarios se inscribe en el ámbito de aplicación de la Directiva
2001/95/CE2 relativa a la seguridad general de los productos, cuyo objetivo es garantizar la
seguridad de los productos comercializados que estén destinados a los consumidores o que, en
condiciones normales o razonablemente previsibles, tengan la probabilidad de ser utilizados
por los consumidores aunque no estén destinados a ellos. Los cosméticos destinados a los
animales domésticos únicamente se regirían por las disposiciones de dicha Directiva en la
medida en que guarden relación con la salud y la seguridad de los consumidores (es decir, de
los seres humanos): así, por ejemplo, un champú para animales domésticos debe ser seguro
para los consumidores cuando estos entren en contacto con el producto, siempre que sea
utilizado normalmente o de forma razonablemente previsible.
La Directiva 2001/95/CE obliga a los productores a comercializar únicamente productos que
no entrañen peligro para la seguridad y la salud de los consumidores (artículo 3 de la
Directiva 2001/95/CE). Además, los productores deben facilitar a los consumidores las
informaciones pertinentes que les permitan evaluar los riesgos inherentes a un producto. Los
productores también deben adoptar las medidas pertinentes para evitar dichos riesgos, si es
preciso retirando un producto del mercado o recuperándolo de los consumidores. Entre
dichas medidas cabe citar la indicación, en el producto o su embalaje, de la identidad y los
datos del productor y de la referencia del producto o, si procede, del lote de productos al que
pertenezca (artículo 5 de la Directiva 2001/95/CE). Por otra parte, cabe la posibilidad de que
determinados aspectos de determinadas sustancias químicas potencialmente presentes en
cosméticos se rijan por el Reglamento REACH3.
Cuando se detecta en el mercado de la Unión la presencia de cosméticos para animales que
1 DO L 342 de 22.12.2009, p. 59.
2 DO L11, de 15.1.2002. Directiva 2001/95/CE del Parlamento Europeo y del Consejo, de 3 de diciembre de
2001, relativa a la seguridad general de los productos.
3 Reglamento (CE) n.º 1907/2006, DO L 396 de 30.12.2006, p. 1.
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presentan graves riesgos para los consumidores, las autoridades de los Estados miembros
adoptan medidas correctoras y las notifican a la Comisión a través del sistema de alerta rápida
para productos peligrosos no alimenticios (RAPEX). La Comisión transmite dichas
notificaciones a los demás Estados miembros para que estos les den un seguimiento adecuado
(artículo 12 de la Directiva 2001/95/CE).
Por consiguiente, la Comisión considera que la actual legislación de la Unión hace frente de
forma adecuada a los riesgos que puedan plantear los productos destinados a animales
domésticos para la salud y la seguridad de los consumidores.
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