Mormones

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LA IGLESIA DE JESUCRISTO DE LOS SANTOS DE LOS ÚLTIMOS DÍAS (Mormones) Historia, creencias y prácticas Identidad: Organización religiosa fundada en Fayette, Nueva York, en 1830 por Joseph Smith, Jr. (ver más historia más abajo). Los mormones se ven a sí mismos como un movimiento de restauración. Creen ser el medio a través del cual la autoridad divina y la doctrina verdadera, que dicen fueron perdidas cuando la primera iglesia cristiana cayó en apostasía1 luego de la muerte de los apóstoles,2 han sido y están siendo restauradas. El mormonismo se aferra al principio de la revelación continua a través de sus profetas que suplementa la enseñanza bíblica y corrige los errores en las iglesias cristianas. No considera a la Biblia como la única fuente y norma de enseñanza, y sostiene que hay “un canon ampliado” que incluye otros escritos de líderes proféticos mormones (ver “Textos” más abajo). Los mormones dicen que la totalidad del Evangelio de Jesucristo ha sido restaurado sólo en su organización y que ellos son “la única verdadera iglesia viviente sobre la faz de la tierra.”3 Fundador: Joseph Smith Estadísticas: 12.6 millones de miembros en todos el mundo (2005); 47.000 misioneros (2005) Historia: El 21 de septiembre de 1823, Joseph Smith (1805‐1844) dijo haber sido visitado por un ángel Moroni en una visión en la cual le dijo acerca de un libro escrito en placas de oro. Cuatro años más tarde, esas placas fueron supuestamente dadas a Smith. Él tradujo esas placas con la ayuda de dos piedras que también le fueron dadas (de un lenguaje antiguo llamado “egipcio reformado” con la ayuda de Oliver Cowdery) y luego publicó El Libro del Mormón4 en 18305. La “Iglesia de Cristo” (el nombre original que fue luego cambiado 1
José Smith, fundador de los Santos de los Últimos Días, en su primera “visión” identificó los primeros credos de la iglesia cristiana como “una abominación” y sus mentiras como evidencia de la apostasía que había triunfado en la iglesia y la había dejado en necesidad de ser restaurada. Joseph Smith—History, 1:19. Ver History of The Church of Jesus Christ of Latter‐day Saints, 7 vols. ed. B. H. Roberts (Salt Lake City: Deseret Book, 1957). 2
Ver Robert L. Millet, A Different Jesus? The Christ of the Latter‐Day Saints (Grand Rapids: Wm. B. Eerdmans Publishing Co., 2005), 39‐65. En este libro, Millett ha tratado, en sus propias palabras “lo mejor que pudo… de ser fiel a las enseñanzas centrales de la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días” (166), aun cuando, técnicamente, su libro no es un recurso oficial de ellos. 3
Doctrine and Covenants, 1:30, en The Book of Mormon—The Doctrine and Covenants of The Church of Jesus Christ of Latter‐day Saints—Pearl of Great Price, publicado por La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, Salt Lake City, Utah, 1981. 4
En un libro reciente, los autores Wayne L. Cowdrey, Howard A. David y Artur Vanick han acumulado evidencia histórica que trae nueva luz al “Enigma Spalding”, según el cual Joseph Smith y otros conspirar para transformar una obra de ficción de Solomon Spalding titulada The Manuscript Found en El Libro del Mormón. (Who Really Wrote the Book of Mormon? [St. Louis: Concordia Publishing House, 2005]). 5
El Libro del Mormón relata la historia del pueblo que emigró de la América pre‐colombina desde la Tierra Santa en el tiempo del Antiguo Testamento: los jareditas, lamanitas (nativos americanos) y nefitas. Luego de muchas 1 a la Iglesia de los Santos de los Últimos Días y en 1838 se convirtió en La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días) fue fundada por Smith el 6 de abril de 1830 en Fayette, Nueva York con seis miembros. Muy pronto el grupo se fue de Nueva York debido a diferencias religiosas con denominaciones locales y se instaló en Kirtland, Ohio, donde Sidney Rigdon, un ministro Campbellite, y casi todos sus seguidores, se unieron a la iglesia mormona. Luego de su colapso económico en Kirtland en 1838, el grupo huyó a Missouri, donde pronto experimentó una fuerte oposición por parte de los residentes y autoridades civiles locales. Nuevamente huyeron, esta vez a Nauvoo, Illinois. Allí las enseñanzas de Smith sobre la poligamia y sus propios matrimonios múltiples fueron expuestos en el periódico local The Nauvoo Expositor dirigido por cuatro convertidos. Luego que las oficinas del periódico fueran destruidas, Smith y su hermano Hyrum fueron arrestados y, mientras estaban en una cárcel en Carthage, Illinos, linchados por una mafia el 27 de junio de 1844. Los mormones se dividieron entonces en dos grupos principales: uno siguió a los hermanos Smith, William y Joseph Smith III (quienes formaron la Iglesia Reorganizada de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, que en abril del 2000 pasó a llamarse “Comunidad de Cristo”), y el otro siguió a Brigham Young (1801‐77). Tras sufrir oposición local, Young llevó a los mormones a la Gran Cuenca de Salt Lake, llegando allí en 1847. Salt Lake City se convirtió en la sede de la iglesia. El presidente actual de la iglesia es Gordon B. Hinckley (1995‐‐). Textos: La Santa Biblia Versión Reina‐Valera El Libro del Mormón Doctrina y Convenios La Perla de Gran Precio Creencias y prácticas En este breve formato no es posible discutir en detalle o por completo las enseñanzas y prácticas de los mormones. Sin embargo, más abajo presentamos un resumen de los dogmas fundamentales y las enseñanzas principales, especialmente en cuanto se relacionan con su plan de salvación. 
Revelación continuada. Los mormones se adhieren al principio de revelación moderna y continuada a través de sus profetas.6 Ellos “no creen que la Biblia contenga todo que lo Dios ha dicho o dirá en el futuro.”7 Por lo tanto, el canon de escrituras con autoridad está sujeto a expansión e incluye las “Obras Comunes” mormonas (El Libro del Mormón, Doctrina y Convenios, La Perla de Gran Precio). Por lo tanto, “El Libro del Mormón es palabra de Dios.”8 El presidente de la iglesia “ve, revela, traduce y profetiza y tiene todos los dones que Dios otorga a la cabeza de la iglesia.”9 batallas, los lamanitas redujeros a los nefitas sólo a mormones y su hijo Moroni, quien enterró el libro en el año 384 hasta el día en que Dios resucite a sus descendientes espirituales en el tiempo de la restauración. 6
Su noveno Artículo de Fe, dice: “Creemos todo lo que Dios ha revelado y todo lo que revela y creemos que todavía revelará muchas cosas grandes e importantes con respecto al Reino.” 7
Millet, 76. 8
Artículos de Fe, 8. Missionary Guide: Training for Missionaries, 1988, 21. 9
Doctrina y Convenios, 107:92. 2 
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Autoridad. Hay dos sacerdocios que son básicos en la teología mormona y que son vistos como el poder y la autoridad de Dios delegados a los humanos en la tierra: el sacerdocio de Aarón y el sacerdocio de Melquisedec. El sacerdocio de Aarón, que creen fuera impartido a Joseph Smith y Oliver Cowdery en una aparición de Juan el Bautista el 15 de mayo de 1829, es conferido a “hombres jóvenes dignos” (que progresan a través de los oficios de maestro, diácono y sacerdote). El sacerdocio de Melquisedec contiene “el poder del apostolado y el derecho de conferir el don del Espíritu Santo y desempeñar ciertos mandatos (sacramentos).” Este sacerdocio tiene cinco oficios: Elder, sumo sacerdote, patriarca, setenta y apóstol. Se originó, dicen ellos, en una aparición de Pedro, Santiago y Juan a Joseph Smith y Oliver Cowdery en 1829. Es el canal principal de revelación continuada.10 Dios. El Padre, el Hijo y el Espíritu Santo son adorados por los mormones como seres separados, tres Dioses diferentes.11 “El Padre tiene un cuerpo de carne y hueso tan tangible como el de un hombre; el Hijo también; pero el Espíritu Santo no tiene un cuerpo de carne y hueso, sino que es una persona de Espíritu. Si no fuera así, el Espíritu Santo no podría habitar en nosotros.”12 Dios y el hombre no son “especies diferentes.”13 Los mormones reconocen como “una doctrina central que salva” el hecho que el “Padre” una vez fue un hombre14 y es un hombre que tiene un cuerpo de carne y hueso. “Dios es un hombre glorificado y perfeccionado, una persona de carne y hueso.”15 Elohim (el nombre hebreo de Dios) es “el nombre‐título de Dios el Padre eterno, el Padre de los espíritus de todos los hombres y mujeres.”16 Elohim antes fue humano en otro planeta, donde obtuvo el estatus de deidad.17 Elohim engendró a cada persona en la existencia pre‐mortal antes que la tierra fuera creada.18 La doctrina de la Trinidad, entendida en su enseñanza histórica y en el credo cristiano, es rechazada.19 10
Ver Millet, 189, 200, 203; ver también entradas apropiadas en George A. Mather y Larry A. Nichols, Dictionary of Cults, Sects, Religions and the Occult (Grand Rapids: Zondervan Publishing House, 1993). 11
Teachings of the Prophet Joseph Smith, seleccionadas por Joseph Fielding Smith (Salt Lake City: Deseret Book, 1976), 370. Ver Millet, 70, 117. Dios es visto como “uno” en el sentido de ser una “comunidad” de personajes, siendo el Padre “una fuente de divinidad”, y un “conjunto de prioridades”. Millet, 117, 142 [citando Alma 11:44; D & C 20:28]. 12
Doctrina y Convenios, 130:22. 13
Millet, 117. Ver nota 22. 14
Lorenzo Snow, citado en Millet, 144. 15
Gospel Principles (1978, 1979), 6, citado en Mark Cares, Speaking the Truth in Love to Mormons (Milwaukee, WI: Northwestern Publishing House, 1993), 19. 16
Millet, 195. 17
Joseph Smith, Teachings of the Prophet Joseph Smith, Seleccionadas por Joseph Fielding Smith (Salt Lake City: Deseret Book, 1976), 370. 18
La Perla de Gran Precio, Abraham 3:21‐22. 19
Bruce McConkie escribió en su Mormon Doctrine: “Y virtualmente todos los millones de cristianos apóstatas se han degradado a sí mismo delante del trono místico de un Cristo místico de quien vanamente suponen es un espíritu en esencia incorpóreo, no creado, inmaterial y tres en uno con el Padre y el Espíritu Santo.” (Mormon Doctrine [Salt Lake City: Bookcraft, 1979], 269). 3 
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Jesús.20 Jesús es el Jehová del Antiguo Testamento, “el Dios pre‐mortal de los antiguos” que vino a la tierra como Jesús de Nazaret. Los mormones hablan de Jesús en su existencia pre‐mortal como el hijo espiritual primogénito del Padre que ya había progresado a la divinidad en su preexistencia: “El primer espíritu nacido de nuestros padres celestiales fue Jesucristo”,21 quien en pre‐mortalidad “avanzó y progresó” hasta convertirse “como Dios” [Abr. 3:24].”22 Al igual que Jehová, Jesús creó el mundo.23 Él se ofreció y fue elegido para llevar adelante el plan de vida y salvación del Padre. Los mormones parecen enseñar que la concepción de Jesús fue un acto físico entre el Padre celestial (que tiene carne y hueso) y la Virgen María: “Ella estaba por dar a luz a una media deidad. Ningún otro hombre en la historia de nuestro mundo ha tenido tal abolengo—por un lado Dios el Padre y por el otro a María la Virgen…”24 Un escritor mormón dice que Jesús “heredó poderes divinos de su Padre, incluyendo la inmortalidad, la capacidad de vivir para siempre.”25 Y agrega: “… las escrituras atestiguan que el Padre tenía poder, conocimiento, gloria y domino que Jesús no tenía en ese momento [cuando era mortal].”26 Pecado. Los mormones no se suscriben a la doctrina del pecado original que dice que la culpa de la transgresión de Adán ha sido imputada a toda su descendencia y que la naturaleza y voluntad del hombre ha sido totalmente corrompida. Un escritor mormón dice: “Joseph Smith no creyó que los seres humanos fueran incapaces de elegir entre el bien y el mal debido a su carnalidad e inmoralidad intrínsecas. Y tampoco creyó que los niños nacieran en pecado, que heredaran el llamado pecado de Adán, ya fuera por la unión sexual o al nacer.”27 Joseph Smith enseñó que “el hombre tiene el poder de cumplir la ley y mantenerse también sin pecado.”28 El pecado es una posibilidad, no una condición innata de inmoralidad, que entra en existencia a través de un acto inmoral consciente.29 El pecado se vuelve parte de la naturaleza humana a medida que las personas crecen; se vuelven responsables por los resultados de la caída cuando aprenden a ser responsables30 a los ocho años de edad.31 La caída en Génesis 3 introduce la mortalidad con la 20
Gordon B. Hinckley, el actual presidente de los mormones, ha escrito con respecto a Joseph Smith: “La experiencia de Joseph Smith en unos pocos momentos en el huerto en un día de primavera en 1820 trajo más luz, conocimiento y comprensión de la personalidad y realidad y sustancia de Dios y su amado Hijo de la que habían adquirido los hombres durante siglos de especulación” (Teachings of Gordon B. Hinckley [Salt Lake City: Deseret Book, 1997], 236). 21
Gospel Principles, 9, citado en Cares, 78. 22
The Life and Teaching of Jesus and His Apostles, 24, citado en Cares, 78. El Elder Bruce McConkie ha escrito acerca de Jesús: “Nació igual que todos los hijos espirituales del Padre. Dios fue su Padre así como lo es de todos los demás” (Promised Messiah [Salt Lake City: Deseret Book, 1976), 46. 23
Doctrina y Convenios, 76:24; Moisés 1:33; 7:30. 24
The Life and Teachings of Jesus & His Apostles, 10; ver también Ezra Taft Benson, Ensign, Abril 1991, 2; Bruce McConkie, citado en Sharing the Gospel Manual (1976), 74; Missionary Guide: Training for Missionaries, 1988, 6. 25
Milliet, 67. 26
Ibid. 27
Millet, 87. 28
Lectures on Faith (Salt Lake City: Deseret Book, 1985), 5:2. 29
The Life and Teachings of Jesus & His Apostles, 410. 30
Doctrina y Convenios, 18:42. 31
Millet, 87. 4 capacidad de tener hijos, de tal manera que los hijos espirituales pueden recibir cuerpos en los cuales progresar hacia la salvación. La caída es vista como un desarrollo positivo.32  Plan de salvación (Evangelio). De acuerdo a la creencia mormona, la salvación es un proceso que comienza en la existencia pre‐mortal y culmina en juicio y resurrección en grados de gloria. A veces el plan de salvación es llamado la ley de la progresión eterna, de acuerdo a la cual el proceso de ser salvo involucra tres etapas de existencia.33 Los seres humanos son hijos e hijas espirituales de Dios que vivieron en una existencia pre‐mortal antes del nacimiento quienes, en su “primer estado”, progresaron en obediencia a la ley eterna de Dios.34 Estos niños espirituales se volvieron carnales para funcionar en su “segundo estado” mientras continúan progresando para asemejarse a Dios.35 Este estado involucra recibir un cuerpo de carne y hueso, experimentar el pecado, tener fe en Cristo y el Evangelio, arrepentimiento, bautismo por un sacerdote mormón, recepción del Espíritu Santo a través de la imposición de manos, obediencia a “las leyes y ordenanzas del Evangelio”, ganar una recomendación del Templo a través de mérito personal y recibir una dote, matrimonio y sello por la eternidad en una ceremonia en un templo mormón. Al morir, todos van a una existencia post‐muerte, primero a un estado interino y luego a un estado post‐juicio/resurrección: 1) Paraíso (estado temporario reservado para los espíritus rectos) o a la Prisión de Espíritus (lugar donde habitan los malvados; infierno). Los espíritus rectos pueden visitar a los espíritus malvados en el infierno para compartir el mensaje de salvación. A través del bautismo de los muertos en los templos mormones y matrimonios por apoderados, quienes no son mormones pueden recibir los beneficios del Evangelio mormón a través del arrepentimiento. Después de la segunda venida de Cristo y de la resurrección final de todas las personas tendrá lugar el juicio en base a la obediencia. 2) Todos, excepto los hijos de perdición (los más malvados)36 serán asignados a tres grados de gloria en tres reinos celestiales: telestial (para los malvados, la mayoría de la humanidad), terrenal (no mormones morales y algunos mormones), y celestial, el estado de exaltación (salvación; reservado para quienes han sido obedientes al Evangelio Mormón). Fundamental a la enseñanza mormona de la salvación es la declaración de El Libro del Mormón: Porque sabemos que es por gracia que somos salvos, por todo lo que podemos hacer” (2 Nefi 25:23). La salvación es fe en Cristo y obediencia. El sufrimiento de Cristo en Getsemaní y su expiación permite que los mortales logremos la salvación a través de las elecciones morales de la voluntad humana (que es inherentemente buena y puede lograr perfección y méritos) y obediencia al Evangelio Mormón y sus ordenanzas. Por lo tanto, la Guía Misionera mormona habla de Cristo haciendo “posible para Adán y todos nosotros que nos arrepintamos y superemos la muerte espiritual.” La resurrección de Cristo “hizo posible nuestro regreso a nuestro Padre celestial”37 (énfasis agregado). En resumen, “[Jesús] se convirtió en nuestro 32
Ver p.ej., 2 Nefi 2:22‐25; Moisés 5:10,11; Gospel Principles, 30‐31; James E. Talmage, The Articles of Faith, 1982, 65. 33
Ver Bruce mcConkie, Mormon Doctrine (Salt Lake City: Bookcraft, 1979) para una revisión de este proceso. 34
La Perla de Gran Precio, Abraham, 3:26. 35
A menudo citado en esta conexión es la cita de Lorenzo Snow: “Así como el hombre es ahora, una vez fue Dios; como Dios es ahora, una vez será el hombre.” 36
Doctrina y Convenios, 76:31. 37
Missionary Guide, 5. 5 
salvador y ha hecho su parte para ayudarnos a regresar a nuestro hogar celestial. Ahora depende de cada uno de nosotros hacer nuestra parte y demostrarnos dignos de ser exaltados.”38 Sacramentos. Para ser válido, el bautismo debe ser realizado por inmersión y por un miembro del sacerdocio mormón. Se utiliza una fórmula trinitaria. Los niños son bautizados a los ocho años. La Cena del Señor, distribuida cada domingo, consiste de pan y agua. Todos los miembros, incluyendo los niños pequeños, participan. Es vista como un recordatorio de la obligación de obedecer a Dios.39 Una respuesta luterana La respuesta que sigue se enfoca en temas claves relacionados con el “plan de salvación” mormón. No es posible en este breve formato tratar las muchas otras enseñanzas mormonas que los luteranos consideran contrarias a las Sagradas Escrituras (p.ej. el bautismo de los muertos, las provisiones en las “Palabras de Sabiduría” de Joseph Smith, el matrimonio eterno, las creencias con respecto al milenio, la existencia pre‐mortal de los humanos, etc.). Los lectores pueden dirigirse a los recursos listados al final de esta evaluación. Se debe notar que esta respuesta trata sobre las enseñanzas del mormonismo. No hace ni implica ningún juicio sobre la fe personal de los individuos. Está escrita en un espíritu de amor y respeto cristiano por nuestros amigos y vecinos mormones. Una enseñanza fundamental de la Iglesia Luterana es “que la única regla y principio de acuerdo al cual todas las enseñanzas y maestros deben ser evaluados y juzgados son los escritos proféticos y apostólicos del Antiguo y Nuevo Testamentos solamente, así como está escrito: ‘Tu palabra es una lámpara a mis pies; ¡es la luz que ilumina mi camino!’ (Salmo 119:105), y San Pablo: ‘Pero si… un ángel del cielo, les anuncia otro evangelio diferente… quede bajo maldición’ (Gálatas 1:8).40 Los luteranos entienden que las Escrituras del canon bíblico enseñan que Dios ha dirigido y ligado a todos los cristianos a la Palabra de los apóstoles y profetas sobre la cual [la base] la iglesia es construida (Ef. 2.20; 2 Tim. 3.16; 2 Pe. 1.20‐21). En ningún lugar la Biblia promete nuevas revelaciones de doctrina cristiana más allá de la revelación bíblica. Por lo tanto, los luteranos rechazan toda declaración41 de revelación moderna dada para 38
Gospel Principles, 17. Life and Teachings of Jesus & His Apostles, 93. 40
Fórmula de la Concordia, Epítome, Binding Summary, Rule, and Guiding Principle, l. (The Book of Concord, ed. Robert Kolb and Timothy J. Wengert [Minneapolis: Augsburg Fortress, 2000], 486.) Ver también informes de la Comisión en Teología y Relaciones Eclesiásticas de la LCMS sobre La Inspiración de la Escritura (1975) y Gospel and Scriptures (1972) en https://www.lcms.org/CTCR 41
Como el Pastor Mark Cares bien ha señalado, los fundadores del Islam y de la Iglesia de la Unificación dijeron tener revelación divina. 39
6 “suplementar” o “agregar a” la Palabra de Dios, como contraria y un rechazo del principio de “sólo la Escritura” (sola scriptura).42 Los luteranos confiesan que las Escrituras enseñan “que hay una esencia divina llamada Dios y verdaderamente Dios. Pero hay tres personas en esa misma esencia, igualmente poderosas e igualmente eternas: Dios el Padre, Dios el Hijo y Dios el Espíritu Santo.”43 Junto con los cristianos desde el mismo comienzo de la era cristiana, los luteranos confiesan en las palabras del Credo Niceno que Jesucristo es “el único Hijo engendrado de Dios, engendrado del Padre antes de todos los tiempos, Dios de Dios, Luz de Luz, verdadero Dios de verdadero Dios, engendrado, no hecho, siendo de una sustancia con el Padre…” Los escritores mormones rechazan tales declaraciones del credo como una “sobreimposición de filosofía griega a la teología cristiana” que falla en “representar el simple Evangelio del Nuevo Testamento”, produciendo así un “Dios diferente” de aquél en el cual creían y adoraban los cristianos del primer siglo.44 Si bien profesan ostensiblemente fe en la Trinidad45 y en la divinidad de Cristo, los mormones explican esta doctrina diciendo que hay tres entidades o seres, tres dioses. Más aún, la unidad de la Trinidad no es una unidad en términos de amor, propósito y “comunidad”.46 Los luteranos rechazan tal enseñanza como claramente contraria a la Biblia, que enseña la doctrina de la Trinidad resumida en las palabras del Hijo eterno del mismo Dios (Juan 8.58), la segunda Persona de la Trinidad que se encarnó, sufrió, murió y resucitó de la muerte y ascendió al cielo. El resucitado pero aún no ascendido Señor ordenó bautizar en “el nombre47 del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo” (Mt. 28.19; ver también Ro.8.11; 1 Cor. 12.4‐
6; 2 Cor. 13.14; Gal. 4.6; Ef. 4.4‐6; 2 Tes. 2.13, etc.). El “plan de salvación” o “evangelio” mormón asume que los seres humanos no nacen en un estado de pecado original. Por lo tanto, no poseen una voluntad totalmente corrupta, y todos los humanos desde el nacimiento tienen dentro de sí mismos el poder (asistidos por la gracia) de avanzar hacia la perfección a través de elecciones entre el bien y el mal. Las Santas Escrituras claramente enseñan, sin embargo, que desde la caída de Adán todas las personas nacidas en forma natural son concebidas y nacidas en pecado. San Pablo escribió: “Por tanto, como el pecado entró en el mundo por un solo hombre, y por medio del pecado entró la muerte, así la 42
Un escritor mormón dice: “Los mormones sostienen que el canon no está restringido a revelaciones del pasado, sean aquellas por las cuales adoran en común con otros cristianos o aquellas que sólo los Santos creen. Su punto de vista es más amplio: el canon no está cerrado, ni nunca lo estará. Para ellos, la revelación no ha terminado; continúa en la Iglesia…” Kent P. Jackson, “Latter‐day Saints: A Dynamic Scriptural Process,” en The Holy Book in Comparative Perspective, ed. Frederick M. Denny y Rodney L. Taylor (Columbia, SC: University of South Carolina Press, 1985), 63. (Citado en Millet, 9‐10.). 43
Confesión de Augsburgo, I. Kolb/Wengert, 36. 44
Ver Millett, 54‐57; 174; 193. 45
Artículos de Fe, 1. 46
S. O. Bennion, “Fundamental Principles of the Gospel,” 22, citado en Edgar Kaiser, The Latter‐day Saints (St. Louis: Concordia Publishing House, 1995 Revised Edition), 17. See Millett, 141‐42. 47
El término griego onōma ocurre sólo una vez en este texto y “expresa la unidad del ser” (Theological Dictionary of the New Testament, 5:274). 7 muerte pasó a todos los hombres, por cuanto todos pecaron” (Ro. 5.12).48 Refiriéndose a nuestro estado natural como seres humanos antes de la conversión, San Pablo escribe: “Ustedes… estaban muertos en sus delitos y pecados” y “éramos por naturaleza objetos de ira, como los demás” (Ef. 2:1, 3). Por lo tanto, “el hombre natural no percibe las cosas que son del Espíritu de Dios, porque para él son una locura; y tampoco las puede entender, porque tienen que discernirse espiritualmente” (1 Cor. 2.14). “Los que viven según la carne no pueden agradar a Dios” (Ro. 8.8). (Énfasis agregado.) Un texto clave para comprender el “plan de salvación” mormón es el antes mencionado de 2 Nefi 25:23: “… porque sabemos que es por gracia que somos salvos, por todo lo que podemos hacer.” Los escritos mormones están repletos de afirmaciones de que los humanos son salvos, u “obtienen vida eterna” a través de la fe en Cristo (ver más arriba su comprensión de Jesús) y de la obediencia, y que la expiación de Cristo hace posible la salvación.49 Tal enseñanza redefine el Evangelio bíblico y, de hecho es, en palabras de Pablo, “otro evangelio” que cae bajo juicio divino (Gálatas 1). Contra el error gálata de que la justificación por fe incluye obediencia, San Pablo argumenta fuertemente que “nadie es justificado delante de Dios por la ley porque ‘el justo vivirá por fe’.” (Gál. 2.11). “Maldito sea todo aquel que no se mantenga firme en todas las cosas escritas en el libro de la ley, y las haga”, dice Pablo (Gál. 2.10). La buena noticia es que “Cristo nos redimió de la maldición de la ley, y por nosotros se hizo maldición…” (Gál. 3.13). “En él [Cristo] tenemos la redención por medio de su sangre, el perdón de los pecados según las riquezas de su gracia” (Ef. 1.7). Sugerir o decir que la justificación que Dios hace del pecador a través de la obra de Cristo incluye obediencia a la ley, vuelve innecesaria la muerte de Cristo y anula la gracia de Dios (Gál. 2.21). Tal cosa también socava el argumento central de San Pablo de que los seres humanos son justificados delante de Dios sólo por fe, aparte de las obras (Ro. 3.28). Para estar seguros, si bien la justificación es por la fe sola, la fe nunca va sola sino que va seguida por obras (Ef. 2.10). La obediencia a Cristo y su voluntad es un fruto necesario de la fe (Gál. 5.22ss). Pero la obediencia de ninguna manera es la causa o base de nuestra salvación, ni nos otorga ningún derecho a la salvación. Los luteranos entienden que las Escrituras dicen que los sacramentos (el Santo Bautismo y la Cena del Señor) deben ser administrados según fueron instituidos por Cristo (Mt. 28.18‐20; 26.26.29; Mc. 14.22‐
25; Lc. 22.14‐23; 1 Cor. 11.23‐26). Dado que el Señor resucitado ordenó que el bautismo fuera administrado en el nombre del Dios Trino, y dado que los mormones rechazan la doctrina bíblica de la Trinidad, los luteranos no reconocen el bautismo mormón como un sacramento válido.50 Los luteranos creen que el bautismo es obra de Dios, un medio de gracia precioso a través del cual él imparte la 48
Pablo utiliza el tiempo de verbo aorista en griego que se refiere a una acción completada en el pasado. Esto significa que, cuando Adán pecó, todos los humanos pecaron. El pecado no aparece como resultado de la voluntad o elección humana en algún momento de la vida. Es un estado en el cual nacemos por causa de nuestra participación en el pecado de Adán. Ver C. E. B. Cranfield, A Critical and Exegetical Commentary on The Epistle to the Romans (Edinburgh: T. & T. Clark, 1975), 1:274‐79. 49
Missionary Guide, 5‐6. Un escritor mormón dice: “Por lo tanto, actuando solo, la gracia de Cristo no es suficiente para la salvación. Las obras del hombre—ordenanzas de salvación, actos de servicio, caridad y misericordia—son necesarios para la salvación.” Robert Millet, by Grace Are We Saved (Salt Lake City: Bookcraft, 1989), 70. 50
Ver Francis Pieper, Dogmática Cristiana (St. Louis: Concordia Publishing House, 1953), 3:262‐63. En 1971, la División de Estudios Teológicos del Concilio Luterano de EE.UU. dijo que “los ex miembros de la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días deben ser bautizados luego de recibir instrucción apropiada en la fe cristiana.” “Declaración sobre el bautismo mormón”, División de Estudios Teológicos del Concilio Luterano de EE.UU., 1971, 1. 8 bendición de la salvación ganada por Cristo, que su validez no depende de las acciones humanas, de la autoridad de quien lo administra o de la respuesta humana, y que la intención de Dios es que sea para “todas las naciones” (lo cual no excluye a los bebés). Los luteranos también sostienen que la Cena del Señor de los mormones no es administrada de acuerdo con la institución de Cristo y, por lo tanto, no es un sacramento válido. Lecturas adicionales Cares, Mark J. Speaking the Truth in Love. Milwaukee: Northwestern Publishing House, 1993. Cowdrey, Wayne L., Howard A Davis, and Arthur Vanick. Who Really Wrote the Book of Mormon? St. Louis: Concordia Publishing House, 2005. Encyclopedia of Mormonism, ed. Daniel H. Ludlow. New York: Macmillan Publishing Company, 1992. 5 Volumes. Kaiser, Edgar P. The Latter‐day Saints, in “How to Respond Series.” St. Louis: Concordia Publishing House, 1995. Millet, Robert L. A Different Jesus? The Christ of the Latter‐day Saints. Grand Rapids: Wm. B. Eerdmans Publishing Company, 2005. Van Gorden, Kurt. Mormonism. Grand Rapids: Zondervan Publishing House, 1995. Enlaces y sitios web http://losmormones.org/ https://es.wikipedia.org/wiki/Movimiento_de_los_Santos_de_los_%C3%9Altimos_D%C3%ADas http://mit.irr.org/es 9 10 
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